Circulo de la Amistad

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Marzo 2016 Queridas amigas, Pasadas las vacaciones, este mes la mayoría de los niños y jóvenes regresan a sus escuelas o universidades, los obreros vuelven a sus industrias y otros regresan a sus oficinas y actividades. En cierto modo la vida vuelve a la normalidad. Todos esperan mejorar en conocimientos y sabiduría y así poder disfrutar de un futuro mejor. Hace poco leí un consejo respecto a cómo llegar a ser sabio: Tener más de lo que uno muestra; Hablar menos de lo que uno sabe; Prestar menos de lo que uno debe.

(William Shakespeare – de su obra “Rey Lear”).

Algo para recordar El mañana es lo más importante de la vida. Se pone en nuestras manos con la esperanza que hayamos ido aprendiendo algo del ayer. *****

Semana Santa Este año la Semana Santa llega un poco más temprano, a fines de este mes de Marzo. Para muchos son simplemente días para descansar, pasear, disfrutar, alargar las vacaciones.

Pero para nosotros los cristianos es un tiempo para recordar la vida, obra, pasión, muerte y resurrección de nuestro Salvador Jesucristo, para agradecer a Dios porque envió a su Hijo para que todos los que crean en él puedan tener vida eterna.

Una oración de Jesús.

“Luego fue Jesús con sus discípulos a un lugar llamado Getsemaní” (Mateo 26: 36). Sabiendo que pronto sería entregado para ser crucificado, Jesús fue al jardín de Getsemaní y se arrodilló para orar a su Padre, pidiendo fuerza para enfrentar lo que le esperaba. Oró solo. Necesitaba tranquilizar su corazón y entrar en comunión con Dios. Su corazón estaba angustiado. Lucas nos dice que se puso a orar con mucho fervor (Lucas 22:44). Perseveró en la oración. Oró una vez, una segunda vez… hasta sentir paz interior. Oró con un corazón humilde: “Padre mío, si no es posible evitar que yo beba este trago amargo, hágase tu voluntad.” (Mateo 26:42). No fue una oración fácil, pero fue una oración triunfadora. Al final sabía que ganaría la batalla. Una vida sin oración es una vida sin propósito. Espero podamos aprender a ir solas – al jardín del amor de Dios – para orar fervientemente como lo hizo Jesús. ***** Testimonio de Juan, el discípulo amado por Jesús ¿Qué puede hacer uno cuando la persona que más ama está siendo crucificada? ¿Y qué puede hacer uno cuando esa persona le pide que cuides de su madre? Juan tuvo que responder a estas preguntas. Era típico de Jesús. Mientras sufría agonías, pensó en la angustia y el dolor que sentiría su madre, y quiso asegurarse que ella no quedara sola, desamparada. Juan pensó: “Yo amaba mucho a Jesús y sé que él me amaba en una forma especial. Yo tenía que estar allí, junto a la cruz, porque presentía que Jesús me iba a pedir hacer algo muy especial. Cuando oí sus palabras: ‘Ahí tienes a tu madre’ (Juan 19: 27) supe que mi responsabilidad iba a ser llevar a su madre, María, a mi hogar y cuidar de ella. Qué feliz me sentí que Jesús me amara y confiara tanto en mí que me pudo encargar cuidar de su preciosa madre.” Cuando nosotros llegamos a ser cristianos, entramos a pertenecer a la familia de Dios. Y siempre debemos estar abiertos, receptivos y atentos para cumplir cualquier tarea que él nos encomiende.

Rincón casero.

Tarta de duraznos: Escurrir una lata de duraznos picados, reservando media taza de jugo.

También puede pelar y cortar en cubos una taza de duraznos frescos y maduros. En un bol, mezclar los duraznos y su jugo con dos cucharaditas de maicena, un poco de canela molida y una pizca de nuez moscada. Dejar a un lado. Enmantequillar suavemente un molde cuadrado o rectangular para horno. Unir una taza y media de harina con una taza de avena (quáker) instantánea, pizca de sal, media taza de manequilla derretida y 3 cucharaditas de agua. Mezclar hasta que parezca un montón de migas. Dividir en dos porciones iguales. Presionar una porción en el fondo del molde preparado. Rellenar con mezcla de duraznos. Sobre papel encerado, presionar la segunda porción de migas para formar un cuadrado de unos 20 por 20 centímetros. Cortar 8 tiritas y colocarlas sobre el relleno, formando una especie de canasto con 4 horizontales y 4 verticales. Poner al horno unos 40 minutos. Enfriar y servir.

Sonría. En la escuela, maestra pegunta: “A ver Jaimito, ¿qué me puedes decir acerca de la Muerte de Napoleón?” Y el niño responde: “Que lo siento mucho.”

Meditación - El Propósito del dolor

(de Nuestro Pan Diario)

“Les aseguro que ustedes llorarán de dolor, mientras que el mundo se alegrará. Se pondrán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría. La mujer que está por dar a luz siente dolores porque ha llegado su momento, pero en cuanto nace la criatura se olvida de su angustia por la alegría de haber traído al mundo un nuevo ser. Lo mismo les pasará a ustedes: Ahora están tristes, pero cuando vuelva a verlos se alegrarán y nadie les va a quitar esa alegría.” (Juan 16: 20-22).

Un periodista le preguntó a un hombre cual era la experiencia más dura y dolorosa que había enfrentado, pensando en guerras, divorcios, cirugías y pérdida de seres queridos. Y el hombre respondió: “El nacimiento de nuestro primer hijo, pues fue un parto complicado. Pero al mirar atrás, ahora lo considero una alegría, porque el dolor tuvo un hermoso propósito.” Antes de que Jesús fuera a la cruz, le dijo a sus discípulos que iban a atravesar un período de gran dolor y tristeza y lo comparó con lo que siente una mujer durante el alumbramiento, cuando su angustia se convierte en gozo después del nacimiento del bebé. Y agregó: “Vosotros ahora tenéis tristeza, pero os volveré a ver y se gozará vuestro corazón y nadie os quitará ese gozo.” En la vida enfrentamos angustias, pero Jesús, “el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios” (Hebreos 12:2). El doloroso sacrificio de Jesús compró el perdón y la libertad para todos los que lo reciben como Salvador. Su doloroso sacrificio llevó a cabo el propósito eterno de Dios de abrir el camino a la comunión con él. Su gozo superó el sufrimiento. ***** Inmortalidad. Todos hemos oído de personas que han ‘legado’ dinero a sí mismos con la esperanza que puedan volver a la vida. Estos buscadores de inmortalidad han hecho arreglos para que sus cuerpos sean congelados después de su muerte. También han puesto dinero en un banco para que les sea entregado cuando vuelvan a vivir. Aunque fuera posible una resucitación, buscar vida eterna sin tomar en cuenta a Aquel que es inmortal, sería perseguir un sueño solamente. En Hebreos 9:27 leemos: “Y así como está establecido que los seres humanos mueran una sola vez, Cristo fue ofrecido en sacrificio una sola vez para quitar los pecados de muchos.” Buscando inmortalidad, no deberíamos tratar de preservar nuestro cuerpo físico, sino estar preparados para nuestra muerte, aceptando y creyendo en el don de vida eterna que Jesús nos ofreció por su muerte en la cruz.

La resurrección de Jesús nos da la seguridad que la muerte ha sido derrotada, y que nuestro hogar en cielo lo tenemos asegurado. ¡Feliz Domingo de Resurrección!

Mary Salvany Secretaria Corresponsal