Anotaciones de género

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Análisis de género. Niños, niñas y adolescentes trabajadores en las regiones de Cusco, Ica y Ayacucho



Análisis de género. Niños, niñas y adolescentes trabajadores en las regiones de Cusco, Ica y Ayacucho


Análisis de género. Niños, niñas y adolescentes trabajadores en las regiones de Cusco, Ica y Ayacucho Proyecto “Niños y Niñas hacen el Camino” Investigador Principal Gonzalo Escalante Barrantes Equipo de investigación Carmen Barrantes Takata Lizeth Vergaray Arévalo Asistencia de investigación Yoselin Samamé Herrera Claudia Álvarez Blas Editoras Blanca Contreras Paredes Diana Gonzales Obando Coordinación de publicación Nelly Claux Alfaro Inés Lazarte Heraud Colaboradores Gina De La Torre Rojas, Gabriela Maribel Cuya Cabezas, Patricia Enciso Valencia, Johnny Liza Ferrari,Yuri Martínez Ochoa, Ismael Núñez Machaca, Gricelda Salazar Segovia Diseño y diagramación: Luis Enrique Caycho Gutiérrez Fotografía de carátula: Foto: Allan Lissner/OCIC © Save the Children International Calle La Santa María 120 – San Isidro, Lima – Perú Teléfono: (51 – 1) 422 9292 info.peru@savethechildren.org www.savethechildren.org.pe Lima, Perú Mayo 2016

“Este material/producto ha sido financiado por el Gobierno de Suecia y Gobierno de Canadá. La responsabilidad del contenido es exclusivamente del autor. El Gobierno de Suecia y el Gobierno de Canadá no comparten necesariamente las opiniones e interpretaciones aquí expresadas”.


CONTENIDOS Presentación

8

Introducción

10

Metodología

14

Muestra

20

Marco teórico

22

I. Trabajo infantil en Cusco

29

Contexto socioeconómico

30

La distribución del tiempo de los niños, niñas y adolescentes trabajadores

34

Inicio laboral y motivaciones

38

Valoración del trabajo: preferencias, beneficios y perjuicios

43

Escuela, trabajo y perspectivas a futuro

53

Red social

59

Qué es ser un niño y qué es ser una niña

66

Derechos, participación y capacidad de decisión

72

Conclusiones del capítulo

78

II. Trabajo infantil en Ica

83

Contexto socioeconómico

84

La diversidad de ocupaciones de los niños, niñas y adolescentes trabajadores

87

La distribución del tiempo de los niños, niñas y adolescentes trabajadores

89

Inicio laboral y motivaciones

99

Valoración del trabajo: preferencias, beneficios y perjuicios

105

Escuela, trabajo y perspectivas a futuro

115

Red social

123

Qué es ser un niño y qué es ser una niña

130

Derechos, participación y capacidad de decisión

135

Conclusiones del capítulo

143


III. Trabajo infantil en Ayacucho

147

Contexto socioeconómico

148

La distribución del tiempo de los niños, niñas y adolescentes trabajadores

151

Inicio laboral y motivaciones

156

Valoración del trabajo: preferencias, beneficios y perjuicios

160

Escuela, trabajo y perspectivas a futuro

167

Red social

173

Qué es ser un niño y qué es ser una niña

177

Derechos, participación y capacidad de decisión

183

Conclusiones del capítulo

189

Conclusiones

193

Bibliografía

198

Anexos

199

Anexo 1: Guía de taller participativo de NNAT

199

Anexo 2: Guía de entrevista de NNAT

210

Anexo 3: Guía de grupo de diálogo con padres

215


Foto: Movimiento de Adolescentes y NiĂąos trabajadores Hijos de Obreros Cristianos (MANTHOC)


Presentación Este estudio recoge la voz de los niños, niñas y adolescentes que participaron en el proyecto “Niños y Niñas hacen el Camino” respecto a qué es ser niño o niña, las diferencias de género, sus derechos y el derecho a participar y opinar, la distribución de su tiempo, su historia laboral, la valoración de su trabajo y de la escuela, sus expectativas para el futuro y sus personas significativas. Está dividido en tres partes. Cada parte corresponde a cada una de las regiones donde se desarrolló la investigación: Cusco, Ica y Ayacucho. Asimismo, las tres partes del estudio están estructuradas en ocho secciones, cuyo contenido se explicará a continuación: La primera sección, “La diversidad de ocupaciones de los niños, niñas y adolescentes trabajadores”, describe los diversos trabajos de acuerdo con la época de año y se analiza cómo estos tienen condiciones y una valoración diferente dependiendo de distintos factores, como el ámbito social (familiar o para terceros) donde se desarrollan1. La segunda sección,“La distribución del tiempo de los niños, niñas y adolescentes trabajadores”, principalmente explica las actividades que los niños, niñas y adolescentes desarrollan en su día a día y la importancia de cada una de ellas según el tiempo que le dedican, así como la frecuencia diaria con que se realizan. También se indaga sobre los cambios en la distribución del tiempo durante los fines de semana, en época escolar, en vacaciones o en otras épocas, como las de siembra y cosecha. Por otro lado, también incluye de qué manera los niños, niñas y adolescentes valoran dichas actividades. La tercera sección, “Inicio laboral y motivaciones para trabajar”, trata sobre el inicio laboral de los niños, niñas y adolescentes, aspecto importante para establecer, entre otras cosas, si este representó o no una afectación a su bienestar psicológico. Asimismo, se exploran las motivaciones de niños, niñas y adolescentes para trabajar, lo cual define el significado y la valoración del trabajo para ellos.

(1) En el caso de Ayacucho y Cusco, esta sección está contenida en “La distribución del tiempo de los niños, niñas y adolescentes trabajadores”.

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La cuarta sección, “Valoración del trabajo”, desarrolla la manera en que los niños, niñas y adolescentes valoran sus diferentes trabajos, tanto en sus aspectos positivos como en los negativos. También se analiza cuáles son los mejores y peores trabajos para los niños, niñas y adolescentes según la oferta laboral de la zona. La quinta sección, “Escuela, trabajo y perspectivas a futuro”, explica de qué manera los niños valoran tanto la escuela como el trabajo, cuál es más importante para ellos, así como la influencia que tiene una sobre el otro y viceversa. La sexta sección,“Red social”, explica quiénes son las personas más importantes para los niños, niñas y adolescentes y por qué. También se identifica su red social negativa y los casos de maltrato dentro de la familia. La séptima sección, “Qué es ser un niño y una niña”, busca reconstruir el significado y la manera en que se vive la infancia en los ámbitos de estudio. La octava sección, “Derecho, participación e iniciativas por la infancia”, recoge en qué medida los niños, niñas y adolescentes conocen sobre sus derechos y cómo ejercen la participación en su día a día. Por otro lado, identifica y valora las iniciativas por la infancia que hay en sus zonas de origen, poniendo particular atención en el proyecto “Niños y Niñas hacen el Camino”. Por último, se recogen las principales reflexiones de la investigación.

Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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Introducción El trabajo infantil es un fenómeno social que se ha posicionado en las últimas décadas como uno de los grandes problemas del mundo contemporáneo: basta revisar las estadísticas internacionales y nacionales para comprobarlo. En el año 2012, la Organización Internacional del Trabajo - OIT registró que en el mundo había 26 427 000 niños, niñas y adolescentes que trabajan, de los cuales 5 244 000 estaban involucrados en “trabajos peligrosos”. De la misma manera, señala que en América Latina y el Caribe el número de niños, niñas y adolescentes que trabajan asciende a 7 843 000, de los cuales 9 638 000 estarían involucrados en “trabajos peligrosos” (OIT, 2013). Por su parte, el diario Perú.21, en una nota publicada el día 16 de agosto de 2014 basada en datos del INEI de 2011, señala que en el Perú hay 1 659 000 niños, niñas y adolescentes que trabajan, de los cuales 832 000 son menores de 14 años, edad mínima para realizar actividades laborales según las leyes del Estado peruano. Esto se debe a que, como consecuencia de la globalización económica y el empobrecimiento y precarización de las condiciones de vida de millones de familias, niños, niñas y adolescentes de todo el mundo, en zonas tanto urbanas como rurales, devinieron en actores importantes para las estrategias de sobrevivencia de las familias pobres, fenómeno que se visualizó con mayor nitidez en las ciudades, donde millones de niños, niñas y adolescentes salieron a las calles a trabajar en diversas ocupaciones, mayormente en la economía informal. En este contexto, el interés y preocupación de la comunidad internacional por el bienestar de la infancia se formalizó con la suscripción de la Convención de los Derechos del Niño - CDN en 1989. Esta fue la expresión formal de un renovado interés de la comunidad internacional por la protección de los niños, niñas y adolescentes, especialmente por los que se encontraban en situación de vulnerabilidad. Por su parte, la sociedad civil también ha contribuido a la protección de la infancia. Save the Children, en particular, ha trabajado durante los últimos veinte años centrándose en la ejecución de programas para la lucha contra la violencia, la explotación y el abuso. 10

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Con el objetivo de asegurar la igualdad de derechos de niñas, niños y adolescentes a la protección, educación, supervivencia y salud, Save the Children Canadá implementa un programa de acción en cinco países (Bolivia, Burkina Faso, Nicaragua, Perú y Kenia). El proyecto “Niños y Niñas hacen el Camino” es parte de este programa y lo implementa Save the Children en el Perú. La intención es que los niños, niñas y adolescentes trabajadores estén protegidos contra toda forma de explotación, para lo cual se ejecutan acciones directas con el fin de reducir los riesgos y mejorar la calidad de sus vidas. Las estrategias que se utilizan son el mejoramiento de la calidad educativa, el acceso a la salud y seguridad, el acceso a servicios de protección, el fomento de la participación ciudadana, y la formulación o reforma de la legislación para que esté adecuada a las necesidades de estos niños, niñas y adolescentes. El proyecto se ejecuta en los distritos de Chuschis en Ayacucho, Andahuaylillas en Cusco, y Santiago, Los Aquijes, Parcona y La Tinguiña en Ica. Sus objetivos son: • Mejorar las oportunidades y condiciones laborales a través del desarrollo de habilidades personales y profesionales de la niñez trabajadora. • Fortalecer los sistemas de protección y legislación nacional para asegurar ambientes de trabajo adecuados, prevenir la explotación económica y asegurar la acreditación educativa de los niños, niñas y adolescentes. • Crear espacios adecuados donde las voces de los niños, niñas y adolescentes sean escuchadas. El proyecto se inició en mayo de 2011 y termina en el mes de marzo de 2016. Es en este contexto que Save the Children requiere conocer las condiciones de los niños, niñas y adolescentes que trabajan en Ica, Ayacucho y Cusco, los tipos de labores a las que se dedican, el impacto diferenciado de estos tipos de labores según género y las condiciones sociales y percepciones de las niñas y los niños, teniendo en cuenta su visión del futuro, de la educación, del trabajo, de sus derechos y de la familia. Adicionalmente, la investigación deberá incluir un análisis y recomendaciones sobre las leyes, políticas y servicios que protegen los derechos de las niñas, niños y adolescentes que trabajan.

Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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Foto: Inti Runakunaq Wasin (INTI)

Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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Metodología Luego de establecer la importancia de reconocer a los niños, niñas y adolescentes como actores sociales capaces de informarnos sobre sus sentimientos, preocupaciones y aspiraciones, surge el reto de identificar y construir la estrategia metodológica más adecuada que les permita informarnos en función de sus habilidades y bajo las maneras en que ellos prefieren comunicarse. Diversos autores (Ames, 2010;Woodhead, 1998; Gaitán, 2006) coinciden en que los métodos participativos son los más pertinentes para recoger de mejor manera las perspectivas de los niños, niñas y adolescentes, ya que a través de ellos “los niños, niñas y adolescentes tuvieron distintas oportunidades y formas de expresar sus puntos de vista, con actividades que involucran el juego, el dibujo, la conversación, la fotografía, el video, el sociodrama los paseos por la escuela y la comunidad” (Ames, 2010, p. 21). Asimismo, se adoptó una perspectiva grupal, ya que se consideró que, dentro de los métodos participativos, las técnicas grupales serían las más adecuadas para el presente estudio. A continuación,Woodhead (1998, p. 23) explica las situaciones en las que el método del grupo focal es particularmente apropiado, todas las cuales aplican a las circunstancias de los niños, niñas y adolescentes trabajadores. • Cuando es necesario un método amistoso, que sea respetuoso y no condescendiente. • Cuando los sujetos de investigación no tienen maneras fáciles y accesibles de hablar sobre un tema, la interacción tiene un efecto inductivo, construyendo confianza para que afloren sentimiento que de otra manera no serían expresados. • Para trabajar con grupos que han tenido históricamente poder e influencia limitada, “al tener la seguridad de estar entre otros que comparten bastantes sentimientos y experiencias con ellos, los participantes tienen una base para compartir sus puntos de vista” (p. 15). • Cuando hay un vacío entre los profesionales que toman las decisiones y su población objetivo, “los grupos focales proveen una visión clara de cómo otros piensan y hablan, son poderosos medios de exponer a los profesionales a la realidad de la población objetivo (p. 16) (Woodhead, 1998, citando a Morgan & Krueger, 1993, y a Stewart & Shamdasi, 1990). • Por último,Woodhead agrega la pertinencia de estos métodos donde los jóvenes encuentren la atención unoa-uno de un investigador adulto amenazante.

1. Los métodos participativos Los métodos participativos utilizados fueron adaptados principalmente de dos estudios o propuestas metodológicas. Debido a la determinante influencia que han tenido los trabajos mencionados en el presente estudio, creemos necesario mencionar brevemente los objetivos y planteamientos principales de cada una de estas obras.

Children’s perspectives on their working lives, de Martin Woodhead (1998) Este estudio apunta a informar a los tomadores de decisiones nacionales e internacionales sobre aspectos referentes al trabajo de los niños y brindar las bases para proyectos de prevención, intervención y apoyo a los niños trabajadores que sean más efectivos. Woodhead (p. 22) señala que el estudio fue diseñado para lograr cuatro metas principales: • Desarrollar un método de investigación que recolecte sistemáticamente información referente al trabajo de los niños desde la perspectiva de los niños. • Adaptar este método de investigación para usarse con grupos de niñas y niños de diversas culturas involucrados en un amplio rango de ocupaciones, en ámbitos rurales y urbanos. • Dar cuenta de las experiencias, creencias y sentimientos de los jóvenes sobre su vida de trabajadores, incluyendo sus circunstancias, redes familiares y expectativas, trabajo y escuela y prospectos para el futuro.

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• Contribuir al debate actual sobre las estrategias más apropiadas para promover los “mejores intereses” de los niños involucrados en trabajos que son considerados peligrosos o explotadores. Cabe destacar que el estudio fue llevado a cabo entre 1996 y 1997 en cuatro regiones del mundo (Bangladesh, Etiopía, Filipinas, El Salvador, Guatemala y Nicaragua) y participaron más de trescientos niños de 10 a 14 años.

Métodos para la investigación con niños: lecciones aprendidas, desafíos y propuestas desde la experiencia de Niños del Milenio, de Patricia Ames et al. (2010). Esta publicación nos presenta principalmente un manual de estrategias metodológicas de la investigación con niños. Los métodos que Ames et al. ponen a disposición han sido usados en el marco del proyecto Niños del Milenio (Young Lives), el cual busca “producir información novedosa y confiable que permita entender las causas y consecuencias de la pobreza en la niñez”. En su línea de investigación cualitativa, las preguntas que orientaron el estudio fueron las siguientes: • ¿Cuáles son las transiciones claves en las vidas de los niños, niñas y adolescentes? ¿Cómo las experimentan (particularmente en relación con sus actividades, relaciones, identidades y bienestar)? • ¿Cómo se entiende y evalúa el bienestar de los niños desde los propios niños, sus cuidadores y otros involucrados? ¿Qué es lo que les da forma a estas percepciones, qué las hace cambiar? ¿Qué es lo que se identifica como fuentes de bienestar de los niños y qué procesos de protección permiten a los niños minimizar estos riesgos? • ¿De qué forma las políticas, programas y servicios afectan las transiciones de los niños y su bienestar? ¿Cuáles son las diversas perspectivas de los actores involucrados en estos procesos? ¿Cómo interactúan el sector público, el privado, las ONG y las comunidades? Finalmente, Ames describe dicha metodología como “cualitativa y longitudinal, participativa, centrada en el niño, multi-actor, flexible y reflexiva, de métodos múltiples y mixtos (Ames, 2010 citando a Crivello et al., 2007, p. 7).

2. Herramientas de recojo de información Talleres participativos con niños, niñas y adolescentes2 Como parte de los talleres grupales con los niños, se desarrollaron ocho actividades adaptadas de las propuestas metodológicas esbozadas, cuyos propósitos y principales características describiremos a continuación.

Día típico En esta actividad se invita a los niños, niñas y adolescentes a describir su día a día, identificando las diversas actividades que realizan, contabilizando el tiempo que dedican a cada una de ellas y valorándolas según su importancia y el disfrute que pueden obtener de ellas. La actividad tiene tres momentos. En un primer momento, se pide a los niños, niñas y adolescentes que mencionen espontáneamente todas las actividades que realizan en su día a día. En un segundo momento se les pide que las ordenen en un papelógrafo, intentando indicar el tiempo dedicado a cada una. En un tercer momento, se les pide que valoren dichas actividades. El ejercicio se repite verbalmente para los fines de semana y otras temporadas, como las vacaciones.

Mi trabajo En esta actividad se exploran las circunstancias en las que trabajan los niños, niñas y adolescentes, así como los detalles de las actividades que realizan, su inicio laboral y sus motivos para trabajar. Se llevó a cabo de dos maneras. Una de ellas se inicia invitando a los niños, niñas y adolescentes a que se dibujen a sí mismos haciendo alguno de los trabajos que realizan. Posteriormente se pide a cada uno que presente su dibujo al resto del grupo. En los talleres con niños más pequeños, cuyos participantes no estaban en la capacidad de realizar dibujos muy detallados acerca de sus actividades laborales, y en los que hubo limitaciones de tiempo (2) Ver anexo 1.

Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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o de espacio, se modificó esta actividad: en lugar de invitar a los niños, niñas y adolescentes a dibujar, se colocó una imagen inductora de un niño de su edad y género realizando una actividad laboral que ellos mismos desempeñaban, y se les hicieron diversas peguntas sobre cómo se sentiría este niño, en qué podría estar pensando, si le gustaba lo que hacía y si encontraban algún parecido entre ese niño y ellos mismos. Una vez que cada uno ha presentado su dibujo o culminada la dinámica de la imagen inductora, se pregunta a los niños sobre los detalles de su trabajo, su inicio laboral, sus motivaciones para trabajar y sus perspectivas a futuro sobre su vida laboral.

¿Quién es importante para mí? Esta actividad busca identificar la red social de los niños, niñas y adolescentes (quién es o quiénes son las personas más importantes para el niño, por qué, qué hacen con ellos, qué grado de influencia tienen en los niños). Asimismo, explora la autopercepción de los niños y su autoestima. Inicialmente se entrega a los niños una hoja con un niño o niña al centro y se les pide que alrededor de este coloquen que las personas que consideren más importantes para ellos. Posteriormente se les pide que expliquen a los demás quiénes son las personas más importantes para ellos o ellas y por qué. En un segundo momento, se busca generar un ranking de importancia consensuado entre los niños, niñas y adolescentes, para lo cual se coloca la imagen del niño o niña en la pared y se pide a los niños que vayan poniendo a su alrededor a las personas más importantes para ellos según su grado de importancia y explicando el motivo de su importancia. Asimismo, se pregunta a los niños, niñas y adolescentes sobre las expectativas que estas personas tienen de ellos. En tercer lugar se identifica la red social negativa de los niños, niñas y adolescentes, ya sea dentro de sus familias o en sus comunidades. Finalmente, se plantean preguntas a los niños, niñas y adolescentes sobre aquello que los hace sentirse bien o mal, orgullosos o avergonzados.

Trabajo y escuela A través de esta actividad, se buscó identificar los beneficios y problemas de los niños, niñas y adolescentes identifican, por un lado como niños trabajadores, y por otro como niños estudiantes, así como conocer la valoración que dan al trabajo frente a la escuela (o viceversa). En esta actividad se mostró a los niños y niñas la imagen de un niño o niña trabajando. En primer lugar, se colocó una cara feliz encima de la imagen y se les pidió que comentasen cuáles eran las cosas buenas de trabajar. Luego se colocó una cara triste y se les pidió que comentasen cuáles eran las cosas malas de trabajar. Finalmente este ejercicio se repitió, pero con la imagen de un niño o niña estudiante. Luego se colocaron ambas imágenes, una al lado de la otra, y se les pidió que las comparasen según su importancia y que comentasen sobre su experiencia de ser niños trabajadores y estudiantes. Por último, se les pidió que hablasen sobre las complementariedades y contradicciones entre estas dos actividades.

¿Qué pasaría si…? El propósito fue explorar cómo se comportarían los niños, niñas y adolescentes frente a distintas situaciones que los afectan. Se planteó a los niños, niñas y adolescentes, a manera de cuentos, diversos dilemas y situaciones y se les pidió que comentasen qué creían que pasaría después y qué harían en esos casos. Los temas planteados en los cuentos fueron los siguientes: • Prohibición del trabajo. • Explotación. • Castigo. • Problemas familiares.

Derechos, participación y apoyo a la infancia Esta actividad busca conocer el manejo que tienen los niños, niñas y adolescentes sobre sus derechos, evaluar la capacidad que creen tener de incidir en asuntos dentro de sus familias, escuelas y comunidades, así como averiguar, desde sus puntos de vista, qué se está haciendo por ellos desde el Estado, las ONG u otros actores que podrían estar involucrados en la comunidad.

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En primer lugar se invita a los niños, niñas y adolescentes a que identifiquen sus derechos y la importancia de aquellos; también se indaga sobre las posibles diferencias entre los derechos de los niños, niñas y adolescentes y se plantea qué se puede hacer para defender estos derechos. En un segundo momento se plantea a los niños, niñas y adolescentes dos situaciones, a manera de cuentos, para saber en qué medida creen que pueden influir en las decisiones que se toman en su escuela y comunidad. En un tercer momento se coloca un papelógrafo en la pared y se pide a los niños, niñas y adolescentes que identifiquen las actividades que realizan con el proyecto “Niños y Niñas y Camino”, sus beneficios, los cambios ocurridos en la comunidad a partir de su intervención y los aspectos a mejorar del proyecto. Finalmente, se pregunta a los niños, niñas y adolescentes por otras iniciativas en favor de la infancia que conozcan.

Qué es ser un niño o una niña y qué trabajo es mejor En esta actividad, por temas de tiempo, se unieron dos actividades del estudio de Woodhead (1998), rescatando lo que se consideró más importante de cada una. La actividad “Qué es ser un niño o una niña” explora las creencias de los niños, niñas y adolescentes sobre cuándo la infancia empieza y termina e identifica cuáles son las actividades y trabajos para los niños según su edad y género. Se empieza preguntando a los niños y niñas si se consideran adultos o niños y sobre las diferencias entre ser un niño y un adulto. Posteriormente, con la ayuda de muñecos de cada género, se pregunta a los niños cuáles son las actividades y responsabilidades más apropiadas para cada uno de ellos y cómo le irá a cada uno en diversos aspectos de su vida: escuela, trabajo, hogar, futuro. Por su parte, la actividad “Qué trabajo es mejor” identifica las preferencias de los niños respecto de la oferta laboral local disponible para ellos y permite acceder a los criterios que usan para esta evaluación. Para esta actividad se les mostraron imágenes con niños, niñas y adolescentes desarrollando diversas actividades laborales y se les pidió que las ordenasen en función de cuáles consideraban los mejores y peores trabajos. Además, se les preguntó sobre los motivos por los cuales priorizaban unos frente a otros.

Algunas consideraciones • Organización de las actividades. Debido a la extensión de las ocho actividades descritas, estas fueron organizadas en dos talleres: un taller principal que reunió las primeras cuatro actividades, con una duración promedio de dos horas, y un taller secundario, que reunió las siguientes tres actividades, con una duración promedio de una hora. Cabe resaltar que se dio prioridad a la realización del taller principal, ya que este contenía el grueso de actividades a desarrollar, así como las más importantes. Esto explica que se realizara una mayor cantidad talleres principales que de talleres secundarios. • Composición de los grupos. Para que todos los niños tuvieran la oportunidad de expresarse y que la conversación fuese fluida, se procuró que los talleres estuviesen conformados por un máximo de cinco participantes. Sin embargo, no siempre se pudo cumplir con este criterio, porque usualmente se convocaba a más niños, niñas y adolescentes previendo la inasistencia de algunos. Por otro lado, en la medida de lo posible se coordinó para que la composición de los participantes de los talleres fuese homogénea para facilitar el arribo a consensos a partir la identificación dada por experiencias de vida comunes. En este sentido, se solicitó que los niños, niñas y adolescentes proviniesen de la misma comunidad/barrio, se dedicasen a la misma ocupación, perteneciesen a un mismo rango de edad y fuesen del mismo género. El criterio de ocupación no pudo cumplirse del todo, sobre todo en los talleres realizados en Ica y Ayacucho, donde en la mayoría de casos, si bien se convocó a niños, niñas y adolescentes de una misma localidad, tenían experiencias laborales bastante diferentes entre sí, lo que dificultó la búsqueda de consensos en cuanto a temas laborales. En cuanto a las edades de los niños, niñas y adolescentes que conformaban los talleres, se buscó separar a los niños pequeños de los mayores, ya que cada taller debía desarrollarse en función de las capacidades de cada grupo de edad. Por ello se establecieron dos grupos ideales de edades para la realización de los talleres: • De 6 a 9 años (niñas y niños pequeños). • De 10 a 14 años (niñas y niños mayores).

Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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Por último, en la medida en que la experiencia de los niños, niñas y adolescentes en diversos ámbitos de sus vidas va a estar particularmente influencia por su género, se hicieron, por un lado, talleres con niños, y por otro, talleres con niñas. Los talleres fueron moderados por profesionales del mismo género que el de los niños, niñas y adolescentes.

Entrevistas con niños, niñas y adolescentes Se realizaron entrevistas con algunos niños, niñas y adolescentes, con el propósito de profundizar en grupo algunos temas. Fueron abordados los siguientes asuntos3: • Características de su trabajo. • Motivaciones para trabajar. • Valoración de su trabajo. • Trabajo y género. • Entorno y condiciones de trabajo. • Escuela (y trabajo). • Perspectivas a futuro. • Situación familiar y red social. • Salud. • Iniciativas por la infancia. En la entrevista se incluyeron también actividades participativas para tratar algunos temas con los niños.

Línea de tiempo De acuerdo con Ames (2010, p. 42), el propósito de esta actividad es identificar los momentos importantes en la vida del niño o niña desde su propia perspectiva, sus expectativas a futuro, los recursos y apoyo que tiene para lograrlo, así como aquello que anticipa que puede impedirlo. Con ese fin se presenta al niño o niña un papelógrafo atravesado con una línea horizontal en cuyo inicio se muestra a un bebé de 0 años, y más adelante a un niño de 5, 10, 15, 20 años, y un adulto. Se pide al niño o niña que se ubique en la línea de tiempo y que nos hable de los momentos más importantes de su vida, tanto positivos como negativos, así como de sus perspectivas a futuro.

Grupos de diálogo con padres y madres4 Teniendo en cuenta que, al igual que sus hijos, los progenitores de los niños participantes de los talleres provienen de zonas rurales, donde predomina el habla del quechua (al menos en el caso de los niños de Cusco y Ayacucho) y el nivel y rendimiento educativo suelen ser bajos, se consideró que los grupos focales con los padres y madres debían tener también un enfoque participativo. El grupo de diálogo con los padres giró en torno a los siguientes temas: • Situación familiar. • Historia del trabajo infantil. • Perspectivas a futuro. • Derechos de los niños, niñas y adolescentes. Como se mencionó líneas arriba, algunos padres no habían culminado su educación escolar y la mayoría tenía como lengua materna el quechua; por este motivo, se optó por el uso de técnicas de recojo de información participativas. Las actividades realizadas con ellos se describen a continuación:

Dibujo proyectivo sobre el trabajo infantil Esta actividad fue tomada de estudio Voces sobre el trabajo infantil, de Gisselle Silva (2009). En ella se pide a los padres que elaboren un dibujo de un niño o niña trabajando y a uno de sus padres. Según Silva (p. 45), esta técnica permite observar, por medio de la representación gráfica, las percepciones de sujeto, sus fantasías, deseos, miedos e intereses, entre otros. Por medio del dibujo, el sujeto refleja sus vivencias, formas de ver el mundo y sensaciones de (3) Ver anexo 2. (4) Ver anexo 3.

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una manera indirecta y más enriquecida que si fuera de manera verbal, en donde puede haber aspectos profundos, ignorados e incomunicados conscientemente.

Imágenes inductoras: género y edad En esta actividad se presentó a los padres y madres imágenes de niños, niñas y adolescentes de diferentes edades con el propósito de recoger las percepciones sobre las responsabilidades, competencias y oportunidades que podría tener cada uno según género y edad.

Percepción del proyecto “Niños y Niñas hacen el Camino” Al igual que se hizo con los niños, niñas y adolescentes, se colocó un papelógrafo en la pared y se pidió a los padres que identificasen las actividades que realizan con el proyecto “Niños y Niñas el Camino”, sus beneficios, los cambios ocurridos en la comunidad a partir de su intervención y los aspectos a mejorar del proyecto. Finalmente, se preguntó a los padres por otras iniciativas en favor de la infancia que conozcan.

Entrevistas complementarias Finalmente, y en la medida de lo posible, se realizaron entrevistas a docentes, autoridades municipales y funcionarios del centro de salud para conocer más sobre la situación en que viven los niños, niñas y adolescentes dentro de sus comunidades en torno a los siguientes temas: • Opiniones sobre el trabajo infantil. • Articulación y contradicciones entre trabajo y escuela. • Condiciones de trabajo de los niños, niñas y adolescentes en la localidad. • Apoyo a los niños, niñas y adolescentes que trabajan. • Perspectivas futuras sobre los niños, niñas y adolescentes que trabajan.

Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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Muestra El universo del estudio está constituido por los niños, niñas y adolescentes trabajadores de los distritos de Chunchi en Ayacucho, Andahuaylillas en Cusco y Santiago, Los Aquijes, Parcona y La Tinguiña en Ica, beneficiarios del proyecto “Niños y Niñas hacen el Camino”. La muestra del presente estudio es de tipo no representativa, ya que la representatividad o calidad de la muestra cualitativa, a diferencia del muestreo cuantitativo, no está determinada en función de la cantidad o aletoriedad de los casos de estudio sino más bien en función de en qué medida los casos seleccionados nos permiten reconstruir e interpretar la dinámica de las prácticas y hablas de los sujetos dentro de su red vincular. Aun así, se intentó que la muestra seleccionada guardase relación con las características del universo de estudio, para lo cual se usó información proporcionada por las organizaciones aliadas de Save the Children y los responsables de la implementación del proyecto sobre las características de los niños, niñas y adolescentes participantes (número, distribución por género, edades y ocupación), así como la información del Censo Nacional 2007 cuando la primera no era suficiente. Es así que en el presente estudio participó un total de 155 niños, niñas y adolescentes en un total de 36 talleres participativos y seis entrevistas. En el siguiente cuadro se presenta un resumen de las características de la muestra del estudio:

Departamento Cusco Ica Ayacucho

Hasta 9 años

De 10 a 14 años

De 15 años a más

Niños

Niñas

Niños

Niñas

Niños

Niñas

0

0

8

22

2

4

19

19

26

19

2

0

0

0

10

9

7

8

1. Género Se buscó que hubiese equidad en la distribución de la muestra por género, tratando de reflejar la distribución de género encontrada en estas localidades. Bajo estos criterios, la distribución de la muestra por género quedó de la siguiente manera:

Muestra por género

Número

Niños

74

Niñas

81

Total

155

2. Edad Idealmente, la muestra debió estar constituida por niños, niñas y adolescentes de 6 a 14 años, los cuales fueron organizados por dos grupos de edades: • Niños, niñas y adolescentes de 6 a 9 años (niños menores). • Niños, niñas y adolescentes de 10 a 14 años (niños mayores).

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Se estableció como edad mínima los 6 años debido a que esta suele ser la edad en que los niños, niñas y adolescentes empiezan a realizar algunos trabajos o, como ellos dicen, ayuda, ya sea dentro o fuera de casa. La edad máxima de 14 años se estableció tomando en cuenta las normas nacionales vigentes, que permiten el trabajo infantil a partir de dicha edad; es decir, se trató de que los niños de la muestra sean aquellos que, legalmente, no tienen edad para trabajar. Sin embargo, en algunos casos se flexibilizaron los rangos de edad establecidos con el fin de tener la convocatoria suficiente para realizar los talleres y no excluir a los niños, niñas y adolescentes que ya se habían hecho presentes. Es así que las edades de los niños, niñas y adolescentes que participaron del estudio fluctúan entre los 5 y 17 años de edad, siendo 38 niños, niñas y adolescentes menores de10 años, 94 niños, niñas y adolescentes entre 10 a 14 años y 23 niños, niñas y adolescentes de 15 años o más.

Muestra por rango de edades

Número

Hasta 9 años

38

De 10 a más 14 años

94

De 15 años a más

23

Total

155

3. Departamentos Dado que el número de beneficiarios del proyecto era mayor en el departamento de Ica, más de la mitad de la muestra está constituida por niños, niñas y adolescentes de esta región. El número de talleres que se logró realizar en cada departamento —y por ende la cantidad de niños, niñas y adolescentes que participaron en ellos— también se vio influenciado por las facilidades logísticas de la zona, así como la disposición de los niños, niñas y adolescentes para asistir a los talleres. De esta manera, en el departamento del Cusco (Andahuaylillas) se logró hacer más talleres y tener una muestra más amplia, mientras que en Ayacucho (Chuschis) la muestra fue menor.

Muestra por departamento

Número

Cusco

36

Ica

85

Ayacucho

34

4. Ocupación En la medida de lo posible, se intentó que los talleres estuviesen conformados por niños, niñas y adolescentes de una misma ocupación, de manera que se seleccionó la ocupación que tendrían los niños, niñas y adolescentes de cada taller en función de las ocupaciones más representativas entre los niños, niñas y adolescentes de nuestro universo. En el caso del distrito de Andahuaylillas (Cusco), se identificó que la ocupación más popular entre las niñas era la elaboración de tejas, comercio menor y la agricultura/pastoreo, mientras que en el caso de los niños eran la tejería, la agricultura y el pastoreo; en el distrito de Chuschis (Ayacucho) se constató que la principal ocupación de los niños, niñas y adolescentes consistía en la agricultura y pastoreo, y en el caso del departamento de Ica, distritos de Los Aquijes, Santiago, Parcona y la Tinguiña, no se tomó en cuenta el criterio de ocupación y más bien se dio prioridad en la representación de niños, niñas y adolescentes de los diversos barrios donde se implementa el proyecto.

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Marco teórico 1. Los niños, niñas y adolescentes como actores sociales En las últimas décadas se viene llamando la atención de la poca atención que se ha dado al estudio de la infancia desde las ciencias sociales. La invisibilización de este grupo social, de acuerdo con Hirschfeld (2002) citado por Ames (2010), está relacionada con una visión empobrecida del aprendizaje cultural que sobreestima el rol que juegan los adultos y subestima la contribución de los niños a la reproducción cultural, así como la falta de reconocimiento de la amplitud y fuerza de la cultura infantil para dar forma a la cultura adulta. Esta situación, de acuerdo con Ames, no es exclusiva de la infancia, sino que es común a otros grupos sociales que se encuentran en una posición subordinada en las relaciones de poder en la sociedad, como las mujeres o minorías étnicas. Sin embargo, según Gaitán (2006), existe en los últimos años un renovado interés de la sociedad por los niños, niñas y adolescentes, el cual se explica por dos razones principalmente: • La situación de vulnerabilidad de la infancia frente a la explotación y la pobreza acrecentada por la globalización económica ha renovado el interés de la sociedad por proteger a los niños, niñas y adolescentes buscando su bienestar. Este interés por protegerlos se expresa concretamente con la suscripción internacional de la Convención de los Derechos de Niño (1989). • Por otro lado, la representación occidental de la infancia viene siendo cuestionada por comportamientos de niños, niñas y adolescentes que transgreden esta representación: “la sociedad adulta siente que pierde el control sobre unos individuos cuyos valores no llega a comprender”, lo cual genera una inquietud e interés hacia la población infantil. La nueva sociología de la infancia propone el reconocimiento de los niños, niñas y adolescentes como actores sociales en la medida en que se encuentran involucrados en la construcción de sus vidas y de las personas que los rodean: los niños, niñas y adolescentes no serían miembros pasivos de las sociedades que conforman, sino que también son capaces de influir en ellas en los planos material, cultural y político, como demuestran los movimientos y organizaciones de niños, particularmente los movimientos de niños trabajadores surgidos en los últimos treinta años en sociedades no occidentales. En esta línea, Woodhead (1998) resume en cuatro argumentos por qué se deben tomar en cuenta las perspectivas de los niños, niñas y adolescentes: • Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a ser escuchados sobre los asuntos que los afectan. Escuchar las experiencias y perspectivas de los niños, niñas y adolescentes viviendo en diversas circunstancias es un valioso antídoto para barrer con generalizaciones sobre la infancia y el desarrollo del niño que domina la discusión del tema. • Los niños, niñas y adolescentes son capaces de expresar sus sentimientos, preocupaciones y aspiraciones, dentro de contextos que respeten sus habilidades y estén adaptados a sus intereses y sus maneras preferidas de comunicarse. • Los niños, niñas y adolescentes son una importante fuente de evidencia sobre cómo el trabajo puede dañar su desarrollo, en particulares contextos económicos, familiares, comunitarios y culturales. Ellos tal vez no sean conscientes de algunos efectos perjudiciales (por ejemplo, riesgos a largo plazo para la salud), pero pueden estar sumamente conscientes de otros, y sus preocupaciones pueden ser un indicador importante, especialmente de los efectos psicosociales del trabajo. • Los niños, niñas y adolescentes no son pasivamente afectados por su trabajo por ser demasiado jóvenes e inocentes para comprender qué está sucediendo. Ellos contribuyen activamente con su mundo social, intentando comprender sus circunstancias, las limitaciones y oportunidades disponibles a ellos. Buscar la perspectiva de los niños, niñas y adolescentes en sus vidas presentes es un primer paso hacia su participación en dar forma a sus vidas futuras.

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Análisis de género. Niños, niñas y adolescentes trabajadores en las regiones de Cusco, Ica y Ayacucho


2. Trabajo infantil Antes de adentrarnos en el análisis de las diversas definiciones sobre el trabajo infantil, vale la pena presentar brevemente los enfoques más importantes que guían la acción de los investigadores, ejecutores de proyectos o programas y hacedores de políticas que trabajan el tema de la infancia, de manera que podamos comprender mejor las bases sobre las que se sostiene esta definición.

Abolicionismo El enfoque que predomina es el llamado “abolicionismo”. Este es promovido por la OIT a través de su Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil - IPEC y tiene como propósito la erradicación del trabajo infantil. Esta corriente tiene sus fundamentos en la representación occidental de la infancia que se caracteriza por atribuir a niños, niñas y adolescentes una debilidad e incapacidad intrínseca, con responsabilidades y actividades específicas: asistir a la escuela y jugar y delimitar espacios restringidos para su desenvolvimiento: el hogar (privado) y la escuela. La OIT ha logrado de manera exitosa que el abolicionismo sea la tendencia oficial, siendo el enfoque asumido por la mayoría organizaciones y Estados en lo que respecta al trabajo infantil. Esto se explica en parte por el gran trabajo de abogacía realizado desde el IPEC, pero sobre todo porque la representación occidental de la infancia es la que predomina en las sociedades occidentales, las que se ven influenciadas culturalmente por ellas. El pliegue de diversos actores nacionales e internacionales a esta corriente se manifiesta en la adopción del Convenio sobre la Edad Mínima, en 1973 (núm. 138), y la adopción unánime del Convenio sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil, 1999 (núm. 182), ambos de la OIT. Si bien los defensores de esta perspectiva argumentan que con el paso de los años y a la luz de la experiencia ha habido una flexibilización en su posición frente al trabajo infantil, en el sentido de no considerar negativo a priori cualquier trabajo desarrollado por niños, niñas y adolescentes sino en función de las condiciones en las que trabajan y poner más atención a las formas de explotación o de no explotación, estudiosos de la infancia como Manfred Liebel señalan que este tipo de manifestaciones no se visualizan en otras que reafirman el dogma tradicional de la OIT:

La declarada intención de la OIT de diferenciar y considerar más las condiciones bajo las cuales los niños trabajan, así como las formas de explotación o de no explotación, se mezcla eclécticamente con el dogma tradicional, de la en sí perjudicable “naturaleza” del trabajo infantil. “La infancia resulta ser un período de la vida que no debería estar dedicado al trabajo, sino a la educación y a la formación; de que, en razón de su naturaleza o de las condiciones en las que se practica (sic) el trabajo infantil pone con frecuencia en peligro las oportunidades que tienen los niños para llegar a ser, cuando sean adultos, unas personas plenamente productivas y útiles a la sociedad” (Liebel, 2000, p. 91 citando a OIT, 1996b, p. 32).

Valoración criticando El enfoque de la valoración crítica nace en los países llamados no occidentales, donde la manera de concebir y vivir la infancia difiere de su representación occidental. En particular, las organizaciones de niños, niñas y adolescentes trabajadores y sus colaboradores son quienes desafían abiertamente la propuesta abolicionista al reivindicar el derecho de los niños, niñas y adolescentes a trabajar y proponer el protagonismo infantil. Este corriente propone valorar el trabajo de los niños, niñas y adolescentes en sus efectos positivos y reconocer su contribución a la sociedad como trabajadores, siendo a la par críticos de las condiciones en las cuales desarrollan su trabajo. En palabras de Alejandro Cussianovich (2006, p. 377): “La valoración entonces se refiere a la valía humana, personal y social que tiene el trabajo como componente en los procesos de humanización de la especie y, por ende, el goce de este derecho. La crítica se refiere al ejercicio del mismo”.

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3. Definición del trabajo infantil Un primer problema que para llegar a una definición del trabajo infantil es el desacuerdo entre ambas corrientes sobre el significado de esta categoría. Para la OIT el trabajo infantil son aquellos trabajos perjudiciales para los niños, niñas y adolescentes, en este sentido señalan que “La expresión trabajo infantil no se refiere a todos los tipos de trabajo realizados por niños de menos de 18 años de edad” (OIT, 2002, p. 9) ya que “en el concepto de trabajo infantil no se incluyen actividades como la de ayudar, después de la escuela y realizados los deberes escolares, en los trabajos de la casa o el jardín, el cuidado de los niños o cualquier otra labor ligera”. Además, se señala que “el trabajo infantil que se debe abolir es el que corresponde a alguna de las tres categorías siguientes”: 1. Un trabajo realizado por un niño que no alcance la edad mínima especificada para el tipo de trabajo de que se trate (según determine la legislación nacional, de acuerdo con normas internacionalmente aceptadas), y que, por consiguiente, impida probablemente la educación y el pleno desarrollo del niño. 2. Un trabajo que ponga en peligro el bienestar físico, mental o moral del niño, ya sea por su propia naturaleza o por las condiciones en que se realiza, y que se denomina trabajo peligroso. 3. Las formas incuestionablemente peores de trabajo infantil, que internacionalmente se definen como esclavitud, trata de personas, servidumbre por deudas y otras formas de trabajo forzoso, reclutamiento forzoso de niños para utilizarlos en conflictos armados, prostitución y pornografía, y actividades ilícitas. Al respecto, representantes de la corriente de la valoración crítica rechazan que se use el término “trabajo infantil” para denominar a los trabajos perjudiciales para los niños dado que a su entender esto genera confusión, ya que el término siempre ha sido usado para referirse a todos los trabajos realizados por los niños y no solo a los perjudiciales:

El término “trabajo infantil” ha sido y es siempre un término que no diferencia entre condiciones aceptables y formas de explotación, el mismo que es asumido a cabalidad por el Estado peruano, firmando convenios internacionales, promulgando leyes y dictando políticas que dan la espalda a más de 2 millones 500 000 niños, niñas y adolescentes que trabajamos” (MNNATSOP, 2009). En cuanto a esta primera diferencia, nos distanciamos de la definición manejada por la OIT, pues entendemos, como lo hace la valoración crítica, que este término alude a todas las actividades laborales realizadas por niños, niñas y adolescentes, sean estas beneficiosas o perjudiciales para ellos. Por otro lado, si bien la valoración crítica sostiene que la categoría trabajo infantil no debería aludir tan solo a aquellos trabajos perjudiciales para los niños como lo hace la definición de la OIT, también señala que no todas las actividades perjudiciales para los niños, como aquellas que dañan intrínsecamente los derechos de los niños y de las niñas, deberían ser consideradas como trabajo o trabajo infantil, ya que, según su perspectiva “es imposible que este tipo de actividades que atentan contra la dignidad de la persona puedan ser consideradas una actividad laboral5” (MNNATSOP, 2011). En este sentido critican que en el Convenio 182 de la OIT se denomine como “peores formas de trabajo infantil” a este tipo de actividades: “la trata de menores, la “prostitución” infantil, la participación en conflictos armados no deben figurar en nuestro Código de los Niños, Niñas y Adolescentes como formas del llamado trabajo infantil” (MNNATSOP, 2011). Al respecto, nos distanciamos de la valoración crítica, pues entendemos que actividades ilegales como la prostitución infantil y adolescente, si bien son condenables, no dejan de ser entendidas como trabajos por los adolescentes que las practican, con todas las implicancias que esto tiene para la construcción de sus identidades. De esta manera, y partiendo de la propuesta de Save the Children en el documento Posición de Save the Children sobre la niñez y el trabajo (s/f), adoptamos la siguiente definición de trabajo infantil:

(5) http://ifejant.org.pe/Archivos/boletines/junio/pronunciamiento_mnnatsop.pdf

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Análisis de género. Niños, niñas y adolescentes trabajadores en las regiones de Cusco, Ica y Ayacucho


Todas las actividades que realizan los niños, niñas y adolescentes para contribuir a su propia economía o la de sus familias, se desarrollen estas dentro o fuera del hogar; sean estas remuneradas o no remuneradas; se desarrollen a tiempo completo o parcial; incluyendo las actividades ilícitas o delictivas.

4. Género La perspectiva de género “es una herramienta que permite observar con una lupa la forma en que construimos social y culturalmente el ser hombres y el ser mujeres, niños, niñas y adolescentes. Construimos social y culturalmente lo que es masculino y femenino, asignando roles y responsabilidades, reprobando o aprobando conductas de manera cotidiana sin darnos cuenta6” . Asumir una perspectiva de género nos permite distanciarnos de la naturalización de “lo masculino” y “lo femenino”; esto es, la asunción de que ciertos roles, actitudes o actividades son propias de mujeres u hombres y profundizar en la manera como en ciertos grupos se construyen representaciones sociales de “lo masculino” y “lo femenino”. A partir del entendimiento de estas representaciones, es posible analizar cómo estas representaciones sociales devienen favores de discriminación y postergación. Save the Children Internacional, en el documento de trabajo Análisis de género – Preguntas facilitadoras por categorías de análisis (s/f), plantea ciertas categorías de análisis que desarrollamos a continuación:

División del trabajo por género Es una forma de división social del trabajo que separa las actividades a ejecutarse según el género. Define como tareas propias de los varones a aquellas relacionas con la producción de bienes, administración de recursos y riqueza, y las que requieren fuerza. Para el caso de las mujeres, se define como propias aquellas relacionadas con el cuidado doméstico, sobre todo en el ámbito privado. El sistema define y organiza estos roles, atributos y posiciones para mujeres y varones en función de la división del trabajo.

5. Acceso y control de recursos y bienes Es la capacidad de contar, emplear y decidir sobre un recurso. Los recursos pueden referirse a, por ejemplo, salario/ ingresos, tiempo (especialmente en mujeres), estudios, capacitación productiva, alimentación, tecnología, servicios de salud o salud sexual y reproductiva, seguros de salud, transporte que facilite su trabajo, recursos naturales (agua, bosques, etc.), entre otros. Las personas pueden tener acceso a cualquiera de estos recursos, pero no necesariamente controlar y decidir sobre su uso. El análisis de bienes debe realizarse en términos de cómo varones y mujeres realmente acceden y se benefician de dichos bienes. Es importante ser conscientes de la distinción entre recurso y bienes.

6. Relaciones de poder (incluye ámbito privado y público) y participación La transformación de las relaciones de poder entre mujeres y hombres es el núcleo de la igualdad de género. Por esta razón, es esencial identificar las formas positivas e inclusivas de poder a escala individual (capacidad de decidir de manera autónoma, sensación de poder sobre su plan de vida, capacidad para actuar y cambia) y colectiva (unirse a otros para lograr cosas que de otro modo serían imposibles). Las relaciones a través de las cuales se ejercen, crean y reproducen las formas de poder ocurren en instituciones específicas (familia, comunidad, escuela, entre pares, organización, otros) y en diferentes niveles (local, nacional, global).

7. Estereotipos, creencias y actitudes sobre el género Las actitudes y creencias discriminatorias justifican y perpetúan la desigualdad de género, así como el control y poder de los hombres. (6) https://www.savethechildren.mx/sites/savethechildren.mx/files/resources/manual-equidad-generos.pdf

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Violencia basada en género Se refiere a todas las formas de violencia que las personas sufren debido a su género y que se basan en relaciones desiguales de poder (mujeres/hombres, diferentes grupos étnicos, etc.). Marcos legales, políticas y programas dirigidos a la igualdad de género Se refiere a los dispositivos legales y batería de programas o políticas que promueven la igualdad de género y los logros de estos mecanismos.

8. Los derechos del niño La Convención de los Derechos del Niño - CDN contiene todos los derechos humanos, civiles, políticos, económicos, sociales y culturales de los niños, niñas y adolescentes, quienes son sujetos de derechos. Cualquier vulneración a estos derechos es un atentado contra la dignidad del niño o niña y, por ende, Estado, familia, sociedad civil y sector privado son responsables de que los niños, niñas y adolescentes gocen plenamente de sus derechos. En este contexto, para conocer la condición social del niño y niña trabajador es necesario conocer en qué medida los niños, niñas y adolescentes están gozando de sus derechos o no y de qué manera el proyecto “Niños y Niñas hacen el Camino” contribuye a avanzar con esta agenda. Es necesario indagar en qué medida el trabajo y otras condiciones sociales promueven o vulneran los siguientes principios, que son reconocidos por Save the Children como aquellos que guían todo su trabajo:

El derecho a la supervivencia y el desarrollo Es preciso conocer los efectos tanto positivos como negativos del trabajo para la supervivencia y el desarrollo, y también que, a medida que los niños, niñas y adolescentes crecen y se desarrollan, su vulnerabilidad a las violaciones de derechos como consecuencia del trabajo también cambia. Por ejemplo, los niños, niñas y adolescentes de muy corta edad son especialmente vulnerables a los peligros en el trabajo y requieren protección especial. Los niños, niñas y adolescentes mayores que exceden la edad en que la educación es obligatoria pero tienen menos de 18 años pueden necesitar ayuda para obtener acceso al empleo y a medidas de protección.

El interés superior de la niñez En materia de trabajo infantil, esto significa desechar la idea preconcebida de que todo trabajo es nocivo y reconocer que el trabajo en ocasiones repercute en el interés superior del niño o niña. Por ejemplo, tenemos que reconocer que, mientras la separación de los niños, niñas y adolescentes del trabajo nocivo es a veces imperativa, la separación de dichos niños, niñas y adolescentes del trabajo sin sopesar el impacto de esta medida sobre su supervivencia y desarrollo no redunda en su interés superior. El interés superior de la infancia solo puede establecerse en estrecha consulta con los propios niños, niñas y adolescentes y sus familias.

No discriminación Es necesario saber si los niños, niñas y adolescentes son discriminados por razones de edad, género, discapacidad, etnicidad, lugar de origen o cualquier otra consideración. Esto significa también saber si la niñez trabajadora está siendo discriminada por el hecho de trabajar.

Participación Debe saberse en qué medida se está promoviendo la participación de la infancia en las decisiones que le afectan. Eso significa escuchar a los niños, niñas y adolescentes y tomar en serio sus observaciones y sugerencias, y conocer en qué medida se fomenta la participación de la niñez en la planificación, ejecución y evaluación de las actividades, e incentivar a otros a hacer lo propio.

9. Cultura El Perú es un país culturalmente diverso, donde, como resultado del proceso de conquista y luego la instauración del virreinato, la relación de la cultura occidental sobre las culturas no occidentales ha devenido en una relación de dominación cultural en favor de la primera y en detrimento de las segundas. Esto significa que durante siglos en nuestro país la cultura occidental ha sido valorada como “mejor” que el resto de culturas en cuanto a idioma, costumbres, conocimiento, arte, etc., por lo cual se sostenía que la aculturación era el mejor mecanismo para enfrentar esta diversidad. Este enfoque, llamado “etnocentrismo”, empezó a ser cuestionado en las últimas décadas

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del siglo XX en favor del enfoque intercultural, el cual, a diferencia del primero, valora la diversidad y el intercambio cultural, promoviendo que este último se dé en una relación horizontal. Dentro de cada grupo social, la infancia y la adolescencia es construida (y vivida) de manera diferente; del mismo modo, el trabajo tiene una función social y un significado distinto. En sociedades no occidentales, el lugar del trabajo en el proceso de socialización del niño o niña y en la producción o economía familiar difiere del lugar que ocupa en sociedades occidentales, y por tanto, es valorado de manera diferente. En este sentido, IFEJANT señala que:

[…] estudios hechos en Bolivia auspiciados por UNICEF sostienen que el trabajo de los niños, niñas y adolescentes, al ser un factor necesario de socialización, constituye un eje articularte de la identidad e identificación de los niños en su comunidad generando una experiencia de pertenencia; ambos son componentes de equilibración, de seguridad y desarrollo armonioso de las nuevas generaciones. Pero lo que esos estudios enfatizan es el hecho de que el trabajo no es apenas una táctica o recurso didáctico de iniciación de los niños a la vida de la comunidad. Por un lado no es una “ayuda” a sus padres [...] se trata de un trabajo productivo desde la perspectiva económica7. Sin embargo, son cada vez menos los grupos sociales que se pueden denominar puramente “occidentales” o “no occidentales”, ya que los movimientos poblacionales, la globalización económica y cultural, la ampliación de los sistemas de comunicación terrestres y de telefonía han propiciado una suerte de sincretismo económico y cultural, tanto en zonas urbanas-occidentales como en zonas rurales-andinas. Solo basta dar un vistazo superficial a nuestras zonas de intervención para ejemplificar esta situación: Cusco - Andahuaylillas. Compuesta por comunidades campesinas donde predomina la cosmovisión andina, pero a la vez en interacción económica y cultural con agentes económicos, estilos de vida y patrones de consumo urbanooccidentales. Ica (La Tinguiña, Santiago, Parcona, Los Aquijes). Compuesta por caseríos rurales y barrios urbano-marginales, en su mayoría habitados por migrantes o hijos de migrantes de zonas rurales y campesinas de Huancavelica y Ayacucho. Estos caseríos y barrios tienen una fuerte interacción económica y cultural con agentes económicos, los estilos de vida y patrones de consumo urbano-occidentales. Ayacucho. Compuesta por comunidades campesinas donde predomina la cosmovisión andina y la económica campesina; sin embargo, la globalización económica y cultural hacen que estás comunidades interactúen e incorporen dentro de su cultura y economía elementos urbanos occidentales. Cabe mencionar también que Schibotto señala que habría seis grandes culturas del trabajo infantil (Domic, 1999, p. 64): • Cultura “ecológica o sistémica”. Habría existido en el pasado y sigue presente en sociedades que incorporan orgánicamente y sin contradicciones la labor del niño y adolescente; es decir, se incorpora el trabajo infantil de manera integrativa, como parte del sistema de producción, de socialización, de valores, de relaciones sociales, de elaboración cultural, etc., como en las etnias del África y en la cultura andina. • Cultura de la “esquizofrenia clasista”. Relativiza el valor del trabajo dependiendo de los grupos sociales; este es conceptualizado como una tarea social distribuida en el cuerpo colectivo según una discriminación de clase, pero no considera la edad.

(7) Curso virtual trabajo de niños, niñas y adolescentes, primera unidad, tema 2.

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• Cultura de la “valoración instrumental”. Acepta que el niño o adolescente trabaje, a pesar de que rompe con los cánones y modelos ideales del niño pero resulta necesario en determinados contextos y circunstancias como instrumento útil para alcanzar objetivos correccionales o disfrazar la explotación económica. • Cultura de la “artificialidad”. Genera una disociación valorativa al desconocer el valor del niño trabajador, pero valora y dimensiona el trabajo desde una lógica educativa y didáctica a partir de la práctica educativa; esto da lugar a un banal entrenamiento pedagógico en un medio artificial. • Cultura del “tabú”. Donde el trabajo infantil es una forma de molestia, escándalo y vergüenza para la conciencia moral; expresa el subdesarrollo, la más miserable pobreza y la reproducción de las injusticias sociales. Desde esta perspectiva, el trabajo infantil sacrifica no solo el presente sino también el futuro de los pobre trabajadores. • Cultura de la “valoración crítica”. Se basa en la recuperación de la experiencia laboral como integrante del proceso de socialización de gran parte de la infancia contemporánea, especialmente en países en vías de desarrollo. El presente estudio debe indagar y comprender al niño o niña trabajador en el contexto cultural en el que se desenvuelve, tomando nota sobre todo del significado social y cultural que le asigna su grupo social a su trabajo.

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Foto: MANTHOC

I. Trabajo infantil en Cusco Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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I. Trabajo infantil en Cusco Contexto socioeconómico de Andahuaylillas, Cusco Ubicación geográfica El distrito de Andahuaylillas pertenece a la provincia de Quispicanchi, departamento de Cusco. Limita al norte con la provincia de Paucartambo, al este con el distrito de Urcos, al sur con el distrito de Huaro y la provincia de Acomayo y al oeste con el distrito de Lucre. Se encuentra ubicado a 3198 m.s.n.m. y su clima es cálido, porque se encuentra rodeado de montañas.Tiene temperaturas máximas de 20,9 °C y mínimas de hasta 0 °C. Se encuentra a 35 km al sureste de la ciudad del Cusco por la carretera asfaltada que conduce a la región Puno, aproximadamente a 45 minutos de viaje.

Población Según las proyecciones poblacionales del INEI a 2014, la población del departamento de Cusco fue de 1 308 806 habitantes, lo que representa el 4,2% del Perú. La provincia de Quispicanchi representa el 6,8% del departamento de Cusco. El distrito de Andahuaylillas albergaba a una población de 5 447 habitantes, y la composición de la población por sexo muestra una diferencia entre varones y mujeres de 4,4%. El porcentaje de población rural es de 38,6%.

Cuadro Nº 1 Población estimada y porcentaje, según departamento, provincia y distrito, por sexo (año 2014) Departamento/ Provincia/ Distrito

TOTAL

%

Hombres

%

Mujeres

%

Porcentaje Población Rural (%) 1/

Perú

30 814 175

100,0

15 438 887

50,1

15 375 288

49,9

24,8

Cusco

1 308 806

100,0

663 640

50,7

645 166

49,3

46,7

Quispicanchi

89 359

100,0

45 924

51,4

43 435

48,6

64,8

Andahuaylillas

5 447

100,0

2 842

52,2

2 605

47,8

38,6

Fuente: INEI. Proyecciones de Población. MIDIS, InfoMidis. Indicadores socioeconómicos 1/ Año 2007

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Análisis de género. Niños, niñas y adolescentes trabajadores en las regiones de Cusco, Ica y Ayacucho


En el distrito de Andahuaylillas, los grupos de edad con mayor población total son la población infante, niña y adolescente, seguida de la población de 15 a 19 años, evidenciando una población mayoritariamente joven (sumados estos grupos de edad son 43% de la población total).

Cuadro Nº 2 Población estimada y porcentaje, según departamento, provincia y distrito por grupos quinquenales de edad, 2014 Grupos quinquenales de edad

Departamento/ Provincia/

TOTAL

%

0-4

Distrito

%

5-9

%

10 - 14

%

15 - 19

%

Perú

30 814 175 100,0 2 880 686

9,3

2 930 450

9,5

2 916 314

9.5

2,889,781

9.4

Cusco

1 308 806

100,0

126 117

9,6

130 215

9,9

127 839

9.8

120,329

9.2

Quispicanchi

89 359

100,0

10 188

11,4

10 196

11,4

9 744

10.9

7,871

8.8

Andahuaylillas

5 447

100,0

586

10,8

589

10,8

596

10.9

539

9.9

Fuente: INEI. Proyecciones de Población. Obtenido web: http://proyectos.inei.gob.pe/web/biblioineipub/bancopub/Est/Lib1010/index.htm

Pobreza e inclusión total El 23,0% de la población total del país se encontraba en situación de pobreza, lo que significa que uno de cada cuatro peruanos tenía un nivel de gasto inferior al costo de la canasta básica de consumo. Más de la mitad de la población del distrito de Andahuaylillas es pobre, siendo la pobreza monetaria casi cuatro veces superior que en el departamento de Cusco. Existen fuertes brechas entre cusqueños, y por lo tanto, la agenda regional todavía tiene pendiente el desarrollo de políticas públicas inclusivas.

Cuadro Nº 3 Cusco: Pobreza monetaria y en proceso de exclusión Promedio nacional

Cusco

Quispicanchi

Andahuaylillas

Pobreza monetaria 1/

23

18,8

64,0

73,6

Pobreza monetaria extrema 1/

4,7

2,7

30,8

40,5

Población en proceso de inclusión

14,8

34,0

73,0

50,2

Indicadores

1. Pobreza monetaria departamental: ENAHO 2013 - INEI. Provincial y distrital: toma las estimaciones realizadas por el INEI 2009. Son considerados como pobres monetarios aquellas personas que residen en hogares cuyo gasto per cápita es insuficiente para adquirir la canasta básica de consumo de alimentos y no alimentos (vivienda, vestido, educación, salud, transporte, etc.). Son pobres extremos aquellos individuos en hogares cuyos gastos per cápita están por debajo del costo de la canasta básica de alimentos. Los gastos de los hogares incluyen no solo las compras sino también el autoconsumo, el autosuministro, los pagos en especies, las transferencias de otros hogares y las donaciones públicas. 2. Población en proceso de inclusión: se define como la población que vive en hogares con tres o más circunstancias asociadas a los procesos de exclusión: a. Ámbito de residencia (rural). b. Etnicidad (quechua, aimara, nativa). c. Educación de la madre (jefe o cónyuge con primaria incompleta o menos). d. Nivel socioeconómico (primer quintil del gasto del hogar). Fuente: Departamental: ENAHO 2013 - INEI. Provincial y distrital: Censo de Población y Vivienda 2007- INEI.

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En el caso de la pobreza extrema, resalta la alta incidencia en el distrito de Andahuaylillas, con diferencia del departamento de Cusco y de la provincia de Quispicanchis, el 40,5% de sus habitantes son pobres extremos. Los indicadores de Necesidades Básicas Insatisfechas - NBI consideran variables relacionadas con necesidades básicas importantes para el bienestar de la población, como el hacinamiento, las viviendas sin desagüe, hogares con niños que no asisten a la escuela y hogares con alta dependencia económica, entre otras. En el distrito de Andahuaylillas en el año 2007, el 60,9% de la población total vivía en hogares con al menos una necesidad básica insatisfecha, de los cuales el 39,4% son carentes de servicios de desagüe, el 14,7% con alta dependencia económica, el 4,2% con niños que no asisten a la escuela y el 1,9% con viviendas en condiciones inadecuadas.

Cuadro Nº 4 Andahuaylillas: población en hogares con al menos una Necesidad Básica Insatisfecha por tipo de NBI

Departamento/ Población en Población Viviendas Provincia/ viviendas con con NBI inadecuadas Distrito hacinamiento

Cusco Quispicanchi Andahuaylillas

60,9

1,9

Hogares con Población en Población en niños de 6 a viviendas sin hogares con alta 12 años que desagüe de dependencia no asisten a la ningún tipo económica escuela

31,2

39,4

4,2

14,7

1. Comprende la población censada en viviendas particulares con ocupantes presentes. FUENTE: INEI. Censos Nacionales: XI de Población y VI de Vivienda 2007.

Las cifras del IDH muestran que entre 1 834 distritos, Andahuaylillas se ubica en el puesto 546 del ranking. La esperanza de vida es una de las más bajas del país: 61,78 años.

Cuadro Nº 5 Andahuaylillas: Índice de Desarrollo Humano distrital y sus componentes. Año 2012.

Departamento/ Provincia/ Distrito

Cusco Quispicanchi Andahuaylillas

Índice de Desarrollo Humano

Población con Años de Esperanza de vida educación educación Ingreso familiar al nacer secundaria (población de 25 per cápita completa o más)

IDH

rank.

años

rank.

%

rank.

años

rank N.S. mes rank

0,3905

546

61,78

1 760

63,32

467

7,14

718

525,8

437

Fuente: INEI. Censo de Población y Vivienda 2007. ENAHO y ENAPRES. Elaboración: PNUD-Perú.

Educación Para el año 2007, la región Cusco muestra una tasa de analfabetismo de 13,9%; la provincia de Quispicanchi de 22,9% y el distrito de Andahuaylillas de 13,5%. Se comprueba que las brechas son mayores por género: mientras que el analfabetismo afecta a 5,5% de hombres, es cuatro veces más alto en el caso de las mujeres: 21,5%.

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Cuadro Nº 6 CUSCO:Tasa de analfabetismo según departamento, provincia y distrito, 2007 (Porcentaje de la población de 15 a más años que no sabe leer ni escribir) Tasa de analfabetismo

Departamento, provincia y distrito

Total

CUSCO QUISPICANCHI Urcos ANDAHUAYLILLAS Camanti Ccarhuayo Ccatca Cusipata Huaro Lucre Marcapata Ocongate Oropesa Quiquijana

13,9 22,9 16,1 13,5 9,7 31,8 32,7 24,4 16,6 12,7 24,9 25,7 10,8 33,8

Sexo Hombre 6,7 9,7 6,6 5,5 4,7 15,7 13,0 8,1 6,9 5,2 10,5 11,4 4,9 15,7

Mujer 21,0 36,1 24,9 21,5 18,4 47,3 52,0 39,4 27,0 20,0 40,5 40,7 16,4 50,5

Fuente: INEI-Censos Nacionales: XI de Población y VI de Vivienda 2007.

Indicadores de empleo Las cifras del último Censo de Población y Vivienda 2007 nos muestran que la PEA total asciende a 1 745 personas, de las cuales 1 700 (97,4%) están ocupadas. Solo el 2,6 de la PEA está desocupada. Según sexo, se observa que el mayor porcentaje de población inactiva son mujeres, que llegan al 70,1%. Por otro lado, el número de ocupados según área está constituida por el 67,4% en el área urbana y 32,5% en el área rural.

Cuadro Nº 7 Andahuaylillas: indicadores de empleo Área Indicadores de empleo

Sexo

Total

%

Urbana

%

Rural

%

Hombre

%

Mujer

%

Pob en edad de trabajar

3 212

100,0

2 031

63,2

1 181

36,8

1 613

50,2

1 599

49,8

PEA

1 745

100,0

1 168

66,9

577

33,1

1 174

67,3

571

32,7

PEA ocupada

1 700

100,0

1 145

67,4

555

32,6

1 141

67,1

559

32,9

Población económicamente activa desocupada

45

100,0

23

51,1

22

48,9

33

73,3

12

26,7

Población económicamente inactiva

1 467

100,0

863

58,8

604

41,2

439

29,9

1 028

70,1

Población Inactiva que solo estudia

507

100,0

318

62,7

189

37,3

271

53,5

236

46,5

Fuente: INEI-Censos Nacionales: XI de Población y VI de Vivienda 2007.

Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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1. La distribución del tiempo de los niños, niñas y adolescentes trabajadores La infancia es una etapa de la vida a la que se atribuyen diversos significados según el contexto sociocultural. Desde esta perspectiva, en cada grupo social los niños, niñas y adolescentes vivirán su infancia de una manera particular, y probablemente esta difiera significativamente de grupo en grupo. En esta sección describiremos y analizaremos cómo viven los niños, niñas y adolescentes, su cotidianidad, con énfasis en el lugar que ocupa el trabajo, la recreación y el estudio en su día a día. La información consignada en esa sección proviene fundamentalmente de la actividad denominada “Día típico” realizada en los talleres participativos. Durante esta actividad se motivó a los niños, niñas y adolescentes a dialogar sobre cuáles son las actividades que normalmente realizan desde que se despiertan hasta que se van a dormir.

De lunes a viernes Las mañanas (inicia entre 3 y 6 a.m.) Según la información recogida en los talleres participativos, los niños y las niñas inician sus actividades laborales desde muy temprano. Los niños y adolescentes varones dedicados a la tejería se levantan entre las 5:30 y 6 a.m. para trabajar entre una hora y media y dos horas antes de ir a la escuela. Solo uno de los cinco entrevistados no realiza esta actividad en las mañanas. Culminado el trabajo, regresan a sus casas, se asean, toman desayuno y van a la escuela. Las niñas tienen una mañana diferente, pues no suelen dedicarse a la tejería al inicio del día; sin embargo, se despiertan tanto o más temprano que los niños (entre las 4 y 5 a.m.) para preparar el desayuno o ayudar a sus madres en ello. Cabe resaltar que existe una división por género del trabajo: mientras que los niños salen a trabajar a las tejerías, las niñas se quedan en casa haciendo diversos trabajos domésticos, como preparar el desayuno para que esté listo cuando regrese su familia de la tejería. Los roles de género tradicionales dictan que la mujer se ocupe de las tareas del hogar y cuiden a otros y los varones se dedican al trabajo que requiere mayor despliegue de fuerza fuera del hogar y se encargan de proveer los ingresos para la familia. En las pautas de crianza se suelen repetir estos roles diferenciados sexualmente: son los niños los que realizan las tareas que requieren de mayor fuerza (la tejería) y las niñas las que demandan menos fuerza (labores domésticas). Si bien hay niñas que se dedican a la tejería, lo hacen en actividades para las cuales requieren un menor despliegue de fuerza. La mayoría de niñas que se dedican al comercio menciona que de lunes a viernes se levantan temprano, entre 6:00 y 6:30 a.m., y al igual que las niñas dedicadas a la tejería, ayudan a sus madres a preparar el desayuno y trabajan en la preparación de alimentos para la venta. Se observa que también se pueden producir situaciones preocupantes en términos de duración de la jornada laboral, como en el caso de Rosita (14 años), que se levanta más temprano que las otras niñas (3 a.m.) para preparar la quinua que venderá por la mañana en la esquina de su casa; además, luego de ir al colegio y a su nivelación escolar, realiza las tareas del hogar. También es necesario acotar que el trabajo que los niños, niñas y adolescentes desarrollan en el ámbito familiar no siempre cuenta con la supervisión y compañía de los miembros de la familia, debido a que los padres salen a trabajar muy temprano. En el caso del trabajo doméstico, a veces asumen esta responsabilidad porque sus madres tienen otras ocupaciones y deben salir fuera de casa; en el caso de quienes se dedican a la elaboración de tejas, no siempre, pero sí en su mayoría, trabajan con sus padres. En general, los niños, niñas y adolescentes después de ir a la tejería o de trabajar en la casa van al colegio en horario diurno hasta las 2 p.m. y luego regresan para almorzar.

Las tardes (de 2:30 a 5:00 p.m.) Después de asistir a la escuela, tanto los niños como las niñas suelen trabajar con sus padres en la elaboración de tejas desde las 2:30 o 3:00 p.m. hasta las 4 o 5 p.m.; sin embargo, esta parece ser una actividad más permanente para los niños que para las niñas, ya que a ellas se les da como prioridad la realización de actividades domésticas, por lo cual, si tienen actividades pendientes como lavar ropa, cocinar o ayudar a sus hermanos menores, se les dispensa de ir a la tejería.

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Las niñas que se dedican al comercio tienen una rutina diferente por las tardes: después de almuerzo, van a la organización no gubernamental Inti Runa Kuna Wasi (o “local del Inti”) para hacer sus tareas escolares y recibir nivelación escolar hasta las 5 p.m.

La tarde (de 5 a 7 p.m.) Por su parte, los niños, niñas y adolescentes señalan que van al local de Inti a las 4 o 5 p.m., en el segundo turno. A las 5 p.m., las niñas del taller de comercio regresan a sus casas, donde las esperan diversas tareas domésticas, como preparar la comida y lavar la ropa. Una de las niñas “ayuda” de 5 a 7 p.m. a su madre a preparar los alimentos que venderá al día siguiente en su puesto de venta.

La noche Los niños del taller de tejería por las noches se dedican básicamente a jugar y a ver televisión, siendo la hora de cenar de 7 a 7:30 p.m. Finalmente, se van a dormir a las 9 p.m. Por su parte, las niñas (de los talleres de tejería y comercio) deben preparar la cena para cuando sus padres regresen de trabajar. Particularmente las niñas del taller de comercio narran que desarrollan múltiples labores domésticas desde que regresan de Inti a las 5 p.m.; algunas puntualizan que no tienen tiempo de ver televisión ni jugar en ningún momento del día, o que en todo caso solo juegan en el recreo de la escuela, lo que evidencia que existe una diferenciación sobre el acceso al tiempo libre y a la recreación en función del sexo, en perjuicio de las niñas que manifiestan no tener tiempo para jugar durante el día. Veamos cómo difieren las noches entre niños, niñas y adolescentes: mientras los primeros se dedican a jugar, las segundas se dedican a cocinar:

Niño taller tejería A las 2:30 p.m. Estoy bajando a mi tejería, siempre hay algo que hacer; luego subo a hacer mi tarea al Inti y en la noche salgo a jugar. Taller con niños de tejería. Andahuaylillas. Niña taller tejería En la noche cocinamos la cena a las 6 p.m. Los papás se quedan haciendo tejas. A las 8 p.m., si ellos llegan tarde, yo siempre le guardaba un táper y se lo envolvía. Taller con niñas de tejería. Andahuaylillas. Como se observa en lo recogido en los talleres, el trabajo doméstico no tiene un horario estable, lo que deja a las niñas sin la posibilidad de tener tiempo para ellas, para descansar o para jugar. Los niños que trabajan en la tejería cumplen con una actividad que requiere más esfuerzo, pero una vez que llegan a su casa van a comer, ver televisión, jugar y descansar. El juego es una actividad imprescindible para el desarrollo socioemocional en niños, niñas y adolescentes.A través del simbolismo del juego, se ensayan diferentes roles, se despliegan fantasías y se desarrolla la imaginación y creatividad. El juego puede darse en pequeños momentos, pero el que no tengan un momento exclusivamente para jugar y más bien enfrenten solo responsabilidades podría llevar a estas niñas a “quemar etapas” importantes y asumir roles exclusivamente adultos antes de tiempo, lo que podría frenar su desarrollo creativo y capacidad simbólica si la restricción del tiempo para jugar se da en los primeros años de vida. Por lo menos las niñas mencionan que espacios como la escuela les permite jugar y encontrarse con sus amigas: aquí, ellas tendrían allí un pequeño espacio de recreación. Hemos abordado de manera descriptiva las actividades que realizan los niños, niñas y adolescentes en su día a día y cuánto tiempo dedican a cada una de ellas en la mañana, en la tarde y en la noche. A continuación presentamos un cuadro en el que se contabiliza cómo los niños, niñas y adolescentes distribuyen su tiempo en un día típico. Hemos tomado como referencia los tiempos máximos que dedican a cada actividad. Cabe precisar que el cuadro solo busca ser una referencia que permita tener un panorama de la distribución horaria por tipo de actividad. Es de señalar que los niños que han participado en este estudio intervienen en un programa de reforzamiento y nivelación escolar desarrollado por la organización no gubernamental Inti Runakunaq Wasin, con el auspicio de Save the Children. Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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Actividad

Niños tejería

Niñas tejería

Niñas comercio menor

Escuela y tareas escolares

8 horas

8 horas

8 horas

Trabajo

4 horas

5 horas

4 horas

Recreación 8

1 hora y 30 min.

1 hora.

0

Los fines de semana Durante los fines de semana, la rutina de los niños, niñas y adolescentes cambia: al no ir a la escuela, le dedican más tiempo al trabajo. Los niños que participaron en el taller de tejería señalan que se levantan entre las 5:30 a.m. y 6:00 a.m. y, por lo general, trabajan todo el día hasta las 4 de la tarde. Hasta la 1 p.m. elaboran tejas y entre 2 p.m. y 4 p.m. preparan el material para la jornada laboral del domingo. Los domingos tienen una menor carga laboral que los sábados, ya que trabajan hasta medio día. Cabe resaltar que los fines de semana los niños también realizan labores domésticas: si bien no lo hacen diariamente, señalan que las efectúan “de vez en cuando”, sobre todos los fines de semana, cuando no cuentan con material para hacer tejas.

Moderador: ¿alguno de ustedes ayuda en casa o solo trabajan en la tejería? José (12 años): yo ayudo a lavar servicios. Moderador: ¿tú, Rodrigo? Rodrigo (16 años): a veces ayudo a lavar ropa. Moderador: ¿tú, Esteban? Esteban (12 años): a lavar ropa y a veces a cocinar. Taller con niños tejería. Andahuaylillas. Los fines de semana, las niñas siguen trabajando con sus padres en la tejería y “apoyan” en las labores del hogar. En el caso de Melisa, se levanta temprano para preparar el desayuno y el almuerzo para sus padres y su familia, una vez en la tejería “ayuda” en el trabajo; sin embargo, esto está supeditado a si tiene o no trabajo doméstico pendiente, caso en el que los padres priorizan dichas actividades sobre la tejería:

Entrevistadora: los sábados y domingos, ¿cuántas horas trabajabas? Melisa (15 años): hum, bajaba, o sea les llevaba el desayuno a las 8 de la mañana, luego me decía mi papá “levanta las tejas hasta las 10”, luego subía a mi casa para lavar mi ropa, luego a las 1 les llevaba la comida y me quedaba hasta las 3 o 4 de la tarde. Entrevista a Melisa, tejería. Andahuaylillas. En el caso de las niñas del taller de comercio, los fines de semana por lo general trabajan en puestos de venta de alimentos. Estos trabajos los hacen para un tercero, como Anabel (13 años) que vende comida en un negocio de su profesora del colegio, por lo cual recibe como pago 10 soles diarios. O como el caso de July (11 años), que vende comida en un paradero de transporte cercano a su casa. Ella se levanta a las 7 a.m. y trabaja desde las 9 a.m. hasta las 4 o 5 p.m. los fines de semana. Y el caso de Rosita (14 años), vuelve a aparecer poniendo la nota extrema, pues los fines de semana se sigue levantando a las 3 a.m. porque la venta de quinua continúa en el puesto de su madre. Por otro lado, algunas chicas trabajan en puestos de venta de sus familiares. Este es el caso de Nora (11 años),

(8) No se cuentan los minutos de recreo en la escuela.

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que lava los platos durante el fin de semana en el puesto de mercado que tiene su mamá. Cabe resaltar que ella no lo considera como un trabajo, sino como una ayuda. En general, tanto los niñas que trabajan para sus padres como aquellas que lo hacen para terceros coinciden en que su jornada va desde las 8 a.m. hasta las 4 p.m., aproximadamente.

Anabel (13 años): [empiezo] a las 8- 8:30 Moderadora: ¿hasta? Anabel (13 años): hasta las 4. July (11 años): a las 9… hasta las 4. Taller con niñas, comercio. Andahuaylillas.

Vacaciones La tejería es una actividad central en la vida de los niños, niñas y adolescentes que trabajan en ella y que, como dijimos, se suspende solo en época de lluvias, lo que coincide con las vacaciones escolares. Esta es la tejería realizada con el método artesanal, que solo es viable en época de sequía y que se realiza entre abril y octubre. Cuando suspenden sus actividades en la tejería, los niños, niñas y adolescentes buscan otras ocupaciones para obtener ingresos, ya sea individuales o familiares. Es preciso señalar que, para quienes trabajan en centros de producción donde la tejería se realiza de forma mecanizada, el trabajo se prolonga también a las vacaciones. La oferta laboral en la época de lluvias está orientada sobre todo a actividades agrícolas o derivadas de esta actividad, esto es, el trabajo en chacra de terceros o de familiares o el trabajo como cargadores de productos agrícolas. Los niños, niñas y adolescentes comentaron que el verano anterior trabajaron plantando árboles. Esta actividad se dio dentro del contexto de un proyecto municipal de reforestación que resultó ser también una iniciativa de generación de empleo juvenil, lo cual es positivo en la medida en que los niños, niñas y adolescentes de estas zonas son vulnerables a ser captados por las redes de trata laboral y sexual cuando salen de sus comunidades en busca de otras oportunidades laborales.

Moderador: ¿qué otras cosas más han hecho? Niño 2: chacra, he ayudado a mi hermana… tiene una chacra Moderador: ¿y eso, cuándo lo haces? Niño 4 y niño 2: en tiempo de lluvia. Niño 5: hay un tiempo para hacer tejas también. Taller con niños, tejería. Andahuaylillas. Existen ocupaciones que tienen continuidad durante todo el año, como las actividades domésticas y las que no se realizan al aire libre, como ser vendedora o camarera en restaurantes o su equivalente (refrigerios o quioscos), ambas desarrolladas sobre todo por las niñas.

Moderadora: ¿y en las vacaciones, qué hacen? Melisa (15 años): aparte de la tejería, cocinamos y siempre hay huecos para trabajar en la plantación con la municipalidad. A mí me pagan como 72 soles. Con esa plata se compran los útiles, o mi mamá me decía “ayúdame con tu ropa” y yo me compraba la ropa. Taller niñas, tejería. Andahuaylillas.

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Entrevistadora: ¿trabajas en la chacra y también ayudas a vender rocoto? Sheril (13 años): en la chacra cuando hay tiempo de cosecha… vienen a mi casa y le dicen a mi mamá: ¿puede ayudarme tu hija? ahí entonces voy, le ayudo, después los sábados y domingos voy a Cusipata, ahí donde mi tía, para ayudarla a vender rocoto relleno. Entrevista a niña, comercio. Andahuaylillas. A continuación se presenta un cuadro resumen sobre los trabajos según la estación en la que se realizan.

Ocupaciones según estación y ámbito Estación Actividades laborales

Sequía

Lluvias

Actividades domésticas

X

X

Tejería

X

Cargar camiones

X

Trabajar en chacra

X

Plantación de árboles

X

2. Inicio laboral y motivaciones Desde pequeños Dentro de las familias rurales y campesinas, lo usual es que niños, niñas y adolescentes desde muy temprana edad participen en diversas actividades productivas o domésticas, y que a medida que van creciendo, se les deleguen progresivamente tareas cada vez más complejas física y mentalmente. Sin embargo, en contextos de precariedad también se observan casos en los que los niños son sobrexigidos, con consecuencias negativas para su bienestar. Los niños del taller de tejería manifiestan que, al inicio, sus responsabilidades se limitaban a acompañar sus padres y a la preparación del material; luego a pisar el barro (los varones), y por último, cuando eran más grandes, empezaron a moldear la teja, que es la actividad más compleja que realizan. Las niñas también nos cuentan que aprendieron el trabajo de la tejería desde los 7 años. Comentan, además, que fueron sus papás, o en algunos casos su papá y su mamá, quienes intervinieron en el proceso de enseñanza-aprendizaje. En los siguientes diálogos se observa cómo se da (i) el proceso de aprendizaje de uno de los participantes del taller, y (ii) la claridad que tienen en cuanto a qué tipos de actividades puede asumir un niño pequeño y qué actividades no.

(i)Proceso de aprendizaje Moderador: ¿cómo aprendieron a hacer este trabajo? Niño 4: mirando nomás, mirando a nuestros papás cómo hacer. Niño 2: a mi papá he mirado. Niño 4: cuando éramos chiquitos, siempre nuestros papás nos llevan a la tejería, en ahí estamos, y poco a poco aprendemos de lo más fácil […] y de ahí subimos […] a cernir arena.

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(ii)Tareas asignadas a niños pequeños Niño 5: él (José de 10 años) no tiene trabajo muy fuerte como nosotros, está cerniendo arenita todavía. Taller con niños tejeros. Andahuaylillas. Este proceso no solo ocurre en la elaboración de tejas sino también en otras actividades, como la agricultura. Las niñas del taller de comercio menor señalan que fueron familiares cercanos quienes les enseñaron las diversas actividades que aplican en sus trabajos, como pelar papas, lavar platos o recogerlos de las mesas. Una de las niñas del taller de comercio nos cuenta cómo fue aprendiendo a realizar algunas tareas dentro de la agricultura por enseñanza de su madre y padrastro:

Entrevistadora: ¿y quién te enseñó a trabajar en la chacra? Sheril (13 años): yo tenía un padrastro, con mi mamá hemos ido al campo, a Quillabamba, ahí adentro donde he nacido. Mi mamá trabaja tiempo y mi padrastro nos decía que trabajemos, tienen que hacer así… nos enseñaba. En acá, en Cusco, mi mamá me dijo, tienes que hacer así, el maíz se hace así. Entrevistadora: ¿cuántos años tenías? Sheril (13 años): ocho o nueve. Entrevista a niña. Andahuaylillas. Los padres que participaron en el estudio también parecen tener claro que es necesario graduar las tareas que los niños realizan. Por ejemplo Luciano nos cuenta, a través de un dibujo proyectivo, qué actividades realiza su hijo en la chacra:

Luciano: aquí está mi hijito con sus 12 años, está con la chaquitaqlla poniendo las semillas. Según a lo que él puede, no puede esforzarse mucho. Entrevista a Luciano. Andahuaylillas. Este proceso de enseñanza-aprendizaje gradual de padres a hijos e hijas permite reflejar también cómo se va dando el proceso de socialización. La socialización de niños, niñas y adolescentes se da, como se sabe, desde muy temprano y a través de diferentes agentes. La familia es el primer y principal agente socializador que trasmite los roles y cómo interactuar con los demás. La escuela es otro agente socializador importante, así como la sociedad, la Iglesia y la cultura del grupo social. Todas las experiencias de la vida del niño o niña le enseñan prácticas específicas para desenvolverse de la manera que su grupo social considera adecuado, es decir, aprende a comportarse según su contexto sociocultural. El trabajo, en el caso de estos niños, niñas y adolescentes, les permite aprender un oficio (primero dentro de sus hogares o trabajando con sus padres en actividades fuera de casa) y aprender a relacionarse con personas fuera de su círculo familiar, especialmente si trabajan en el espacio público para terceros. Estas actividades enseñan cómo manejarse en la sociedad desde pequeños, lo que los niños, niñas y adolescentes urbanos hacen recién cuando entran al mercado laboral, ya siendo adultos.

El trabajo como conjunto de acciones Las actividades económicas involucran la realización de diversas tareas y acciones, desde las más simples hasta las más complejas. Cada una tiene un requerimiento específico de fuerza y dificultad. En este sentido, es necesario conocer qué acciones componen la actividad laboral en estudio para identificar cuáles de estas son asignadas a los niños y cuáles no. Según la información recibida en los talleres, la elaboración de tejas involucraba las siguientes actividades:

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• Traslado del material. • Preparación del material (separar las piedras). • Pisar el barro. • Moldear/tender la teja. • Cocer la teja. Cada tarea demanda una capacidad mental y física específica que es preciso tomar en cuenta a la hora de analizar las condiciones de trabajo de los niños, niñas y adolescentes; es decir, que no se debe atribuir a priori a toda ocupación una misma calificación, porque se estaría generalizando, cometiendo un error, y sobre todo, perdiendo la posibilidad de identificar los procesos o tareas que implican riesgo para ellos. Veremos a continuación cómo los niños perciben que algunas tareas sí son apropiadas para ellos y otras no. Ellos también distinguen las actividades en función del sexo, e incluso a través de ellos se conocen las historias que circulan para justificar la realización o no de determinadas tareas por la niña o el niño, como por ejemplo asumir que la mujer no puede pisar el barro porque se le sale el ovario (dicha actividad demandan esfuerzo físico y desempeñarla le haría daño a la niña).

Moderadora: era bien fácil [la tejería]… Melisa (15 años): sí, pero no. Mi papá me decía que […] pisar el barro era bien duro y que hay unas creencias: dicen que cuando una mujer pisa el barro, su ovario se sale. Algo así, mi papá no quería, igual mi mamá no quería que pise el barro. Moderadora: ¿no te hacían pisar el barro? Melisa (15 años): no, solo levantar teja. Entrevista a niña, tejería. Andahuaylillas. Motivos para trabajar. La situación de precariedad económica de las familias de estos niños, niñas y adolescentes, que se manifiesta en insuficientes recursos económicos, condiciona a los niños a trabajar; sin embargo, esto no significa que los niños, niñas y adolescentes se sientan “obligados” a hacerlo. Tal vez por ello, cuando se les pregunta quién decidió que trabajasen, mencionan que ellos mismos tomaron la decisión:

Moderadora: ¿alguien decidió que tenías que trabajar? Melisa (15 años): no, por decisión mía. Entrevista a niña. Andahuaylillas. En la mayoría de casos, cuando se pregunta a los niños, niñas y adolescentes que se dedican a la tejería por qué trabajan, hacen referencia a la escasez de recursos en su familia o a que su trabajo sería un apoyo para su familia. Este puede darse hasta de tres maneras: −− Ocuparse de actividades que permitan que los padres dispongan de más tiempo para generar ingresos (por ejemplo, labores domésticas). −− Trabajar en la actividad productiva que genera ingresos familiares (por ejemplo, la elaboración de tejas). −− Trabajar para terceros a cambio de una remuneración (por ejemplo, el trabajo en chacras o en un negocio de terceros). Eso quiere decir que, por un lado, son conscientes de que el trabajo no remunerado que realizan, al menos el de tejería, tiene un impacto concreto en la economía familiar y los beneficia directamente a ellos y sus familias. Los niños, niñas y adolescentes aportan a la economía familiar trabajando en la elaboración de tejas, realizando actividades domésticas y preparando alimentos para la venta, actividades por la cuales no reciben ninguna remuneración. Ellos no se sienten mal por ello, por el contrario, lo consideran como una retribución a sus padres por todo lo que reciben de ellos, como alimentos y educación:

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Moderadora: ¿y tú, recibes algún pago por tu trabajo? Melisa (15 años): no, sería mucho pedir a mis papás, o sea, soy su hija, no puedo pedir un pago. Además, creo que ellos me pagan también al momento de hacerme comer, o sea ¿ellos se esfuerzan y tendría que cobrarles? Sería como una conchudez para mí, claro que no me pagan. Entrevista niña. Andahuaylillas. Moderadora: ¿por qué trabajan? Melisa (15 años): para que haya economía. Gloria (14 años): no solo estudiamos en Piñipampa, sino también en Urcos. Melisa (15 años): Es una economía para nuestros papás, porque nos dan alimento. Taller niñas, tejería. Andahuaylillas. El aporte a la familia no consiste en un intercambio mecánico entre padres e hijos. Los niños, niñas y adolescentes se solidarizan con sus padres y por eso no siempre ven como una obligación apoyarlos, sino que tienen la voluntad de hacerlo. El cariño que les tienen hace que nazca de los propios niños, niñas y adolescentes ayudar a sus padres, incluso cuando estos no quieran su ayuda. Por esta razón, cuando a los niños, niñas y adolescentes se les pregunta para quién trabajan, algunos responden que para sus familias.

Moderadora: ¿cuál es el motivo por el que tú trabajas? Melisa (15 años): hum… porque ayudo a mis padres, porque es un medio económico, porque mis padres me van a sostener, entonces si no los ayudo ellos van a venir más cansados, y de repente ya no tienen más ganas de trabajar… porque es un apoyo […] si tú te das cuenta de que tus papás están sufriendo y llegando cansados, entonces tú conscientemente debes ayudarlos, ¿no?, yo pienso. Entrevista a niña. Andahuaylillas. En el taller de participación con niñas agricultoras, una de ellas menciona que cuando trabaja en su chacra no lo hace por recibir algún pago, sino para que el trabajo se realice de manera más rápida y sus padres no se cansen.

Niña: a mí me pagan 15 soles cuando voy a otras chacras, cuando voy a mi chacra no. Moderadora: ah, cuando vas a tu chacra no, ¿no te dan nada? Niña: no, porque yo no voy a trabajar por plata. Moderadora: claro, ¿por qué lo haces? Niña: porque mi mamá se cansa y va solita, y mi papá también, cuando van los dos un poco de ayuda, cuando yo voy acabamos rápido, rapidito avanzamos. Taller con niñas agricultoras de 12 a 14 años. Cusco. Padres y madres también reconocen la solidaridad de las niñas y niños hacia ellos, que se preocupan por su bienestar. Las mamás refieren que a sus hijas e hijos les preocupa que ellas salgan a trabajar todo el día. Además, las niñas buscan proteger a sus madres y señalan que en el futuro, cuando sean grandes, las ayudarán para que dejen de trabajar. Si bien los destinatarios de la solidaridad de los niños, niñas y adolescentes son tanto las madres como los padres, hay una tendencia a que aquellas despierten un sentimiento mayor de protección. Esto puede explicarse, por un lado, porque, como veremos más adelante, la madre suele identificarse como la fuente de cariño, mientras que el padre como el sustento económico, y por otro, porque a la madre se le considera más débil físicamente al

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ser mujer. Recordemos que algunas actividades no se consideran adecuadas para las mujeres y, por ende, no las consideran apropiadas para sus madres. De allí que las quieran liberar de trabajar. En términos afectivos, tener a la madre en casa resultará más conveniente, dado que al trabajar jornadas de doce horas, son conscientes de que tienen una relación limitada.

Participante: en mi caso mi hija se preocupa de mí porque estoy trabajando [como] varón y mujer […] Es difícil para una mamá ganar la plata, “y no trabajas, mami, como un varón”, se preocupa mi hija; “entonces yo [habla como si fuera su hija] también tengo que ponerme a trabajar ahora”, piensa mi hija. Ahora está a los 13 años mi hija: “yo termino mi secundaria y yo tengo que trabajar y estudiar seguir mi carrera”, me dice mi hija, se preocupa […] Hasta mi pequeñita […] ya un poquito más de 2, 3 años: “me curso y voy a trabajar, mami, me dice. El mayor también es igualito, me dice: “mamá ahora que me estás educando y yo lo mismo te voy criar”, y todo me felicita mi hijo, yo te cargaré, una casa construiré ahí te criaré y así… Grupo de discusión con madres. Andahuaylillas. Algunos niños, niñas y adolescentes también trabajan para terceros a cambio de una remuneración. Señalan que trabajan para mantenerse. Con los ingresos que perciben asumen gastos, sobre todo relacionados con sus estudios personales, como la compra de sus útiles escolares y el uniforme. En este sentido, los niños señalan que trabajan para solventar sus gastos escolares. Las niñas que se dedican a la tejería de Piñipampa, por ejemplo, señalan que con el dinero que ganan pagan la movilidad para ir a la escuela, la cual se ubica en otra localidad. Adicionalmente, parte del dinero también lo destinan a gastos de su familia. Se puede decir que el uso de los ingresos es diverso, y que este se asignará primero para la escuela y luego se distribuirá en función de las necesidades que tengan en el momento, ya sea individuales o familiares. Cabe resaltar que el aporte de los niños, niñas y adolescentes es especialmente importante en la temporada de lluvias, época en la cual las familias ven sus ingresos menguados y tienen que vivir de sus ahorros. Los padres señalan que “los meses de enero, febrero y marzo son difíciles, estos momentos tenemos que pasarlos con el ahorro”. Pero no solo es eso, sino que en esta época del año también se incrementan los gastos familiares: “hay una serie de gastos… como los útiles y escuela”. Este es un fenómeno que, de acuerdo con los padres, afecta a toda la zona en general: “en la sierra, la economía es lenta”, y que en la capital es diferente […] “acá encontrar trabajo es difícil, yo soy taxista… En enero, febrero y marzo, no hay trabajo, con la lluvia no hay pasajeros”. En el siguiente cuadro se puede apreciar algunas de las respuestas a la pregunta: “¿qué haces con el dinero que te pagan?”.

¿Qué haces con el dinero que pagan? Entrevista a niño. Andahuaylillas Compro mis útiles, obviamente no con toda la plata voy a comprar… siempre sobro algo y más es los que le doy a mi mamá y ella se siente feliz por lo que he ganado y siempre solía cocinar una buena comida, así… Franco (16años). Andahuaylillas. Entrevista a niña. Andahuaylillas Con esa plata... poder ayudar a mi mama para que nos pueda comprar los víveres, para comprar útiles a veces a mi hermano, lo que le falta, no? A veces cuota nos pide del colegio y tengo que llevar para eso. Sheril (13 años). Andahuaylillas.

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El deseo de aportar a la economía familiar no responde siempre a la solidaridad y al cariño que los niños tienen hacia los padres: también puede ser una manera de desmarcarse de la dominación de un padre autoritario y maltratado cuyo poder se basa su rol de proveedor. Este es el caso del niño entrevistado, quien nos cuenta el motivo por el cual empezó a trabajar:

Moderadora: ¿cuál es motivo específicamente por el cual tú empezaste a trabajar? Franco (16 años): yo siempre he tenido problemas desde pequeñito, entonces yo he visto, o sea tuve un trauma al ver que mi papá la maltrataba a mi mamá y, entonces, también nos reclamaba […], por lo que nos hace estudiar y mamá lloraba por él. Y de repente mi mamá solamente se humillaba ante él. Y solamente para que nosotros tengamos un padre y entonces eso me obligó a mí, que yo podría trabajar y aportar un poco más para que luego no me vaya a reclamar de los útiles que me ha comprado. Entrevista a Franco. Andahuaylillas. A continuación se presenta un cuadro resumen sobre las actividades laborales que están designadas para ámbito familiar y terceros.

Actividades laborales designadas para ámbito familiar y terceros. Ámbito Actividades laborales

Familiar

Terceros

Actividades domésticas

X

X

Tejería

X

Cargar camiones Trabajar en chacra

X X

Plantación de árboles

X X

3. Valoración del trabajo: preferencias, beneficios y perjuicios Ranking de trabajos9 Para indagar sobre la preferencia de los niños, niñas y adolescentes con relación a los trabajos, se les presentaron imágenes de personas en distintas ocupaciones que se practican en la zona y se les pidió que las ordenaran según su criterio, de mejor a peor ocupación laboral. Los niños, que provienen de situaciones sociales diversas, no consolidaron un ranking propiamente dicho, pero sí establecieron una línea entre las que consideraban mejor y peor labor:

Mejores y peores trabajos según los niños Mejores trabajos

Vendedor, pastor, cocinero, barredor, cobrador

Peores trabajos

Tejero, vendedor ambulante, cargador de piedras, cargador de arena, peón de chacra, obrero (lavar oro)

(9) Esta actividad se llevó a cabo en el taller de participación, con niños diferentes del taller base.

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El esfuerzo físico es el criterio que utilizan los niños para trazar la línea entre los que son peores o mejores trabajos, siendo los mejores los que demandan menor esfuerzo, como el pastoreo de ganado o la venta en un puesto ya sea de abarrotes, frutas o verduras. Como se ha señalado anteriormente, son las niñas las que se dedican a las ventas. Si se correlaciona quién desarrolla la actividad con las preferencias, en términos de valoración por los niños, las niñas realizan un mejor trabajo que ellos. Es posible que esta mirada sea la que influye para que los niños sean liberados de las tareas domésticas nocturnas y las niñas no, al asumirse que las niñas realizan actividades mejores y que no cansan, desvalorando su actividad por requerir menor esfuerzo físico.

Lucio (11 años): vendedor mejor, no te cansas, solo vendes. Taller participación. Andahuaylillas. Los quehaceres de la casa, como cocinar y barrer, también serían considerados por los niños entre los mejores trabajos, porque tampoco se requiere tanta fuerza para realizarlos y, por ende, no cansarían a quien los realiza, que es el criterio para encajar una actividad en el grupo de los peores trabajos. Pero no todo el grupo piensa lo mismo. Por ejemplo Néstor señala que ser cobrador es un trabajo adecuado para los niños, ya que “solo gastas tu voz” y “no es para fuerza, solo utilizas tu mente y tu boca”, pero Lucía y Jaime no están de acuerdo: piensan que este es un trabajo peligroso por el riesgo de sufrir accidentes y también por el peligro de ser víctima de secuestro o de violación. En este sentido, algunos adolescentes advierten que salir del espacio familiar hacia el espacio público podría ser riesgoso, y por ello, se encajarían entre los peores trabajos. Otro trabajo que es motivo de juicios de valor diferenciados entre los niños es el de la tejería. Mientras Jaime señala que es una actividad fácil, ya que solo se trata de “pisar barro” Néstor y Lucio, que se dedican a la elaboración de tejas, no opinan lo mismo. El primero señala que Jaime no sabe del tema porque no ha trabajado en tejería, y Lucio hace notar que la actividad implica “quemar” y que ello es peligroso. Como ya hemos señalado, una actividad implica distintos procesos: dependiendo de a cuál se refieran esta podrá ser calificada de peligrosa o no. Pisar barro o acomodar las tejas no reviste riesgo, pero poner a hornear las tejas sí. Sin embargo, también ya se ha advertido que pisar barro no se considera conveniente para las niñas porque “se les sale el ovario”. En este contexto debemos señalar que es importante conocer los procesos que requieren los trabajos antes de descartarlos o designarlos como peligrosos. Las actividades que fueron consideradas como no adecuadas por los niños, niñas y adolescentes son lavar oro, cargar piedras y moler tierra, básicamente por el riesgo de salud y el esfuerzo físico que demanda. Lucio menciona que, en el caso del lavado de oro, las sustancias tóxicas pueden hacerles daño a los niños, mientras que Néstor y Lucio señalan que el polvo que emiten las máquinas moledoras de tierra puede afectar a los ojos y a los pulmones; sin embargo, mostrando una vez más su tolerancia frente a las actividades que sus compañeros consideran pesadas, Néstor opina que no hay trabajo malo. En realidad, los juicios de valor respecto de si un trabajo es bueno o malo son subjetivos y dependen de la capacidad de cada niño para enfrentar su experiencia del trabajo; así, una misma experiencia puede ser positiva para un niño y negativa para otro. Sin embargo, se observa que los que tienen más información están más empoderados para poder calificar el riesgo de los trabajos. Por otro lado, Jaime, Lucio y Néstor mencionan que su opinión sobre si el trabajo de la chacra, de la tejería o de cargar arena son peligrosos o no depende de si estos son realizados con la ayuda de sus padres: de realizarse con ellos, estas actividades no serían valoradas negativamente, pero si no tienen su participación, serían calificadas como no adecuados. Por su parte, las niñas tejeras identificaron a la tejería como una actividad no adecuada para ellas. La presencia de los padres cambia significativamente la forma como los niños perciben las condiciones de trabajo, lo que guarda coherencia con lo que hemos recogido en otros talleres: ellos brindan protección y asumen las tareas más pesadas, dejando a los niños aquellas actividades que son más adecuadas a sus capacidades físicas y mentales. Esta misma actividad se realizó con las niñas, las que sí consolidaron un ranking de la mejor a la peor actividad, de una lista de seis actividades. El pastoreo de ovejas aparece primero, ya que les resulta más fácil e incluso divertido, pues lo realizan al aire libre. A esta actividad le sigue el cuidado de niños, pues están acostumbradas a cuidar a sus hermanos y hermanas. Luego viene cocinar, la cuarta es barrer y la quinta es vender abarrotes. Nótese que la venta de abarrotes es considerada como la peor del ranking y que es una actividad que por lo general se realiza en el espacio público. Como última opción colocaron el pisar barro para la elaboración de tejas, ya que para ellas este es un trabajo para hombres debido a la fuerza física que exige. Recordemos que incluso existe la creencia de que, si las niñas pisan la tierra, se les saldrán los ovarios.

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Sin embargo, no todas las niñas consideran a la tejería como el peor trabajo. Tenemos el caso de Melisa (15 años), que prefiere esta actividad frente a tener que lavar en su casa. Es posible que esta preferencia se explique porque las tareas que le asignan en la tejería no demandan mayor esfuerzo físico (poner a secar las tejas), como sí ocurre con las que realizan otras de sus compañeras. En casos como este se visibiliza la importancia de identificar qué tareas o acciones comprende una actividad, pues las generalizaciones no permiten conocer realmente ni los riesgos, ni las opiniones ni las preferencias de los niños, niñas y adolescentes. Otra actividad que también es juzgada desde diferentes perspectivas es la labor de cocinar: para dos de las niñas entrevistadas resulta una tarea fácil y agradable, mientras que para otra no tanto. Probablemente depende de las otras opciones y motivaciones que tenga en su entorno, o podría depender de la complejidad de la comida que prepara, o incluso de las preferencias individuales de cada una. Es importante señalar que, en el marco de esta actividad, una de las niñas mencionó de manera espontánea que prefiere ir a Inti en lugar de dedicarse a las labores domésticas, poniendo de manifiesto que para ella es más importante su educación escolar que las tareas domésticas y la tejería. A pesar de las preferencias personales con respecto a las actividades laborales, parece ser que niños, niñas y adolescentes evalúan mejor los trabajos que requieren menos esfuerzo y que implican menos riesgos para ellos. Los estereotipos culturales también entran en juego en las preferencias. Así, las niñas consideran el peor trabajo la tejería, “que no es para mujeres porque puede afectar sus ovarios”. También es interesante notar que incluso las actividades más pesadas, como la tejería o cargar piedras, no se consideran tan negativas si las hacen en compañía de sus padres debido al vínculo con ellos y al sostenimiento afectivo, así como al hecho de saber que sus padres toman las tareas más complicadas y los protegen parece aligerar la carga de responsabilidad o riesgo estos trabajos.

Las cosas malas Condiciones climatológicas (el calor). De acuerdo con los niños del taller de tejería, la elaboración artesanal de tejas se realiza al aire libre, lo cual los expone al calor producido por el sol (particularmente por la radiación infrarroja). Los niños señalan este aspecto como una condición de trabajo negativa. El efecto se siente con más fuerza el sábado, día en el que tienen una jornada más larga, ya que empiezan a las 6 o 7 a.m. y trabajan hasta las 3 o 4 p.m., lo cual implica una exposición al sol de diez horas. Incluso cuando se pregunta por las cosas malas del trabajo, uno de los niños responde: “mucho calor”. Lo mismo ocurre con los niños, niñas y adolescentes que trabajan como peones agrícolas en la época de lluvias, cuyo trabajo también es al aire libre.

Sheril: la chacra no me gusta. Moderadora: ¿por qué no te gusta? Sheril: porque tengo que estar en el sol, a veces parada, agachada, a veces todo el día, ¿no?, y me canso, eso es lo que no gusta. Entrevista a Sheril (13 años). Sin embargo, no solo se trata del calor: las jornadas prolongadas bajo el sol también exponen a los niños a la radiación ultravioleta, que tiene múltiples efectos negativos en la piel. Como es de imaginar, los niños de la sierra andina no cuentan con recursos para comprar protector solar. El riesgo es mayor en las zonas de altura, donde la protección atmosférica es menor y, consecuentemente, el efecto dañino de la radiación solar ultravioleta aumenta. Cansancio. El cansancio o agotamiento es otro de los aspectos negativos del trabajo que en algunos casos se relaciona con el calor: tanto niños como niñas nos cuentan sobre el agotamiento que sienten cuando están trabajando:

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Melisa (15 años): me dolía el brazo, porque hay una parte en el horno que le llaman estaca. Digamos es el horno así, y te ponen acacito [grafica una puerta], y tienes que hacer así y así [llevar las tejas sobre la mano doblada hacia atrás con el brazo levantado] y eso te duele horrible. Entrevista niña. Andahuaylillas. Moderador: ¿en tu caso Néstor? Néstor (11 años): a mí me gusta todo, solo hacer tejas nomás un poco… un poco nomás no me gusta [...] es que yo hago tejas mecanizado, no como Jean, Rodrigo o Esteban… artesanal hacen, y yo hago mecanizado, es distinto, con máquinas se hace y… corro tabla y eso [risas] y un poco me canso, corremos con unas tablas de más o menos 4 metros. Taller niños, tejería. Andahuaylillas. Hay tareas dentro de la elaboración de tejas que a los niños y a las niñas no les gustan, como cargar agua y tender tejas, ya que son actividades que los cansan. Sin embargo, el cansancio también se puede relacionar con el tiempo que dedican al trabajo, y no necesariamente a la actividad en sí. En tal sentido, es interesante que los niños señalen que, si sus familias estuvieran en una mejor situación económica, no dejarían de trabajar, pero sí lo harían durante menos tiempo.

Niño 4: seguir, profe, pero más mensual. Niño 5: más eso, no muy seguido como ahora. Taller de tejería. Andahuaylillas. Al parecer los niños, por el hecho de ser niños, deben asumir tareas que implican un esfuerzo mayor que las niñas, mientras que a ellas, por ser niñas, se les encargan actividades de menor desgaste físico dentro de la tejería. Como ya se ha señalado, existe una discriminación de las tareas en función del sexo. Anteriormente hemos mencionado que se atribuyen las tareas del hogar a las niñas y que esto resulta en su perjuicio, porque estas tareas son continuas y no les permiten tener tiempo libre. En este caso vemos que existe una discriminación en perjuicio del niño, a quien se atribuyen las tareas de mayor desgaste físico en función de la creencia de que los niños tienen mayor fortaleza física que las niñas.

Moderadora: ¿y por qué eran fáciles [las actividades que desarrolla en la tejería]? Sheril (13 años): porque solo te agachabas y levantabas, pues, fácil, pero mi papá ya también planchaba, pisaba barro, eso sí, esas cosas eran cansadas… porque levantar teja es un apoyo que tú tienes que hacer como hija sí o sí, pero pisar barro. Planchar teja es cansado para los papás, es cansado, tienes que agacharte la cintura te duele y pisar el barro demora como dos o tres horas. Entrevista a Sheril (13 años).

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Moderador: si a sus familias les fuera mejor económicamente, ¿seguirían haciendo tejas? Niño 2: yo conseguiría otro trabajo. Niño 3: yo también. Moderador: ¿como cuál? Niño 2: como vender ropa. Niño 3: ayudando a otras personas, como cargar teja. Talleres niños, tejería. Andahuaylillas. En el caso de las niñas que participaron del taller de tejería, se encontró que el mayor desgaste emocional y físico para ellas puede atribuirse a las labores domésticas, porque si bien estas no demandan un despliegue de fuerza física tan fuerte como la tejería, sí les exige estar activas durante la mayor parte del día, al menos mientras se encuentran en su casa. El desgaste emocional también se produce porque asumen el rol de madre al cuidar a sus hermanos menores; además, no cuentan con intervalos prolongados de tiempo libre, a diferencia de los varones. Peligro en el trabajo. Según los niños del taller de tejería, de las tareas que conforman la actividad de elaboración de tejas, la única identificada como peligrosa es la cocción de las tejas. Todos coincidieron en que es peligrosa, particularmente para los niños, niñas y adolescentes. Señalaron que, debido a ello, esta actividad suele ser desarrollada por los adultos. Solo uno de ellos —el que tenía 17 años— señaló que la realizaba. Las niñas del taller de tejería solo mencionaron que evitan pisar barro, ya que puede ser malo para su salud (sus padres les han dicho que “se les pueden salir los ovarios”). En las entrevistas individuales, una de las niñas, de 15 años, señaló que participa en el proceso de cocción de las tejas, al que ella considera peligroso.

Entrevistadora: ¿crees que tu trabajo es peligroso o no? Melisa (15 años): para mí no creo, pero al momento de quemar puede ser porque […] cuando ya está como diez horas, se quema. Entonces tienes que poner la rama, tienes que echar a la parte arriba, para que no se baje la calda. Entonces tienes que estar ahí al instante. Hartas personas tienen que estar al instante, si no ya estás muerto, como dicen. Sí, entonces en esa parte sí me parece un poco peligrosa… Entrevista a Melisa, tejería. Andahuaylillas. Niño 2: Quemar… te puedes caer, o si no quemarte tu mano cuando metes la rama. Taller con niños tejería. Andahuaylillas. Pero no solo existen riesgos derivados de su participación activa en el proceso de cocción: el hecho de encontrarse en el ambiente donde se desarrolla dicho proceso también parece ser peligroso, pues existe la posibilidad de intoxicación por respirar el humo que se produce en los hornos y de sufrir otro tipo de lesiones, como caerse al pozo de agua. La elaboración de tejas parecería ser una actividad que necesita una supervisión constante de los adultos, y las tejerías no son un lugar apropiado para los niños más pequeños.

Melisa (15 años): en la tejería no hay casi peligros, se puede decir. Ah, bueno un poquito, puede ser. Es que cada tejería tiene como un pequeño laguito, de ahí sacan el agua para hacer la teja. Puede ser que algún hermanito que tú tengas se vaya y se caiga ahí. Bueno, sí hubo dos casos, tres casos de niños que se murieron ahí, pero los papás casi no llevan a los pequeños […] porque, bueno, a veces se majaderean, pero para los grandes no es casi peligroso porque ya eres consciente. Entrevista a Melisa, tejería.

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Por su parte, algunas niñas del taller de comercio menor, que también se dedican a trabajar como peones de chacra en la época de las lluvias, nos cuentan sobre los peligros de trabajar en el campo. Señalan que algunos animales pueden ser peligrosos y que pueden sufrir mordeduras de culebras o ser corneadas por los toros. Más aún: una de las niñas entrevistadas señala que ha sufrido lesiones trabajando en la chacra por el manejo de herramientas inadecuadas.

Moderadora: cuando estabas en la chacra, ¿te chancaste? Sheril (13 años): con el pico. Entrevistadora: cuéntame qué pasó. Sheril: Estaban escarbando papa y no había picos pequeños, y en eso que estoy golpeando, me golpeo en el pie. Moderadora: ¿dónde te atendiste? Sheril: Mi mamá. Como era en Tullumayu arriba, no podía bajar rápido. Me han lavado mi pie, me han pasado con alcohol y me han amarrado con trapo y al día siguiente me atendieron en la posta. Entrevista niña, comercio. Andahuaylillas. Por último, las niñas del taller de tejería señalan que ellas también están en peligro cuando realizan tareas en sus casas. Señalan que pueden tener accidentes mientras cocinan —como quemaduras, por ejemplo—, riesgo que se incrementa por no tener la supervisión de adultos. Abuso/maltrato. En el taller de comercio que se realiza en el espacio público, una de las niñas abordó el tema del maltrato en el trabajo. Cuando se les preguntó a todas cómo se sienten mientras trabajan, respondieron que no les gusta trabajar por el temor a ser maltratadas.

Niña: porque algunos te tratan mal y algunos bien… algunos te tratan con cariño y otros te gritan. Moderadora: y cuando te gritan, ¿qué haces? Niña 1: te pones nerviosa y ya no puedes vender más, te desesperas. Niña 2: a casi todas les pasa eso. Moderadora: ¿a ustedes las insultan? Niña: sí, mis compañeras en clase. Cuando estamos trabajando y nos han visto nuestros compañeros, ahí es. Moderadora: ah, las molestan porque las han visto trabajando. Niña: ujum. Taller con niñas, comercio menor. Andahuaylillas. Algunos empleadores las presionan —e incluso amenazan— para que incrementen sus ventas, al punto que ellas trabajan con el temor de no vender lo suficiente. Por otro lado, los clientes las gritan cuando cometen errores y sus compañeros se burlan de ellas cuando las ven trabajando. Se podría decir que las niñas del taller de comercio menor son particularmente vulnerables a ser víctimas de violencia sicológica y discriminación por las personas con las que interactúan como parte de su trabajo. Esto quizás se deba a que, al desarrollar sus actividades en un espacio público, las probabilidades de que se reproduzca en sus interacciones cotidianas la dominación del adulto sobre niños, niñas y adolescentes es más frecuente y múltiple (relación empleador adulto - empleado menor; cliente adulto - empleado menor) y la dominación del varón sobre las mujeres (relación empleador varón - empleada mujeres; cliente varón - empleada mujer; niños varones - niñas). Las niñas y las adolescentes plantean que se debe hacer incidencia con quienes las contratan para que no las maltraten. Ellas sugieren que Inti o la Municipalidad deberían propiciar una reunión. Las situaciones de maltrato

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hacen que las niñas que trabajan en comercio menor tengan una visión negativa de su trabajo y refieren que les da tristeza trabajar.

Rosita (14 años): una niña que trabaja está triste. Piensa que ojalá que me compren. No debería estar trabajando, debería estudiar. Cansada y triste a la vez. Pensará por qué no me compran… Tal vez está triste. Taller de niñas, comercio. Andahuaylillas. Ensuciarse: ruptura con nuevas representaciones de la feminidad. A algunas de las niñas no les gusta trabajar en la elaboración de tejas, porque es una actividad que las ensucia. Llama la atención que este aspecto solo sea mencionado por las niñas y no por los niños. Esto puede estar relacionado con la representación de la feminidad que, debido a la televisión y a las novelas, han instalado en los padres y en las niñas aspiraciones propias de un estilo de vida de zonas urbanas. Las niñas tienen otras expectativas: los propios padres quieren que sus hijas luzcan como “señoritas” de la ciudad, combinando el profesionalismo con la imagen de mujer tradicional (tacos y tersura en la piel, entre otros). En este sentido, se observa una idealización de la niña o adolescente urbana como el modelo a seguir:

Melissa (15 años): [mi papá] me decía “no quiero que seas así con la mano rajada, quiero que seas una señorita, con tacos que camines, una profesional, que seas mejor”. Taller de niñas, comercio. Andahuaylillas. La limpieza y cuidado de la imagen en las mujeres es un aspecto culturalmente arraigado que no solo tiene que ver con nuevas representaciones de feminidad o patrones occidentales: en última instancia están relacionados con la sexualidad y con cuidados específicos del aparato genital femenino. Cabe señalar también que, en la adolescencia, la imagen personal se vuelve un tema central, tanto para chicos como para chicas, pero la sociedad establece expectativas especialmente respecto de estas últimas a través de diferentes agentes socializadores (MCM, padres, amigos, etc.). En el testimonio que da la niña del taller de comercio, es el padre el que trasmite un ideal de belleza urbano. A continuación presentamos un cuadro resumen sobre los aspectos negativos del trabajo, para cada uno de las actividades laborales que realizan niños, niñas y adolescentes:

Aspectos negativos

Calor

Agotamiento

Tejería varones

X

X

Tejería mujeres

X

x

Trabajo doméstico mujeres

Peligros Maltrato Ensuciarse X X X

Comercio menor mujeres Trabajo agrícolas (ambos sexos)

X

X X

X X

Falta de tiempo libre

X

x

Que los niños, niñas y adolescentes identifiquen diversos efectos negativos de su trabajo no basta para aseverar que el trabajo es bueno o malo para ellos (o que lo será en cualquier circunstancia). Habrá aspectos cuya peligrosidad/

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nocividad es intrínseca a la acción que realiza (como la cocción de tejas), y habrá otros cuya nocividad puede mitigarse, pues responden más a condiciones de trabajo que alguna propiedad negativa de la acción que se realiza. A continuación presentamos un cuadro que organiza los efectos negativos del trabajo identificados por los niños y las niñas, según la factibilidad de su mitigación. Esta información debe validarse y detallarse a través de estudios de caso y observación participante en el lugar de trabajo.

Factibilidad de mitigación

Efectos negativos mitigables

Efectos negativos parcialmente mitigables

Efectos negativos no mitigables

Efecto negativo

Medida de mitigación

Cansancio por prolongación de jornada laboral

Reducir jornada laboral

Falta de tiempo libre

Reducir responsabilidades y tareas domésticas, el caso de las niñas

Maltrato

Empoderar a las niñas para que denuncien situaciones de maltrato Sensibilizar a empleadores, padres, clientes y compañeros

Calor

Dotar a niños, niñas y adolescentes de EPP como gorras tapasol y protector solar Reducir horas de exposición al sol

Cuidar constantemente a los niños en el espacio de trabajo Peligro de accidentes producidos Hacer un diagnóstico sobre la seguridad en los por condiciones de trabajo diversos espacios de trabajo Evitar llevar a los niños más pequeños Usar herramientas apropiadas (agricultura) Peligros a la salud producidos por el espacio de trabajo

Evaluar el impacto del humo emitido por los hornos de la tejería Cuidar constantemente a los niños más pequeños para alejarlos del horno y pozas

Cansancio por realización de actividades que requieren un despliegue de fuerza mayor al que tienen los niños, niñas y adolescentes

Los niños, niñas y adolescentes no deben realizar dichas actividades

Peligros de accidentes propios de una tarea dentro de una actividad

Los niños no deben realizar dichas tareas (por ejemplo, cocción de tejas)

Ensuciarse (propuesto por las niñas)

La elaboración de tejas es una actividad que implica el contacto directo con tierra y barro

Como se muestra, algunos efectos negativos son mitigables en la medida en que se puedan eliminar totalmente; otros son parcialmente mitigables en la medida en que se pueda reducir el efecto negativo, mas no eliminarlo del todo, y por último se tienen los no mitigables. De estos últimos podríamos decir que los efectos negativos son intrínsecos a las tareas que realizan, por lo cual la única medida para eliminarlos es que los niños, niñas y adolescentes dejen de realizarlas.

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Las cosas buenas Orgullo y autoestima. Los niños señalan que cuando avanzan de manera rápida en la producción de tejas se sienten alegres. Esta alegría se basa en el reconocimiento de los otros de sus capacidades; es decir, sienten orgullo cuando se desempeñan bien en su trabajo y tienen una autoestima elevada:

Niño 5: está feliz, porque mira, ¡está lleno todo pues! Niño 2: ¡rejas! Se ha rayado ya, cuando hacen teja lleno, todos dicen “se ha rayado, se ha rayado”. Niño 5: está trabajando más, tiene más avance Taller niños, tejería. Andahuaylillas. El orgullo que les proporciona su trabajo, y sobre todo hacerlo bien, contribuye en el fortalecimiento de su autoconcepto y de su autoestima. Pero tiene su contracara en que los niños consideren que la inactividad es negativa, por lo cual señalan que prefieren trabajar que estar “vagueando”. De esta manera, los niños, niñas y adolescentes rompen con los paradigmas existentes sobre la infancia, en los que las responsabilidades de los niños se limitan a estudiar y jugar. Como veremos con más detalle en la sección “Qué es ser un niño y una niña” parte de ser niño o niña, es tener responsabilidades y “ayudar” a sus padres; además, el niño o la niña que no trabaja es percibido como un vago, y este no se beneficiaría de las diversas formas de aprendizaje del trabajo, las cuales veremos a continuación. Aprendizaje. Los niños que trabajan en tejería también valoran aprender cosas nuevas, no solo les interesa el resultado sino que también disfrutan el proceso de aprendizaje. Les interesa saber cómo hacer las cosas.

