Circulo de la Amistad

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EJERCITO DE SALVACION Territorio Oeste de Sudamérica Avda. España 46 – Teléfono 26957005 – Santiago de Chile (Circulo de la Amistad –www.ejercitodesalvacion.cl)

Junio 2015 Queridas amigas, En nuestro hemisferio, este mes comienza el invierno. A muchas personas les disgusta esta estación del año. El Salmo 104 comienza: “Alaba, alma mía, al Señor; mi Dios eres grandioso, te has revestido de gloria y majestad (v. 1). Y más adelante en el mismo Salmo leemos: “Tú haces que los manantiales viertan sus aguas en las cañadas y que fluyan entre las montañas, de ellas beben todas las bestias del campo y las aves del cielo anidan junto a las aguas y cantan entre el follaje. Desde los aposentos riegas las montañas, la tierra se sacia con el fruto de tu trabajo. Haces que crezca la hierba para el ganado y las plantas que la gente cultiva para sacar de la tierra su alimento” (vs. 1014). O sea, el invierno es necesario y es parte del plan de la creación de Dios. Me parece que nosotros los humanos hemos tratado tan mal y hemos abusado tanto de la creación de Dios, que, como leí hace poco en una revista “La tierra está enojada y con justa razón; desperdiciamos el agua, cuando hay regiones en el mundo que ni siquiera cuentan con ese vital elemento; la contaminación está en los niveles más altos, y la gente no es capaz ni es suficientemente generosa para compartir su auto. Ya es hora de decidir en qué lado estamos - ¿del lado del planeta o del lado del calentamiento global? No nos quejemos del invierno, considerémoslo una parte de la creación de Dios que todos tenemos la responsabilidad de cuidar. ***** Si yo cambiara Si yo cambiara mi manera de pensar de los demás, me sentiría más sereno. Si yo cambiara mi manera de actuar ante los demás, ayudaría a hacerles felices. Si yo aceptara a todos tal como son, sufriría menos. Si yo me aceptara tal cual soy, reconociendo mis defectos, cuánto mejoraría mi hogar, mi ambiente, mi vida. Si yo amara a todo el mundo, yo sería una persona mejor. Si yo me diera cuenta que al lastimar a otro, el primer lastimado soy yo, sería más bondadoso. Si yo cambiara, ayudaría a cambiar al mundo.


***** Bandera Salvacionista.

Muchas de ustedes saben que la bandera Salvacionista es conocida en más de 100 países en el mundo. ¿Sabían que también fue llevada a la luna? Hace poco me enteré de lo siguiente, leyendo la revisa mensual que el Ejército de Salvación publica en Canadá: En el año 1972, tres pequeñas banderas salvacionistas fueron entregadas a la NASA por la Sra.Julie Chatley, esposa del presidente voluntario del Consejo Asesor del Ejército de Salvación en la ciudad de Filadelfia, Estados Unidos. Fueron entregadas al cosmonauta John Young, líder de la Misión 16 del Apolo. Un respetado piloto de la marina norteamericana y el astronauta consideraron que era bueno llevar las banderitas en la misión a la luna, porque ambos apreciaban la labor del Ejército de Salvación en el mundo. Al volver del viaje espacial efectuado en abril del año 1972, una de las banderas fue donada al Museo Franklin de Filadelfia. Una permanece en exhibición en el cuartel divisional del Ejército de Salvación en esa ciudad. La tercera fue entregada al entonces líder internacional del Ejército, General Arnold Brown, durante un congreso juvenil efectuado en Toronto, Canadá, en el año 1975, y posteriormente fue dejada en el departamento histórico del Ejército en Londres. Pensé podía interesarles esta información, que yo desconocía. ***** La Soledad. Se dice que la palabra ‘soledad’ es la palabra más triste en nuestro idioma. Albert Einstein, el famoso científico, dijo: “Es curioso que uno puede ser reconocido universalmente, pero al mismo tiempo puede sentir tanta soledad.”

