Marcelo Marroquín Moreau (2ºC)
UNIDAD DIDÁCTICA 1 El espacio geográfico español. La diversidad geomorfológica. Índice 0. Introducción
1. España y su singularidad geográfica: unidad y diversidad. 2. El relieve peninsular, su diversidad geomorfológica: Localización de los principales accidentes geográficos. 3. La evolución geológica del territorio español conforma las diferentes morfoestructuras. 4. Las unidades del relieve peninsular e insular. 5. Litología peninsular e insular y formas de modelado 6. Rasgos geográficos de Castilla y León
0. Introducción España es un país europeo conformado por un territorio peninsular, dos archipiélagos y dos enclaves norteafricanos. Debido a su amplia extensión, su geomorfología y a su ubicación, España cuenta con una gran variedad física, natural y vegetal. Respecto a su relieve, la evolución geológica ha creado diferentes estructuras en todo el territorio mientras que los agentes externos también han influido en la creación de diferentes formas y naturalezas de las mismas.
1. España y su singularidad geográfica: unidad y diversidad. España es un país europeo de extensión media. Su superficie total es de 505,987 km ². Se encuentra situado en una zona templada del hemisferio norte y compone, junto a Gibraltar, Andorra y Portugal la península ibérica. España, a su vez, está conformado por la masa peninsular de 493,516 km ², el archipiélago balear de 4,992 km ², el archipiélago canario de 7,447 km ² y los enclaves africanos de Ceuta y Melilla de 19,6 km ² y 12,3 km ². Debido a su espaciosa superficie, España se caracteriza por su diversidad natural, climática y geomorflogica.
2. El relieve peninsular, su diversidad geomorfológica: Localización de los principales accidentes geográficos. Se llama relieve al conjunto de formas que tiene una superficie. El relieve peninsular se caracteriza por su anchura (1,094 km de este a oeste), su elevada altitud media (600 msnm) y la existencia de una meseta central que influya en el clima y vegetación y que es aislada por las cordilleras que la rodean. La península cuenta con una serie de unidades morfoestructurales en las que se encuentran:
Los zócalos: son llanuras formadas en el paleozoico por la erosión de cordilleras antiguas. Entre sus duros materiales se encuentra el granito, la pizarra y la cuarcita. Ocupan el occidente peninsular.
Los macizos antiguos: son montañas formadas en la era terciara por el levantamiento de un zócalo. Tienen forma redonda y se encuentran en el sistema Central, el macizo Galaico y la zona occidental de la cordillera Cantábrica.
Cordilleras de plegamiento: las hay de dos tipos, las intermedias y las alpinas. Las primeras se forman en los rebordes mientras que las segundas nacen en fosas marinas profundas. Los Pirineos y la cordillera Bética son un ejemplo de cordillera alpina.
Cuenca sedimentaria: son depresiones de la era terciara rellenas de sedimentos. La depresión del Ebro y del Duero son un ejemplo.
3. La evolución geológica del territorio español conforma las diferentes morfoestructuras.
Era arcaica (4,000-225 millones de años): En lo que hoy es Galicia surge del mar una cordillera hecha de pizarra. Esta estructura fue casi engullida por el mar. En esta era sucedió la “orogénesis herciniana” cuando surgieron de los mares una serie de cordilleras. Todas estas cordilleras se erosionaron y terminaron siendo zócalos. Era secundaria (225-69 millones de años): En relativa calma, la erosión continúo desgastando los relieves. En las zonas pirenaicas y béticas se depositaron muchos sedimentos mientras que en los bordes orientales la cantidad fue mínima. Era terciaria (68-1,7 millones de años): Destaca por el surgimiento de las cordilleras alpinas (Pirineos y macizo Bético-Rifeño) y la formación de depresiones paralelas a las nuevas cordilleras (depresión del Ebro en los Pirineos y depresión del Guadalquivir en las cordilleras béticas). En estos cambios la meseta salió afectada y empezó a fragmentarse. El macizo Galaico, el occidente Cantábrico, el sistema Central y los Montes de Toledo surgieron en los bloques levantados de la meseta mientras que, en los bloques hundidos, se crearon depresiones. Las fallas surgidas dieron origen a actividad volcánica en zonas como el Campo de Calatrava y el cabo de Gata. Era cuaternaria (1,7 millones hasta la actualidad): En esta era destaca el efecto del glaciarismo en las cordilleras altas y en el surgimiento de glaciares de circo (cabeceras de hielo en los valles) y glaciares de valle (ríos de hielo). En esta era surgen también las terrazas fluviales producidas por los cambios climáticos. Estas terrazas son franjas planas situadas en los márgenes de un río. Las más importantes en la península son las del río Duero, Tajo, Guadiana y Ebro.
