I Simpósio Luso-Brasileiro de Cartografia Histórica
BRASIL, U A CO STRUCCIÓ HISPÁ ICA El papel de la Unión de las Coronas en la definición de un urbanismo original ibérico. Antonio Hoyuela Jayo Investigador del Instituto Universitario de Urbanística. Universidad de Valladolid (www.uva.es/iuu).
RESUMEN Durante la colonización de América, entre Castilla y Portugal, habrán de producirse influencias mutuas en relación a la formación del estado brasileño. La verdadera escala del Tratado de Tordesillas y la “deconstrucción” de sus límites; la aparición de trazados y plazas “a la castelhana” en las ciudades filipinas y en los trazados iluministas posteriores; la creacción de un cuerpo jurídico unificado para la organización de villas y ciudades; las interacciones de la política urbana y territorial castellana con la portuguesa hasta las intervenciones pombalinas; la unificación de las escuelas de fortificación bajo el plan general de defensa atlántica y la influencia indirecta pero sistemática de Spanoqui y Antonelli (si no del mismísimo Juan de Herrera); la influencia de las órdenes misioneras en la aplicación de los principios urbanísticos y del principio de pose (“uti possidetis”) en el siglo XVIII, fundamentalmente en Bahía, en los territorios Guaranís y en Amazonas; son algunos de los elementos que consideramos esenciales para la justificación de la hipótesis inicial. Un fecundo periodo analizado, en la mayoría de los casos, desde perspectivas no convergentes, una manifestación singular iberoamericana, el territorio hispánico en el sentido “imperial romano” que inspiró a Felipe II. Brasil se convierte con ello en un hito en la historia del urbanismo ibérico. A diferencia de los territorios castellanos, planificados y geometrizados y de los portugueses, adaptados a la topografía y el lugar, Brasil unifica, elabora o sintetiza un modo original, caboclo, rico e interesante de hacer ciudades, una forma ibérica, la “hispanica urbis in brasiliam”, como se demuestra en la paradigmatica planta de Nova Mazagão.
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1.- El Brasil colonial como territorio “hispánico”. “... em todos os cuadrantes avançava a exploração das terras brasileiras. Expedições ao interior dilatavam as áreas conhecidas, partindo dos diferentes centros de irradiação já consolidados. Frentes povoadoras anexavam novas regiões às zonas de colonização efetiva. Um fluxo imigratório, espontáneo ou forçado, ininterrupto, adensava a população. Enfim, sedimentava-se o Brasil como entidade geográfica, agora posta sob nova soberania. Rigidamente falando: Um Brasil hispánico” (pag. 330, “Bases da Formaçao Territorial do Brasil”Antonio Carlos Robert Moraes, 2000. Capítulo dedicado al gobierno filipino 1580-1640) Compitiendo con Europa por el acceso a las Indias, Portugal primero, Castilla después, avanzaron en los métodos de navegar, en la ingeniería de la fortificación, en la racionalización de las fundaciones de villas y ciudades, en la legislación que servirá para administralas, en la creación de las primeras escuelas de ingenieros de fortificación. Avanzaron en un conjunto de instrumentos, en definitiva, que darán como resultado una original forma de hacer ciudades . La “urbs hispánica” tendrá manifestaciones por todo el mundo pero que se singularizará especialmente en el territorio brasileño gracias a la convivencia de las dos potencias en un territorio en disputa.
Fig. 1 . Brasil se constituye como referente de la América Latina con más de 180 millones de habitantes. El proceso de litorización se convierte, pausadamente, en un proceso de interiorización y conquista del “certão”. La población urbana supera ya el 70 % y las grandes metrópolis de más de 1000000 de habitantes superan la decena. Datos IBGE, 2000 y elaboración propia. Sobre la herencia del renacimiento urbano musulmán y de sus núcleos de carácter comercial (medinas), Santarém, Lisboa, Setúbal, Évora, Alcácer do Sal, Mértola y Silves se construye en Portugal el estado moderno en 1128. Se transforma así en la primera nación del conjunto europeo. Esta organización política, administrativa y civil permitirá avanzar en el proceso de urbanización y de estructuración de un estado capaz de abordar la tarea de expansión.
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España construirá los cimientos de su condición de nación moderna con la unión de Castilla y Aragón bajo el reinado de los reyes católicos. El sistema de las comunidades de villa y tierra y las cortes como órgano de representación de los magistrados de las villas y ciudades con sus sistemas de foros y prevendas (instituídas desde Alfonso XI a partir de 1345) antecede a dicha organización y consolida los cimientos para el desarrollo de un estado moderno. La independencia de poderes que identifica las repúblicas portuguesas genera los conflictos de 1 las comunidades en contra del absolutismo de Carlos V en Castilla y León. En la aventura colonial, frente al deseo de colonización y ocupación efectiva del territorio que inspira las acciones castellanas, las portuguesas se ven dirigidas por una política orientada al comercio y explotación y respetuosa con las características locales, por la adaptación topográfica frente a la rigurosidad del trazado castellano. La zona de mayor altura se corona en las ciudades de origen portugués con los edificios fundamentales. La Universidad en Coimbra, la fortaleza de São Jorge en Lisboa, la iglesia en Viseu demuestran que no hay una función única pero sí una opción por significar la principal actividad de la ciudad, su identidad. La disposición de las corrientes (marinas y de vientos), las calmas, las mareas y olas en el sur de África van a dar un giro inesperado a la expansión territorial. El viento definiría de nuevo el papel de los territorios insulares de ambas coronas y su importancia capital en el equilibrio geoestratégico del siglo XVI. Azores, Canarias, Madiera y Cabo Verde serán las protagonistas por su posición tanto en las rutas hacia el sur de África como en las rutas de Indias. Servirán como urbis experimentales en la tarea de colonización y sus intervenciones serán 2 paradigmáticas para la colonización castellana y portuguesa de América y para la traslacción de los movimientos y tendencias técnicas, artísticas y culturales.
Fig. 2 . Planta de la ciudad de Funchal. En el centro se puede observar la presencia dominante del espacio del recolhimiento da Misericordia y la regularidad de trazado ya anticipada en el Barrio Alto de Lisboa. 3
La ciudad de Angra do Heroismo regulariza su traza y prepara su estructura para una etapa decisiva de su historia. El modelo será repetido en Rio de Janeiro y Salvador de Bahía. A partir de las “ruas Direitas” o calles originales y fundamentales de la traza, con los extremos normalmente finalizados en dos iglesias con rossios, largos o terreros (espacios normalmente expontáneos y poco formalizados), y paralelas a la línea de costa o a la ribera, comienzan a
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implantarse edificaciones. Mientras, en las tierras recien descubiertas, la idea que acompaña a Colón hasta prácticamente su muerte en 1506, y en las primeras imágenes de Colón que servirán de base al tratado de Tordesillas de 1494. En dichas conversaciones, mientras Castilla defiende sus nuevos descubrimientos y una ruta directa por el Occidente, Portugal piensa en el paso por el sur de África y la vuelta del mar. Las expediciones posteriores a Colón intentaron definir los límites del descubrimiento y aclarar el radio de la tierra y la “longitud” de las tierras de Nueva España. También buscaron pasos hacia el Pacífico y las deseadas tierras de la India. Entre ellas las más destacadas, en el actual Brasil, fueron las de Diego Velez y Vicente Yañez Pinzón. Dichas expediciones tuvieron lugar en los primeros meses de 1500. Juan de la Cosa, será el encargado de trasladar a un mapamundi los nuevos descubrimientos a través de la recopilación de las mediciones de los pilotos hecha por el cartógrafo de la casa real, don Juan Rodriguez de Mendoza. El mapa mundi verá la luz en 1501.