Moderador: en tu caso, Rodrigo, ¿crees que le gustará trabajar? Rodrigo (16 años): sí, o creo que sí le gusta porque con el tiempo vas descubriendo más cosas; es que empiezas… y no sabes todavía y poco a poco empiezas a ser mejor, digamos no sabes hacer… moldear y con el tiempo ya aprendes más, buenas cosas... Entrevista a niño, tejería. Andahuaylillas. Tanto las niñas del taller de comercio como las del taller de tejería reconocen las bondades del trabajo. Una de las niñas del taller de comercio señala que “aprenden cosas que en el colegio no te enseñan”, refiriéndose a las labores domésticas. Al respecto, una de las niñas del taller de tejería señala que el trabajo le permite “saber algo en la vida”, por ejemplo, creen que hacer las labores domésticas les permitirá ser más autónomas en el futuro y sobrevivir cuando sus madres no estén a su lado. Pero el aprendizaje no solo pasa por la utilidad del conocimiento aprendido para la realización de actividades específicas. El aprendizaje es también moral, pues, sobre todo las niñas, señalan que el trabajo les enseña sobre la capacidad de sacrificio y responsabilidad. También refieren que aprende a valorar a sus padres y a apreciar lo que ganan.

Melisa (15 años): así aprendo un poco a valorar lo que mis papás ganan; como dicen, de cada cosa que haces siempre se aprende algo […] y entonces aprendí que […] el mundo no es color de rosa, como se puede decir, entonces aprendí cómo se gana un centavo, que en la vida te va a servir, no me va a servir tanto la teja, y ya sé que es difícil ganar dinero. Entrevista a niña, tejería. Andahuaylillas.

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Los padres y las madres también valoran el trabajo como fuente de formación moral. Las madres coinciden en que el hecho de haber trabajado desde niñas las hizo responsables, ordenadas y organizadas, además de haberles enseñado cómo es la realidad. En el caso específico de los varones, los padres temen que, si los niños no aprenden a través del trabajo la responsabilidad y el sacrificio, pueden caer en malos hábitos.

Padre: prácticamente cuando no nos ayudan o no les damos tareas a veces los niños por eso algunos se vuelven delincuentes, drogadictos, alcohólicos. Grupo de discusión con padres. Andahuaylillas. Los padres quieren que sus hijos e hijas no pasen por situaciones similares a las que ellos vivieron, sino que tengan un futuro distinto para ellos. Como una expresión de los estereotipos de género, las niñas y sus madres resaltan que a través del trabajo aprenderán lo que significa el sacrificio, mientras que los padres y los niños destacan que el trabajo les permite aprender a ser responsables. Lo del sacrificio claramente nos remite al rol de la madre en el ámbito familiar: para la sociedad contemporánea, una buena madre se sacrifica por su familia, una construcción que le impedirá en el futuro desarrollarse con autonomía y que más bien la orientará a postergar sus aspiraciones personales para servir y atender a los demás. Asimismo, cabe mencionar que los padres quieren poner un freno a la transmisión intergeneracional de la pobreza: pues señalan que les gustaría que sus hijos e hijas tengan un futuro distinto. En ese contexto, la formación que los padres dan a los hijos es, de alguna manera, dirigida. A través del trabajo les enseñan oficios y valores, como ser responsables y solidarios, y también a les enseñan sobrevivir en un medio de precariedad, donde claramente la vida no es fácil. Disfrute. Hasta ahora hemos hablado de aspectos positivos como consecuencia del trabajo, mas no del disfrute de la misma actividad laboral. Según lo que señalan algunos niños, ellos disfrutan realizando algunas de las acciones dentro de lo que llaman “hacer tejería”. Cabe resaltar que solo son los niños y no las niñas quienes disfrutan al realizar alguna acción relacionada con su trabajo. A algunos les resulta divertido “pisar barro” y “machetear rama”. Germán, de 17 años, considera el trabajo como una distracción, ya que en caso contrario no tendrían nada que hacer.

Gian: divertido es cuando estoy feliz y rápido quiero hacer ladrillos. Taller niños, tejería. Andahuaylillas. Difiriendo de las niñas del taller de comercio menor, una de las niñas entrevistadas señala que disfruta de su trabajo de vendedora de rocoto. Esto nos plantea interrogantes sobre por qué, mientras unas niñas la pasan muy mal como vendedoras, otras niñas pueden pasarla bien, o mejor aún, qué condiciones estarían poniendo en una situación de vulnerabilidad a las primeras niñas y qué condiciones estarían jugando en favor de las segundas para que sufran del maltrato por los clientes y empleadores, así como las burlas de sus compañeros de escuela.

Moderadora: y cuando hablamos de vender rocoto, ¿te gusta o no te gusta? Sheril: eso sí me gusta. Moderadora: ¿por qué te gusta? Niña: porque me han enseñado, me ha empezado a gustar y es bonito. Moderadora: ¿qué es lo que más te gusta de cuando estás vendiendo? Niña: me gusta cuando llamo a la gente, cuando la animo para que compre. Entrevista a niña. Andahuaylillas. Plantear que los niños pueden llegar disfrutar de su trabajo puede resultar insólito en sociedades occidentales donde la imagen del niño es la de un ser dependiente y frágil; sin embargo, una aproximación de tipo cultural nos permite entender que no solo la imagen de la infancia es diferente en el mundo andino sino también la concepción

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del trabajo. Mientras que en sociedades occidentales el trabajo deviene en una obligación con fines netamente económicos, en sociedades no occidentales el trabajo puede ser motivo de disfrute, se entrelaza con el juego y en algunos casos con la integración familiar y comunitaria y con la construcción colectiva de un futuro mejor.

4. Escuela, trabajo y perspectivas a futuro La relación entre el trabajo y la escuela ha sido y sigue siendo materia de discusión entre los especialistas en infancia que se aproximan a la comprensión y acción frente al trabajo infantil. Desde la perspectiva de la OIT, habría una contradicción entre trabajo y escuela, siendo el trabajo motivo de la no escolarización de los niños, niñas y adolescentes o un factor que los pone en situación de riesgo de deserción escolar y que juega en contra de su rendimiento, dado que su espacio natural es la escuela y no el trabajo. Para quienes reivindican el derecho de los niños, niñas y adolescentes a trabajar, la relación entre el trabajo y la escuela se plantea desde un enfoque intercultural. Se resalta que el trabajo, en sociedades no occidentales, es parte de la educación no formal, y que es a través de él como adquieren competencias sociales y laborales necesarias para su vida presente y adulta. También se argumenta que en situaciones de pobreza el trabajo es complementario y necesario para acceder a la educación formal, ya que el ingreso que genera permite a las familias asumir los gastos escolares. Por último, se cuestiona a la “escuela” o a la “educación formal” como institución y se señala que esta debería adaptarse a los diversos contextos sociales y culturales en los que viven los niños, niñas y adolescentes y que no debería ser a la inversa.

Efectos negativos del trabajo en la escuela Uno de los efectos negativos del trabajo en la escuela es que disminuye el tiempo de los niños y las niñas para realizar sus tareas. En el siguiente diálogo Melisa, una de las niñas entrevistadas, nos cuenta cómo discute con sus padres cuando el trabajo interfiere en sus labores escolares, discusión que termina a favor del padre.

Melisa (15 años): para mí es un poco fácil y a la vez un poco difícil, difícil porque […] no recuerdo muy bien pero quería hacer yo mi tarea y ya una lluvia que se venía, y entonces mi papá me dijo: “tienes que recoger o no vas a hacer tu tarea”, entonces yo dije: “pero papá tengo que ir, ya va a ser tarde, va a ser tarde”, pero dice: “no, tienes que recoger”, entonces tengo que recoger rápido, y bueno, era un poco dificultoso. Fácil a la vez si tus horarios los tienes bien ubicados, como se dice ordenados, entonces tú normalmente puedes hacer tus actividades, a tal hora estudio, a tal hora trabajo, a tal hora… creo que se puede hacer. Entrevista a Melisa, tejería, Andahuaylillas. Melisa menciona también que si una persona es capaz de organizarse es factible lograr realizar ambas actividades sin problemas. Cabe resaltar que encontrar este equilibrio no es una tarea fácil para las niñas y evidentemente dependerá mucho del tipo y condiciones del trabajo que realicen. Una de las niñas que se dedica al comercio menor, Sheril, nos cuenta que cuando ella trabaja se preocupa más por el trabajo que por sus tareas, por lo que el estudio pasa a segundo plano.

Entrevistadora: ¿es fácil o difícil trabajar y estudiar al mismo tiempo? Sheril (13 años): es difícil porque no estás o sea, por ejemplo si estás trabajando la idea es que trabajes y [si] tienes trabajos, tareas no las puedes hacer […] más te preocupas en el trabajo que en el estudio. Entrevista a Sheril. Andahuaylillas. A diferencia de las niñas, los niños del taller de tejería mencionan que el trabajo no afecta negativamente sus actividades escolares; sin embargo, en una de las actividades proyectivas en la que se les presentó la imagen de un

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niño trabajando y se les pidió que dijeran lo que el niño podría estar pensando, uno de los niños, Rodrigo, señaló que “está preocupado por su tareas escolares”, lo cual es una proyección de sus propias preocupaciones. Por otro lado, cuando se les preguntó si desde la escuela se les apoya de una manera especial por ser niños y adolescentes trabajadores, su respuesta fue que sí, que son más tolerantes ante sus tardanzas e incumplimientos o retrasos en la entrega de tareas. Con estas afirmaciones reconocen, tal vez no conscientemente, que en ocasiones, debido al trabajo, no llegan a tiempo a la escuela o no pueden terminar sus tareas. Ahora bien, la diferencia marcada entre la perspectiva de los niños y las niñas sobre los efectos negativos del trabajo en la escuela estaría relacionada con su experiencia laboral basada en el género de cada uno. Según las niñas, los niños no tienen tantas responsabilidades como ellas, por lo cual ellos tendrían más tiempo disponible para hacer las tareas escolares, y si bien la mayoría de ellas coincide en que, a pesar de eso, logran ingeniárselas para hacer sus tareas y obtener buenas calificaciones, una de ellas señala que el limitado tiempo que tienen sería uno de los motivos por los cuales a los niños les iría mejor en la escuela que a ellas. Los niños, niñas y adolescentes afirmaron que nunca han dejado de ir a la escuela por ir a trabajar; sin embargo, esto no quiere decir que en su localidad no se den este tipo de situaciones. Néstor nos cuenta que en una ocasión su hermana tuvo que ausentarse unos días porque tenía que ayudar a su padre a elaborar tejas para un pedido particularmente grande. Al indagar por qué motivo ella había sido seleccionada y no él, el niño señaló que en ese entonces era muy pequeño; sin embargo, esta situación de ausentismo escolar parece ser más una excepción que una la regla. Si bien la situación económica de estas familias, a pesar de ser precaria, les permite enviar a sus hijos e hijas a la escuela, cabe resaltar que, según las madres, en el supuesto de no contar con los recursos necesarios y tuviesen que elegir entre su hijo hombre o su hija mujer, ellas enviarían al niño, porque la niña sería más útil en la casa ya que ayuda en las actividades domésticas. En este caso, el rol que asume la niña de responsabilizarse de las actividades domésticas jugaría en su contra. Cabe resaltar que los padres no mostraron preferencia por uno u otro hijo en función del sexo.

Moderadora: supongamos los padres que tienen dos hijos solo tienen la posibilidad de enviar a uno de ellos a la escuela. ¿A quién enviarían? Intervención: al mayor. Alguien responde: al niño. Moderadora: el niño tiene 10 y la niña tiene 15. Otra responde: al menor. Moderadora: ¿por qué? Rosa María: porque la mujercita tiene más ventaja de ayudar en casa o en los quehaceres, en cambio el niño no. Moderadora: ¿todas de acuerdo con eso? Algunas responden: sí. Taller de madres. Andahuaylillas.

Efectos positivos del trabajo en la escuela Sin embargo, el trabajo también tiene efectos positivos en la escuela. En la situación de precariedad en las que viven, el ingreso familiar es insuficiente para cubrir los gastos que genera la educación formal (compra de útiles, uniformes y pago de las “cuotas” que les puedan solicitar). En este sentido, tanto el trabajo remunerado como el familiar permiten que las familias incrementen sus ingresos y cuenten con el dinero suficiente para asumir los gastos escolares, lo que convierte el trabajo en uno de los factores que contribuye a su permanencia en la escuela.

Rodrigo (16 años): si no trabajamos, no tenemos economía para ir al colegio. Taller de niños. Andahuaylillas.

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Cabe llamar la atención sobre el rol que cumple el trabajo en dar sostenibilidad a la actividad escolar, lo cual es reconocido por los niños y las niñas; sin embargo, hay matices en la valoración: mientras que los niños lo valoran positivamente y remarcan que gracias al trabajo van la escuela, algunas niñas lo asumen de manera negativa, calificando al trabajo como el mal necesario para poder ir a la escuela. Pareciera que el trabajo es el pago necesario por ir a la escuela y tener la posibilidad de aprender, que es una de las pocas cosas que representan un beneficio para su desarrollo personal. Por ello, el trabajo se valora como un medio y no como un fin. Es el medio para que sus padres puedan enviarlos a la escuela, es un medio para colaborar con la familia, es un medio para más adelante poder trascender a sus circunstancias.

Valoración positiva del rol del trabajo frente a la escuela Rodrigo (16 años): es necesario [hacer ambas actividades], de esto [el trabajo] mantenemos para el estudio y de esto [la escuela] aprendemos más. Taller niños, tejería. Andahuaylillas. Valoración negativa del rol del trabajo frente a la escuela Niña: lo menos importante es trabajar, porque te atrasas. Si no trabajan van al cole sin propina, sin las cosas que debían llevar y el profesor te grita. Taller niñas, tejería. Andahuaylillas. Las niñas del taller de comercio señalan que la escuela es más importante que el trabajo, y que si pudiesen dejarían de trabajar o lo harían solo durante sus vacaciones, pues preferirían invertir ese tiempo en sus tareas escolares; mientras que según los niños, si bien la escuela tiene prioridad sobre el trabajo, ambas actividades son importantes y preferirían trabajar y estudiar al mismo tiempo antes que dedicarse a una sola actividad. No perciben contradicción en realizar las dos actividades. Estando el problema de compatibilidad del trabajo y la escuela centrado en la posibilidad de hacer las tareas escolares, es pertinente evaluar el tema a la luz de un enfoque intercultural y plantearnos algunas preguntas: ¿no es la escuela la que debería adaptarse al contexto cultural y económico en el que viven los niños, niñas y adolescentes de la zona? ¿Es adecuada la cantidad de tareas que se les asignan? La socióloga Luz Marina Figueroa, directora de la ONG Intirunakunaq, es muy crítica respecto del volumen de tareas que les dejan a los niños y a las niñas, porque los docentes no toman en cuenta que los alumnos no tienen orientación académica en sus casas, ya sea porque sus padres están ausentes o porque no tienen la formación educativa para hacerlo, o que no tienen las condiciones materiales para estudiar, por ejemplo, pueden no tener energía eléctrica o no contar con un espacio apropiado para el estudio.

Luz Marina: que me disculpen los profesores, pero el sistema educativo de nuestro país es totalmente negativo, no entendemos cómo les dan tareas. Por ejemplo, tuvimos un caso de una niña de nueve años que vive con la abuela y que no tiene luz. La abuela no sabe castellano, no sabe escribir. ¿En qué la va ayudar? ¿Tareas? ¿Qué vaya a buscar en internet? El primer espacio excluyente con el quechuahablante pobre es la escuela, por eso trabajamos con las instituciones educativas para que los docentes tengan un trato más democrático y de respeto a los niños pobres que trabajan. Se debe identificar quiénes son niños o niñas trabajadores y quiénes no. Identificar quienes están en situaciones de abuso, de violencia o si están en situación de vulnerabilidad. Entrevista a Luz Marina Figueroa, directora de Inti Runa Kunaq Wasin.

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Efectos positivos de la escuela en el trabajo No se suele hablar sobre los efectos positivos de la escuela en el trabajo en general; sin embargo, los niños del taller señalaron que aplicaban las matemáticas aprendidas en la escuela, particularmente el conteo. De esta manera, la complementariedad entre trabajo y escuela no sería una relación unidireccional sino bidireccional, donde una se beneficia de la otra y viceversa. Esto es importante, pues los propios niños visualizan la utilidad de lo que aprenden en la escuela en otros ámbitos de su vida. En este sentido, la escuela debería procurar incluir dentro de los procesos de aprendizaje de los niños herramientas para que puedan aplicar lo aprendido en su vida cotidiana.

Importancia y valoración del trabajo y la escuela La mayoría de niños, niñas y adolescentes considera que la escuela es más importante que el trabajo; sin embargo, ambos grupos reconocen que tanto trabajo como escuela tienen gran importancia en sus vidas. Por una parte, la escuela es la que les permitirá ser profesionales y mejorar sus ingresos —y por ende sus condiciones de vida—; por otro lado, el trabajo es una fuente de ingresos que les permite ayudar a sus familias y asimismo fuente de ingresos para sus proyecciones de estudios profesionales a futuro.

Importancia y valoración de la escuela Tanto los niños como las niñas afirman que asistir a la escuela es más importante que trabajar; sin embargo, como se muestra en los diálogos, las niñas lo afirman con más contundencia que los niños. Mientras que los niños ponen énfasis en beneficios inmediatos de la educación formal, las niñas tienen una mirada más estratégica y se proyectan sobre el impacto que tendrá la educación en sus vidas, proyección que no se evidenció en los niños:

Importancia de la escuela para los niños Moderador: y de todas las actividades que realizan, ¿cuál creen que es la más importante? Néstor (12 años): el colegio. Gean (17 años): el colegio. Roberto (16 años): porque nos ayuda a comprender más, a ver más, a aprender más cosas que no sabemos. Gean (17 años): estudiar, pues. Taller con niños, tejería. Andahuaylillas. Importancia de la escuela para las niñas Entrevistadora: y cuéntame un poquito de tu colegio, ¿es importante para ti? Melisa (15 años): es importante para mí porque al estar en el colegio mi cabeza se llena de conocimientos y eso me va servir para mi universidad, para entrar, porque mi mayor deseo es entrar a la UNSAAC. Entonces así me aporta mucho, porque eso me va servir para ser grande, para ser profesional. Entrevista a Melisa, tejería. Andahuaylillas. Importancia y valoración del trabajo El trabajo también es considerado importante por los niños y por las niñas, principalmente por ser fuente de aprendizaje, ya que, como señala una niña del taller de comercio menor, “te enseñan cosas que no te enseñan en la escuela”. Este aprendizaje es parte de la educación no formal de los niños, niñas y adolescentes y es tanto ocupacional como moral. De la misma manera, señalan que con él solventan los diversos gastos escolares que sus familias no pueden asumir10 . Cabe resaltar que son los niños quienes afirman con mayor énfasis que el tra-

(10) Este tema es profundizado en la sección 2:Valoración del trabajo.

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bajo es importante, incluso igual de importante que la escuela. Así, mientras las niñas valoran principalmente los estudios formales para lograr su proyecto de vida, los varones no perciben el peso o importancia de los estudios formales con la misma intensidad y más bien incluso equiparan la importancia de lo que se puede aprender en el trabajo con lo que se aprende en la escuela.

Moderador: acá Nestor nos decía que trabajar también es importante. Roberto (15 años): claro Moderador: ¿por qué? Roberto (15 años): porque de eso también estudiamos y de eso también nos alimentamos. Néstor (12 años): de eso vivimos. Gean (17 años): si no trabajamos no tenemos economía para ir al colegio… Taller con niños, tejería. Andahuaylillas.

¿Estudiar o trabajar? Los niños son los que defienden con mayor convencimiento la compatibilidad entre el trabajo y escuela, señalando que no es difícil realizar las dos actividades y que por el contrario ambas son necesarias; las niñas del taller de comercio menor señalan que sí habría efectos negativos en el desempeño escolar, por lo cual, si pudieran, solo trabajarían en sus vacaciones. Por último, las niñas del taller de tejería señalan que si tuviesen una mejor situación económica dejarían de trabajar definitivamente. A continuación veremos con mayor detalle cómo interactúan el trabajo y la escuela según la perspectiva de los niños y las niñas.

Perspectivas a futuro Dentro del plan de vida de los niños, niñas y adolescentes, la mayoría contempla seguir estudios superiores, ya sea técnicos o universitarios, y continuar trabajando en la tejería para seguir ayudando a sus familias. Dependiendo de la edad, las reacciones sobre el futuro son distintas. Por ejemplo, una niña de 12 años, Yesica, espera que sus padres empiecen a ahorrar para pagarle sus estudios, mientras Sol, de 15 años, consciente de que es parte de una familia numerosa, asume que trabajará hasta terminar sus estudios superiores, como lo está haciendo su hermano mayor. En este sentido, la tejería, y las otras ocupaciones que desarrollan, no solo son el sustento económico de su educación escolar, sino también lo serán de su educación universitaria.

Hasta cuando trabajarán - niñas Moderadora: ¿cuánto tiempo más trabajarán? Noelia (14 años): el otro año más o dos años más. Cindy (14 años): hasta que termine de estudiar. Sol (15 años): hasta que consiga el título, porque mi hermano está a punto de terminar la carrera y sigue ayudando a mi papá. Nosotros somos hartos y a veces no alcanza. Taller niñas, tejería. Andahuaylillas. Hasta cuando trabajarán – niños Moderador: ¿hasta cuándo van a hacer la tejería? Gean (17 años): hasta terminar la universidad. Rodrigo (16 años): hasta terminar todo. Gean (17 años): hasta tener otro tipo de trabajo. Taller niño tejería, Andahuaylillas.

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egún los niños, niñas y adolescentes, sus padres tienen la expectativa de que sean profesionales. Las niñas señalan que sus padres esperan, además, que triunfen en la vida, sean felices y sean mejores que ellos; este último argumento es una constante en los padres. Coincidiendo con sus hijos e hijas, tanto padres como madres señalaron que desean que sean profesionales para que tengan una mejor calidad de vida que la suya. En este sentido, la movilidad o ascenso social es una expectativa de la mayor parte de los padres y el medio que quieren utilizar para lograrlo es la educación. Subyace también una visión crítica respecto de las posibilidades de la agricultura. Manifiestan que no quieren que sus hijos sean agricultores o que se “maten en la chacra”. Tanto padres como madres tienen una idea firme: la pobreza y el sufrimiento debe quedar en ellos y ponen acento en que no deben ser transmitidos transgeneracionalmente.

Madres, futuro de sus hijos e hijas Marina: que tenga su profesión cuando sea joven. Y ya no quiero que sufra igual como nosotros estamos en la chacra o matándonos. Grupo de discusión con madres. Padres, futuro de sus hijos e hijas Ladislao: en nosotros que quede el analfabetismo, con el estudio sacaremos adelante al país. Yo no quiero que mis hijos sean agricultores. Grupo de discusión con padres. Sin embargo, esta expectativa contrasta con lo que sucede con las adolescentes mujeres campesinas en materia de educación superior. Como señala Asensio (2014):

[…] la brecha de lugar de residencia, que casi ha desaparecido en la educación primaria y secundaria, reaparece al hablar de educación superior. En ese ámbito, las políticas públicas y los proyectos de desarrollo parecen no haber tenido un efecto significativo en las últimas décadas. Existe una gran diferencia entre el porcentaje de mujeres urbanas que acceden a la universidad y a centros de formación especializada y el ínfimo porcentaje de mujeres rurales jóvenes que supera esta situación, lo que las colocaría en la misma situación de sus madres y abuelas. Pero como se ha señalado en el capítulo segundo, los niños, niñas y adolescentes entrevistados no son necesariamente una muestra representativa de los niños, niñas y adolescentes rurales; se presupone cierto interés de los padres para que reciban educación formal y refuerzo escolar, por lo que los mandan a la ONG Inti. Para los niños, niñas y adolescentes, la profesionalización no es una meta inalcanzable; por el contrario, sienten seguridad de lograrla. Es importante señalar que todos cuentan o dan por sentado que tendrán el apoyo de sus padres para seguir sus estudios superiores. Incluso, verían en el trabajo que actualmente realizan un mecanismo de reciprocidad para que sus padres los ayuden en el futuro con sus estudios.

Moderador: ¿y sus papás los apoyarían? Todos: nos apoyarían. Niño 2: por eso son nuestros papás. Niño 5: por eso les estamos ayudando (risas). Taller niños, tejería. Andahuaylillas.

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Ahora bien, desde la perspectiva de los niños, niñas y adolescentes el financiamiento de los padres no sería la única manera de pagar sus estudios universitarios. Algunos, como Néstor, piensan que si sus padres no contasen con los ingresos suficientes, podrían asumirlos total o parcialmente con su trabajo y que sí llegarían a juntar el dinero necesario.

Moderador: ¿cómo harían para sustentar los gastos de la universidad? Niño 2: cuando terminamos el colegio, un año así trabajas y […] esa plata traes. Niño 4: la juntas… Taller niños, tejería. Andahuaylillas. Esto grafica claramente que la principal motivación de niños, niñas y adolescentes es estudiar, tanto en la escuela como luego de ella, para poder lograr una mejor vida. El trabajo es solo el medio para asegurar su educación.

Preocupaciones sobre el futuro Ahora bien, las niñas manifestaron preocupación por la sostenibilidad en el tiempo de la tejería como principal actividad económica de sus familias. Al parecer, las nuevas construcciones, tanto en Piñipampa como en Andahuaylillas, son de material noble y la mayoría de personas utiliza ladrillos, por lo que las tejas son un material que estaría entrando en desuso.

Moderador: ¿cómo harían para sustentar los gastos de la universidad? Niño 2: cuando terminamos el colegio, un año así trabajas y […] esa plata traes. Niño 4: la juntas… Taller niños, tejería. Andahuaylillas. Por otro lado, también les preocupa la salud de sus padres: piensan que si estos continúan desarrollando la elaboración de tejas se podría ver afectada su salud, motivo por el cual preferirían que no siguieran realizando esta actividad.

Moderadora: ¿qué esperan sus papás en el trabajo de tejería? Melisa (15 años): que ya no trabajen, ¿no? Porque ya está suficiente que se maltraten, porque si van a trabajar a cada rato, flaquitos se van a hacer y de viejitos se van a ver las consecuencias, dolores en todo su cuerpo y es bien feo [todas repiten “feo”]. Gladys (14 años): ahí se va a ver la causa y el efecto porque hay muchas desventajas y ventajas cuando trabajas en la teja porque el humo también afecta tus pulmones […]. Taller niñas tejería, Andahuaylillas. Es interesante señalar el nuevo discurso, las aspiraciones, sueños y estrategias de sobrevivencia que comparten los niños, niñas y adolescentes, adolescentes rurales y sus padres, sobre el futuro de las y los adolescentes. Queda claro que las expectativas de bienestar y movilidad social se centran en su profesionalización. Ambas generaciones tienen la expectativa de lograr sus metas con el trabajo de toda la familia.

5. Red social A través de la actividad “Quién es importante para mí”, se recogió información sobre quiénes son las personas más importantes en las vidas de los niños, niñas y adolescentes. Si bien la valoración de cada niño suele ser particular dependiendo de cómo esté conformada su estructura familiar, sí es posible identificar algunas tendencias y sus argumentos.

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Motivo de importancia Red

Actores Dios (en el caso de dos niñas)

Papa y mamá 1

Hermanos/as mayores

Niños tejería

Niñas tejería

Niñas comercio menor

Niñas agricultoras

No aplica.

Les da calma.

No aplica.

No aplica.

Las aconsejan (más la mamá).

Les dan educación y alimentación, vestimenta Papás, dan dinero. Mamás, las quieren. Los buscan cuando tienen problemas.

Apoyan en los estudios, en la economía. Los buscan cuando tienen problemas. Las aconsejan. Las protegen.

No especifica.

Ayudan con las tareas. Los buscan cuando tienen problemas.

Compran los útiles escolares. Enseñan las tareas.

No especifica.

No especifica.

No especifica.

No especifica.

No especifica.

Nos orientan (sobre todo el papá). Nos crían. Les cuentan sus problemas.

Ayuda en las tareas.

Hermanos/as Se divierten con menores ellos. Tíos

2

Cuñados

N/A

N/A

No especifica.

No aplica.

Sobrinos

Cariño, ellos los cuidan.

No especifica.

No especifica.

No especifica.

Abuelos y abuelas

Nos orienta (abuelo). Son mayores.

Están cuando no está la mamá.

No especifica.

Las ayudan cuando tienen problemas en el trabajo.

No especifica.

Ayudan en los estudios. Los buscan cuando tienen problemas.

No especifica.

No aplica.

Les cuentan sus cosas. Le compran ropa y útiles escolares. Les dan confianza.

Primos/as

Padrinos

Profesores (de Inti)

3

Amigos/as

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Dan consejo. Nos orientan. Están en momentos tristes.

No especifica.

No aplica.

Ayuda a aprender/ estudiar.

No aplica.

Aconsejan y apoyan. Les cuentan sus Las aconsejan (la problemas (la profesora Abigail y el profesora Abigail y profesor Julio César Frida). de Inti).

Les cuentan sus Les cuentan sus problemas. problemas. Estás con ellos en Se divierten con las buenas y en las ellos. malas. Se divierten con ellos.

Los buscan cuando tienen problemas.

No aplica.

Nos apoyan en las tareas. Comparten cosas.

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Como podrá apreciar en el cuadro resumen, los niños y las niñas han identificado distintos actores, desde Dios en el caso de las niñas, hasta sus mascotas, pasando por sus padres, madres, abuelos, abuelas, hermanos, primos y amigos. En algunos casos han identificado personas con las que no tienen parentesco. Los papás, mamás, hermanos y hermanas suelen ser las personas que los niños, niñas y adolescentes y mencionan primero de manera espontánea y son quienes conforman su red principal. Una segunda red (Red 2) son los tíos, abuelos, sobrinos, primos y padrinos, y la tercera incluye a sus profesores, amigos, e incluso a sus mascotas. Los actores que consignamos en la segunda red, sobre todo tíos, abuelos y abuelas, en algunos casos también son parte de la red principal (Red 1), sobre todo en el caso de quienes tienen un papá o mamá ausente.

Rol de los miembros de su red social En cuanto a los diversos papeles que cumplen estas personas en sus vidas, en el caso de los niños del taller de tejería, sus padres, tíos y profesores cumplen el rol de orientarlos, sus hermanos mayores los ayudan en los deberes escolares, mientras que los menores y los sobrinos son más bien las personas a quienes ellos deben cuidar.También señalan que les cuentan sus problemas a sus papás, tíos, abuelos (quienes aún los tienen) y profesores. Estos últimos también son valorados por sus enseñanzas. Por último, a los amigos los valoran tanto por su rol de confidentes y porque se divierten con ellos. Es importante señalar que los niños suelen acudir a figuras masculinas antes que femeninas para buscar consejo o apoyo cuando tienen problemas. Por ejemplo, Rodrigo señala lo siguiente:

Moderador: cuando tienen problemas ¿a quién acuden? Rodrigo (16 años): al papá, al tío o al abuelo. Taller niños, tejería. Andahuaylillas. Algunas niñas del taller de tejería identifican a un actor nuevo dentro de su red social: Dios, que es aquel que les da calma, funciona como un soporte emocional. Si bien no es el caso de todas, en ellas, Dios y la religión están más presentes que en los niños. En este aspecto, si bien no se ha profundizado en el rol que cumplen la Iglesia y la religión como soporte espiritual de los niños, niñas y adolescentes trabajadores, queda como un desafío indagar sobre la influencia de este espacio de socialización en la vida y aspiraciones de las niñas y niños.

Melisa (15 años): a Dios le puse principal porque con él si no vivo, me encanta orar hacia él, me encanta estar cerca de él, orar con él porque siento una paz… Cuando algo me pone triste me ayuda, le digo dame fuerzas. Taller niñas, tejería, Andahuaylillas. Al igual que los niños, para las niñas sus padres y madres son las personas más importantes porque les dan consejos; si bien en principio se nota una tendencia de algunas niñas a preferir a la madre antes que al padre, reconocen también que ahora, luego de la participación de una psicóloga con talleres de sensibilización, sus padres están emocionalmente más cerca y sienten que pueden compartir algunas cosas con ellos. Así lo narra una de las chicas:

Melisa (15 años): mi papá antes no me daba el besito de las buenas noches, pero fue a psicología y ahora si me da […] los aprecio mucho a ellos, más que todo a mi mamá porque tengo la confianza… le cuento de todo, y a papá, porque antes no le contaba nada, pero gracias a mi mamá ahora si les cuento a los dos. Taller niñas, tejería. Andahuaylillas.

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También forman parte de su red social sus hermanos menores y mayores; sus tíos y tías porque les aconsejan; sus abuelas y abuelos, especialmente sus abuelas, porque son ellas las que los cuidan cuando se ausentan sus madres. Tanto niños, niñas y adolescentes señalan que los profesores de la ONG Inti son parte importante de su red social. Valoran mucho ser escuchados y recibir consejos ante cualquier problema. También están los amigos y amigas, con quienes juegan, se divierten, se cuentan sus problemas y son a quienes confían sus secretos y problemas. Las niñas del taller de comercio menor señalan que sus papás y mamás son importantes porque les dan educación, alimentación y vestimenta y son a ellos a quienes buscan cuando tienen problemas. Específicamente identifican que sus mamás son quienes las quieren y sus papás quienes les brindan el sustento económico; sus hermanos y primos mayores las ayudan con las tareas y también ellas los buscan cuando tienen problemas; a los profesores y a los amigos (incluyendo a los de Inti) los valoran porque acuden a ellos para que los aconsejen. Se observa que las niñas atribuyen a sus seres significativos roles diferenciados en función del sexo: vemos que a los hombres los presentan como si fuesen los únicos proveedores materiales y a las mujeres como si fuesen las únicas que proveen soporte afectivo, situación que coincide con la visión tradicional que vincula los sentimientos a las mujeres y la generación de ingresos económicos a los hombres. En todo caso, pareciera que las niñas tienen una mayor posibilidad de establecer una red de soporte emocional más amplia que los niños, pues acuden por apoyo a personas de los dos sexos, es decir que mientras ellas sí pueden buscar a sus padres, tíos, profesores y amigos para hablar sobre sus problemas, los niños básicamente buscarían a sus referentes masculinos y no a las mujeres de su entorno. La diferencia es marcada cuando los niños son mayores, ya que reducen su red de soporte emocional a las figuras masculinas, lo cual no tiene explicación científica sino que más bien documenta una actitud social aprendida. En este sentido, la construcción de la masculinidad en el marco de un modelo de una sociedad patriarcal priva a los hombres, desde niños, del derecho a expresar sus sentimientos, pues este sería un atributo femenino, lo que genera una barrera social en su perjuicio. Recurrir a figuras de su mismo sexo es esperable en términos psicológicos, ya que hay una identificación mayor con modelos masculinos en los niños y femeninos en las niñas. Sin embargo, ambos sexos son referencias fundamentales como figuras de identificación. No hay que olvidar que los niños, niñas y adolescentes están en proceso de buscar y consolidar su identidad personal. Es pertinente recordar que la adolescencia es un período en el cual el niño o niña desea independizarse y busca su autonomía, por lo que la tendencia a actuar por su cuenta se explica plenamente. Así, tenemos que el mayor de los adolescentes del taller de tejería, Gean, señala que él “soluciona sus problemas solo”. Veamos el testimonio de una de niñas en el que se aprecia que ellas recurren tanto a su madre como a su padre:

Moderadora: ¿a quiénes les cuentas tus secretos? Melisa (15 años): a mi mamá le cuento, pero hace unos meses no le había contado y le conté a mi papá, y mi papá con unas indirectas riéndose me decía… desde esa vez mi hermana y yo le contamos todo a mi papá y, mi papá lo único que hace es reírse y nos cuenta sus anécdotas que de joven le han pasado, chistosas nos reímos, pero más y más a mi mamá. Entrevista a niña. Andahuaylillas.

Deterioro en red social En la mayoría de casos, los niños, niñas y adolescentes identifican tanto a sus padres como a madres como miembros importantes de su red social; sin embargo, una de las niñas aclaró que su padre no le parecía importante, dando a entender que no le tenía particular cariño y que no era un apoyo emocional para ella. Por su parte, uno de los niños de 12 años del taller de tejería tampoco identificó a su padre como apoyo emocional y ubicó a su madre y a sus amigos en dicho rol. Pero estos padres poco afectivos no solo incumplirían su rol de darles apoyo emocional, sino que también son generadores de violencia. Siguiendo la historia de vida de este niño, se trata del mismo que, como veremos más adelante, se ve obligado a trabajar en vacaciones mientras sus compañeros descansan. Es sobre él también a quien se refiere entre bromas uno de los niños del taller, señalando que su papá le pega cuando se queda en el internet.

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En el caso de las niñas que se dedican al comercio menor, una de ellas, Anabel, señala que le teme a su madrina porque la golpea y ha agredido verbalmente a su hermana cuando esta trató de defenderla. Es preocupante que el maltrato físico provenga de quien no solo es su madrina sino también la directora de la institución educativa a la que asiste, que, en lugar de protegerla, abusa de la figura de autoridad máxima de su escuela para ejercer violencia sobre ella.

Moderadora: ¿hay personas que le dan miedo? Anabel (13 años): sí, mi madrina. Me golpeaba la cabeza. Moderadora: ¿y qué hiciste? Anabel (13 años): me quejé con mi hermana y mi madrina la gritó. Taller de niñas. Andahuaylillas. Además de este caso, es preciso señalar que en las entrevistas realizadas, una niña de 13 años manifestó que, cuando estudiaba en Tacna, su rendimiento escolar era bajo por los maltratos que recibía de su tía.

Moderadora: ¿has repetido algún grado? Sheril (13 años): no he repetido, pero cuando estuve en Tacna solo he jalado cursos porque mi tía era mala, me enojaba, me gritaba, más me hacía trabajar… me preocupaba siempre que mi tía me iba a pegar si no hacía esto. Entrevista a niña. Andahuaylillas. Los niños no son ajenos a casos de violencia familiar, sobre todo de los padres hacia las madres. Para abordar el tema de la violencia se presentó a los niños una situación en la cual un padre llega a casa en estado de ebriedad. Todos los niños del taller de participación señalaron que era probable que la situación terminara en una agresión por el padre a sus hijos o a su esposa. Estas situaciones de violencia son identificadas como comunes en la localidad y de alguna manera son naturalizadas por los niños:

Moderador: ¿por qué creen que pasa eso? Jaime (11 años): en todo profe, en toda familia. Néstor (12 años): en todos lados… Jaime (11 años): hasta en su familia profe. Taller niños, participación. Andahuaylillas. Cabe aclarar que el consumo de alcohol no es una variable que explique o genere por sí sola la violencia de género entre las parejas. Girón (2011) esboza una teoría para explicar las relaciones violentas identificando tres elementos: (i) una predisposición genética del género humano a la agresividad, lo cual, sin embargo, no determina de forma ineludible las conductas humanas; (ii) la existencia de relaciones de apego inadecuadas durante la etapa infantil denominadas apego ansioso-ambivalente y el apego desorganizado, donde los niños “van a ser susceptibles de convertirse en personas que utilizarán la violencia para establecer relaciones interpersonales y al mismo tiempo serán vulnerables a la utilización de sustancias y de alcohol para aliviar los sentimientos de vacío que arrastran”, y (iii) el factor cultural, particularmente la tradición patriarcal, donde “la figura femenina debe ser sometida a la del varón”. Para conseguir dicho sometimiento, y amparado en esta ideología, el varón podría recurrir a la violencia. A estos tres factores agregaríamos uno más de tipo estructural, que es la situación de precariedad y pobreza en la que viven miles de familias en nuestro país, que deterioran en gran medida las relaciones familiares y por ende explican estilos de crianza nocivos y el consumo de sustancias y alcohol. En este modelo propuesto por Girón, “el alcohol va a facilitar la expresión de la impulsividad agresiva, y va a contribuir a una confusión en el bebedor, al nublar su juicio y deteriorar su capacidad para interpretar indicios, además de dar pábulo a las discusiones en la pareja” (2011, p. 13).

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La importancia del estudio del alcohol como “facilitador” de la impulsividad agresiva se incrementaría en zonas andino-rurales, donde el alcoholismo es uno de los principales problemas de salud no atendidos por falta de recursos y visibilización del mismo como tal. En este sentido, cabe resaltar que, según la ENDES 2014, del total de mujeres que padecieron violencia física de su esposo o compañero, el 50,8% sufrió alguna vez este tipo de violencia cuando él estaba bajo los efectos del alcohol/drogas o ambas; generalmente, declararon aquellas de 35 a 49 años de edad, con menor nivel educativo o sin nivel, ubicadas en el primer quintil inferior de riqueza, del ámbito rural y la sierra. Las madres más que los hijos serían las víctimas de este tipo de agresión. Algunos niños viven este tipo de violencia al interior de sus hogares, lo cual crea gran tristeza y frustración en ellos y una ruptura en su vínculo de afecto con el padre. Incluso se genera distanciamiento y rencor e involucramiento de los adolescentes en situaciones de violencia en defensa de su madre, lo que es más visible en las entrevistas individuales.

Franco (16 años): la vez pasada mi papá le pegó a mi mamá, ya le estaba pasando […] pero se ha vuelto de nuevo adicto al alcohol, entonces tomó de nuevo […] nosotros nos íbamos al colegio y mi hermano estaba postulando a la policía y estaba en exámenes […], entonces mi mamá estaba preocupada, iba a ir llevándole comida así, y mientras se estaba peinando le había agarrado de su cuello, y la había pisado, le había tapado su boca con su pie, luego llego yo de mi colegio y mi hermanita está llorando en mi casa, y mientras yo me puse a pensar de repente mi hermano no ha ingresado, no lo ha cogido, y le pregunto, ¿qué ha pasado?, no hay la mamá, me dice, ¿y dónde se ha ido? Se ha ido, se ha ido, la mamá no hay, el papá dice que le ha pegado a la mamá […], pero al día siguiente vuelta mi papá y, no me puse a pensar y le metí la mano, o sea le he golpeado aquí. Le dije esta mano le ha pegado a mi mamá, le dije a ver, ahora pégame como tú le has pegado a mi mama, ¡pégame! Entrevista a Franco. Andahuaylillas. Sobre qué hacer en estos casos, uno de los niños señala que el hermano mayor podría ser de ayuda en estas situaciones, dando a entender que la situación se resolvería en el ámbito privado; los otros dos niños señalan que para resolver la situación se debe acudir al psicólogo y a la policía. A las niñas del taller de participación se les presentó el mismo caso. Ellas también señalaron que la situación podría terminar en una agresión física, siendo víctimas tanto la esposa como los hijos. La mayoría manifestó que esto nunca les había ocurrido. Solo una de ellas (Karen de 11 años) nos contó que su padre, en estado de ebriedad, golpeó y echó a su hermano de la casa.

Niña 1: el papa pegará a su esposa. Niña 2: le pega a sus hijos o podrá botarlos de su casa. Niña 3: no sabe lo que hacen, los borrachos. Taller niñas, participación. Andahuaylillas. Para ellas, la situación de violencia podría solucionarse llamando a la comisaría y hablando con los tíos para que tranquilicen al papá. Así como los niños, las niñas plantean dos maneras de resolver las situaciones de violencia: en el ámbito privado (a través de padrinos y del tío) o en el público, en este caso con la participación de la policía. Otro tipo de violencia que experimentan las niñas es la violencia psicológica de los niños, quienes las insultan.

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Moderador: ¿qué les hace sentir vergüenza? Anita (13 años): cuando te insultan. Moderador: ¿qué insultos, más o menos? Anita (13 años): a mí mis compañeros siempre me insultan […] una vez mi barriguita me estaba doliendo y siempre me dicen “mi barriguita, mi barriguita”, me dicen “ccacacho, ccacacho” […] siempre me molestan, a veces mi mochila me esconden, mis cosas… y me insultan. Taller niñas comercio menor. Andahuaylillas. Lamentablemente la dirección del colegio no parece tomar medidas preventivas ni punitivas ante este tipo de hechos. Cabe resaltar que la directora del colegio no solo no tomaría cartas en el asunto; sino que en el plano familiar (como madrina de esta niña) ejerce violencia física contra ella.

Anabel (13 años): hay cosas que me insultan, yo le digo a la dirección y la dirección no les dice nada […] más que todo, la dirección es mi madrina, la profesora Teresa, y yo me quejo a ella llorando y no les hace nada. Moderadora: ¿la directora es tu madrina? […] ¿la que te golpeaba? Anabel (13 años): sí. Taller de niñas, comercio menor. Todas las niñas coinciden en que sus compañeros hombres les colocan sobrenombres y se burlan de ellas. Si bien en algunos casos la crueldad de los sobrenombres es mayor que en otros —ya que hacen referencia a apreciaciones negativas del físico de las niñas—, todas expresan su malestar ante esta situación que al parecer los profesores no pueden controlar, lo cual nos alerta sobre la inaplicación en esta zona de la Ley Nº 29719 que promueve la convivencia sin violencia en las instituciones educativas.

Anabel (13 años): una vez se han burlado de mí, yo me he quejado a mi profesora y hemos hecho un juramento con todos los compañeros para que no molesten a las mujeres pero ellos siguen. No obedecen. Moderadora: ¿y qué podemos hacer para que no nos estén molestando? […] Niña: llamar a sus padres para que les den una citación. Niña: pero a veces a los padres [los profesores] no les dan esa citación y no vienen los papás. Taller de niñas, comercio menor. La escuela para las niñas es un espacio de relajo y juego en contraposición a sus hogares donde llevan a cabo diversas actividades domésticas; pero también queda claro que en este lugar, las niñas sufren de violencia psicológica por parte de sus compañeros de sexo masculino, reproduciéndose desigualdades de género dentro del espacio escolar, ya que los niños se atribuyen el derecho de insultar, juzgar y abusar de sus compañeras mujeres.

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6. Qué es ser un niño y qué es ser una niña La infancia es una etapa de la vida que tiene tantos significados y maneras de ser vivida como grupos sociales existen. Dentro de cada grupo social, los niños, niñas y adolescentes viven su infancia de una manera particular, y probablemente esta difiera significativamente de grupo en grupo. En esta sección nos enfocaremos en conocer qué es ser un niño y una niña desde su perspectiva (participantes en talleres y entrevistas) y desde la de sus padres. Si bien también el significado de ser niño se desarrolla a través de todas las secciones, en esta pondremos énfasis en los roles que asume cada uno dentro de sus familias.

Niños vs. adultos Para invitar a los niños, niñas y adolescentes a reflexionar sobre qué es ser un niño o niña, se les preguntó qué los diferenciaba de los adultos. Tanto los niños como las niñas manifestaron que ellos se veían a sí mismos como niños y no como adultos. Para los niños las responsabilidades del niño son diferentes de las de los adultos en materia laboral; así, para ellos, mientras que los adultos “trabajan con más fuerza”, los niños “poco ayudan”:

Ayuda del niño o niña según los padres Luciano: aquí está mi hijito con sus 12 años, está con la chaquitaqlla poniendo las semillas. Según a lo que ella puede, no puede esforzarse mucho. Grupo de discusión con padres. Ayuda del niño o niña según los niños Néstor (12 años): los adultos trabajan con más fuerza y los niños estudian, poco ayudan. Taller niño, participación. Andahuaylillas. Las niñas se diferenciaron de las mujeres adultas no tanto en función de las responsabilidades laborales, como en el caso de los niños, sino a partir de la manera en que se comporta cada una, probablemente porque las niñas no notan diferencias en la medida en que asumen las mismas responsabilidades que sus mamás en la casa. Ellas señalaron que la diferencia entre ellas y las mujeres adultas está en que estas últimas hablan groserías y coquetean con los hombres, mientras que ellas no lo hacen. Es de notar que la influencia de los grupos evangélicos se puede percibir a través del discurso de algunas niñas que son muy religiosas, lo cual podría influir en su valoración de la conducta de la mujer adulta. Roles según los niños, niñas y adolescentesNo aplica. Roles de la niña

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Roles del niño

Según los niños

Según las niñas

Según los niños

Según las niñas

Ir a la escuela. Quehaceres del hogar: lavar los servicios, barrer, barrer el cuarto de sus papás y de toda su familia. Higiene personal: tender su cama, lavarse los dientes. Buen comportamiento: saludar en la mañana, comportarse bien en la escuela, respetar a sus mayores.

Ayudar con labores domésticas (cocinar. lavar, tender su cama). Cuidar a sus hermanos. Ayudar (tejas). Sacar buenas notas. Ser responsables y respetuosas. Demostrar los valores aprendidos.

Recreación: jugar fútbol. Presentación personal: vestirse bien, marchar muy bien, cortarse el cabello. Ayudar a sus padres. Hacer quehaceres. Escuela: estudiar, realizar tareas, sacar buenas notas. Portarse bien. Estar limpios.

Lavar servicios. Pelar papas (eventualmente)

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Parece no haber una diferencia tajante entre niños y adultos. En el caso de los niños la diferencia está puesta en la carga laboral, y en el caso de las niñas solo en el comportamiento, porque las responsabilidades domésticas son similares. No se refieren a otros aspectos que puedan marcar una diferencia. Tal vez la distinción principal es que los niños, niñas y adolescentes estudian y los adultos no, pero no lo mencionan. Tampoco que los niños juegan. Tal vez esto se deba a que la vida de estos niños, niñas y adolescentes tiene más similitud con la vida adulta que implica asumir la carga laboral y responsabilidad frente a ella.

Roles Para conocer los roles que niños, niñas y adolescentes se atribuyen a sí mismos y al sexo opuesto se presentaron dos muñecos, uno de cada sexo, y se les preguntó cuáles eran las responsabilidades que tenía cada uno. Esta información fue complementada con las responsabilidades que identificaron que tienen para con sus padres. En el siguiente cuadro se muestra cuál es la percepción que tienen los niños, niñas y adolescentes sobre sus responsabilidades. El trabajo para ambos es una más de sus responsabilidades como niños, niñas y como hijos; dado que el trabajo, sobre todo como “ayuda”, constituye parte del “ser niño” y del “ser niña”. Esto también se observa en la mayor parte de zonas rurales del Perú y en las zonas urbanas, entre los migrantes de origen andino y sus descendientes. Incluso el no trabajar o no ayudar se considera una transgresión a la imagen ideal del niño o niña “andino”, pues piensan que la ausencia de una práctica laboral puede tener consecuencias negativas para su desarrollo personal y profesional. En esto coinciden los niños, las niñas y sus padres.

Marco: yo creo si les das todo, les cortas el brazo. Uno les puede hacer también daño: cuando tienen 26 o 27 años estos no puede ser capaces de defenderse. Grupos con padres. Andahuaylillas. Los padres destacan que sus hijos son felices ayudando porque se sienten útiles. Si bien ayudar a sus padres es una de las principales motivaciones de los niños, niñas y adolescentes para trabajar, quienes participaron en el estudio (cuyas edades fluctúan entre los 11 y 17 años) plantean que lo hacen por solidaridad con sus familias y no tanto por el disfrute en sí. Los padres, en ese sentido, ponen más énfasis en la felicidad que sienten sus hijos al ayudarlos, la cual si bien no es negada por los niños y las niñas, tampoco es destacada por ellos.

Lorenzo: mi hija se siente feliz al trabajar en la chacra, aunque yo le digo a mi hijita que se va a cansar, pero ella me ayuda, agarra el pico y la pala. Ellos se sienten útiles. Grupos con padres. Andahuaylillas. Es más fácil para los padres pensar que sus hijos e hijas son felices así y disfrutan del trabajo que aceptar que tal vez están poniéndoles una carga excesiva. Tanto los niños como las niñas coinciden en que las niñas asumen una mayor cantidad de labores domésticas, las cuales son enseñadas por sus madres, mientras que los niños acompañarían a sus padres y por ende realizan actividades relacionadas con el trabajo fuera de casa. Se entiende que las niñas ayudan a sus madres y que los niños a sus padres en la medida en que a cada uno se le atribuyen ciertas competencias, siendo que a las niñas se les atribuye una mayor capacidad para asumir actividades domésticas, mientras que a los niños una mayor capacidad para asumir tareas que requieren de mayo esfuerzo físico. Así lo manifiesta Néstor, uno de los niños que participó del taller de tejería.

Néstor (12 años): los niños hacen cosas que están a su alcance y las niñas cosas que están a su alcance, como lavar los servicios o el niño como más o menos cargar de uno en uno ladrillos. Taller niños, participación. Andahuaylillas.

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Como ya hemos visto, esto no quiere decir que las niñas no se dediquen a la elaboración de tejas y que los niños no se dediquen a las actividades domésticas, sino que ambos realizan estas actividades, pero con menor frecuencia o en aquellas tareas que resultan más sencillas. Los niños piensan que ellos trabajan más porque son más fuertes que las niñas. Por el contrario, las niñas creen son las que trabajan más o las que tienen más responsabilidades, por la diversidad de tareas que cumplen, ya que además de trabajar fuera de casa como lo hacen los niños, también lo hacen dentro del hogar, asumiendo una mayor responsabilidad en este espacio cuando su madre se encuentra ausente.

Entrevista a niña Y de lunes a viernes los ayudaba sí o sí a cocinar, a lavar o sea las cuestiones de casa y los sábados tenía que lavar, de mi hermanita pequeña, su ropa nada más. Melisa, 15 años. Andahuaylillas. Entrevista a niño Mis responsabilidades, arreglar mi cuarto, lavar los servicios y, a veces, cuando estudio… en las noches, me pongo a estudiar… ayudar en la chacra”. Franco, 16 años. Andahuaylillas. De la misma manera, los niños, niñas y adolescentes identifican como otra de sus responsabilidades asistir a la escuela, hacer las tareas y sacar buenas calificaciones. Es decir que, a la vez que los niños, niñas y adolescentes tienen que “ayudar” a sus familias, también se espera de ellos un buen desempeño escolar, mostrando que el ideal del niño y la niña andino compatibiliza estas dos actividades. Otras responsabilidades o actividades que realizan como niños, niñas y adolescentes es tener buen comportamiento, ser respetuosos y tener una buena higiene personal. Cabe resaltar que los niños identifican como una de las actividades propias del niño “jugar fútbol”, dando a entender que como niños también tienen derecho a recrearse y jugar; esto no pasaría en el caso de las niñas, que no mencionan alguna actividad recreativa como parte de las actividades propias de una niña, lo cual evidencia otro fuerte sesgo de género en cuanto a una práctica cotidiana de restricción de sus derechos.

Reconocimiento y sentirse bien Para conocer qué significa ser un niño o una niña es importante también saber qué hace a los niños, niñas y adolescentes sentirse bien y qué espera su red social de ellos; de esa manera, podemos tener una idea sobre cuáles son las expectativas del entorno del niño respecto de ellos y la expectativa del niño en cuanto a su autoestima. Los niños del taller de tejería señalan que las personas de su red social están contentas: “cuando hago mis tareas”, “cuando ayudo”, “cuando saco buenas notas”, “cuando yo estoy contento”, “cuando ayudo a mi hermana”. La mayoría de respuestas están relacionadas con el desempeño en la escuela y en el trabajo. Cuando se les pregunta sobre qué les hace sentirse bien consigo mismos, los niños refieren que: “cuando ganamos en fútbol”, “cuando nuestros papás nos felicitan porque hacemos algo bueno”, “como sacarnos buena nota o hacer caso a toda la familia”, “cuando participo más en el colegio”. El reconocimiento que pueden sentir los niños está relacionado también con el buen desempeño en la escuela y con la obediencia; si bien no se manifestó explícitamente, el “hacer algo bueno” y la obediencia parecen darse también dentro del ámbito laboral. El buen desempeño en el trabajo sería también un motivo de orgullo y reconocimiento por su red social. Los niños añaden logros personales como motivo para sentirse bien, como ganar en fútbol.

Sentirse mal Indagar sobre los motivos por los cuales los niños creen que las personas más cercanas, particularmente sus padres, se pueden molestar; así como explorar qué es lo que los hace sentirse mal es también importante para conocer de qué manera los niños pueden transgredir la imagen de niño ideal y afectar su autoestima o estado emocional.

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Para los niños, los motivos de molestia de las personas de su red social tienen que ver con su conducta tanto en el hogar como en el trabajo, señalando que se pueden molestar con ellos y ellas cuando “hacen algo mal” o cuando “no hacemos caso”. Desobediencias y errores en el trabajo son motivo de enojo por parte de los padres:

Moderador: ¿y cuándo se molestan? José (10 años): cuando hacemos algo mal. Moderador: ¿cómo qué? Esteban (12 años): cuando no hacemos caso. José (10 años): cuando rompo teja. Moderador: ¿y qué pasa? José (10 años): me enojan, “por qué rompes”. Néstor (12 años): Difícil de hacer es… Taller niños, tejería. Andahuaylillas. En la misma línea, las situaciones que los hacen sentirse mal están relacionadas en mayor medida con su desempeño en la escuela y en menor medida al trabajo: “cuando nos dan tarea y nos dice el profesor que está mal” o “cuando me saco malas notas”, “cuando damos exámenes orales y no podemos responder” “cuando rompo teja”. Les darían vergüenza algunas situaciones como “abrir la formación” o “pasar adelante”, “cuando perdemos en fútbol”. Se hacen evidente una vez más los múltiples espacios por los que transitan los niños, pues se sienten mal cuando no tienen un buen desempeño en el ámbito escolar, laboral y de juego. En el caso de las niñas del taller de tejería y comercio, los motivos por los cuales las personas de su red social se molestan con ellas son “cuando hacemos cosas malas”, “cuando no hacemos lo que ellos quieren”, “cuando no hacemos los deberes de la casa”, “cuando miran más de la cuenta la televisión”, “cuando sacas malas notas o eres desobediente”, cuando “les hacen renegar”, cuando “nos portamos mal” y “cuando somos inquietas”. La niñas también hacen mención a malos desempeños en el ámbito laboral, el ámbito escolar y el ámbito recreativo (ver televisión) como motivos para que se molesten con ellas, lo cual indica que también transitan entre estos ámbitos. Las niñas se sienten mal o sienten vergüenza cuando no hacen caso a papá. Señalan que no siempre son perfectas ya que “el mal busca hacernos caer” “no soy tan fiel a Dios a veces”, cuando “las enojan” y cuando son insultadas. Una vez más aparece el aspecto religioso, particularmente el desviarse de una conducta religiosa es motivo para sentirse mal. Surge también como tema el insulto de sus compañeros, que fue tratado en la sección “Red social”.

Peligros y riesgos En la zona existen peligros y riesgos diferenciados tanto para los niños como para las niñas. En esta sección identificaremos los peligros y riesgos no laborales según lo manifestado por los niños, niñas, padres y madres.

Peligros y riesgos para las niñas Tanto los niños como las niñas consideran que las niñas se encuentran en una situación mayor de riesgo en cuanto a su integridad, que puede ser afectada sobre todo si fuesen víctimas de violaciones.

Moderador: ¿quién está más expuesto al peligro? Niños: la niña. Moderador: ¿por qué? Jaime (11 años): puede haber violaciones. Néstor (12 años): acá en el Perú hemos escuchado muchas violaciones contra la niña. Lucio (11 años): los padres… Taller de participación con niños. Andahuaylillas.

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Moderadora: ¿para quién es más peligroso salir de noche? Sheril (13 años): para la niña (todas), porque también hay cosas de mujeres que la pueden agarrar o la pueden secuestrar. Niña: violar. Taller de participación con niñas. Andahuaylillas. Si bien se identifica que la calle, particularmente en la noche, es un lugar particularmente peligroso y donde las niñas corren mayor riesgo, los niños señalan que las violaciones también pueden darse en el ámbito familiar, cosa que no es precisada por las niñas. Cabe resaltar que, para las niñas, los niños no están exentos de sufrir secuestros y violaciones, ya que “ahora también violan a los niños”, sin embargo sí consideran que ellas son más vulnerables a ser víctimas de estos eventos. En el taller realizado con niñas agricultoras de 10 a 14 años, una de ellas nos cuenta que sus padres no la mandarían a la capital de Cusco sola, sino en compañía de una mayor, porque estaría expuesta a ser secuestrada y a otros peligros.

Moderadora: ¿por qué no quieren que vayas a Cusco sola? Niña: piensan que me va a suceder algo o que me van a secuestrar. Moderadora: ¿tú vas sola a Cusco? Niña: solo una vez he ido. Moderadora: ¿alguna vez ha pasado algo? Niña: He visto hartos choques y por eso ya no quieren que vaya. Taller de participación con niñas agricultoras de 10 a 1 años. Cusco. Así como los niños y las niñas, los padres y las madres también muestran su preocupación frente a la trata de personas y a posibles violaciones y secuestros de sus hijas, poniendo énfasis en que es necesario cuidarlas y orientarlas.