Rincón casero Flan Mocca Mezclar bien 2 tazas de harina con polvos de hornear, 30 gramos de cocoa, 1 taza de azúcar flor, l/2 cucharadita esencia de vainilla, 50 gramos de mantequilla derretida, 1 huevo batido, 1 taza de leche, 80 gramos de chocolate amargo picado y 2 tazas de café líquido. Poner en fuente para horno y hornear durante 35 minutos. Servir caliente, con crema batida si lo desea.


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Sonría. Un pastor le dijo a su esposa el lunes después del Domingo de Resurrección en Semana Santa: “¡Estoy tan cansado! Tuve que predicar un sermón para cada noche durante la Campaña de Semana Santa, luego un sermón para el Viernes Santo y otro para el Domingo de Resurrección.” La esposa le dice: “¡Yo también estoy muy cansada!” El pastor le dice: “¡Pero si tú no has hecho nada!” Y la señora le contesta: “Acuérdate Que yo tuve que escuchar todos esos sermones.”

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Meditación – Necesidades Triviales Como un padre se compadece de sus hijos, se compadece el Señor de los que le temen. “Tan compasivo es el Señor con los que le temen, como lo es un padre con sus hijos” (Salmo 103: 16). Durante un encuentro de mujeres cristianas, algunas conversaban respecto a respuestas alentadoras a sus oraciones. Una de ellas dijo que se sentía egoísta al molestar a Dios con sus necesidades personales, comparadas con las enormes necesidades que el Señor enfrentaba como peticiones en el mundo; ella sentía que en sus circunstancias las suyas eran necesidades triviales. Poco después, su hijo menor se apretó un dedo en una puerta y corrió llorando a su mamá. Ella no le dijo: “Qué egoísta eres al venir a molestarme con un dedo adolorido cuando yo estoy tan ocupada”, sino lo trató con gran compasión y dulzura. El Salmo 103 nos recuerda que tanto el amor humano como el amor divino responden así. En Isaías 49: 15 y 16, el Señor asegura que aunque una madre olvide ser compasiva con su hijo, él no lo hará nunca, y agrega: “pues grabado te llevo en las palmas de mis manos”. Con la misma confianza que ese niño corrió a su madre con su dolor, nosotros también podemos acudir a Dios con nuestros problemas triviales cotidianos. Nuestro Padre compasivo no descuida a otras personas para poder respondernos a nosotros, ya que tiene tiempo y amor ilimitados para cada uno de sus hijos. Para el Señor, ninguna necesidad nuestra es trivial o insignificante. Dios sostiene a sus hijos en la palma de su mano. (de Nuestro Pan Diario).

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Nuestra necesidad.


Si nuestra necesidad hubiese sido tener información, Dios nos habría enviado a un educador. Si hubiese sido tecnología, nos habría enviado a un científico. Si hubiese sido tener dinero, nos habría enviado a un economista. Si hubiese sido disfrutar de placer, nos habría enviado a un animador. Pero nuestra mayor necesidad era ser perdonados, y por eso Dios nos envió a su Hijo, como un Salvador.

***** La hormiguita.

Lean esta fábula. A una pequeña hormiguita le habían encargado llevar una brizna de paja hasta el lugar donde vivía. Pensó que estaban abusando de ella, porque le resultaba muy difícil trasladarla pues para la hormiga era un peso excesivo. Más encima, de repente se encontró con una grieta en el suelo y no veía cómo iba a poder cruzarla. Pero felizmente se dio cuenta que si ponía la paja sobre la grieta, podría cruzarla usando esa paja como un puente. Su carga se había convertido en un útil puente. Los cristianos a veces sentimos que Dios nos ha impuesto una carga demasiado pesada, pero a menudo, a pesar de que pensamos que es una adversidad, Dios nos está proporcionando los recursos que necesitamos para poder llevar la carga y transformarla en un puente para alcanzar una bendición. Que el Señor esté siempre cerca de ustedes. Es siempre mi deseo.

Mary Salvany Secretaria Corresponsal


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