Fig. 3 . Mapa de Juan de la Cosa con las expediciones de Diego de Lepe y Pinzón a la costa norte de Brasil y con la separación de la isla llamada “Brazil”. Definitivamente el Tratado, ratificado en 1506, “gira” la línea inicial, de Alcaçobas, entre las dos potencias “verticalizando” la división del mundo en un meridiano a 370 leguas de las islas de 4 Cabo Verde . Este gesto produce además una imprecisión notable y manifiesta. La situación en latitud es reconocible y medible con los conocimientos de la época, la longitud no. La definición de los límites de Brasil se encuentra, de esta manera, con serias dificultades, 5 errores, y situaciones ambiguas que de partida dificultan su aplicación . Las primeras capitanías respetan los límites estimados del Tratado pero durante el gobierno general, y especialmente durante la época filipina dichos límites se relajan. La progresiva ampliación de los límites portugueses en territorio castellano se produce en diversos frentes. En el estado de Marañón la situación está descontrolada hasta los hechos que derivan en la fundación de São Luis y en la creación de las misiones de capuchinos, franciscanos y carmelitas. Los jesuítas estarán presentes en Bahía, en Sacramento, Santa Catarina, Ceará y otros territorios que contribuirán a su vez, involuntariamente, a la ampliación de los límites, tanto como en los territorios guaranís. Sólo en 1750 las demarcaciones de los territorios de Brasil aplicando preferentemente el principio de “pose” (usucapião) a las técnicas científicas y rigurosas de la cosmografía de la época resolverán la cuestión. Apoyandose, como principio básico, en elementos físicos del territorio transformarán de la rígida raya de Tordesillas en frontera. Durante la época colonial, la lógica de fundación “protourbana”
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obedecerá a razones
territoriales contundentes: búsqueda de aguadas tranquilas, fondeaderos para grandes flotas, defensas naturales (de cara al mar y de acceso por tierra), posibilidad de embarcaderos, atarazanas y pequeños puertos, zonas accesibles desde los centros productores de azúcar, la presencia de indios pacíficos y la posibilidad de cultivos, bosques y ganados (todos ellos necesarios para la implantación). Durante esta época, “de afirmación de pose y defensa de la costa” en palabras de Paulo Santos, se ocuparán con “puntos frágiles y móviles; campamentos casuales que estaban poco más allá de los poblados nómadas de los salvajes; paraderos sin 7 vida cristiana, sin ninguna manifestación de vida social o política” . Prácticamente desaparecidas se establecen feitorias en Cabo Frío (Vespuccio 1503); en la Bahía de Guanabara (João Braga, en 1519 es citada por Fernão de Magalhães); en São Paulo, la feitoria de João Ramalho, Antônio Rodrigues y del Bacharel de Cananeia (sin fecha concreta de fundación); en el sur, feitoria del Porto dos Patos (Santa Catarina) de Enrique Montes y sus compañeros de 1516; y en Pernambuco, Iguaraçu, de Cristovão Jacques, también de 1516. Los espacios más adecuados fueron rápidamente explorados, recogidos en las crónicas y datados. La bahía de Guanabara, el resguardo de Recife, la gran Bahía de Todos los Santos (capaz de albergar según Martim Afonso hasta tres flotas completas), el sistema fluvial Santos – Guarujá y la Bahía de São Vicente y el sistema salobre de Ilha Comprida eran conocidos en el Estado de Brasil antes de 1530. En el Amazonas y en Maranhão así como la futura bahía de São Luis también habían sido descubiertas por colonizadores principalmente castellanos (Velez y Pinzón en 1500, Orellana en 1542, etc...). En medio de esta cascada de descubrimientos, la fundación de São Vicente y Piratininga por Martim Afonso de Sousa constituye un hito. Como villas iniciales cumplirán tanto la función de servir de puerto y conexión con la colonia como la de servir de plataforma para la exploración y explotación de los recursos del interior. Más allá de estas fundaciones las principales ciudades de Brasil se construirán durante las capitanías hereditarias. No proceden así de una intervención directa del poder real sino, más bien al contrario, de la iniciativa individual de los donatarios siguiendo una estructura y 8 9 tradición feudal . Sus trazados hunden sus raíces en la tradición vernácula portuguesa . Su localización obedece a la opción y a la decisión de los donatarios de dichas capitanías, nunca arbitraria, pero sí condicionada por el conocimiento en la época del territorio litoral. El sistema de las capitanías, como reconoce Leite, contribuyó a mantener la separación del territorio manifestada desde la conquista, un feudalismo colonial, sin nexo entre sí, teniendo el único punto de unión en Lisboa, colonialismo centralista, islas protourbanas. En total fueron catorce las capitanías que se donaron entre 1534 y 1536. Se dividió el litoral en franjas de 50 o 100 leguas. La donación se completaba con una franja de diez leguas de tierra hacia el interior. São Jorge dos Ilheus y Porto Seguro en Bahía, Nazaré en Marañón (asentamiento temporal de Aires da Cunha), Iguaraçú y Santa Cruz de Cabralia en Pernambuco, Olinda también en Pernambuco, Penedo en Alagoas y Santos en São Paulo son las principales villas fundadas durante la época de las capitanias de ellas hablará Anchieta al general de los 10 jesuítas en 1585 . Con la institución del gobierno general en 1549 se inicia definitivamente el trabajo de unificación de las capitanías y de creación del Estado de Brasil. Durante el gobierno general se toma como capital Salvador fortificándola y ampliándola según proyecto de Diogo Dias. La primera capital será planificada a la medida de su escala territorial. También pertenecen a esta época la fundación de Nossa Senhora de Vitoria en Espirito Santo, São Paulo de Piratininga y Nossa Senhora da Concepção de Itanhaem en São Paulo. Las capitanías se redujeron a siete al objeto de concentrar el poder. Quizás por las razones que justifican su ubicación y los escasos ejemplos, los asentamientos que perdurarán hasta la unión de las coronas coincidirán, no por azar, con algunas de las localizaciones más importantes, desde la perspectiva marítima y portuaria. En ellas o su entorno inmediato se localizan hoy en día los puertos de Tubarão, Itaqui, Santos, São 11 Sebastião, Sepetiba, Paranagua, … los 20 puertos con mayor tráfico de Brasil . A excepción hecha de los puertos de la Lagoa dos Patos (Rio Grande do Sul) y Amazonas, los
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puertos originales coloniales coinciden básicamente con las bahías de Guanabara, de todos los Santos, de Vitoria, de San Luis, con el reconcabo pernambucano, y otros fondeaderos (“ancoradouros”) estratégicamente seleccionados desde el origen de la colonización. De hecho está situación “óptima” se corresponde con el desarrollo de estas ciudades y de sus puertos de forma tan directa cuanto la “pésima” posición coincide con su declive o su bloqueo (caso de 12 Itanhaem, Iguape o Cananeia ).
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2.- Desarrollo y deconstrucción del territorio de Tordesillas durante la Unión Ibérica. La muerte de D. Sebastião, o más bien su desaparición, plantea durante el final de este 13 periodo una oportunidad para que su tío, Felipe II , intente optar a la corona de Portugal y consolidar de esta forma la Unión Ibérica. El lento proceso de resolución de los derechos a la corona se resuelve con la presencia del Duque de Alba y del marqués de Santa Cruz en Lisboa en 1580. Estos hechos precipitan la firma de los acuerdos de Tomar que deben aceptar 14 la pervivencia de la nacionalidad portuguesa a costa del sometimiento de sus estados. Las cesiones del rey en los acuerdos consisten en cumplir que la nominación de cargos para el Consejo de Portugal será exclusivamente entre personas de esta tierra. Con ello la burguesía y la nobleza portuguesas garantizaban el control de los asuntos portugueses así como la oportunidad de una rápida reorganización del estado en torno a un nuevo monarca en un futuro aún incierto. En América los objetivos de Portugal durante la Unión de las Coronas consistieron en: parar el contrabando entre Castilla y Portugal; intentar localizar las minas de oro y plata que presumiblemente existían también en Brasil; incrementar la plantación y producción de azúcar y el control de las rutas del Amazonas y de la Plata para el acceso a las minas de Potosí y de Perú. No todos estos objetivos serán compartidos por Castilla. Los territorios por otro lado mantienen situaciones bien diferenciadas: la abolición de la exclavitud indígena en las tierras españolas en 1542 y su mantenimiento en los territorios portugueses (gracias a la duplicidad de la administración filipina y de sus leyes), las restricciones al libre comercio, la prohibición a los extranjeros para residir en la colonia y el cierre de los puertos. En el centro de la economía colonial se encontraba la producción del azucar (90 % de las exportaciones dependían del azúcar 50 veces más rentable que el pau – brasil). El “siglo del azúcar” cubre según múltiples autores el periodo filipino (1570 – 1670 según Charles Broxer).
Fig. 4 . Crecimiento urbano en Brasil. Observerse el proceso de expansión del litoral al interior.
