Cristianos en Marcha

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Cristianos

En Marcha

Una revista de discipulado cristiano del Ejército de Salvación Año 16 No. 4

He venido…

para dar testimonio de la verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz (Jesús, Juan 18:37, NVI).


Navidad y algo más…

Existe una impresión generalizada de la Navidad como un hecho aislado, central o independiente del proyecto divino del Creador respecto a la humanidad. “Cristo vino para…” es la idea central que podemos encontrar en las páginas intercaladas en esta edición de Cristianos en Marcha. Esta frase bien puede ser una puerta abierta a una serie de reflexiones, o una pregunta a responder basada en nuestras dudas o en nuestra búsqueda personal del Señor. Nuestro Señor vino con varios propósitos englobados en Su misión redentora. Con Su venida inició una cadena de acontecimientos, algunos bellos y sublimes, como Su encarnación y otros tan tormentosos y dramáticos, como la apasionante Semana de la Pasión. La Navidad (el nacimiento), tan importante en estos días, carecería de todo sentido sin Getsemaní y el Calvario. Que esta Navidad no pase como otro grato acontecimiento anual. Pensemos que el propósito final de esta es, en general y definitivamente, nada más y nada menos que la salvación eterna de los redimidos, entre los cuales estamos tú y yo. ¡Feliz Navidad! Con el cumplimiento en nuestras vidas de todo el propósito de Dios.

Manuel O. de los Santos

Cristianos

EN MARCHA Año 16 Número 4

Cristianos en Marcha es preparado por Hispanic Word y publicado por el Departamento de Programa del Ejército de Salvación, Territorio Este de Estados Unidos.

Comisionados Barry C. y E. Sue Swanson Líderes del Territorio

Coronel William Bamford III Secretario en Jefe

Mayor Manuel de los Santos Editor

Brenda Lotz

Directora de producción

Marisol Lalut Diseño gráfico

Nuestro propósito

El propósito de Cristianos en Marcha es proporcionar material cristiano que inspire, informe y desarrolle a los salvacionistas de habla española para que continúen en su tarea de honrar a Dios, salvar almas y servir al prójimo.

Declaración Internacional de Misión

El Ejército de Salvación, movimiento internacional, es una parte evangélica de la Iglesia Cristiana Universal. Su mensaje está basado en la Biblia. Su ministerio es motivado por amor a Dios. Su misión es predicar el Evangelio de Cristo Jesús y tratar de cubrir las necesidades humanas en Su nombre, sin discriminación alguna.

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Artículos 4 Jehová es mi Pastor (Salmo 23). Estudio bíblico por la Tte. Coronela Marlene Chase. Las promesas que encontramos en este Salmo nos cobijan y sostienen, acercando a Dios más y más a nosotros. 10 ¿Nacido para ser líder?, por el Capitán Dr. Alan Harley, director de la Escuela Bíblica y Estudios Generales de Sydney. El Capitán examina el concepto de liderazgo y qué significa esto para el Ejército de Salvación de hoy. 18 Estudios sobre la santidad (Capítulo 7), por Ed Read. Entender esta promesa es fundamental para la comprensión de la santidad. Dios muestra esta diferencia cuando anuncia la manera en que se propone salvarnos. 22 Secretos para lograr una vida gozosa, por el General Bramwell Tillsley. Un estudio sobre las Bienaventuranzas. 26 En el camino del Señor (Capítulos 31 y 32), por el Tte. Coronel (O.F.) Jorge Nery T. (P). El Comisionado Marshall retornó a Londres, contento de haber visto el progreso del trabajo en Bolivia.

Para meditar 2 Navidad y algo más…

15 Vida abundante

9 Para hacer la voluntad del Padre

16 Paz en la tierra

14 Yo, la luz…

32 Vendré otra vez…

Hispanic Word 58 Steward Street, Mifflintown PA 17059 hispanic@en-marcha.org


Jehová es mi Pastor SALMO 23 Primera parte de un estudio escrito por la Tte. Coronela Marlene Chase y publicado en The War Cry Traducción de Mary Salvany Salmo 23 Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebozando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días. Las cadencias del Salmo 23 han suavizado nuestros dolores y ahuyentado nuestros temores por miles de años, y sus verdades eternas siguen hablando a nuestra situación humana. En tiempos de paz, sus líneas poéticas nos deleitan, haciendo brotar en nosotros la alabanza espontánea. En tiempos de pesar y muerte nos susurra palabras de consuelo. Las promesas que encontramos en este Salmo nos cobijan y sostienen, acercando a Dios más y más a nosotros. En este estudio examinaremos sus promesas de posesión, provisión, privilegio, protección, presencia y perspectiva de eternidad. 4 CRISTIANOS EN MARCHA

La promesa de posesión “El Señor es mi Pastor, nada me faltará”. El Salmo 23 no es un talismán mágico que cuando se repite remueve en forma misteriosa todos los problemas de nuestra puerta y nos proporciona un peregrinaje sin cicatrices en este mundo. Esta amada porción de las Escrituras debe ser interpretada en el espíritu de la intención y el ideal que Dios tiene para la humanidad: que podamos amar y disfrutar de Dios para siempre. Es una promesa de bienestar espiritual y de perpetuidad en la cual podemos confiar en forma absoluta. Verdad fundamental: “El Señor es” Una gran verdad fundamental y una certeza se pueden encontrar en las tres primeras palabras del Salmo. El hecho de la existencia de Dios y Su interés en la humanidad es una verdad que debe ser aceptada por fe antes que las demás promesas y provisiones puedan ser aplicadas. Dios es. El Ejército de Salvación formula esta doctrina prioritaria como sigue: “Creemos que hay un solo Dios, que es infinitamente perfecto, Creador, Preservador y Gobernador de todas las cosas, y que es a Él solo a quien se debe rendir culto religioso”. Es la misma verdad fundamental


con la que comienzan las Escrituras: “En el principio creó Dios...”. Esta verdad debe ser afirmada para que lo que sigue en el Salmo tenga sentido. El escritor a los Hebreos dice: “Es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6). El hecho de que “Dios es” proporciona la base para todo el consuelo y la promesa que habrá de venir. “Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” (Apocalipsis 1:8). Aplicación personal: “Mi Pastor” Más allá del hecho de Su existencia,