Madre: la trata, porque a veces, mucha gente, al menos en Urcos, que a sus hijitos los dejan en casa, alquilan un cuartito y se van adentro a trabajar y ellos se quedan allí ¿Quién los ve? ¿Quién los vigila, quién los controla. Quién está al cuidado de ellos? […] La violación, eso también. Grupo con madres. Padre: […] si no das buenas orientaciones, ellas van a otros sitios y se hacen engañar con una gente como trata de personas, entonces nosotros como padres y madres les debemos dar orientación para que no caigan en eso. Taller de participación con niñas, Andahuaylillas. El delito de la trata es un fenómeno que tiene importancia en la región. Las niñas, las adolescentes y las jóvenes son especialmente vulnerables a ser víctimas de trata con fines de explotación sexual. Diversos estudios señalan que la mayor parte de víctimas de este delito son adolescentes y jóvenes. En el estudio Diagnóstico sobre la situación de trata de niñas con fines de explotación sexual en Madre de Dios (Barrantes & Escalante, 2015), se evidencia que las víctimas proceden principalmente de las zonas rurales y urbanas de Cusco que están conectadas con Madre

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de Dios a través de la carretera Interoceánica, como Andahuaylillas. Las víctimas generalmente son engañadas con ofertas de trabajo falsas para luego ser explotadas sexualmente en “prostibares”. Se ha identificado también que los y las tratantes no son necesariamente personas desconocidas, sino personas de la misma localidad, e incluso pueden ser familiares. En este contexto, las niñas y adolescentes de la zona son vulnerables a ser captadas por tratantes, lo que explica la preocupación de sus padres. No deja de llamar la atención que una de las niñas refiera que en la época de vacaciones suele ir a la selva con su hermana a trabajar en su restaurante, lo que la ubica especialmente en una situación de vulnerabilidad. En ese sentido, cabría seguir reforzando e impulsando medidas de retención de los niños, niñas y adolescentes en la zona durante sus vacaciones escolares con actividades como la de la Municipalidad de Andahuaylillas, que ha instalado un programa de reforestación que brinda a los adolescentes la posibilidad de trabajar en sus vacaciones. Las madres tienen también otras preocupaciones sobre los riesgos que pueden correr sus hijas. Una de ellos es el embarazo no deseado, porque truncaría el futuro de sus hijas —o al menos el proyecto de vida que las madres imaginan para ellas—. Cabe señalar que las madres solo mencionan el embarazo no deseado como un riesgo para sus hijas, mas no para sus hijos, lo que podría estar indicando que si un hijo deja a una chica embarazada no necesariamente se convertirá en una barrera para su futuro. Esta situación podría tener, entre otras explicaciones, que no perciben que el hijo deba asumir responsabilidades parentales, o que no convivirá con ella, por lo cual, aun si asumiese alguna responsabilidad, esta sería mínima, pues el cuidado diario de la criatura recaería en la madre. En ambos casos se evidenciaría la tendencia a ver el embarazo no deseado con un problema básicamente de la mujer.

Rosa María: […] que salgan embarazadas con su bebé. Es el temor más grande que una madre [tiene]. Grupo con madres. Andahuaylillas. Peligros y riesgos para los niños Como hemos mencionado, el distrito de Andahuaylillas está al pie de la carretera Interoceánica, por lo cual es parte de una zona de alto flujo migratorio. En este contexto no es extraño que niños, niñas, adolescentes y jóvenes migren de manera temporal o permanente a las grandes ciudades o a centros con crecimiento económico, como Cusco y Madre de Dios, para buscar trabajo. Es de señalar que dentro de Cusco también se presenta la trata interprovincial en materia laboral y con fines de explotación sexual.

Moderador: ¿de diciembre a marzo qué hacen? Rodrigo (16 años): nada, a veces trabajamos. Gean (17 años): otros migran a otras ciudades a trabajar […] o sea, a veces se van a la construcción y ahí están. Rodrigo (16 años): a veces a la mina. Moderador: ¿y ustedes han ido? Gean (16 años): no, recién vamos a ir. Rodrigo (17 años): si vamos allá, nos quedamos. Taller con niños, tejería. Andahuaylillas. Según lo manifestado por los padres, la temporada de lluvias es una época de escasez económica y por lo general deben vivir con sus ahorros, situación que se agrava porque los gastos escolares también se presentan al final de esta temporada. Este contexto genera aun mayor expectativa por los jóvenes de migrar en busca de ingresos. Lamentablemente las oportunidades laborales más rentables están en Madre de Dios, que tiene una oferta laboral relacionada con la explotación informal o ilegal del oro y la madera (la tala ilegal). Si bien los adolescentes del taller aún no han migrado fuera de Andahuaylillas para trabajar, se aprecia que algunos tienen la expectativa de hacerlo.

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Al menos eso sugiere uno de los niños cuando dice: “recién vamos a ir”. En este sentido, el primer riesgo adicional identificado por otro de adolescente es que ya no regresen después de la temporada de vacaciones: en lugar de hacerlo y de continuar con su plan de vida (culminar su educación básica, empezar a sus estudios superiores, seguir trabajando en la elaboración de tejas), se quedarían en estos lugares. A esto se refiere Rodrigo cuando señala que: “si vamos allí, nos quedamos”. En el caso de los padres y de las niñas, identifican que los niños corren el peligro de ser influenciados por personas negativas y que pueden caer en conductas “desviadas”, como el consumo de alcohol, drogas y la delincuencia.

Padre: es importante dar orientación; si no les das, no se dedican a ser buenos. Ellos tienen que salir adelante en la vida, como jóvenes tienen que aprovechar que no caigan en la delincuencia y el alcohol. Entre malos amigos se pueden perder. Grupo con padres. Andahuaylillas.

7. Derechos y participación Derechos En materia de derechos, las niñas y los niños señalaron que ambos deben ser sujeto de los mismos derechos. Cuando se les preguntó cuáles, mencionaron espontáneamente los siguientes:

Derechos según los niños Derecho a estudiar Derecho a jugar Derecho a la vida Derecho a ser feliz en su familia Derecho a que le compren lo que le falta

Derechos según las niñas Derecho a estudiar Derecho a tener nombre y apellido Derecho a una buena alimentación Derecho a tener padres Derecho a tener buena salud.

Tanto los niños como las niñas identifican diversos derechos y concuerdan en muchos de ellos; sin embargo, uno de los niños, Néstor, reconoce que estos no siempre son respetados. Perciben que estos se verían particularmente afectados cuando los adultos enfrentan problemas laborales, lo que sugiere la necesidad de incorporar el manejo de la frustración en el ámbito laboral como un tema de la agenda de las instituciones que trabajan en el fortalecimiento de las competencias parentales. El reto de manejar la frustración por asuntos laborales reviste complejidad, dado que como se recordará, la economía rural se basa en la familia, y puede resultar poco nítida la línea divisoria entre unidad económica y unidad familiar.

Néstor (12 años): solo cuando mi mamá está mal y cuando mi papá está renegado solo ahí no se respeta… cuando mi papá está renegado de su trabajo, cuando mi mamá está renegada con su trabajo no me ponen interés. Taller niños, participación. Andahuaylillas. Por su parte, las niñas mencionan que la DEMUNA es la institución encargada de defender los derechos y que dicha institución que está trabajando en favor de los niños, niñas y adolescentes. Asimismo, piensan que, para una mejor defensa de la infancia, se deberían dictar talleres para los padres en donde se les sensibilice en contra de la violencia. Como se recogió también en la sección “Red social”, los niños identifican la violencia como uno de los principales problemas en cuanto a la vulneración de sus derechos. Ellos sugieren que conocen mecanismos para revertir esta situación y recomiendan realizar actividades como los talleres con padres. Cabe resaltar que, también en la sección

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“Red social”, las niñas mencionaron la efectividad de este tipo de talleres para mejorar las relaciones con sus padres. En tal sentido, es importante reconocer el aporte de la ONG Inti y de la DEMUNA, cuyo público objetivo son los niños, niñas y adolescentes que trabajan y sus respectivos padres, en haber logrado que los beneficiarios identifiquen que la violencia familiar vulnera sus derechos y que reconozcan a las instituciones que contribuyen para enfrentar esta problemática, ampliando así su red de soporte social. El artículo 31 de la Convención sobre los Derecho del Niño señala que “los Estados parte reconocen el derecho al niño al descanso y al esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes”. Según lo que pudimos observar en la información que presentamos en la sección “Día típico” y en la sección “Trabajo, escuela y perspectivas a futuro”, se percibe que, en el caso de las niñas, este derecho no se estaría respetando. Ellas manifestaron que tenían tiempos muy reducidos para recrearse, mientras que ellos señalaban tener tiempo para hacerlo en su día a día. Incluso las niñas llegaron a mencionar que, entre las ventajas de ir a la escuela, estaba el hecho de que allí podían jugar con sus amigas. Si bien no se puede generalizar esta situación, nótese que ellas no mencionan el derecho a jugar, como los niños, cuando fueron consultados sobre cuáles eran los derechos que tenían los niños y las niñas. Para algunos niños, niñas y adolescentes de la localidad, la época de vacaciones es de descanso, ya que las condiciones climáticas no permiten continuar con la elaboración de tejas. Así, los niños optarían por tomar trabajos eventuales pero dispondrían de mayor tiempo para descansar y recrearse. Sin embargo, Néstor se ve privado de este espacio debido a que su familia elabora tejas con el método mecanizado, en que la producción continúa aún en época de lluvias o de vacaciones escolares. Él, a diferencia de sus compañeros, tiene que continuar trabajando, aunque le gustaría descansar como los demás.

Néstor (12 años): en tiempo de enero, febrero no hay clases, algo de dos meses así y… me canso, no quiero trabajar ya. Taller de niños tejeros. Andahuaylillas. Asimismo, se planteó a los y las participantes una situación en la cual un niño o niña se siente mal un día que debe trabajar. Los tres niños del grupo dieron respuestas diferentes, Lorenzo señaló que su mamá le permitiría descansar, Jaime que su mamá le compraría una pastilla para que se sienta mejor y pueda cumplir con su trabajo, y Néstor señaló que es posible que sus padres piensen que el niño esté mintiendo y que lo obliguen a trabajar.

Néstor (12 años): le dice a su mamá [que no se siente bien] y ella piensa que es mentira y lo manda a la fuerza a trabajar. Taller con niños, participación. Andahuaylillas. Si bien en el diálogo que presentamos el niño no habla de sí mismo sino sobre aquel que ve en el dibujo que le presentamos, en sus comentarios proyecta la falta de confianza entre el padre, la madre y el hijo. El niño piensa que no le darán importancia al hecho de que no se sienta bien o, lo que es peor, asume que podrían creer que está mintiendo para no ir a trabajar, motivo por el cual podría incluso ser castigado. En el caso de las niñas, había también opiniones divididas entre aquellas que señalan que la madre dejaría que su hija descanse e, incluso, si la situación fuera grave, la llevaría a la posta, y las que sostienen que la madre compraría alguna medicina para que mejore y pueda ir a trabajar. Las niñas manifiestan no haber pasado por una situación similar, porque sus madres les permiten descansar si están enfermas; sin embargo, una de ellas señala que si bien podría ausentarse del trabajo, si se queda en su casa tendría que hacer algunas labores domésticas.

Participación Se planteó a los niños ciertas situaciones hipotéticas con el propósito de saber cómo procederían y participarían para enfrentarlas. La idea de este ejercicio es analizar cuáles son los mecanismos que los niños, niñas y adolescentes consideran que están disponibles para la participación en tomas de decisión en diferentes ámbitos de su vida.

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Para evaluar la capacidad de decisión de los niños, niñas y adolescentes, se les planteó un caso hipotético en el que ellos quisieran irse de paseo. Los niños parecen tener cierta confianza en cuanto a su capacidad de decisión en la escuela. Dos de ellos señalan que si quisieran realizar una actividad colectiva en la escuela, podrían conversar con sus profesores o con el director, y asumen que es probable que se pueda concretar su propuesta. Las niñas se mostraron muy seguras respecto de su participación en la gestión municipal: ellas respondieron que los niños y las niñas deberían solicitar a la municipalidad organizar un paseo a un lugar cercano, y que además se debería hablar con sus padres, mediante una asamblea o una escuela de padres, para que puedan ponerse de acuerdo, actividad que ven factible en sus escuelas.

Los niños, niñas y adolescentes de la escuela han decidido que quieren ir de paseo. ¿Cómo pueden hacer estos niños para que el director que les haga caso? Niños Jaime (11 años): los niños deben exigir a su profesor. A su profesora le dicen este año es nuestro último año y vamos a viajar a tal sitio. Niñas Rosalinda: hacer una reunión o una asamblea para decir cuántas cuotas van hacer para el paseo. Para conocer la percepción de los niños, niñas y adolescentes sobre la influencia que pueden tener en sus comunidades, se propuso que se imaginen que los niños, niñas y adolescentes quieren que se construyan losas deportivas y qué podrían hacer para volver este anhelo realidad. Cuando revisamos la participación en el ámbito local con los niños, ellos manifiestan que tendrían medios para impulsar un proyecto de su interés. Es interesante saber que cuando se les plantea un caso hipotético en el cual un grupo de niños anhela que se construya una losa deportiva en su distrito, uno de ellos señale “este caso está en Andahuaylillas” y parece tener claro cómo proceder. Las niñas mencionaron que lo que se debía hacer era buscar un campo para hacer la losa deportiva, que se debía comprar un lote con ayuda de la comunidad y del municipio. Ellas acudirían al alcalde presentando una solicitud para realizar este proyecto. Como mencionaron los niños que hacen tejas, ya se ha realizado un proyecto así en sus comunidades y se procedió de esa manera. Tanto niños como niñas señalan que tendrían los medios para promover iniciativas de interés para ellos. Particularmente en el caso de la losa deportiva, los niños hacen referencia a su participación en el Presupuesto Participativo de la Municipalidad, mientras que las niñas perciben que podrían recurrir a las organizaciones comunales para viabilizar dicha iniciativa.

Moderadora: los niños, niñas y adolescentes de una localidad quieren que se construya una losa deportiva para que puedan jugar fulbito, vóley y básquet, ya que por el momento solo pueden jugar en la calle, no tienen un espacio, y saben que es peligroso jugar en la calle. ¿Cómo pueden hacer estos niños/as para que esto se haga realidad? Niños Jaime (11 años): exigir al alcalde, tienen que exigir al alcalde para que el alcalde haga una losa deportiva para los niños. El alcalde propone y le hacen recordar y él se pone a hacer. Los niños pueden ir a hacer una petición.

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Niñas Niña 1: escoger un campo. Niña 2: comprar un lote con ayuda de la municipalidad y el municipio. Moderadora: ¿cómo harían? Niña 1: a través de una solicitud. Moderadora: ¿el alcalde aceptó? Anita: sí. Moderadora: ¿en sus casos? Nohemi: no. Moderadora: ¿tú, Karina? Karina: no. Moderadora: ¿y qué podrán hacer los niños? Niña: conversar con los profesores de la comunidad. Niña: hacer una asamblea con la comunidad. Los padres confirman que la participación de los niños, niñas y adolescentes en el espacio público de toma de decisiones viene siendo una realidad. Señalan que uno de los principales cambios que ven desde que empezaron a asistir a Inti es que ahora participan en las asambleas comunales, aportando ideas y dando opiniones. Los padres perciben que sus hijos e hijas participan en más espacios de su comunidad y que han desarrollado su capacidad de oratoria y de expresión de sus opiniones.

Moderador: ¿han cambiado sus hijos en cuanto a participación? Modesto: aprender responsabilidades, también más cultos, tienen programas radiales; muchos niños aprenden a expresarse ya en una reunión juvenil o en las asambleas de la comunidad, ya pueden aportar ideas, tienen una buena expresión de palabras. Moderador: ¿los niños están participando más un poco en las asambleas de la comunidad? Padre: se está escuchando ya la voz de los niños, ya no solo de los adultos, sino también los niños opinan. Grupo de diálogo con padres. Cusco. Iniciativas en favor de los niños, niñas y adolescentes De acuerdo con lo que señalan los niños, niñas y adolescentes, la única iniciativa que existiría en Andahuaylillas en favor de los niños, niñas y adolescentes que trabajan es la del proyecto “Niños y Niñas hacen el Camino” ejecutado por la ONG Inti Runakunaq Wasin. Tanto las chicas como los chicos reconocen que es a través de sus actividades que han conocido sus derechos y señalan que desde este espacio han tomado contacto con la DEMUNA, servicio de protección y promoción de derechos, y con el propio alcalde.

Néstor (12 años): el Inti los viernes hace un grupo y hablamos de los derechos el niño; eso ayuda y hemos ido a la DEMUNA de Urcos, el alcalde de Urcos, él nos ayuda. Taller con niños, participación. Andahuaylillas.

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Si bien niños, niñas y adolescentes no identifican formalmente que exista otro proyecto que se preocupe por el bienestar de las niñas y los niños trabajadores, lo cierto es también que, luego de un trabajo de incidencia de Inti Runakunaq Wasin, la municipalidad distrital de Andahuaylillas, particularmente con la gerencia de desarrollo social, ha tenido una apertura hacia la promoción del empleo infantil-adolescente, pasando a realizar en el verano de 2014 una iniciativa que generó empleo para niños, niñas y adolescentes en un proyecto de reforestación. Gracias a este proyecto recibieron ingresos que, según los mismos niños, niñas y adolescentes, les permitieron asumir los gastos escolares del año 2014. Proyectos de esta naturaleza resultan fundamentales para mejorar la calidad de vida de las familias que viven en situación de precariedad, en especial en todo el corredor de la carretera Transoceánica, para prevenir la trata de personas, ya que es en el período de vacaciones cuando los niños y las niñas, así como las y los jóvenes, buscan trabajo fuera de su zona de residencia, pues la actividad económica local se paraliza. Por otro lado, la municipalidad de Andahuaylillas ha cedido a Inti el local para realizar sus actividades de reforzamiento escolar y promoción de derechos. Participación y habilidades sociales. Los niños también reportan que Inti organiza reuniones todos los viernes. A ellas les llaman “grupo”, donde hablan sobre “qué está pasando en el país”. Los niños mencionan particularmente que conversan sobre temas de medio ambiente, como el agua y la minería; la contaminación de la capa de ozono y los derechos de los niños. También cabe resaltar que niños, niñas y sus padres mencionan que Inti los ha ayudado a mejorar sus competencias sociales. Por lo general, los niños —y sobre todo las niñas— de zonas rurales, cuyo espacio de vida se circunscribe al ámbito privado, suelen ser tímidos y no expresan sus ideas, opiniones y malestares, sobre todo en la escuela y en espacios públicos, como las asambleas comunales. Una manera en que Inti ha ido desarrollando sus habilidades para la expresión oral es a través de un programa de radio en el cual los niños, niñas y adolescentes hacen la locución. En este sentido, las niñas señalan que uno de los cambios que notan es que gracias a Inti ya no tienen vergüenza y que han aprendido a hablar con otras personas. En este sentido, su confianza, e incluso su autoestima, parece haberse incrementado, y eso lo notan los padres, e incluso se sorprenden positivamente de los nuevos comportamientos de sus hijos.

Madre Rosa María: más que nada han aprendido a desenvolverse mejor a lo que era antes y a expresar mejor sus ideas, sus cosas que ellos piensan. Taller de madres. Andahuaylillas. Padre Papá 1: cuando vienen a la casa, ya tienen otra forma de pensar y me sorprendo. Taller de padres. Andahuaylillas. Como ya se ha mencionado, el resultado de esta mejora en su capacidad para expresarse y el incremento de la confianza en sí mismos es que ha permitido su participación en espacios de toma de decisiones, como las asambleas comunales. Se podría considerar que la confianza en sí mismo es un requisito previo para la participación activa en los espacios públicos. Ámbito educativo. Asistir a Inti es una de las actividades más importantes en la vida de los niños, lo cual se demuestra cuando construimos con ellos y ellas su día típico. Ellos manifiestan que van al menos dos horas diarias o interdiarias, tiempo en el cual desarrollan sus tareas y reciben refuerzo escolar. Este último consiste en el acompañamiento que se brinda a los niños, niñas y adolescentes para que realicen sus deberes escolares y es uno de los principales beneficios identificados tanto por padres como por niños, niñas y adolescentes.

Papá: a veces en la casa nosotros, los papás, como nosotros trabajamos artesanalmente teja, no tenemos tiempo… la cuestión es que viene tu hijo y te dice “tengo tarea, papá”, “te vas al Inti”, yo creo que la mayoría dice eso. Taller con padres. Andahuaylillas.

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Además de brindar el servicio de reforzamiento, escolar Inti también brindaría el servicio de nivelación escolar ya que, según las niñas, algunos que no sabían escribir aprenderían a hacerlo en Inti. Los niños valoran a los profesores de Inti, mencionan “cosas [buenas] como los profesores que nos enseñan día a día y nos hacen ser buenos estudiantes”.Valoran también la calidad de la enseñanza, ya que señalan que les enseña a través de “dinámicas” que les permiten aprender. A la valoración del personal humano se suma la de los implementos y materiales que pone Inti a su disposición, como los libros, que señalan los ayuda a “mejorar”, aunque indican que en Piñipampa, anexo del distrito de Andahuaylillas, no hay propiamente una biblioteca. En cuanto a impactos, el más importante está relacionado con su desempeño en la escuela. Los niños mencionan que desde que llegó Inti han mejorado notoriamente sus calificaciones, refiriéndose no solo a las de ellos sino a las de todos aquellos que los asisten a dicha ONG.

Moderador: ¿qué cambios han visto desde de que el Inti llegó a Piñipampa o Andahuaylillas? Lucio: las personas en mi escuela que sacaban malas notas, desde que vienen al Inti se han empezado a sacar buenas notas. Taller participativo con niños. Andahuaylillas. Adicionalmente, los padres señalan que Inti los apoya con algunos útiles escolares y las niñas mencionan algunas iniciativas que se han desarrollado en la escuela, como la implementación de centros de acopio con propósitos de reciclaje y el cultivo de plantas. El elemento “rendimiento escolar” resulta clave en el marco de las estrategias de protección, debido a que mientras los niños, niñas y adolescentes están en la escuela, se encuentran en un espacio protegido. Es de señalar que, sin la presencia de Inti, los niños estarían solos desde que salen de la escuela hasta las seis de la tarde, hora en que regresan sus padres. Es decir que estarían sin supervisión, soporte afectivo ni de orientación escolar. Recreación. Los niños también señalan que una vez terminadas las tareas pueden dedicarse a jugar en Inti. Ya habíamos observado en el caso de las niñas que una de las razones por las cuales les gusta asistir al reforzamiento escolar es porque tienen, como en la escuela, un espacio para jugar e interactuar con sus pares, ya que en casa no dispondrían de tiempo para hacerlo. Los niños también mencionan que participan de ferias distritales a través de la danza, celebran también el Día del Estudiante, y según Néstor, también el Día del Inti, esto último en la ciudad de Cusco. Emocional. En este contexto, las niñas mencionan que en Inti cuentan con asistencia psicológica, así como con una Escuela de Padres. Como se ha visto en otras secciones, algunos de los niños, niñas y adolescentes que participaron de los talleres y en la entrevistas son víctimas o testigos de violencia psicológica y física, tanto dentro del ámbito familiar como fuera de este, de allí la importancia de contar este tipo de servicio. Por otro lado, recordemos que, en la sección “Red social”, las niñas mencionaban que, gracias a los talleres de psicología en los que habían participado sus padres, ahora ellos tenían una mejor actitud hacia ellas y se mostraban más cariñosos. En este sentido, sería importante resaltar el impacto positivo que está teniendo las Escuelas de Padres según las propias niñas que asisten a Inti.

Moderador: ¿qué cambios ha habido desde que llegó Inti? Sheril: han ayudado a que los padres cambien. Ya no les pegan a sus hijos e hijas. Taller participativo con niños. Andahuaylillas Participante: nos vamos a trabajar o llegamos tarde, y ya estamos con esa tranquilidad de que ya no están en la calle, caminando en peligro. Entonces mientras que acá a las 5 de la tarde salen y ya venimos acá… entonces nosotros muy contentos nos encontramos. Taller de madres Andahuaylillas. Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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Inti ha devenido en ser el centro de referencia en el que los niños y las niñas pueden interactuar entre ellos y con guías adultos, quienes no solo les enseñan sino que los tratan con cariño y respeto; es así que muchos niños, niñas y adolescentes buscan consejo en “los profesores” de Inti y los consideran como parte de su entorno cercano (o red social). En este sentido, Inti es una alternativa que supera largamente el refuerzo y la nivelación escolar, constituyendo en la práctica un espacio de acogida diurno donde los niños y las niñas reciben la atención y el cuidado que sus padres y madres no les pueden dar por encontrarse cumpliendo sus jornadas laborales. De hecho, los padres y madres se sienten más tranquilos de que sus hijos vayan a Inti, porque saben que están en un espacio protegido y que esto evita que estén expuestos al peligro. Actividades extracurriculares. Tanto niños como niñas señalan que, como parte de las actividades que desarrollan en Inti, hacen trabajos manuales que incluyen la bisutería, cueroplastía y repostería. Los productos son exhibidos en ferias y son una potencial fuente de ingreso, ya que posteriormente podrían vender sus productos fuera y dentro de la localidad. Aspectos a mejorar. Entre los aspectos a mejorar, los niños y las madres mencionan que sería necesario contar con un local más amplio en Piñipampa.También se menciona como aspectos a mejorar la implementación de más juegos y de una biblioteca: como señala Lucio, “¡haríamos crecer al Inti!”. Los padres, sobre todo los de Piñipampa, señalan también que es necesario conseguir otro local, de manera que los talleres que se realizan en Andahuaylillas, puedan ser replicados en su localidad y que los niños, niñas y adolescentes puedan estar más tiempo bajo protección, ya que ahora solo pueden estar una hora los de primaria y otra hora los de secundaria. Las niñas señalan que sería bueno implementar un salón de internet, así como hacer talleres de danza y música. Las madres manifiestan que los “profesores” de Inti hacen la invitación en los colegios de la zona para que los niños, niñas y adolescentes asistan a Inti; sin embargo, “muchos no vienen por encontrarse en anexos lejanos”. Al respecto, uno de los padres señala que Inti debe publicar más sus actividades e invitar a la población, ya que los que no tienen hijos en Inti no consideran que su labor sea “atractiva”. Para esto sugieren que se regalen útiles o se condicione la asistencia, poniendo de manifiesto que algunos padres de la zona aún tienen una mentalidad asistencialista.

8. Conclusiones del capítulo Un primer elemento común entre los tres grupos es que de lunes a viernes dedican un mayor tiempo a la escuela y al reforzamiento escolar. Las niñas y niños cusqueños que formaron parte de este estudio asisten al programa de Inti Runakunaq Wasin, donde reciben apoyo para el desarrollo de sus tareas escolares y nivelación escolar. Valdría la pena preguntarnos si esta es la norma o la excepción en la zona de Andahuaylillas, ya que no se conoce si estos niños forman parte de una minoría frente a la mayoría que podría otorgar menos tiempo a las actividades escolares. Para los niños, niñas y adolescentes del taller de tejería, la actividad que más tiempo les ocupa es la escolar, que comprende la asistencia a la escuela, el desarrollo de las tareas escolares y las clases de nivelación. Le sigue en orden de importancia el trabajo (turno de la mañana y de la tarde). Por último, se observa que mientras los niños disponen de tiempo para la recreación luego de terminar sus tareas y tienen la posibilidad de salir a jugar o de ver televisión, en el caso de las niñas no sucede lo mismo, pues deben cocinar o ayudar a su mamá a hacerlo. La rutina de las niñas que se dedican al comercio menor se diferencia de la rutina de las niñas del taller de tejería en que las primeras, después del reforzamiento escolar, deben realizar laborales domésticas en casa y como consecuencia no tendrían tiempo libre para descansar antes de ir a dormir, ni recreación. Esta situación de postergación de los derechos de la niña a partir de una distribución desigual de la carga del trabajo doméstico es un tema relevante a tomar en cuenta en las políticas públicas para tomar medidas específicas para garantizar el derecho al descanso y recreación de las niñas.

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Existe la percepción de que las niñas que se dedican al comercio menor no tienen un trabajo comparable al trabajo de la chacra o de la tejería en términos de esfuerzo, por una sobrevaloración del trabajo que implica esfuerzo físico. Como se observa en lo señalado en párrafos anteriores, el menor tiempo de recreación y descanso para la niña se explica por la marcada diferencia en los roles que los padres asignan en función del género. Como es común en sociedades donde se considera que el espacio social y funcional de las mujeres es el ámbito privado familiar y el de los hombres el público, a las niñas se les asigna el trabajo doméstico y a los niños el trabajo que demanda mayor fuerza física, como la tejería o la chacra. Existe diferenciación por sexo y luego se generan condiciones de desigualdad a partir de ello. Por ejemplo, en las mañanas, las chicas preparan el desayuno para la familia, y por la tarde, esta división del trabajo en su perjuicio continúa, pues como ya se ha señalado, o prepara la comida o ayuda a su mamá a prepararla, mientras sus hermanos sí pueden ver televisión o salir a jugar. Ellas continúan asumiendo labores domésticas, lo que les impide o reduce el tiempo del que disponen para hacer las tareas escolares, jugar o ver televisión, mientras que los niños sí tienen el tiempo disponible para dichas actividades, lo que podría por ejemplo, tener un impacto en el desarrollo de su sociabilidad, rendimiento escolar y estado de ánimo. Dicho lo anterior, habría que acotar que las asignaciones de tareas por género no son excluyentes y absolutas: los niños pueden realizar labores domésticas, y de hecho las realizan esporádicamente. Incluso se observa que cuando tienen menos de diez años las tareas no necesariamente son diferenciadas. Las niñas también pueden realizar diversas actividades en las tejerías. La diferencia está en el grado de responsabilidad que tienen respecto de la actividad productiva: las niñas tienen un grado de responsabilidad mayor respecto de las tareas domésticas, mientras que los niños tienen un grado de responsabilidad mayor respecto de la tejería. El trabajo ocupa el segundo lugar de importancia en el día a día de los niños, niñas y adolescentes en la época escolar, particularmente para aquellos que se dedican a la tejería. En el caso de los niños, diariamente dedican entre tres a cuatro horas a trabajar en las tejerías, tiempo que se prolonga los fines de semana a jornadas de hasta ocho horas; en el caso de las niñas, si bien dedican menos tiempo a esta actividad, en su reemplazo tienen que realizan el trabajo doméstico, el cual es más difícil de contabilizar, porque no lo hacen como una jornada laboral continua sino por intervalos. Por su parte, las niñas dedicadas al comercio, al igual que las niñas que hacen tejas, luego de estudiar y trabajar fuera del hogar, la mayor parte de su tiempo la ocupan en trabajo domésticos de lunes a viernes y los fines de semana también pueden alcanzar jornadas de ocho horas en los puestos de ventas en los que trabajan. La época de vacaciones, en especial para los niños, niñas y adolescentes del taller de tejería, es de mayor descanso, ya que es también temporada de lluvias lo cual impide que se continúe con la elaboración de tejas. Sin embargo, en esta época los niños y las niñas también podrán realizar trabajos para terceros, incluso fuera de su comunidad. Tanto niños como niñas señalan que trabajan principalmente para ayudar a sus madres y padres. Si bien la situación de precariedad económica familiar es una condicionante, puntualizan que ellos mismos tomaron la decisión de trabajar. Los vínculos afectivos que los unen a sus padres hacen que los niños, niñas y adolescentes quieran cooperar con ellos de diversas maneras, sobre todo quieren ayudar a sus madres, a las que ven desprotegidas y que son la fuente de cariño para ellos. El aporte de los niños, niñas y adolescentes se da a través de dos modalidades: el trabajo familiar y el trabajo para terceros. El trabajo familiar puede expresarse en un aporte directo a la actividad productiva que realizan los padres (por ejemplo elaboración de tejas) y realizando tareas en la casa que tendrían que asumir los padres (cocinar, lavar, etc.); bajo la modalidad de trabajo para terceros, los niños, niñas y adolescentes “reciben” un salario o jornal que se destina para sus estudios y para el presupuesto familiar. Los niños no disponen de sus ingresos libremente. Todos los niños, niñas y adolescentes identifican como aspecto apoyar a la familia y mantenerse (ganar dinero), aspectos que nos hablan de su capacidad de respuesta a los contextos de precariedad en los que viven, de su asertividad, de su voluntad de no quedarse quietos mientras observan que los ingresos familiares no son suficientes y de la búsqueda de alternativas para mejorar sus condiciones de vida. Ellos saben que si no trabajan sus vidas serían más precarias, pues no habría dinero para asumir los gastos de su escuela, su alimentación y su vestimenta. Los niños, niñas y adolescentes identifican tanto aspectos negativos del trabajo como positivos, por lo que el trabajo de los niños, niñas y adolescentes un fenómeno complejo y difícil de valorar en términos de negativo o positivo / bueno o malo. Creemos que no se trata de afirmar categóricamente que un trabajo es negativo o positivo a priori, sino más bien, como señala Liebel, 2000, p. 113, citando a Hermmer et al. (1997, p. 3), que “si se considera una ocupación como peligrosa o desventajosa para un niño depende tanto de las circunstancias específicas de la ocupación como del punto de vista personal del observador”, y Liebel agrega “la posible consecuencia positiva o negativa de una experiencia de trabajo también depende de la situación en la que se encuentre el niño y de qué competencias dispone” (Liebel, 2000, p. 183). Un ejemplo claro de esta subjetividad se evidencia en el caso de las

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niñas que se dedican al comercio menor, pues mientras las niñas del taller identifican que la interacción con clientes y empleadores es una experiencia negativa, una de las niñas entrevistadas la identifica como una experiencia positiva, pues le brinda la oportunidad de interactuar con la clientela. Sin embargo, también queda claro que la tendencia sería valorar positivamente el trabajo realizado en los espacios protegidos por la familia, el trabajo doméstico o el trabajo realizado en territorio familiar, chacra, o negocio productivo de la familia (tejería). Para los varones, los principales aspectos negativos del trabajo de tejería son el calor producido por el intenso sol bajo el cual trabajan, el cansancio y los peligros que conlleva dicha actividad. Las niñas coinciden en identificar el calor y el agotamiento en la actividad de tejería, aunque la mayoría señala que su jornada laboral en esta actividad es menor que la del varón y que se les suele asignar las tareas que demandan menor esfuerzo físico. Pero las niñas añaden otro elemento negativo, por ejemplo el ensuciarse. Para ellas es algo desagradable, lo que podría explicarse por el ideal de mujer y con la construcción de feminidad y masculinidad que se les transmite: la mujer debe ser más delicada y limpia. Si bien las actividades que realizan los niños, niñas y adolescentes no son necesariamente peligrosas, el espacio y las condiciones ambientales en el que se realizan algunas actividades pueden generar el peligro. En el caso de las tejerías, los niños pequeños corren el riesgo de caer en el “lago” (pozo) y todos se ven expuestos al humo y al polvo. Quienes se dedican a la cocción (los adolescentes mayores) se exponen a quemaduras. Las condiciones ambientales de esta actividad, así como el riesgo que implican algunas de sus actividades, explican la importancia de contar con la supervisión de un adulto de manera permanente. Una diferencia de género entre niños, niñas y adolescentes respecto de trabajar en la tejería es que, mientras los niños señalan que disfrutan de su trabajo, las niñas no mencionan este beneficio y tampoco se sienten orgullosas de realizarlo como los varones. Como se menciona, las niñas encuentran un efecto negativo diferenciado en este trabajo, que es el ensuciarse. Pero en el caso de los niños, sí se sienten orgullosos de su trabajo en la tejería. Por otro lado, niños, niñas y adolescentes coinciden en su sentimiento de orgullo respecto de su trabajo agrícola. En este caso se observa como beneficio un autoconcepto y una autoestima fortalecida para ambos sexos. El sentimiento de orgullo por trabajar nos plantea la importancia que puede tener en la conformación de la autoestima e identidad en sociedades donde ser útil y ayudar forman parte del significado mismo de ser niños, niñas y adolescentes; por último, el disfrute que señalan los niños hace referencia a una manera distinta de ver el trabajo y vivir el trabajo, donde este se mezcla con el juego y resulta una experiencia agradable. Entre otros beneficios que van más allá de la utilidad económica está el aprendizaje. Los niños y las niñas perciben que a través de este reciben una formación no solo ocupacional sino también moral. Tanto ellos como sus padres consideran que es fundamental que aprendan a ser personas responsables, autónomas y resilientes. Las niñas encuentran menos beneficios en el trabajo que los niños. No hay duda respecto de la importancia del trabajo en términos de ayuda a la familia y aprendizaje, en lo que coinciden niños, niñas y adolescentes. Sin embargo, se observa que las niñas encuentran menos beneficios que las niñas, no comparten con los niños el disfrute, por ejemplo, y tampoco perciben que fortalece la unidad familiar. Preocupa que tanto niños, niñas y adolescentes como sus padres valoren negativamente el tiempo libre y que lo vean como posibilidad de caer en malos hábitos. Esto explicaría, en parte, el poco tiempo que tienen las niñas y los niños de este estudio para jugar y “no hacer nada”. Estos momentos en que se desarrolla la creatividad y la introspección parecen vedados para estos chicos y chicas, ya que sus actividades diarias ocupan todo su tiempo y el bienestar familiar es más importante que el desarrollo individual. Tanto los niños como las niñas señalan que la escuela es más importante que el trabajo; sin embargo, las niñas parecen afirmarlo con más convicción que los niños. Los niños valoran sobre todo el aprendizaje cotidiano en la escuela; mientras que las niñas se proyectan en el tiempo señalando que gracias a la escuela podrán seguir estudios universitarios y volverse profesionales, mostrando así una visión más a largo plazo y estratégico de la educación. La capacidad para ver hacia el futuro, adelantarse a las dificultades (futuro de la tejería) y realizar acciones con miras hacia largo plazo (mantenerse estudiando) es una característica interesante de esta muestra que dista mucho de lo que generalmente ocurre con niños y adolescentes urbanos que viven más en el presente. Tal vez los recursos limitados que ponen en riesgo la posibilidad de cubrir sus necesidades cotidianamente los han hecho más conscientes de su entorno y los han llevado a desarrollar estrategias para lograr una vida mejor. En el caso de las niñas, también se observa su preocupación por el futuro de la economía familiar y por la salud de sus padres y madres, pues advierten que el uso de la teja se ha reducido porque se estaría reemplazando por otros materiales.

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Además, les preocupa que la exigencia física del trabajo y el humo de los hornos los debiliten y les generen enfermedades pulmonares y un envejecimiento prematuro. Niños, niñas y adolescentes aspiran a ser profesionales y esperan que sus padres asuman los gastos de su formación superior. Por su parte, los padres manifiestan que para ellos también es muy importante que sus hijos sean profesionales y “mejores” que ellos, no quieren que sean agricultores y más bien aspiran a que se conviertan en profesionales de éxito. El colapso de la economía agraria en nuestro país ha generado que se asocie la economía rural con el sufrimiento y la pobreza. Los padres no quieren que sus hijos continúen con su actividad económica: ellos no quieren que la pobreza se transmita a sus descendientes. Tanto niños como niñas identifican hasta tres niveles de redes sociales: una primera red compuesta por sus padres, hermanas y hermanos; una segunda, compuesta por abuelos, tíos, sobrinos, primos entre otros, y una tercera, compuesta principalmente por sus profesores y amigos o amigas. Cada actor tiene un rol importante en la vida de los niños, niñas y adolescentes. Cabe resaltar las niñas tienden a identificar a los padres como el soporte económico y a las madres como soporte emocional; sin embargo, hay más de una referencia de las niñas a una mejora en la actitud de los padres hacia ellas desde que empezaron a participar en taller de sensibilización de la ONG Inti Runakunaq Wasin y la DEMUNA; por su parte los niños —en particular los mayores— tenderían a buscar consejo en figuras masculinas y no en femeninas e incluso ni las figuras masculinas serían fuente de consejo y se opta más bien por un discurso que defiende la independencia y autonomía. La violencia familiar no es ajena a los niños, niñas y adolescentes, e incluso puede ser naturalizada por ellos. Más de un niño y niña nos narraron sus experiencias donde el agresor es el padre, una madrina o un tío; mientras que el agraviado es la madre, el hermano o el mismo niño o niña. Cabe resaltar que las niñas son víctimas de violencia psicológica por los niños dentro y fuera de la escuela; al parecer los niños las hostigan e insultan, poniéndoles calificativos (apodos) por sus características físicas y que ellos valoran negativamente. Al sentirse con derecho a hostigar e insultar a las niñas, los niños estarían reproduciendo la dominación masculina sobre las mujeres, donde la mujer es un objeto que el hombre tiene el derecho a juzgar, insultar y abusar. Los niños señalan que los peligros para las niñas son el riesgo de quedar embarazadas, pues esta situación truncaría las expectativas sobre su profesionalización, así como el que sean víctimas de violación y de la trata de personas con fines de explotación sexual, que es un fenómeno presente en la zona, pues las zonas rurales del Cusco son una de las principales zonas de captación de las víctimas. Cabe destacar que tanto niños como niñas son particularmente vulnerables en las vacaciones escolares, cuando salen de sus comunidades de origen en busca de trabajos temporales que les permitan generar ingresos. Los niños, niñas y adolescentes identifican que tienen diversos derechos, entre los cuales el primero es el derecho a la educación. También conocen algunas instancias para hacer respetar sus derechos, como la DEMUNA: las niñas saben que es el lugar al que pueden acudir en caso de ser víctimas de violencia física. Sin embargo, a partir de lo señalado por las niñas, se infiere que los padres no toman todas las medidas para hacer cumplir su derecho de estar protegidos de los malos tratos (art. 19 de la CDN). Los niños y las niñas también identifican con facilidad las instancias en las que sus opiniones e intereses deben ser escuchadas, precisando que son la comunidad y el gobierno local, y conocen cómo se podría llevar a cabo un proyecto de interés para ellos, como la construcción de una losa deportiva. Cabe resaltar que a partir de la presencia de Inti Runakunaq Wasin los niños, niñas y adolescentes han empezado a participar en la formulación del presupuesto participativo y los padres señalan que gracias a esta institución también participan en las asambleas comunales, dando sus ideas y opiniones, y que estas son escuchadas por los adultos de la comunidad. Es clarísimo que algunos derechos postergados, como el derecho de opinión y participación en las decisiones de la comunidad, pueden ejercerse a partir de una motivación y acción específica externa, lo que además a mediano y largo plazo contribuirá a cambiar la percepción que se tiene sobre la niñez y la adolescencia. Los niños, niñas y adolescentes no identifican espontáneamente el derecho al juego y la recreación (art. 31 de la CDN), lo cual tienen coherencia con lo que a largo de las diversas secciones hemos visto sobre estos derechos, que no son siempre respetados por los padres, lo cual es tomado por lo niños, niñas y adolescentes con cierta naturalidad Inti Runaqunak Wasin beneficia a los niños y a las niñas en el ámbito educativo al brindar reforzamiento y nivelación escolar, y también apoya en el buen uso del tiempo de ocio al generar espacios para juegos y celebraciones; en el ámbito de la participación y competencias sociales, Inti ha contribuido a que los niños, niñas y adolescentes

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aprendan a expresar sus opiniones en espacios públicos y privados, lo que a su vez ha incidido en el aspecto emocional, al dar asistencia psicológica, cariño y cuidado a los niños, niñas y adolescentes y por la implementación de las Escuelas de Padres. Su impacto directo radicaría en la manera en que los padres se relacionan con sus hijas y en el ámbito de generación de ingresos: al implementar talleres de cueroplastia, bisutería y repostería, promueve una potencial fuente de ingreso para los niños, niñas y adolescentes.

Foto: Inti Runakunaq Wasin (INTI)

Los padres valoran el apoyo que reciben de Inti porque cumple funciones parentales en su ausencia, al tener largas jornadas laborales. Confían en que Inti les brinde soporte para su educación, el cuidado y el cariño que sus hijos e hijas necesitan. Sobre los aspectos a mejorar, los padres señalan que se debería ampliar la convocatoria, ya que hay muchas familias que no conocen todavía a Inti, sobre todo aquellas familias que viven en los anexos más alejados. Por otro lado, niños y padres de Piñipampa señalan que se debería ampliar el local de Inti en dicha localidad o buscar otro de mayor extensión para que los niños y las niñas puedan beneficiarse con los mismos talleres que se desarrollan en Andahuaylillas.

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Foto: Allan Lissner/OCIC

II. Trabajo infantil en Ica Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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II. Trabajo infantil en Ica Contexto socioeconómico Ubicación geográfica Ica se encuentra localizada en la costa central del Perú. Limita por el norte con la provincia de Pisco, por el sur con las provincias de Palpa y Nasca, por el este con el departamento de Huancavelica y por el oeste con el océano Pacífico. Cuenta con una extensión de 21 327km2, gran parte de los cuales se encuentra en el desierto costero del Perú. Económicamente se destaca por su actividad agroexportadora de uvas, algodón y espárragos, entre otros.

Principales indicadores demográficos La provincia de Ica está conformada por catorce distritos. Para fines de este estudio, se desarrollaron talleres en cuatro distritos: La Tinguiña, Los Aquijes, Parcona y Santiago, este último con mayor población rural. A continuación brindamos algunas características demográficas de los distritos seleccionados.

Cuadro Nº 1 Distritos seleccionados de la provincia de Ica: población estimada y porcentaje según distritos, por sexo y ámbito geográfico (proyecciones año 2014) Departamento/ Provincia/ Distrito

TOTAL

%

Hombres

%

Mujeres

%

Porcentaje Población Rural (%) 1/

La Tinguiña

35 113

100,0%

17 446

49,7%

17 667

50,3%

10,3

Los Aquijes

18 915

100,0%

9 427

49,8%

9 488

50,2%

13,7

Parcona

54 351

100,0%

26 422

48,6%

27 929

51,4%

2,5

Santiago

28 447

100,0%

14 522

51,0%

13 925

49,0%

29,7

Fuente: INEI. Proyecciones de población. MIDIS, InfoMidis. Indicadores socioeconómicos 1/ Año 2007.

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Principales indicadores socioeconómicos La Población Económicamente Activa y Desocupada puede evidenciarse en el siguiente cuadro:

Cuadro Nº 2 Distritos seleccionados de la provincia de Ica: indicadores de empleo 2007 Ica Indicadores

La Tinguiña

Los Aquijes

Parcona

Santiago

Población en edad de trabajar

22 450

11 894

36 646

17 104

PEA

12 269

6 348

20 333

9 892

PEA ocupada

12 343

6 380

20 476

9 950

508

320

921

218

PEA desocupada

Fuente: Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) - Censos Nacionales de Población y Vivienda de 2007.

Analfabetismo Si bien en los distritos seleccionados el nivel de analfabetismo está por debajo del promedio nacional (6,2% al año 2012), se puede evidenciar que existe una brecha alta según sexo, en desventaja para la población femenina. Esta brecha es más amplia en el distrito rural de Santiago.

Cuadro N° 3 Distritos seleccionados de la provincia de Ica: tasa de analfabetismo por sexo. Año 2007 (porcentaje de la población de 15 a más años que no sabe leer ni escribir)

Departamento/ Provincia/ Distrito

Tasa de Analfabetismo Sexo Total Hombre

Mujer

La Tinguiña

3,1

1,4

4,6

Los Aquijes

2,5

1,2

3,8

Parcona

2,7

1,4

3,9

Santiago

4,5

1,8

7,2

Fuente: INEI-Censos Nacionales: XI de Población y VI de Vivienda 2007.

Violencia familiar En la provincia de Ica existen dos Centros Emergencia Mujer - CEM, servicios multidisciplinarios de atención frente a hechos de violencia familiar y sexual, conducidos por el Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual

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del MIMP. Durante 2014, los CEM Ica y La Tinguiña atendieron 310 y 440 casos respectivamente. Un promedio de ocho de cada diez casos se trata de víctimas mujeres.

Cuadro Nº 4 Distritos seleccionados de la provincia de Ica: porcentaje de personas afectadas por violencia familiar atendidas por el PNCVFS según sexo de la víctima. Año 2014 Violencia Familiar %

CEM F

M

T

Ica

85,0

15,0

100,0

La tinguiña

73,0

27,0

100,0

Fuente: Sistema de Registro de Casos y Atenciones de Violencia Familiar y Sexual del Centro Emergencia Mujer. PNCVFS, 2014.

De los casos reportados de violencia sexual, un promedio de nueve de cada diez corresponden a víctimas mujeres.

Cuadro Nº 4 Distritos seleccionados de la provincia de Ica: porcentaje de personas afectadas por violencia sexual atendidas por el PNCVFS según sexo de la víctima. Año 2014 Violencia sexual %

CEM F

M

T

Ica

85,0

15,0

100,0

La tinguiña

89,0

11,0

100,0

Fuente: Sistema de Registro de Casos y Atenciones de Violencia Familiar y Sexual del Centro Emergencia Mujer. PNCVFS, 2014.

Las niñas, niños y adolescentes son el segundo grupo más afectado por hechos de violencia familiar en Ica y el primer grupo afectado en La Tinguiña, según el registro de casos atendidos por los CEM de Ica y La Tinguiña en el año 2014.

Cuadro Nº 5 Distritos seleccionados de la provincia de Ica: porcentaje de personas afectadas por violencia familiar atendidas por el PNCVFS según grupo de edad. Año 2014 Violencia Familiar %

CEM 0-17 años

18-59 años

60+ años

TOTAL

Ica

35,0

59,0

6,0

100,0

La tinguiña

57,0

41,0

2,0

100,0

Fuente: Sistema de Registro de Casos y Atenciones de Violencia Familiar y Sexual del CEM. PNCVFS, 2014.

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Sin embargo, de los casos presentados de violencia sexual, son las niñas, niños y adolescentes los más afectados tanto en Ica como La Tinguiña.

Cuadro Nº 6 Distritos seleccionados de la Provincia de Ica – Ica: Porcentaje de personas afectadas por violencia sexual atendidas por el PNCVFS según grupo de edad . Año 2014 Violencia sexual %

CEM 0-17 años

18-59 años

60+ años

TOTAL

Ica

72.0

28.0

0.0

100.0

La tinguiña

87.0

17.0

0.0

100.0

Fuente: Sistema de Registro de Casos y Atenciones de Violencia Familiar y Sexual del Centro Emergencia Mujer. PNCVFS: 2014.

1. La diversidad de ocupaciones de los niños, niñas y adolescentes trabajadores Los niños, niñas y adolescentes de las zonas estudiadas de Ica no tienen una sola ocupación sino varias. Estas son desarrolladas con diferente frecuencia, en distintas épocas de año, en diversos entornos y con múltiples propósitos. A continuación analizaremos el trabajo de los niños y las niñas en función de estos criterios.

Ámbito social Una primera diferenciación entre los trabajos que realizan los niños y las niñas es el ámbito en que se desarrollan. Estos pueden ser realizados en el ámbito familiar, que denominaremos espacio privado, o en el mercado laboral externo, que llamaremos espacio público.

Espacio privado Cuando pensamos en el ámbito familiar, por lo general se nos vienen a la mente las labores domésticas. En efecto, la mayoría de los niños que participaron de los talleres manifestaron realizar varios tipos de trabajos domésticos, casi todos en sus propios hogares, siendo el trabajo doméstico para terceros (espacio público) una ocupación poco común entre los participantes. Entre las actividades que realizan en casa se encuentran ordenar su cuarto, barrer, lavar los platos, trapear, preparar los alimentos para la familia y cuidar a los hermanos menores. Como veremos posteriormente, no todos los niños, niñas y adolescentes realizan todas estas actividades, ya que sus obligaciones dependen de su edad, género, estructura y situación familiar. Si bien afirmamos que las labores domésticas se dan en el ámbito privado porque se desarrollan en sus propios hogares o de sus familiares, esto no implica que las realicen en compañía de ellos: por el contrario, en la mayoría de casos los niños desarrollan estas actividades en ausencia de personas adultas, ya que estas se encuentran trabajando fuera de casa en jornadas completas.Tal es el caso de los padres que trabajan como peones agrícolas en empresas agroexportadoras, quienes salen de sus hogares desde la madrugada para regresar por la noche muy agotados, muchas veces sin energía para realizar las labores domésticas.

Nayla (10 años): yo también me cocino un plato de comida Moderadora: ¿también te cocinas? Nayla (10 años): sí, porque mi mamá trabaja. Taller participativo con niñas de 6 a 9 años.Venta Baja.

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Dentro del ámbito privado también desarrollan otras actividades, sobre todo de tipo agrícola. Algunos niños de La Tinguiña de 10 a 14 años señalan que “ayudan” lampeando, regando y cortando la paja en las chacras de sus padres o familiares cercanos. Los niños, niñas y adolescentes perciben el trabajo que realizan como de “ayuda a la familia”, no perciben que este sea un trabajo. Es posible que los padres les den un monto de dinero que, si bien no se trata de un salario, sí sería una retribución económica por el trabajo familiar que realizan, aunque en la mayoría de casos, para determinar el monto y para darlo, los padres no solo evaluarían el cumplimiento y desempeño en el trabajo familiar sino también harían un balance sobre su buen o mal comportamiento, su desempeño en la escuela y, en general, si cumplen con las expectativas que tienen sobre ellos. Por otro lado, es posible que los padres efectúen un pago en los casos en los que los hijos asuman tareas que superen las expectativas de “ayuda” que se han naturalizado. Por ejemplo, es el caso de un niño que se desempeña como niñero de su hermano y sobrino. Cabe resaltar que, a diferencia de lo que sucede con este niño, a las niñas que cuidan a sus hermanos menores no se les suele dar un pago por la misma tarea, lo cual evidencia que existe una diferencia sobre los roles que se espera que cumplan las niñas y los niños, asignándose como naturales algunas tareas en función de su sexo. En el caso de los niños varones no hay una expectativa de que cuiden a sus hermanos menores, por lo cual sí se les asignaría un pago; en el caso de las niñas, se espera que cuiden a sus hermanos menores como parte de las responsabilidades que estas deben asumir con sus familias, por lo cual no habría un motivo particular para que se les dé una retribución monetaria por realizar esta actividad.

Moderador: A ti, Wilmer, ¿sí te pagan por cuidar a tus hermanos; a tus sobrinos? [risas] Wilmer: 50 quincenal; 100 soles mensual Niños de 11 a 14 años. La Tinguiña.

Espacio público Otra modalidad de trabajo es aquella que se realiza “para terceros” o trabajo en el espacio público, donde los niños tienen un empleador que no es el padre o la madre, con quien se relacionan directamente, y reciben un salario bajo el criterio de tiempo de trabajo o productividad. Esta modalidad es más común en los niños, niñas y adolescentes mayores. Por ejemplo, los niños de 11 a 14 años de Santiago trabajan apañando algodón en campos de cultivo de terceros, donde se les paga según la cantidad que logren recolectar. Los niños de La Tinguiña suelen dedicarse al boleo de papas también en campos de cultivo de terceros.

Niño: yo a la semana saco S/. 120… S/. 130. Moderador: ¿cómo les pagan, por peso? Niños: por peso. Moderador: ¿quién les paga? Niño: el contratista. Moderador: ¿los llevan para allá o cómo hacen? Niños: nos llevan. Moderador: ¿es lejos o es cerca? Niños: lejos. Taller con niños de 11 a 14 años. Santiago. Entre el trabajo familiar y el trabajo para terceros Algunos trabajos realizados por los niños, niñas y adolescentes pueden tener elementos propios del trabajo familiar y del trabajo para terceros. Este es el caso de los niños pequeños del distrito de Santiago, que se dedican

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al apañado de algodón, y de los niños pequeños de Parcona que se dedican a pelar papas. Estos niños empiezan con estas actividades desde pequeños; la mayoría de las veces son llevados por sus padres a los campos de cultivo o a los peladeros de papa no tanto para que trabajen sino porque no los pueden dejar al cuidado de terceros. Allí los niños no solo se encuentran en compañía de sus padres, a quienes ayudan en estas actividades, sino también con otros niños de su edad con los que pueden jugar en los momentos en los cuales su ayuda no es requerida. En cuanto a la remuneración, algunos no reciben ninguna retribución, pero otros sí reciben un monto de dinero (propina) de sus padres, no del empleador. El monto no necesariamente tendrá una relación con el valor de la cantidad de algodón que recolectan o con el número de papas que logren pelar. Un caso similar es el de Jordan, quien acompaña a su padre a las ladrilleras para ayudarlo a cargar ladrillos, por lo cual recibe una propina de S/. 15. En estos casos vemos cómo se conjugan en la situación laboral del niño y la niña elementos propios del trabajo para terceros, como la existencia de un centro laboral, propiedad de un tercero y la existencia de un empleador, con elementos familiares, como la presencia y el cuidado de los padres mientras desarrollan estas actividades, la posibilidad de jugar con amigos, hermanos o familiares y la ausencia de una remuneración o su sustitución por una propina proveniente de sus padres.

Moderador: a ver chicos, me decían que algunos ayudan en casa y que algunos pelan papas. ¿Les pagan por eso? Junior: a mí me dan 1,50. Moderador: ¿les dan una propina algo así? Rubén: a mí me da mi papá 1,80. Moderador: ¿dónde van a pelar papas? ¿Van solos o acompañados con sus papás? Rubén: Con mis papás. Riquervi: Yo voy con mi tía. Niños de 6 a 10 años. Parcona.

2. La distribución del tiempo de los niños, niñas y adolescentes trabajadores En esta sección describiremos y analizaremos cómo viven los niños, niñas y adolescentes su cotidianidad, con énfasis en el lugar que ocupa el trabajo en su día a día. La información consignada en esa sección proviene fundamentalmente de la actividad “Día típico” trabajada mediante talleres. Durante la actividad se motivó a los niños a dialogar sobre las actividades que realizan desde que se despiertan hasta que se van a dormir.

El trabajo, según la distribución de tiempo de los niños En las localidades visitadas de Ica, las responsabilidades que asumen los varones se encuentran en función de su edad y del turno en el que asisten a la escuela. Los niños más pequeños (aquellos que cursan la primaria) suelen asistir a la escuela por las mañanas, y los niños mayores (aquellos que cursan la secundaria), por las tardes. El que los niños mayores asistan a clases en el turno de la tarde les deja la mañana “libre” para realizar diversas actividades. Este horario parece ajustarse bien a la necesidad de las familias de distribuir las responsabilidades domésticas entre sus miembros, ya que permite que mientras los padres están trabajando y los hermanos menores están en la escuela, haya un familiar desarrollando las labores domésticas. Este es el caso de Renato (14 años) y Jordi (13 años) de Los Aquijes; Romeo (12 años) de Santiago;Yeison (14 años), Wilmer (12 años) y Jefri (11 años) de La Tinguiña, y Andrés y Yorman de Parcona, quienes señalan que limpian su casa a diario, actividad que les toma media hora. Lucho (16 años) de Los Aquijes, señala que no lo hace a diario sino esporádicamente, pero, al igual que Renato, cocina diariamente para su hermano y su mamá, desde las 10 o las 11 am, y le toma como mínimo una hora. Cabe resaltar que las tareas domésticas no recaen por completo sobre ellos sino que hay una división familiar del trabajo. Por ejemplo, dentro de las familias de Lucho y Renato, ellos preparan el almuerzo y la cena la prepararán su hermano y su mamá respectivamente.

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Dado que los niños de mayor edad asumen más responsabilidad sobre las actividades domésticas, los niños más pequeños se ven menos involucrados en ellas. Esto sucede al menos en las familias que tienen entre sus miembros al menos un hijo adolescente. Por ejemplo, algunos niños de Santiago menores de 11 años coinciden en que son sus hermanos mayores quienes realizan las tareas domésticas por las mañanas, las cuales les corresponden por estudiar en el turno de la tarde. Ellos, los más pequeños, son quienes limpian la casa los fines de semana, mientras que los niños de 10 a 11 años de Los Aquijes señalan que sus hermanos mayores les preparan el almuerzo.

Niño: mi hermano sí hace la limpieza porque él estudia en el turno tarde. Niño: mi hermano también […] Moderador: ¿y el fin de semana ya les toca a ustedes? Niño: sí. Niños 6 a 10 años. Santiago. Si bien los niños de más edad asumen la mayor parte de las responsabilidades domésticas, esto no exime a los más pequeños de realizar algunos quehaceres. En los talleres para los niños de 6 a 10 años de Santiago, Parcona (Eliane Karp y Micaela Bastidas), y en el caso de algunos niños de 11 y 12 años que tienen hermanos mayores, indicaron que sus responsabilidades en la casa pasan por tender su cama, barrer, lavar platos y lavar su ropa, y que los más pequeños, de 5 años, ayudan tendiendo su cama; los de 6 a 7 años ayudan a barrer y ordenar, y los mayores de 9 años también lavan los platos y la ropa. Los más pequeños señalan que estas tareas suelen hacerlas los fines de semana o esporádicamente, mientras que algunos niños que tienen entre 11 y 12 años señalan que las hacen casi todos los días y les toman media hora. Generalmente, si es día de semana, lo hacen después de almorzar. Los siguientes comentarios de Antonio nos muestran que cuando los niños tienen hermanos mayores pueden estar liberados de realizar labores domésticas.

Moderador: ¿y tú también cocinas, Antonio? Antonio: yo como nomás. Niño 11 años. Los Aquijes. Moderador: ¿y antes de ir al colegio ayudan en algo? Antonio: dormimos nomás. Niños 11 años. Los Aquijes. Es difícil establecer una edad en la cual los niños pasan de realizar tareas secundarias a ser los principales responsables de las tareas domésticas en ausencia de sus padres. Esto depende no solo de su edad o el grado académico en el que estén, sino también de si tienen hermanos mayores que cubran esta responsabilidad y por tanto no haya la necesidad de que ellos lo hagan. También cabe resaltar que algunos niños que estudian secundaria también van al colegio en el turno de la mañana y también realizan actividades domésticas importantes; por ejemplo, los niños de 12 a 14 años de Santiago señalan que lavan su uniforme y que hacen la limpieza, lo que les puede tomar entre media hora y 45 minutos, o niños de La Tinguiña como Joan (12 años) señalan que barren y lavan los platos por la tarde regresando de escuela.