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El proceso de sistematización de la producción urbana en Brasil se iniciará igualmente en este periodo. Los principales ejes territoriales de intervención en el estado de Brasil fueron durante el reinado castellano la racionalización de los trazados de las ciudades capitales, la consolidación del estado de Marañón (independiente como virreinato y con su propia capital desde 1621), la consolidación del nordeste con la construcción de Filipeia y una serie de ciudades satélite (Penedo, São Cristovão, Sirinhaem, etc...), la construcción de un frente costero seguro y sólido entre Cabo Frio y Cananeia y la consolidación del interior a través de la política misionera. Serán esas estrategias compartidas con los jesuitas las responsables de la construcción de las misiones de Ceará, Bahia y las reducciones guaraníes. Su alianza con esta orden misionera llegará al límite a finales del periodo filipino cuando fueron armados los 15 indios en 1638 por orden del rey después de los ataques de Raposo Tavares . La falta de una red de ciudades previa a la colonización, la falta de la más mínima estructura 16 territorial para el asentamiento (puertos, caminos, etc... ), o de estructuras sociales o económicas (como los mayas o aztecas con sus cultivos ecológicos rotatorios, por ejemplo) y la necesidad de impulsar el paso de un estado feudal a un estado moderno, exigirán un esfuerzo superior al del resto de los territorios castellanos en América. Desde la perspectiva territorial y urbanística, la diversidad y complejidad litoral, la historia, la economía y la política configuran durante los 60 años del periodo filipino con un claro predominio político de la ciudad de Salvador y económico del territorio de Pernambuco (en 1585 según relata Anchieta en sus cartas al general de la Compañía tiene 66 de los 131 ingenios del azúcar inventariados por la Compañía de Jesús en las ciudades de Pernambuco 66, Bahia 46, Ilheus 6, Espirito Santo 6, Rio de Janeiro 3 y São Vicente 4) mientras Salvador será la capital de Brasil hasta mediado el siglo XVIII. Al Sur, las Bandeiras de Piratininga cobran, con las limitaciones al comercio exterior, un gran auge como también los tráficos con el puerto de Buenos Aires y la comunicación de Perú por el Amazonas. A partir de 1549 y con especial intensidad a partir de la Unión Ibérica, el interior de Salvador (Arari 1598 y Orobo 1598), Porto Seguro (1549), Sur de São Paulo (Embitiba, Laguna y Ararangua entre 1553 y 1605) e incluso Minas serán objeto de colonización jesuítica. La colonización misionera se rige por distintos parámetros aunque siempre supervisada y controlada por la corona que ya la había puesto en práctica en las primeras reducciones del lago Titicaca. La corona se propone la consolidación del eje Sur de Brasil y de los límites fronterizos con Castilla como puente hacia el paso al Pacífico por el estrecho de Magallanes y de puerto de aguada en el viaje al Virreinato de la Plata. La fundación de São João Batista de Cananeia (1600) en la costa sur de Ilha Comprida (hoy forma parte del parque regional de Ilha do Cardoso y está sometido a una fuerte presión urbanística) y como complemento Iguape (1635), la consolidación del camino tupi de Peabiru y del acceso a Piratiniga justifica la fundación de Mojí das Cruzes (1611) y Santana de Parnaíba (1625). São Sebastiao se funda en 1636 como lugar preminente en la costa sur (Ilha Bella) y como bahía al abrigo de las corrientes frías del Atlántico; igual decisión justifica la fundación de Ubatuba en 1637 que acercará São Paulo a Rio acortando las distancias de dicha ruta. La línea de costa Cabo Frío / Cananeia queda conformada como un eje territorial de primer orden y su trascendencia hasta hoy innegable aunque la actividad desde el XVII se traslada al interior, al eje del río Paraíba del Sur. El nordeste brasileño se manifiesta igualmente una de las piezas esenciales de la política territorial castellana como centro productor de azúcar. Olinda fundada en 1537 y rodeada de villas y factorías (Iguaraçú, Santa Cruz de Cabralia, ...) será el origen del sistema pernambucano. Con Natal, fundada en 1599 constituirán el núcleo inicial sobre el que construir este espacio territorial de carácter productivo que atraerá a los holandeses en 1630. El eje nordestino se vé claramente influenciado por la política castellana y en 1585 se funda por orden real la ciudad de Filipeia de Nossa Senhora das Neves, en Sergipe, actual João Pessoa. 17 La producción azucarera pasará en estos años (según diversos autores ) de 66 a más de 130 ingenios entre 1580 y 1628. Consideradas las necesidades financieras de dichos ingenios y que el total en Brasil al final de la época filipina rondaba los 300 ingenios, sólo Salvador
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competia con el territorio Pernambucano. Las ciudades de Penedo (1636), Marechal Deodoro (1636) Porto Calvo (1636) en Alagoas; Sirinhaem (1627) en Pernambuco y São Cristovao en Recife (1590) tendian a completar y defender una línea de algo más de 1000 kms de litoral nordestina con ciudades equidistantes y con numerosas fortificaciones (Reyes Magos en Natal, ...) en un lugar donde las incursiones de las otras potencias europeas eran constantes y frecuentes no sólo por la cercanía de la costa de las islas de Cabo Verde sino también por su estructurado sistema de producción azucarera, mano de obra esclava y dificil defensa.
Fig. 5 . El Brasil Ibérico. Fundaciones reales, villas, poblaciones y reducciones creadas en Brasil durante la Unión de las Coronas. Salvador se consolidará durante el periodo ibérico como centro de tráfico de indios y esclavos (en 1550 llega a Salvador la primeira carga de esclavos africanos y no se abolió la exclavitud hasta el siglo XIX). Salvador de Bahía y Cairú (1608) serán los principales núcleos del área. Con Ilheus y Porto Seguro (1534) la línea de defensa se encontraba más consolidada y garantizaba ciertas dificultades a la llegada de barcos extranjeros. Las poblaciones de Bahía empezaron a ser fundadas a partir de 1565 como cuenta en sus cartas descriptivas de Brasil el padre Anchieta y el padre Leite en su “Historia de la Compañía de Jesús en el Brasil”. La situación estratégica de las reducciones, entre las posesiones de españoles y portugueses, se convirtió en cuestión peligrosa y una de las causas de su ruina, porque las milicias de las reducciones se convirtieron en un obstáculo serio para el avance portugués hacia el sur. Debido a los conflictos con holandeses, franceses e ingleses, la recuperación y defensa de Rio y de Salvador en 1625 serán claves para el fortalecimiento de las capitanías de los virreinatos de Brasil. Para ello se funda Cabo Frío en 1615 como defensa avanzada del acceso a la bahía de Guanabara siempre en la idea barroca de ciudades apoyadas entre sí y en la idea de territorializar y expander la política urbana.
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El río de la Plata constituía una de las principales vías de acceso a las riquezas americanas y en concreto a las minas de Potosí. Hasta los acuerdos definitivos de San Ildefonso España luchará por conservar su dominio. Este territorio entró en conflicto rápidamente con la corona portuguesa. En 1531 Martim Afonso de Sousa remonta el río de la plata y busca nuevos caminos hacia el Pacífico. Con posterioridad se funda la colonia de Sacramento y las fronteras se diluyen con la Unión Ibéria pero los conflicotos son constantes. Helio Viana y Capistrano de Abreu coinciden en la importancia de esta “apertura” hacia la Plata y el Amazonas en el futuro de la “deconstrucción de Brasil”. Aunque cabían múltiples restricciones a dichos contactos y salvo raras excepciones, como la liberalización del puerto de Buenos Aires en 1602 y la creacción de la aduana seca de Córdoba en 1622 en esta ciudad, dichas redes de contrabando se mantendrán hasta después de la restauración portuguesa creando “territorios calientes”. Desde la expedición de Orellana (1542) y el fracaso de su tentativa de invertir la ruta tres años más tarde donde perece con su tripulación y su mujer, Marañón queda sumida en un profundo olvido. En el subsconsciente ibérico pervive el viaje inicial, la dificultad del camino pero, sobre todo, la posibilidad de conectar las ricas tierras del Perú con el Atlántico a través de la red hidrográfica (laberinto más bien) del Amazonas. Con las tropas y colonos franceses aparecen 18 en la zona los padres capuchinos que fundan numerosas poblaciones que durante el periodo pombalino serán reconvertidas en ciudades para la aplicación del principio de pose. Su unificación con el estado de Brasil ocurrirá en 1774 bajo la administración pombalina cuando se decide el traslado de la capital de Brasil a Rio de Janeiro como un arma de presión más para los acuerdos de San Ildefonso de 1777 y la unificación tan deseada y defendida de los territorios de Brasil y Marañón y el dominio de las “cuñas misioneras”. Pero su papel será fundamental a partir de la fundación de São Luis de Marañón por los franceses a finales del XVI y reconquistada en 1615 por tropas castellano - portuguesas se manifiesta fundamental en relación a la conexión de Ceará con la desembocadura del Amazonas. En 1616 se une al sistema urbano la ciudad de Belem punto clave en el acceso al Amazonas. Posteriormente se crea el estado de Marañón en 1621. La posterior fundación de São Luis según el trazado de Francisco de Frías da Mezquita se produce en 1615 y en la zona también se fundan Belem (1615), Cameta (1635) y Gurupa (1639) en aras a consolidar el recién formado Estado. Los descubrimientos de Bolivia y Perú, el oro y la plata de Potosí significaron un fuerte acicate para la colonización del interior. El movimiento de los bandeirantes desde São Paulo de Piratininga toma un fuerte auge a partir de 1585 en el sertão dos Carijós. Son también de este periodo las luchas contra los indios que acabarían con la conquista de Paraíba en 1584, las guerras contra los índios en el norte de Bahia (actual Sergipe) de 1589, la bandera de Goiás (1592), las primeras incursiones bandeirantes en Minas Gerais de 1596 y la bandeira del bajo Paraná de 1604. Como aliados de la corona española para evitar el ataque de los bandeirantes hacia el oeste los indios guaranís fueron armados en 1638 por orden del rey después de los ataques de Raposo Tavares a dichas misiones. Domingos de Torres, llamado “mestre dos índios no manejo das armas de fogo” consiguió incluso las victorias de Caaçapamirim, en 1638, y la de Caaçapaguaçu, en 1639 todavía bajo el dominio castellano. A lo largo del periodo de la Unión Ibérica la fuerte presión de las villas y ciudades contra las tasas y otras manifestaciones del poder central en distintos momentos de crisis a inicios del XVII (crisis del azúcar, de los esclavos, guerras, etc...) crecerá provocando un dificil equilibrio entre las necesidades de defensa y el apoyo a la monarquía y seguramente aumentando el deseo de independencia y emancipación.