está la verdad vital de que Él ha dado Su vida por los hombres. El gran Dios del universo, que no necesita nada ni a nadie, ha elegido mostrarnos Su amor, ser nuestro proveedor de todo lo que es necesario, para la vida y para vivir. “El Señor es mi Pastor” —no simplemente un pastor—, sino ¡el mío! Esta es la gran maravilla que nos obliga a arrodillarnos ante Él en adoración y alabanza. “Dios es amor”, declara Juan en su epístola (1 Juan 4:8). Y continúa diciendo: “En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a Su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por Él” (1 Juan 4:9). Siglos antes Dios ya había estableciCRISTIANOS EN MARCHA 5


do cómo debían ser nuestras vidas. “¿Qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?” (Deuteronomio 10:12–13). Nosotros, Su principal creación, somos objeto de Su amor y Él es para nosotros un Dios personal cuyo amor no tendrá fin. Una alabanza espontánea debe ser nuestra respuesta a tan inmerecido favor. Benjamín Franklin escribió: “Que yo no deje de alabar a mi Dios continuamente, porque lo merece, y es todo lo que puedo hacer para retribuir sus muchos favores y su gran bondad hacia mí; que yo pueda ser virtuoso, para que pueda ser dichoso, para que pueda agradarle a Él, que se deleita al verme feliz”. Esto es lo asombroso de Dios. Dios se deleita en nosotros. Por esa razón ha elegido ser el Pastor que nos 6 CRISTIANOS EN MARCHA

guiará a través de la vida a las glorias del cielo. Él ha provisto para nuestra felicidad. Pero no debemos equivocarnos. El mandato es claro: “Amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón” (Deuteronomio 6:5). Nosotros le pertenecemos a Él y, ¡oh maravilla!, Él nos pertenece a nosotros. El Salmo 23 es una declaración de la promesa basada en el pacto de Dios con la humanidad que Él ha elegido “amar con amor eterno” (Jeremías 31:3). La promesa es personal, es espiritual, se refiere a la verdadera vida inmortal. Provisión Espiritual: “Nada me faltará” “Nada me faltará” significa que nuestras necesidades espirituales en relación con propósito, inmortalidad, verdad, amor y fe, están disponibles porque Dios nos ha amado. No significa que nunca experimentaremos hambre o falta de algo en el sentido físico. No significa que los niños jamás conocerán lo que es la crueldad a


manos de personas malvadas, inconversas. No significa que los santos serán milagrosamente librados de los terrores de cosas malignas. Phillip Yancey señaló que “nada en las Escrituras da a entender que nosotros los cristianos podemos esperar una vida más fácil, más antiséptica, más segura. Necesitamos coraje para aferrarnos a Dios, como lo hizo Job, a pesar del mundo de dolor y a veces debido a él. El cristianismo nos llama a una completa identificación con el mundo, el mundo sufriente”. Mas en ese mundo sufriente, aquellos que dependen de Dios para su sustento espiritual y para tener fuerza para resistir cualquier dolor que pueda ser parte de nuestro viaje terrenal, tienen un Pastor sin igual. La promesa de provisión “En lugares de delicados pastos me hará descansar. Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma”. R. C. Sproul dice que el atributo (o característica) favorito de Dios es algo llamado, en términos teológicos, “aseidad”. Según el diccionario, aseidad es el atributo de Dios por el cual existe por sí mismo o por necesidad de Su propia naturaleza. Como autoexistente, autosuficiente y autosustentador que es, Dios no tiene intención, ni por propósito ni por poder, de dejar de existir. Él existe necesariamente, sin necesidad de nuestra ayuda o apoyo. El apóstol Pablo en su discurso a los hombres de Atenas puso énfasis en esta doctrina: “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra,

no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo, pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas” (Hechos 17:24–25). Divina provisión Esta cualidad de Dios, que no puede ser adscrita a ningún otro ser, debería hacernos caer de rodillas reconociendo que, como Dios, merece la adoración de todas Sus criaturas. Y debería recordarnos que dependemos totalmente de Él para nuestra vida y sustento. No podríamos vivir ni un solo día sin Él. Como seres humanos somos frágiles. Si nos cortan el oxígeno por unos pocos minutos, morimos; si pasamos sin agua unos días, morimos; unos días más sin alimento causarían nuestra muerte. Mas Dios nunca muere y este Ser eterno por siempre ha dado a todos “vida y aliento y todas las cosas”. El salmista, con la imagen del pastor, subrayó esta providencia. Sin la guía del pastor, las ovejas no podrían encontrar buenos pastos y agua fresca. La providencia de Dios fluye de Su carácter y es el resultado bondadoso de Su soberanía, por la cual todos los eventos están diseñados para lograr esos propósitos de gloria y de bien para los cuales fue creado el universo. Las personas rebeldes, como ovejas porfiadas, a menudo se vuelven a otras formas de satisfacción, pero el Buen Pastor las salva de sí mismas. Dios mantiene el dominio sobre un mundo rebelde, que Él gobierna con bondad y severidad. “Vuestro Padre hace salir el sol sobre CRISTIANOS EN MARCHA 7