Moderador: ¿en qué la ayudan? Niño: a mi mamá cuando me dice tiende tu cama yo a veces lloro, me calmo y ahí tiendo mi cama. Niño de 5 años. Parcona (Eliane Karp) 90

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Además de labores domésticas como barrer, lavar los platos, limpiar, ordenar y, en el caso de los niños mayores, cocinar, muy pocos niños reportaron tener otros trabajos los días de semana durante el año escolar. Uno de los pocos que sí lo tiene es Wilmer, que señala que todos los días, regresando del colegio, cuida a su prima y a su hermano menor, de 5 y 4 años respectivamente.

Yo cuido a mi hermanito y a mi prima, soy niñero. Wilmer, 12 años. La Tinguiña. Algunos niños señalan que durante los fines de semana siguen realizando labores domésticas como la limpieza de la casa. Este es el caso de los niños de 13 a 16 años de La Tinguiña, de uno de los niños del mismo rango de edad de Los Aquijes y de los niños de 6 a 9 años de Santiago, aunque esta actividad no parece tomarles mucho tiempo. Las labores de limpieza no siempre se realizan dentro de casa; por ejemplo los niños 10 a 14 años de Santiago señalan que hacen limpieza en el local comunal los fines de semana como parte de su contribución a la comunidad o, como ellos dicen, como “ayuda”. No todas las actividades laborales que realizan los niños se circunscriben a las labores domésticas familiares: los niños nos cuentan que desarrollan otras actividades, como lampear la tierra, bolear papas, apañar algodón y pelar papas, dependiendo de la zona donde vivan. Algunos niños de La Tinguiña de 10 a 14 años señalan que ayudan lampeando, regando y cortando la paja en las chacras de sus padres o familiares, aunque lo hacen de manera esporádica y con mayor frecuencia en la temporada de vacaciones para que esto no afecte sus estudios. El boleo de papas es una actividad popular entre estos niños de La Tinguiña. Rodolfo, de 10 años, nos cuenta que bolea papa algunos fines de semana; los niños de 6 a 9 y de 10 a 14 años de Parcona (Eliane Karp) señalan que van a los peladeros de papa, y que los niños más pequeños van con sus mamás o tías dos días a la semana durante la tarde y que se quedan allí alrededor de dos horas diarias. El apañado de algodón es también una actividad importante, sobre todo para los niños de Santiago. Los niños de 6 a 10 años recogen algodón algunos días de las vacaciones, sobre todo los fines de semana, mientras que los niños de 11 a 14 años van todos los días durante las vacaciones (menos el domingo): se despiertan a las 4 a.m. para culminar su jornada laboral a las 3 o 4 p.m. Si bien se trata de actividades realizadas durante las vacaciones, estas comprenden jornadas diarias de doce horas, que pueden ser extenuantes hasta para una persona adulta.

El trabajo, según la distribución de tiempo de las niñas Por su parte, algunas niñas de Parcona (Eliane Karp y Micaela Bastidas) de 10 a 14 años señalan que se levantan a las 5 o 6 a.m. para ayudar a sus madres en actividades domésticas: preparar o comprar alimentos para el desayuno o encargarse de sus hermanos menores, ya sea alistándolos, dándoles de comer, llevándolos al jardín o a la escuela. También se dedican a actividades como barrer, lavar ropa, lavar platos, cocinar, trapear, ya sea por la mañana, aquellas que estudian en el turno de la tarde, y por la tarde, aquellas que estudian en el turno de la mañana. Esto revela una primera diferencia entre niños, niñas y adolescentes, ya que ninguno de los niños mencionó que dentro de sus responsabilidades se encontraba la preparación del desayuno, y si bien tienen responsabilidades con sus hermanos menores, como dejarles el almuerzo listo, no se identificó que ninguno asumiera las responsabilidad de cuidarlos, con excepción de Wilmer de La Tinguiña, quien señaló que era niñero y que aclaró que se trataba de un trabajo remunerado. Por el contrario, entre las niñas el cuidado de sus hermanos menores no es una actividad remunerada sino que es una más de sus responsabilidades domésticas en el ámbito familiar.

Moderadora: ¿por qué hay algunas que se levantan a las 5 o 6 a.m.? Niña: porque hay algunas que necesitan ayudar a sus mamás y algunas llevan a sus hermanos al colegio. Niña 10 a 14 años, Parcona. Sin embargo, estas niñas también señalan que hacen cosas que no hacen los niños, como comprar y preparar el desayuno y trapear. Algunas incluso señalan que cocinan en el almuerzo; aunque la mayoría coincide en que saben

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cocinar, señalan que sus padres no las dejan porque es peligroso. En general se observa que los padres asignan las tareas tomando en cuenta su complejidad y la capacidad de sus hijos para manejarlas.

Moderadora: Nalleli, ¿tú a veces cocinas no? Nayeli: sí. Niña 1: yo cocino arroz. Niña 2: yo también cocino. Niña 3: huevo, papa, sopa, arroz. Niña 3: yo sí sé cocinar pero mi mamá no me deja. Sayuri: no quieren porque tienen miedo a la candela que se quemen Taller con niñas de 6 a 9 años. Santiago. Sin embargo, cabe anotar que la situación de las niñas puede variar bastante de familia a familia. Por ejemplo las niñas de La Tinguiña señalan que no hacen labores domésticas en la mañana y solo una de ellas menciona que hace labores domésticas como planchar y cocinar.

Moderadora: ¿planchan? Niña: sí, cocino. Niña: cocinas y planchas. Niña: yo hago todo. La Tinguiña.

Niños, niñas y adolescentes: escuela y tareas Todos los niños que participaron en los talleres asistían al jardín, escuela o colegio de manera regular. Como se mencionó anteriormente, algunos en el turno de la mañana y otros en el turno de la tarde, aunque en la mayoría de casos los niños de primaria asisten en el turno de la mañana y los alumnos de secundaria en el turno de la tarde. Los niños y las niñas de Los Aquijes, La Tinguiña y Parcona (Eliane Karp) que están cursando la secundaria asisten al colegio en el turno de la tarde desde las 12 m. hasta las 6:15 p.m., mientras que los que cursan la primaria van de 8 a.m 2:00 p.m. En Santiago y Parcona (Micaela Bastidas), tanto los niños de primaria como los de secundaria asisten al colegio por las mañanas desde las 8 a.m. hasta la 1:00 p.m. en el caso de los de primaria y hasta las 2:00 p.m. en el caso de los de secundaria Por su parte, los niños pequeños de estas localidades señalan que van al jardín o escuela desde las 8 o 9 a.m. hasta las 12 m. o 1 p.m. La mayor parte de los niños coincide en que tienen tiempo para el desarrollo de sus tareas escolares. Los niños de Los Aquijes que van a la secundaria señalan que les dedican dos horas en la mañana más media hora por las noches a las tareas escolares, mientras que los de primaria de la misma localidad les dedican de una a dos horas por las tardes. Los niños de La Tinguiña que asisten a secundaria por las tardes indican que a veces hacen las tareas por la noche, al regresar del colegio, pero esto no porque no tengan tiempo sino porque prefieren aprovechar la mañana haciendo otras actividades recreativas.

Moderadora: ¿a qué hora se van a dormir chicos? Yeyson: a las 10, a veces me duermo a la 1 a.m. haciendo mis tareas Moderadora: ¿y por qué no haces las tareas en las mañanas? Yeyson: no, para tener más tiempo. Yeyson, 14 años. La Tinguiña.

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Los niños de secundaria de Santiago (Venta Baja) dedican entre media hora y una hora por la tarde a sus tareas escolares, pero también señalan que a veces no les dejan tarea; de igual manera lo hacen las niñas de Parcona (Micaela Bastidas), que señalan que tienen tiempo para hacer sus tareas por las tardes. Por su parte, los niños, niñas y adolescentes que asisten a la primaria en La Tinguiña señalan que hacen sus tareas por la tarde; en el caso de las niñas, el horario que dedican para ello es de 4 a 5 p.m. En cuanto a los niños pequeños, la mayoría va a los primeros grados de primaria y señalan tener tiempo para hacer las tareas, actividad a la que dedican dos horas en el caso de algunos niños de Santiago. Las niñas de 6 a 9 años también aseguran tener tiempo para el desarrollo de sus tareas; solo una de ellas las hace en las mañanas porque es en ese momento cuando su hermano mayor puede ayudarla. Las niños de 6 a 9 de Parcona (Eliane Karp) y los niños de 6 a 11 años de Parcona (Micaela Bastidas) también señalan que hacen sus tareas por la tarde; el mayor, de 11 años, señala que dedica en promedio dos horas a esta actividad. Durante los fines de semana también se ocupan de las tareas escolares, al menos así lo hacen los niños de 10 a 14 años de La Tinguiña, aunque evidentemente esta no es la única actividad que realizan durante estos días.

Moderador: ¿y tú Richard? Richard: hacer las cosas y a veces salgo a jugar con mis amigos y también a veces un poco de tiempo para hacer las tareas para que esté listo. Taller con niños 10 a 14 años. Los Aquijes.

Alimentación En cuanto a la alimentación, todos los niños señalaron tener desayuno, almuerzo y comida. Si bien algunos de los niños, como los de La Tinguiña, señalan que desayunan alimentos nutritivos como la leche, otros afirman que su primer alimento del día consiste en harinas y frituras, como en el caso de varios niños de Santiago. Los niños que van al jardín y la primaria señalan que desayunan en la escuela, pues son beneficiarios de programa Qali Warma, mientras que algunos que toman desayuno tanto en casa como en la escuela. Si bien Qali Warma establece que el desayuno debe ser entregado antes del inicio de clases, realmente el horario depende de la situación y hábitos de alimentación de la zona: muchas veces los niños no pueden llegar antes del inicio de clases, o van a la escuela o jardín luego de haber tomado desayuno, por lo que el desayuno escolar gratuito se sirve como refrigerio. Este es el caso de las niñas de 6 a 9 años de Santiago.

Moderadora: y en el recreo, ¿qué hacen? Clara: comemos, comemos nuestros refrigerios. Moderadora: ¿no juegan? Jazmín: también salimos al recreo, comemos nuestro desayuno. Niñas de 6 a 9 años. Santiago. Hay mamás que son exclusivamente amas de casa y pueden preparar los alimentos de sus niños. Incluso uno de los niños de Parcona (Micaela Bastidas) nos cuenta contento que el desayuno lo preparan sus papás.

Leonel: mi papá hace la chaufa y mi mamá pica la carne. Niño de 6 años de Parcona (Micaela Bastidas). Sin embargo, muchas madres trabajan todo el día fuera de casa en los fundos agrícolas, por lo cual desarrollan estrategias para asegurar que sus hijos se alimenten. Algunas mamás deben salir de casa muy temprano, por lo que la preparación del desayuno queda bajo la responsabilidad de los hijos o hijas mayores.

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Niño: ella [su mamá] se va más temprano a trabajar. Moderador: ¿en qué trabaja tu mami? Niño: En la chacra, limpiando las uvas. Niños de 6 a 10 años. Santiago. En cuanto al almuerzo, los niños de 6 a 10 años de Santiago señalan que van al comedor de la zona, ellos serían los responsables de recoger la comida para ellos y sus familias. En Venta Baja, algunas niñas de 6 a 10 años mencionan que al regresar del colegio cocinan sopa o arroz. En otros casos, la mamá o la hermana mayor ha dejado preparada la comida.

Moderador: ¿tú almuerzas en el comedor también? Niño: ajá, del comedor tengo que traer baldes y de ahí recojo. Niño: dos baldes, uno para segundo y otro para arroz. […] Moderador: ¿y es gratis o tienes que pagar? Niño: tienes que pagar semanal. Si bien ninguno de los niños, niñas y adolescentes señala que ha dejado de comer por falta de alimentos en casa, una de las niñas de La Tinguiña indica que no cena por decisión propia, ya que está a dieta. Esto muestra una preocupación desde temprana edad por su apariencia física, actitud que puede estar relacionada con los programas que señalan ver en la televisión, como Esto es guerra y Combate, que refuerzan en los millones de niños que lo ven estándares de belleza bastante difíciles de alcanzar, dado que los protagonistas de estos “realities” siguen un estricto régimen de ejercicios y alimentación para lucir sus figuras.

Moderador: ¿y qué comida les gusta comer? Niña: su pan con leche. Niña: señorita, yo no ceno. Moderador: ¿tú no cenas por qué? Niña: Estoy a dieta. Niña de 10 a 14 años. La Tinguiña.

Actividades recreativas, de descanso o extracurriculares En la mayoría de los casos se identificó que los niños tienen tiempo suficiente para el descanso y la realización de actividades recreativas o de entretenimiento. Los niños de Parcona que asisten al colegio por la tarde señalan que tienen tiempo para ver televisión e ir a internet por las mañanas; los niños de La Tinguiña y Los Aquijes que estudian en el mismo turno realizan diversas actividades recreativas por la mañana. Por ejemplo, Richard, de Los Aquijes, se dedica alrededor de dos horas a ejercitarse; por su parte, Jefri y Wilson de La Tinguiña, gozan de más tiempo libre porque ellos no cocinan y solo hacen la limpieza de la casa de vez en cuando; es así que tienen tiempo para jugar fútbol, salir a correr y para ir a la internet, lo que los diferencia del patrón cotidiano de los niños de Cusco, que tienen menos espacio para la recreación.

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Yo salgo a correr, mi limpieza la hago a las 9 o 10… el resto descanso, a veces me voy temprano, me quedo en internet. Yeyson, 14 años. La Tinguiña. Por su parte, las niñas de Parcona (Micaela Bastidas) que asisten al colegio en el turno de la tarde también señalan que tienen tiempo para realizar actividades recreativas, en su caso ir a la casa de sus amigas y conversar; mientras que los niños de Parcona (Eliane Karp), que van al colegio en el mismo turno, coinciden en que durante la mañana tienen tiempo para ver televisión en ir a internet. Asimismo, los niños de Parcona (Eliane Karp) y de Los Aquijes y las niñas de Parcona (Micaela Bastidas) que van al colegio en el turno de la tarde señalan que llegando a casa, por la noche, tienen tiempo para recrearse, mirando televisión y jugando. Particularmente los niños de Parcona señalan que al salir del colegio van al parque de la localidad, donde practican bailes folclóricos. En el caso de los niños que van a la escuela en el turno de la mañana, no suelen tener un momento del día para dedicarse a actividades recreativas; sin embargo, uno de los niños de Parcona refleja que los niños aprovechan cualquier momento del día para jugar.

Moderador: ¿y ustedes, chicos, que van al colegio en la mañana a qué hora se levantan? Niño: yo me levanto a las 5 a.m. Moderador: ¿y qué haces desde las 5 hasta que vas al colegio? Niño: jugar. Niño de 10 a 14 años. Parcona. Después del almuerzo, los niños de 10 a 11 años de Los Aquijes, las niñas de 10 a 14 años de Parcona (Micaela Bastidas) y las niñas de 10 a 14 años de La Tinguiña señalan que toman una siesta de una hora (en el caso de las niñas hasta las 4:00 p.m.); algunas de ellas ven televisión (programas de concurso, dibujos animados) otras mencionan que no tienen fluido eléctrico en casa y se acuestan temprano para levantarse temprano. Mientras que los niños de Parcona que van a la escuela en la mañana señalan que regresando de la escuela van a internet y también ven televisión.

Niña: yo sí, llego a mi casa, almuerzo, me baño, descanso hasta las 4 y luego hago mis tareas hasta las 5. Niña de 10 a 14 años. La Tinguiña. Los niños de Santiago cuyas edades fluctúan entre los 12 y 14 años y que van al colegio en las mañanas señalan que van a las cabinas de internet después de clases y se quedan entre quince minutos y una hora usando redes sociales como el Facebook, aunque cabe resaltar que tanto para los niños de Santiago como para los de Los Aquijes, internet también es una herramienta para el desarrollo de tareas o trabajos escolares; además, señalan que salen a la calle a jugar fútbol y bata. Por su parte, las niñas de Parcona (Micaela Bastidas) relatan que cuando llegan a casa, después de la escuela, tienen tiempo para jugar con sus amigas a las chapadas y a las escondidas. También, por la noche, ven televisión; Esto es guerra es uno de sus programas favoritos.

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Moderador: y cuando se oscurece, ¿qué hacemos? Niña: vemos tele. Niña: a veces jugamos. Moderador: ¿los fines de semana también es así? Niña: sí, casi todos los días. Taller con niños 10 a 14 años, Parcona (Micaela Bastidas). Por las noches, las niñas de la Tinguiña de 10 a 14 años también señalan que ven televisión. Una de ellas indica que lo hace desde la 6 hasta las 9 p.m., y que el programa de televisión Esto es guerra es su favorito; además, señalan que tendrían tiempo libre para “mensajearse” con amigos. Cabe resaltar que algunas niñas de La Tinguiña manifestaron que también acostumbran leer antes de dormir.

Moderador: y en la noche, ¿qué hacen? Niña: mensajeamos. Moderador: ¿mensajean con su enamorado? Niña: no, amigos. Moderador: ¿ya con amigos? Niña: amigos con derecho. Niñas de 10 a 14 años. La Tinguiña. En cuanto a los niños pequeños que participaron en los talleres con niños entre 5 y 10 años, tanto niñas como niños señalan que hacen múltiples actividades recreativas durante el día, cuando regresan de la escuela o del jardín. Los niños de 6 a 10 años de Santiago van media hora a internet después de hacer sus tareas; también salen a la calle a jugar con sus amigos desde las 4 hasta las 6 p.m., y sus pasatiempos preferidos son el fútbol, el vóley, bata y ver televisión. Igualmente, los niños de 6 a 11 años de Parcona (Eliane Karp) señalan que cuando llegan de la escuela almuerzan, se bañan, toman una siesta, y después de hacer la tarea, salen a jugar en la calle o van a internet. Asimismo, suelen ver televisión.

Moderador: ¿almuerzan y después qué hacen chicos? Niño: yo juego un rato. Niño: jugamos. Niño: yo juego todo el día. Niño: yo me pongo a ver tele en el canal de dibujitos. Niños de 6 a 10 años. Parcona (Eliane Karp). Los niños de 13 a 16 años de Los Aquijes señalan que los fines de semana tienen tiempo para jugar, y uno de ellos realiza actividades extracurriculares como asistir a un taller de ensamblaje de computadoras. Por su parte, los niños de Santiago de 12 a 14 años señalan que durante estos días pueden levantarse más tarde, entre las 9 y 10 a.m., ir a jugar videojuegos, salir a la piscina o de paseo con su base NNAT, lo cual financian con actividades como rifas y bingos.

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Moderador: ¿y en verano qué haces? Niño: voy a la playa o la piscina. Niños de 10 a 14 años. Santiago. Aparte del juego, los niños de Santiago también señalan que los domingos tienen reuniones de Cannta, que es el nombre que le han puesto a su agrupación de niños trabajadores, donde conversan de sus derechos, sus deberes, y la violencia. Estas reuniones se desarrollan todos los domingos de 4 a 6 p.m. con la guía de su colaboradora. Los niños de Parcona (Eliane Karp) también tendrían tiempo para recrearse, ya dentro de casa jugando videojuegos dos horas diarias o viendo películas, o fuera de casa, haciendo deporte o ejercicios de estiramiento. De cualquier manera, los fines de semana parece ser un tiempo donde los niños pueden disfrutar a plenitud su tiempo libre.

Leonel: los fines de semana juego, juego juego, mi mamá me deja libre. Niño de 6 a 10 años. Parcona (Eliane Karp). Por su parte, las niñas de 6 a 9 años de Santiago también tienen tiempo para jugar durante la tarde y de ver televisión por cable.

Moderadora: y a ti, Nallely, ¿qué te gusta ver en la televisión? Nallely: yo tengo cable. Clara: Direct. Nallely: Ajá. Clara: Direct TV. Niñas de 6 a 9 años. Santiago. Así como algunas niñas de Parcona, señalan que diariamente tienen diversas tareas domésticas que cumplir, otras no las tienen y gozan de mayor tiempo libre. Este es el caso de una de las niñas:

Niña: yo no hago nada, paro mirando tele nomás. Niña 10 a 14 años. Parcona. Cabe señalar que, a diferencia de las niñas de Cusco, que no tienen prácticamente tiempo para la recreación, en Ica sí constituye un derecho cotidiano para los niños de ambos sexos.

Estacionalidad del trabajo Un segundo criterio para analizar el trabajo de niños, niñas y adolescentes es la época del año. Dependiendo de ello, los niños pueden desarrollar diversos trabajos. Un ejemplo claro se da con los niños, niñas y adolescentes de Santiago, tanto con los más pequeños como con los mayores. En la época escolar, los niños, niñas y adolescentes se dedican básicamente a labores de tipo doméstico; sin embargo, en época de vacaciones escolares los niños de 11 a 14 años11 trabajan intensamente seis o siete días de la semana desde la madrugada hasta las 4 o 5 p.m. apañando algodón, en jornadas de doce horas diarias12. En el caso de los niños, niñas y adolescentes de 6 a 10 años, apañan algodón una o dos veces por semana también durante las vacaciones escolares. (11) No se realizó taller con niñas de 11 a 14 años en Santiago por no cumplir con los criterios de selección de la muestra. (12) Estas jornadas superan ampliamente lo estipulado por el Código de Niños y Adolescentes, aun para adolescentes en la edad mínima permitida para trabajar (14 años).

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Moderador: ¿y qué días hacen el apañado de algodón? Niños: en vacaciones. Moderador: ¿pero qué días? De los siete días, ¿qué días? Niños: todos. Niño: el que quiere trabaja el domingo. Moderador: ¿y cómo hacen? ¿Se levantan a las 3 a.m.? Niños: 4. Moderador: ¿y de ahí hasta qué hora se quedan? Niño: a veces hasta las 3 o 5. Niños de 11 a 14 años. Santiago. Jaira (8 años): recojo algodón los fines de semana y en las vacaciones. Moderadora: ya, ¿Y qué cosas haces? ¿Recoges algodón? Zaida (6 años): ajá… Moderadora: vacaciones, sábados y domingos y ¿qué cosa haces? Xiomy: [...] Moderadora: ¿también recoges algodón? Xiomy (9 años): sí. Niñas de 6 a 10 años. Santiago. Otros trabajos que se realizan estacionalmente son el boleo de papas entre agosto y diciembre, por ser los meses de cosecha de papa, desarrollado por algunos niños de La Tinguiña en la época de cosecha de papas, y el pelado de papas, por los niños, niñas y adolescentes de Parcona, a partir de la primera quincena de agosto hasta diciembre.

Moderador: ¿cuándo es la temporada de papa? Gerson: ahora mi tía tiene un campo de papa, va sacar no sé cuándo, el lunes, la otra semana, no sé cuándo y ahí puede ser que vaya, se está acabando la temporada de papa. Niños de 11 a 14 años, La Tinguiña. Otros trabajos no están supeditados a una época de año, como el trabajo doméstico, que se realiza durante todo el año, el lampeo en chacras, que es necesario en las diversas etapas del sembrado, el trabajo en fundos de uva; el trabajo en el comercio menor, realizado por las niñas de 11 a 14 años de La Tinguiña (atención en tiendas y venta de golosinas) y las niñas de 11 a 14 años de Parcona (venta de gelatina y bizcochos). Esto no quiere decir que los niños, niñas y adolescentes trabajen todo el año desarrollando estas actividades, pues que esto depende de si ellos, ellas y sus padres lo ven conveniente.

Niña: yo trabajaba en verano, vendía gelatina. Niña: yo también vendo gelatina todos los días. Sahomi: yo vendo bizcocho en Parcona. Claudia: ¿y las demás? Niñas: ayudamos en casa. Taller 6 con niñas de 11 a 14 años. Parcona (Micaela Bastidas).

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Además de esos trabajos, uno de los adolescentes de Los Aquijes señala que también deshoja uvas y recoge espárragos de manera esporádica.

3. Inicio laboral y motivaciones Desde pequeños Dentro de las familias rurales y campesinas, lo usual es que niños, niñas y adolescentes desde muy temprana edad ayuden en diversas actividades domésticas y productivas, y que a medida que van creciendo, se les deleguen mayores responsabilidades y vayan asumiendo progresivamente tareas física y mentalmente más complejas. Sin embargo, en contextos de precariedad también se observa casos de niños que son sobrexigidos, con consecuencias negativas para su bienestar. Los niños, niñas y adolescentes que participaron de los talleres realizados en Ica son migrantes, hijos de migrantes o nietos de migrantes, en su mayoría de zonas rurales de Ayacucho y Huancavelica. Sus familias se dedican a la agricultura, y se organizan como unidades económicas familiares donde las decisiones sobre el uso del tiempo, los ingresos económicos y el consumo se armonizan en función del bienestar individual y familiar. La manera en que niños, niñas y adolescentes se inician en actividades como el apañado de algodón se puede visualizar tanto en el relato retrospectivo de los niños mayores como en el de los más pequeños (de 6 a 10 años). El ingreso al ámbito laboral no parece ser abrupto o traumático; por el contrario, se asume con bastante naturalidad, como se refleja en el siguiente diálogo con niños de 11 a 14 años de Santiago.

Moderador: ¿cómo les dijeron sus papás para ir, al principio? Niño: yo… porque me animaron a mí. Yosimar (14 años): a él si le decíamos “vamos, vamos”. A mí si mi mamá me llevó. Como cuando estaba chiquito no había nadie quién me cuide, me llevó. Moderador: ¿al principio veías? Yosimar (14 años): miraba que hacía calor. Me aburría… jugaba. Es que hay varios chiquitos también que los llevaban. Después ya cuando ya estás más grande y más grande, […] me decía “vamos a recoger” y me daba mi costal […]. Niños 11 a 16 años. Santiago. Moderadora: ¿y quién te enseñó a hacer eso? Jazmín: mi mamá a recoger algodón. Moderadora: Ximena, ¿quién te enseñó a recoger algodón? Ximena (9 años): mi mamita [abuela]. Niñas de 6 a 10 años. Santiago. Es interesante notar cómo se difuminan los límites entre el espacio laboral y el del juego, los niños señalan que, cuando empezaron a acompañar a sus padres, más que al trabajo en el apañe de algodón, se dedicaban a jugar. Los niños más pequeños van en compañía de sus padres, le dedican una menor cantidad de horas diarias al apañado de algodón y lo hacen con menor frecuencia, limitando su participación a los fines de semana o, en algunos casos, a tres veces por semana. Progresivamente los niños van yendo solos, ampliando su jornada laboral e incrementando la frecuencia diaria de trabajo, hasta llegar a trabajar una jornada completa seis veces por semana, como hacen los niños de Santiago que tienen entre 11 y 14 años.

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Moderador: ¿les gusta pelar papas? Niños: a mí sí [todos]. Moderador: ¿es divertido? Niños: sí. Niño: yo juego en el peladero. Niños de 6 a 10 años. Parcona (Eliane Karp) En el caso de los niños que trabajan en las chacras familiares lampeando o realizando otras labores en calidad de “ayuda”, como Joan y Gerson de La Tinguiña, que tienen entre 11 y 14 años, es igual. Ellos señalan que fueron sus abuelos y sus papás respectivamente quienes les enseñaron las labores agrícolas. Los niños que bolean papa también coinciden en señalar que aprendieron gracias a sus padres.

Moderador: ¿y cómo aprendieron, cómo aprendiste a hacer esto? Gerson: mi papá me enseñó. Moderador: ¿desde qué edad? Gerson: desde chiquito. Niño de 10 a 14 años. La Tinguiña. Los niños de 6 a 10 años que se dedican a pelar papas en Parcona (Eliane Karp) también señalan que acuden a los peladeros con sus madres y que, así como en el caso de los niños que se dedican a apañar algodón, ir con sus padres tiene un componente lúdico y les permite tener más tiempo para compartir con ellos. En cuanto a las actividades domésticas, las niñas señalan que aprendieron a realizar esas labores bajo la guía de una persona adulta, por lo general la madre, la abuela o el padre. El hecho de que para la mayoría de niños, niñas y adolescentes la incorporación al ámbito laboral sea progresiva y por lo general en compañía de un adulto no quiere decir que los niños tengan predisposición para trabajar. Los padres les inculcan esta responsabilidad a través de métodos disciplinarios comunes, como el castigo, el cual puede ser o no físico.

Moderadora: ¿de quién fue la idea de hacer las labores en la casa? Niñas (en conjunto): de nuestros padres. Moderadora: ¿qué les dijeron? Niñas (en conjunto): que tenemos que atender, debemos de tener la casa limpia. Moderadora: si no lo hacen, ¿qué sucede? Niñas (en conjunto): nos castigan, nos quitan el celular. Niñas de 11 a 14 años. Parcona (Micaela Bastidas). Moderadora: ¿y de quién fue la idea de comenzar a trabajar? Sheila: de mi mamá. Moderadora: De tu mamá. ¿Y qué te dijo? Sheila: porque mi mamá me obligaba, si no chicote. Nayeli: a limpiar tu cuarto. Niñas de 10 a 14 años. La Tinguiña.

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En las otras ocupaciones de las niñas sucede algo similar respecto de la incorporación al trabajo: Nayra (14 años), Sheila (10) y Mara (12 años) de La Tinguiña trabajan en una tienda; Nayra y Sheila, que son primas, trabajan en la tienda de su abuelo. Señalan que su abuela les enseñó todo lo que necesitan para atender a los clientes. Es de notar que las niñas generalmente aprenden el trabajo que realizan, fuera o dentro de la casa, de la figura materna, la abuela o la tía, es decir, que reproducen los roles que cumplen sus referentes familiares mujeres.

El trabajo como un conjunto de acciones A diferencia de lo que sucede en el proceso de elaboración de tejas, trabajo realizado por los niños, niñas y adolescentes de Andahuaylillas, en Cusco, que comprende distintas acciones, la mayoría de los trabajos que realizan los niños, niñas y adolescentes de Ica comprende un número menor de acciones.

Moderador: ¿qué cosas hacen, Ricardo? Ricardo: cosechar arroz y otros trabajos. Moderador: ¿cómo cuáles? Ricardo: recoger cebollas también y jalar mangueras del campo. Moderador: ¿y eso es todos los fines de semana? Ricardo: de vez en cuando, cuando se presenta. Niño de 13 años. Los Aquijes. El apañado de algodón consta básicamente de dos momentos: 1. Apañado: cuando se recolecta manualmente el algodón de las plantas o arbustos. 2. Transporte: cuando el algodón recolectado se lleva donde el contratista para el pesado y pago correspondiente. En cuanto al trabajo doméstico, este puede referirse a una gama muy amplia de actividades, que va desde tender la cama hasta cocinar; si bien lo que los padres requerirán de cada niño o niña depende en gran medida de la organización familiar. Es posible encontrar actividades comunes según grupo de edades.

Actividades Edad Tender cama/arreglar cuarto

Niños

Niñas

6a7

8a9

10 a 11

12 a más

6a7

8a9

10 a 11

12 a más

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

Barrer, lavar platos Trapear/encerar Lavar ropa Cocinar

X

Cuidar hemanos menores

Los niños, niñas y adolescentes de 6 a 7 años por lo general se dedican a las actividades domésticas más sencillas relacionadas con ellos mismos, como tender su cama y arreglar su cuarto. Los de 8 a 9 años empiezan a realizar tareas en favor de la familia: barren y lavan los platos. Los que tienen entre de 10 a 12 años hacen tareas más complejas o que requieren más esfuerzo físico, como lavar su ropa. Los padres asignan las tareas en función de la edad y capacidades de los hijos e hijas.

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Los niños que tienen de 12 a más años preparan los alimentos (almuerzo) para ellos y la familia, pero también se ha encontrado que existen tareas asignadas exclusivamente a las niñas desde los diez años, como trapear, encerar y cuidar a sus hermanitos menores. Por otro lado, se observa que tanto los niños mayores como las niñas a partir de los 10 u 11 años cocinan para la familia, pero mientras los niños solo reportaron preparar el almuerzo, las niñas también preparan el desayuno.

Mercy (13 años): me peino y me voy a comprar para mi desayuno [...] pan, queso, jamonada y leche. Stefy (11 años): también me voy al mercado a comprar [...] tomamos desayuno y nos vamos para el colegio. Alexia (11 años): preparo el desayuno para mi hermano y para mí para ir al colegio. Moderadora: ¿todas hacen el desayuno para sus hermanos? Niña 1: Sí. Niña 2: Sí. Niña 3: Sí. Niña 4: No. Niña 5: No. Niñas de 11 a 14 años. Parcona (Micaela Bastidas).

Motivos para trabajar La situación de precariedad de las familias es lo que condiciona a los niños a trabajar; sin embargo, esto no significa que los niños, niñas y adolescentes sientan que están “obligados” a hacerlo. Los niños, niñas y adolescentes otorgan un significado particular a su trabajo, se sienten motivados a trabajar por distintas razones. Ellos y ellas señalan que trabajan porque es un deber o una “obligación”, pero precisan que no se trata de una obligación impuesta, sienten que trabajar es un deber natural, intrínseco a su función de ser niño o niña. Para ellos y ellas el trabajo es una responsabilidad más, tal como asistir a la escuela y hacer las tareas.

Moderador: ¿por qué trabajan? ¿Por qué hacen eso? Ronald: porque es un deber. Alex: es un deber en la casa. Moderador: ¿es un deber de la casa? Niño: sí. Moderador: ¿y qué pasaría si no lo hacen? Alex: mi mamá me castiga. Ronald: le castiga o si no no nos deja salir afuera. Niños de 6 a 10 años. Santiago. Moderadora: ¿y han podido dejar de trabajar? Niña: no. Moderadora: no has podido dejar de trabajar. ¿Por que? Niña: porque es una obligación que tengo que cumplir. Niñas de 11 a 14 años. La Tinguiña. Sin embargo, también encontramos niños, niñas y adolescentes que realizan trabajos remunerados motivados por su voluntad de ayudar a sus padres o familiares, porque se dan cuenta de que los ingresos familiares no son suficientes o porque son conscientes de que sus familiares necesitan ayuda en las labores domésticas. Niños, niñas

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y adolescentes deciden hacer su propia contribución para ayudar a sus padres; esto sucede particularmente en las localidades en las que las madres trabajan en fundos agrícolas, lo cual les impide realizar las labores domésticas en casa. La solidaridad con la familia, y particularmente con la mamá, está muy presente en los testimonios de las niñas y de los niños.

Moderador: ¿y por qué trabajas ahí recogiendo espárragos? Ricardo: para comprar cosas y ayudar a mi mamá. Niños de 11 a 14 años. Los Aquijes. Moderadora: ahora quiero que me cuenten un poco más acerca de por qué ayudan en sus casas, por qué hacen las labores de la casa. Dayana: porque mi mamá trabaja. Flor: la mía también. Keila: mi mamá trabaja. Natalie: trabaja mi mamá. Niñas de 11 a 14 años. Parcona. Con respecto al trabajo que se desarrolla en el ámbito familiar, la idea de pago suele ser ajena en esta relación, y en la mayoría de casos los niños y las niñas se desconcertaron o confundieron cuando se les preguntó si sus padres les pagaban por el trabajo que realizaban; sin embargo, algunos respondieron que sí habría un pago, señalando que este era su propia manutención: alimentos, ropa, vivienda, servicios.

Moderador: ¿a quién ayudas en casa? Daniel: a mi mamá Moderador: ¿tu mamá te paga o no te paga? Daniel: sí, me paga. Moderador: ¿te da dinero, te da ropa o tal vez alimentos? Daniel: con alimentos. Taller participativo con niños de 6 a 10 años. Otras de las motivaciones que tienen los niños, niñas y adolescentes para trabajar es el automantenerse; es decir, contar con dinero para cubrir sus gastos de ropa y su educación. Con el producto de su trabajo pagan las cuotas mensuales o anuales que se exigen en la escuela, o afrontan los gastos de fotocopias o de alquiler de cabina de internet para el desarrollo de tareas, la compra de láminas u otros. Es de señalar que los ingresos producto del trabajo son los que hacen posible que el niño o la niña estudien.

Moderador: ¿ustedes van cuando quieren? Mario, Romeo, Nicanor: sí. Yoel (14): yo sí, para comprarme mi uniforme. Florentino (16): yo no. Moderador: ¿qué les dicen cuándo traen poca plata del algodón? Yoel: me dicen que tengo que trabajar, porque yo mismo me tengo que comprar mis útiles. Taller N° 6 con niños de 12 a 16 años. Ica.

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Moderadora: ¿y te pagan por eso? Naysha (9 años): sí, a mí pagan 20 soles. Moderadora: ¿20 soles diarios? Naysha (9 años): sí… un día llené mi chanchito y qué rica plata me compré… Moderadora: ¿qué te compraste? Naysha (9 años): me compré bastantes cosas. Naysha (9 años): para comer, le di a mi mamá. Taller participativo con niñas de 6 a 9 años. Ica. Como bien señalan los niños de Santiago, trabajar para mantenerse es una manera de ayudar a sus padres, ya que les alivian los gastos familiares.

Moderador: ¿por qué hacen este trabajo? ¿Cuál dirían que es la razón principal? Yosimar (14 años): yo para ayudar a mis padres, para que tengan menos gastos. Ronaldo: yo para lo que necesito, ropa o lo que me falta. Yosimar: (14 años): este año no me han comprado nada del uniforme.Yo mismo me he comprado con la plata que he ganado. Max (13 años): por lo general, también me compro mi ropa. Juan (12 años): igual, tienes que ahorrar para ayudar a tus padres. Fortunato (16 años): igual. Niños de 12 a 16 años. Santiago. También hay niños, niñas y adolescentes que señalan que trabajan porque disfrutan de trabajar: a algunos les divierte y otros mencionan que se distraen trabajando. Esta motivación rompería con las motivaciones anteriores, que pueden tener un trasfondo económico o emocional donde el trabajo es un medio para ayudar y más bien hace referencia al goce de su trabajo.

Moderador: ya, chicos, ¿y por qué trabajan? Julio, ¿por qué haces eso? Julio: limpiar. Moderador: ¿por qué lo haces? Julio: porque me gusta barrer. Moderador: tú, Jerson, ¿por qué haces ese trabajo? Jerson: para distraerme. Moderador: ¿tú, Joel? Joel: para distraerme también. Niños de 11 a 14 años. La Tinguiña.

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Moderadora: ¿y ustedes quieren hacer esto o no quieren hacer eso? ¿Quieren trabajar o no quieren trabajar? Ximena: queremos trabajar. Moderadora: ¿quieren trabajar? ¿Por qué? Ximena: porque así nos distraemos. Nallely: nos distraemos, nos divertimos. Moderadora: ¿se divierten? Niñas: ajá. Moderadora: ¿y qué pasa si no trabajan? Ximena: este… vamos a estar aburridas. Niñas de 6 a 10 años. Santiago.

A continuación se presenta un cuadro resumen sobre las actividades laborales, determinadas en el tiempo (meses).

Tiempo

Actividades laborales Diciembre-marzo

Abril- julio

Agosto- diciembre

Actividades domésticas

X

X

X

Trabajo agrícola

X

X

X

Boleo de papas

X

Pelado de papas

X

Apañado de algodón

X

Comercio menor

X

X

X

4. Valoración del trabajo: preferencias, sus beneficios y perjuicios Ranking de trabajo Para indagar sobre la preferencia de los niños, niñas y adolescentes con relación a los trabajos, en los talleres participativos se realizó la dinámica sobre el peor y el mejor trabajo.

Mejores y peores trabajos para los niños y las niñas Los niños de 10 a 14 años de Venta Baja (taller N° 8) consideran como uno de los mejores trabajos el apañar algodón; sin embargo, aclaran que es más apropiado para los niños que tienen 14 años o más. Señalan que, para un niño de su edad, un trabajo adecuado es hacer la limpieza y también cocinar, mientras que los peores trabajos para ellos son cortar uvas o alcachofas, ya que corren el peligro de cortarse con los instrumentos de trabajo.

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Mejores y peores trabajos para los niños Mejores trabajos Apañar algodón (de 14 a más años) Trabajo doméstico. Peores trabajos Cortar uvas Cortar alcachofas Desde la perspectiva de las niñas, el mejor trabajo para los niños es el doméstico, debido a su seguridad, y el peor trabajo para ellos sería en el área de la construcción, ya que este tipo de trabajo los expone a sufrir accidentes. Desde la perspectiva de los niños, hacer la limpieza y atender a sus hermanos menores estarían en la línea de los mejores trabajos para las niñas, porque no están expuestas al peligro. Por su parte, los peores trabajos que podrían realizar las niñas serían aquellos que impliquen el despliegue de fuerza, por considerárseles débiles y delicadas. Es interesante que tanto las niñas de 10 a 14 años de Tacama como las niñas de 6 a 10 años de Venta Baja señalen que uno de los mejores trabajos para las niñas es estudiar, lo cual nos habla de lo interiorizado que tienen las niñas su función de estudiantes, incluso sobre su función de trabajadoras o su función de “ayuda”. También se menciona como uno de los mejores trabajos para las niñas el “tener una familia”, identificando el mejor trabajo con el rol que la sociedad tradicionalmente da a las mujeres, esto es, el de ser una madre y atender a la familia. Asimismo, consideran como parte de los mejores trabajos el trabajo doméstico y la venta en una tienda, ya que no son “labores peligrosas”. Por otro lado, los trabajos más peligrosos para las niñas serían los trabajos que se desarrollan en la calle, como la venta de golosinas, ya que señalan que en la calle hay mucha delincuencia y pueden ser víctimas de robos, secuestros y violaciones. Tanto niños como niñas señalan que los “peores trabajos” son aquellos que resultan más peligrosos, y los “mejores”, aquellos que se desarrollan en un ambiente seguro. Sin embargo, mientras los niños entienden la peligrosidad como la probabilidad de sufrir una lesión durante su realización, las niñas entienden lo peligroso como la probabilidad de ser víctimas de ataques de adultos varones, tales como robos, secuestros o violación sexual, lo cual refleja que existe una visión distinta sobre lo que implica la peligrosidad en el trabajo en función del sexo.

Las cosas malas Condiciones climatológicas (el calor) Tanto los niños como las niñas coinciden en que uno de los aspectos negativos de apañar algodón es el calor. Recordemos que en Ica, en verano, la temperatura puede llegar hasta los 36 °C y que los niños trabajan en un horario prolongado de por lo menos doce horas continuas (desde las 5 a.m. hasta las 5 p.m.) todos o casi todos los días de la semana durante sus vacaciones escolares, lo que hace que estén expuestos al sol por largos períodos.

Moderador: ¿les gusta apañar algodón? Niño: no, muy cansado Moderador: ¿por qué muy cansado? Niño: porque mucho sol. Moderador: ¿y no usan gorro? Niños: ¡sí! Moderador: ¿pero igual hay mucho sol? Niño: ajá. Taller 1 con niños de 6-10 años. 106

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Cansancio y aburrimiento El cansancio o agotamiento también es uno de los aspectos negativos del trabajo que en algunos casos se relaciona con el calor; sin embargo, más allá de ello, hay tareas que los cansan por el esfuerzo físico que les demandan. En el caso del apañado de algodón, los niños mencionan que el traslado de los costales llenos del algodón al finalizar la jornada laboral desde los campos de cultivo hasta los puntos de acopio les genera cansancio.

Moderador: ¿estará cansado? Niños: no, al último. Yoel (14 años): lo que cansa es traer el costal lleno, en tu espalda tienes que traer […] lejos, ¡hasta al fondo! Moderador: ¿cuánto tiempo de caminata es? Yoel: diez, a veces quince minutos de caminata. Moderador: ¿cuánto pesa? ¿Más o menos? Yoel: ¡uf, pesa! Taller 6 niños 12 a 16 años. Ica. Las niñas del taller Nº 4 de Eliane Karp en Parcona, que se dedican a pelar papas, tampoco son indiferentes al cansancio. Lisy, de 9 años, se despierta a las 4 a.m., normalmente para ir al peladero de papas, luego debe cumplir con tareas escolares, y finalmente ir al colegio en el turno de la tarde. En el caso de Eliam, que estudia en la mañana, antes de ir al colegio, también va al peladero de papas para ayudar a su hermana sin retribución alguna. Según manifiesta, en algunas ocasiones sí se siente cansada.

Moderadora: en esta imagen la niña está barriendo en su casa, ustedes creen que esta niña que está barriendo ¿estará cansada o triste o feliz? Nadia (12 años): agotada. Moderadora: ¿qué estará pensando esta niña? Nadia (12 años): que quiere descansar pero tiene que terminar de barrer. Moderadora: Alexia ¿estará cansada o feliz? ¿Qué estará pensando? Alexia (11 años): agotada, que cuando termine de barrer vaye a descansar. Moderadora: Sahori ¿estará cansada o feliz? ¿Qué estará pensando? Sahori (10 años): cansada, voy a barrer hasta que termine y descansaré. Moderadora: Mercy ¿estará cansada o feliz? ¿Qué estará pensando? Mercy (13 años): que está triste, y está cansada de tanto barrer. Moderadora: Stefy ¿estará cansada o feliz? ¿Qué estará pensando? Stefy (11años): Cansada, se tiene que apurar para hacer más cosas. Moderadora: ¿Qué cosas más tienen que hacer? Niñas (en conjunto): Lavar platos, tal vez lavar ropa. Taller participativo Nº 6. Ica. Las actividades domésticas también generan cansancio en las niñas. En el taller participativo Nº 6 con las niñas de Micaela Bastidas se les mostró un dibujo proyectivo de una niña haciendo las tareas domésticas. En sus respuestas es evidente que reflejaron ciertos sentimientos de ansiedad por recarga laboral respecto del trabajo doméstico en su vida cotidiana. Si bien las niñas de Parcona de 10 a 14 años señalan que disfrutan de algunas actividades domésticas, también se debe informar que ciertas actividades les resultan agotadoras, como barrer o trapear y echar cera.

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Moderadora: ¿cuál es la actividad que les gusta menos? Dayana: barrer, me canso. Keila: trapear y echar cera. Taller niñas 10 a 14 años. Parcona. Por otro lado, algunas tareas domésticas que realizan por obligación les provocan aburrimiento y fastidio. Así, vemos que a las niñas de 10 a 14 años de Parcona les aburren lavar platos, y a Dianira, de Parcona, no le gusta dar desayuno a su hermano.

Moderadora: ¿tú, Dianira? Dianira: no me gusta dar desayuno a mi hermano, a veces reniego porque no le gusta comer. Niña: yo también, a veces ni almuerza, en las mañanas solo come frutas y no les gusta comer en el almuerzo. Peligro en el trabajo Hablábamos del calor como un elemento negativo en la medida que causa malestar o incomodidad mientras los niños, niñas y adolescentes están trabajando; sin embargo, la exposición prolongada al sol y la radiación ultravioleta tiene múltiples efectos negativos en la piel. Como es de imaginar, no cuentan con recursos para comprar protector solar. Al menos las niñas son conscientes de esto; en este sentido, las niñas del taller participativo N° 1 de 6 a 9 años señalan lo siguiente:

Moderadora: ¿y creen que su trabajo es peligroso o no tanto? Niña: peligroso. Naysha (9 años): peligroso. Moderadora: ¿por qué es peligroso? Marite (9 años): este… porque hace calor, le puede quemar Naysha (9 años): ¡se ponen negras! Marite (9 años): le puede agarrar cáncer Naysha (9 años): ¿cáncer agarra del calor? Marite (9 años): sí. Taller participativo Nº 1. Ica. El apañado de algodón, en la mayoría de casos, implica que los niños se lesionen las manos al rasparse con “la estrella” (de la planta de algodón) en el acto de “apañar”, por lo cual deben desarrollarlo con mucho cuidado. Si bien no lo identifican como un peligro, los niños cuentan que es común sufrir lesiones de este tipo.

Taller N° 6, niños 12 a 16 años. Ica. Moderador: ¿puede ser peligroso? Varios niños: no. Moderador: ¿nunca les ha pasado nada? Florentino (16 años): solamente raspones. Yoel (14 años): te arañan las estrellas, adentrito cuando coges para abrir te arañan. Mario (13 años): te arañan feo. 108

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Taller participativo Nº 1. Ica. Actividad: dibujo proyectivo de niña trabajadora. Moderadora: está triste porque hace calor también. Marite (9 años): y le duele la mano… Naysha (9 años): manooo… cuando recoges algodón haces ejercicios. Marite (9 años): ya, pero le duele la mano. Naysha (9 años): duele, ay sí, ay sí, aish… Niña: y también te cansas. Naysha, por su parte, parece no estar de acuerdo con las opiniones de sus compañeras en cuanto al cansancio y dolor que puede causar esta actividad, y es que así como en los adultos, para un niño o niña la nocividad de una labor no solo depende de las características de la actividad sino también de la manera en que un individuo haya construido su individualidad y, dentro de ella, de su capacidad de resiliencia. Es evidente que Naysha es más resiliente y por eso tiene una mayor tolerancia a la actividad de recoger algodón, resilencia que ha generado a lo largo de su experiencia de vida. Por este motivo, minimiza y ridiculiza los aspectos negativos de recoger algodón señalados por sus compañeras. Hay también cierto peligro, desde la perspectiva de los niños, niñas y adolescentes, en las actividades domésticas. Los niños, niñas y adolescentes advierten que a veces sí pueden lesionarse mientras realizan las labores domésticas y coinciden en que un peligro latente es sufrir quemaduras o cortarse con el cuchillo mientras cocinan.

Taller 6: taller participativo con las niñas de Micaela Bastidas. Moderadora: ¿qué hay de malo en hacer las labores de la casa? Niñas (en conjunto): nada. Alexia (11 años): a veces nos podemos quemar cocinando. Stefy (11años): cuando utilizamos el cuchillo, nos podemos cortar. Taller participativo N° 3 con niños de Micaela Bastidas. Ica. Moderador: ¿es peligrosa la ayuda que hacen? Niños (en conjunto): no. Jackson (11 años): pero algunas veces hay vidrios rotos y se cortan la mano. Yerson (7 años): la candela. Como hemos visto anteriormente, para las niñas los trabajos más peligrosos son aquellos que se desarrollan en la calle. Por ejemplo Analuz (14 años), del taller participativo Nº 2, desarrolla varias actividades, como recoger algodón, moler papa, despancar maíz y otros trabajos que no precisa, pero considera peligrosas aquellas actividades que realiza fuera de casa, pues identifica que hay un riesgo al exponerse sola en la calle. Menciona que al movilizarse corre el riesgo de que el transporte público no la recoja y tener que transitar sola por las calles hasta su casa. El mismo caso es el de Xiomary, quien se dedica a las labores domésticas y a cuidar a su hermano menor, pero cuando tiene que transportarse hacia el centro y a otros lugares lo considera inseguro. En general, más para las niñas que para los niños, la calle representa un lugar donde hay mucho peligro.

Moderadora: ¿cuáles son las cosas malas del trabajo? Nadia (12 años): que salgan a la calle, les puede atropellar un carro. Stefy (11años): se pueden llevar a los niños, sacarles los órganos y venderlos. Niñas de 10 a 11 años. Micaela Bastidas (taller N° 6).

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Finalmente, el riesgo de enfermarse en el trabajo también es identificado por algunas niñas que bolean papa. A través de un dibujo proyectivo, ellas reconocen que al tener que presentarse en los campos en horas muy tempranas es posible que contraigan enfermedades producto del frío.

Moderadora: y esta niña, ¿cómo está de salud? ¿Está bien o está mal? Lisy (9 años): está bien. Moderadora: está bien, la niña que pela papas está bien. Nicolasa (9 años): mal. Moderadora: ¿está mal? Nicolasa (9 años): que hay veces va temprano y hace frío y también se enferma. Niñas de 6 a 9 años. Parcona (Taller N°4).

Abuso/maltrato En el desarrollo del trabajo agrícola, los niños y adolescentes tienen un empleador: el dueño o encargado de la chacra o el fundo donde trabajan. Mencionan que en algunos casos el método utilizado por sus empleadores para aumentar su productividad sería la agresión verbal (el insulto), por lo cual algunos niños señalan sentirse maltratados; otros no necesariamente señalan que haya un insulto de por medio, pero sí que los empleadores los presionan para que sean más productivos, lo cual ven como algo negativo.

Moderador: ya, chicos, ¿cuáles son las cosas malas? Richard (14 años): la explotación. Moderador: ¿cómo es la explotación? Richard (14 años): a veces, cuando eres menor de edad, no te pagan lo que debería ser, y cuando haces horas extras, no te pagan las horas extras. A veces los ingenieros también te tratan mal, te insultan. Taller participativo N° 7 con niños de 10 a 16 años. Ica. Pero los niños no solo corren el riesgo de ser maltratados por sus empleadores: las niñas señalan que, si van solas a apañar algodón, pueden ser víctimas de robo por otras personas mayores que trabajan en las plantaciones. Este es el caso de Clorinda, del taller Nº 3, que identifica el trabajo de apañar algodón como una actividad peligrosa.

Moderadora: ¿recoger algodón es peligroso? Clorinda (9 años): sí, cuando tú vas sola, hay muchos señores que te pueden quitar tu algodón. Taller N° 3 participativo con niñas de 6 a 10 años.Venta Baja. El maltrato también puede ocurrir en un ámbito más familiar. Nayra, del taller participativo Nº 2, que ayuda en la tienda de su abuelo, señala que cuando no hace bien las recargas su tía le llama la atención o le da un “cocacho”. En el trabajo para terceros también se perciben riesgos, puesto que los clientes de los servicios muchas veces pierden la paciencia y las maltratan. Se encontraron casos en que los niños, niñas y adolescentes indicaban que se veían obligados a trabajar un tiempo excesivo o a pesar de encontrarse mal de salud, lo cual constituye un abuso de los padres. Este es el caso de Marité (9 años) y Jackson (11 años), como veremos a continuación:

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Moderadora: ¿cuáles son las cosas malas? Niñas: cuando te obligan. Marite (9 años): tienes que trabajar a toda hora. Taller participativo Nº 1 con niñas de 6 a 9 años. Ica. Moderador: ¿qué es lo malo de hacer estas cosas? Jackson (11 años): cuando te enfermas, igual te mandan hacer estas cosas. Moderador: ¿de qué te has enfermado? Jackson (11 años): de gripe. Moderador: ¿a veces tienen que hacerlo a pesar de estar enfermos? Jackson (11 años): sí. Taller participativo N° 3 con niños de 6 a 11 años. Micaela Bastidas. Las responsabilidades asignadas a los niños, niñas y adolescentes derivan en una situación de abuso o explotación cuando son claramente forzados a realizar actividades a pesar de su cansancio y sus limitaciones físicas y psicológicas.

Ensuciarse Las niñas del taller participativo de Eliane Karp, a través de la actividad de dibujo proyectivo, mencionan que el trabajo en los peladeros de papas afecta su higiene, pues tienen el cabello y las manos sucias.

Moderadora: ¿estará limpio su pelo? Nicole: no, estará sucio, porque cuando le pica… se rasca. C: se rasca con lo que está pelando la papa. Nicole: ujum. Taller participativo con niñas. Eliane Karp. A continuación se presenta un cuadro resumen sobre los aspectos negativos del trabajo: Aspectos negativos

Calor

Cansancio

Peligros

Abuso y maltrato

Apañado de algodón

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X

X

X

X

X

Trabajo doméstico Comercio menor mujeres

Ensuciarse

X

Trabajo agrícola

X

X

Pelar papas

X

X

X

X X

Que los niños, niñas y adolescentes identifiquen diversos efectos negativos de su trabajo no es suficiente para aseverar que el trabajo es bueno o malo para ellos (o que lo será en cualquier circunstancia). Habrá aspectos cuya peligrosidad/nocividad es intrínseca a la acción realizada (como cortas uvas y alcachofas) y habrá otros cuya nocividad puede mitigarse, pues responde más a condiciones de trabajo que alguna propiedad negativa de la acción que se realiza. A continuación presentamos un cuadro que organiza los efectos negativos del trabajo identificados por los niños, niñas y adolescentes, según la factibilidad de su mitigación. Esta información debe validarse y detallarse a través de estudios de caso y observación participante en el lugar de trabajo.

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Factibilidad de mitigación

Efecto negativo

Medida de mitigación

Cansancio por prolongación de jornada laboral

Reducir jornada laboral

Maltrato

EEmpoderar a las niñas para que denuncien situaciones de maltrato. Sensibilizar a empleadores, padres, clientes y compañeros.

Calor

Dotar a niños, niñas y adolescentes de EPP como gorras tapasol y protector solar. Reducción de horas de exposición al sol.

Efectos negativos mitigables

Efectos negativos parcialmente mitigables

Cuidado constante de los padres en el espacio de trabajo. Peligro de accidentes producidos Hacer un diagnóstico sobre la seguridad en los por condiciones de trabajo diversos espacios de trabajo. Evitar llevar a los niños más pequeños. Usar herramientas apropiadas.

Efectos negativos no mitigables

Peligros a la salud producidos por el espacio de trabajo

Cuidado constante de los padres para alejar a los niños más pequeños del horno y pozas.

Cansancio por realización de actividades que requiere de un despliegue de fuerza mayor del que tienen los niños, niñas y adolescentes

Los niños, niñas y adolescentes no deben realizar dichas actividades.

Peligros de accidentes propios de una tarea dentro de una actividad

Los niños no deben realizar dichas tareas (por ejemplo, cortar uvas).

Ensuciarse (propuesto por las niñas)

El pelado de papas es una actividad que implica el contacto directo de las manos con la tierra que está en las papas.

Como se muestra, algunos efectos negativos son mitigables en la medida en que se pueda eliminar totalmente dicho efecto negativo; otros son parcialmente mitigables en la medida en que se pueda reducir el efecto negativo, mas no eliminarlo del todo, y por último se tienen los no mitigables. De estos últimos, podríamos decir que los efectos negativos son intrínsecos a las tareas que realizan, por lo cual la única medida para eliminarlos es que los niños, niñas y adolescentes dejen de realizarlas.

Las cosas buenas Orgullo Los niños señalan que se sienten orgullosos por la ayuda que ellos pueden dar a sus padres con su trabajo.

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Moderador: ¿qué los hace sentirse orgullosos? Florentino: que nos apoyemos mutuamente. Yoel: ayudar a los padres. Taller N° 6 con niños de 12 a 16 años. Ica. Aprendizaje Diversos estudios sugieren que el trabajo es fuente de conocimiento y cumple una función educativa para los niños, pues aprenden no solo del oficio en el que se ocupan u ocuparán en el futuro sino también sobre la moral del grupo social al que pertenecen y del entorno en el que viven. Los niños mismos nos cuentan sobre lo que aprenden en el trabajo.

Moderador: Kleiber, ¿qué es lo bueno del trabajo? Kleiber: que puedes aprender algunas cosas. Yordy: a mí me gusta. Moderador: ¿qué cosas creen que se pueden aprender? Kleiber: a sembrar, qué frutos da cada planta. Taller 4 con niño de 11 a 14 años. En el diálogo anterior, uno de los niños menciona que su trabajo le ha permitido aprender a sembrar y conocer “qué frutos da cada planta”, ambos conocimientos necesarios para el trabajo agrícola. El trabajo doméstico también es fuente de aprendizaje para los niños, niñas y adolescentes. Uno de los niños señala que este le enseña a ser más higiénico; en el caso de las niñas, nos cuentan que aprender a hacer las labores domésticas les será útil para el futuro. Es preocupante que una de ellas destaque que estas competencias les serán útiles cuando tengan que “atender a su esposo”, lo cual muestra que desde pequeñas aprenden los roles tradicionales de género que luego asumirán en su vida adulta.

Moderador: ¿y haciendo la limpieza se aprende o no se aprender? Niño: sí se aprende. Jeyson: en algunas ocasiones te sirve para algo. Wilson: para ser más higiénico. Jeyson: claro. Taller 5 con niños de 11 a 14 años. Moderadora: ¿saber los quehaceres de la casa las va a ayudar en el futuro? Niñas (en conjunto): sí. Mercy (13 años): cuando tengamos un esposo para atenderlo. Moderadora: ¿qué cosas buenas hay de ser una niña que hace las labores de la casa? Mercy (13 años): tener experiencia, cuando ya seas grande ya sabes hacer las cosas. Taller participativo Nº 6 con niñas. Micaela Bastidas. Disfrute Los temas que se han abordado se relacionan con aspectos positivos derivados del trabajo. En este punto se especifica el disfrute de la misma actividad laboral. En efecto, los niños y las niñas no solo identifican aspectos

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positivos, como ganar dinero para mantenerse o para apoyar a sus familias: también señalan que disfrutan de su trabajo e incluso, como ya se vio, identifican que este es un factor que los impulsa a trabajar. Los niños pequeños señalan que les parece entretenido hacer algunas labores domésticas, como la limpieza, ya que mientras las hacen escuchan música. Las niñas de 6 a 9 años también señalan que esta es una actividad que las entretiene.