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3.- Coincidencias, tendencias y evolución en el sistema urbano “hispánico” colonial. Desde los inicios de la colonización y desde el primer enunciado de la corona de 1513 a través de distintas Instrucciones (Pedrarias Dávila, Hernán Cortes, Cédulas Reales ...) se construye el cuerpo de normas para la regulación de los nuevos asentamientos (sintetizadas en las “Ordenanzas de Descubrimiento y Población” de Felipe II de 1573). En Castilla y Portugal, la ciudad se convierte en un organismo planificado desde la trama (la cuadrícula), la plaza, las calles, la parcelación y la edificación. Un ente complejo a la vez que unitario como se describe 19 en El sueño de Orden . Por otro lado, la ciudad del Brasil colonial se funda conceptualmente sobre tres pilares: el dictado de la naturaleza, la cultura cabocla y lo sobrenatural. El fascinante y exagerado medio ambiente brasileño y su clima; el artefacto urbano y los elementos de intervención multiculturales de la época; y la presencia sobrenatural de Dios a través de los misioneros, los colegios y las iglesias matriz, pero también a través del mito edémico y de la 20 idealización del territorio como “el paraíso bíblico” identificarán la ciudad Ibérica en Brasil. Definir un marco para la vida en común desde la perspectiva organizativa y penal en las villas y ciudades se convierte en una de las primeras acciones del poder filipino. De hecho las Ordenanzas de Felipe II significaron una recopilación de los antecedentes acumulados del urbanismo portugués, español y americano y, a la vez, un intento de encuadrar definitivamente un proceso de estructuración urbana, cuyo modelo se había consolidado en la práctica fundacional del nuevo continente. Las Ordenanzas Filipinas definitivamente aprobadas en 1603 no suponen un elemento nuevo. En realidad substituyen las Manuelinas y operarán en Brasil hasta 1824 (año de la primera Carta Imperial) lo cual demuestra su eficacia y adecuación al proceso y al territorio concretos. La preocupación por el código penal en dichas Ordenanzas hará que con ciertos matices perdure durante todo la historia del derecho penal 21 brasileño . Completando las Ordenanzas Filipinas y enriqueciéndolas se dictaron ordenanzas aisladas completadas con instrucciones sobre las posibles acciones sobre las edificaciones en un sentido más orientado a un código de obras que a una ordenanza urbanística. Pero el crecimiento de la distancia entre el modelo urbano y las ordenanzas de Felipe II, tanto 22 en los territorios castellanos como en los portugueses demuestra que su aplicación se enfrentará a la tiranía del lugar, la ubicación dicta sus condiciones indiscutibles. Aún así se hace evidente que varias de las formaciones urbanas portuguesas tienen vinculación con la regularización del trazado como puede verificarse en el caso de Salvador o Río de Janeiro. La herencia mediterránea (romana, medieval y musulmana), el tratadismo común en materia de fortificación, la relación creciente entre ambas coronas, así como el éxito del modelo castellano recomendaron, en no pocos casos, su adopción. Los primeros asentamientos obedecieron no obstante a normas no escritas escogiendo los puntos facilmente defendibles y haciéndolos compatibles con las actividades comerciales y portuarias. La lógica y sistemática de regularización que comenzaba a dar sus primeros ejemplos en África o en la India, o incluso en la propia metrópolis, estaba ausente. También el proceso de urbanización colonial coincidió con la transformación del “arte de la guerra”. De las murallas medievales se pasará, a lo largo de los siglos XVI y XVII a los sistemas de fortificación moderna. La asunción de dichos conceptos nace en Italia y por vía de los intensos procesos de colonización se exportan a las colonias a través de los ingenieros de fortificación. La escuela de fortificación del Aula del Paço da Ribeira de Lisboa y después de la Unión Ibérica la Academia de Matemáticas y Arquitectura de Madrid en 1582 (durante la estancia aún de Felipe II en Lisboa) dirigen los designios y las tendencias de la fortificación en este periodo. De este contexto surgen, becado el primero por Felipe II, Francisco de Frias da Mezquita y el resto de ingenieros militares que intervendrán en Brasil formados en estas aulas (Baccio da Filicaia, ...). Los precedentes lisboetas (Felipe II vivió dos años y medio con Juan de Herrera en dicha ciudad) anticipan un conjunto de operaciones sistemáticas de defensa y fortificación en Brasil como pueden ser la construcción del Forte de São João da Barra Grande (llamado “forte dos espanhois” aún hoy en día) en al entrada de la barra de Santos (diseñado en 1583 coincidiendo con el viaje de Diego Flores y Antonelli a Brasil), la forticación de Natal (forte dos Reis Magos obra del jesuíta Gaspar Sanperes iniciada el 6 de Enero de 1598) u otras
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fortificaciones como Santo Antònio da Barra y el de Montesserrate en Itapagipe de Diego de Meneses en Salvador de Bahía. La presencia de ingenieros castellanos en Lisboa y la creación de las escuelas de matemáticas, geometría, fortificación y arquitectura, el intercambio de artístas (Camões o Gil Vicente llegan a usar el castellano en algunos de sus escritos, sonetos y redondillas), el uso indistinto del castellano o portugués, el uso de una moneda común (el “real de Vellón”) reflejan una situación donde las dos culturas prácticamente 23 conviven y se diluyen .
San Telmo de Nápoles, dibujos de Francisco de Holanda
Fortaleza de los Reyes Magos, Francisco Frias da Mezquita 1614. Sobre el trazado inicial del jesuíta Gaspar Samperes comenzado el 6 de Enero de 1598
Fig. 6 . Análisis comparativo entre los dibujos de Francisco de Holanda de San Telmo y el diseño del fuerte de los Reyes Magos de atal de Sanperes. Las villas y ciudades solían correr con gran parte de los gastos de las fortificaciones y sólo en fundaciones reales la corona participaba. La situación financiera de la corona condujo así de la utopía a la realidad. El Plan de Fortificación Atlántica y la mayor parte de los diseños no fueron ejecutados o sólo parcialmente, como se observa en Río o Salvador. Es en Salvador donde se manifiesta el complejo proceso de toma de decisiones respecto al diseño de las fortificaciones. El rey Felipe III se vió directamente implicado en la decisión de la posición del fuerte del Mar. Tanto Leonardo Turriano, como Spanoqui como Frias da Mezquita colaboraron, en sus respectivos cargos de ingenieros mor de Portugal, Castilla y Brasil en la elaboración y concrección de la ubicación y diseño de la fortaleza. La discusión sobre la adaptación topográfica e hidrográfica entre el ingeniero mor de Brasil (Francisco de Frias da Mezquita) y Spanoqui y Turriano en la península, en relación a la posición exacta de dicha fortaleza en la bahía de Todos los Santos, da cuenta de la lucha entre la ortodoxia planificadora y la 24 necesidad adaptativa . 25
Más tardías pero sin duda inspiradas en dicho plan son las obras de Francisco Frias da Mezquita de Fortaleza da Laje, Castelo do Mar, Forte de São Francisco o Forte do Picão en Recife (la fortaleza fué iniciada en 1608 y las obras finalizaron en 1612); las obras de consolidación del fuerte de San Mateo (São Mateus) en Cabo Frío y del Monasterio de San Benito (Mosteiro de São Bento), en Rio de Janeiro; el fuerte del Mar (Forte do Mar, Fortaleza de São Marcelo o Forte de Nossa Senhora del Pópolo) en Salvador con el fuerte de São Diogo (posiblemente incluído en los modelos y trazas que Tiburcio Spanoqui manda a Bahía en Mayo de 1606); la reforma de la Fortaleza de los Reyes Magos (Reis Magos) en Natal de 1614 y las
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fortalezas de Maranhão, Forte de Quaxenduba o de Santa María y fuertes de São Felipe, São Francisco e São José. En todas ellas se manifiesta ese equilbrio entre ciudad y artificio. Este “estilo de la fortificación” fué objeto de debate en numerosas ocasiones como por objeto de la recuperación de São Luis de Maranhão entre Diogo de Campos y Jerônimo de Alburquerque. El primero proponia una fortificación “a la europea” (abaluartada) y el segundo “a la moda de los indios” (seguramente más parecida a una factoría con empalizada y tapia). La opción “a la europea” fué resuelta por Francisco de Frias da Mezquita mediante un hexágono perfecto capaz de alojar a toda la expedición y defenderse con poco esfuerzo. El tercer pilar del urbanismo hispánico surge de la relación con las distintas órdenes misioneras que trabajarán en Brasil y más concretamente los jesuitas. Estos buscan en América la esperanza de la evangelización nueva frente al reformismo que invade Europa defendiendo a toda costa la fé, utilizando la razón y generando un nuevo espacio, virtual y real, para dicho proyecto. Las intervenciones en colegios y plazas, la construcción de las casas de padres, de lugares de catequesis en ciudades y villas, de poblaciones y, por extensión territorial, de reducciones serán la respuesta. Nobrega y Anchieta se convertirán así en Brasil en los agentes del contrareformismo y en “operadores urbanísticos” de la política filipina. La necesidad de fomentar la conversión de los indios del Brasil y de mantenerlos en la fe para el 26 control del Estado del Brasil generó una serie de alianzas difíciles de demostrar pero efectivas en términos territoriales. Sólo se conocen algunas pruebas como el encuentro de Diego Flores con Anchieta en Salvador en 158327. Desde un punto de vista político las ambiciones de la orden coinciden con las de la corona y se complementan con la creación de colegios de la Compañía (Salvador, 1549; Rio, 1552 y Recife, 1550). Desde la perspectiva urbanística y territorial podemos diferenciar, distintas tipologías de núcleos misioneros: en el nivel más alto se encuentran los colegios con dotación real; en segundo los focos emisores catequistas; en tercero los asentamientos coloniales con presencia misionera y como una última categoría los