fuimos creados: amar a Dios y disfrutar de Él para siempre. No hay calamidad natural que pueda separarnos de Su presencia prometida, ningún terror tan terrible que no pueda ser vencido por Su providencia, y ningún pecado tan insidioso que Él no pueda perdonarlo. A pesar de la caída y el pecado del hombre de la posición de gracia original, Dios no abandonó a Su creación. Ha retenido el dominio sobre un mundo rebelde y ha dado el sacrificio supremo con el fin de restaurarlo a Su favor. Así es Su providencia sin igual. El rey David sabía bien de lo que hablaba cuando escribió en el Salmo 23 que el Señor “confortará mi alma”. Él era un adúltero, un asesino, pero aun así era un hijo de Dios debido a la provisión de Dios. Señalando a la cruz, el profeta Isaías subrayó cuán completa es la provisión de Dios mediante la sangre de Jesús: “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueran rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana” (Isaías 1:18). ¿Hay algún pasto más verde o un agua más nutritiva que la presencia de este Ser que no tiene principio ni fin y cuya naturaleza es amor? Pablo instó a Timoteo: “A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las Restauración espiritual Dios ha provisto todo lo que nece- disfrutemos” (1 Timoteo 6:17). Hasitamos para llevar nuestras vidas al ciendo esto ellos echarían “mano de cumplimiento de aquello para lo cual la vida eterna” (1 Timoteo 6:19). malos y buenos y hace llover sobre justos e injustos” (Mateo 5:45). También fluye amor de Su ser y coincide con Su providencia que desea lo mejor para cada persona. Los verdes pastos y las aguas de reposo dan un cuadro de la rica provisión de Dios e implican contentamiento y nutrición. Las aguas de reposo (tranquilas) reflejan Su propia paz e integridad, mismas que Él desea que Sus criaturas disfruten. Esa paz e integridad pertenecen a los que confían en Él a pesar de los tiempos tormentosos por los que puedan estar pasando. “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo”, ha prometido, “y si por los ríos, no te anegarán” (Isaías 43:2). El reposo que da Dios es mayor que cualquier amenaza; muchas veces uno entiende esto justamente cuando atraviesa una gran tempestad. “¿Por qué Dios nos envía tormentas y desastres —pregunta Oswald Chambers en su libro En la Presencia de Su Majestad— cuando deseamos verdes pastos y aguas de reposo? Poco a poco encontramos, detrás de las nubes, los pies del Padre; detrás de los relámpagos, un día que no tiene noche; detrás de los truenos, ‘una voz apacible’ que conforta con un consuelo que es indescriptible. La verdad de la redención de Jesús es que Él puede satisfacer el adolorido abismo del alma humana, no sólo en el tiempo venidero, sino en el aquí y el ahora”.

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Para hacer la voluntad del Padre

Cristo dijo: “He venido, oh Dios, a hacer tu voluntad”. Como Hijo de Dios, Jesucristo no se eximió de vivir y cumplir todos los requisitos de la ley de Dios. En el Sermón del Monte dijo: “No piensen que he venido a anular la ley o los profetas; no he venido a anularlos sino a darles cumplimiento” (Mateo 5:17, NVI).

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¿Nacido para ser líder? El Capitán Dr. Alan Harley, director de la Escuela Bíblica y Estudios Generales de Sydney, examina el concepto de liderazgo y qué significa esto para el Ejército de Salvación de hoy. De El Salvacionista, Londres

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Algunas personas dicen que la edad del liderazgo real ya pasó. Lamentan el hecho de que actualmente ninguna nación esté dirigida por un Winston Churchill y que el movimiento cristiano no tiene a un William Booth. Reclaman en estos días, que los países y movimientos son dirigidos por individuos tenga a quienes les falta la capacidad para inspirar y dirigir. Para fomentar temas complicados, el modelo actual es el de “liderazgo de servicio”, por lo que los roles de “servicio de todos” y “general de un ejército” parecen ser recíprocamente exclusivos. Así que, ¿es verdad que hemos dejado de producir líderes? ¿Puede uno ser líder y siervo al mismo tiempo? ¿Hay un tipo particular de personalidad que debe ser desarrollado antes que podamos ejercer el liderazgo? El experto en administración, Pedro Drucker, sugiere que no hay dichas cosas como “personalidad de liderazgo”, “estilo de liderazgo”, “peculiaridad de liderazgo”. Dice que los líderes vienen en todas las formas: gente linda, disciplinarios, extrovertidos, reservados, vanidosos y humildes. Algún anglicano o católico romano que ha tenido experiencia por algunos años puede contarle que los arzobispos y obispos vienen en todas esas formas, y un salvacionista sin dudas podría decir algo similar de los Generales y Comisionados. En los años 70 trabajé con un líder firme que era capaz de inspirar la confianza de miles de personas y lograr cosas significativas para la causa

de Cristo. Era esencialmente modesto, cortés y solícito. Más tarde trabajé con un líder igualmente competente que también inspiraba confianza a multitudes. Su personalidad era casi totalmente opuesta a la del primer líder. Él era dogmático a tal punto de parecer arrogante. Tenían personalidades completamente diferentes, no obstante eran igualmente efectivos al motivar a gran número de cristianos y en el cumplimiento de cosas significativas para la Iglesia y el esparcimiento del Evangelio. Ambos eran líderes excepcionales. ¿Qué hizo a esos dos hombres la clase de líder que eran? ¿Qué veo yo como una marca esencial del liderazgo? Compromiso con el movimiento Los buenos líderes creen en la misión, la visión y las metas de su movimiento. Eso determina lo que están buscando en términos de desempeño y resultados por parte de aquellos a quienes dirigen. Esto no es meramente un compromiso teórico con el movimiento. Los buenos líderes son parte de la organización que lideran. Siguen el ejemplo de los generales CRISTIANOS EN MARCHA 11


des. Estas cosas formarán parte de la agenda del líder. No todos los líderes pueden emprender todos los cambios que desean ver implementados. No tenemos que esperar de ellos más de lo que el mismo Señor hace. Los cristianos pueden decir: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13) pero el líder que escribió estas palabras era cuidaCompromiso para marcar la difedoso al indicar que el “todo” se referencia Los buenos líderes no hacen cambios ría a todas las cosas a las cuales él era por el bien del cambio. Por otro lado, llamado para hacer o experimentar no adoptan el status quo según sus en el contexto de su ministerio (ver versículos 11 y 12). parámetros. Los líderes cristianos no pueden Un buen líder busca lo que necesariamente debe ser hecho durante su necesariamente hacer todas las cosas ejercicio y aquellas cosas que mejor concebibles. Deben revisar sus dones se adaptan a sus fuerzas y habilida- y habilidades y el tiempo disponible militares de antes que lideraban desde el frente antes que de la retaguardia. Si la misión del movimiento es salvar almas, entonces el líder está involucrado en el evangelismo personal. Los líderes no sólo emiten lemas desde la tropa. Ellos se unen a la tropa en las trincheras.