Moderador: en sus casos, ¿les gusta barrer o no? Romero: a mí sí. Moderador: aparte de escuchar música, ¿por qué le gusta barrer, o barrer o hacer las cosas de limpieza? ¿Por qué les gusta eso? Álvaro: porque me gusta arrastrar… Moderador: les gusta, ¿no? Álvaro: uhm, sí. Moderador: muy bien. Romero: la canción nos hace dar más fuerzas. Taller participativo N° 1 con niños de 6 a 10 años. Ica. Moderadora: ya, y todos los días, ¿y te gusta barrer? Jaira (8 años): sí… y lavar los platos. Moderadora: ¿y te gusta barrer? Nayla (10 años): sí. Moderadora: ¿quieren trabajar o no quieren trabajar? Xiomy (9 años): queremos trabajar Moderadora: ¿sí quieren trabajar? ¿Por qué? Xiomy (9 años): porque así nos distraemos Nayla (10 años): nos distraemos, nos divertimos. Taller N° 3: taller participativo con niñas de 6 a 9 años en Venta Baja. Los niños mayores del taller N° 6, de 12 a 16 años, se divierten trabajando en los campos de algodón, ya que esto les permite estar en contacto con su entorno natural, como la flora y la fauna local, y con su entorno social, como otros niños con los cuales pueden hacer amistad.

Florentino: para mí es divertido: a veces encuentras animales. Moderador: ¿como qué animales? Florentino (16 años): serpientes. Yoel (14 años): sapos. Mario (13 años): pajaritos. Moderador: ¿cuáles son las cosas buenas de trabajar? Florentino (16 años): encuentras nuevos amigos cuando trabajas. A veces encuentras una planta que tienen frutos, te la comes. Yoel (14 años): te haces amigo de los demás. Mario (13 años): la pasas bien. Javier (12 años): compartes las cosas. Taller N° 6 con niños 12 a 16 años. Ica.

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Las niñas de 10 a 14 años de Parcona señalan que les gusta hacer las tareas domésticas, como cocinar.

Moderadora: ¿cuál de estas actividades les gusta más? Flor: cocinar. Moderadora: ¿qué te gusta cocinar? Flor: la lentejita los lunes y los martes caldo de gallina. Niñas de 10 a 14 años. Parcona.

5. Escuela, trabajo y perspectivas a futuro En esta sección se recoge la manera en que los niños, niñas y adolescentes transitan entre el ámbito laboral y escolar, poniendo énfasis en las contradicciones, pero también en las complementariedades que encuentran en su día a día al desempeñarse como niños, niñas y adolescentes trabajadores y como estudiantes. Como ya se ha demostrado en la sección de uso del tiempo, el principal trabajo que realiza la mayoría de niños, niñas y adolescentes de los distritos de Santiago, La Tinguiña, Los Aquijes y Parcona durante la época escolar es el trabajo doméstico, al cual se dedican antes o después de la jornada escolar. Otros trabajos que realizan durante la época escolar son esporádicos o de fines de semana. Las vacaciones son la época más intensiva de trabajo.

Efectos negativos del trabajo en la escuela En general, los niños, niñas y adolescentes que participaron de los talleres señalan que no han tenido que faltar a la escuela por el hecho de trabajar: si bien se han dado casos, estos son muy aislados. Las niñas de 11 a 14 años de La Tinguiña señalan que “si trabajas es por tu voluntad y no tienes que faltar al colegio”. Una de las niñas de 9 a 14 años de Parcona (José Olaya y Eliane Karp) señala que su hermano trabaja los fines de semana y estudia de manera regular de lunes a viernes. Entre los niños también se identificó este tipo de comentarios:

Moderador: ¿y les resulta cansado estudiar y trabajar al mismo tiempo? Wilmer: estudiamos cinco días y trabajamos dos. Niños de 11 a 14 años. La Tinguiña. Sin embargo en algunos casos, como en el de las niñas de 6 a 10 años de La Tinguiña, señalan que a veces el trabajo puede causar que ellas lleguen tarde a clases, afectando sus horas efectivas de clase.

Moderadora: ¿qué les parece trabajar e ir a estudiar a la misma vez? ¿Es fácil o difícil? Marite (9 años): difícil. Moderadora: ¿por qué? Marite (9 años): porque no te da tiempo. Naysha (9 años): cuando vas a trabajar, regresas… llegas tarde a la escuela. Niñas de 6 a 10 años. La Tinguiña. Pero no solo se trata de perder horas de clase, ya que después de trabajar pueden tener el tiempo, pero no las fuerzas suficientes para cumplir con las demandas de la escuela. En estos casos, las horas de clases no necesariamente se ven afectadas, pero sí la capacidad de concentración dentro del aula y las energías de las niñas para realizar sus deberes escolares.

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Moderadora: consideran que trabajar y estudiar a la vez. ¿Es fácil o difícil? ¿Por qué? Niña: un poco difícil, porque no se puede concentrar bien en las clases. Niña de 9 a 14 años. Parcona (Eliane Karp/José Olaya). Moderadora: ¿qué les parece trabajar y estudiar a la misma vez? ¿Es fácil o difícil? Niña 1: un poco difícil porque vienes con el cuello doblado [risas]... es cansado Moderadora: ¿es cansado? Niña 2: te cansas y no puedes hacer bien las tareas. Niña 3: te da sueño en la clase. Niñas de 11 a 14 años, La Tinguiña. No todas las niñas opinan igual: en el caso de las niñas de 6 a 9 años de Parcona (Eliane Karp), señalan que les es fácil trabajar y estudiar. Esto porque tienen una carga laboral ligera. En la misma línea, una de las niñas de 6 a 9 años de La Tinguiña señala que se dedica a barrer cuando ha terminado de hacer su tarea; por su parte, las niñas de 11 a 14 años de Parcona (Micaela Bastidas) señalan que han logrado adaptarse y distribuir su tiempo para poder cumplir con ambas actividades. Encontrar un equilibrio entre el trabajo y la escuela no sería fácil para ellas, pero tampoco una tarea imposible.

Moderadora: ¿Cómo consideran hacer los quehaceres de la casa e ir a la colegio? ¿Es fácil o difícil? Niñas (en conjunto): sí, ya nos acostumbramos y tenemos tiempo para hacer las dos cosas, para estudiar y hacer los quehaceres de la casa. Niñas de 11 a 14 años, Parcona (Micaela Bastidas). Moderadora: ¿Qué estás haciendo ahí María? [en el dibujo] María (9 años): estoy barriendo. Moderadora: ¿y te gusta barrer? María: sí, pero cuando termino de hacer la tarea. Taller con niñas de 6 a 10 años. La Tinguiña. Por su parte, si bien los niños reportaron, al igual que las niñas, que en época escolar básicamente se dedican a las actividades domésticas familiares, ninguno identificó efectos negativos del trabajo en la escuela, y es que, si bien varios niños trabajan largas jornadas apañando algodón, esto lo harían solo en las vacaciones escolares y al parecer las labores domésticas encomendadas a los niños ocupan menor tiempo o son de menor complejidad que las encomendadas a las niñas. Otros trabajos, como el boleado de papas y el que realizan en chacras, ya sean de familiares o de terceros, parecen ser esporádicos y no les generarían mayores dificultades para cumplir con sus responsabilidades escolares.

Moderador: ¿te gusta lampear? Yerson: no tanto. A veces, pero no descuidando el estudio. Moderador: Joel, ¿a ti te gusta lampear? Joel: sí, pero del estudio más me preocupo. Taller con niños de 11 a 15 años. La Tinguiña.

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Ahora bien, es necesario recordar que la muestra de niños que participaron de los talleres no representa necesariamente la situación de los niños en los distritos o localidades donde se desarrollaron los talleres; además, se debe tener en cuenta que estos niños son miembros de una organización de niños trabajadores, lo cual implica que, en cierta medida, se encuentran en una situación más favorable que otros niños en lo que respecta a sus derechos. Uno de los niños de La Tinguiña, por ejemplo, nos cuenta que para sus amigos de la escuela el trabajo sí afecta directamente en su desempeño en la escuela, ya que ellos trabajan en época escolar:

Moderador: ¿los ayuda en algo el trabajo en la escuela a ustedes? Antony: a veces mis amigos faltan o vienen cansados. No ayuda mucho. Niños de 11 a 14 años. Los Aquijes. Desde el punto de vista de las madres, el efecto negativo del trabajo en la educación formal de los niños no se refiere tanto a un tema del uso del tiempo o al agotamiento. Para ellas, el riesgo es que los adolescentes varones abandonen sus estudios escolares o no se animen a emprender estudios superiores por preferir el estilo de vida y los ingresos económicos que se ofrecen en algunos trabajos no calificados disponibles en la zona, por ejemplo en los viñedos, donde los adolescentes pueden hacer más dinero, como el caso de Kevin, quien señala que trabaja todos los días de 2 a 6 p.m. y recibe S/. 30 diarios. Para las madres, el trabajo prematuro representa un riesgo sobre las oportunidades laborales en el futuro.

Madre 1: de 14 años nomás ya salieron al campo, si de 15 [años] varios chicos han dejado de estudiar y se han dedicado al campo… Marlene: hizo mal dejar en dejar el estudio. Vilma: qué pasa, que ese niño de esa edad trabajaba y la plata él mismo lo administraba, o sea, compraba a su gusto con el dinero. Flora: le gustó recibir la plata que trabajaba... Marlene: él piensa que el dinero le va alcanzar. Madre 1: ¡Aah! Pero piensan como solteros, pero cuando tengan una familia ahí van a ver lo que es bonito trabajar en el campo… Grupo de discusión con madres. Ica.

Efectos positivos del trabajo en la escuela Las niñas identifican al menos dos tipos de efectos positivos del trabajo en la escuela. El primero es de tipo económico, pues con el dinero que obtienen financian gastos generados por la escuela. De esta manera alivian a sus padres de una carga económica que, por sus bajos ingresos económicos, les es difícil o imposible asumir. Este es el caso de las niñas de 11 a 14 años de La Tinguiña, quienes señalan que con el dinero que ganan compran los materiales escolares y pagan sus pasajes de ida y vuelta a la escuela. El segundo efecto positivo está relacionado con las cualidades del trabajo como fuente para poner en práctica el conocimiento. En este sentido, las niñas que participaron del taller mencionaron que cuando trabajan en las tiendas refuerzan las matemáticas que aprenden en la escuela, mientras que las niñas de la misma edad de Parcona (Micaela Bastidas) señalan que el trabajo les da mayor sentido de responsabilidad. Sin embargo, también hay casos donde no se identifican los beneficios del trabajo en la escuela, como es el caso de las niñas de 9 a 14 años de Parcona (José Olaya y Eliane Karp). Los niños, así como las niñas, identifican que el trabajo les permite asumir los gastos escolares; este es el caso de los niños de 11 a 14 años de Santiago (Venta Baja) y La Tinguiña, quienes indican que con el dinero que ganan apañando algodón costean sus útiles escolares y uniformes. Llama la atención que, en el caso de Wilmer de La Tinguiña y otros niños, sea la madre quien administre parte del dinero, lo cual está directamente relacionado con el temor de las madres a que los niños abandonen sus estudios por el dinero.

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Moderador: ¿cuáles son las cosas buenas del trabajo? Wilmer: el pago. Moderador: ¿qué haces con el pago que te dan? Wilmer: le doy la mitad a mi mamá y el resto a otros gastos. Moderador: ¿y en qué lo gasta tu mamá? Wilmer: lo guarda y compra los útiles escolares. Niños y adolescentes de 11 14 años. La Tinguiña. Los niños de 11 a 14 años de La Tinguiña y Santiago (Venta Baja) también hacen referencia al trabajo como fuente de conocimiento: señalan que aprenden y refuerzan las matemáticas contando la cantidad papas o algodón que recogen en los campos. Yendo más allá del aprendizaje formal, los niños también señalan que el trabajo es fuente de otro tipo de conocimiento, más relaciones con su entorno o el aprendizaje de nuevas técnicas u oficios. Esto es destacado por lo niños de 11 a 14 años de Santiago, quienes valoran el conocer nuevos frutos, y por los niños de Los Aquijes, que señalan aprender sobre métodos de irrigación.

Moderador: en el trabajo ¿también se aprende? (Varios niños): sí. Florentino: conoces nuevos frutos. Yoel: cuentas la cantidad que recoges. Moderador: un poco de matemáticas también tienes que hacer. Mario: sabes cuánto quieres sacar… Taller N° 6 con niños de 12 a 16 años. Ica.

Efectos positivos de la escuela en el trabajo La complementariedad entre trabajo y escuela se evidencia, al menos, en el aprendizaje y reforzamiento de las matemáticas, pues en ambos espacios el niño y la niña pueden practicar y desarrollar esta materia.

Moderador: ¿creen que la escuela los ayuda en el trabajo, o no tanto? Jeyson (14 años): sí, calcular. Wilson (12 años): estar contando cuántas papas hay. Taller N° 6. La Tinguiña. Moderador: ¿la escuela los ayuda algo en el trabajo? Florentino: sí. Yoel: cuando pesas. Florentino: a contar. Taller N °6 con niños de 12 a 16 años. Ica. En otra línea, uno de los niños de Los Aquijes también resaltó la importancia de la escuela para el trabajo como una manera de empoderar a los niños frente a problemas que estos pueden tener con otros actores adultos, los cuales podrían comportarse de forma abusiva.

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Moderador: ¿y la escuela los ayuda en el trabajo? Niño: ahí ayuda bastante, te desenvuelves mejor, cuando una persona te reclama… hay poder de decisión. Niños de 11 a 15 años. Los Aquijes. Que los niños identifiquen y visualicen la utilidad de lo que aprenden en la escuela y el trabajo en otros ámbitos de su vida es de suma importancia. En este sentido, la escuela debería procurar incluir dentro de los procesos de aprendizaje herramientas para que los niños puedan aplicar lo aprendido en su vida cotidiana y reducir la brecha existente entre su educación formal y la “informal”.

Importancia del trabajo y la escuela Si bien cada niño o niña tiene su opinión respecto de la importancia del trabajo y de la escuela, la mayoría se inclina por mencionar que la escuela es la actividad más importante, aunque no pocos resaltaban la importancia de ambos.

Importancia de la escuela para los niños Moderador: chicos, ¿cuál es el más importante: el trabajo o la escuela? Wesly: el estudio es más importante. Moderador: ¿Anderson, tú? Antonio: la escuela. Moderador: ¿para ti, Yorman? Yordy: la escuela también. Taller 4 con niños de 11 a 14 años. Importancia de la escuela para los niños Moderadora: ¿qué es lo más importante: la escuela o el trabajo? ¿Por qué? Natalie: porque cuando terminas la escuela puedes ir a la universidad y eres profesional. Moderadora: ¿dónde aprenden más: en la escuela o el trabajo? Niñas (en conjunto): escuela. Taller N° 5con niñas de 10 a 14 años. Parcona.

Importancia y valoración de la escuela La posibilidad de aprender es uno de los atributos que las niñas más valoran en la escuela. Esto es mencionado por las niñas de 6 a 9 años de La Tinguiña, Santiago (Venta Baja) y Parcona (José Oyala y Eliane Karp). Este último grupo de niñas señala, además, que “aprendiendo se puede tener una profesión”; la educación básica (ya sea primaria o secundaria) como mecanismo para la profesionalización —y, por ende, para mejorar sus condiciones de vida— también es valorada por las niñas de 10 a 13 años de Parcona y las de 9 a 14 años de Parcona (Micaela Bastidas). Por otro lado, las niñas de 11 a 14 años de La Tinguiña mencionan entre los aspectos positivos de la escuela los méritos que pueden hacer, el reconocimiento familiar y público, ser felicitadas por los profesores o que las pongan en las carpetas delanteras. Los niños de 11 a 14 años de Parcona (Eliane Karp y José Olaya), Santiago (Venta Baja) y Los Aquijes valoran el aspecto lúdico de la escuela, en tanto es un espacio donde se encuentran con sus amigos y pueden divertirse con ellos. Los niños de 11 a 14 años de La Tinguiña y de Santiago (Venta Baja) también señalan que otro aspecto positivo de la escuela es el aprendizaje: “aprendes cosas que no sabes” y “reflexionas sobre algunas cosas”. El estudio, al igual que en el caso de las niñas, fue valorado como un medio para ser profesional por los niños de La Tinguiña.

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Moderador: ahora, con los estudios, ¿qué es lo bueno de estudiar? Jerson: ah, estudiar para que puedas aprender. Julio: lo bueno de estudiar es que al último vas a ser profesional. Gerson: aprendes cosas que no sabes. Niños de 11 a 14 años. La Tinguiña. En cuanto a los aspectos negativos de la escuela, las niñas de 11 a 14 años de La Tinguiña y las niñas de 10 a 13 años de Parcona (Micaela Bastidas) consideran que los aspectos negativos de la escuela son aquellos que, precisamente, constituyen deméritos para ellos, como el caso de las bajas calificaciones, mala conducta, reprobar sus cursos, que les den citaciones a sus padres, entre otros. Por su parte, las niñas de 6 a 9 años de La Tinguiña señalan que uno de los aspectos negativos de la escuela es que los niños “no respetan a las damas”, quienes son víctimas de acoso y violencia por los primeros. Cabe resaltar que las niñas de 6 a 9 años de Santiago (Venta Baja), Parcona (José Olaya y Eliane Karp) y las de 9 a 14 años de Parcona (Micaela Batidas) no identificaron aspectos negativos en la escuela.

Moderadora: ¿hay algo malo con ser una niña estudiante? Niña: no, porque ser estudiante es algo bonito. Niña de 13 años. Parcona (Micaela Bastidas). Los niños también encuentran algunos aspectos negativos en la escuela. Los niños de 11 a 14 años de Santiago (Venta Baja) y Los Aquijes llaman la atención sobre el desempeño docente, señalando que, algunos profesores no asisten a clases, no enseñan bien, los confunden o los aburren, yendo un poco más allá, uno de los niños de Los Aquijes cuestiona el modelo pedagógico tradicional.

Niño: no aprendes mucho… Moderador: ¿por qué no aprendes mucho? Niño: te enseñan algo y después te olvidas… eso es lo malo, el sistema es maleadazo. Moderador: ¿por qué? Niño: estás metido mayormente en el salón y eso no, pues. Sería bueno si el colegio fuera así… orientar la educación al trabajo, pero no hay muchos profesores que vienen… no vienen pues hasta aquí. Pero sí se puede implementarlo. Adolescente de 15 años. La Tinguiña.

Importancia y valoración del trabajo También se pidió a los niños que nos cuenten sobre los aspectos positivos del trabajo. El trabajo como aprendizaje es mencionado por los niños de 11 a 14 años de Parcona (Eliane Karp y José Olaya) y La Tinguiña, quienes mencionan que en este aprenden a sembrar y cosechar. La remuneración es también valorada por estos últimos y los niños de Los Aquijes; los niños de Santiago (Venta Baja) que trabajan apañando algodón valoran la posibilidad que tienen de hacer amigos en el campo, compartir con los demás y comer los frutos frescos de las chacras. Otras cualidades mencionadas son la ayuda a los padres y el trabajo como espacio libre de obligaciones domésticas. Uno de los aspectos positivos del trabajo para las niñas de 6 a 10 años de la Tinguiña y Parcona (Eliane Karp) es ganar dinero que luego se lo dan a la mamá: para ellas también es importante el aporte a la familia. Esto mismo es identificado por las niñas de 9 a 14 años de Parcona (José Olaya y Eliane Karp), quienes se solidarizan con sus

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madres pues indican que “ellas llegan cansadas del trabajo”. Otro aspecto positivo del trabajo para las niñas es que este les brinda una formación que no obtienen en la escuela. En este sentido, las niñas de 11 a 14 años de La Tiguiña señalan que si no trabajas “no eres nadie en la vida”, mientras que las niñas de 9 a 14 años de Parcona (José Olaya y Eliane Karp) valoran la experiencia que da el trabajo, la cual, señalan, les será útil en su vida adulta. En cuanto a lo negativo del trabajo, los niños de Parcona (Eliane Karp y José Olaya) y Los Aquijes identificaron el maltrato del empleador (gritos e insultos) como un aspecto negativo, y los niños de Los Aquijes también mencionaron como un problema la explotación, en el sentido de que por ser niños se les da un pago menor o no se les reconocen horas extras. Por su parte, los niños de La Tinguiña y Santiago expresaron el cansancio y los efectos de la exposición al sol o la lluvia como aspectos negativos. Las niñas también identificaron aspectos negativos en el trabajo en general: todas las niñas hacen referencia al maltrato y la explotación. Las niñas de 6 a 10 años de La Tinguiña señalan que lo malo del trabajo es cuando son obligadas a hacerlo o cuando “tienes que trabajar a todas horas”; las niñas de 11 a 14 años de La Tinguiña señalan también que no les gusta que la obliguen a trabajar y tampoco que las apuren y las griten; las niñas de Parcona (Eliane Karp) señalan que lo malo es que “nos tratan mal”, y por último, las niñas de Parcona (Micaela Bastidas) señalan que las “gritan” y el “castigo”.

¿Estudiar o trabajar? Los niños de 11 a 14 años de Parcona (Eliane Karp y José Olaya), Los Aquijes, Santiago (Venta Baja) y La Tinguiña señalan que si pudiesen elegir preferirían hacer las dos cosas, pues tanto el trabajo como el estudio tienen un lugar importante en su vida.

Moderador: ¿qué creen ustedes que sería lo mejor para ustedes: solo estudiar, solo trabajar, o hacer las dos cosas? Roberto: uno es para ayudar otro es para ser responsables… Moderador: ¿dejarían de trabajar para estudiar o no necesariamente? Roberto: no. Wilmer: no, porque uno ya se adapta a trabajar. Niños de 11 a 14 años. La Tinguiña. Incluso uno de los niños de Santiago (Venta Baja) señala que trabajaría por voluntad propia e indica que, aun si no tuvieran la necesidad, preferiría automantenerse y no ser una preocupación para sus padres. En sus palabras: “para que mis papás no se preocupen de mí”. Las niñas también coinciden en que prefieren ir a la escuela y trabajar al mismo tiempo, y si bien algunas encuentran dificultades que ya fueron detalladas en la sección “Efectos negativos del trabajo en la escuela”, también encuentran ventajas de seguir realizando ambas actividades; en este sentido, las niñas de 11 a 14 años de Parcona (Micaela Batidas) señalan que ambas cosas les van a servir, que así ayudan a sus padres o van a ser alguien en la vida, que están acostumbradas a hacerlo, e incluso que no se sentirían cómodas si dejaran de hacerlo.

Claudia: ¿podríamos dejar de hacer los quehaceres de la casa? Niñas (en conjunto): no. Mery: ya estamos acostumbradas. Stefany: no estaríamos cómodas. Sahomi: Daría asco la casa. Niñas de 11 a 14 años. Parcona (Micaela Bastidas).

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6. Escuela, trabajo y perspectivas a futuro Dentro del plan de vida de las niñas y niños, la mayoría contempla seguir estudios superiores, ya sea técnicos o universitarios, y ser profesionales. Las niñas señalan ocupaciones o profesiones como odontóloga, socióloga, policía, profesora, chef, diseñadora de modas, cosmetóloga o veterinaria, mientras que los niños mencionan policía, doctor, ingeniero, arqueólogo, abogado, mecánico o programador. Para conseguir sus objetivos, mencionan que la base será la educación, esfuerzo y estudio.

Moderador: y después que terminen sus estudios en la escuela, ¿qué harán? Niñas de 11 a 14 años de La Tinguiña: yo quiero ser cosmetóloga, yo veterinaria… Niñas de 9 a 14 años de Parcona: yo quiero ser odontóloga, socióloga, policía, profesora, chef, diseñadora de modas, yo quiero tener una casa grande de tres pisos, yo quiero tener una peluquería… Niñas de 11 a 14 años de Parcona: sí se puede, si van a la universidad a estudiar y sacar buenas notas… A su vez, los niños también mencionan que en el futuro serán profesionales y que seguirán trabajando hasta que terminen sus estudios superiores, y las niñas seguirán apoyando a sus familiares en las tareas domésticas del hogar.

Moderador: ¿y después de que terminen el colegio? Jeyson: me dedico a mis estudios para poder ingresar. Moderador: ¿qué creen que van a ser cuando sean grandes? Wilson: policía. Jefri: yo, doctor. Junior: yo, ingeniero. Moderador: ¿tú, Joan? Joan: arqueólogo. Moderador: ¿te gusta excavar? ¿Tú, Roberto? Rodolfo: ingeniero de minas. Moderador: Gerson, ¿tú también quieres ser ingeniero? Jeyson: estaba pensando ingeniero, pero ahora abogado. Niños de 11 a 14 años. La Tinguina. Moderadora: ¿qué harán después? ¿Les gustaría estudiar alguna carrera? Stefy: yo quiero ser pediatra. Mercy: ingeniería Industrial. Sahori: doctora y profesora. Alexia: oficial de la Policía y profesora. Nadia: ingeniería civil y profesora. Taller participativo con niñas. Parcona (Micaela Bastidas). Algunos niños, niñas y adolescentes no son ajenos a los costos económicos e intelectuales en los que deben incurrir para lograr ingresar a las universidades e institutos de educación superior. Uno de los niños considera que puede trabajar en los fundos (viñedos) para así ahorrar el dinero suficiente para entrar y estudiar en una academia preuniversitaria. Es curioso que donde las madres ven un riesgo de abandono del colegio, algunos adolescentes vean lo opuesto: una oportunidad para continuar con sus estudios superiores:

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Moderador: ¿o sea que les gustaría trabajar en los fundos cuando sean un poco más grandes? Juan: para estudiar también y ayudar… entrar a una academia. Moderador: o sea ¿con la plata que sacan de ahí se pagan una academia? Juan: claro… Niños y adolescentes de 11 a 15 años. Santiago (Venta Baja)

7. Red social Ranking de importancia A través de la actividad “Quién es importante para mí”, se recogió información sobre quiénes son las personas más importantes en la vida de los niños, niñas y adolescentes. Si bien la valoración de cada niño suele ser particular, dependiendo de cómo esté conformada su estructura familiar, sí es posible identificar algunas tendencias en sus argumentos. Como se podrá apreciar en el cuadro resumen, los niños y las niñas han identificado distintos actores, principalmente sus padres, madres, abuelos, abuelas, hermanos, primos y amigos. En algunos casos han identificado a sus profesoras y profesores y personas con las que no tienen parentesco.

Motivo de importancia Red

Actores

Niños de 6 a 10 años Porque de la mamá nacimos (Santiago). Porque trabaja (Parcona).

1

Papa y mamá

Niños de 11 a 16 años Nos han alimentado (Parcona, Eliane Karp). Nos cuidan (Parcona Eliane Karp, La Tinguiña).

Niñas de 6 a 10 años

Niñas de 11 a 14 años

[Papá] me compra (La Tinguiña).

Mi mamá me dio la vida (Parcona, Eliane Karp).

Nos dan buena educación (La Tinguiña).

Mi papá me engríe (Parcona, Eliane Karp).

Mi mamá y mi papá me Porque la Nos ayudan quieren mucho mama/papá (La Tiguiña). (Parcona, Eliane Karp). ayuda con las Nos dan cariño (La Me compran mis tareas (Parcona). Tinguiña). cuardernos y mi Porque la mamá Nos han criado (La mochila nos protege Tinguiña). (Parcona, Eliane Karp). (Parcona). Mi papá trae plata Trabajan para para comer (La cuidarnos Tinguiña). (Parcona, Mi mamá me Micaela hace comer (La Bastidas). Tinguiña). Nos apoyan Porque nos dieron (Parcona, la vida (Santiago). Micaela Nos dan consejo Bastidas). (Santiago).

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Motivo de importancia Red

Actores

Papa y mamá

Niños de 6 a 10 años Me dicen que haga la tarea (Parcona, Micaela Bastidas). Me dicen qué hacer y qué no hacer (Parcona, Micaela Bastidas).

Niños de 11 a 16 años (mamá) Nos hace feliz (Los Aquijes).

Niñas de 11 a 14 años

Ayuda (La Tinguiña).

Juego con él (Parcona, Eliane Karp).

[Mamá] nos hizo sanos y fuertes (Los Aquijes) [Papá] por el billete (Los Aquijes).

Me dan un techo donde vivir (Parcona).

1

Nos protegen (Santiago). Hermanos/as mayores

Nos ayudan con las tareas (Santiago).

Tíos

Mi hermano me hace reír (La Tinguiña). Te aconsejan (La Tinguiña).

Me ayudan en mis deberes (Santiago, Parcona, Eliane Karp).

Los ayudan a barrer, tender la cama (Parcona). Dan propina (Santiago). Me lleva a pasear (Parcona).

Son familiares (Parcona, Eliane Karp). Dan propina (La Tinguiña).

Los cuidan (Parcona, Micaela Nos vienen a Bastidas). visitar (Santiago). Nos cuidan (Santiago).

2

Niñas de 6 a 10 años

Nos dan cariño (Parcona, Micaela Bastidas).

Nos ayudan (La Tinguiña). Me compra juguetes/ ropa (Santiago). Me ayudan en mis deberes, cuando no está mi hermana (Santiago). Están lejos y los extraño (Parcona, Eliane Karp).

Son familiares (Parcona, Eliane Karp).

Abuelos y abuelas

Me hace reír (La Tinguiña). Son los padres de nuestros padres (Santiago).

Padrinos

Dan propina (Santiago).

Los ayudan Primos/as con las tareas (Santiago).

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Te apoyan (Santiago). Juegan contigo (Santiago, Los Aquijes).

Están lejos y los extraño (Parcona, Eliane Karp).

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Motivo de importancia Red

Actores

Niños de 6 a 10 años

Nos enseñan (La Tinguiña).

Profesores (del Inti)

Amigos/ as

3

Juegan con ellos Podemos confiar (Santiago). en ellos (Parcona, Eliane Karp). Los ayudan/ apoyan Amigos para (Santiago, contar secretos (La Parcona). Tinguiña).

Vecinos Enamorada

Otros

Niños de 11 a 16 años

Niñas de 6 a 10 años Las aconsejan (la profesora Abigail y el profesor Julio César de Inti). Los buscan cuando tienen problemas.

Niñas de 11 a 14 años

Nos aconsejan (La Tinguiña, Parcona, Eliane Karp).

Nos apoyan (Santiago). Nos quieren (Parcona). Es el órgano vital (La Tinguiña).

La policía

Cuando nos roban algo llamamos (Santiago).

Los papás, mamás, hermanos y hermanas son las personas que los niños, niñas y adolescentes mencionan primero: estas personas conformarían su red social principal. Una segunda red son los tíos, abuelos, padrinos, y primos. La tercera incluye a sus amigos, enamorada, y por último, integran a su red social a la policía.

Rol de los miembros de su red social Como es evidente, los padres son las personas más importantes en la vida de los niños, niñas y adolescentes de todas las edades. En ellos reconocen a las personas que les dieron la vida, los crían, los quieren, los cuidan, los mantienen económicamente, los educan, se preocupan por su salud, etc. En general, mamá y papá son importantes porque los educan y brindan afecto y reconocimiento. Cabe resaltar que en algunos casos, pero no en todos, los niños, niñas y adolescentes hacen hincapié en los roles que asumen por un lado sus papás y por otros sus mamás, como uno de los niños de la Tinguiña, que señala que mientras su papá “trae plata para comer”, su mamá lo “hace comer”. Por lo que nos dicen los niños, niñas y adolescentes, sus familias buscan espacios para pasar tiempo en familia, lo cual los hace sentir apreciados. Es conveniente tomar nota que el compartir el tiempo libre está asumido como una actividad asociada a salir a comer a la calle, lo cual subordina el compartir entre padres e hijos a tener dinero para realizar la actividad.

Niño: además mi papá me lleva a comer pollito con papa. Niño 2: a mí me lleva los lunes y los martes. Niño 3: a mí me lleva los sábados y domingos. Niño 4: a mí los jueves. Niño 5: a mí me lleva mi papá a comer pollo broster. Niño: mi familia también va a la pizza los martes. Niños de 6 a 10 años. Parcona (Eliane Karp).

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Sin embargo, algunos niños indicaron que extrañan y sienten pena por sus madres, quienes trabajan todo el día en actividades agrícolas.

Yedson: sí, mi mami me da pena cuando estoy en el colegio. Moderador: ¿por qué? Yedson: en las tardes viene muy cansada. Moderador: ¿a qué hora llega tu mamá? Yedson: llega tarde, ahorita no está. Moderador: ¿qué hace tu mamá cuando llega? Yedson: toma agua y descansa. Niños de 6 a 10 años. Parcona (Micaela Bastidas). Las niñas y niños mencionaron que sienten que a sus padres les deben obediencia, respeto, responsabilidad y reciprocidad en el cuidado. Perciben que sus seres queridos esperan de ellas y ellos que se porten bien, que apoyen en casa, que los ayuden, que les vaya bien en el trabajo que realizan actualmente, que no sean flojos, que les vaya bien en la escuela, que saquen buenas notas, que sigan el ejemplo de una buena educación, que sean profesionales; en suma, que les vaya bien en todo aspecto. También se encontraron casos en los que niños, niñas y adolescentes no solo manifiestan no tener afecto hacia la figura paterna, sino que tienen sentimientos negativos hacia ellos. Esto afectaría gravemente al desarrollo emocional del niño y la niña, ya que como señala Woodhead (2004, p. 345): “los padres y otros miembros de la familia son normalmente una fuente primaria de seguridad emocional, socialización y aprendizaje”, y si los niños son maltratados por sus familiares cercanos, a decir de Woodhead estarían siendo maltratados por las personas de quienes son más psicológicamente dependientes, y es probable que adicionalmente estén más aislados y sin acceso a otras fuentes de soporte social.

Moderador: a la mamá, a los amigos. Nallely: al papá no, yo lo odio. Moderador: tú odias al papá. María: yo no. Nallely: porque no me quiere. Moderador: tú no. María: no yo, yo quiero a los dos, a quién más. Nallely: yo odio. Niñas: yo también. Niñas de 6 a 10 años. La Tinguiña. Por otro lado, para los niños, niñas y adolescentes de 6 a 10 años, las hermanas y hermanos mayores son importantes porque los cuidan y los ayudan con sus deberes escolares y algunas tareas domésticas, mientras que en el caso de los niños, niñas y adolescentes de 11 a 14 años señalan que sus hermanos los hacen reír y los aconsejan. Cabe resaltar que, a medida que van creciendo, los hermanos mayores asumen un rol importante en la vida de los niños como modelo de conducta y apoyo emocional. Los abuelos son identificados como fuente de cariño y de cuidado, sobre todo en ausencia de los padres y madres, lo cual es común para estos niños, niñas y adolescentes cuyos padres trabajan fuera de casa a tiempo completo. Es importante señalar que no son los padres quienes brindan los cuidados parentales cotidianos, sino los hermanos y abuelos, ante la imposibilidad de que lo hagan los padres, que como hemos dicho, cumplen extensas jornadas laborales. En este contexto es importante tomar en cuenta esta información para el desarrollo de la escuela de padres, pues al no ser estos quienes cuidan de sus hijos, parece apropiado que se trabaje con quienes verdaderamente cumplen el rol del cuidado parental.

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Moderador: en caso de Wilmer el abuelo; Wilmer, ¿por qué primero el abuelo para ti? Wilmer: porque mi abuelo me apoya. Moderador: en qué te apoya. Wilmer: en los estudios, en el deporte… Moderador: con plata, o te enseña. Wilmer: me enseña, me pone en la academia. Niños de 11 a 14 años. La Tinguiña. Otros actores que también son importantes para ellos son sus pares (amigos). Los niños de 6 a 10 años los valoran porque con ellos pueden jugar, mientras que los niños, niñas y adolescentes de 11 a 14 años señalan que los aconsejan y los apoyan; evidentemente a medida que van creciendo el grupo de pares es fundamental para la conformación de la identidad de los niños y como apoyo emocional.

Deterioro de la red social Los niños no son ajenos a la violencia familiar, siendo el castigo físico un método disciplinario usado por los padres para educar a sus hijos. Es importante señalar que el castigo físico se realiza tanto por la mamá como por el papá. En ambos casos usan el látigo o chamberin.

Moderador: te gritan María: me hablan. Nallely: a mí me castigan dos semanas, no salgo a jugar. María: a mí me hablan de buena manera. Niña: a mí a gritos y a golpes. Nallely: a mí también. Moderador: a gritos y a golpes Niña: me jalan el cabello. Niñas 6 a 10 años. La Tinguiña. Niño: a mí me gusta hacer mi tarea. Moderador: ¿por qué te gusta hacer tu tarea, Rubén? Niño: porque si yo no hago la tarea mi mamá me castiga Moderador: ¿cómo te castiga? Niño: con látigo. Niño 2: si yo no hago la tarea mi papá me pega con chamberin (látigo). Taller con niños de 6 a 9 años. Parcona (Eliane Karp). Si bien todo tipo de violencia contra los niños, niñas y adolescentes es condenable es necesario diferenciar, entre el castigo físico moderado que se enmarca dentro de los patrones de crianza locales y el castigo físico exacerbado que compromete el bienestar físico y emocional del niño, como señala Woodhead (2004, p. 342):

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Todas las formas de castigo físico deben ser condenadas en principio como una violación de las derechos del niño, pero esto no significa que el bienestar psicosocial del niño es necesariamente puesto en riesgo por el castigo físico moderado, especialmente donde tales castigos están respaldados dentro de los “mores sociales” locales y vistos por los mismos niños como justificables, aunque desagradables en el corto plazo. El castigo injustificado, severo e inconsistente tiene mayor probabilidad de representar un riesgo a bienestar de los niños, niñas y adolescentes porque las víctimas son incapaces de tomar medidas para evitar tales castigos, lo que puede llevar a una sensación de impotencia y apatía.

Es necesario estudiar caso por caso para identificar qué casos constituyen “castigo físico moderado” y qué casos constituyen “castigo físico exacerbado”. En los casos donde el agresor se encuentra alcoholizado, es más probable que se trate del segundo tipo de castigo físico, ya que, de acuerdo con Girón (2011, p. 13), “el alcohol va a facilitar la expresión de la impulsividad agresiva... ”.

Rubén: a veces mi papá toma cerveza y mi papá me agarra a mí Moderador: cuando está borracho Rubén: mi mamá me llama “ven acá, ven acá”, una vez que prendí fósforos me agarró de acá y me rompió la chompa. Niños de 6 a 10 años. Parcona. Por este motivo, para conocer mejor la percepción de los niños, niñas y adolescentes sobre el tema de la violencia doméstica y su relación con el alcohol, se propuso a los niños que nos digan el desenlace de una situación en la cual un padre llega alcoholizado a su casa. Es así como los niños, niñas y adolescentes supusieron que continuaría la historia:

Niños de 6 a 10 años, La Tinguiña Jerson: yo sé… Elmer: se va a emborrachar y les va a pegar a sus hijos Carlitos: y le va a pegar a su esposa a sus hijos. Jerson: va a violar a su hijo; después, cuando esté borracho, la policía lo va a ver y lo va a llevar a la cárcel. Niños de 11 a 14 años, Santiago Nelson: habrá discusión en la casa. Claudia: ¿qué más pasará? Alex: va a golpear a la esposa. Juan: el papá se puede ir de la casa. Claudia: ¿alguna vez ha sucedido eso acá en la comunidad? Nelson: nadie se embriaga…

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Niñas de 6 a 10 años, Santiago Ximena: opino que él va a llegar borracho y va a trabajar así, le puede pegar a la mamá y los niños se pueden ir a su cuarto y estar llorando ahí, y al día siguiente pueden ir al colegio y contarle al profesor y él lo puede denunciar. Clara: como pasó en la Rosa de Guadalupe. Claudia: ¿alguna vez les ha pasado esto o por la comunidad? Niñas (en conjunto): sí, hay varios. Claudia: ¿le ha pegado a la familia? Niñas (en conjunto): sí Claudia: ¿y qué ha hecho la comunidad al respecto? Niñas (en conjunto): nada. Niñas de 11 a 14 años, La Tinguiña Yuli: la mamá le tira una cachetada al padre porque ha estado tomando. Tania: la mamá lo grita y no lo deja salir nunca a pasear. Yuli: la mamá no le deja entrar a la casa. Annie: lo bota a la calle. Nicol: la mamá le va a hablar con cariño y le va a hacer entender para que otra vez no haga esas cosas. Claudia: ¿y el papá será violento cuando llega ebrio? Niñas (cuatro en conjunto): no. Niña (una): sí. De los cuatro talleres realizados, en tres de ellos la mayoría de niños, niñas y adolescentes coincidió en que el padre ejercería violencia en contra de la madre o de los niños. Solo en La Tinguiña la mayoría de niñas de 11 a 14 años señaló que el padre sería regañado y castigado por la madre y que no se produciría una situación de violencia. Esta situación sui generis sería un interesante tema de estudio, en la medida en que sería bueno conocer cómo es que las mujeres de La Tinguiña estarían más empoderadas frente a la violencia. Por su parte, solo en un taller las niñas mencionaron que había este tipo de violencia dentro de su comunidad y en ninguno de los casos se dijo que esto había sucedido dentro de sus familias; sin embargo, cuando se preguntó a los niños por las personas peligrosas dentro de su barrio, identificaron un caso en el cual una compañera suya es golpeada por su padre.

Aquí también en la esquina hay un señor que le pega a su hija. Ella es nuestra amiga, el señor es su padrastro. La golpea fuerte con la manguera y le deja moretones, el otro día la perseguía con un ladrillo, pero no logró golpearla. Niños de 11 a 14 años. Parcona (Micaela Bastidas). Cuando se les pregunta qué otros hechos los hacen sentir mal, las niñas mencionan que se sienten mal cuando se burlan de ellas, las gritan, insultan, se dirigen a ellas con palabras soeces y cuando les pegan. También cuando sus hermanos hablan mal de ellas. Por otro lado, ellas sienten vergüenza cuando ejercen violencia contra sus hermanas, o en general, cuando hace sentir mal a las personas que quieren. También cuando las personas de su entorno las dejan de lado y no comparten sus espacios de entretenimiento y diversión, siendo indiferentes a la necesidad de recreación de las niñas y los niños: “me siento mal cuando no me llevan a pasear y a otros sí”. También se sienten mal o culpables cuando no obedecen a la mamá, sacan malas notas en la escuela o deben salir a exponer en clases. Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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Cuando se les pregunta qué las hace sentir bien, mencionan que se sienten bien al recibir afectividad de los padres y las madres y al demostrarles que pueden hacer las cosas bien, obedecerlos, y son responsables con las tareas. Por otro lado, mencionan que las hace sentir bien, jugar, bailar, cantar y estar en la computadora.

Red social negativa A diferencia de los niños de Cusco, en Ica los niños, niñas y adolescentes de todas las localidades: Santiago, La Tinguiña, Parcona, Los Aquijes, de todas las edades, señalan que sus barrios son peligrosos por la presencia de delincuentes, personas que consumen alcohol, personas con enfermedades de salud mental que deambulan en las calles y pandillas, lo cual les produce inseguridad y miedo. En Parcona (Micaela Bastidas) los niños de 6 a 10 años señalan que recientemente robaron una moto en su barrio, mientras que las niñas de 10 a 14 años nos cuentan que hay balacera; en los Aquijes los niños de 11 a 14 años comentan que en sus barrios hay pandillas juveniles cuyos integrantes trabajan en construcción o se dedican a robar; en Santiago, las niñas de 6 a 10 años comentan que el local de las cabinas de internet de la localidad fue robado; los niños de La Tinguiña identifican a una persona que merodea el internet de la localidad y a quien intentan evitar porque, según ellos, les puede robar. Otro hecho ante el cual se sienten vulnerables es que los quieran secuestrar o matar. Por otro lado, algunas niñas mencionan que lo que les da miedo es que existan personas egoístas y mentirosas. También mencionan que en el trabajo las personas adultas les quitan el algodón que ellas recogen, especialmente cuando van solas a trabajar. De esta manera vemos que el peligro se acentúa cuando trabajan fuera de la protección de su red familiar. Como alternativas a todas estas situaciones mencionan el alejarse de las personas negativas y denunciarlas, en caso de violencia ante la Demuna o la Policía.

8. Qué es ser un niño y qué es ser una niña La infancia es una etapa de la vida que tiene tantos significados y maneras de ser vivida como grupos sociales existen. Dentro de cada grupo social, los niños, niñas y adolescentes experimentan esta etapa de una manera particular que difiere, en algunos casos significativamente, de grupo en grupo. Es, por ejemplo, notoria la diferencia entre los patrones de crianza rurales y urbanos. En el primer caso, el niño forma parte de la unidad económica familiar y, en principio, sus primeros años los pasa acompañando a sus padres al lugar de trabajo. En esta sección nos enfocaremos en conocer qué es ser un niño y una niña desde la perspectiva de los niños, niñas y adolescentes trabajadores participantes en talleres y entrevistas y desde la percepción de sus padres.

Roles Para conocer la percepción sobre su rol de niñas o niños se les consultó sobre las expectativas que tienen sus padres de ellos o ellas, hasta identificar las siguientes: Expectativas sobre sus roles Según las niñas

Según los niños

Obedecer Ser respetuosas Cumplir con los deberes/ responsabilidades de la casa (ayudar) Hacer todo bien Portarse bien Obtener buenas notas Ser activas en clase Portarse bien en clase

Obedecer Hacer las cosas bien Hacer las tareas Sacar buenas notas

Niños, niñas y adolescentes señalan la obediencia como el aspecto más importante. Si bien el estudio no ahonda sobre el significado de la obediencia, es importante tomar nota de esta priorización para valorar la importancia de construir un contenido democrático y equitativo sobre el significado de obediencia tanto para los padres y madres como para los niños, niñas y adolescentes. No escapa al conocimiento general que, en una sociedad dominada por el patriarcado y la estructura vertical de poder en los hogares, la obediencia podría implicar que se cumpla cabalmente lo que se les pide, incluso cuando ello pueda atentar abiertamente contra sus derechos.

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Los niños no solo saben que sus padres y profesores esperan que obedezcan y se porten bien, sino que algunos de ellos señalan que sienten satisfacción de cumplir órdenes.

Moderadora: ¿y qué te gusta hacer en todo el día? Niña: me gusta hacer lo que me ordenen mi hermana, mi mamá o mi papá. Taller con niñas de 6 a 10 años. Santiago. En segundo lugar, niños, niñas y adolescentes identifican como parte de lo que se espera de ellos y ellas el asistir a la escuela, hacer las tareas y sacar buenas calificaciones. Las niñas, además, mencionan “ser activas en clase”. Ambos grupos de estudio también coinciden en que se espera “hacer todo bien” (las niñas) y “hacer las cosas bien” (los niños). Resulta entonces pertinente construir contenidos democráticos para estas y otras frases que las niñas mencionan como “portarse bien” y “ser respetuosas”. Por otro lado, el trabajo para ambos grupos es una más de sus responsabilidades como niños, niñas y como hijos, de modo que este constituye parte del “ser niño” y del “ser niña”. Esto también se observa en la mayor parte de zonas rurales del Perú y en las zonas urbanas entre los migrantes de origen andino y sus descendientes, como lo son estos distritos de Ica. Incluso el no trabajar o no ayudar se considera una transgresión a la imagen ideal del niño o niña, pues piensan que las actividades laborales que desarrollan durante la infancia los ayudarán a enfrentar la vida adulta con mayor facilidad. En el caso de las niñas, se observa que a su joven edad, ya han incorporado como naturales las tareas domésticas que desarrollan, incluso señalan que cuando sean grandes cumplirán dichas tareas con más eficiencia porque habrán adquirido más práctica.

Moderadora: ¿estas actividades las ayudan a formarse como mujeres? Anyela (13 años): cuando seamos grandes podemos hacer lo mismo, solo que ya tenemos más práctica. Florencia (11 años): sí, de grandes haremos mejor las cosas. Niñas de 9 a 14 años. Parcona (José Olaya y Eliane Karp). Como ya se ha visto en otras secciones, niños, niñas y adolescentes realizan tareas domésticas; sin embargo, coinciden en que son las niñas las que tienen más carga doméstica que sus hermanos. En este sentido, ellas señalan que sus padres esperan su ayuda para realizar estas tareas mayor medida que la de sus pares varones, e incluso los niños señalan que sus padres no quieren que ellos se dediquen a estas labores. Nótese que se trata de padres y madres de niños, niñas y adolescentes que tienen entre 9 y 12 años, edad en la que ya claramente se sesgan los roles en función del sexo.

A mí me gustaría que me contaran en la casa quiénes ayudan más: ¿los niños o las niñas? Todos: las niñas. Moderadora: ¿qué cosas hacen las niñas? Alex: la limpieza, atienden a los hermanitos. Ronaldo: cocinan. Moderadora: ¿y los niños por qué no hacen esas cosas? Nelson: porque son más inquietos y les gusta salir a la calle, y porque los padres no quieren. Niños de 9 a 12 años. Santiago (segundo taller).

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Esto no quiere decir que las niñas no se dediquen a actividades como el apañado de algodón o trabajos agrícolas y que los niños no se dediquen a las actividades domésticas: ambos realizan estas actividades, pero de manera diferenciada. Sumado a ello, perciben que el espacio público es propio de los niños y que el privado es para las niñas y destacan que los niños ayudan a sus hermanas cuando las tareas requieren mayor despliegue de fuerza, como cargar ollas con agua o sacos de papa. En la misma línea, los niños indican que su menor participación en las tareas domésticas se justifica en que ellos realizan otro tipo de trabajos fuera del hogar que requieren un mayor esfuerzo físico, los cuales no podrían ser realizados por las niñas porque no tienen la fuerza suficiente o porque son peligrosos para ellas. Sin embargo, la percepción de algunas niñas es que, si bien sus labores no se caracterizan por el esfuerzo físico —refiriéndose a las tareas domésticas—, sí se caracterizan por su continuidad: mientras que ellos realizan trabajos de manera estacional, ellas tendrían mayor carga de trabajo debido a que siempre asumen las tareas en la casa.

Isabel: yo hago sola la limpieza porque mi hermano se va a cortar mangos. Niña de 7 años. La Tinguiña. Xiomaray: ayudan solo a los padres, cargando palos pero de vez en cuando, en cambio las niñas barremos casi todos los días, arreglamos nuestro cuarto, el cuarto de nuestros padres y ayudamos en varias cosas. Niña de 9 años. Santiago.

Peligro y riesgos Tanto para las niñas como para los niños, ellas corren más riesgo en espacios públicos ya que pueden ser víctimas de “maltratos, secuestros y violaciones”; sin embargo, los niños de ambos sexos también perciben que los niños podrían sufrir secuestros y maltrato infantil y, en menor medida, violaciones. En este contexto, para ellas el mejor trabajo serían las actividades domésticas y la venta de golosinas en bodegas familiares o en su localidad, es decir, un trabajo en un ambiente de mayor protección, mientras que los peores trabajos que las niñas pueden realizar son aquellos que las ponen en peligro de ataques físicos o sexuales, como por ejemplo, dedicarse a la venta ambulatoria.

Moderadora: ¿cuál es el trabajo más peligroso para una niña? Niña (1): vender en la calle. Niña (2): vender en Lima. Tania: vender en Pucallpa. Niña (3): vender en Pisco. Moderadora: ¿por qué Pucallpa? Tania: en Pucallpa puedes vender chizitos, vender caramelos, menos panetón, y ahí se llevan a las niñas, las roban y los rateros las violan. Niñas de 7 a 9 años. La Tinguiña (segundo taller). Podemos contrastar esta sensación de inseguridad de las niñas con información oficial del contexto con relación a situaciones de violencia familiar y sexual. Como se explicó en la primera sección, en la provincia de Ica la violencia familiar y sexual afecta en mayor proporción a mujeres que a varones, conforme se refleja en los reportes de casos atendidos por los Centro Emergencia Mujer de Ica y La Tinguiña. Así también, vimos que es el grupo de adolescentes el más afectado por la violencia sexual, lo que evidencia la múltiple condición de vulnerabilidad de niños —y especialmente de niñas—, no solo por la edad, su condición física y emocional, sino también por el riesgo que implica ser mujer en un contexto social de inequidad que expone a las mujeres a diversas manifestaciones de violencia, desde la violencia al interior de la familia, como el abuso sexual por desconocidos, la trata sexual, entre otros.

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Reconocimiento y sentirse bien Para saber qué significa ser un niño o una niña es importante también conocer qué hace a los niños, niñas y adolescentes sentirse bien. Ello está relacionado con diversos aspectos de su vida, tanto simbólicos como materiales, algunos de tipo más individual y otros vinculados con la manera en que se relacionan con los demás. Algunas niñas de 6 a 10 años de Santiago mencionaron que se sienten bien o felices cuando satisfacen sus necesidades recreativas, como cuando juegan, comen helados o bailan, e incluso cuando utilizan objetos como una computadora, mientras que los niños de 10 a 14 años de La Tinguiña señalan que se sienten orgullos de ser deportistas y ser buenos en ello (meter gol), pues el reconocimiento de sus pares es importante para su autoestima. Las niñas de 10 a 14 años de La Tinguiña y las de 9 a 14 años de Parcona (José Olaya y Eliane Karp) comentan que se sienten bien cuando cumplen con sus responsabilidades o tienen un buen desempeño, como cuando hacen sus tareas o cuando se sacan buenas notas, o por ejemplo si las eligen como brigadier. En la misma línea están los niños de 10 a 14 años de La Tinguiña, los de 12 a 16 años de Santiago y aquellos de 10 a 16 años de Los Aquijes, quienes señalan que se sienten orgullos de estudiar, ser respetuosos, sacarse buenas notas y ayudar a sus padres. Evidentemente el hecho de sentirse bien por el cumplimiento de estas responsabilidades se relaciona con la importancia que tiene para los niños, niñas y adolescentes el cumplir con las expectativas de sus padres, familiares, profesores, otros adultos e incluso sus pares. Esto es señalado, por ejemplo, por las niñas de 7 a 9 años de Parcona (Eliane Karp) y las de 11 a 13 años de Parcona (Micaela Bastidas), quienes afirman que se sienten bien cuando hacen caso a sus madres y padres. Por otro lado, está la satisfacción de ayudar a la mamá, que es una opinión más acentuada en las niñas.

Moderadora: ya cuando cumplen las tareas y hacen caso; y ¿qué hace que se sientan orgullosas? Lisy (9 años): que nuestra mamá esté feliz porque le hacemos caso… siempre cuando nos necesitan. Niñas de 7 a 9 años (Eliane Karp). El cariño que las niñas pueden obtener de sus padres es, pues, de gran importancia para su autoestima y una manera de demostrarles su cariño es obedecerlos, ayudarlos y portarse bien, acciones por las cuales ellas también esperan recibir el cariño de sus padres. Los niños también valoran el cariño y la integración familiar como algo que los hace sentir bien con ellos mismos. Esto es mencionado por los niños de 6 a 11 años de Parcona (Eliane Karp) y por los niños de 10 a 14 años de La Tinguiña. Estar junto con sus padres, hermanos y abuelos es importante para ellos. En el caso de los niños cuyos padres son migrantes de la sierra, es interesante notar la importancia que tiene para ellos visitar a sus abuelos y familiares en sus localidades de origen.

Niños de 6 a 11 años. Parcona (Micaela Bastidas) Moderador: chicos, ¿qué hace que ustedes se sientan bien con ustedes mismos? Jack: cuando estamos en familia, cuando estamos con mamá, con papá y con los hermanos. Jefferson: yo me siento feliz con mis abuelitos en la sierra. Yedson: con la familia. Niñas de 7 a 9 años. La Tinguiña Moderadora: ¿y qué hace que se sientan bien consigo mismas? Marite (9 años): cuando me quiere mi papá, me acariña.

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Cabe resaltar que la valoración de los niños de su entorno social y la importancia que este puede tener para su bienestar emocional no se limita a su entorno familiar. Por ejemplo, los niños de Santiago de 12 a 16 años señalan que se sienten se sienten bien cuando se apoyan mutuamente en la comunidad; algunos miembros de la comunidad serían importantes en la medida en que les brindan apoyo sobre todo cuando sus padres no se encuentran presentes.

Moderador: ¿qué les hace sentir bien? Nelson: ayudar a los padres. Ronaldo: nos apoyamos en la comunidad. Max: también si uno no puede y si su padre no está, le puede decir a un vecino que lo apoye en la tarea. Juan: que le enseñen. Niños de 12 a 16 años - Santiago.

Sentirse mal Explorar qué es lo que los hace sentirse mal es importante para conocer cómo es que los niños piensan que transgreden la imagen del niño ideal y cómo se afecta su autoestima o estado emocional. Diversos son los motivos por los cuales las niñas indican que pueden sentirse mal. Algunas señalan que se sienten mal cuando las molestan, sobre todo en la escuela, por ejemplo cuando son insultadas. También pueden sentirse avergonzadas dentro del hogar por algún miembro de su familia cuando no cumplen adecuadamente con las tareas que se les encargan. Incluso, ellas recibirían una mayor sanción de sus padres al no cumplir con estas expectativas. En el caso de los niños, sienten una mayor insatisfacción consigo mismos cuando no rinden adecuadamente en la escuela. Ellos también reconocen que se sienten culpables por otros comportamientos que puedan tener contra sus padres y otros miembros de la familia como sus hermanas.

Niños de 12 a 16 años. Santiago Moderador: ¿y qué los puede hacer sentir mal a ustedes? Ronaldo: salir mal en los estudios. Moderador: ¿qué pasa cuando llevan una mala nota a casa? Juan: me siento mal. Max: yo me siento avergonzado. Moderador: ¿y los castigan por eso? Max: no, nos aconsejan. Fortunato: nos dicen que estudiemos. Niños de 10 a 14 años. Parcona (Eliane Karp y José Olaya) Moderadora: ¿qué te hace sentir mal? Daniela (11 años): cuando te olvidas hacer algo. Natalia (9 años): mi mamá me pega, es que aburre lavar ropa pero no me pega seguido. Asimismo, tanto los niños como las niñas coinciden en señalar que sienten mal cuando sus padres los dejan solos. Según los mismos niños, a veces esto sucede por la recarga laboral que tienen sus padres y sus madres en el día a día. Así lo indican los niños de 6 a 11 años de Parcona (Micaela Bastidas) y las niñas de 6 a 10 años de Santiago,

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que nos describen situaciones en las que sienten desatención emocional por parte de sus padres, no porque les soliciten cumplir con obligaciones laborales, sino cuando estos realizan actividades sin tomarlos en cuenta, como salir a divertirse sin ellos.

Niños de 6 a 11 años. Parcona (Micaela Bastidas). Moderador: ¿qué los hace sentir mal? Jefferson: cuando mis padres se van a trabajar y me dejan solo. Niñas de 6 a 10 años. Santiago. Moderadora: ¿qué las hace sentir mal? Clara: cuando la familia no estamos unidos, o tampoco cuando no están a nuestro lado, se van a divertirse y de repente a Nallely le dejan sola en su casa y se pone triste. Moderadora: ¿te pone mal que te dejen encerrada en tu casa? Nallely: sí.

9. Derechos, participación y capacidad de decisión Derechos En materia de derechos, las niñas y los niños señalaron que deben ser sujeto de los mismos derechos. Cuando se les preguntó cuáles, mencionaron espontáneamente los siguientes:

Derechos según los niños

Derechos según las niñas Derecho a estudiar

Derecho a estudiar

Derecho a la recreación

Derecho a la recreación

Derecho a tener nombre

Derecho a la alimentación

Derecho a la alimentación

Derecho al buen trato

Derecho a tener buena salud

Derecho a la vida

Derecho a la vida Derecho a tener una vivienda Derecho a tener una familia

Tanto los niños como las niñas identifican diversos derechos y concuerdan en muchos de ellos; sin embargo, Nelson, del taller N° 8, menciona que los niños y las niñas trabajadoras tienen el derecho a no ser explotados y una niña del taller N° 2 afirma que los niños tienen “un poco más de derechos que las mujeres”. Las niñas y los niños mencionan: la línea 100, PNP, los serenazgos y la Demuna como instituciones y medios de apoyo para protección y defensa de sus derechos. En el caso de los niños de 6 a 9 años de Tacama, se les pregunto qué pasaría si un cliente no les pagara. Uno de los niños mencionó que llamaría a los demás clientes para que le “pegasen” al deudor. Desde este punto de vista, se desprende que se acepta la violencia como medio de justicia.

Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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Moderadora: me gustaría que me dijeran, esta niña y este niño, supongamos que esta niña tiene 14 y este niño tiene 15. Estos dos niños son hermanos, pero sus padres solo tienen la posibilidad de enviar a uno de ellos a la escuela, ¿A quién enviarían? Varias voces: al varón. Moderadora: ¿por qué? Sergio: porque es varón. Florencio: es que antiguamente los papás decían: mujer para qué, el hombre sí a estudiar, decían, yo veo en mi papá que decía a mis hermanas, a nosotros nos mandaba a pastear a los carneros, decía: ¿mi hija va a salir profesora o algo? Mi hijo si va a salir profesional, así decía. Moderadora: ¿y ahora ustedes? Si tuvieran que elegir, si fueran los papás de ellos y pudieran enviar solo a uno. Florencio: a los dos. Sergio: los dos por igual. Oswaldo: pero como dice la señorita que solamente a uno se puede educar. Moderadora: sí, supongamos que solo pueden educar a uno, ¿a quién sería? Sergio: no, yo me esforzaría por educar a los dos. Oswaldo: o podría ser alternando a uno primero y después al otro. Grupo de discusión con padres. Ica. Los niños y las niñas comentan en reiteradas veces el derecho a la educación. En el grupo de discusión con padres se les planteó la siguiente situación hipotética: “una niña de 14 años y un niño de 15 son hermanos, pero sus padres solo tienen la posibilidad de enviar a uno de ellos a la escuela. ¿A quién enviarían?”. La mayoría de los padres del taller respondieron que enviarían a la escuela al varón; en otros casos propusieron otra alternativa, como el esfuerzo, para que tanto la niña como el niño puedan tener acceso a la educación. Asimismo, se planteó a los y las participantes una situación en la cual un niño o niña que se siente mal un día debe trabajar.Todos los niños del grupo dieron respuestas similares y llegaron a la conclusión de que tendrían que recibir asistencia médica, descanso y que la madre tendría que trabajar para comprar los medicamentos.

