Comisionado Torben Eliasen Vivemos en una época en que el mundo está extremamente dividido. La sociedad discuerda en relación a los ideales políticos, la iglesia diverge en relación a las interpretaciones teológicas, y la familia disuena en relación a los estándares morales. Como se esto ya no bastara, estamos viviendo toda esta situación conflictiva durante una pandemia en que tampoco hay consenso en como enfrentarla. En medio a este escenario confuso y caótico llegamos a más una Navidad y la atmosfera de amor y solidaridad que involucra esta fecha puede sonar más como una fantasía distante que una realidad presente. Pero es en esta circunstancia que el cristiano debe recordar el origen de la navidad para no perder de vista las avenidas de posibilidades que se abren. El cristiano necesita tan solamente seguir a Cristo, y para hacerlo es necesario enfocar de cerca y constantemente en la circunstancia específica y especial de la primera navidad pues es ahí que se encuentra el rastro divino que nos fue dejado que es la clave para seguir adelante con esperanza. Como escrito por el apóstol Pedro en su primera carta: “…Cristo nos dejó ejemplo, para que sigamos en sus pisadas…” (1 Pedro 2:21)
Por lo tanto, es necesario tener claro las pisadas de Jesucristo en esta ocasión tan significativa de su vida y para la humanidad, pues tener claro su rastro en el Pesebre, torna nuestro horizonte más nítido y nuestro camino hacia el futuro más tranquilo y seguro. ¿Qué vemos en el Pesebre? ¡En el pesebre vemos la pisada de la encarnación, o sea, Cristo se haciendo con nosotros! Tal como el ángel lo anunció a José: “He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros” (Mateo 1:23) Encarnación, es una palabra teológica que significa que el Señor Jesucristo salió de su mundo celestial para entrar en el nuestro terrenal, abriendo mano de su realidad para identificarse con nuestra realidad. El apóstol Pablo lo explica escribiendo: “…el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres.” (Filipenses 2:6-7) Juan describe esta encarnación diciendo: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.” (Juan 1:14) Si vamos seguir las pisadas de Jesucristo en el Pesebre, significa que, así como Él salió de su realidad para entrar en la nuestra, de igual manera debemos abnegarnos de nuestra realidad cómoda para buscar insertarnos en la realidad incómoda de los otros, en especial de los marginados y excluidos, para así experimentar su realidad. El apóstol Pablo escribiendo a los Corintios registra que también él buscaba voluntariamente seguir a Cristo y encarnarse en la situación del otro, él dijo: “Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número.” (1 Corintios 9:19)
El peligro de nuestros días, es sustituir los vidrios de las ventanas que nos permiten mirar hacia fuera para ver los otros, por espejos que nos permiten tan solamente mirar a nosotros mismos. El ser humano y en especial los cristianos no pueden aislarse de las realidades de su entorno, pero siguiendo el ejemplo del Maestro deben buscar a los excluidos para llamarlos a la mesa del Señor para juntos compartir la vida. Cuando esto de hecho sucede, Navidad se torna realidad, no solo en el 25 de diciembre sino en todos los 365 días del año, pues cuando empezamos a “amar al prójimo como a nosotros mismos” (Mateo 22:39) el prójimo empieza a amarnos como a sí mismo. Esta es la experiencia que cambia la fantasía en realidad, pues ahí se abren las avenidas de esperanza que posibilitan armonizar las discordancias políticas, las divergencias religiosas y los disuenos familiares, aun mismo en la pandemia. ¡Feliz Navidad!
Soldada Carolina Cortez López
Ésta será una Navidad diferente. No habrá intercambio de regalos en las empresas, ni chocolatadas en las escuelas, tampoco almuerzos entre amigos. Ni viajes por Navidad. Y ahora ¿Qué celebrarás? ¡Esta Navidad celebra a Jesús! Quién nació en un pesebre porque no había lugar para él, en el mesón. Aquél que nunca escribió un libro, pero inspiró e inspira a muchos escritores. Quién no fue médico; pero curó todas las enfermedades. Nunca fue psicólogo; pero todos acudían a Él para encontrar respuestas. No fue abogado; pero explicó todos los principios básicos de la ley. No fue poeta, ni músico; pero es el alma de los más inspiradores poemas y música celestial. No fue a la universidad; pero respondía a los eruditos con la sabiduría de Su Padre. No recorrió todo el mundo; pero todo el mundo que lo conoce, lo glorifica. Nunca tuvo un palacio; pero es el Rey de Reyes. Sin embargo, mientras estuvo entre nosotros no tenía donde recostar la cabeza. “Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; más el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza” Mateo 8:20. Jesús, el Rey que nos enseñó humildad.