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para hacer el trabajo y, sobre las bases de estas variables, deben preguntarse: “¿Qué puedo hacer para marcar una diferencia?” Compromiso con las prioridades reales Un líder cristiano no pregunta cómo puede la posición promover sus metas personales. Sino que el líder cristiano preguntará: ¿Qué es necesario que se haga? Este es el espíritu del servidor. Ve el cargo en término de “los demás” antes que los objetivos y deseos personales. Compromiso con la gente Los dos líderes a los cuales me refería antes eran muy diferentes en varias maneras, pero ambos inspiraban a otros porque conocían a la gente que lideraban. Algunos líderes han sido capaces de liderar aun estando apartados, pero ese modelo está desapareciendo rápidamente. De la misma manera que el Buen Pastor conoce a sus ovejas por nombre, así hace el buen líder. Esta clase de líderes conocen las debilidades y fortalezas de los miembros de su equipo. Y les da responsabilidades que se ajustan a sus fortalezas. Debido a su madurez, los buenos líderes no se sienten amenazados cuando otros miembros del equipo muestran fortalezas que ellos como líderes, no poseen. Ciertamente, los buenos líderes se rodean de esta clase de gente. Andrés Carnegie diseñó su propia lápida, que dice: “Aquí yace un hombre que atrajo gente a su servicio que era mejor que él mismo”.

Compromiso con Dios Todos los principios recién mencionados funcionan sea el líder cristiano o no. Pero yo quiero a uno que lidere el movimiento cristiano, en el cual sirvo, que conozca a Dios. Quiero un líder que reconozca el hecho de que su primera responsabilidad es vivir cerca del Señor. Quiero un líder que realmente crea en el principio afirmado por un antiguo líder internacional del Ejército de Salvación, el General Albert Orsborn que, describiendo la profundidad de su devoción a Dios, escribió: “Nada menos mantendrá la fragancia y la frescura sobre todo lo que hago”. No quiero un líder que sea menos competente que aquellos que lideran el mundo secular. Quiero un líder que tenga las cualidades que he mencionado, más esa que hace de un hombre o una mujer, un líder cristiano: una relación vital con el Señor. Las posiciones más elevadas del liderazgo cristiano son frecuentemente de corto tiempo. Cada día debe ser uno de máxima efectividad. Quiero un líder que esté comprometido con este ideal. Quiero un líder que posea todas las cualidades de liderazgo que el mundo en su dimensión espera de sus líderes. Pero quiero que sea una persona que viva tan cerca de Dios que el supremo líder del Espíritu de la Iglesia, Jesucristo, lo haga a él o ella, un verdadero líder cristiano. El liderazgo implica que otros le sigan. Eso me incluye a mí. Y yo quiero un líder que sea capaz de decirme a mí y a todos nosotros: “Síganme como yo sigo a Cristo”. CRISTIANOS EN MARCHA 13


Yo, la luz… “…he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas”.

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Vida abundante

“El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia” (Juan 10:10, NVI).

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Paz en la tierra “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad” (Lucas 2:14, NVI).

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Estudios sobre la santidad Ed Read

Publicado por el Ejército de Salvación en Canadá con el título: “Studies in Holiness” Traducción por David H. Gruer Impreso en Argentina, 1980

Capítulo VII Doble pecado, doble cura Ustedes y yo somos pecadores. La historia de todos está manchada por el egoísmo y una pobreza moral que es tan lamentable como maligna. Los teólogos llaman a nuestra condición “depravación total”. Algunas personas rechazan esta idea porque no la comprenden. Por ejemplo, un escritor eminente dijo que si un hombre fuera completamente malo, no sabría que es malo. Pero cuando nosotros insistimos que un hombre es totalmente depravado no significa que es totalmente malvado. Claro que hay mucho de bueno en el hombre, aun en aquellas personas que no tienen ningún interés en la religión. Existe entre las personas de buen carácter y en todas partes cualidades tales como la devoción, el honor y la moralidad. 18 CRISTIANOS EN MARCHA

Pero el punto es este: no hay ninguna bondad en el hombre que lo haga aceptable ante la presencia de Dios. Algunos sugieren la analogía de una canoa como ilustración. La canoa es una excelente embarcación para remar alrededor del lago en el parque, pero si la llevo a orillas del mar y comienzo a remar con ella mar adentro, muy pronto descubriré que es completamente inadecuada, “totalmente privada” para aquello que estoy queriendo hacer. La depravación total del hombre significa que le falta aquella clase de rectitud que le permitiría ser admitido en el cielo. Analice el problema Por lo general, el hombre inconverso no está violentamente opuesto a Dios. En el caso de que expresara con


franqueza lo que piensa diría, probablemente, que se contenta con dejar tranquilo a Dios y sólo pide que Dios lo deje tranquilo a él. Pero es precisamente este hombre, amistoso, buen vecino, no opuesto violentamente a la religión, quien de acuerdo a la Biblia, está arruinado a causa del pecado. Se aplica a él lo que Pablo escribiera a los colosenses: “Vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente…” (Colosenses 1:21). Es un enemigo de Dios, aunque nunca le haya maldecido ni agitado su puño frente a Él. Es un enemigo definido de tal forma por revelación (la revelación incluye mucho que jamás podríamos haber adivinado, a no ser que Dios mismo lo hubiera declarado). ¡Pero siempre es un enemigo amado! Rechazamos a Dios, pero Él no nos rechaza. Y nos concede el perdón desde el momento en que estamos dispuestos a pedírselo en el nombre de Cristo.

