PLENILUNIO de Antonio Muñoz Molina. Plenilunio, escrita por Muñoz Molina y publicada en 1997, es una historia acerca del mal y de las distintas formas que reviste en nuestro tiempo, una novela de personajes que evolucionan y cambian bajo la mirada del lector y la presión de los acontecimientos en los que intervienen. TEMAS. La violencia. Aparecen en la novela dos tipos de violencia: la ejercida sobre niños, que aparece en el abuso y la muerte de Fátima, en el secuestro e intento de asesinato de la segunda niña y en el recuerdo del Padre Orduña sobre un fraile que perdió la razón y mató a un niño de las escuelas gratuitas; y la del terrorismo de ETA. Esta se ejerce con las pistolas y las bombas, pero también con las amenazas, con las llamadas. Y no solo se ejercita contra los policías o los cargos políticos, sino contra la gente que nada tiene que ver con la política, como la esposa del policía. Muñoz Molina sitúa en el mismo plano el crimen sádico y el terrorismo: el propio asesino se asimila a un terrorista, la persecución telefónica es el terrible destino de la familia de las víctimas, la caza del inspector por los terroristas se pone en paralelo con la búsqueda del asesino. Idénticas vanidad y brutalidad pueden detectarse en vulgares asesinos y en terroristas. El novelista realiza una honda meditación sobre el mal, indescifrable, omnipresente. Somos conscientes de las débiles fronteras entre la bondad y la ignominia, no queda claro dónde comienza el límite de la maldad. En todo caso, en la novela, el mal se mantiene como un enigma difícil de entender. Muñoz Molina insiste también en un aspecto del mal que cada vez se produce más en las sociedades modernas: los grandes grupos humanos anulan la personalidad, no dejan que se vea lo individual y característico de cada uno, los individuos se confunden con el grupo sin que aflore la responsabilidad personal. De ahí que las tendencias a realizar actos reprobables permanezcan muchas veces en el secreto. Es este un tema recurrente, que funciona como leitmotiv de la novela: el secreto que cada uno lleva consigo. Relacionado con el anterior, aparece el tema de la mirada, el viejo mito de que la cara es el espejo del alma: hay que encontrar una mirada, descifrarla para conjurar el horror. Pero, ¿la forma de su mirada descubre al asesino?, ¿el aspecto exterior de un hombre denuncia el mal que lleva dentro? El mal y el bien se mezclan y a lo mejor el asesino tiene rostro de buen chico. Finalmente se demuestra que la cara no es el espejo del alma. En general, la novela gira en torno a lo que vemos: ¿vemos la verdad en un mundo de apariencias, el acontecimiento en la rutina, lo monstruoso en la normalidad? Es necesario aprehender la verdad oculta bajo las evidencias, las cosas y los seres no son como parecen, las apariencias engañan. Nada es como nos muestran los sentidos, todos somos unos desconocidos para los demás. A todo esto hay que unir el desinterés, tan frecuente en nuestras ciudades, por la vida del prójimo. Cuando el asesino entra en el bar, aunque lleva rastros de sangre y la 1 PLENILUNIO de Antonio Muñoz Molina.