asentamientos indígenas o poblados que en su independencia social, y económica y en su dimensión territorial evolucionarán hacia el sistema de reducciones. La arquitectura se inspira en la tradición de su matriz de Roma, el Jesú, y la ordenación de las aldeas y reducciones funciona en torno a una plaza central comunitaria donde la Iglesia tiene un papel predominante y los pobladores se reúnen siguiendo un estricto ritual cotidiano. La Iglesia en las reducciones se hallaba rodeada de talleres, cementerio, residencia de los padres, huertos y patios que formaban un conjunto (empleados, curas y almacenes se organizaban en torno al primero de los patios, el segundo se reservaba para los talleres). A ambos lados de esta edificación se construían el almacén y el “cotiguazú” (casa para las 28 mujeres solteras, viudas o solitarias) . En la plaza mayor las casas del cabildo y de los caciques y en la parte opuesta a la plaza y en segunda línea las casas de los indios y, en la mayoría de las reducciones, la posada para la recepción de los visitantes. Este carácter representativo, incluso simbólico, de la plaza se asemeja al carácter representativo y político de las plazas castellanas pero desde una perspectiva catequista que al transformarse en política y social provocará el recelo de las coronas y su expulsión de ambos reinos. A diferencia de las reducciones, las poblaciones desarrollan un programa más sencillo. Alrededor de la Iglesia y en torno a una amplia plaza se sitúan las casas (incluidas las de la cámara y el cacique). En el centro normalmente el pelourinho (símbolo de la justicia) y una cruz. La plaza del pelourinho para los juicios y actos públicos en ocasiones ocupa un lugar independiente del resto de las plazas públicas orientadas a los actos religiosos y civiles. A medida que los sistemas urbanos evolucionan su función tiende a la especialización funcional. El papel político y militar de los jesuítas se hará notar durante este periodo no sólo a través de intervenciones directas en fortificación y defensa, como Gaspar Samperes en Natal, o a través de su papel en las aulas de fortificación como maestros de matemáticas y geometría, sino también de forma directa en la pacificación de los indios o en su formación militar como durante las guerras contra las incursiones de los bandeirantes en el territorio Guaraní después de los ataques de Raposo Tabares. Incluso serán llamados como expertos en geometría y
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cartografía para los trabajos de demarcación. La expulsión de los jesuítas por Portugal en 1759 y por Castilla en 1772 será definitiva en el proceso de ocupación y de utilización de estos territorios para los fines de la corona portuguesa. Antes, en la capitanía de São Vicente, en 1640, por decisión unánime de las cámaras de Itanhaem, São Paulo, São Vicente, Cananeia, 29 São Sebastião fueron proscritos y en 1651, en una decisión similar, son expulsados de Marañón. La espiritualidad se une a la respuesta de la ciudad ante la naturaleza, predominantemente adaptativa, que se justificará no sólo en la necesidad de respeto ante la magnitud y el riesgo implícito en la naturaleza, sino también en la “tropicalización” de los modelos en una cultura,, de origen portugués, cuyas referencias eruditas recomiendan la adaptación al ambiente como respuesta cotidiana y normal. Por ello los instrumentos del urbanismo (trazado, retícula, cuadrícula, plaza, arquitectura singular, calle, etc...) y de la fortificación (fuertes, baluartes, defensas, ciudades fortificadas, ...) manifiestan una opción estilística, cultural, tecnológica y temporal de adscripción hispánica por su combinación de elementos eruditos y vernáculos. El respeto y la suma de ambos principios dotará a la ciudad brasileña de una riqueza multidimensional. También la extensibilidad se convierte en uno de los conceptos más importantes a la hora de diferenciar las características de ambas formas de urbanismo. Mientras la ciudad topográfica colonial portuguesa se proyecta como una ciudad acotada con límites precisos, la ciudad castellana de América se planifica como una ciudad infinita, un orden que se extiende al territorio como una forma urbana incontrolada y, que emana de la plaza central. La 30 extensibilidad que caracteriza el urbanismo castellano no tiene por limitación la naturaleza sino el propio crecimiento de la ciudad y la fuerza de su geometría. La plaza evoluciona durante este periodo desde una visión de encuentro y comercio ultramarinos hacia una especialización más urbana. Recordemos que en el origen de la plaza 31 en España esta la representación del poder, el escenario de la vida pública, el centro geométrico y regulador de la traza, el origen de la cuadrícula extensible “ad infinitum”, sin límites. La plaza ha de ser proporcional a la población, orientada contra los vientos dominantes para evitar su azote entre sus calles, con las calles que acceden libres de paso y sus aceras alineadas con las de las calles laterales. Una plaza mayor a la que se subordinan “plazas menores de buena proporción”, normalmente para uso religioso, en torno a iglesias o monasterios. En Brasil, a la regularización de los primeros trazados (Salvador o Rio) sucedieron fundaciones de acuerdo a los principios racionalistas castellanos como Filipeia o São Luis. Con ellas la plaza se convirtió en elemento fundamental del trazado y aunque mantuvieron múltiples funciones y una especialización que las diferencia de sus contemporáneas castellanas (Plaza Mayor que centraliza los edificios principales) su carácter central y estructural, respecto a la traza, perfilan un estilo propio, un estilo ibérico. La tradición de la plaza en las ciudades coloniales de fundación portuguesa estaba vinculada a la función de la misma creciendo de forma orgánica en relación a las edificaciones, los cambios en el uso y el tamaño de la ciudad. Por su tradición ultramarina acostumbra a ser una plaza que mira al mar, una plaza mercado, puerto, mirador, puerta. La plaza portuguesa se convirtió en un lugar privilegiado de intercambio entre el mar y la tierra, entre la colonia y la metropoli. La función determinaba la posición, en ocasiones casual, una intuición que arranca del lugar a partir de una percepción inicial. Las plazas en Brasil tienden a una especialización fusionando o segregando, según el caso, en las ciudades brasileñas, el espacio del pelourinho (lugar de justicia), la plaza del gobierno (espacio del legislativo), el poder civil (ejecutivo), el religioso, el educativo o catequista (colegios y conventos) el uso comercial ultramarino. A medida que las ciudades crecen, como en el paradigmático caso de Salvador de Bahía, dichas funciones se segregan, primero de la plaza do Palacio (camara municipal y representacion real) para a praça da Sé (uso religioso) despues “o Terreiro do Jesús” (colegio y monasterio) y luego, en épocas posteriores, a la plaza de Pelourinho en la puerta do Carmo. Esta característica de distribución espacial y funcional
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será igualmente original respecto a sus homólogas plazas castellanas. Durante el periodo filipino la plaza se transforma así en elemento matriz y fundamental del trazado. Se formalizan las plazas ribereñas (proyectos de Rio y Salvador para la mejora de los frentes marítimos) y surgen nuevos espacios con fuerte carácter, representativo y simbólico, incluso llegando a la “teatralización” monumental. El orden como elemento de definición del poder se hace manifiesto en las plazas de São Luis, Iguape o Cananeia, donde con distintas orientaciones y funciones, comparten una clara vocación de formalización y de definición de su carácter, su forma y sus límites. La fusión cabocla de la morfología urbana brasileña (versión “tupi” de las influencias ibéricas) da lugar a plantas y trazados variados y ricos como el de Salvador de Bahía, limitado por su fachada al mar y por las lagunas y por la topografía, el de Río de Janeiro que crece entre dos “morros” que enmarcan y limitan la trama empujando la ciudad hacia el interior; o trazados más ortodoxos como Filipeia o bien ciudades fortificadas como Belém. Las plazas de estas ciudades obedecen a esta doble experiencia.
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4.- La construcción de un “urbanismo hispánico” y la deconstrucción de la frontera de Brasil. Don Juan IV (João IV 1640 -1656) fue aclamado en 1640 nuevo rey de Portugal. La burguesía estaba cansada de la monarquía despótica y las desavenencias en las colonias con múltiples repúblicas como Piratininga (actual São Paulo) ya no dejaban espacio al mantenimiento de la doble monarquía. Durante el periodo de la Restauración y el gobierno de la monarquía y hasta 1822 en que se instaura el imperio, y especialmente durante la organización pombalina, Brasil sufrirá un proceso de consolidación de la forma “hispánica” de fundación urbana. El urbanismo erudito castellano y el urbanismo vernáculo portugués se fundirán en una forma original e ibérica que se manifiesta por el respeto al lugar y la planificación regular de las villas cuyo paradigma será Nova Mazagão. Gran parte de las colonias se hallaban bajo el dominio holandes no sólo en Pernambuco sino también en Africa e India monopolizando el mercado del azúcar. La crisis provocó un incremento en Brasil de las incursiones Bandeirantes en busca del oro y la plata que había salvado al imperio castellano de la ecatombe. En este contexto, la creacción de las fronteras ibéricas obedece a la necesidad portuguesa de defenderse del enemigo castellano, y las incursiones bandeirantes fomentarán, junto a las misiones, la profundización interior. Un ejercicio de estrategia no sólo militar sino cartográfica y geográfica. La definición de las fronteras a través de elementos geográficos (Río Miño) se repetirá en tierras de Brasil al igual que una intensa labor de fortificación y defensa de las plazas fuertes y de las villas, ciudades, puertos y pasos entre el territorio portugués y el castellano.