A modo de ilustración piense en “Los Miserables” de Víctor Hugo. Jean Vanjean se rebaja a tal extremo que roba a su benefactor. Pero, a pesar de que le ha robado y le ha hecho mal, el buen obispo no busca vengarse; perdona y protege al ladrón frente a la ley. Y cuando el autor relata cómo la bondad transforma al culpable, redimiéndolo de su vida disoluta, nos hace sentir su profunda comprensión de la dinámica del perdón. Todo aquel que ha sido perdonado puede afirmar que el perdón es una experiencia conmovedora. Cada acto de desobediencia y deslealtad a Dios, cada acto de transgresión de la ley de Dios, cada hecho vergonzoso, ¡es perdonado!, “Porque seré propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades” (Hebreos 8:12). Ahora, con el fin de hacer una distinción, podemos denominar “pecados”, en plural, a estos actos que han sido perdonados o pueden ser CRISTIANOS EN MARCHA 19


perdonados por Dios; pluralizamos aquí por el hecho de que estos pecados son muchos. Pero mucho más adentro hay algo que es como la raíz de la cual brotan los pecados, y que es la personalidad básica del hombre. El perdón no llega hasta aquí, porque el perdón trata nuestra culpabilidad, y este no es un asunto de culpa. Se trata de “pecado”; el principio del mal que está dentro del hombre, la fuente amarga, de la cual fluye todo su egoísmo e impiedad: Todos los hombres nacen en esta condición de pecado. No tenemos ninguna elección sobre este particular, no somos responsables de ello. Esta condición, terriblemente maligna y totalmente lamentable, es lo que hace del hombre un pecador. Aprópiese de la promesa Entender esta promesa es fundamental para la comprensión de la santidad. Dios muestra esta diferencia cuando anuncia la manera en que se propone salvarnos. Leemos, por ejemplo, 1 Juan 1:9: “Si confesamos nuestros pecados (hechos pecaminosos), él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados (hechos pecaminosos) y limpiarnos de maldad (el principio de pecado)”. Todo el párrafo del cual hemos tomado este versículo debiera ser estudiado cuidadosamente. En el versículo 8, Juan sugiere que algunas personas pueden negar que tienen “pecado” (el principio del pecado), mientras que el versículo 10 considera la posibilidad de que algunos puedan negar que han “pecado” (cometido actos pecaminosos). Tales 20 CRISTIANOS EN MARCHA

personas están equivocadas en ambas instancias. Se están engañando a sí mismas y sólo pueden hacer tal aseveración porque han asfixiado su conciencia e ignorado la Palabra de Dios. En este sentido duplo, todos somos pecadores; quiere decir, tenemos una naturaleza pecaminosa y somos culpables de nuestros comportamientos pecaminosos. Negar tal cosa es suponer que Dios miente. Aquí tenemos, entonces, un diagnóstico claro de nuestro mal y debemos reconocer, humildemente, que es correcto. Si algún lector ha esperado recibir el perdón tal vez lo ha pedido repetidas veces, pero aún no está seguro de haberlo recibido, le será provechoso preguntarse a sí mismo si en verdad ha admitido su culpabilidad, o si ha estado escondiéndose tras las disculpas. La promesa no dice: “Si nos disculpamos de nuestros pecados”, sino más bien, “si confesamos nuestros pecados Él es fiel y justo para perdonar”. Si hemos comprendido, claramente, esta parte de la respuesta de Dios a nuestra necesidad espiritual, entonces estamos listos para aceptar lo que resta, la limpieza de toda injusticia. No hay lógica ni coherencia en la idea de que la primera parte de esta promesa es válida mientras persisten dudas sobre la segunda. De esta forma se han equivocado aquellos que piensan que Dios no tiene una respuesta al principio del pecado en el hombre y creen que estamos condenados a una lucha de la cual no hay ninguna liberación en esta vida. Los que así piensan basan su argumento en el versículo 8 de 1 Juan:


“Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros”. Esto, dicen ellos, niega la posibilidad de libertad del principio del pecado dentro de nosotros. El Manual de doctrinas del Ejército de Salvación responde a este argumento de la siguiente forma: “La correcta interpretación es que aquellos que dicen que no han pecado, cuando lo han hecho, se engañan a sí mismos y dicen lo que no es verdad, sean pecadores que dicen que no han pecado o personas que profesan ser cristianas pero que siguen pecando, no obstante alegar que no tienen pecado porque sus pecados fueron imputados a Cristo”. Resumiendo, entonces, notemos que los versículos 8 y 10 del primer capítulo de la Epístola de Juan describen de manera completa y acertada nuestro estado de pecado. Pero no vayamos a suponer que Juan está indicando la norma para los cristianos. Más bien quiere que veamos claramente nuestra necesidad, a fin de que podamos apreciar y apropiarnos de la respuesta en los versículos 7 y 9. Debe ser destacada la forma inequívoca en que Dios promete limpiarnos. Este verbo, katharizo en griego, ha sido traducido en el Nuevo Testamento en sus varias acepciones como limpiar, purgar, purificar, y es un hecho notable que en todos los casos el objeto de esta limpieza son los cristianos. Katharizo tiene que ver, no con la justificación de los pecadores, sino con la purificación de los creyentes. Francis Ridley Havergal, autora de tantos lindos himnos, escribió en

una carta dirigida a sus hermanas sobre cuán preciosa era esta verdad para ella: “¿No hemos estado limitando 1 Juan 1:7 haciéndolo referir solamente a la remisión de los pecados del pasado en vez de tomar la grandiosa sencillez de la expresión ‘nos limpia de todo pecado’?... Fue esa palabra ‘limpia’ que abrió para mí una puerta de gloria y esperanza. Nunca antes había visto la fuerza del tiempo presente en este verbo, un presente continuo, no un presente que en el próximo momento se transforma en pretérito. Continúa siempre limpiando, no tengo palabras para expresar cómo se regocija mi corazón en esto. No solamente llegando a la fuente para ser limpiada, sino permaneciendo en la fuente, a fin de que pueda continuar limpiándome. Uno de los momentos interesantes de mi vida fue cuando incomprensible vi la fuerza de ese vocablo ‘limpia’. Es indescriptible el sentimiento totalmente inesperado de que se cumple para mí, sencillamente creyéndolo en toda su plenitud. No esperaba nada así a este lado del cielo”. Cuestionario ¿Qué significa que el hombre es totalmente depravado? ¿Cómo se relacionan las actitudes negativas del hombre con la dinámica divina del perdón? ¿Qué quiere decir que el pecado es inherente al hombre, que forma parte de su ser íntimo? Analice y aplique 1 Juan 1:9 a este problema. Explique y aplique a este tema el verbo griego katharizo. CRISTIANOS EN MARCHA 21