Jesús es la mayor revelación del amor de Dios hacia la humanidad, cómo lo escribiera el profeta Isaías en Cap. 9:6: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”. Celebremos a Jesús Admirable que nos cautivó desde el pesebre hasta hoy. Agradezcamos al Consejero de vida quién dejó impresionantes mensajes en sus parábolas. Alabemos al Dios fuerte que da fuerza interna para continuar. Creámosle al Padre Eterno que protege a quiénes en Él confían. Adoremos al Príncipe de Paz el Único que da tranquilidad al alma. Esta Navidad date la oportunidad de recibir a Jesús en tu corazón. Jesús no te deja de amar, así hayas tenido el tropezón más grande en tu vida; “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito, para que todo aquél que cree en Él, no se pierda, sino que tenga vida eterna.” Juan 3:16 Jesús no te obliga a que le sigas; pero si le gustaría que no te pierdas; “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” Lucas 19:10. Jesús quiere lo mejor para ti; pero tú debes decidir si seguirle o no. “Si alguien quiere venir en pos de mí niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” Lucas 9:24. Que el mejor regalo que tengas esta Navidad sea el que tengas un corazón limpio, el perdón de pecados, una vida renovada y la oportunidad de alcanzar la vida eterna. Esta Navidad: “… les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor…hallaréis a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre”. Lucas 2:11-12
“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”. 1 Juan 4:10 “… si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”. (Romanos 10: 9-10) “De modo que, si alguno está en Cristo nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17). Cristo ¡oh! Bendito Jesucristo precioso Nombre sin igual; da paz perdón, consuelo y gran gozo al contrito corazón. Esta Navidad no pierdas la oportunidad de tener a Jesús en tu corazón y salvar tu alma.
Del editor: es nuestro deseo que esta Navidad cobre un sentido diferente para su vida. Le invitamos a compartir con otros estos articulos. Si quiere comunicarse con nosotros, nuestro correo es: saw.jefatura@salvationarmy.org
Mayora Paulina Márquez “El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; a los que habitaban en tierra de sombra de muerte, la luz resplandeció sobre ellos, Isaías 9;2, “Porque nos ha nacido un niño…” Isaías 9:6 ¿Qué es la Navidad para ti, Fantasía o realidad?, Cuándo pensamos en esta pregunta ¿qué es lo primero que viene a su mente? Sera el compartir en familia, los regalos, la cena navideña, o el nacimiento de Jesús ¿realmente sabemos cuál es el verdadero significado de esta celebración? He solicitado la ayuda de algunos amigos para conocer su percepción de la navidad, fantasía o realidad, las respuestas fueron las siguientes: Niños y Adolescentes. Para la mayoría de los niños y adolescentes hoy en día, la navidad es una época mágica, en la que la figura del “viejito pascuero”, compite en igualdad de condiciones con otros personajes fantasiosos como los héroes de Marvel. En este mes de diciembre, no hay un héroe que lo supere, pues “Santa, Papá Noel, o Viejito pascuero, como se le dice en otros países, viene desde el polo norte a traer los regalos que ellos piden y creen merecer por su buen desempeño escolar o por su comportamiento ejemplar durante el año. Es una época de regalos, para ellos es una fantasía, cuya responsabilidad de hacerla realidad recae en sus padres
Padres de Familia. En un año como éste, lleno de incertidumbre, de tristeza por la pérdida de familiares producto de la pandemia, y de inseguridad económica, la responsabilidad de hacer mágica la navidad para los niños, es algo que agobia y angustia a los padres. Las tradiciones de comprar ropa nueva, de preparar comidas, simplemente no podrán realizarse, en primer lugar, por restricciones de salud, pero principalmente por la situación económica que nos agobia. Para la mayoría de los padres, esta navidad, será un mes donde no podrán refugiarse en la fantasía que significó en años anteriores y tendrán que enfrentarse a una realidad que quizás no puedan ocultar a sus propios hijos. Comerciantes. Es una de las épocas estacionales más importantes para los comerciantes y empresarios, sin importar su tamaño. El poder suplir con productos a las familias para que alimenten la fantasía de la navidad, aquella que se engalana con luces, adornos, comidas y regalos, se convierte en la oportunidad perfecta para generar buenos ingresos económicos. Sin embargo, la realidad económica, podría contraer seriamente las ventas este año y hacer de esta navidad una de las más tristes para ellos. Extranjeros, migrantes y desplazados. Con el sueño de tener una vida mejor, año a año muchas personas abandonan su hogar para buscar uno nuevo en otras tierras. Estas épocas navideñas, se convierten en un tiempo de sentimientos encontrados. Quizás tendran comida en la mesa, pero lejos de los seres queridos. La añoranza de cómo se sentían al lado de sus padres, hijos y hermanos en una navidad anterior, superará cualquier beneficio que tengan y será peor aún para quienes a pesar de haber migrado, no han logrado mejorar su vida y deberán pasar esta navidad en un refugio, incomodando a un familiar o simplemente en la calle. No habrá magia, no habrá sueños, no habrá regalos, habrá simplemente una dura realidad.
Reflexión. La navidad fantasía o realidad, depende de la persona y el momento que viva, sin embargo, la navidad o Natividad para nosotros que conocemos a Cristo como nuestro Salvador personal es real no es fantasía, Navidad es un verdadero espíritu de amor y adoración a Dios, debe ser la época para recordar el inmenso amor que Dios tiene por cada uno de nosotros y que ha enviado a su hijo unigénito para que todo aquel que en el cree no se pierda más tenga vida eterna, y para ello no es necesario vestirse con los mejores vestidos, ni tener los mejores regalos, ni el árbol de navidad más hermoso. Hoy en tiempo de pandemia y emergencia sanitaria, debemos reflexionar, enseñar sobre el verdadero significado de la navidad, que nuestros hijos atesoren recuerdos hermosos de esta época, que esta celebración no se centre en el juguete o dispositivo electrónico, sino Cristo centro, la unión familiar, el amor de sus padres, el perdón y sobre todo en la formación espiritual en la palabra de Dios Estimado lector, que todo lo real de esta Navidad, pueda llenar su corazón, y sea una oportunidad para compartir y para ayudar a los que más lo necesitan. Que la bondad de Dios obre a través de nuestros corazones.