4. Las unidades del relieve peninsular e insular
El relieve peninsular gira en torno a la meseta. Esta llanura elevada ubicada en el centro de la península está partida en dos por el sistema Central: la submeseta norte y la submeseta sur. El macizo Galaico y la cordillera Cantábrica rodean la meseta por el norte; la Sierra Morena por el sur y el sistema Ibérico por el este. La meseta tiene una altura media de entre 600 a 800 msnm y está formada por zócalos originados en la era primaria. La meseta se divide en tres unidades diferentes: las penillanuras (Extremadura, Segovia, Zamora), las sierras del interior (sistema Central y Montes de Toledo) y las cuencas sedimentarias. La meseta cuenta con unos rebordes montañosos que la rodean y que fueron creados en el terciario como lo son: el macizo Galaico (Galicia y León), la cordillera Cantábrica (en el oeste el macizo Asturiano y en el este la Cantábrica), el sistema Ibérico y la Sierra Morena (frontera entre la meseta y el valle del Guadalquivir). Exteriores a la meseta se encuentran las depresiones. Estas son fosas formadas en la era terciaria de forma paralela a las cordilleras alpinas. Las más importantes de estas
depresiones son la del Ebro (paralela a los Pirineos en el norte) y la del Guadalquivir (paralela a las cordilleras Béticas en el sur). Las cordilleras exteriores a la meseta están en su mayoría formadas por materiales calizos y fueron formadas en la orogénesis alpina de la era terciaria.
Los Pirineos poseen un relieve abrupto, su zona axial –o eje– posee la mayor altitud de toda la cordillera (Aneto, en Huesca). Los Prepirineos se encuentran al sur del eje y poseen un relieve mucho más suave (Pirineos Catalanes). Los Montes Vascos, formados por roquedo calizo, tienen una elevación menos abrupta y son menos altos. La cordillera Costero-Catalana está separada de los Pirineos por fallas. El norte de la cordillera es de materiales paleozoicos mientras que el sur está hecho por terrenos calizos formados en la orogénesis alpina. Se divide en dos zonas, la de menor altura que es paralela a la costa (Altos del Garraf) y la interior, con mucha mayor altura, (Montserrat). Las cordilleras Béticas, al igual que los Pirineos, son de gran variedad y complejidad. Se extienden por el sur peninsular. La cordillera Penibética bordea la costa y fue formada en la era terciaria. En ella se encuentra la montaña más alta de la Península, el Mulhacén (3,479 msnm). La cordillera Subbética está en el interior. Se formó al juntarse la placa africana y la ibérica y está formada por materiales terciarios. Destacan las sierras de Grazalema y Cazorla. Las cordilleras Penibéticas y Béticas están divididas a su vez por una serie de pequeñas depresiones que en conjunto forman la depresión Intrabética.
La costa peninsular Salvo las gallegas, las costas peninsulares suelen ser rectas y sin mucha profundidad. Las costas cantábricas son muy rectilíneas (al contar con pocos cabos). Los acantilados son frecuentes. Las costas gallegas son las más accidentadas de todas; cuentan con rías muy profundas y con una gran cantidad de cabos. La costa atlántica de Andalucía cuenta con golfos amplios –como el de Cádiz– y con algunos cabos (Trafalgar). Su costa es muy arenosa y propensa a tener marismas (llanuras en las desembocaduras de ríos). Las costas mediterráneas (penibética, levantina y catalana) presentan algunas diferencias entre sí. La penibética es muy rectilínea y cuenta con algunos acantilados en la zona donde la cordillera Bética discurre paralelo a la costa. La costa levantina (La Nao hasta el delta del Ebro) no es muy accidentada y cuenta con algunas tómbolas y cabos poco pronunciados; sus playas son arenosas y es en esta costa donde hay dos albuferas importantes (Mar Menor y Valencia). Por último, la costa catana destaca por sus acantilados y su litoral rocoso.