Secretos para lograr una vida gozosa Un estudio sobre las Bienaventuranzas Por el General Bramwell Tillsley Serie de artículos publicados en The War Cry del Territorio de Canadá y Bermuda (Traducción: Mary Salvany) Bienaventurados los que tienen hambre Jesús comienza su sermón diciendo: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados” (Mateo 5:6). Cuando decimos que estamos hambrientos, generalmente significa que evadimos una comida y nuestro estómago reclama. Mas cuando Jesús habla de hambre, se refiere al hambre espiritual del Salmo 42:1: “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía”. No basta tener apetito espiritual por Dios; debemos morirnos de hambre por su Espíritu. Si realmente deseamos la plenitud de vida que Dios nos ofrece, debemos buscarla apasionadamente. Un vigoroso apetito por la justicia es la primera señal de una vida espiritual saludable. La justicia habla de una correcta relación con Dios y con la humanidad. Bienaventurado es el hombre o la mujer cuyo profundo deseo es amar a Dios y a la gente como debiera hacerlo. Igual que la comida y el agua, la justicia no es un lujo, sino una necesidad vital. Ustedes habrán sin duda oído la expresión: “Uno es lo que uno come”. Esto no sólo es así en el caso del cuerpo, también lo es en el del alma. Cuando tenemos hambre y sed 22 CRISTIANOS EN MARCHA

por las cosas equivocadas, muchas veces experimentamos una “mortandad” del alma (ver Salmo 106:15), un vacío espiritual. Cuando tenemos hambre de cosas buenas, Dios llena nuestras vidas con gozo y satisfacción. Cuando simplificamos nuestras vidas, a menudo experimentamos la mayor satisfacción espiritual. Eso no significa que hacemos menos, sino más bien que centramos todo lo que hacemos en Jesús. Jesús se refirió a sí mismo como el Pan de vida y el Agua de vida (ver Juan 6:35 y Juan 4:13,14). Él es la fuente de justicia. Él puede ayudarnos a vivir una vida justa y puede satisfacer nuestra hambre espiritual. Cuando vivimos para Jesús, Él cuida de nuestras necesidades: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33). El teólogo William Barclay escribió: “La dicha del hombre que anhela la justicia total es como la de un hombre muerto de hambre y que anhela comida; como la de uno que está pereciendo de sed, que anhela agua para beber, pues ese hombre será satisfecho verdaderamente”. Nosotros también seremos verdaderamente satisfechos si anhelamos la justicia con todo nuestro corazón.


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Bienaventurados los misericordiosos Jesús dijo: “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia” (Mateo 5:7). Esta bienaventuranza nos lleva al corazón mismo del Evangelio. La palabra “misericordia” implica más que una simple piedad. Tiene que ver con empatía, con introducirse en la piel de otra persona hasta ver las cosas a través de sus ojos, pensar con la mente de esa persona y sentir con sus sentimientos. La misericordia se relaciona con el perdón. Jesús insiste en que para ser perdonados debemos ser perdonadores. En el Padre Nuestro, le pedimos a Dios que perdone nuestras deudas de la misma manera que nosotros perdonamos a nuestros deudores. “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas” (Mateo 6:14–15). Jesús no dice que obtenemos misericordia porque la extendamos, sino que cuando experimentamos y compartimos misericordia, nuestros corazones se abren para recibir más de la misericordia de Dios. “Dad y se os dará”, dice Jesús (Lucas 6:38). Por un lado, si no mostramos misericordia, no debemos esperarla. Se dice que la persona que rehúsa perdonar a su hermano destruye el puente sobre el cual él mismo deberá caminar. La prisión más terrible del mundo es la que nosotros mismos construimos cuando rehusamos mostrar misericordia. 24 CRISTIANOS EN MARCHA

Al mostrar misericordia, ejercemos uno de los atributos de Dios. La narración de la mujer adúltera (ver Juan 8) indica las diversas formas en que podemos responder al pecado y al daño. La forma de la humanidad es encontrar y exponer al pecador. La forma de la ley es castigar al pecador. Mas la de Jesús es perdonar: “Ni yo te condeno... vete, y no peques más” (Juan 8:11). Jesús no negó la existencia del pecado mismo, pero la misericordia y la verdad se juntaron y el resultado fue el perdón. Es la misericordia la que se compadece y la gracia la que perdona. Bienaventurados son los misericordiosos, porque ellos recibirán misericordia.


Bienaventurados los de limpio corazón “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios” (Mateo 5:8). La palabra katharos o “puro” es usada en el griego clásico (el idioma original del Nuevo Testamento) para describir la pureza en el sentido físico. Por ejemplo, podía emplearse para describir la ropa limpia o el metal que no tiene aleación. En el Antiguo Testamento la palabra “puro” aparece 150 veces para describir una pureza ceremonial, tal como el sacrificio de animales sin mancha. Para Jesús, sin embargo, la pureza es una experiencia interior, una actitud del alma que indica pureza moral. ¿Qué entendemos por la palabra “corazón”? La Biblia a veces usa la palabra corazón para indicar emociones: “No se turbe vuestro corazón” (Juan 14:1). En otras ocasiones, habla del intelecto: “¿Por qué caviláis así en vuestros corazones”? (Marcos 2:8). A veces la palabra se refiere a la voluntad: “Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse...” (Daniel 1:8). En resumen, el corazón es el área de control de la vida. “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida” (Proverbios 4:23). ¿Qué quería decir Jesús al declarar que “Ellos verán a Dios”? Lo que nosotros vemos no depende solamente de lo que está frente a nuestros ojos sino de lo que está en nuestra mente y en nuestro corazón. “Ver a Dios” es la mayor bendición posible. Jesús dijo: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14:9). Los cristianos ansían ver a Jesús cuando vuelva:

“Sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es” (1 Juan 3:2). Pero nosotros también podemos “verle” en el aquí y el ahora si tenemos un corazón limpio o puro. El salmista clama: “Crea en mí, un corazón limpio, oh Dios” (Salmo 51:10). Esta limpieza es un proceso continuado, comienza ahora, pero sólo se completará en la eternidad. “Si andamos en luz… la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7). Físicamente, nuestros ojos tienden a deteriorarse, pero espiritualmente deberían hacerse más nítidos y nuestra visión más clara al caminar con Dios. Los limpios de corazón no tienen nada que esconder, nada que defender ni nada que explicar, sus rostros no están cubiertos con un velo. CRISTIANOS EN MARCHA 25


En el Camino del Señor Capítulos 31 y 32

Tte. Coronel (O.F.) Jorge Nery T. Capítulo 31 Camino de salvación “Porque Jehová os ha escogido a vosotros para que estéis delante de Él y le sirváis” (2 Crónicas 29:11). Nuevamente recibimos en Bolivia la grata noticia de la llegada de prominentes visitantes, procedentes de Inglaterra. El primero en llegar sería el General Clarence Wiseman, acompañado de su señora esposa. Los salvacionistas bolivianos efectuamos los preparativos pertinentes, por tratarse de la segunda visita a Bolivia, por parte de un jefe mundial de nuestra organización. 26 CRISTIANOS EN MARCHA

Ante ello, el Honorable Alcalde Municipal, Don Mario Mercado Vaca Guzmán, nos comunicaba en una carta lo siguiente: “Teniendo en cuenta los muy meritorios servicios prestados por esa meritoria institución al pueblo de Bolivia, me complace muchísimo anunciarle que no sólo mandaremos un representante de esta Alcaldía a recibir a tan distinguido personaje, sino que hemos decidido declararlo ‘Huésped Distinguido’ de la ciudad y conferirle el ESCUDO DE ARMAS de La Paz, por servicios especiales” (SIC). La fecha era 18 de septiembre de 1976. Cuando el avión procedente de


Santiago de Chile llegaba al aeropuerto de El Alto a las 10:30, estaban presentes las autoridades del gobierno: Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto; Ministerio de Previsión Social y de la Honorable Alcaldía Municipal de La Paz. También les dieron la bienvenida un grupo de salvacionistas acompañados por la Banda de Música Unida. Después de los saludos protocolares, el General fue entrevistado por una eficiente y perspicaz reportera de la radioemisora Cristal. Las reuniones dirigidas por el General Wiseman fueron de gran bendición para los salvacionistas y el público asistente. Después de cumplir un nutrido programa de actividades, el General Wiseman, en compañía de su esposa y el Comisionado Jefe Territorial, Edmundo Allemand, viajaron a la ciudad de Lima, Perú.

Desde Cochabamba, el Capitán Lenard Johanson, Oficial del Distrito Oriental, me comunicaba la grata noticia, en la que el Señor Alcalde Municipal, don Humberto Coronel Rivas, decidió donar un lote de terreno, de más de 5.000 metros cuadrados para que el Ejército de Salvación construyera un hospital en la zona de Huayra Kassa. Como ya lo indiqué, en la zona periférica de la ciudad se trabajó con una Avanzada, bajo la dirección de la Capitana Davies, que contaba con una posta sanitaria que prestaba servicio a las clases más desposeídas, pues la zona de Huayra Kassa está situada sobre la loma de una serranía y poblada en su mayoría por obreros y campesinos emigrados del área rural y las provincias del Departamento de Cochabamba. Por la mucha pobreza reinante, era la imperiosa necesidad el llevar a cabo una obra de bien social. CRISTIANOS EN MARCHA 27


El Señor Alcalde de Cochabamba, don Humberto Coronel Rivas, hombre de gran empuje, y sensibilidad social, avizorando el progreso de la zona, donó el terreno que ya mencioné y tuvo la satisfacción, en la presencia de más de ochenta obreros con herramienta en mano, de poner la piedra fundamental, para construir el hospital en cuestión, un complejo de oficinas para servicio social, una guardería infantil, el Centro Social del Niño Escolar y un salón para reuniones de evangelización, Dios mediante, con la ayuda financiera del gobierno sueco, la construcción y equipamiento de los edificios avanzaba aceleradamente. Cuando la construcción se acercaba a su conclusión y próxima a su inauguración, recibimos la grata y sorpresiva visita del Secretario Internacional, Comisionado Harry 28 CRISTIANOS EN MARCHA

Williams, que contaba con experiencia en administración de hospitales, como misionero en África. Se presentó, exprofeso, para cerciorarse de los preparativos y al mismo tiempo para darnos orientación y sugerencias que nos fueron de gran utilidad. Por ello, y a sugerencia del Oficial del Distrito Oriental, el hospital lleva el nombre de nuestro ilustre médico visitante. El día 23 de mayo de 1979, según lo programado, se realizó el acto de inauguración, a cargo del que escribe estas líneas, a las 16:30 horas, con la presencia de varias autoridades del Departamento de Cochabamba, el representante del Ministerio de Salud Pública, el Doctor Alfonso Arzabe, Director de la Unida Sanitaria Departamental; el Vicecónsul de Suecia, Pastor Borge Green, en representación del gobierno de Suecia, y el Secretario en Jefe, Teniente Coronel


C. Eliasen, en compañía de su dignísima esposa. Con esa valiosa obra, los capitanes Johanson cumplieron con su deber de ampliar la labor espiritual y social salvacionista en pro de nuestros semejantes. Cuando se aprestaban para instaurar la obra agro social en el Chapare, recibieron órdenes superiores, que por razones de fuerza mayor, debían ejercer un nuevo nombramiento en Santiago de Chile. Por mi parte, como Comandante Divisional de la obra en Bolivia, sentí profundamente el alejamiento de mi buen y fiel cooperador. Al reflexionar sobre los progresos realizados en Bolivia, recordé las palabras del sabio Salomón en Proverbios 11:11: “Por la bendición de los rectos, la ciudad será engradecida”… ¡Aleluya! Capítulo 32 El trabajo y sus frutos “El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero” (2 Timoteo 2:6). En el mes de marzo de 1979, el General Arnold Brown, jefe mundial de la organización, acompañado por el Secretario Internacional, Comisionado N. Marshall, ambos procedentes de Londres, arribaban a esta ciudad, acompañados por el Comisionado Edmundo Allemand, Jefe Territorial con sede en Chile. Ellos efectuaron una breve visita a la ciudad de La Paz. Según programa preparado para tal efecto, durante el día 20, se efectuaron reuniones para oficiales en el Cuartel para la División de Bolivia, con carácter informativo y espiritual.

