GRANOS DE LITERATURA… PARA SEMBRAR LA PAZ
ALUMNADO DE 1º BAC / IES DE CURTIS
Sembrar la paz no es tarea de un día, ni labor de uno solo, no, no, no lo es… Para conseguir sembrarla y que dé sus frutos miles de personas trabajan en el mundo desde hace tiempo; y no todos lo hacen del mismo modo ni con los mismos intrumentos: hay médicos, enfermeras, policías, políticos, profesores, escritores, abogados, fotógrafos, periodistas, padres y madres de familia y un largo etcétera de gentes que ponen su grano, o su montón de arena, para que el mundo en que vivimos sea cada día un poco mejor. Nosotros también queremos sembrar para que la realidad no sea tan cruel, para que os paréis a pensar, para que seais críticos con lo que no es admisible en una sociedad moderna, para mejorar… Y reflexionando sobre cómo podríamos hacerlo desde el aula, nos topamos con la poesía de Miguel Hernández, de José Martí y de muchos otros:
Cultivo una rosa blanca en julio como en enero, para el amigo sincero que me da su mano franca. Y para el cruel que me arranca el corazón con que vivo, cardo ni oruga cultivo: cultivo una rosa blanca. José Martí
Para la libertad sangro, lucho, pervivo. Para la libertad, mis ojos y mis manos, como un árbol carnal, generoso y cautivo, doy a los cirujanos. Para la libertad siento más corazones que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas, y entro en los hospitales, y entro en los algodones como en las azucenas. Para la libertad me desprendo a balazos de los que han revolcado su estatua por el lodo. Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos, de mi casa, de todo. Miguel Hernández
Ese no fue nuestro único hallazgo: de repente, nos dimos de bruces con el éxito actual de las formas de literatura breve… El resultado habla por sí solo: hemos creado haikus y microrrelatos para que no dejéis de pensar que la paz es tan necesaria como el aire que respiramos… Lo veréis a continuación: la literatura, en sus formatos más breves, también sirve para cultivar los campos áridos de las conciencias, capaces, a buen seguro, de dar cosechas impensables.
EL VIAJE Las pesadillas empezaron a agobiarlo de repente. Habían pasado muchos años desde la Guerra, pero la imagen de su torturador volvía a aparecérsele. Decidió poner en marcha un largo viaje que lo enfrentaría con su pasado, pero, quizás, lo salvaría de sus tormentos… Desirée Sueiro
Y las palomas, vuelan ahora libres por nuestro cielo ... Lucía Núñez Balas en fila suben ya por el arma... Y salen rápido. Rocío Sánchez
PUÑOS En sus dos puños tenía una gran ira que un día estalló como dos grandes guerras. Laura Quintela
TURBULENCIAS Toda la noche presa del frío, a vueltas con aquel sueño lleno de escenas bélicas. Al amanecer, despertó y todo era paz: el aire era cálido. Mencía Corral
La llave de oro cogieron en sus manos. Quieren libertad. Lucía Coego
BALAS La joven bala se fue con sus otras compañeras a aquel
país que tanto
anunciaban por televisión. Dentro del cargador todas esperaban impacientes por salir y aprender cosas nuevas de ese rincón de la tierra que parecía tan lejano de su realidad. Pronto se dio el gatillazo y la joven bala salió para poder contemplar con admiración la belleza del entorno. Se llevó una gran decepción, pues habían destruido todo antes de su llegada.
Brais Merelas
No, no hace falta utilizar las armas: huele ya a paz. Patricia Vázquez
La guerra duele, la guerra comunica duras noticias. María Rivas
Me comprometo, como mujer de bien, a vivir en paz. Alba Cruz
Viene la paz, reina el silencio, fuerte. Lo malo huyó. Tania Bello
Un beso fugaz, un amor sin barreras y sin violencia. María Carrasco
La guerra daña. Sí, huye de ella, siembra campos de paz. María Casal
Los rayos de sol aparecen al final de las batallas Yeico Sánchez
Se escuchan bombas, retumban las ciudades, se aprecian llantos... Hoy las palomas repueblan ya los campos buscando PAZ… Sara López
Jóvenes imberbes cruzando la laguna. Sangre, herrumbre. Simón Varela
¿POR QUÉ?
A grito de ¡Marchen! empezamos a galopar. Vislumbramos un campamento en el horizonte. Cuando notaron nuestra presencia empezaron a correr… Yo voy más adelantado que los demás. El soldado que llevo a lomos comienza a matar gente con su espada, mientas yo me asusto con cada cuchillazo. De repente, se escuchan balas, la gente cae de los demás caballos. No entiendo por qué esto tiene que continuar. ¿Por qué se ponen en peligro unos a otros? Mucha gente nos acorrala, y no lo soporto más. Veo a Joey, mi compañero de establo, herido, en el río. Me pongo a dos patas, el soldado se cae y corro hacia mi camarada… Paula Roade
Hoy ha vencido, entre cuatro paredes, la risa al llanto. María Vaamonde
El hombre llora y las oscuras bombas siguen sonando. Eva López
Se destruyeron los populares sueños de felicidad… Marina Miraz
Sobre la tierra cae la lluvia limpia: llegó la paz. Laura Lagares
Lloraba la paloma mientras se marchaba cabizbaja la paz. Rocío Sánchez
Todo lo negro con la paz, algún día blanco será. Marta Varela
¡Paz luminosa!, Más vida en armonía, sobre la tierra. José Manuel Lea
SI, sí, juntémonos para parar la guerra y traer la paz. Lorena Mellid Y las palomas, vuelan ahora libres por nuestro cielo. Lucía Núñez
Mares de sangre tienen niños que ver: ojalá cambie. Andrea Juncal
ALEGATO FINAL Vivimos en un mundo en el que resulta difícil aceptar la idea de que dos personas del mismo sexo se quieran y muestren su amor públicamente; en el que las diferencias de color, pensamiento, clase o religión, desembocan en guerras, peleas o incluso muertes; en el que se juzga a la gente, e incluso a los niños sólo por su aspecto físico; en el que la mismísima autoridad emplea la violencia con gente que sólo piensa y manifiesta sus ideas, tachándolos de revolucionarios…; y en el que se puede llegar a pisotear la dignidad de una mujer por satisfacer un placer personal, o incluso se puede llegar al maltrato. Estamos creando un mundo lleno de personas con almas vacías, con una armadura de miedo que nos hace ignorar todo lo que pasa a nuestro alrededor, y creer que todo está bien, ya que a condición de callar, obtenemos tranquilidad. Desgraciadamente la realidad es justo la contraria: estamos pasando por alto vidas de gente tan desgraciada como inocente, que ven como se desprecian,de forma injusta, sus derechos. Y el día que esta injusticia llame a nuestra puerta, y necesitemos apoyo, será el día en que nos replantearemos la necesidad de poner nuestro grano de arena para conseguir una convivencia pacífica en este mundo por el que caminamos cada día: OJALÁ NO SEA YA DEMASIADO TARDE… Elvira Romero