“Proyectu Raitán” La Propuesta Educativa de Fe en Scouts de Asturias MSC
1. Introducción Scouts de Asturias-MSC es un movimiento que se propone educar a niños, adolescentes y jóvenes en el tiempo libre, a través de proyectos que fomenten la educación integral de la persona. Una educación específicamente cristiana que da sabor a todas y cada una de las propuestas de acción de los grupos pertenecientes a esta Asociación. Basada en el Evangelio, se propone fomentar los valores de la Ley Scout para colaborar con la acción pastoral de la diócesis de Oviedo, asumiendo las orientaciones de la Organización Mundial del Movimiento Scout a través de la Propuesta Educativa del Movimiento Scout Católico. La opción educativa propuesta en “Tiempo libre, tiempo de valores”, publicado por Scouts de Asturias-MSC en el año 1997, nos recordaba que hemos elegido el escultismo como medio de transformación de la sociedad, mediante un proceso que parte de la situación inicial de los chicos y chicas. Consideramos que esta propuesta educativa es una aventura personal, vivida en pequeño grupo, con el acompañamiento imprescindible de los Responsables. Aquí nacen los debates, las dudas y los interrogantes fundamentales del sentido de la vida, que posibilitan la apertura a la trascendencia y el compromiso coherente con los valores de la Ley y la Promesa Scout. Descubrir el sentido de la vida haciendo felices a los demás y procurando dejar este mundo en mejores condiciones de como lo encontramos cuando llegamos a él, puede ser el motor de la felicidad, el factor principal de la realización personal y la descubierta de un Dios que nos ha puesto en este mundo para que seamos felices. Y todo esto podemos desarrollarlo a través de la metodología scout. En el tema de la espiritualidad, las herramientas que ofrece esta metodología para la animación de la fe, son la mejor oportunidad para proporcionar “el encuentro con Jesucristo, el compromiso con la Iglesia, y la opción por integrar en la propia vida los valores del Evangelio”. Hoy, en esta etapa de reflexión sobre nuestro pasado y la realidad actual, queremos ser fieles a nuestro legado histórico y al Escultismo de nuestro fundador. A la pregunta dónde entra la religión en el escultismo, B.P. dice que se encuentra en la raíces. La religión no entra, ya está, es el elemento subyacente. Apostamos, por lo tanto, por una pedagogía de la fe que anima, pone alma, a cada uno de nuestros proyectos y actividades. No es un añadido ocasional, el chaparrón del campamento de verano que llega inesperadamente y nos deja tan frescos. Debe ser el orballo que empapa nuestro ser, contamina nuestro estilo de vida y mantiene vivo el verdor de nuestra intencionalidad educativa.
2. El Responsable-Educador En este proceso el Responsable es el dinamizador del desarrollo de la propuesta educativa de Scouts de Asturias en el grupo scout. Como Responsable, tiene que saber acercarse a la realidad espiritual de los chicos y chicas y conseguir que esta experiencia les ayude en su progresión personal. Cada uno sigue su propio camino y juntos dan sentido a las experiencias vividas. Recreando nuestro documento del 96, definimos la tarea del Educador-Responsable en estos cinco puntos:
Es una persona libre con un camino definido en relación con Dios y con el mundo, que le permite construir un sistema propio y coherente de convicciones, valores, actitudes y acciones. Es constructor de un clima de confianza, respeto y libertad en el desarrollo de sus convicciones personales, abierto a compartirlas con los otros. Se plantea el compromiso scout, no como un fin en sí mismo, sino como un proyecto en actitud de servicio a la comunidad. Acoge con sensibilidad las realidades espirituales de cada familia y ofrece un espacio para celebrar la propuesta de Jesús de Nazaret y el compromiso de transformación del mundo según el Evangelio. Provoca tiempos de diálogo y comunicación de vivencias en las diferentes etapas de crecimiento de los chicos y chicas, en los que se busca un proyecto común, respetando las diferencias.
3. Las claves para su aplicación en los grupos •
La Descubierta. Al aplicar este término a nuestra metodología scout queremos buscar y encontrar lo que da sentido a nuestra vida y armoniza todas sus dimensiones. La descubierta no puede ser un hallazgo casual, sino fruto del esfuerzo personal y la convicción de que lo que encontremos en la última pista no nos va a defraudar. Es el gran rastreo que Dios nos envía a realizar. Él ha sembrado de pistas nuestro camino. Es posible que nos encontremos a veces fuera de sitio, que no sepamos dónde estamos o por donde salir a la siguiente pista, pero tenemos la certeza de que el Responsable que hizo el rastreo no nos quiso tomar el pelo, el rastreo tiene sentido, la búsqueda no es absurda. Sabemos que la fuente existe y que la sed nos alumbra. Para llevar a cabo la descubierta es necesario ver en la naturaleza la obra de Dios y reconocer en cada acontecimiento de nuestra vida, los signos de los tiempos que nos descubren su rostro. Cuando hablamos en el escultismo de la educación por la acción, o que el escultismo entra por los pies, ¿estamos afirmando que la parcela de la espiritualidad participa también de este método? Está bien que pongamos en el campamento el letrero: “Y puso su tienda entre nosotros”, pero, ¿leemos las experiencias del campamento desde su presencia entre nosotros, desde el Evangelio?