Moderadora: por favor, ahora les voy a contar un cuento y ustedes me van a decir. Piero tiene ocho años y trabaja vendiendo fruta con su mamá en el mercado. Es sábado y él sabe que tiene que ir a trabajar muy temprano, pero se ha despertado mal, está con fiebre. ¿Qué cosa hará Piero? ¿Le dirá a su mamá que se siente mal? Niños: sí. Moderadora: sí, ¿qué cosa le dirá su mamá? Niño 3: lo llevará al hospital. Niño 2: que descanse. Jerson: que le dé pastillas y que la mamá trabaje. Moderadora: ¿qué dices, Omar? Omar: que su mamá trabaje… Jerson: que su mamá trabaje para que le compre su pastilla y su jarabe para que tome, y su ampolla. Taller con niños de Tacama de 6 a 9 años. Ica.

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Si bien en el diálogo que presentamos el niño no habla de sí mismo sino sobre el que ve en el dibujo, en sus comentarios proyecta al menos una percepción de que existe confianza entre el padre, la madre y el hijo. En el caso de los niños de Cusco, la relación que tienen con sus padres respecto del nivel de confianza es menor. En este caso había también opiniones divididas entre aquellas que señalan que la madre dejaría que su hija descanse e incluso, si la situación fuera grave, la llevaría a la posta, y las que sostienen que la madre compraría alguna medicina para que la niña mejore y en el peor de los casos, si fuera una madre mala, la obligaría a ir a trabajar enferma. Las niñas del taller N° 2 de 10 a 14 años mencionan que si ellas pasaran por esta situación, sus madres permitirían que se queden recuperándose y descansando en casa. También indican que serían tratadas con afecto. Sin embargo, en el taller participativo con las niñas de Eliane Karp, una de ellas señala que, a pesar de que esté enferma, va a ayudar a su mamá, justificando que se sana rápido de los malestares que pueda tener.

Moderadora: Pierina tiene nueve años y trabaja vendiendo fruta con su mamá en el mercado. Es sábado y ella sabe que tiene que ir a trabajar muy temprano, pero no se siente bien, está un poco enferma. ¿Le dirá a su mamá que se quiere quedar en la casa? ¿Ustedes qué creen? Lisy (9 años): yo creo que no... Moderadora: ya, entonces no le dirá nada porque quiere ayudar a su mamá. Eliam (7 años): ajá. Moderadora: sí tú también de acuerdo Elizabeth, y la mamá sí se da cuenta de que está enferma ¿qué le dirá? Lisy (9 años): la va a llevar a la posta. Moderadora: la va a llevar a la posta. ¿Todas de acuerdo? ¿sí? Okey, ¿y ustedes alguna vez han estado enfermas y han tenido que ir a trabajar o ayudar a la mamá? Lisy (9 años): yo siempre ayudo a mi mamá aunque esté enferma. Moderadora: aunque estés enferma, ¿así te sientas muy mal? Lisy (9 años): sí. Moderadora: ¿sí? ¿Por qué? Lisy (9 años): me sano rápido. Moderadora: ah, te sanas rápido, ya. Lisy (9 años): de la garganta, la gripe. Taller participativo con las niñas de Eliane Karp. Parcona.

Participación Se planteó a los niños, niñas y adolescentes ciertas situaciones hipotéticas con el propósito de saber cómo procederían y participarían para enfrentarlas. Tanto los niños como las niñas parecen tener cierta confianza en cuanto a su capacidad de decisión en la escuela: señalan que si quisieran realizar una actividad colectiva en la escuela, podrían conversar con sus profesores o con el director, y asumen que es probable que se pueda concretar. A los niños, niñas y adolescentes del colegio de primaria les gustaría que en el colegio, además de aprender matemática y lenguaje, les enseñen dibujo y pintura. ¿Creen que les dirán algo a la profesora y al director? ¿Creen que les harán caso?

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Niños Nayhelli: decirle al profesor. Cleotilde (10 años): y a la maestra. Moderadora: ¿ustedes creen que el profesor y la maestra harán caso? Niñas (en conjunto): sí, si los profesores quieren que se diviertan los alumnos sí pueden hacerlo. Niñas Alex: algunos directores sí. Moderadora: ¿y en sus colegios creen que el director los tomará en cuenta? Nelson: en el mío hay arte. Moderadora: pero supongamos que quisieran otro curso que no estuviera en el colegio. ¿Creen que los profesores y directores les harían caso? Juan: algunos profesores y directores sí, otros no. Moderadora: ¿y que podríamos hacer para que nos escuchen, entonces? Alex: exigirles. Cuando revisamos la participación en el al ámbito local con los niños, ellos manifiestan que tendrían medios para impulsar un proyecto de su interés. Es interesante que cuando se les plantea un caso hipotético en el cual un grupo de niños anhelan que se construya una losa deportiva en su distrito, uno de ellos responde que procederían enviando una solicitud con los líderes para hacerla llegar al alcalde y exigir que se haga la losa deportiva. También comentan que este tipo proyecto sería apoyado por la comunidad y que actualmente ya se está ejecutando la construcción de una losa deportiva en la localidad. Las niñas mencionaron que lo que se debía hacer era buscar un campo para hacer la losa deportiva; que se debía comprar un lote con ayuda de la comunidad realizando actividades como kermeses, bingos y rifas. Ellas acudirían al alcalde presentando una solicitud para que realizar este proyecto. Una de las niñas del taller participativo de Tacama menciona que ya ha sido realizado un proyecto de la construcción de una losa deportiva y que el municipio brindó apoyo.

Moderadora: en una comunidad los niños y las niñas quieren hacer deporte pero no hay espacio suficiente para poder hacerlo. Niños Nelson: casi igualito a como es acá. Juan: ningún vecino quiere que juguemos acá. Moderadora: ¿por qué? Juan: porque pateamos la puerta. Moderadora: ah, bueno, porque están jugando pelota. ¿Y ustedes qué les dicen a estos vecinos? Nelson: nos dicen y nos vamos. Moderadora: ¿qué creen que puedan hacer los niños, niñas y adolescentes para que construyan una losa deportiva? Nelson: hablar con los líderes para que manden una solicitud. Moderadora: ¿a dónde? 138

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Alex: al alcalde. Moderadora: ¿y qué más? Nelson: exigirles que hagan la losa. Moderadora: ¿los adultos los escucharán? Juan: los adultos también usarían la losa. Moderadora: entonces también sería beneficioso para los adultos, sería una cuestión de que colaboren con ustedes los adultos para que tengan beneficios los dos. Todos: sí. Niñas Moderadora: ¿y acá en la comunidad los apoyarían si quisieran eso? Todos: sí. Nelson: acá ya la están construyendo. Moderadora: ¿y de quien fue la idea de construir de eso? Alex: de Cantarito. Nelson: así se le llama es el encargado de la municipalidad. Nallely: Hacer una kermés, Moderadora: ¿una kermés? Ximena: o un bingo. Moderadora: ¿un bingo? Niña: una rifa. Ximena: y también cuando nosotros hacemos rifa no sale mucha plata, más sale en el bingo. Moderadora: ¿y creen que los adultos los apoyarán y los escucharán? Niña: sí. Moderadora: ¿alguna vez han hecho eso ustedes? Niña: sí. Moderadora: ¿sí hay hecho un bingo? Ximena: sí, para los NAT. Moderadora: en el colegio. ¿Y los han apoyado? Niña: sí, kermés. Moderadora: ok, chicas, eso es todo por ahora. Muchas gracias por haber venido.

Iniciativas en favor de los niños, niñas y adolescentes Se invitó a los niños a que nos cuenten sobre el apoyo que se les brinda desde la Comisión de Derechos Humanos - CODEH de Ica, organización que se encuentra a cargo de la implementación del programa “Niños y Niñas hacen el Camino”. Estas fueron sus respuestas

Conocer los derechos de los niños, niñas y adolescentes Según lo que señalan los niños, niñas y adolescentes, la iniciativa que existe en Ica en favor de los niños, niñas y adolescentes que trabajan es el proyecto “Niños, y Niñas hacen el Camino” , ejecutado por la CODEH. Tanto las chicas como los chicos reconocen que es a través de sus actividades que han conocido sus derechos y que los padres, dirigente y delegados también han sido capacitados a través de talleres y charlas.

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Moderadora: ¿ustedes me pueden decir si la CODEH Ica los ha ayudado en algo? Juan: a capacitarnos. Moderadora: ¿de qué manera? Juan: a los delegados y dirigentes para que capaciten y sepan sus derechos. Xiomayra (9 años): la CODEH de Ica nos ha ayudado a perder la vergüenza. Moderadora: ¿a los padres los ha ayudado en algo? Niñas (en conjunto): sí, hicieron charlas. Cleotilde (10 años): charlas contra la violencia. Participación y habilidades sociales Asistir a la CODEH es una de las actividades más importantes en la vida de niños, niñas y adolescentes. Nos comentan que reciben charlas y talleres informativos sobre sus derechos y deberes. Los niños también mencionan que se reúnen los días sábado y realizan actividades de pintura y dibujo con la profesora que es enviada por el NNAT.

Moderador: ¿qué días se reúnen? Niños (en conjunto): los sábados. Moderador: ¿qué hacen? Jack: talleres. Yedson: dibujamos. Jeff: pintamos. Jack: hacemos manualidades y papelógrafos. Yedson: eso lo ponemos en la pared. Moderador: ¿vienen algunos colaboradores? Jack: sí, la miss Susana. Moderador: ella los ayuda con estas cosas. Niños (en conjunto): sí. Moderador: ¿y la miss de dónde viene? Jack: del NATT. Taller participativo con niños de 6 a 10 años. Micaela Bastidas, Ica. También cabe resaltar que los padres, niños, niñas y adolescentes mencionan que la CODEH los ha ayudado a mejorar sus competencias sociales. En este sentido, su confianza —e incluso su autoestima— parece haberse incrementado, y eso lo notan los padres, que incluso se sorprenden positivamente de los nuevos comportamientos de sus hijos.

Oswaldo: yo tengo un hijito que van dos a la CODEH Ica y el otro era tímido, pero hoy en día ya no es tímido, habla, se le escucha y tiene más responsabilidad y más respetuoso tanto en su colegio… y va solo a Ica, se desenvuelve solo. Grupo de discusión con padres. Ica. Xiomayra (9 años): La CODEH Ica nos ha ayudado a perder la vergüenza. Taller participativo con las niñas de La Venta sobre participación y derechos. 140

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Educación Moisés Mayuri Cahuire, docente del colegio de Los Aquijes, indica que la CODEH Ica está haciendo seguimiento a varios alumnos de la institución con la finalidad de que no pierdan el año escolar. Asimismo, brindan en el apoyo psicológico en coordinación con los padres de familia y los tutores del colegio.

Moderador: ¿con CODEH están haciendo ahorita refuerzo escolar acá? Moisés: como le digo, están haciendo seguimiento a varios niños. Moderador: ¿en qué consiste el seguimiento? Moisés: en conversar con los padres: conversan con los niños, le dan orientaciones, más que todo quieren que no pierdan el año, conversan con el tutor Entrevista a profesor Moisés Mayuri. Ica. El director Iván Augusto Roca Cabrera, de la I.E. Nº 22350, en La Venta, nos cuenta que los profesores de la CODEH van a la institución dos veces por semanas para hacer reforzamientos en las áreas más difíciles.

Moderador: ¿entonces la CODEH Ica trae profesores para el reforzamiento escolar y también ve lo de los chocolates? Iván: sí. Moderador: ¿cada cuánto vienen estos profesores? Iván: dos veces a la semana. Moderador: ¿en qué momento se dan estos reforzamientos? Iván: son de dos horas, debería hacerse en la tarde fuera del horario escolar, pero los padres necesitan a sus hijos para que los ayuden y venía un número reducido de estudiantes, entonces se optó por cambiar el horario. En la mañana, entonces, a los profesores se les pide permiso para los estudiantes que están en esta modalidad. Entrevista al doctor Iván Augusto Roca Cabrera. La Venta, Ica. Alex, del taller con niños de La Venta, menciona que la CODEH realizó encuestas en las escuelas para saber qué les hacía falta.

Recreación Los padres señalan que la CODEH también es un espacio para la recreación de sus hijos, donde juegan e interactúan con los demás participantes, niños, niñas y adolescentes. Un padre de familia nos cuenta que en una oportunidad hicieron un campeonato con los niños de 8 a 9 años. La valoración por estas actividades es positiva tanto para los padres como para los niños.

Sergio: los niños se juntan los fines de semana y hay niñitos que van desde los 6, 7 añitos y ahí juegan. Es un cambio de relación: muchas cosas hacen, se agrupan, hacen rifas. Hay una señorita que organiza cosas y ahí están. Una vez organizaron un campeonato de niños de 8 y 9 años y jugaron, fue bonito. Es beneficioso para ellos. A la vez, están aprendiendo a valorar. Grupo de discusión con padres. Ica.

Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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Emocional En este contexto, los niños, niñas, padres y profesores mencionan que en la CODEH cuentan con asistencia psicológica. Como se ha visto en otras secciones, algunos de los niños, niñas y adolescentes que participaron de los talleres y en la entrevistas son víctimas o testigos de violencia psicológica y física, tanto dentro del ámbito familiar como fuera de este, de allí la importancia y de dar este tipo de servicio. En este sentido, sería importante resaltar el impacto positivo que están teniendo las charlas informativas para los padres en contra de la violencia.

Moderadora: es más independiente… Señor Nativo, ¿usted sabe de algún beneficio de la CODEH Ica? Nativo: sí, a mí me ha enseñado cómo corregir a mi hija. Moderadora: ¿y qué les dan: charlas o talleres? Nativo: talleres. Moderadora: ya, de cómo corregir a las hijas, entonces. Nativo: claro, o sea, que antes uno no sabía nada, cualquier cosita hacen y como loco pegas. Moderadora: ya no hay violencia, entonces. Grupo de discusión con padres, Ica. Moderadora: ¿qué otros beneficios les dio la CODEH Ica? Nelson: capacitar a los padres. Moderadora: ¿de qué manera? Nelson: con la violencia, aquí ya no hay tanta violencia. Moderadora: ¿y qué cosas buenas ha traído para la comunidad? Nelson: la prosperidad, los vecinos se ayudan más. Taller con niños de 10 a 14 años. La Venta, Ica. La CODEH ha generado un espacio en el que niños, niñas y adolescentes pueden interactuar entre ellos y con adultos. Es una alternativa que supera largamente el refuerzo y la nivelación escolar, constituyendo, en la práctica, un espacio de acogida diurno en el cual los niños y las niñas de reciben la atención y el cuidado que sus padres y madres no les pueden dar por encontrarse ausentes debido a sus largas jornadas laborales.

Aspectos a mejorar Entre los aspectos a mejorar, los padres mencionan que deben implementar el proyecto con talleres para madres jóvenes para que las ayuden en el aspecto educativo. Asimismo, dijeron que cuando se realizan los talleres y charlas con los niños, niñas y adolescentes deberían invitar a otros grupos e instituciones para que compartan experiencias.

Moderadora: ¿qué cosas del proyecto de CODEH creen que se puede mejorar? Sergio: por ejemplo mi hijito fue a una charla en Lima y con eso reflexionó más… en una semana tuvo amistades de otros lugares… Moderadora: entonces algo que podría aportar el proyecto es hacer una charla con gente de otros países y compartir las experiencias. Oswaldo: lo otro que debe hacer CODEH es… aquí hay madres jóvenes y deben educarlas en una especialidad. CODEH lo puede hacer. Grupo de discusión con padres. Ica.

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Análisis de género. Niños, niñas y adolescentes trabajadores en las regiones de Cusco, Ica y Ayacucho


En el caso de las madres, señalan que han solicitado orientación para los jóvenes, pero que no se ha concretado la solicitud.También afirman que no tienen local y que es necesario contar con uno para la asistencia psicológica.

Vilma: yo pedí a mamá Nieves, por ejemplo, que haya orientación para los jóvenes, y hasta ahorita no ha venido. Yo le pedí que venga para los jóvenes, que dé charla. Madre 1: más que nada para los adolescentes. Vilma: para eso yo le pedí a mamá Nieves que vinieran los psicólogos. Moderador: ¿qué más creen que podría hacer CODEH? Vilma: el problema es que no tenemos local. Madre 1: ahorita, como no tenemos local, no hay donde poner así a los psicólogos invitarlos para que expongan su tema, no tenemos local, pero sí nos gustaría si posiblemente para el otro año ya tengamos un local para que vengan para ayudar tanto a los adolescentes, tanto a las mamás y tanto a los padres también, enseñarles cómo educar a sus hijos cuando están en la adolescencia, cómo guiarlos, orientarlos, porque en la adolescencia es difícil, a veces es un poco difícil para los padres, a veces eso es lo que nos gustaría bastante, cómo tratar a los adolescentes. Grupo de discusión con padres. Ica.

10. Conclusiones del capítulo Sin duda, la principal actividad de lunes a viernes para los niños, niñas y adolescentes que participaron de los talleres es asistir a la escuela, ya sea por la mañana o por la tarde. No parece haber otra actividad recreativa o laboral que tenga una duración similar a esta. Los fines de semana hay una mayor actividad laboral para los niños pequeños, ya que es su turno de ayudar en la limpieza del hogar y de acompañar a sus madres a los peladeros de papa. Los fines de semana los adolescentes descansan un poco de las labores domésticas que los ocupan de lunes a viernes, aunque también es posible que se dediquen a labores agrícolas, como el lampeo en chacras familiares o de terceros. Aun así, aseguran que tienen el tiempo suficiente para hacer sus tareas y jugar, ejerciendo así su derecho a la recreación. Los niños, niñas y adolescentes realizan una diversidad de trabajos, que puede ser comprendida desde dos cristales de mira: la estacionalidad (época de sequía/época de lluvia) y el ámbito social: familiar, para terceros —conocidos o desconocidos— y el trabajo por cuenta propia. Las ocupaciones estacionales son el apañado de algodón, el boleo de papas y otras actividades agrícolas conexas que son factibles en la época de cosecha, que coincide con las vacaciones. En este período el trabajo puede llegar a ser intenso y demandar largas jornadas de trabajo. Para los niños que se dedican a este tipo de labores, las actividades domésticas pasarían a un segundo plano, situación que difiere en el caso de las niñas, ya que ellas continúan desarrollando labores domésticas durante las vacaciones. Las ocupaciones que se desarrollan en el espacio familiar son la atención de negocios familiares y el trabajo en las chacras familiares. Estas no siempre se desarrollan con la supervisión y compañía de los padres y son entendidas en mayor medida como “ayuda” que como trabajo. Las ocupaciones que se desarrollan en el ámbito del mercado

Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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laboral para terceros son el apañado de algodón, el boleo de papas, el despancado de maíz y otros.Y en los trabajos por cuenta propia, tenemos la venta de bizcochos, gelatina u otros. Ahora bien, en lo que respecta al apañado de algodón y el pelado de papas, si bien se realizan para un empleador, a veces se produce una condición mixta, porque también se desarrollan dentro del ámbito familiar. Es el caso de los niños pequeños que van con sus padres a sus centros de trabajo para ayudarlos. En este caso, se conjugan características del ámbito familiar, como la compañía de los padres o familiares y la ausencia de una remuneración, y por otro lado, trabajos realizados para terceros donde la supervisión es ejercida por terceros y sí se obtiene un pago por las labores realizadas. Las niñas y niños incursionan en el ámbito laboral desde pequeños al acompañar a sus padres en sus actividades diarias, y además, están motivados por la curiosidad. En el caso de actividades como el apañado de algodón, empiezan con una frecuencia interdiaria o de fines de semana, y mientras están en el campo, la ayuda laboral se entremezcla con el juego. A medida que van creciendo, adquieren más fuerza y desarrollan ciertas capacidades, por tanto van aumentando su frecuencia y horas de trabajo. Existe cierta conciencia de los padres sobre las capacidades de sus hijos, y salvo casos especiales, la asignación de tareas parece corresponder a las etapas de desarrollo. Aunque sus jornadas laborales suelen exceder las ocho horas los niños no parecen ver esto de forma negativa. Si bien existen causas estructurales que explican el trabajo infantil y que están relacionadas con la condición de pobreza de las familias o la insuficiencia de recursos económicos, también es cierto que los niños, niñas y adolescentes tienen otras motivaciones.Veamos en resumen lo que se ha observado: existen aquellos que trabajan para solidarizarse con sus familiares, ya sean padres, madres, abuelos, abuelas, hermanos, hermanas, tías o tíos; otros lo hacen para automantenerse, es decir, para asumir sus propios gastos, como la compra de útiles para la escuela, uniforme, cuotas anuales y mensuales, y hasta sus juguetes, pasando por el pago de su ropa y calzado. Cabe resaltar que estos motivos son complementarios; es decir, que automantenerse es una forma de ser solidario con la familia y contribuir a la economía familiar. Por otro lado, los niños y las niñas también señalan, pero en menor medida, que trabajan porque disfrutan de hacerlo, porque los distrae o para tener algo que hacer. Existe, entonces, una diferencia entre las niñas de Cusco y las de Ica, pues las primeras no manifestaron disfrutar del trabajo como los varones. Algunos niños, niñas y adolescentes dijeron que se sentirían aburridos o incluso ociosos si solo se dedicaran a jugar o ir a la escuela. Es importante notar que esta actitud se forja en un contexto en el cual el trabajo doméstico está naturalizado y que este se realiza de manera cotidiana entre los integrantes de la familia. Los niños perciben que el trabajo doméstico es mejor para quienes tienen menos de 14 años. Sin embargo, cuando los niños opinan sobre el mejor trabajo para las niñas, señalan que es el trabajo doméstico por dos razones: para que no estén expuestas al peligro y para que no desarrollen esfuerzo físico por considerarlas débiles y delicadas. Es interesante que dos grupos de niñas, de 6 a 10 y de 10 a 14 años, señalen que uno de los mejores trabajos para las niñas es estudiar, e incluso afirmen que uno de los mejores trabajos es “tener una familia”, identificándose plenamente con el rol que la sociedad asigna a las mujeres. Incluso cuando se les consulta si creen que saber realizar las tareas domésticas las va ayudar en el futuro, una de las niñas de 13 años refiere específicamente que sí, “cuando tengamos esposo para atenderlo”. Por otro lado, las niñas consideran como parte de los mejores trabajos que pueden desarrollar el trabajo doméstico y la venta en una tienda, actividades que ven como no peligrosas. Es importante precisar que está preferencia, que no cuestiona el trabajo doméstico que realizan, se fundamente en la percepción que tienen las niñas de vivir en un ambiente peligroso, pues consideran que la calle es insegura porque pueden ser víctimas de robo, secuestro y violación. El tema de la inseguridad ciudadana está presente en ambos sexos, y tanto niñas como niñas consideran como mejores trabajos aquello que se desarrollan en un ambiente seguro. Los trabajos peligrosos son percibidos de manera diferenciada por niños, niñas y adolescentes. Mientras que ellos consideran como trabajos peligrosos aquellos que por su naturaleza implican un peligro de daño físico (cortes, raspados, quemaduras), las niñas consideran peligrosos aquellos trabajos y situaciones que se producen en la calle, incluso en el transporte público dado que se siente expuestas a ataques físicos o sexuales de los varones, tales como robos, secuestros (para la venta de órganos) o violación, situaciones ante las cuales sienten una total indefensión. Las condiciones difíciles que enfrentan los niños, niñas y adolescentes de Ica que trabajan son el calor, porque están expuestos a temperaturas que llega a los 36 °C, y jornadas extensas de por lo menos doce horas, que cansan a los niños y a las niñas en el recojo de algodón y el pelado de papas. Una de las niñas incluso refiere el riesgo de enfermarse debido a que debe levantarse en la madrugada para ir a “bolear” papas, dado que hace frío. Otras niñas y adolescentes también señalan que el trabajo que deben cumplir dentro de casa, como barrer, lavar platos y lavar

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ropa las agota, y manifiestan que en muchos casos hay peligro de accidentes domésticos, como quemaduras y cortes. Algunas niñas también muestran fastidio por tener que cuidar a sus hermanos. También se ha registrados casos donde los niños, niñas y adolescentes reportan situaciones en las cuales los padres obligan a sus hijos a trabajar un tiempo excesivo, e incluso cuando están enfermos. Como es de suponerse, la obligación es algo que los niños, niñas y adolescentes perciben como negativo: “cuando te obligan” y “cuando tienes que trabajar a toda hora”. Como aspecto negativo, mencionan el maltrato y abuso al que se exponen cuando se encuentran laborando para terceras personas. Reportaron que a veces, cuando son menores de edad, no les pagan las horas extras.Y también que los reprenden y descalifican con comentarios degradantes o insultos, esperando que corrijan de esa manera lo que hicieron mal. Los niños se refirieron específicamente a los “ingenieros”. Estos métodos son desaprobados por los niños, niñas y adolescentes, que reconocen que les provocan frustración y tristeza. Estos episodios de agresividad y abuso en el espacio laboral también se reproducen cuando, aun laborando en un entorno familiar, terceras personas (clientes de las tiendas, por ejemplo) ejercen violencia contra ellos y ellas. Si bien hacer las tareas domésticas y estudiar son actividades muy valoradas, algunas niñas señalan que es difícil hacer las dos cosas juntas porque se sienten cansadas. En este sentido algunas niñas señalan a veces que, por sus ocupaciones, llegan tarde a la escuela o no pueden concentrarse cuando están allí debido al sueño y el cansancio. Esto significa que las niñas empiezan a sentir presiones emocionales cuando al ejercer ambas actividades se enfrentan a dilemas personales y el trabajo interfiere con su derecho a estudiar. Por su parte, los niños no parecen reportar mayores problemas para combinar trabajo y estudio, ya que en la mayoría de casos las actividades domésticas que realizan en época escolar les permiten estudiar. Consideran que es bueno trabajar y estudiar porque ambas cosas les van a servir en la vida. Existe una idea fuerte de que tanto ayudar en casa como trabajar fuera de casa y estudiar son formas de ayudar a la familia, porque se está procurando un futuro distinto y de transformación de su situación actual. Más aún: si les va bien en el colegio y en el trabajo y demuestran que hacen bien las labores en ambos campos, ganarán el aprecio y el reconocimiento de sus padres. El trabajo cumple un rol en la estrategia de sobrevivencia diseñada por sus padres: el dinero que produzcan será usado básicamente para la compra de útiles en la escuela, pero también pueden utilizarlo para apoyar a la economía familiar. Al poner sobre la balanza el estudio y el trabajo, consideran que estudiar les da más perspectiva en la vida, porque pueden construir proyectos de mayor sostenibilidad, como ir a la universidad y ser profesionales, lo cual repercutiría en su bienestar individual y familiar. Sin embargo, si bien son conscientes de que el trabajo no les reporta un horizonte significativo, también asumen que gracias a él pueden obtener dinero para los gastos de sus estudios escolares (en pasajes, útiles, uniformes), aunque no represente en sí un progreso mayor. Para los niños el trabajo es importante, porque al hacerlo aprenden oficios útiles, como la agricultura. También valoran la remuneración económica, la cual, como ya se mencionó, les permite ayudar a sus padres económicamente y mantenerse a sí mismos, incluyendo el financiamiento de sus gastos escolares. Tanto niños como niñas identifican hasta tres niveles de redes sociales. Una primera red está compuesta por sus padres, hermanas y hermanos; una segunda, por sus abuelos, tíos, sobrinos y primos, entre otros, y una tercera, conformada principalmente por sus profesores y amigos. Cada actor tiene un rol importante en la vida de los niños, niñas y adolescentes. Cabe resaltar que existe una diferenciación por género en lo que las niñas esperan de su padre y de su madre. Ellas identifican a su padre como soporte económico y a su madre como soporte emocional. La violencia familiar no es ajena a los niños, niñas y adolescentes, e incluso puede ser naturalizada por ellos. Más de un niño y niña nos narraron sus experiencias donde el agresor es el padre, una madrina o un tío, mientras que el agraviado es la madre, el hermano o el mismo niño o niña. De esta manera, evidencian ser víctimas y testigos de la violencia familiar. Cabe resaltar que, al igual que en Cusco, las niñas que se dedican al comercio menor y a los servicios refieren ser víctimas de bullying (violencia psicológica) de los niños dentro y fuera de la escuela.Al parecer, los niños las hostigan e insultan, poniéndoles calificativos según sus características físicas, que ellos valoran negativamente. Al sentirse con derecho a hostigar e insultar a las niñas, los niños estarían reproduciendo la dominación masculina sobre las mujeres, donde la mujer es un objeto sobre el cual el hombre tiene el derecho a juzgar, insultar y abusar.

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Los niños y las niñas son conscientes también de la inseguridad cotidiana que existe en el espacio público y el espacio laboral, debido a la delincuencia de la cual son testigos y ante la cual se sienten vulnerables y temerosos. Según la percepción de niñas y niños trabajadores, los padres y madres tienen mayores expectativas sobre las niñas respecto de los niños. Para el caso de las niñas, no solo ponen de manifiesto roles esperados, sino también atributos que van desde el que sean respetuosas, obedientes, exitosas en la escuela y que se desempeñen bien en las tareas dentro y fuera del hogar, mientras que de los varones se espera que sean obedientes, hagan las cosas bien y saquen buenas notas. Tanto niños como niñas identifican entre sus responsabilidades el estudio y el trabajo. Respecto de este último, consideran que no hacerlo trasgrede la identidad de ser niño o niña, debido a que está naturalizado el participar desde temprano en la dinámica económica familiar, sea desde el aporte en el trabajo doméstico, el apoyo en pequeños negocios familiares, el trabajo agrícola —muy extendido en esta zona del Perú— u otras actividades. Las niñas, efectivamente, sienten una mayor sensación de inseguridad cuando trabajan fuera de casa y de la protección familiar, aunque ello no signifique que no exista un riesgo real también en el ámbito doméstico. Sin embargo, son conscientes de que su condición de mujeres las expone más que a los varones a situaciones de maltrato físico, abuso de adultos y violencia sexual. Por otro lado, los niños expresan que el mayor peligro radica en las actividades laborales que por su propia naturaleza podrían generarles un daño físico. En cuanto a las cosas que los hace sentirse bien y aquellas cosas que ellos y ellas hacen que pueden poner contentos a sus padres, tanto niños como niñas identifican que es su buen desempeño en la escuela y en el ámbito laboral los que pueden generar estos sentimientos. En suma, cumplir con las expectativas que se tiene sobre ellos y ellas. En cuanto a aquellas cosas que los hacen sentir mal, se asocian al mal desempeño en la escuela y, en menor medida, a su mal desempeño en el ámbito laboral. Las niñas tendrían un mayor sentimiento de insatisfacción cuando creen que sus desempeños domésticos y en la escuela no son los esperados, es decir, sienten una mayor presión familiar por aportar en las atenciones familiares y no fracasar en los estudios. Asimismo, tanto niñas como niños expresan sentir desolación ante la ausencia de sus padres. Mientras tanto, los niños manifiestan sentir culpa cuando ejercen violencia contra sus padres y hermanas. Los niños, niñas y padres señalan que el principal aporte de la CODEH es dar conocer a los niños sobre sus derechos.Además, se ha construido un espacio de recreación e interacción entre ellos, mejorando sus competencias sociales, e incluso su autoestima.También señalan, como aspectos a mejorar para la institución, que se abran talleres con madres jóvenes para que las ayuden en el aspecto educativo. Asimismo, también señalan que los niños deberían compartir sus experiencias en la CODEH con niños de otras instituciones.

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Análisis de género. Niños, niñas y adolescentes trabajadores en las regiones de Cusco, Ica y Ayacucho


Foto: Inti Runakunaq Wasin (INTI)

III. Trabajo infantil en Ayacucho Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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III. Trabajo infantil en ayacucho Contexto socioeconómico Ubicación geográfica Chuschi, distrito que pertenece a la provincia de Cangallo, departamento de Ayacucho, forma parte de los pueblos ubicados en la cuenca del río Pampas. Su capital está situada a 3 141 metros sobre el nivel del mar. Limita por el este con los distritos de Los Morochucos y María Parado de Bellido (provincia de Cangallo), por el oeste con los distritos de Totos y Paras (provincia de Cangallo), por el norte con el distrito de Vinchos (provincia de Huamanga), y al sur limita con el río Pampas y Sarhua (provincia de Víctor Fajardo). Lo conforman las comunidades campesinas de Chuschi, Quispillaqta, San Juan de Uchuyri, Canchacancha y Chacolla.

Población Según las proyecciones poblacionales del INEI, a 2014 contaba con 8 015 habitantes. La distribución de la población por sexo alcanza el 48,2% de hombres y el 51,8% de mujeres. La población es básicamente joven: sumados todos aquellos que tienen entre 0 y 19 años, representan 47,5% de la población total. Analizando el lugar de residencia, más de la mitad de la población de Chuschi vive en el ámbito rural (55,2%).

Cuadro Nº 1 Población estimada y porcentaje, según departamento, provincia y distrito seleccionado, por sexo (año 2014) Departamento/ Provincia/ Distrito

TOTAL

%

Hombres

%

Mujeres

%

Porcentaje Población Rural (%) 1/

30 814 175

100,0

15 438 887

50,1

15 375 288

49,9

24,8

Ayacucho

681 149

100,0

347 517

51,0

333 632

49,0

47,5

Cangallo

33 965

100,0

16 689

49,1

17 276

50,9

65,1

Chuschi

8 015

100,0

3 866

48,2

4 149

51,8

55,2

Perú

Fuente: INEI. Proyecciones de población. MIDIS, InfoMidis. Indicadores socioeconómicos. 1/ Año 2007. Disponible en: http://proyectos.inei.gob.pe/web/biblioineipub/bancopub/Est/Lib0842/index.htm

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Análisis de género. Niños, niñas y adolescentes trabajadores en las regiones de Cusco, Ica y Ayacucho


Pobreza e inclusión social La situación socioeconómica de sus habitantes es de pobreza. El 73,6% de los hogares se encuentran en esta categoría, y 40,5% en la de pobreza monetaria extrema, según la Encuesta Nacional de Hogares - ENAHO. Cabe señalar que el promedio nacional de pobreza es de 23%, el departamental es de 51,9%, y en la provincia de Cangallo asciende a 66,8%, todos ellos por debajo del distrito de Chuschi. Según el MIDIS, en Chuschi, gran parte de la población se encuentra en proceso de inclusión, que es aquella que reúne al menos tres de las cuatro circunstancias históricas asociadas a la exclusión: área de residencia rural, etnicidad, bajo nivel educativo de la mujer que lidera el hogar, y estrato socioeconómico.

Cuadro Nº 2 AYACUCHO: Pobreza monetaria y población en proceso de inclusión Indicadores

Promedio nacional

Departamento Quispicanchi

Andahuaylillas

Pobreza monetaria 1/

23

51,9

66,8

73,6

Pobreza monetaria extrema 1/

4,7

16,1

34,2

40,5

Población en Proceso de Inclusión

14,8

49,8

82,1

92,7

1. Pobreza monetaria departamental: ENAHO 2013 - INEI. En los ámbitos provincial y distrital, toma las estimaciones realizadas por el INEI 2009. Son consideradas como pobres monetarios aquellas personas que residen en hogares cuyo gasto per cápita es insuficiente para adquirir la canasta básica de consumo de alimentos y no alimentos (vivienda, vestido, educación, salud, transporte, etc.). Son pobres extremos aquellos individuos en hogares cuyos gastos per cápita están por debajo del costo de la canasta básica de alimentos. Los gastos de los hogares incluyen no solo las compras sino también el autoconsumo, el autosuministro, los pagos en especies, las transferencias de otros hogares y las donaciones públicas. 2. Población en proceso de inclusión: se define como la población que vive en hogares con tres o más circunstancias asociadas con los procesos de exclusión: a. Ámbito de residencia (rural); b. Etnicidad (quechua, aimara, nativa); c. Educación de la madre (jefe o cónyuge con primaria incompleta o menos); d. Nivel socioeconómico (primer quintil del gasto del hogar) Fuente: En el ámbito departamental: ENAHO 2013 - INEI. En los ámbitos provincial y distrital: Censo de Población y Vivienda 2007INEI. Revisado en MIDIS, InfoMidis. Indicadores socioeconómicos.

Asimismo, revisando las cifras de pobreza no monetaria, la población con al menos una necesidad básica insatisfecha es de 42%, el 10% vive en viviendas inadecuadas, el 9,7% de la población en viviendas con hacinamiento, el 21,9% en viviendas sin desagüe de ningún tipo, el 6,4% vive en hogares con niños de 6 a 12 años que no asisten a la escuela y el 11,9% vive en hogares con alta dependencia económica. En cuanto al desarrollo humano, se tiene que Chuschi registra uno de los índices más bajo en el Perú (0,1912) y se ubica como 1663 en el ranking nacional de los 1834 distritos. La esperanza de vida en Chuschi (78,59 años) es el único componente del IDH que es mayor que el promedio nacional de 74,31 años.

Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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Cuadro Nº 3 CHUSCHI: porcentaje de población en hogares con al menos una Necesidad Básica Insatisfecha por tipo de NBI. Año 2007. Población en Población Viviendas DISTRITO viviendas con con NBI inadecuadas hacinamiento Chuschi

42,0

10,0

9,7

Población en Hogares con niños Población en viviendas sin de 6 a 12 años hogares con alta desagüe de que no asisten a la dependencia ningún tipo escuela económica 21,9

6,4

11,9

1/ Comprende la población censada en viviendas particulares con ocupantes presentes. Disponible en: http://censos.inei.gob.pe/Censos2007/Pobreza/ FUENTE: INEI. Censos Nacionales: XI de Población y VI de Vivienda 2007.

Indicadores de empleo En el distrito de Chuschi, para el año 2007, la PET estaba conformada por 5 240 personas. Si tenemos en cuenta el ámbito geográfico, el 55,3% de la Población en Edad de Trabajar - PET se concentró en el área rural, mientras que el restante 44,7% se asentó en el área urbana. La composición de la PET por género refleja que más de la mitad de la PET está integrada por mujeres (53,4%), lo que quiere decir que en la actualidad el sexo femenino tiene una mayor participación, aunque ligera, que los hombres en la PET. Las cifras del último Censo de Población y Vivienda 2007 nos muestran que la PEA13 total asciende a 2 806 personas, de las cuales 2 756 (98,2%) están ocupadas, y solamente 50 personas de la PEA está desocupada. Según sexo, 60,8% de la PEA está formada por hombres; además, se observa que el mayor porcentaje de la población inactiva son mujeres: esta tasa llega al 69.6%14 .Por otro lado, 39.7% de ocupados se encuentra en el área urbana y 60.3% en el área rural, puesto que la agricultura es la principal actividad económica en Chuschi.

Cuadro Nº 4 CHUSCHI: Indicadores de Empleo Área

Sexo

Indicadores de empleo Total

%

Urbana

%

Rural

%

Hombre

%

Mujer

%

Población en edad de 5 240 trabajar (PET)

100,0

2 343

44,7

2 897

55,3

2 444

46,6

2 796

53,4

Población económica2 806 mente activa (PEA)

100,0

1 134

40,4

1 672

59,6

1 705

60,8

1 101

39,2

Población económica2 756 mente activa ocupada

100,0

1 094

39,7

1 662

60,3

1 660

60,2

1 096

39,8

Población económicamente activa desocupada15

50

100,0

40

80,0

10

20,0

45

90,0

5

10,0

Población económicamente inactiva (PEI)

2 434

100,0

1 209

49,7

1 225

50,3

739

30,4

1 695

69,6

Población Inactiva que solo estudia

727

100,0

376

51,7

351

48,3

413

56,8

314

43,2

Fuente: INEI-Censos Nacionales: XI de Población y VI de Vivienda 2007. Revisado en http://ineidw.inei.gob.pe/

(13) La Población Económicamente Activa - PEA son todas las personas que teniendo la edad de trabajar se encuentran trabajando (ocupados) o sin trabajo pero buscando uno (desocupados). (14) La Población Económicamente Inactiva (PEI) es la parte de la población en edad de trabajar que no interviene en el mercado de trabajo. Es decir, que no tratan de buscar trabajo ni desean trabajar. (15) La población desocupada es aquella que se encuentra sin empleo, ya sea asalariado o independiente, y está en busca de empleo.

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Análisis de género. Niños, niñas y adolescentes trabajadores en las regiones de Cusco, Ica y Ayacucho


Educación La tasa de analfabetismo es muy alta: 29% de la población femenino, cifra que cuadriplica la de la población masculina (4,7%), lo que revela la existencia de brechas de género.

Cuadro Nº 5 Chuschi:Tasa de analfabetismo, 2007 (porcentaje de la población de 15 años o más que no sabe leer ni escribir) Departamento/ Provincia/ Distrito

Tasa de analfabetismo Total

Sexo

Perú

7,1

Hombre 3,6

Mujer 10,6

Ayacucho

17,9

8,4

26,9

Cangallo

26,7

11,1

40,1

Chuschi

29,0

11,8

43,9

Fuente: INEI-Censos Nacionales: XI de Población y VI de Vivienda 2007. Revisado en https://www.mef.gob.pe/ contenidos/estadisticas/pol_econ/cuadro60.xls

1. La distribución del tiempo de los niños, niñas y adolescentes trabajadores En esta sección describiremos y analizaremos cómo viven los niños, niñas y adolescentes, su cotidianidad, con énfasis en el lugar que ocupa el trabajo, la recreación y el estudio en su día a día. La información consignada en esa sección proviene fundamentalmente de la actividad denominada “Día típico” realizada en los talleres participativos. Durante esta actividad, se motivó a los niños, niñas y adolescentes a dialogar sobre cuáles son las actividades que normalmente realizan desde que se despiertan hasta que se van a dormir.

De lunes a viernes Las mañanas Todos los niños, niñas y adolescentes que participaron del taller en Ayacucho reportan realizar actividades domésticas a manera de ayuda en casa. Temprano por las mañanas suelen ayudar a sus madres en la preparación de los alimentos. Cabe resaltar que mientras las niñas señalan que ellas son las que cocinan, los niños señalan que “ayudan en la cocina”, dando a entender que el responsable de cocinar no son ellos sino posiblemente sus madres o sus hermanas; por otro lado, las niñas mencionan que durante las mañanas, además de cocinar, también hacen limpieza, actividad que no es mencionada por los niños varones. A medida que los niños varones van creciendo, sus responsabilidades en casa se van incrementando. Este es el caso de Aldo, de 17 años, que nos relata todas las actividades que realiza durante la mañana, la mayoría de tipo domésticas pero fuera del hogar.

Moderador: ¿qué es lo que haces? Aldo: en la mañana me levanto a la cinco, voy a ver los corrales, a picar a ver los animales o hacer algún chacra, cuando… en la chacra, en época de siembra a veces siembro y en época de... cómo se llama, aporque, aporque pues. Adolescente de 17 años. Ayacucho (2014). Si bien no constituyen la mayoría, algunos niños realizan otro tipo de trabajos fuera del ámbito familiar y por los cuales reciben una remuneración. Este es el caso de Marco, que trabaja en una panadería local desde las 4 a.m. todos los días. Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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Cabe resaltar que dos de los niños señalaron que pueden ayudan en casa por las tardes en lugar de en las mañanas, según las necesidades que se puedan presentar en el hogar o, incluso, de su propia disposición para trabajar; es decir, que en algunos casos pueden elegir si realizar una actividad por la tarde o por la mañana. Todos los niños que participaron del taller asisten a la escuela o al colegio de manera regular, lugar en el cual, además estudiar, tienen espacio y tiempo, pues esta constituye no solo un espacio para estudiar, sino para jugar y recrearse.

Moderadora: ¿Y qué más hacen? Niña 2: jugamos. Moderadora: ¿juegan? ¿Qué juegan? Niña 1: vóley. Niña 2: vóley. Niña 3: futsal. Niña 4: futsal. Taller participativo con niñas de 11 a 16 años. Ayacucho (2014). Las tardes Todos los niños indicaron que después de almorzar suelen trabajar en sus chacras o cuidando a sus animales más o menos desde las 3 p.m. hasta las 6 p.m., en algunos casos, como el de José, ellos son el reemplazo de sus padres. Los padres señalan la importancia del reemplazo que hacen los niños, niñas y adolescentes en el cuidado de animales, ya que gracias a esto pueden disponer de tiempo para realizar otras actividades.

Perci: […] y después de las clases también los hijos nos reemplazan, a veces para venir a la casa y hacer otros quehaceres. Entrevista grupal con padres, Ayacucho. Algunas niñas, pero no la mayoría, tendrían una rutina similar, ya que también señalan que por las tarde se dedican a pastear el ganado o “amarrarlo”, actividades que suelen realizar después de haber terminado las labores domésticas, como lavar los platos y la ropa. Sin embargo, la mayoría coincide en que después de almorzar y lavar ropa se dedicarían a realizar sus tareas, lo cual les tomaría alrededor de tres horas tomando en cuenta el tiempo de desplazamiento, ya que indican que las tareas son grupales y tienen que desplazarse a las casas de sus compañeras para realizarlas. Por su parte, las niñas que van a la primaria aseguran señalan que dedican media hora a hacer sus tareas.

Las noches Después de cumplir con sus responsabilidades laborales en la chacra o pastoreando, alrededor de las 5 p.m. o 6 p.m., los niños señalan que llegan y tienen tiempo de ver televisión hasta la hora de la cena, que suele ser a las 7 p.m. u 8 p.m. Asimismo, los niños señalan que tienen tiempo para jugar, pasear, e incluso ir a internet.

Moderador: allá cenan a las ocho entonces, siete, ocho, por ahí. Aldo: a veces me quedo con mis hermanos mirando tele. Moderador: ya, digamos después de las cinco ya hacen más cosas de recreación. Aldo: sí. Adolescente de 17 años. Ayacucho (2014).

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Posteriormente hace hacen sus tareas alrededor de las 8 p.m. o 9 p.m., aunque a veces las hacen por las tardes, ya que no siempre tienen que trabajar en la chacra o cuidar a sus animales, o puede que terminen antes sus labores, lo que les libera tiempo que pueden aprovechar. Las niñas también ven televisión, pero antes deben preparar la cena (actividad que suele tomarles una hora).Algunas lo hacen solas y otras ayudan a sus madres. Las niñas que pastean animales todos los días, al igual que los varones, indican que realizarían sus tareas principalmente por las noches, mientras que las niñas que hacen tareas grupales por las tardes indicarían que continúan haciendo tareas en las noches de 8:30 p.m. a 11 p.m., pues tienen que transcribir a su cuaderno lo que desarrollaron en la tarde con sus compañera.

Moderadora: ¿y cuánto se demoran en hacer tareas? Niña 1: nuestro horario es otro porque los profesores han cambiado las estrategias y trabajamos en grupo, no en individual. Moderadora: ¿se demoran un promedio de cuánto? Niña 2: tres horas. Niña 1: porque nosotros vamos caminando media hora o quince minutos. Moderadora: ¿a dónde van? Niña 2: a la casa de mis compañeras. Moderadora: entonces, entre ir a casa de sus compañeras y hacer las tareas, ¿cuánto demoran? Niñas 2: dos a tres horas. Taller participativo con niñas de 11 a 16 años. Ayacucho (2014). Para el caso particular de Cusco, en la medida en que la distribución del tiempo entre los niños, por un lado, y las niñas, por el otro, resultó ser bastante homogénea, se elaboró un cuadro que calcula las horas aproximadas que los niños dedican a actividades escolares, el trabajo y la recreación.

Fines de semana Durante los fines de semana, las niñas que participaron del taller realizado en 2015 pueden tener dos rutinas: una incluye realizar labores domésticas hasta el mediodía, empezando por preparar el desayuno, lavar los platos, lavar ropa, y en algunos casos, ayudar a sus madres a vender ropa y comida en la feria. Posteriormente, luego de hacer las tareas, ayudarían a amarrar la vaca y desde las 5 p.m. empezarían a preparar la cena. Otras señalan que los sábados ayudan a sus madres hasta las 10:30 a.m. y luego se van a pastear ovejas casi todo el día, hasta las 5 p.m. o 6 p.m. El pastoreo se trata de una actividad que hacen solo los fines de semana en el caso de las niñas.

Moderadora: ¿alguna vez han llegado tarde por haber ido a pasear sus animales o hacer algo de la casa? Niña: sí. Moderadora: ¿y en tu escuela qué te dijeron? Niña: nosotras sábado y domingo nomás pasteamos nuestros animales, trabajamos, de lunes a viernes estudiamos. Moderadora: se dedican a estudiar. ¿Ustedes también? Niña: no trabajamos, pero de lunes a viernes ayudamos, sí. Moderadora: ¿ayudan en qué? Niña: en la cocina, agricultura. Moderadora: en la chacra, eso…

Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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Niña: chacra no. Niña: yo sí. Taller con niñas de 11 a 15 años (2014) El descanso para las niñas suele ser por las noches, generalmente viendo televisión. Aquellas que salen a pastear a sus animales, señalan que suelen dormir no mucho después de haber regresado, entre las 8 p.m. y 9 p.m.

Vacaciones Durante la época de vacaciones, algunos niños amplían el tiempo que dedican al trabajo de lunes a viernes, sobre todo al trabajo familiar, sea este en chacra, pastoreo, o atendiendo el negocio familiar. Por ejemplo Noé, quien ayuda en la carpintería de su padre los viernes por las tardes en época escolar, en vacaciones lo hace todos los días de 8 a.m. a 2 p.m. Por su parte, las niñas señalan que durante las vacaciones escolares se dedican a limpiar la casa, cocinar y al pastoreo. Se despiertan a las 6 a.m. para realizar diversas actividades domésticas hasta las 9 a.m. o 10 a.m.; luego van a pastear animales desde las 10 a.m., y regresan del campo a las 4 p.m. o 5 p.m.

Moderadora: ¿a qué hora se levantan en vacaciones? Vanesa: a las 6:00 a.m. Niña 2: [se ríe]. Moderadora: ¿a las 6? ¿Y qué hacen después de levantarse? Niña: desayuno. Moderadora: cocinar, preparar el desayuno, y de ahí, ¿qué más hacen? Karina: ordenar la casa. Delia: pastear las vacas. Moderadora: ¿desde temprano, entonces? Delia: desde las 9. Moderadora: ¿hasta qué hora? Flor: hasta las 4. Brígida: hasta las 5. Moderadora: ¿y dónde almuerzan? Delia: llevamos en táper. Taller participativo con niñas de 11 a 16 años. Ayacucho (2014). Como veremos más adelante, los niños, niñas y adolescentes mayores se inscriben en academias preuniversitarias de Huamanga durante las vacaciones y trabajan en el campo sobre todo durante los fines de semana. Otros niños mayores prefieren quedarse en la ciudad los sábados y domingos, mientras que algunos niños, niñas y adolescentes solo van a trabajar. Los oficios que desempeñan los niños durante sus vacaciones escolares son muy diversos; se mencionaron: repartidor de gas, volanteo, ayudante en panadería, recoger algodón para los niños y trabajo en restaurantes y limpieza de hoteles para las niñas.

Moderador: tú, Aldo, ¿también te vas para Huamanga? Aldo: no, acá, ya como las academias van a empezar y tengo que matricularme y estudiar o prepararme, y sábado y domingo voy a trabajar en volantes, como repartir afiches; así, antes estaba trabajando, el año pasado estaba trabajando con usa escuela de conducción repartiendo volantes. Adolescente 17 años. Ayacucho. 154

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Los adolescentes, hombres y mujeres, que están terminando la escuela señalaron que durante las vacaciones le dedican una parte importante de su tiempo a estudiar, con miras a prepararse para el ingreso a la universidad. Para ellos, ser profesionales no es solo un sueño lejano, sino que se trata de una meta cercana y alcanzable para cuyo logro ellos y sus familias, ya se encuentran desplegando esfuerzos concretos. Esta se trata de una decisión estratégica; por ejemplo, los padres creen que sus hijos no podrán vivir de la agricultura porque en el campo “ya no hay nada” y por tal motivo envían a sus hijos a las academias a prepararse para que tengan otra profesión. Cabe resaltar que las academias exigen que estén prácticamente todo el día en ella: tienen que estudiar desde las 7:15 a.m. hasta las 6:30 p.m. y posteriormente hacer sus tareas en casa.

Taller participativo con niños de 12 a 17 años. Ayacucho (2014) Moderador: tú, Marco Antonio, ¿qué haces durante todo el día en vacaciones? Marco: yo voy a estudiar. Moderador: ¿qué estudias? Marco: programa de KR, clases que puedes estudiar y hay estudio y los sábados y domingo trabajo. Taller participativo con niñas de 11 a 15 años. Ayacucho (2015) Moderadora: ¿vienen a Huamanga a trabajar? Niña 1: no trabajo sino a estudiar. Niñas 2: a prepararnos. Niña 3: yo no estudio, yo solo ayudo a mis tíos. Moderadora: ¿tú? Niña 4: a estudiar.

A continuación se presenta un cuadro resumen sobre los trabajos que realizan los niños, niñas y adolescentes según en el tiempo (meses):

Ocupaciones según tiempo Tiempo Actividades laborales

Vacaciones escolares (enero-marzo)

Época de siembra (octubre-enero)

Trabajo doméstico

Durante todo el año X

Actividades agrícolas niñas (echar semillas)

X

Actividades agrícolas niños (abrir surcos y aporque)

X

Ganadería

X

Panadería

X

Carpintería

X

Repartidor de gas

Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

X

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2. Inicio laboral y motivaciones Desde pequeños Dentro de las familias rurales y campesinas, lo usual es que niños, niñas y adolescentes desde muy temprana edad ayuden en diversas actividades domésticas y productivas y que, a medida que van creciendo, se les deleguen mayores responsabilidades asumiendo progresivamente tareas física y mentalmente más complejas; sin embargo, en contextos de precariedad también se puede observar casos en los que los niños son sobrexigidos, con consecuencias negativas para su bienestar. Los niños, niñas y adolescentes que participaron de los talleres realizados en Ayacucho provienen de zonas rurales donde predomina la cultura andina. Como suele suceder en estos contextos, los niños nos cuentan que empezaron a trabajar bajo la enseñanza de un familiar cercano como sus padres y tíos. El ingreso al ámbito laboral no parece ser abrupto o traumático para ellos, por el contrario lo asumen con bastante naturalidad.

Taller participativo con niños de 12 a 17 años. Ayacucho (2014) Moderador: ¿tú recuerdas cómo empezaste ahí? Noé: sí. Moderador: ¿cómo fue? Noé: todavía no aprendía, poco a poco aprendí cosas qué hacer y cómo hacer. Moderador: ¿y fue difícil o no aprender? Noé: fácil. Entrevista a Delia, 16 años. Ayacucho (2015) Moderador: ¿quién te enseñó a hacerlo? Delia: mi papá y mi mamá, porque desde pequeños nosotros hemos visto, crecimos viendo lo que hacían nuestros padres y así hemos aprendido. En este sentido, pareciera que los niños, niñas y adolescentes encuentran que su inicio laboral fue adecuado, en la medida en que las tareas que les fueron asignadas serían “fáciles” y “no tan forzadas”.

Moderadora: ¿[Los 11 años] te parece una buena edad para empezar a trabajar? Delia, 16 años: sí, porque a la edad a la que empecé es un trabajo fácil y no es tan forzado. Entrevista, 2015.

El trabajo como conjunto de acciones Las actividades económicas involucran la realización de diversas tareas, desde las más simples hasta las más complejas. Cada una tiene un requerimiento específico de fuerza y dificultad. En este sentido, es necesario conocer qué acciones componen la actividad laboral en estudio para identificar cuáles de estas son asignadas a los niños y cuáles no. Por ejemplo, a pesar de que oficios como la carpintería pueden parecer inapropiados para los niños en la medida en que los pone en riesgo de sufrir accidentes, es necesario identificar y contextualizar qué actividades propias de este oficio son las que realizan los niños y si estás afectan o ponen en riesgo su integridad física o psicológica. Noé nos cuenta que las actividades que realiza en el taller de carpintería de su padre parecen ser adecuadas para ellos.

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Moderador: me ha dado curiosidad qué cosa has hecho en la carpintería. ¿Qué funciones cumples tú ayudando? Noé: cepillar y lijar, cosas fáciles. Noé, 12 años. Taller participativo, 2014. En el caso de la agricultura, las acciones que los niños, niñas y adolescentes suelen realizar son la siembra (la cual se divide en abrir surcos y echar las semillas), el aporque y la cosecha. Las niñas son quienes realizan las actividades que demandan un menor despliegue de fuerzas, como echar las semillas y cocinar, y los niños realizan las que demandan un mayor esfuerzo físico, como abrir surcos y el aporque. Por su parte, los padres también señalan que los niños, niñas y adolescentes no pueden realizar todas las actividades que se realizan en la chacra y solo les encargan tareas “pequeñas” que consideran adecuadas para su edad.

Percy: porque las damas y los niños que son menores todavía no pueden desenvolverse en temas de la chacra pues no se puede, no se puede todavía. Moderador 1: ¿por qué? ¿Es muy duro? Perci: Claro, claro las cosas, pequeñas sí, sí me ayudan mis hijos también, trabajamos entre todos. Grupo de diálogo con padres.

Motivos para trabajar La situación de precariedad de las familias, que se manifiesta en insuficientes recursos económicos familiares, condiciona a los niños a trabajar; sin embargo, esto no significa que los niños, niñas y adolescentes se sientan siempre “obligados” por las carencias económicas de sus familias. Los niños, niñas y adolescentes otorgan un significado particular a su trabajo y se sienten motivados a trabajar por distintas razones. Algunos niños, niñas y adolescentes señalan que trabajan porque es un deber que constituye parte de ser niño o niña, una responsabilidad más, como asistir a la escuela y hacer las tareas escolares.

Taller participativo con niños de 12 a 17 años. Ayacucho (2014) Aldo: yo, ¿gustar? No, no me gustan todos, mi gusto es otra cosa. A mí no me gustan los trabajos, o sea que las funciones que están ahí [en el papelógrafo] son parte de nuestra vida, es porque… a mí no me gusta trabajar, en serio, pero tengo que trabajar porque ya es parte de mi vida o de mi costumbre. Taller participativo con niñas de 11 a 15 años. Ayacucho (2015) Moderadora: ¿por qué trabajan? Niña: porque es un deber apoyar y satisfacer nuestras necesidades Incluso el no cumplir con lo que se espera de ellos como niños, niñas y adolescentes tendría consecuencias negativas en su imagen. Así lo manifiestan los adolescentes que participaron en la entrevista grupal:

Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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Entrevistadora: ¿les gusta lo que hacen? ¿Por qué? Niño: sí, porque de lo contrario la gente hablaría mal de nosotros: “ese niño no hace, es ocioso”. Entrevista grupal con adolescentes varones de 16 años. Ayacucho (2014). La mayor parte de niños, niñas y adolescentes mencionan estar motivados por la voluntad de ayudar a sus padres o familiares. Trabajan, ya sea en labores remuneradas o domésticas, porque son conscientes de que sus padres o familiares cercanos necesitan de su participación y deciden hacer su propia contribución.

Taller participativo con niñas de 11 a 15 años. Ayacucho (2015). Gina: ¿por qué creen que los dos es más importante? Niña 1: cuando trabajamos tenemos algo con que ayudarnos en la familia. Entrevista a Delia, 16 años. Ayacucho (2015) Entrevistadora: ¿alguien decidió que tenías que trabajar? Delia: no, yo cuando empecé a trabajar yo apoyaba a mis padres y después yo misma empecé a reunir y ganaba plata y con algo me quedaba y algo le daba a mi mamá. Muy relacionado con hacer un aporte a la familia se encuentra la automanutención; es decir, los niños, niñas y adolescentes trabajan para cubrir sus gastos de ropa y educación, como las cuotas mensuales o anuales que piden en la escuela, el dinero que gastan en fotocopias o útiles. Ambas motivaciones se encuentran relacionadas, porque en la mayoría de casos el mantenerse a uno mismo también es entendido como una ayuda a la familia, en la medida en que se reduce el gasto que ellos, como hijos, representarían para el presupuesto familiar. Sin embargo, el énfasis está puesto no en el aporte a la familia, sino en la necesidad que tienen los niños de tener cierta autonomía e independencia económica.

Entrevista grupal con adolescentes varones de 16 años. Ayacucho (2014) Entrevistador: ¿crees que es importante el apoyo que realizas? Niño: es importante, porque ya estamos grandes y tenemos que ayudar a nuestros padres y de lo que hacemos nosotros mismos consumimos, requerimos. Taller participativo con niñas de 11 a 15 años. Ayacucho (2015). Moderadora: ¿por qué es algo bueno para ustedes el trabajar? Niña 1: porque vivimos de nuestro esfuerzo, Dado que el principal gasto para los niños, niñas y adolescentes son los gastos escolares, resulta paradójico que el trabajo sea un elemento facilitador del estudio, pues en lugar de evitar que los niños vayan a la escuela, los testimonios más bien son evidencias de que son los ingresos del trabajo los que permiten a los niños costear sus útiles escolares y su transporte a la escuela cuando requieren tomar movilidad. Algunos niños, aunque en menor medida, señalan que trabajan porque les gusta, les divierte o lo hacen para distraerse.Todas estas motivaciones, resumidas como “disfrute”, se diferencian de los demás aspectos positivos del trabajo, pues el trabajo deja de ser un medio (ayudar a la familia, ganar dinero/mantenerse) y se convierte en un fin en sí mismo.

