CĂrculo de la Amistad Diciembre 2018
Queridas amigas, Cuando terminamos con la celebración de las fiestas Patrias en Chile, una amiga me envió un mensaje que decía ‘Ya hay olor a Pan de Pascua en el ambiente’, tratando de hacer un chiste sobre lo rápido que se pasan los días y que muy pronto estaríamos corriendo con los preparativos de Navidad. Y así ha sido, hemos empezado Diciembre, y si no hemos sido ordenados y precavidos, muchos estaremos corriendo en los preparativos para la festividad de este mes: regalos, cenas, conciertos, encuentros con amigos, despedidas y mucho más, todo queriendo ser incluido en estos pocos días que restan para finalizar este año. Ojala, entre todo el ajetreo de estos días, no olvidemos que lo esencial es recordar que el Hijo de Dios nació entre nosotros trayéndonos el mensaje de amor de Su Padre.
Ser el regalo Hay algo dulce, delicado y preciado en recibir un regalo de Navidad. Además de su hermoso envoltorio y presentación, está la idea, de que estoy recibiendo algo especial – de alguien especial. Es cierto, el regalo, no siempre es el más útil, pero es la noción que alguien tomó tiempo para pensar en mi, lo que significa más que el regalo. Pero hay otra línea de pensamiento… si es la emoción lo que aprecio sobre recibir un presente, entonces, ¿como me sentire de ser yo mismo el regalo? – al dar de mi tiempo, mi energía y mis esfuerzos por alguien. Es una oportunidad para reflexionar en otros y mostrar aprecio por la gente a nuestro alrededor. Ser el regalo traerá gozo, proveerá alivio cuando se necesita una mano extra,y alentará a otros a ser regalos ellos mismos y realmente iluminar el día a
alguien. Regalemos nuestro amor, nuestro tiempo, nuestro perdón; regalemos lo mejor de nosotros mismos a los que amamos, a los que están cerca de nosotros. Eso es lo que Dios quiere y lo que Jesús predicó: amémonos los unos a los otros; hagamos de este un mundo mejor.
Lo más importante ¿Qué es lo más importante de la Navidad? El amor de Dios, reflejado en Jesús, ese es el mensaje que surge de esta fecha, es lo más importante de todo y debemos tenerlo siempre presente, ya que por eso celebramos la Navidad. Debemos concentrarnos en la llegada de Jesús a nuestras vidas, nuestros hogares y nuestra familia. Cada Navidad llega para recordarnos que el amor de Dios es infinito, que nos regaló a su Hijo, para que en una noche hace más de 2000 años atrás naciera en un pesebre, para así nacer en nuestros corazones y renovar nuestra fe. Debemos aprender a valorar lo que es la nochebuena, sentir la presencia de Dios en nuestro ser, permitirle entrar en nuestras vidas y sanar nuestras heridas. Lo más importante, definitivamente, no son los regalos; es la familia o amigos que se reúnen para compartir momentos de felicidad y amor; es compartir con otros, con aquellos que no tienen o muy poco, o están solos, es dar lo mejor de nosotros mismos, sin esperar nada a cambio. Es tiempo de dejar atrás los rencores y resentimientos que tanto daño nos hacen y que tanta paz nos roban, y darle una oportunidad al amor; por eso muchas personas hacen un alto en sus vidas y se dejan contagiar de buenos sentimientos, son más generosos y atentos y eso les hace sentir mejores personas. Tal vez nosotros también podemos hacerlo, porque es necesario recordar que cuando servimos a los demás, realmente estamos viviendo la Navidad.
Rincón casero Empolvados de nuez En un bol batir 1 taza de mantequilla con 1 taza de azúcar flor y una cdta de esencia de vainilla hasta obtener una mezcla cremosa. Agregar poco a poco 2 tazas de harina sin polvos de hornear, siempre batiendo a velocidad baja. Finalmente añada una taza de nueces picadas finas y mezcle bien. Forme bolitas del tamaño de una nuez. Coloque en una lata de horno y cocine a temperatura media por unos 12 – 15 minutos. Mientras aún están calientes páselas por azúcar flor. Luego deje enfriar completamente en una rejilla. ¡¡¡Y a disfrutar!!!
Sonría Dos rubias se van al bosque en busca de un pino de Navidad. Después de dos horas de búsqueda, una le dice a la otra: Bueno, ¡Ya es suficiente! El próximo pino que veamos, lo llevamos, ¡¡Tenga o no adornos de Navidad!!!
Para Pensar El nacimiento de Jesús, trajo Dios al hombre; La cruz de Jesús, lleva al hombre a Dios.
Abecedario para la Navidad (Ángel Rodríguez Villagrán) A gradecer a Dios el habernos regalado las personas con las que convivimos. B uscar el bien común por encima de los intereses personales. C orregir con esmero a aquel que se equivoca. D ar lo mejor de uno mismo, poniéndose siempre al servicio de los otros. E stimar a los otros sabiendo reconocer sus capacidades. F acilitar las cosas dando soluciones y no creando más problemas. G anar la confianza de los otros compartiendo con ellos sus preocupaciones. H eredar la capacidad de aquellos que saben ser sinceros con valentía y respeto. I nterceder por los otros a Dios, antes de hablarle de nuestras cosas. J uzgar a los otros por lo que son, no por lo que tienen ni por lo que aparentan. L imitar las ansias personales frente a las necesidades del grupo. Ll enarse con lo mejor que uno encuentra en el camino de la vida.
M ediar entre los compañeros que no se entienden. N ecesitar de los otros sin ningún prejuicio. O lvidar el miedo al qué dirán dependiendo de la opinión de los demás. P reocuparse por los más débiles o más necesitados. Q uerer siempre el bien de las personas. R espetar las opiniones de los demás, los derechos de las personas y de los animales. S alir al encuentro del otro, no esperando que él dé el primer paso. T olerar los defectos y límites propios y ajenos con sentido del humor. U nirnos todos para vivir en paz y armonía. V alorarse con realismo sin creerse superior a los demás. X es una incógnita que invita a la búsqueda constante de la verdad con mayúscula. Y uxtaponer ilusiones y esperanzas, trabajos y esfuerzos por crear fraternidad. Z ambullirse sin miedo en el nuevo día que Dios regala cada mañana. Saludos afectuosos, con los mejores deseos de bendición para cada una. M. Angélica Salvany Secretaria Corresponsal