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La Observación. La descubierta es un método que tiene mucho que ver con la observación. Para trabajar la dimensión espiritual de los chicos y chicas de nuestro grupo, como en todo proyecto scout, tenemos que partir de su realidad. Es decir tenemos que “perder tiempo” en observar: ¿Cómo son estos chicos y chicas de mi unidad? ¿De qué van por la vida? ¿Cómo están en el grupo? ¿Qué necesidades tienen? ¿Qué les preocupa? ¿Qué les ilusiona? Hecha esta observación contaremos con muchas pistas para enriquecer sus proyectos y desarrollar la dimensión espiritual de los scouts y también la nuestra. Tanto el castor más pequeño como el ruta con más experiencia aprenden lo que ven. Lo verdaderamente significativo es lo que ven. ¿Será verdad que no podemos transmitir el valor que no vivimos? Está claro, la labor del Educador-Responsable que pone alma al proyecto es imprescindible. Con esta clave, en Scouts de Asturias queremos: observar, escuchar, preguntar, provocar, emocionar, evangelizar…
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Expresión de sentimientos. Otra clave para desarrollar la dimensión espiritual de los scouts: poner palabras a lo que experimentamos en nuestro interior. Como en el relato del explorador del Amazonas, nos proponemos hacer experiencias y buscar huecos para comunicarlas, más con la intención de animar a realizarlas que con la de pretender ser
comprendidos. Podemos comunicar la sensación que experimentamos al llegar a la cima de una montaña, lo que sentimos a partir de algo inesperado que sucedió en el campamento, la experiencia de un raid en solitario, aquel anochecer en la tienda con los rayos iluminando la chopera, la noche previa a la promesa, la acogida del resto del grupo al llegar de una marcha volante, la generosidad, sencillez y confianza de la gente del pueblo de acampada, aquella oración espontánea, aquel silencio en la noche, el ruido del río, las estrellas, las sombras, el “fuego” de campamento, la limpieza de aquella zona del río, la fiesta de agradecimiento, la eucaristía con el pueblo… Al expresar nuestros sentimientos, comunicaremos, también, la experiencia de un Dios Padre-Madre que se manifiesta en el silencio de la naturaleza, en las dudas y el misterio de nuestro corazón. Podemos presentar a un Jesús que se hace presente en el esfuerzo, en las dificultades, en la ayuda que recibimos de los demás, en nuestro propósito de ser felices haciendo felices a los demás. •
El pequeño grupo. El sistema de patrullas, el pequeño grupo, obliga a hacer experiencia de comunidad donde la armonía de todos depende de cada uno. Aquí nadie es superior a nadie. Existen distintas responsabilidades y diferentes niveles de progresión personal que pueden encajar perfectamente en el proyecto común. Los scouts con menos experiencia aprenden de los mayores de su rama y ven en ellos modelos de identificación. Aquí se posibilita el espacio más adecuado para salir de uno mismo y comunicar experiencias que tocan lo más íntimo y responden a los grandes interrogantes que van surgiendo en la vida. Será el buen lugar donde tomar las propias decisiones y vivir la espiritualidad scout al estilo de las primeras comunidades cristianas donde nadie pasaba necesidad y su distintivo era el amor: El pequeño grupo es importante, es la pandilla natural donde se sienten a gusto y se pueden expresar con naturalidad, pero no pueden olvidar que aquí les toca tomar decisiones y compromisos personales que afectan a la marcha del grupo.
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La comunidad de referencia. “La Iglesia necesita fomentar pequeñas comunidades en las que todos los participantes podamos descubrir y discernir lo que Dios nos pide en cada momento de nuestra historia personal y comunitaria”. Son palabras de D. Gabino Díaz Merchan en la XXXVII Asamblea General del MSC celebrado en Oviedo en 1996. Los grupos de Scouts de Asturias msc reconocemos que somos parte de la Iglesia Católica y nos sentimos corresponsables de su misión. Esto quiere decir que asumimos el Proyecto Educativo Pastoral de la comunidad que nos acoge y colaboramos con su carisma en la construcción del Reino de Dios, a través de la espiritualidad scout asumida en la Ley y la Promesa. Esta comunidad de referencia puede ser el buen lugar donde encontrar las pistas más fiables para llegar a descubrir y discernir lo que Dios nos pide. Ella, con sus luces y sombras, mantuvo viva la llama de la fe hasta nuestros días y sigue evangelizando con los cuatro pilares de las primeras comunidades cristianas, recogidos en los Hechos de los Apóstoles: - Lectura del Evangelio - Oración - Compartir los bienes - Fracción del pan Estos principios alimentan la espiritualidad scout de nuestros grupos y nos unen al resto de las comunidades cristianas de la diócesis. Juan López Sevillano Consiliario