ARTÍCULO PERIÓDICO EL TIEMPO SALUD, ESCUELA Y NORMALIDAD Dr. Hernán Robles Médico Pediatra
La pregunta que tienen todos los padres en el ámbito del consultorio es si su hijo es normal, no siendo la respuesta fácil, ya que esta tiene implicaciones importantes para el desarrollo y la toma de decisiones. Sumemos el número creciente de personas involucradas en los diagnósticos, como médicos, maestros, terapistas, nutricionistas etc. Para complicarlo más, cuando el diagnostico riñe con la educación que recibe el niño. Cada vez más los padres se ven avocados a sufrir por “diagnósticos” que se dan en los diferentes sitios a los que el niño asiste: estimulación, jardín, centro de ayudas lúdicas, colegio, etc. En ocasiones con buen criterio y en otras con errores. La pregunta que me hago siempre es que es anormalidad y en qué momento esta impide la educación de nuestros niños; pongamos un ejemplo: niño con dificultades motrices se presenta al jardín, se hace una evaluación y le dicen que no puede entrar a menos que se someta a mil terapias. Uno se preguntaría y si no mejora ese niño, no tendría el derecho a intentar su aprendizaje a pesar de su desigualdad? Cuántos de nosotros somos diferentes, unos con discapacidad deportiva, otros con discapacidad lecto-escrita, otro con disfunción musical, hipotonía, hiperlaxitud etc., etc., etc. Será que si no somos iguales o perfectos en todas las áreas del aprendizaje no tendremos éxito en la vida? Preguntémosle a un virtuoso músico si en la escuela fue además excelente futbolista o a un deportista de alto rendimiento o si las matemáticas fueron su pasión? De golpe sí, pero lo más probable es que desde muy pequeño su interés y sus capacidades se dirigieron a lo que se le facilitaba. En la mayoría de los casos el niño con algún tipo de inhabilidad podría completar los estudios sin embargo con la actual estructura escolar este niño será sometido a múltiples terapias, estudios y probablemente será estigmatizado, afectando su autoestima y aumentando su problema de desempeño académico. Agreguemos los esfuerzos del estado para acompañar la salud y la educación, no siempre afortunados, ahora le piden a los padres que su pediatra envíe la curva de crecimiento , papel que es de suma importancia como ayuda diagnóstica en el consultorio, además de difícil interpretación y que probablemente terminara en una carpeta de archivo sin ningún objetivo real, o lo que es peor que sea asumido por los maestros dando erróneos conceptos acerca de esto. También evaluación auditiva a niños menores de dos años. No sería más importante en vez de exigir una suma de papeles a los padres, crear programas internos en las escuelas de atención y diagnostico interdisciplinario. Este sería el termino que definiría a mi modo de ver, el buen devenir de la escuela y la salud: “interdisciplinario”. El trabajo de diagnóstico y en especial de manejo de los niños con algún tipo de discapacidad se debe hacer al interior de la escuela con el concurso de todas las personas involucradas en el problema: maestro, terapeutas, nutricionistas, pediatras , neurólogos, etc.,
Además el concepto ético de educación para todos se cumpliría, sin dejarle el problema a los padres, derivando de forma individual el niño a evaluaciones y terapias no siempre bien dirigidas, en horarios extensos que dificultan a la familia la vida, además aumentando los costos invertidos en la educación de forma importante. El cómo, será la discusión a revisar…