Fig. 7 . La construcción de la frontera hispano – lusa se convirtió en un ejercicio de desarrollo de las técnicas de fortificación. Imagen del Territorio del Miño y algunos de sus destacados ejemplos: Goian, Valença do Minho. Estas nuevas ciudades manifestarán la herencia del urbanismo hispánico y de la experiencia colonizadora de Castilla y Portugal acumulada desde las primeras conquistas del siglo XIV. Con Pombal se iniciará en Portugal un periodo de búsqueda de la consolidación del estado moderno y de definición de las fronteras. Su política para Brasil se manifiesta en cinco grandes proyectos: en primer lugar resuelve definitivamente la incorporación de las capitanías restantes
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a la Corona adquiriendo las últimas en manos de los donatarios; promueve una ambiciosa política de urbanización y fundación de ciudades; transfiere la capital de Salvador para Rio de Janeiro con unas fuertes reformas urbanísticas (ejecutado en 1762); transforma el estatus de la Colonia en Vicerreinato y estimular, en último lugar, diversifica la agricultura desenvolviendo la incipiente industria colonial a partir de los yacimientos mineros de oro y piedras preciosas. Consecuentemente el incremento de la actividad de fundación es notable durante la época. De 1640 a 1750 se erigieron distintos tipos de ciudades y así las capitales de Curitiba 1693, Recife 1709, Cuiaba 1719, Fortaleza 1725 y Florianopolis 1726 y las villas de São Roque 1663, São Valentim 1663, Lagoa 1750, Santo Antonio de Lisboa 1751, Dez de Maio 1753 formando un total de 10 fundaciones principales. Además se fundaron 87 ciudades en distintos lugares repartidas de forma homogénea por todos los territorios anteriores al periodo y los nuevos espacios de colonización. Entre las fechas del Tratado de Madrid y San Ildefonso, en los años entre 1750 y 1777, se fundan 43 ciudades y villas. Se seleccionan estratégicamente las áreas de desarrollo urbano con el objetivo de favorecer la extensión de la demarcación de Tordesillas. La ortodoxia castellana, heredada de los modelos mediterráneos, en Brasil será aplicada con flexibilidad, imaginación y con multitud de manifestaciones heterogéneas. Dichos trazados han sido tratados y analizados por numerosos autores como Paulo Santos, Ferrão o Roberta Marx 32 Delson . Sus conclusiones coinciden en la utilización sistemática de modelos regulares durante el siglo XVIII (la fundación de Mocha en 1716 parece ser el origen de una racionalización y sistemática de los tratados). Bien se tratase de la fundación de nuevos núcleos, bien de la trasformación de poblaciones o reducciones a ciudades o villas, se manifestó una preocupación real y persistente con la construcción regular, la alineación de las calles y de las fachadas, con la normalización de los nuevos edificios, con el carácter y el papel de la plaza y con la jerarquía del viario. Esta preocupación se manifiesta claramente heredera de la tradición europea, hispánica, que venimos comentando pero también estos nuevos núcleos tenían múltiples plazas orientadas a funciones diferentes siguiendo la tradicción de las ciudades portuguesas. Frente a la opción del orden rígido, la creacción de un orden hispánico se manifiesta en los ejemplos más respetuosos con el lugar. Entre ellos cabe destacar la Villa de São José de Macapá y en Villa Nova de Mazagão. En Macapá de nuevo observamos la presencia de dos plazas generadoras del trazado (São João y São Sebastião), manzanas homogéneas y calles ortogonales. Las instalaciones militares se separan de la ciudad en una península cercana a la población y la conexión se realiza a través de calles que mantienen la trama a pesar de la diagonal natural que comunica el núcleo con dichas instalaciones. El puerto, espacio esencial de la ciudad, se instala al final de dicha conexión dejando un espacio libre importante antes de llegar a la fortificación. Dicho espacio tiene una presencia menos destacada que en la ciudad colonial tradicional del urbanismo portugués y brasileño de épocas anteriores. Además las plazas se adecuan al modelo castellano, son plazas generadoras del trazado, centrales y representativas. La iglesia tiene una presencia central, las calles se alinean con la plaza pero, como es característico del urbanismo portugués, los usos se especializan y el pelourinho, la justicia, se separa en una plaza independiente, eso sí del mismo tamaño que la original. Pero el ejemplo más paradigmático del urbanismo brasileño será Mazagão, plano de 1769. En él se manifestará la influencia castellana y la herencia portuguesa. La regularidad del trazado, la situación central de la plaza, la cuadrícula y la extensibilidad, sensible, eso sí a la topografía, demuestran y sintetizan una clara influencia de los modelos castellanos traducidos a partir del dominio filipino y de la influencia de Juan de Solorzano. Por otro lado su especial atención a los límites y bordes y la plaza ribereña demuestran una sensibilidad por el lugar, la naturaleza de los fenómenos fluviales del Amazonas y la adaptación a las sinusoidades del río que rememoran la tradición portuguesa. Además el plan se plantea aspectos muy interesantes que sería necesario estudiar con mayor profundidad cual son la reordenación de las preexistencias, el cambio del tamaño de la trama en determinados puntos para viabilizar la conexión entre dos áreas sin renunciar a la cuadrícula o la existencia de pasos y conexiones temporales que dependerán del nivel de las aguas para poder o no ser utilizados.
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La política indiana aplicada bajo la administración pombalina busca, como hemos intentado demostrar, la consolidación de la pose, el dominio territorial y la ocupación efectiva del espacio. Para ello se volcará hacia la fundación de las ciudades a partir del mejor ejemplo de sistemática urbanizadora: las misiones, no sólo jesuíticas, sino franciscanas, carmelitas, mercedarias o capuchinas; el uso de la tratadística; la implantación de modelos regulares y la continuación de la metodología fundacional. Su estrategia se resume en una triple dimensión, la fundación de nuevos núcleos (ciudades o villas), la fortificación estratégica y la refundación de poblaciones o reducciones misioneras.
Fig. 8 . La planta de Mazagão expresa mejor que ninguna otra imagen la apuesta por un urbanismo respetuoso con el lugar, por la especialización de las plazas (una portuguesa en la ribera, otra central y representativa, castellana, en el cento), por la cuadrícula (no sólo la regularidad del trazado) y por la racionalidad frente al desleixo. El territorio ocupado y dominado aumenta con la adhesión efectiva de los territorios de Ceará, Marañón (Amazonas), interior de Bahía, Minas Gerais, interior de São Paulo y Colonia de Sacramento. El territorio en peligro, en abierta disputa con Castilla, no es más que la diferencia entre el meridiano 43,92º y dichas fronteras y especialmente aquellos lugares que se someteran posteriormente a disposición de ambas coronas: colonia de Sacramento (hasta Santa Catarina), la frontera norte (en disputa con Francia) y el territorio amazónico. Posteriormente a la Restauración, el Tratado de Lisboa, de 1681, consigue la incorporación de la Colonia de Sacramento ocupada hasta el momento por los castellanos. El apoyo de Inglaterra fue decisivo para la consecución del acuerdo pero, a pesar de todo, la salida de los castellanos sólo se produce en 1683. Otros acuerdos contribuirán progresivamente a la deconstrucción de la frontera de Tordesillas. El primer Tratado de Utrecht entre Portugal y Francia (1713) concreta la definición de las fronteras portuguesas al Norte de Brasil. El río Oiapoque fue reconocido en este caso como límite natural entre la Guayana y la Capitanía del “Cabo do Norte”. El segundo Tratado de Utrecht entre Portugal y España de 1715, trató de la segunda devolución de la Colonia de Sacramento a Portugal.
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El Tratado de Madrid de 1750 redefinió las fronteras entre las Américas Portuguesa y Castellana anulando lo establecido en el Tratado de Tordesillas. Portugal controlaba la mayor parte de la cuenca amazónica a cambio del Rio de la Plata y de la colonia de Sacramento (además de Filipinas y sus islas próximas). El principio de “uti possidetis” (usucapião en la legislación urbanística brasileña) será utilizado por primera vez viniendo a significar que la tierra pertenece a quien la ocupa. Según Beatríz Siqueira: “Estaba en juego ajustar y negociar la ocupación de la inmensa franja de tierra ocupada por los portugueses más allá (além) Tordesillas” (Beatriz Siqueira, 2003)
"Este he o mapa falso, e errado segundo o sistema castelhano, o qual onde se junta aqui asim somente de que pondese ambos abertos hum defronte do outro, se confirão, e se venha facilmente no conhecimento da verdade".
Fig. 9 . Mapa de SEIXAS, Francisco de, fl. ca. 1767 previo al Tratado de San Ildefonso, entre las dos demarcaciones de 1750 y 1778. En la leyenda figura: "Este he o mapa falso, e errado segundo o sistema castelhano, o qual onde se junta aqui asim somente de que pondese ambos abertos hum defronte do outro, se confirão, e se venha facilmente no conhecimento da verdade". A la muerte de Fernando VI (Agosto 1759) se interrumpen los trabajos de demarcación. En 1761 se firma el Tratado del Pardo y al año siguiente Pedro de Cevallos toma la colonia de Sacramento y la población de Rio Grande. En 1763 el Tratado de París impone la devolución de estas tierras a Portugal. El Tratado de San Ildefonso (1777) confirmó el Tratado de Madrid y devolvió a Portugal la isla de Santa Catarina. La Colonia de Sacramento, la isla de São Gabriel, las riberas norte del río de la Plata y la región de los siete pueblos pasaron a manos castellanas en contrapartida por esta devolución. La navegacion desde ese momento del Uruguay y del Plata pertenecían a Castilla hasta el río Pepiri. El tratado de Badajoz de 1801 incorpora definitivamente los Siete Pueblos de las Misiones a Brasil y el de Petrópolis de 1903 negociado entre Bolivia y Brasil por el barón de Rio Branco incorporó al territorio brasileño la región de Acre.