Por la noche, se realizó otra reunión pública en la calle General Gonzáles 1154, con la participación de todos los Cuerpos de la ciudad. El General Brown y el Comisionado Marshall entonaron una canción que enseñaron a toda la congregación: “Yo ya no soy quien vive, mas vive Cristo en mí, En mí, en mí. Yo sé que Cristo vive en mí, yo ya no soy quien vive, mas, Cristo vive en mí”. En medio de la reunión, inesperadamente, recibí aquella noche la condecoración de la “Orden del Fundador” (por William Booth) como reconocimiento a la labor desempeñada por este servidor en Bolivia. Eso me emocionó, máxime cuando lo recibí en nombre de mi fiel y abnegada esposa, mi camarada de lucha; fue un testimonio para la juventud presente y del porvenir. Después del ferviente y fogoso discurso del General Brown, varios jóvenes consagraron sus vidas para servir a Dios, a través del Ejército de Salvación. Al día siguiente, el General Brown prosiguió viaje a Estados Unidos para presidir un Congreso Nacional. Junto a los Comisionados Marshall y Allemand viajamos a Cochabamba para que el Comisionado Marshall declarara como Cuerpo a la Avanzada de Huayra Kassa. Esa misma noche, se enrolaron algunos jóvenes soldados y adultos. La Capitana Davies estaba feliz al ver el fruto de sus esfuerzos, como lo estaban los CapiCRISTIANOS EN MARCHA 29


tanes Johanson, viendo que el último eslabón de su trabajo culminaba exitosamente, para la honra y la gloria de Dios. ¡ALELUYA! El Comisionado Marshall retornó a Londres contento de haber visto el progreso de la obra en Bolivia, con la promesa de regresar, lo que cumplió el día 12 de mayo de 1981, cuando inauguró el edificio construido para estudiantes universitarios en Cochabamba. Lo propio hizo en La Paz, cuando acompañado por el Coronel Larsson, inauguraron el salón de reuniones del Cuerpo 8 de Diciembre, el 13 de mayo del mismo año. El año 1980 trajo muchas novedades para la obra salvacionista del Territorio Oeste, pues se efectuaron cambios de jefes territoriales y promociones de grado con mucha responsabilidad. Fue así que el Comisionado Edmundo Allemand y su esposa se acogieron a la jubilación después de una fructífera labor de 52 años. Por esta remoción, el Coronel Carl Eliasen fue nombrado como Jefe Territorial de la obra en Brasil y el Coronel Rubén Nüesch regresó del Brasil para posesionarse como Jefe del Territorio Oeste. El Mayor Larsson fue ascendido a Teniente Coronel y nombrado Secretario en Jefe en Chile para reemplazar al Coronel Nüesch. El ahora Teniente Coronel Larsson era músico y compositor, autor del “Musical Espíritu”, una explosión de gozo, fe y amor. A esta altura de mis memorias, debo decir que las oficialas salvacionistas casadas, mientras los esposos 30 CRISTIANOS EN MARCHA

se ausentan en comisión al interior o exterior del país, tomaban la dirección de la obra, sin descuidar las obligaciones que tenían con el hogar y los niños. Ese era el caso de mi señora esposa que tuvo a bien responsabilizarse de la Jefatura Nacional, administrándola física, material y espiritualmente; predicando el Santo Evangelio y realizando ceremonias religiosas, como: casamientos, entierros y dedicatorias de niños. Dios bendiga a estas heroínas, que siempre están en primera línea de combate contra el mal. El mismo año de 1980, en noviembre, el Ejército de Salvación cumplió 60 años de lucha y trabajo en Bolivia. Ese acontecimiento se festejó digna y jubilosamente con un programa presidido por el Secretario en Jefe, Tte. Coronel Larsson, llegado de Chile para tal efecto. Con profunda convicción, los salvacionistas congregados, exclamamos: ¡EBEN EZER!, “hasta aquí Dios nos ayudó”, ¡Adelante, pues, Ejército de Salvación!” “Bolivia para Dios, es nuestro lema nacional, Bolivia para Dios, lo ganaremos, sí, por Él, y nunca, nunca nos cansaremos de luchar, sin descansar, sigamos pues Él nos ayudará”. Años antes, en 1978, en el mes de junio, llegaron a Cochabamba el Capitán Eskil Blankergard y señora, ambos misioneros suecos, en reemplazo de los capitanes Johanson, para hacerse cargo del Distrito Oriental de Bolivia. Sobre las sólidas bases iniciadas por sus antecesores, había mucho para batallar. El hospital, recientemente inaugurado, debía ser


organizado, para dar mayores beneficios a los usuarios de Huayra Kassa. Gracias a Dios, el Capitán Blankergard, con la experiencia adquirida en su país, puso en práctica sus conocimientos, por los que vio prontamente sus frutos. Los capitanes Blankergard también consolidaron la obra en Santa Cruz, adquiriendo una propiedad para la evangelización y

para el Centro del Niño Escolar que, aunque se encontraba en actividad desde hace algunos años, lo hacía en una casa alquilada. La obra en Sucre no fue descuidada, tampoco la Avanzada de “El Temporal” en Cochabamba, también se continuó con la construcción del edificio para estudiantes universitarios. CRISTIANOS EN MARCHA 31


Vendré otra vez… “No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí. En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté. Ustedes ya conocen el camino para ir adonde yo voy” (Jesús, Juan 14:1–4, NVI).


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