Los archipiélagos Baleares y Canarios Los archipiélagos Baleares y Canarios presentan una gran diferencia entre sí ya que el primero está estrechamente ligado a la Península mientras que el segundo no.
El archipiélago balear es una extensión de dos cordilleras Peninsulares. Eivissa, Formentera y Mallorca con una continuación emergida de la cordillera Subbética mientras que Menorca está relacionada con la cordillera Costero-Catalana. Al ser Mallorca la isla con más superficie, es ahí donde se encuentran las dos sierras más importantes (Serra Tramuntana y Serres de Llevant) separadas por la depresión central o Pla. El pico más alto del archipiélago, el Puig Mayor (1455 msnm) está en la Serra Tramuntana. El sistema de Menorca pertenece a otra estructura, por lo tanto su orientación es diferente y su elevación mucho menor. Sus costas son variadas, abundando las playas con muchas calas y los cabos. En ciertas zonas del norte de Mallorca y Menorca se encuentran algunos acantilados producto del encuentro entre el relieve montañoso y el mar. El archipiélago Canario surgió en la era terciaria y está completamente formado por materiales volcánicos. En sus islas están algunos conos volcánicos activos (como en Tenerife, la Palma y Lanzarote). La explosiones volcánicas antiguas originaron calderas y malpaíses en zonas del archipiélago. También abundan los diques (conductos de emisión de magma) y los roques. En las islas Canarias se encuentra el pico con mayor elevación de España, el Teide (3,718 msnm). Respecto a sus costas, estas han ido cambiando con el tiempo debido a la actividad volcán, sin embargo, predominan los acantilados –propios de los macizos antiguos–. Sus playas son en su mayoría bordes de acantilados.
5. Litología peninsular Debido a su evolución geológica, en la península se encuentran hasta tres áreas litológicas diferentes. El área silícea formada por rocas antiguas se encuentra en zonas de la cordillera Cantábrica, sistema Central, los Montes Toledo; en estas zonas abunda el granito. El área caliza se forma por rocas de la era secundaria plegadas en rocas terciarias. Se encuentra en los Montes Vascos, el occidente Cantábrico, el sistema Ibérico, la cordillera Subbética y partes de la cordillera Costero-Catalana. En esta área abundan la roca caliza y la formación de gargantas, dolinas, simas y cuevas. El área arcillosa se integra por rocas sedimentarias de la era terciaria y cuaternaria. Predomina la arcilla y su zona se encuentra en las cuencas de las submesetas, en las depresiones del Ebro y Guadalquivir, y en las llanuras del levante. Abundan las campiñas y los badlands. En cuanto al relieve, este se da por erosión diferencial y se forma en estratos horizontales, monoclinales y plegados.
6. Rasgos geográficos de Castilla-León La comunidad autónoma de Castilla y León es una de las 17 comunidades autónomas que conforman España. Con sus 94,225 km² es también la más extensa. Está conformada por las provincias de Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora. Su medio físico está conformado por la submeseta norte y
presenta una altitud media elevada y un contraste topográfico entre la llanura de su interior y los rebordes montañosos que la bordean. Castilla y León está conformada por una cuenca central por donde discurre el río Duero, cuyo reborde oeste está conformado por unas penillanuras y sus rebordes norte, sur y este por sistemas montañosos. La cuenca del Duero cuenta con numerosos páramos y campiñas mientras que las penillanuras se encuentran en el oeste de Zamora y Salamanca y las hay de dos tipos: las accidentadas, formadas por valles excavados en pizarras y las horizontales, más planas y ubicadas sobre materiales graníticos. En los rebordes montañosos existen los macizos antiguos de formas algo planas originados de un antiguo zócalo. La mayoría de montañas de la zona son de esta estructura, como por ejemplo el Sistema Central, los Montes de León, los Picos de Europa y la mitad norte del Sistema Ibérico.