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5.- Hispanica Urbis in Brasiliam. La Unión Ibérica genera un giro en la politica portuguesa, en parte por el fenómeno de transición de un sistema feudal (capitanías) a un estado moderno, en parte por la unificación de la política de Brasil dentro de un marco más amplio como el que representa la política hispánica del Atlántico y por tanto de convergencia a las colonias al norte, oeste y sur del territorio ocupado por la corona portuguesa desde el tratado de Tordesillas. De la rígida raya de Tordesillas se pasará a la disolución de las fronteras durante el periodo ibérico pero también a una reafirmación lusa después de la restauración que traerá como resultado el impulso de una política expansionista y de transformación de la línea recta en una frontera topográfica y territorial. Brasil incorporará en pleno siglo XVIII casi un 80 % de su actual territorio al oeste de Tordesillas en un proceso de apropiación sin precedentes en Iberoamerica que se desarrolla en un contexto científico y técnico de singular en plena resolución del problema de la longitud y en aplicación de sus. Una de las primeras consecuencias se traduce en la consideración barroca de los asentamientos, como sistema y no como centros neurálgicos, se pasa de los asentamientos al territorio, del punto a la línea, de la fortificación individual o de la ciudad abaluartada a la fortificación atlántica, litoral, continua y sistémica. El papel de Batista Antonelli en colaboración y contacto con Spanoqui y Turriano será fundamental. La entrada de la fortificación moderna abaluartada obedece a razones intrínsecas a los nuevos sistemas de guerrear y, especialmente, a la aparición de las armas de fuego, a la dimensión logística de las batallas, al rápido crecimiento de la capacidad operativa de los ejércitos y al armado de los barcos de guerra pero sobre todo a una visión imperial y universal de la corona de Castilla. La ciudad como símbolo del poder toma durante el periodo filipino sentido, escala y proporciones anteriormente no vistas. A partir del gobierno general muchas ciudades abandonan el litoral para organizar su crecimiento hacia el interior pero las mejoras en las comunicaciones, en los sistemas constructivos y la disponibilidad de mano de obra favorecerá la expansión de las ciudades y especialmente de Salvador, Rio, Sao Luis, … durante el periodo filipino. Las plazas brasileñas heredan la diversidad y la especialización de las plazas portuguesas. Así asistimos durante el periodo estudiado a la generalización de plazas especializadas en aspectos jurídicos, religiosos, educativos, representativos, simbólicos, etc... que aún hoy perdura no existiendo, en la mayoría de los casos, como en los territorios de exclusividad de Castilla, una única plaza central (Praza da Sé, Praza do Comercio, ...). El respeto a la naturaleza, a su grandeza y al riesgo que entraña, por cultura y por la natural convivencia con ella, se transforma en un concepto culturalizado y asumido en contexto “antropófago” por la cultura urbana. A diferencia de los trazados más rotundos del urbanismo castellano, el hispánico, se manifestará más sensible a la naturaleza. El papel de las poblaciones y reducciones misioneras como elementos puente hacia la definición del territorio de Brasil queda suficientemente demostrado. Durante la época pombalina y con especial relevancia en el periodo entre el Tratado de Madrid y el de San Ildefonso, los centros misioneros fueron laicizados (incluídos los nombres), y de esta forma se aplicó el principio de “uti possidetis”. La transformación de la tradicción y de la forma de hacer ciudad castellana en Brasil se manifiesta así en el siglo XVIII con Pombal. En 1750 los encargados de crear villas en Brasil optan por un modelo hispánico. Lo hacen en contacto directo con la ideología española de Juan de Solórzano inspirado en Aristóteles y Cicerón que define los conceptos de aldea, metrópolis, municipio y pueblos y en relación a la reducción de los indios planteaba tres tipologías que iban desde las reducciones y poblaciones 33 a las agregaciones . La estructura urbana y la política territorial colonizadora de Brasil se enriquecerán con estos conceptos asumiéndlos de forma singular, siempre tropical, cabocla y
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proyectándolos hacia su proceso de colonización e interiorización. No hemos hecho más que abrir puertas. La evolución del sistema feudal de las capitanías al estado moderno a través de la Unión Ibérica, el verdadero impacto de la dominación castellana en la forma de hacer ciudades, las relaciones entre las escuelas de fortificación de ambos países y sus ingenieros, el análisis de los mecanismos de gobierno y de los sistemas de toma de decisiones, la originalidad y singularidad del fenómeno urbano en Brasil y otras muchas preguntas siguen abiertas pero nuestro reto consiste en intentar cerrarlas.
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REFERENCIAS EN LA WEB RW 1 .- Arquivo Virtual de Cartografia Urbana Portuguesa, http://urban.iscte.pt. Responsable Manuel Teixeira. RW 2 .- Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais, http://www.inpe.br. Teledetección y SIG, sensoramiento remoto de todo Brasil. RW 3 .- Ordenações Filipinas on-line, http://www.uc.pt/ihti/proj/filipinas/ordenacoes.htm. Copia digital de las Ordenanzas filipinas. RW 4 .- Ordenações Manuelinas on-line, http://www.ci.uc.pt/ihti/proj/manuelinas/ORDEMANU.HTM. Copia digital de las Ordenanzas manuelinas. RW 5 .- Terra brasileira, http://www.terrabrasileira.net. WEB sobre la sociedad de Brasil, indios, negros, conquistadores, misioneros, .... RW 6 .- Instituto do Patrimônio Histórico e Artístico Nacional – IPHAN, Revista do Patrimônio, http://200.150.191.211/iphan/pesquisapalavra.asp RW 7 .- Departamento de Cartografía y Artes Gráficas. Real Academia de la Historia. RAHE. http://www.rah.es/cartoArtes.htm RW 8 .- Fortalezas do Brasil. http://www.fortalezasdobrasil.pro.br/. Responsable Carlos Luis Marques Castanheira da Cruz. RW 9 .- Ministerio de Cultura. Archivos Españoles en Red. http://www.mcu.es/archivos/index.jsp RW 10 .- Biblioteca Nacional de Brasil. http://www.bn.br/Script/index.asp RW 11 .- Patrimonio Arquitetonico on-line da Direcção-Geral dos Edifícios e Monumentos Nacionais (DGEMN) é um organismo da Administração Central tutelado pelo Ministério do Ambiente, Ordenamento do Território e Desenvolvimento Regional http://www.monumentos.pt/ RW 12 .- Literatura brasileira en meio eletronico. http://www.cce.ufsc.br/~nupill/literatura/autores.html. RW 13 .- CEHOPU. Centro de Estudios Históricos de Obras Públicas y Urbanismo. Ministerio de Medio Ambiente. http://www.cedex.es/cehopu/index.html
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ÍNDICE DE FIGURAS Fig. 1 . Brasil se constituye como referente de la América Latina con más de 180 millones de habitantes. El proceso de litorización se convierte, pausadamente, en un proceso de interiorización y conquista del “certão”. La población urbana supera ya el 70 % y las grandes metrópolis de más de 1000000 de habitantes superan la decena. Datos IBGE, 2000 y elaboración propia. ........................................ 2 Fig. 2 . Planta de la ciudad de Funchal. En el centro se puede observar la presencia dominante del espacio del recolhimiento da Misericordia y la regularidad de trazado ya anticipada en el Barrio Alto de Lisboa. ................................................................................................................................................ 3 Fig. 3 . Mapa de Juan de la Cosa con las expediciones de Diego de Lepe y Pinzón a la costa norte de Brasil y con la separación de la isla llamada “Brazil”. ....................................................................... 4 Fig. 4 . Crecimiento urbano en Brasil. Observerse el proceso de expansión del litoral al interior. ............. 7 Fig. 5 . El Brasil Ibérico. Fundaciones reales, villas, poblaciones y reducciones creadas en Brasil durante la Unión de las Coronas. ..................................................................................................................... 9 Fig. 6 . Análisis comparativo entre los dibujos de Francisco de Holanda de San Telmo y el diseño del fuerte de los Reyes Magos de Natal de Sanperes. ............................................................................. 12 Fig. 7 . La construcción de la frontera hispano – lusa se convirtió en un ejercicio de desarrollo de las técnicas de fortificación. Imagen del Territorio del Miño y algunos de sus destacados ejemplos: Goian, Valença do Minho. ................................................................................................................ 16 Fig. 8 . La planta de Mazagão expresa mejor que ninguna otra imagen la apuesta por un urbanismo respetuoso con el lugar, por la especialización de las plazas (una portuguesa en la ribera, otra central y representativa, castellana, en el cento), por la cuadrícula (no sólo la regularidad del trazado) y por la racionalidad frente al desleixo. .............................................................................. 18 Fig. 9 . Mapa de SEIXAS, Francisco de, fl. ca. 1767 previo al Tratado de San Ildefonso, entre las dos demarcaciones de 1750 y 1778. En la leyenda figura: "Este he o mapa falso, e errado segundo o sistema castelhano, o qual onde se junta aqui asim somente de que pondese ambos abertos hum defronte do outro, se confirão, e se venha facilmente no conhecimento da verdade". ..................... 19
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No puedo dejar de agradecer la cariñosa recepción de mi idea y el apoyo en la figura de Manuel Teixeira y la inestimable colaboración de Nestor Goulart y Beatriz Siqueira en la elaboración de este estudio.
