EJERCITO DE SALVACION Territorio Oeste de Sudamérica Avda. España 46 – Teléfono 26957005 – Santiago de Chile (Circulo de la Amistad – www.ejercitodesalvacion.cl)
Agosto 2015 Queridas amigas En nuestro hemisferio este mes es invierno. Dios lo dispuso así. En el libro de Job leemos: “Dios hace tronar su voz y se producen maravillas… a la nieve le ordena: “¡Cae sobre la tierra!”, y a la lluvia “Muestra tu poder”. Con agua de lluvia carga las nubes y lanza sus relámpagos desde ellas, y éstas van de un lado a otro, dispuestas a cumplir sus mandatos” (Job. 37: 5 y 6, y 11 y 12). Aceptemos el invierno como parte de la Creación de Dios.
“Con tus cuidados fecundas la tierra y la colmas de abundancia. Tú coronas el año con tus bondades; rebosan los prados del Desierto; las colinas se visten de alegría; pobladas de rebaños Las praderas y cubiertos los valles de trigales” (Salmo 65: 9, 11).
¿Piedras o pan?
“¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pescado, le da una serpiente?”, dijo Jesús (Mateo 7:9). Jesús usó lo absurdo de esta analogía para recalcar la disposición del Padre celestial de dar cosas buenas a sus hijos cuando se lo piden. Deseaba que tuvieran plena confianza de que el Padre les proveería lo necesario para cubrir sus necesidades espirituales. A veces, sin embargo, nos puede parece que el Señor nos da ‘piedras’ en vez de pan, pero, con su gran sabiduría, él trabaja a través de nuestras circunstancias para darnos algo mejor de lo que le hemos pedido. Un autor anónimo lo expresó de la siguiente manera: