Tema 8 LAS FIGURAS DE BUERO VALLEJO Y ALFONSO SASTRE EN EL TEATRO ESPAÑOL POSTERIOR A LA GUERRA CIVIL. LA RENOVACIÓN DEL TEATRO. El teatro de posguerra tardó en renovarse más que la novela o la poesía debido a la fuerte presión de la censura ya que el teatro se representa y, por lo tanto, es susceptible de alterar el orden público, a los gustos del público burgués, que prefería un teatro de evasión a un teatro crítico con el régimen franquista y a la desaparición de los grandes dramaturgos de vanguardia. Por lo tanto, se produce una ruptura con la línea de renovación teatral que se había iniciado antes de la guerra civil y tras ella, el panorama teatral es desolador. El estreno en 1949 de Historia de una escalera, obra con la que se dio a conocer Antonio Buero Vallejo, contrasta con este panorama. pues refleja la realidad del momento. Con esta obra comienza el realismo social, que se consolida con Escuadra hacia la muerte (1952) de Alfonso Sastre. Se trata de un teatro comprometido con los problemas sociales y existenciales que se enfrenta, aunque con posturas distintas, a la censura de la época para ofrecer una denuncia de la degradada situación española:
los partidarios del posibilismo, encabezados por Antonio Buero Vallejo están dispuestos a atenuar su crítica o a mostrarla mediante alusiones, símbolos, alegorías y guiños cómplices al espectador con tal de conseguir que sus obras se representen y las conozca el público. los partidarios del imposibilismo, liderado por Alfonso Sastre, pretenden expresarse con libertad aun a riesgo de toparse con la censura y no ver sus dramas puestos en escena
Antonio Buero Vallejo (Guadalajara, 1916 – 2000). El estreno en 1949 de Historia de una escalera fue determinante en esta época pues no se trata de una obra cómica ni de una comedia burguesa, sino que, a partir de la vida de varias familias trabajadoras de una casa de vecinos, retrata la situación de pobreza y falta de salidas de una colectividad atrapada en un mundo miserable y sin futuro. En el teatro de Buero se reiteran temas como la libertad, la justicia o la verdad, y también muchos motivos argumentales, como los personajes con limitaciones físicas o la utilización de espacios y otros elementos con función simbólica. Es un teatro con intención trágica, pues muestra el desgarramiento entre las limitaciones del hombre y sus deseos de perfección y autenticidad. Es, además, un teatro ético, porque pretende una transformación del hombre desde un planteamiento moral, y esencialmente ambiguo: sus obras no concluyen cuando cae el telón porque entonces comienza la segunda y definitiva parte del drama, que está en función de lo que cada uno elija. Entre sus recursos más característicos recordaremos el efecto de inmersión o técnica por la que se introduce al espectador en la acción transformándolo en personaje activo que experimenta en sí mismo el drama del personaje. Asimismo, hay que destacar la función coral de algunos personajes que actúan a modo de focos para hacer converger la atención del público sobre determinados aspectos de la pieza. Podemos distinguir en la dramaturgia de Buero tres etapas, que van presentando una complejidad progresiva:
En la primera predomina un fondo existencial y una estética realista, con un espacio escénico que es reproducción de lugares reales o que podrían tener realidad. Pero, dentro de esta línea tradicional el autor introduce elementos de innovación; así, por ejemplo, la búsqueda de lugares insólitos para desarrollar las obras le lleva a escoger la escalera de su primer estreno, Historia de una escalera, o la azotea de Hoy es fiesta.
Tema 8 LAS FIGURAS DE BUERO VALLEJO Y ALFONSO SASTRE EN EL TEATRO ESPAÑOL POSTERIOR A LA GUERRA CIVIL. LA RENOVACIÓN DEL TEATRO.
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