1.- El Brasil colonial como territorio “hispánico”. ................................................................... 2 2.- Desarrollo y deconstrucción del territorio de Tordesillas durante la Unión Ibérica....... 7 3.- Coincidencias, tendencias y evolución en el sistema urbano “hispánico” colonial. ... 11 4.- La construcción de un “urbanismo hispánico” y la deconstrucción de la frontera de Brasil. .......................................................................................................................................... 16 5.- Hispanica Urbis in Brasiliam............................................................................................... 20 BIBLIOGRAFIA........................................................................................................................... 22 REFERENCIAS EN LA WEB ..................................................................................................... 25 ÍNDICE DE FIGURAS ................................................................................................................. 26
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Ver la interesante reflexión sobre las disfunciones de estos dos sistemas de gobierno (el cierre del acceso a los concejos a los que no pertenecieran a la nobleza, la dictadura de las villas sobre los villarejos o el sometimiento de los representantes o magistrados) en “Aproximación histórica a Castilla y León” de Julio Valdeón. Editorial Ámbito, Quinta Edición, 1988. 2 “... [la] ... ruta ordinaria sería Isla de Madeira o Canarias, seguir a Cabo Verde y luego a San Agustín e ir recorriendo la Costa ...” AGS; 6/ G.A. Leg. 109 Fol. 451 / 2 folios; Sin Fecha. Año 1581. Relación de la navegación que ha de seguir la Armada de Diego Flores para la Costa de Brasil. 3 Teixeira, 1999. 4 Si consideramos únicamente la cuenta "verdadera", y estimamos que toda la tripulación era de Castilla (Andalucía en aquella época al igual que Cantabria o Basconia, eran Castilla), y que Colón hacía casi diez años que no navegaba, hemos de suponer lógicamente que la unidad de medida era la legua marinera castellana, unidad que se definía como "de a veinte" porque en el Ecuador 20 leguas equivalían a un grado de circulo máximo terrestre. Por tanto una legua equivale a 5.572 metros. 370 Leguas al Oeste de las Islas de Cabo Verde = 370*5572 = 2.061.640 metros = 2061 kms de Cabo Verde (25º42’ aproximadamente), es decir, aproximadamente el meridiano 43º92’ O. 5 En carta mensajera de los Reyes Católicos (citado en Varela, 1996) a Colón en Barcelona a 5 de Septiembre de 1493 estos subrayan: “ ... después de la venida de los portugueses en las pláticas que con ellos se ha tenido algunos quieren decir que lo que está en medio desde la punta que los portugueses llaman de Buena Esperanza, que está en la rota que agora ellos llevan por la Mina del Oro e Guinea abajo fasta la raya que vos dijiste que debía venir en la Bula del Papa, piensan que podrá haber Islas y aun Tierra firme, que según en la parte del sol que está se cree que serán muy provechosas y más ricas que todas las otras; y porque sabemos que desto sabeis vos mas que otro alguno; vos rogamos que luego envieis vuestro parecer en ello, porque si conciniere, y os pareciere que aquello es tal negocio cual acá piensan que será, se enmiende la Bula; por eso por servicio nuestro que luego nos lo escribais” 6 Rafael Moreira, “A criação da rede urbana do Norte do Brasil”, en Teixeira, 2004. 7 Citado en Paulo Santos, 2001: “Franco, Afonso Arinos de Melo. “Desenvolvimento da civilização material no Brasil”, Revista do Patrimônio Histórico e Artístico Nacional, nº 11, 1944, pag. 30” 8 Entendemos lo feudal como “una forma específica de organización de la sociedad, caracterizada por la generalización de las relaciones de dependencia, tanto a nivel militar como económico”. Valdeón, 1988. 9 Manuel Teixeira, 2004. 10 Anchieta cita en su "XXXII. Informação da Provincia do Brasil para nosso Padre - (1585)" las siguientes informaciones: la cifra de 10000 esclavos de Guinea y 2000 indios de la tierra en Pernambuco; en Bahía: 2000 portugueses, 10-12000 personas, 3000 esclavos de Guinea y 8000 indios (entre libres y esclavos); en Ilheus: 150 vecinos portugueses, 1000 personas, 6 ingenios de azúcar; en Porto Seguro: 50 vecinos portugueses; en Santa Cruz de Cabralia: 50 vecinos portugueses, 0 ingenios de azúcar; en Espirito Santo: 150 vecinos; 6 ingenios; en aldeas hasta 4500 almas; en Rio de Janeiro: 150 vecinos portugueses; 3 ingenios; en las aldeas de Sao Lourenço y Barnabe 3000 indios; en Sao Vicente; se despuebla por haberse llenado la ensenada y no llegar naves; en Santos: 100 vecinos; en Itanhaem; 30 vecinos; en Piratininga: 120 vecinos (fogos de portugueses); entre las aldeas de Nossa Senhora dos Pinheiros y Sao Miguel 1000 indios. Se convierte en una de las fuentes más fidedignas para el censo económico y social de la época. 11 www.brasil.gov.br da acceso a la mayor parte de las informaciones públicas en materia de infraestructuras, medio ambiente, vivienda, urbanismo, geografía, historia y patrimonio, territorio, etc... 12 Posiblemente el aumento del calado de las naves y la propia saturación natural de sus accesos hayan contribuído a su declive. 13 La madera brasileña, pangelín, resistente y resinosa, de su sencillísimo ataúd, en 1598, cierra simbólicamente un rico y variado periodo de relaciones con Brasil a través de Lisboa ya que se hará con los restos de uno de los legendarios galeones portugueses de Indias, el Chagas, después de haber sido utilizada la mayor parte para la cruz del remate del altar mayor. 14 Max Fleiuss, se adelantó en 1923 interpretando que Portugal había perdido la soberanía sin perder la nacionalidad. Citado en Roseli Santaella, Stella, 1993. 15 Volveremos a tratar este tema un poco más adelante de esta exposición. 16 Salvo el célebre “caminho do Peabiru”, el gran camino indígena que desde los andes cruzaba el actual Paraguay entrando en Brasil atravesando los ríos Piqueri, Ivaí, Tibagi, Ribera hasta la región de Apiaí y luego bifurcándose en dos troncos uno hacia São Vicente y otro hacia Cananeia. Este camino aún persiste en algunos puntos menos antropizados habiéndose medido su anchura en unos 15 metros que los indígenas se encargaban de mantener libre. 17 Stuart Schwartz, Vera Ferlini, Joaquim Verissimo Serrão y Godinho. Citados en Robert Moraes, 2000.
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CLAUDE, d'Abbeville, ?-1632. “Histoire de la mission des Peres Capvcins en L'isle de Maragnan et terres circonuoisines... / Par le R. P. Claude d'Abbeuille Predicateur Capucin. - A Paris : Imprimerie de François Huby, 1614” [16], [395], [34] p. : il. ; 8º (13 cm) http://purl.pt/212. - NUC NC 0467443 19 El Sueño de un Orden. CEHOPU, CEDEX y Ministerio de Fomeno. Reedición 1997, Madrid. Fernando de Terán y otros autores. 20 “Todo o Brasil é um jardim em frescura e bosque e não se vê em todo ano árvore nem erva sêca. Os arvoredos se vão ás nuvens de admiravel altura e grossura e variedade de especies. Muitos dão bons frutos e o que lhes dá graça é que ha neles muitos passarinhos de grande formosura e variedade e em seu canto não dão vantagem aos rouxinois, pintasilgos, colorinos, e canariso de Portugal e fazem uma harmonia quando um homem vai por êste caminho que é para louvar ao Senhor, e os bosques são tão frescos que os lindos e artificiais de Portugal ficam muito abaixo. Ha muitas árvores de cedro, aquila, sandalos e outros paus de bom olor e várias côres e tantas diferenças de folhas e flores que para a vista é grande recreação e pela muita variedade não se cansa de ver” (Anchieta, XXXII. Informação da Provincia do Brasil para nosso Padre - (1585) Bosques) 21 Para el “pecado de sodomia ” la pena prevista era cruel: “seja queimado, e feito por fogo em pó, para que nunca de seu corpo e sepultura possa haver memória” (História do Direito Penal Brasileiro, Instituições de Direito Penal, Vol. 1, Tomo 1, p.115 / 135, Basileu Garcia, Editora Maxlimonad, São Paulo, 1975). 22 CITA DEL SUEÑO DE UN ORDEN ..... DIFERENCIAS .... 23 Gabriel Soares de Sousa dedica a Felipe II su “Livro que da razão do Estado do Brasil” en 1587 (aún se conserva en la Biblioteca del Escorial). 24 Consciente de la tarea, el propio Escrivá define la postura del ingeniero o arquitecto ante el lugar, alejándose de las recetas y de los modelos “ad hoc”: “que como ningun lugar hay que totalmente sea como el otro, asi variamente se deven las fortalezas a los lugares acomodar”. 25 En carta de Diogo de Menezes de 22 de Abril de 1609 al rey, el gobernador critica la planta dibujada por Tiburcio Spanoqui por no estar de acuerdo con el sitio luego las intervenciones de Frias están inspiradas en dichos diseños. 26 Carta régia de D. Sebastião garantindo a liberdade dos índios de 1570. Mas as leis não são suficientes para conter os ataques e violências contra os índios. 27 54/ Leg.148 Fol.166 / 2 folios; 1583/Agosto/7 . Bahía de Todos los Santos; Carta de José de Anchieta, Provincial de la Compañía de Jesús del Brasil, a S.M. informándole cómo encontró Diego Flores, General de la Armada del Estrecho de Magallanes, las capitanías de Río de Janeiro y de San Vicente y de la conveniencia de que éste visitase la Capitanía del Espíritu Santo por la presencia de galeones ingleses y que dicha capitanía pasase a dominio español para mayor seguridad del Estado del Brasil. Necesidad de fomentar la conversión de los indios del Brasil y de mantenerlos en la fe para la conservación del Estado del Brasil. 28 En el plano del pueblo de San Nicolás de las Misiones de José Maria Cabrer , geógrafo perteneciente a la comisión de demarcación castellana (entre 1750-1777) se substituye dicha construcción por un jardín denominado “La Florida”. 29 Esta decisión colegiada de las cámaras avanza una primera estructuración de un sistema de cortes (sin participación real) o de reunión territorial comarcalizada inicio de los consejos regionales. 30 São Luis, trazada “a la espanhola” por Fco de Frias da Mezquita, tiene, como Ferrol, alguna de sus ortogonales calles en cuesta y no accesibles por carromatos sino a través de escaleras y escalinatas. La traza no alteraba la topografía pero generaba calles difícilmente utilizables. 31 “La plaza mayor, desde donde se ha de comenzar la población, ... siendo en costa de mar se debe hacer al desembarcar del puerto; y siendo en lugar mediterráneo, en medio de la población” (ordenanza de Felipe II, 1573). 32 Ochi Flexor, Maria Helena “A rede urbana brasileira setecentista. A afirmação da vila regular” 33 Ochi Flexor, Maria Helena “A rede urbana brasileira setecentista. A afirmação da vila regular”
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