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Análisis de género. Niños, niñas y adolescentes trabajadores en las regiones de Cusco, Ica y Ayacucho


Taller participativo con niños de 12 a 17 años. Ayacucho (2014). Moderador: es la panadería de tus tíos. ¿Por qué motivo haces ese trabajo? Marco: por necesidad, porque me gusta a veces, me gusta. Moderador: ¿por qué te gusta? ¿Porque comes pan? Marco: por el olor. Entrevista a Delia, 16 años. Ayacucho (2015). Moderadora: ¿te gusta o no te gusta lo que haces? Delia: sí me gusta. Lo hago porque me gusta. Moderadora: ¿por qué te gusta? Delia: porque en vez de estar en la casa voy siquiera a tomar aire libre, cuando hago bordados sí voy al parque y hago con mis amigas. Plantear que los niños pueden llegar disfrutar de su trabajo puede resultar insólito en sociedades occidentales donde la imagen del niño es la de un ser dependiente y frágil; sin embargo, una aproximación de tipo cultural nos permite entender que no solo la imagen de la infancia es diferente en el mundo andino sino también la concepción del trabajo. Mientras que en sociedades occidentales el trabajo deviene en una obligación con fines netamente económicos, en sociedades no occidentales puede ser motivo de disfrute al entrelazarse con el juego y, en algunos casos, con la integración familiar y comunitaria. Los motivos por los cuales los niños, niñas y adolescentes trabajan dependen en cierta medida también del tipo de trabajo que realizan. Cuando se tratan de trabajos que se desarrollan en el ámbito familiar, el motivo suele ser el apoyo a la familia, ya que al no tener una remuneración por ese trabajo no les permite “mantenerse”. Por otro lado, los trabajos que realizan para terceros, que efectivamente tienen una remuneración, suelen ser los que los niños hacen motivados por ganar dinero y mantenerse.

Ámbito Actividades laborales

Familiar

Terceros

Actividades domésticas

X

Actividades agrícolas niñas (echar semillas)

X

Actividades agrícolas niños (abrir surcos y aporque)

X

X

Ganadería

X

X

Panadería Carpintería Repartidor de gas

Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

X X X

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3. Valoración del trabajo: preferencias, sus beneficios y perjuicios Ranking de trabajos Dentro de lo que llamamos “trabajo infantil”, agrupamos diversas actividades, algunas de ellas muy diferentes entre sí, así como niños de un rango de edad bastante amplio. Estas variables, entre otras, definirán la manera en que los niños, niñas y adolescentes perciben su propio trabajo, tanto en sus aspectos negativos como en los positivos. Por este motivo se pidió a niños, niñas y adolescentes que realicen un ranking clasificando la oferta laboral de la zona. Mejores trabajos Niños

Agricultura, ganadería/pastoreo, trabajo doméstico, panadería, recoger algodón

Niñas

Pastoreo, cocinar, cortar pasto, atender animales

Peores trabajos Recoger algodón Ganadería Agricultura Hacer leña

Las razones que dan los niños para colocar a la agricultura como mejor actividad, por un lado, aluden a la agricultura como la actividad que los sustente, ya sea económicamente o para el autoconsumo, y por otro, a que les gustan algunas actividades de la agricultura como la siembra. La ganadería ocupa el segundo lugar en este ranking. Los niños valoran positivamente esta actividad porque no demanda mucha fuerza, brinda ingresos económicos y los divierte. Por otro lado, los peores trabajos para los niños son recoger algodón, porque se lastiman con las espinas y porque es una actividad que se realiza bajo intenso calor. Este también es uno de los motivos por los cuales la ganadería puede ser valorada negativamente. Para las niñas, el pastoreo es el mejor trabajo debido a que es “fácil” o “no es muy trabajoso”, de la misma manera el cocinar sería el segundo mejor trabajo para las niñas por no requerir el despliegue de mucha fuerza. Los peores trabajos para las niñas son la agricultura y “hacer leña” ambos porque son “pesados”. Cabe resaltar que mientras para las niñas la agricultura resulta ser el peor trabajo, para los niños sería el mejor.

Niñas Gina: ¿agricultura el primer lugar? ¿Porque no les gusta? Niña: porque trabajan con pico y es pesado Gina: ¿ustedes no se dedicaban a echar la semilla? Niña: sí, pero eso es fácil. Niños Moderador: ¿Por qué consideran que la agricultura es el mejor trabajo de todos los que figuran aquí? Marco: porque la gente del pueblo vive de eso. Hugo: porque da alimentación. Marco y Hugo: porque es divertido sembrar.

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Las cosas malas Condiciones climatológicas Las condiciones climatológicas son importantes para los niños, niñas y adolescentes que desarrollan actividades laborales al aire libre. Este es el caso tanto de los niños más grandes como de los más pequeños. Las niñas de 11 a 14 años señalan como aspectos negativos el calor, el frío y las lluvias. Cabe señalar el caso de Marco Antonio (13 años), quien nos cuenta que una ocasión se agripó por su trabajo de lavado en pleno frío.

Moderador: ¿cuáles son las cosas malas o que no te gustan? Niño: el tiempo: calor, lluvia, granizos. Entrevista con adolescentes de 16 años. Ayacucho (2014). Las niñas del taller participativo de 11 a 15 años también señalan que cuando hace mucho sol el calor puede llegar a ser insoportable.

Moderadora: ¿cuántas han querido dejar de trabajar? Niñas: yo [6 niñas alzan la mano]. Moderadora: ¿por qué? Niña 1: porque no me acostumbro mucho… Niña 2: y a la vez allá hay mucha lluvia y en el barro te ensucias y a veces lavar la ropa… no seca. Niña 3: hace mucho frio Niña 4: cuando hace calor es terrorífico Taller participativo con niñas de 11 a 15 años. Ayacucho (2015). Adicionalmente, cabe precisar que en el mes de agosto de 2015 se presentó un tiempo de intenso frío, heladas y lluvias, que afectó a cientos de viviendas, carreteras, cultivos y animales, especialmente en las zonas rurales, donde las nevadas causaron estragos16. Cabe resaltar que el hecho de que los niños, niñas y adolescentes encuentren aspectos negativos en su trabajo no quiere decir que no encuentren en ellos aspectos positivos. Así, las niñas mencionan que, a pesar de estas condiciones, les gusta el trabajo que realizan.

Moderador: ¿no les gusta pero lo hacen por obligación? Niña: o sea que sí nos gusta pero a veces es cansado. Entrevista con adolescentes de 16 años. Ayacucho (2014). Cansancio y aburrimiento El cansancio puede deberse tanto a la realización de una actividad por un tiempo “prolongado”, las condiciones climáticas desfavorables bajo las que se realiza dicha actividad o la realización de una actividad que, de por sí, requiere que los niños, niñas y adolescentes desplieguen un esfuerzo (sobre todo) físico considerable.

(16) Flores E. (2015, 14 de agosto). Huamanga soportó 18 horas de lluvias. Diario Correo. Recuperado el 18 de diciembre de http://diariocorreo.pe/edicion/ayacucho/ huamanga-soporto-18-horas-de-lluvias-609967/

Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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Moderador: cuándo trabajas para otros en agricultura, ¿qué haces? Marco Antonio: en agricultura desarrollo la siembra de hortalizas como col, apio, zanahorias. Moderador: ¿te parece fácil o difícil el trabajo? Marco Antonio: en algunos casos es fácil y en algunos casos es difícil. Moderador: ¿por qué? Marco Antonio: porque, por ejemplo, en agricultura sembrar para mí es algo difícil, porque no me gusta, porque me canso más rápido. Entrevista a niño de 14 años. Ayacucho (2015). Recordemos que las niñas manifestaban que en las chacras los niños, como Marco, son aquellos que realizan las tareas que demandan más esfuerzo físico, como abrir surcos o el aporque, por tanto el cansancio de los niños se encuentra más asociado al tipo de actividad que hacen, mientras que el de las niñas a las condiciones climatológicas en que lo realizan. En el caso de las niñas, nos cuentan que les resulta agotador realizar las labores domésticas. El pastoreo es también identificado como una actividad que las cansa.

Moderadora: les gusta ayudar en casa o más o menos. Niña: más o menos. Moderadora: ¿por qué? Niña 2: es aburrido Moderadora: ¿se cansan lavando ropa? Niña 2: sí. Taller con niñas de 11 a 16 años, 2014 Por otra parte, el aburrimiento también puede ser un aspecto negativo del trabajo: en el caso de las niñas de Ayacucho el cocinar mañana, tarde y noche todos los días les resulta tedioso, por lo cual los fines de semana, en lugar de preparar almuerzo, se alimentan con frutas o una comida ligera que no suponga cocinar.

Moderadora: ¿a qué hora almuerzan? Niña 1: ya no almuerzo los sábados yo. Niña 2: yo también. Niña: vivo con fruta nomás Niña 3: yo los domingos no almuerzo, pura fruta. Moderadora: ¿y por qué no almuerzan? Niña 1: es que también da flojera de cocinar ya, todos los días la misma cosa. Taller con niñas de 11 a 15 años. Ayacucho (2015). Peligro en el trabajo Los niños y adolescentes que se dedican a trabajar en el campo identifican ciertos riesgos en las actividades que realizan. Por ejemplo, en la ganadería, más precisamente en el pastoreo de animales, señalan que pueden ser agredidos por sus propios animales y animales silvestres, mientras que en otros trabajos como la carpintería pueden cortarse mientras trabajan.

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Moderador: en los trabajos que hacen, ya sean estos o del pastoreo, agricultura, yo no sé, ¿hay algo que pueda ser peligroso? ¿Alguna vez se han accidentado ustedes o algún compañero? José: sí. Noé y José: puma. Moderador: cuando estaban en el pastoreo. Aldo: las vacas te pueden patear tanto, cornean también. Moderador: ¿cómo se defienden de los zorros? Noé: perros. José: con perros. Aldo: con honda, huaraca... natural, cóndor. Moderador: ¿y en la carpintería, Noé? Noé: puedes cortarte. Aldo: claro. Moderador: ¿te has cortado alguna vez? Noé: sí. Taller participativo con niños de 12 a 17 años. Ayacucho (2014). En la entrevista grupal realizada a los adolescentes de 16 años también se identificaron las lesiones físicas como parte del peligro a los que están expuestos al trabajar en el campo. No obstante, no perciben el trabajo que realizan “tan peligroso”, porque están acostumbrados a ello.

Moderador: ¿alguna vez se han enfermado o lastimado cuando estaban trabajando? ¿Qué pasó? Entrevistado 1: sí, cuando cortaba pasto para las vacas, me he cortado la mano (con la hoz). Entrevistado 2: sí, las manos se te hinchan, rajan, cuando agarras mucho el pico o la pala. Moderador: ¿crees que la labor que realizas es peligrosa o no tanto? Entrevistado 1: no tanto; porque nosotros estamos acostumbrados. Entrevista grupal con adolescentes varones de 16 años. Ayacucho (2014). Por otro lado, algunos niños, niñas y adolescentes indicaron que en ocasiones se han enfermado o podrían enfermarse realizando sus actividades laborales. Mayormente su exposición a las duras condiciones climatológicas sería el principal desencadenador.

Entrevista a niña. Ayacucho (2015). Moderadora: ¿alguna vez te has enfermado y has lastimado trabajando? Niña: no. Moderadora: ¿nunca te has enfermado? Niña: me he enfermado con gripe nada más. Cuando he reunido leche en plena lluvia, me he mojado en la lluvia y por eso me he enfermado por el frío. Primero me acerqué al puesto de salud y me dieron pastillas para tomar y con eso me he sanado.

Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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Entrevista a niño de 14 años. Ayacucho (2015). Moderador: dime cómo te sientes ahí. ¿Un poco seguro o no tanto? Marco Antonio (14 años): no tanto, porque puedo afrontar diversos peligros como en el trabajo de agricultura, que puede dañar mi sistema respiratorio por el polvo, y también en la ganadería por ejemplo, cuando yo voy a un lugar donde hay mucha lluvia puede mojarme la lluvia, o tal vez, donde cae un rayo, puedo sentarme y puedo morir, ningún trabajo es seguro. Cabe señalar que en el taller realizado con las niñas de 11 a 14 años del distrito de Chuschi no han identificado peligro o riesgo asociados a su trabajo en el campo, ya que lo suelen desarrollar en el entorno familiar.

Obligación El trabajo como obligación también es visto como algo negativo por los niños, niñas y adolescentes. La mayoría de niños no tienen problemas en cumplir con sus responsabilidades laborales; sin embargo, estas son sus opiniones cuando el trabajo es sujeto a obligación:

Entrevista a niño de 14 años. Ayacucho (2015). Moderador: ¿cuáles son las cosas malas que no te gustan del trabajo? Marco Antonio (14 años): las cosas malas del trabajo son que cuando algunas personas te obligan a trabajar en lo que no puedes hacer y eso estaría mal para mí. Taller con niñas de 11 a 15 años. Ayacucho (2015). Moderadora: ¿otra cosa mala de ser una niña que trabaja, cuál es? Niña: cuando es forzoso. Moderadora: según las prioridades, ¿qué es aquello que lo que las hace sentir tristes? Niña: cuando el trabajo es forzado y se meten al trabajo y tienen que dejar sus estudios. Como muestran los testimonios, los niños, niñas y adolescentes no parecen haberse visto en la situación de ser forzados a trabajar y, aunque lamentan estas situaciones, las consideran ajenas a ellos. Sin embargo, las niñas señalan que quisieran dejar de trabajar en la chacra, pero no pueden hacerlo porque viven de lo que producen. Sus padres no tienen que obligarlos en la medida en que ellos mismos tienen interiorizada dicha obligación como propia.

Moderadora: ¿y pudieron? ¿Intentaron de dejar de trabajar en la chacra? Niña: sí quisimos pero no hemos intentado porque nosotros vivimos de la agricultura. Niñas de 11 a 15 años. Ayacucho (2015). A continuación se presenta un cuadro que resume los aspectos negativos del trabajo según la ocupación que desempeñan los niños, niñas y adolescentes:

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Aspectos negativos

Calor

Frio

Agricultura (echar semillas)

X

X

Agricultura (abrir surcos, aporque)

X

X

Pastoreo de animales

X

Ordeñar

Agotamiento Aburrimiento Enfermedades

Ensuciarse X

X

X

X

X

X

X

Cortar pasto

X

Trabajo doméstico (interior)

X

Trabajo doméstico (exterior - lavar) Recoger algodón

lesiones

X X

Carpintería

X

X X

X

X

X

Que los niños, niñas y adolescentes identifiquen diversos efectos negativos de su trabajo no es suficiente para aseverar que el trabajo es bueno o malo para ellos (o que lo será en cualquier circunstancia). Habrá aspectos cuya peligrosidad/nocividad es intrínseca a la acción que realiza, y habrá otros cuya nocividad puede mitigarse, pues responden más a condiciones de trabajo que alguna propiedad negativa de la acción que se realiza. A continuación presentamos un cuadro que organiza los efectos negativos del trabajo identificados por los niños y las niñas, según la factibilidad de su mitigación. Esta información debe validarse y detallarse a través de estudios de caso y observación participante en el lugar de trabajo.

Factibilidad de mitigación

Efecto negativo

Medida de mitigación

Efectos negativos mitigables

Cansancio por prolongación de jornada laboral

Reducir jornada laboral

Condiciones climáticas (calor, frío y lluvias)

Dotar a los niños, niñas y adolescentes trabajadores de equipos de protección.

Peligro de accidentes producidos Hacer un diagnóstico sobre la seguridad en los por condiciones de trabajo diversos espacios de trabajo. Efectos negativos parcialmente mitigables

Peligros a la salud producidos por el espacio de trabajo

Dotar a los niños, niñas y adolescentes trabajadores de equipos de protección. Reducción de las horas trabajo, al exponerse a condiciones climatológicas intensas (frío, calor y lluvias).

Peligros de accidentes propios de una tarea dentro de una actividad.

Los niños no deben realizar dichas tareas (por ejemplo: cortar pasto)

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Como se muestra, algunos efectos negativos son mitigables en la medida en que se puedan eliminar totalmente; otros son parcialmente mitigables en la medida en que se pueda reducir el efecto negativo, mas no eliminarlo del todo.

Las cosas buenas17 Orgullo Los adolescentes varones indican sentirse orgullosos de la ayuda que brindan a sus padres. Se observa que los participantes se sienten bien hablando del trabajo reflejando una alta autoestimado. Parecen dispuestos asumir nuevas responsabilidades y a afrontar nuevos retos con entusiasmo.

Moderador: ¿les gusta lo que hacen? ¿Por qué? Entrevistado: sí, porque de lo contrario la gente hablaría mal de nosotros “ese niño no hace, es ocioso”. Moderador: ¿cuáles son las cosas buenas qué te gustan? Entrevistado: aprendo las cosas que no puedo, porque nuestros padres deben estar cansados de hacer lo mismo, y cuando lo hacemos, nuestros padres se sienten orgullosos: “mi hijo ya está aprendiendo” y nosotros nos sentimos mejor. Entrevista con adolescentes varones 16 años. Ayacucho (2014). El orgullo tiene su contracara en que los niños consideren que la inactividad es negativa, por lo cual se señala que el trabajo que realizan es un bien que se está generando para ellos mismos y para la sociedad De esta manera, los niños rompen con los paradigmas existentes sobre la infancia, en los que las responsabilidades de los niños se limitan a estudiar y jugar.

Moderador: ¿alguien decidió que tenías que trabajar? Marco Antonio: no, fue por mi propia cuenta. Moderador: ¿por qué fue por tu propia cuenta? Marco Antonio: porque a mí me gusta el trabajo no me gusta estar en lugares donde no hay nada que hacer. Moderador: ¿te aburres? Marco Antonio: sí. Entrevista a niño de 14 años. Ayacucho (2015). Aprendizaje Un aspecto que los niños valoran del trabajo es aprender de sus padres, porque lo asociación con lograr un mayor desarrollo personal.También señalan que el trabajo es fuente de otros conocimientos, como por ejemplo conocer otros entornos sociales.

Entrevista con adolescentes varones, 16 años. Ayacucho (2014). Moderador: ¿la labor que realizas es buena o mala para ti? ¿Por qué? Entrevistado: es buena; porque con eso nos desarrollamos, trabajando y aprendes lo que hacen tus padres, porque haciendo aprendes.

(17) El “apoyo a la familia”, el “mantenerse” y el “disfrute” se desarrollaron en motivaciones para trabajar, ya que estos fueron los dos motivos para trabajar que los niños, niñas y adolescentes mencionaron con más frecuencia y que a la vez son aspectos positivos del trabajo para ellos.

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El aprendizaje no tiene que circunscribirse a oficios. Los niños señalan que el trabajo les permite conocer otros entornos sociales y las niñas adolescentes de Chuschi afirman que realizar las tareas domésticas les permitirán aprender a ser limpias, es decir a mejor su higiene, lo que va resultar beneficioso para su salud.

Moderadora: ¿es bueno o malo ayudar a pastear, barrer o cocinar? Niña: es bueno. Moderadora: ¿por qué? Niña: porque aprendes a ser limpio. Taller participativo con niñas de 11 a 15 años. Ayacucho (2015). Asimismo, como se verá en la siguiente sección, los niños, niñas y adolescentes perciben que con la realización de algunas ocupaciones pueden desarrollar o reforzar habilidades matemáticas.

Moderador: ¿por qué motivo trabajas? Marco Antonio: yo en mi caso trabajo por mi cuenta y me gusta trabajar porque a través del trabajo me desenvuelvo en la sociedad y ya tengo experiencia en el trabajo como son los trabajos en el campo en otros sitios. Entrevista a niño de 14 años. Ayacucho (2015).

4. Escuela, trabajo y perspectivas a futuro En esta sección se recoge la manera en que los niños, niñas y adolescentes transitan entre el ámbito laboral y escolar, poniendo énfasis en las contradicciones, pero también en las complementariedades que encuentran en su día a día al desempeñarse como niños, niñas y adolescentes trabajadores y como estudiantes

Efectos negativos del trabajo en la escuela Las niñas mostraron estar de acuerdo cuando una de ellas señala que no trabajan o ayudan tanto como para que el trabajo interfiera con la escuela; sin embargo, reflexionan sobre las dificultades que tienen que pasar los niños, niñas y adolescentes que tienen que trabajar y estudiar al mismo tiempo, cosa que según ellas no hacen.

Moderadora: ¿cuáles son las cosas malas de ser una niña que trabaja? Niña: cuando tal vez estoy estudiando y por venirme y estar trabajando ya no quería estudiar. Moderadora: ¿a veces tienen que dejar de estudiar por estar trabajando? Niña 2: cuando es forzado lo dejan el estudio pero cuando es digno no. Taller participativo con niñas de 11 a 15 años. Ayacucho (2015). Otro efecto negativo que suele ser más común, y que los niños no identifican como tal, es la tardanza escolar. Debido a las actividades que deben realizar por las mañanas es usual que los niños no lleguen de manera puntual a la escuela.

Entrevistador: ¿en tu escuela dan facilidades a los niños que estudian y trabajan? Niño: sí, claro hay algunas facilidades; por ejemplo, si soy un niño trabajador me dan un tiempo para ingresar al colegio por ejemplo si la entrada es a las 8:30 me dan un promedio de 5 minutos puedo entrar a las 8.35 o a las 8:40 como máximo Entrevista a niño. Ayacucho (2015). Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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Efectos positivos del trabajo en la escuela Uno de los efectos positivos del trabajo en la escuela es que el primero se constituye como sustento económico del segundo. Con el dinero que ganan los niños y las niñas trabajando, financian gastos generados por la escuela, de manera que alivian a sus padres de una carga económica que, por sus bajos ingresos económicos, les es difícil o imposible asumir.

Taller participativo con niños de 12 a 17 años, Ayacucho (2014). Moderador: y ¿el trabajo también te gusta? José: es un apoyo escolar para mis gastos escolares. Moderador: ¿como qué gastos escolares? José: por ejemplo, cuando se termine mi cuaderno cuando tengo plata puedo comprar, sacar fotocopias, lapiceros, lápiz. Taller participativo con niñas de 11 a 15 años, Ayacucho (2015). Moderador: ¿creen que el trabajo te ayuda en algo con la escuela? Niñas: sí. Moderador: ¿en qué los ayuda? Ya me decían que era comprando útiles. ¿En qué otras cosas más? Niña: para poner los aportes para el aula Niña: hay viajes para juegos y actividades y aportamos. Niña: día de la juventud… Resulta paradójico que una de las finalidades y cosas buenas del trabajo infantil sea el facilitar que los niños y las niñas estudien, dado que quienes abogan por la abolición del trabajo infantil tienen como uno de sus principales argumentos que el trabajo impide la escolarización, y a la vez, ven en la escolarización una manera de combatir el trabajo infantil. Más allá del aporte económico, algunos niños también valoran otras contribuciones del trabajo a la escuela, lo cual parece ser posible sobre todo si la escuela implementa iniciativas que apunten a incorporar los saberes locales en el proceso de aprendizaje de los estudiantes. Por ejemplo, uno de los niños nos cuenta que en su escuela se está implementado un proyecto de agricultura, lo cual le permite desplegar dentro de la escuela los conocimientos adquiridos en el trabajo. Moderador: ¿qué cosas aprendes en el trabajo que sean útiles en la escuela? Niño: los trabajos que me han servido, los inculco en la escuela. Es la agricultura por ejemplo, en mi escuela se están implementando los “TINIS”; por ejemplo, alguien necesita que chanque el suelo y necesita que saque la tierra, entonces el trabajo de la agricultura es con pico y luego ahí lo inculcamos en nuestro colegio. Entrevista a niño. Ayacucho (2015).

Efectos positivos de la escuela en el trabajo No con mucha frecuencia los niños, niñas y adolescentes encuentran aspectos de la escuela que puedan ayudarlos en el ámbito laboral, debido a que no en muchas escuelas se brinda una educación que tome en cuenta y valore el trabajo de los niños, niñas y adolescentes. En el caso particular del testimonio del niño entrevistado, encuentra que las matemáticas que aprende en la escuela pueden serle útiles para la compra y venta de bienes así como para administrar los negocios familiares. Moderador: ¿qué cosas aprendes en la escuela que sean útiles en el trabajo? Niño: yo por ejemplo he aprendido a mejor el metro del terreno y en cuánto puedo vender, a medida del terreno. Por ejemplo, si vendo una vaca cuánto de producción tengo. Cuánto he invertido en eso y cuánto gano. Entrevista a niño. Ayacucho (2015).

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Importancia y valoración del trabajo y la escuela La mayoría de niños, niñas y adolescentes considera que la escuela es más importante que el trabajo; sin embargo, ambos reconocen que tanto trabajo como escuela tienen gran importancia en sus vidas. Por una parte, la escuela es la que les permitirá ser profesionales y mejorar sus ingresos y por ende sus condiciones de vida; por otro lado, el trabajo es una fuente de ingresos que les permite ayudar a sus familias.

Taller participativo con niños de 12 a 17 años. Ayacucho (2014). Moderador: bueno, primero veamos por qué estudiar es la más importante o una de las más importantes. Noé: para ser profesionales. Aldo: para alcanzar el máximo desarrollo. Yuri: para la economía. Niño: para realizar nuestros objetivos que tenemos. Moderador: y el trabajo, ¿por qué es importante? Noé: para apoyarnos. Samuel: sostener económicamente. Entrevista adolescente mujer de 16 años. Ayacucho (2015) Gina: ¿la escuela es más importante que el trabajo? Niña 1: la escuela. Niña 2: los dos, porque cuando no trabajas no tienes nada. Niña 3: cuando estudias tienes algo.

Importancia y valoración de la escuela Ambos grupos, niños, niñas y adolescentes, valoran los aprendizajes que obtienen en la escuela, no solo desde una visión estratégica como paso previo para acceder a la profesionalización, sino que también rescatan los aprendizajes por sí mismos, así como otros de tipo moral y social.

Entrevista a niño, 14 años. Ayacucho (2015). Moderador: ¿la escuela es importante para ti? Niño: es más importante, porque es un lugar donde te educan. Sabes siquiera sumar, restar, multiplicar, dividir, crear resoluciones, crear cuentos, poesías, saber tu historia. Incluso otras cosas, ¿no? Es más que nada un espacio de interrelación con otras personas. Taller participativo con niñas de 11 a 15 años (2015). Moderadora: ¿cuáles son las cosas buenas de ser una estudiante, de ser una niña que estudia? Niña: cuando vamos al colegio aprendemos. Moderadora: ¿otra cosa más? Niña 1: a ser responsable. Niña 2: aprendemos sobre deberes y derechos. Niña 3: mejorar nuestra autoestima. Niña: el bien común. Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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Niña: aprenden a expresarse frente a las compañeras. Niña: aprenden más de la vida en la escuela. Niña: aprenden de la globalización. Pero la importancia de la escuela para ellos no radica solo en que sea un espacio de aprendizaje o un medio para la profesionalización: también puede influir que es un espacio donde pueden divertirse y dejar a un lado los problemas que pueden tener en casa, en el trabajo o en otros ámbitos de su vida.

Moderador: ¿por qué te gusta estudiar más? Marco: ahí te diviertes más o menos, dejas de pensar en otras cosas que… problemas que puedes tener. Taller participativo con niños de 12 a 17 años. Ayacucho (2014). La mayor parte de los niños coincidió en que no había aspectos negativos en la escuela; uno de los niños entrevistados remarcó que no se encuentra de acuerdo con la alta rotación del personal docente.

Entrevistador: ¿cuáles son las cosas malas de la escuela? Marco Antonio (14 años): lo que no me gusta es que los profesores, aunque están nombrados, tienen que salir y perjudica la educación de los niños, por ejemplo como ocurrió en mi colegio […] un profesor renuncia, luego viene otro profesor y luego el que renunció vuelve otra vez y no sabe qué temas hemos avanzado. Entrevista a Marco Antonio. Ayacucho (2015). Más adelante el mismo niño mencionó que dejó la escuela por un año por algunos problemas que tuvo en la escuela y con la enseñanza; si bien puede que no sea común, es necesario tomar nota de que hay otros factores, diferentes del trabajo, que influyen en la deserción escolar.

Moderador: ¿has dejado de estudiar? Marco Antonio (14 años): sí, un año he dejado de estudiar. Moderador: ¿por qué dejaste? Marco Antonio (14 años): porque tenía problemas en mi escuela y el profesor además no me gustaba y lo que enseñaba… Entrevista a Marco Antonio. Ayacucho (2015). Por su parte las niñas señalan que lo malo de la escuela es que a veces sus compañeros hacen mucha bulla o las distraen y no les permiten prestar atención; asimismo, señalan que en ocasiones no entienden lo que explican los profesores.

Importancia y valoración del trabajo En cuanto al trabajo, si bien es considerado como una actividad menos importante que la escuela, aun así es importante para los niños, niñas y adolescentes. Su importancia radica, principalmente, en que, gracias a su trabajo, pueden ayudar económicamente a sus familias y solventar los costos de la escuela.

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Moderador: ¿el trabajo también te gusta? José: es un apoyo para mis gastos escolares […] por ejemplo cuando termino mi cuaderno, cuando tengo plata voy a comprar, saco fotocopias, lapiceros, lápiz. Taller participativo con niños de 12 a 17 años. Ayacucho (2014). Por otro lado, valoran la importancia aprendizaje que obtienen del trabajo, el cual les permitiría aprenden los oficios que les permitirán mantenerse en el futuro.

Moderadora: si a tu familia le fuera mejor en la economía, ¿preferirían dejar el trabajo y dedicarse más a la escuela o preferirían seguir trabajando? Niña 1: trabajando y estudiando. Niña 2: ajá, porque cuando dejan de trabajar no sabes trabajar y con el trabajo en el futuro nos mantendríamos. Taller participativo con niñas de 11 a 15 años. Ayacucho (2015).

¿Estudiar o trabajar? Cuando a los niños, niñas y adolescentes se les plantea un escenario hipotético en el cual sus familias tienen una mejor situación económica, por lo cual pueden elegir dejar de trabajar y ser solo estudiantes, ambos grupos señalan que prefieren continuar estudiando y trabajando ya que, como hemos visto, ambas actividades les parecen importantes. Además, parecen no tener problemas para combinar trabajo y escuela.

Entrevista con Marco Antonio. 14 años. Ayacucho (2015). Moderador: ¿es fácil o difícil combinar trabajo y escuela? Niño: en mi caso sí, porque yo estudio con un horario adecuado y trabajo también con un horario adecuado, desde las 10 hasta las 5 y desde las 5 tengo mi descanso […] si es de lunes a viernes yo descanso a las 2 de la tarde y a las 3 voy a trabajar hasta las 5 y a las 5 tengo un espacio… cualquier cosa puedo hacer hasta cualquier hora. Taller participativo con niñas de 11 a 15 años. Ayacucho (2015). Moderadora: ¿ustedes sientes que se les cruza cuando tienen que trabajar o ayudar con hacer las tareas? Niña: eso pasa cuando no tienes horario. Moderadora: ¿ustedes sí se organizan? Niña: sí. En este contexto, el trabajo no es una actividad que entre en contradicción con la escuela, sino más bien que la sustenta y que, al igual que la escuela, los prepara para el futuro. Asimismo, algunos niños fueron capaces de encontrar otro tipo de complementariedades que potencian los beneficios de la escuela y el trabajo para ellos, las cuales serían mayores si el gobierno peruano desplegara más esfuerzos por adecuar la curricular de la educación primaria y secundaria al contexto cultural de los alumnos. Cabe volver a precisar que la muestra no pretende ser representativa de la situación escolar y laboral de los niños del distrito de Chuschis, ya que esta no fue escogida aleatoriamente; todo lo contrario, se puede presumir que la situación de los niños, niñas y adolescentes que participaron del taller es mejor que la de otros niños que no cuentan con el soporte de una organización como MANTHOC, que promueve el respeto de los derechos de

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la infancia. Así, de acuerdo con el INEI, el porcentaje de niñas que termina la secundaria es inferior en 9 puntos porcentuales (41,3) respecto del alcanzado por los niños (50,2), a pesar de que el porcentaje de niñas que terminan la primaria sea superior en 2,5 puntos porcentuales al que alcanzan los varones.

Perspectivas a futuro Dentro del plan de vida de las niñas y niños, la mayoría o todos contemplan seguir estudios superiores, ya sean técnicos o universitarios y ser profesionales. En Ayacucho se tuvo la oportunidad de conversar con niños mayores, quienes se encontraban culminando sus estudios secundarios o ya los habían culminado. Como se vio en la segunda sección, que aborda la distribución del tiempo, estos adolescentes, mujeres y hombres, se encontraban ya preparándose para ingresar a la universidad o a institutos técnicos en academias de Huamanga, lo cual nos da una idea de la factibilidad de concretar sus planes de profesionalización.

Moderadora: ¿qué harán después? ¿Les gustaría hacer otro trabajo en el futuro? Niñas: prepararse [todas]. Niña1: estar en la universidad, es mi sueño [risas]. Niña 1: Estudiar en la CEPRE, ingresar a la universidad y tener una buena profesión. Taller participativo con niñas de 11 a 15 años. Ayacucho (2015). Las niñas señalan que quisieran dedicarse a ser abogadas, contadoras, enfermeras o ingenieras de sistemas, mientras que los niños señalas que quieren ser ingenieros de minas, agrónomos o estudiar administración. Los niños (varones) no son ajenos a los costos económicos y al esfuerzo académico que requieren para ingresar y permanecer en las universidades e institutos de educación superior. En este sentido, los niños, niñas y adolescentes señalan que para lograr sus objetivos en el plano académico tendrán que estudiar mucho, y en el plano económico, el trabajo sigue siendo su principal herramienta para solventar los costos de su educación, esta vez superior. Lo que motiva las ansias de profesionalización de los niños, niñas y adolescentes es, precisamente, sus ansias de mejorar la situación actual propia y las de sus familias

Entrevista a niña de 16 años. Ayacucho (2015). Moderador: ¿piensas que vas a seguir trabajando en lo mismo de ahora? Niña: no, porque pienso diferente, porque con esa profesión que voy a tener o cargo, voy a trabajar diferente y no estar en la lluvia, etc. Voy a estar en un lugar diferente del lugar en el que vivo ahora. Taller participativo con niños de 12 a 17 años. Ayacucho (2014). Moderador: ¿por cuánto tiempo más piensan seguir haciendo lo que hacen? ¿Hasta cuándo? José: hasta terminar el estudio. Moderador: hasta terminar el colegio. Noé: hasta alcanzar nuestra meta. Moderador: ¿cuál es tu meta? Noé: ser profesional. Parte de la seguridad que tienen estos niños, niñas y adolescentes sobre la factibilidad de su futura profesionalización se la otorga su entorno familiar, quienes, según relatan, los motivan a que sigan dicho camino para que así puedan mejorar su calidad de vida

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Entrevista a niño de 16 años. Ayacucho (2015). Entrevistador: ¿qué crees que tu familia quiera que hagas cuando seas grande? Niña: mis padres, mis tíos, quieren que siga estudiando y que progrese, “no seas como nosotros”, me dicen mis primos, quieren que para el futuro sea algo mejor. Entrevista a niña de 16 años. Ayacucho (2015). Moderadora: ¿quiénes crees que son más importantes en tu familia? Niña: para mí son mi hermana, mi mamá y mi papá, porque con el apoyo de mi papá y de mi mamá estoy estudiando, y seguiré estudiando. El hecho de que las niñas quieran y estén estudiando para ser profesionales rompe, de hecho, con el rol que han asumido las mujeres dentro de su comunidad, pues en la mayoría de casos sus madres no lo son; sin embargo, su convicción de profesionalizarse no impide que en sus planes futuros esté tener un esposo e hijos y formar una familia.

Moderador: ¿qué otras cosas les gustaría hacer en el futuro? Niña 1: tener una familia. Niña 2: ser una buena madre. Niña 3: tener un buen esposo […] que tenga valores, como yo. Taller participativo con niñas de 11 a 15 años (2015).

5. Red social Ranking de importancia A través de la actividad “Quién es importante para mí” se recogió información sobre quiénes son las personas más importantes en la vida de los niños, niñas y adolescentes. Si bien la valoración de cada niño suele ser particular, dependiendo de cómo esté conformada su estructura familiar, sí es posible identificar algunas tendencias en sus argumentos.

Niños de 12 a 17 años

Niñas18

Nos apoyan.

Están a nuestro lado.

Sin los padres no existimos.

Nos aconsejan. Desean los mejor para nosotros.

Papa y mamá

Les cuentan sus problemas.

1

Acuden a ellos cuando se sienten tristes. Los apoyan para estudiar y los apoyarán para seguir estudiando. Hermanos/as mayores

Guían a los menores. Apoyo económico (pasajes).

A quien le cuenta sus secretos. Ejemplo a seguir.

(18) En el caso de las niñas, la información consignada proviene de la entrevista individual y el taller realizado en 2014, ya que el audio del desarrollo de esta actividad en los talleres de 2015 fue extraviado.

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Niños de 12 a 17 años Hermanos/as menores Tíos 1 Abuelos/abuelas

Dan alegría. Juegan. Los cuidan. Apoyo en economía/propina. Sin ellos nosotros no X19 existimos. Nos apoyan (tejiendo, dinero). Los apoyamos (en su chacra). Nos orientan (experiencia). X

Primos/as Profesores

Te enseñan las tareas (después de clase). Nos corrigen las falencias que tenemos.

Amigos/as

Los buscan cuando tienen problemas.

2

3

Animales

Niñas18

Les cuentan sus problemas. Acuden a ellas cuando se sienten tristes. X

Como es evidente, los progenitores son las personas más importantes en la vida de los niños de todas las edades. Reconocen en ellos a las personas que les dieron la vida y los apoyan, están a su lado y desean lo mejor para ellos. Los hermanos mayores serían quienes los guían, dan el ejemplo e incluso les pueden dar cierto apoyo económico, mientras que los menores son aquellos con quienes juegan y les dan alegría.

Taller con niños de 12 a 17 años Como tengo dos hermanos en la universidad, me dicen: ¿cómo te vas a quedar? El año pasado terminé mis estudios y me han dicho para estudiar y estaba estudiando una carrera técnica, pero me he venido acá porque mi papá allá está trabajando y a mi mamá no hay nadie que ayude, mis hermanitos están estudiando y no se puede con vaca y chacra, no puede hacer mi mamá. Mi hermano me llamó y […] quiere decir que tu hermano ya te apoya, te empuja hacia adelante, y ahora mi hermano me ha hecho matricular en una academia. Entrevista con adolescente ¿Quiénes crees que son más importantes en tu familia? Para mí es mi hermana mi mamá y mi papá, porque con el apoyo de mi papa y de mi mamá estoy estudiando, y seguiré estudiando. También mencionan que los abuelos son importantes porque los orientan según su experiencia, los apoyan en algunas labores o económicamente y ellos también apoyan a sus abuelos trabajando en sus chacras. Por su parte, los tíos son importantes para los niños porque les dan propina, los profesores son quienes los ayudan con sus tareas y falencias y los amigos en quienes confían. Al respecto, cabe destacar que los niños no optarían por buscar a sus padres o madres cuando tienen problemas, ya que temen la reacción que puedan tener: en su lugar buscarían consejo en sus amigos. Entre las niñas hay quienes prefieren buscar a sus madres y las que buscan a sus amigas.

(19) Se coloca una x cuando los niños o niñas identificaron a una persona como importante, mas no mencionaron el motivo de su importancia.

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Moderador: ¿a quiénes buscan cuando tienen un problema: a ellos o a otras personas? José: amigos. Aldo: amigos. Moderador: más que nada a amigos. Samuel: en los papás no se puede confiar. Moderador: ¿en mamá no se puede confiar? Aldo: o sea que, hasta ahorita, todos los chicos tienen miedo para ir a decirle, es que a veces le temes a mamá enojarse, te gritan, ellos pasaron esa vida, tienen esa costumbre todavía. Niños de 12 a 17 años.

Deterioro en red social Ninguno de los niños reportó que sus padres los castigasen físicamente; fueron más comunes los comentarios haciendo referencias a las buenas relaciones que tienen con sus familias.

Entrevista con niño Entrevistador: ¿cómo calificarías la situación actual de tu familia: buena, mala más o menos? Niño: mi familia actual estaría buena porque vivimos en un ambiente feliz, estamos felices y todos estamos bien, y cuando alguien falta o alguien se ausenta de mi casa están un poco tristes que falta algo o algo así a alguien le faltaría algo, Entrevista con niña Moderadora: ¿cómo están ellos? [dibujo] Niña: están contentos, porque mi mamá se siente feliz porque mis hermanas las dos están estudiando; yo también sigo mis estudios y mi hermanito igual. Moderadora: ¿cómo te tratan ellos? Niña: mi mamá y mi papá me tratan bien, mis hermanos también, me llevo bien con ellos. Para abordar el tema del castigo y la violencia doméstica se propuso a los niños que nos dijeran el desenlace de dos situaciones: una en la cual unos niños, niñas y adolescentes no cumplieron con las responsabilidades domésticas asignadas por sus padres y otra en la que un padre llega alcoholizado a su casa. Es así como los niños, niñas y adolescentes supusieron que continuarían las historias:

Taller con niños de 12 a 17 años. Niño 1: el sí escuchó a la mama porque después se fue a jugar y se olvidó y no pudo hacerlo. La mamá debería reaccionar contra Pedro pegándole drásticamente. Taller con niños de 12 a 17 años. Marco: a mí me paso una vez porque mi mama me dijo que fuera a comprar y yo no lo hice, pero mi mamá me habló diciendo que debería cumplir y me incentivaba más a

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cumplir, y para la próxima ya era más puntual. En ese caso creo que a los niños no se les pegaría ni hacerles daño, porque con los golpes no resuelves nada ni cambias nada. Taller con niñas de 11 a 15 años (2015). Niña 1: Pedro debe ser más responsable. Niña 2: con las responsabilidades que tiene. Gina: ¿qué debe hacer la mamá en esa situación? Niña 1: dialogar. Niña 2: le preguntaría por qué se ha olvidado. Niña 3: hay maneras. Si bien los niños no manifiestan que haya violencia familiar en casa, por sus comentarios entendemos que sí están familiarizados con ella e incluso uno de ellos justifica su uso como método disciplinario cuando señala que se debería disciplinar al niño que no cumplió con sus responsabilidades “pegándole drásticamente”.

Rosa y Antonio son hermanos. El papá ha salido a trabajar y ellos se han quedado con su mamá. En la noche su papá llega muy tarde y ha estado tomado alcohol con sus amigos. ¿Qué pasará? Taller con niñas de 11 a 15 años (2015). Jaime: llamar la atención a su padre y que no tome más y también incentivarlo para evite tomar alcohol. Taller con niños de 11 a 15 años (2015). José Luis: la mamá le diría al papa por qué has tomado, y por esa reacción de la mamá empiece una discusión y pelea que puede dañar física o psicológicamente a los hijos. También puede gritar, dar golpes. Taller con niños de 11 a 15 años (2015). Niña 1: el papá tiene que dar buenos ejemplos a los hijos. Niña 2: debe comportarse Niña 3: no tomar alcohol. Taller con niñas de 11 a 15 años (2015). Niña: les gritarían. Niña 2: tal vez le pegaría.

Red social negativa Se preguntó a los niños si en sus comunidades existían personas peligrosas, a lo cual respondieron que algunos amigos pueden ser peligrosos en la medida en que pueden ser una mala influencia para ellos; por otro lado, no consideran que en sus comunidades haya peligros y las consideran más seguras que la ciudad. El campo para ellas es un lugar donde interactúan con primos y tíos, personas en las que confían.

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Moderadora: ¿por qué no lo consideran peligroso? ¿Se sienten protegidas en el campo? Niña: sí. Niña 2: hay mucha población. Moderadora: ¿y son conocidos de ustedes? Niña 1: son mis tíos, mis primos. Niña 2: mayormente ahí tenemos nuestros familiares. Taller con niñas de 11 a 15 años. 2015.

6. Qué es ser un niño y qué es ser una niña La infancia es una etapa de la vida que tiene tantos significados y maneras de ser vivida como grupos sociales existen. Dentro de cada grupo social, los niños, niñas y adolescentes viven su infancia de una manera particular, y probablemente esta difiera significativamente de grupo en grupo. En esta sección nos enfocaremos en conocer qué es ser un niño y una niña desde su perspectiva (participantes en talleres y entrevistas) y desde la de sus padres. Si bien también el significado de ser niño se desarrolla a través de todas las secciones, en esta pondremos énfasis en los roles que asume cada uno dentro de sus familias.

Niños o adultos Para invitar a los niños, niñas y adolescentes a reflexionar sobre qué es ser un niño o niña se les preguntó qué los diferencia de los adultos. Los participantes del taller de varones señalaron considerarse más jóvenes que adultos o niños, probablemente porque la mayoría se encuentra en la pubertad o adolescencia. Dicen que son diferentes de los adultos en que estos se toman las cosas más en serio, tienen más experiencia en el trabajo, realizan actividades que demandan mayor cantidad de fuerza y tienen más responsabilidades, como mantener a sus familias. Por su parte, las niñas señalan que se ven a sí mismas como niñas y que lo que las diferencia de los adultos es que ellas juegan y los adultos tienen más experiencia, tienen familias y trabajan.

Roles Los niños identifican como su trabajo principal la agricultura y ganadería, lo cual se ha visto reflejado en diversas partes del informe; sin embargo, también señalan que realizan actividades de tipo doméstico como ayuda a sus padres. Cuando hablan sobre los roles de las niñas, señalan que además de actividades domésticas realizan otras, como hacer el queso y la ganadería, actividades que consideran adecuadas para ellas por no demandar mucha fuerza. Roles según los niños Niñas Niños ¿Qué actividades hacen solo las niñas? Mi trabajo Cuidar niños Agricultura (abrir surcos) Hacer queso Ganadería Ganadería Dinámica de muñecos20 Cocinar Trabajo doméstico Planchar Barrer Tender Expectativas de red social Estudiar (ser profesionales) Portarse bien (dar el ejemplo Sacar buenas notas (20) Cabe resaltar que en la dinámica de muñecos con los varones se preguntó cuáles eran las responsabilidades de los niños, niñas y adolescentes en casa, motivo por el cual las respuestas están orientadas en su totalidad a labores domésticas.

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Por su parte, las niñas coinciden con los niños en que sus responsabilidades se orientan a las labores domésticas, y en el caso de los niños, a labores agrícolas.

Roles de la niña Según las niñas Dinámica de muñecos Ayudar en la cocina Lavar platos Limpiar la cocina Barrer la casa Pastorear Cortar pasto

Según los niños Dinámica de muñecos Agricultura Cortar leña Cuidar animales Ayudar a mamá Traer agua

El trabajo para ambos es una más de sus responsabilidades como niños, niñas y como hijos, dado que el trabajo constituye parte del “ser niño” y del “ser niña”. Ello también se observa en la mayor parte de zonas rurales del Perú y en las zonas urbanas, entre los migrantes de origen andino y sus descendientes, lo que las diferencia de los niños urbanos, que son eximidos de hacer tareas domésticas y de trabajar fuera del hogar o para terceros. Cabe resaltar que los niños, a la vez que cumplen con sus responsabilidades laborales, también son conscientes de que las expectativas de sus padres no se limitan al ámbito laboral sino que, además, esperan que tengan un buen desempeño en la escuela21.

Moderador: entonces, chicos, ¿qué hacen estas personas o qué pueden hacer ustedes para que estas personas estén felices? ¿Cuándo están felices y alegres con ustedes? Samuel: salir profesionales Marco: darle buenos ejemplos… Noé: enseñar buenas cosas Taller participativo con niños de 11 a 15 años. Ayacucho (2015). Hay una clara división del trabajo por género entre niños, niñas y adolescentes, reconocida por ambos grupos. Las niñas son en mayor medida responsables de las tareas domésticas en sus hogares, y los niños, de las tareas relacionadas con la agricultura en sus chacras. Esto no quiere decir que las niñas no se dediquen a actividades como la ganadería o trabajos agrícolas y que los niños no se dediquen a las actividades domésticas: ambos realizan estas actividades, pero la diferencia radica en el tiempo que el niño o la niña dedican a cada tipo de actividad y el grado de responsabilidad que tienen con ellas. Incluso, a falta de niñas en una familia, los niños son los que asumen las tareas asignadas tradicionalmente a las niñas.

Gina: ¿qué otros trabajos realizan ustedes en sus comunidades? Niños: trabajos domésticos. Marco: por ejemplo, en mi casa somos cuatro varones, incluyendo mi papá; solo hay una mujer en la casa. Entonces los varones tenemos que apoyar a mi mamá, porque ella no es suficiente para que lo haga. Taller participativo con niños de 11 a 15 años. Ayacucho (2015).

(21) En el caso de las niñas, el audio de la actividad “Quién es importante para mí” se dañó, motivo por el cual no se tiene esta información sobre ellas.

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Habría ciertos indicios que insinuarían que las niñas dedican más tiempo al trabajo que los niños, en la medida en que existe la percepción entre niños, niñas y adolescentes que son ellas las que trabajan más, por lo cual los niños tendrían un mayor tiempo para recrearse.

Taller participativo con niño 12 a 17 años. Ayacucho (2014). Moderador: ¿quiénes creen que tienen más carga de trabajo, los varones o las mujeres? Noé: las mujeres Aldo: para mí las mujeres, porque en la casa tiene que hacer, tienen que picar papa, en la cocina, las más chiquitas hermanitas tienen que cuidar, limpiar la casa, en caso varones van a la chacra. Taller de con niñas de 11 a 15 años. Ayacucho (2015). Gina: yo les pregunté: ¿quién ayuda más en casa, el niño o la niña? Niñas: la niña. Gina: ¿por qué? Niña: en la casa las niñas están para ayudar. Niña 2: los varones se van a jugar. Niña 3: o sea ellos sienten que las mujeres nomás pueden ayudar en la cocina. Los niños sustentan esta distinción de diferentes maneras: los niños de 10 a 15 años del taller participativo señalan que a las niñas les correspondería responsabilizarse de las labores domésticas en el hogar debido a que no pueden hacer mucha fuerza, mientras que los varones estarían destinados al trabajo de campo; por su parte, las niñas de 11 a 14 años explican que los niños en ocasiones no ayudan tanto en el hogar porque no consideran que sea su responsabilidad. Es a partir de esta fundamentación de que el hombre tiene más fuerza y por tanto más capacidad para hacer el trabajo que demanda más esfuerzo físico que se asigna a las mujeres trabajos de menos esfuerzo físico pero de mayor intensidad, pues la actividad física de las mujeres es intensa durante todo el día.

Moderador: ¿cómo se distribuyen las responsabilidades entre hermanos: las hermanas hacen lo mismo, hacen otras cosas? ¿Qué es lo que hacen las hermanas en casa? Aldo: o sea que, mira, los varones siempre trabajan con su papá y hacen fuerza, y las niñitas a veces con la mamá ayudan en la cocina, a veces nos ayudan en la chacra, pero a mis hermanitas no les doy fuerza o no se les puede obligar hacer cosas que hago en mi trabajo, como ayuda no más, en la cocina sí tiene que hacer el almuerzo… Moderador: ya, sus hermanas apoyan más en temas de la casa. ¿Quiénes creen que tienen más carga de trabajo, los varones o las mujeres? Noé: las mujeres. Moderador: pero ustedes también apoyan, ayudan en la casa. Aldo: claro, pues. Moderador: pero más sus hermanas. Niños: sí. Taller participativo con niños 12 a 17 años. Ayacucho (2014).

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Reconocimiento y sentirse bien Para conocer qué significa ser un niño o una niña es importante también saber qué hace a los niños, niñas y adolescentes sentirse bien. El sentirse bien para los niños, niñas y adolescentes está relacionado con diversos aspectos de su vida, tanto simbólicos como materiales, algunos de tipo más individual y otros relacionados con la manera en que se relacionan con los demás. Marco Antonio (14 años) de Catalinayoc nos cuenta que se siente bien cuando realiza actividades relacionadas con la ganadería, ya que contribuye a su proceso de socialización y aprendizaje; asimismo menciona la libertad al tener el contacto con la naturaleza.

Marco Antonio: es fácil la ganadería porque en ahí te diviertes pasteando, yendo al campo, y te diviertes en el campo… yo, en mi caso, trabajo por mi cuenta y me gusta trabajar porque a través del trabajo me desenvuelvo en la sociedad. Entrevista Marco Antonio de 14 años. Ayacucho (2015). Para los adolescentes entrevistados de 16 años, el trabajo es una actividad que los hace sentir bien porque con el sociabiliza en palabras del niño se “desenvuelven en la sociedad”.

Sentirse mal Indagar sobre los motivos por los cuales los niños, niñas y adolescentes creen que las personas más cercanas, particularmente sus padres, se pueden molestar; así como explorar qué es lo que los hace sentirse mal es también importante para conocer de qué manera los niños, niñas y adolescentes puede transgredir la imagen de niño ideal y afectar su autoestima o estado emocional. Para los niños, del taller participativo de 12 a 17 años de 2014, los motivos de molestia de las personas de su red social tienen que ver con su conducta en el hogar, se pueden molestar con ellos cuando no tienen un buen comportamiento y desobediencia.

Moderador: ¿qué hacen que estas personas se enojen tal vez, con ustedes, se molesten un poco? Aldo: una vez mi papá se enojó cuando yo con mis amigos tomé pues, por eso se enojó. Moderador: chicos, cuando hacen cosas malas, ¿a ustedes los castigan o no? ¿Te castigaron? Aldo: no, solo me hablan; una vez no más nos ha tirado a todos con… Yuri: con verga Moderador: ¿por qué? Aldo: Por comportamiento creo, una vez. Aldo: No hemos hecho caso. Taller con niños de 12 a 17 años. Ayacucho 2014.

Peligro y riesgos En la zona existen peligros y riesgos diferenciados tanto para los niños como para las niñas. En esta sección identificaremos los peligros y riesgos no laborales según lo manifestado por los niños, niñas, padres y madres, empezando por los peligros y riesgos que involucran a ambos sexos y pasando luego a los que son propios de cada género. Las madres muestran preocupación por que sus hijos e hijas, si no son supervisados, sean influenciados negativamente por sus amistades, como veremos en el siguiente testimonio:

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Moderadora: ¿hay otros peligros a los que están expuestos las niñas y los niños de 15 años? ¿Pueden pasarle algunas otras cosas malas? Eva: sí, puede pasar. Moderadora: ¿cómo qué? Eva: de repente cuando los dejamos solo se pueden ir, pueden venir los amigos, ahí se pueden ir, ahí en otras cosas. Entrevistas con madres. Ayacucho. Los padres tienen también la misma preocupación y ponen énfasis en la importancia de cuidar a los niños, niñas y adolescentes.

Moderador: ¿en cuánto a la seguridad? Percy: si lo soltamos al niño o la niña de repente en esa edad ya pueden hacer cualquier problema en la calle o de repente hay ya cambios en temas de sicología, de eso los padres mismos tenemos que cuidarlos. Grupo de diálogo con padres. Ayacucho.

Peligros y riesgos para las niñas Tanto los niños como las niñas consideran que las niñas se encuentran en una situación de mayor de riesgo en cuanto a su integridad, Los niños de 11 a 15 años a través de la dinámica de los muñecos, mencionan que las niñas están más expuestas al peligro cuando se trasladan a la ciudad, siendo que pueden ser captadas por tratantes.

Moderadora: ¿quién está más expuesto al peligro, “Fredy” o “Luzmila”? Marcos: si migran del campo a la ciudad, Luzmila puede ser captada por tratantes. Taller con niños de 11 a 15 años. Ayacucho (2015). El delito de la trata es un fenómeno que tiene importancia en la región. Las niñas, las adolescentes y las jóvenes son especialmente vulnerables a ser víctimas de trata con fines de explotación sexual. Se ha identificado también que los y las tratantes no son necesariamente personas desconocidas, sino personas de la misma localidad, e incluso pueden ser familiares. Es en este contexto en el que las niñas y adolescentes de la zona son vulnerables a ser captadas por tratantes, lo cual explica la preocupación de sus padres. Para niños del taller de 12 a 17 años, el mayor riesgo que pueden correr las niñas es el embarazo adolescente.

Moderador: ¿quiénes creen que pueden estar más expuestos a peligros? Niños: la mujeres, las damas. Moderador: ¿qué peligros pueden correr las mujeres? ¿Maltrato juvenil? José: embarazo precoz. Aldo: embarazo no deseado. Moderador: producto de una, ah, bueno, no necesariamente una violación. Taller con niños de 12 a 17 años. Ayacucho (2015).

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Peligros y riesgos para los niños Los padres ayacuchanos mencionan que cuando los niños empiezan a generar sus propios ingresos económicos en edad “temprana” pueden optar por dejar la escuela para dedicarse solo a trabajar y así generar más ingresos. Por esto motivo señalan que ellos, en su condición de padres, deben evitar que sus hijos opten por este tipo de decisiones.

Prudencio: sí, a veces cuando un niño en edad no óptima todavía conoce la plata, a veces dejan de lado el estudio porque ya se abocan a buscar plata. Ese es uno de sus riesgos también, pero claro hay familias que están así, estando en tercer grado, cuarto grado de secundaria, a veces van a Lima. Por ejemplo, de repente encuentran un trabajo, más o menos rentable, y se abocan allí y deja de estudiar; entonces claro, algunos padres no dejamos eso, no dejamos. Ese es uno de sus riegos que puede haber. Grupo de diálogo con padres, Ayacucho. En el taller participativo con niñas de 11 a 15 años, señalan que los varones también están en peligro porque juegan “donde sea”. Cabe resaltar que el hecho de que los niños jueguen “donde sea” también es una muestra de que los niños tienen mayor autonomía que las niñas, que, probablemente no podría jugar “donde sea”.

Moderadora: ¿quién está más expuesto al peligro? Flor: los varones. Moderadora: ¿por qué? Flor: porque se juegan donde sea. Taller participativo con niñas de 11 a 16 años. Ayacucho (2014). Si bien líneas arriba se mencionó que los riesgos a tratar en este apartado correspondían a aquellos que son no laborales, nos parece importante rescatar uno de los riesgos laborales identificados por los niños, pues da cuenta de que la división de trabajo por género no solo juega a su favor sino también en su contra, dado que niños, niñas y adolescentes reconocen que el trabajo de los niños no solo demanda el despliegue de más fuerza sino que los expone más a peligros o riesgos para su salud que el trabajo doméstico realizado por las niñas.

Moderadora: ¿quién está más expuesto al peligro, “Fredy” o “Luzmila”? Marcos: dentro de la comunidad está más expuesto “Fredy”, porque puede exponerse al polvo y dañar su sistema respiratorio. Taller participativo con niños de 11 a 15 años. Ayacucho (2015).

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7. Derechos, participación y capacidad de decisión Derechos En materia de derechos, las niñas y los niños señalaron que ambos deben ser sujeto de los mismos derechos. Cuando se les preguntó cuáles, mencionaron espontáneamente los siguientes:

Derechos según los niños

Derechos según las niñas

Derecho a la vida

Derecho a la vida

Niños de 11 a 15 años. Ayacucho (2015).

Niñas de 11 a 15 años. Ayacucho (2015).

Derecho a estudiar/educación

Derecho a estudiar/educación

Niños de 11 a 15 años. Ayacucho (2015).

Niñas y adolescentes de 10 a 17 años. Ayacucho (2014).

Derecho a la salud

Niñas de 11 a 15 años. Ayacucho (2015).

Niños de 11 a 15 años. Ayacucho (2015).

Derecho a la salud

Derecho a un nombre

Niñas de 11 a 15 años. Ayacucho (2015).

Niños de 11 a 15 años. Ayacucho (2015).

Derecho a un nombre

Derecho a la participación y a la opinión

Niñas y adolescentes de 10 a 17 años. Ayacucho (2014).

Niños de 11 a 15 años. Ayacucho (2015).

Niñas de 11 a 15 años. Ayacucho (2015).

Derecho a jugar/recreación

Derecho a la alimentación

Niños de 11 a 15 años. Ayacucho (2015).

Niñas y adolescentes de 10 a 17 años. Ayacucho (2014). Niñas de 11 a 15 años. Ayacucho (2015). Derecho a ser protegidos Niñas y adolescentes de 10 a 17 años. Ayacucho (2014). Derecho a la nacionalidad Niñas y adolescentes de 10 a 17 años. Ayacucho (2014). Derecho a la igualdad Niñas de 11 a 15 años. Ayacucho (noviembre de 2015).

Tanto en el caso de los niños como en el de las niñas el derecho más mencionado es el derecho a estudiar o el derecho a la educación. El segundo derecho más mencionado en el caso de las niñas es el derecho al nombre y el derecho a tener una buena alimentación (ambos derechos mencionados en dos talleres), y en el caso de los niños, el derecho a la recreación. En el caso de las niñas, a estos derechos los siguen los derechos a la salud y la igualdad. Finalmente, tanto los niños como las niñas mencionan diversos derechos con una frecuencia de uno por taller, como se detalla en el cuadro anterior. En todos los casos, tanto los niños como las niñas mencionan que tienen los mismos derechos; es más, lo argumentan con la concepción de la igualdad y equidad de género. Llama la atención, por otro lado, que entre los derechos identificados por los niños, niñas y adolescentes no se encuentre el “derecho a trabajar”. Por último, cabe resaltar que los niños de 11 a 15 años identificaron derechos adicionales cuando se preguntó particularmente por los derechos de los niños trabajadores: el derecho a “no ser explotados” y a la “remuneración”.

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Taller participativo con niños de 11 a 15 años. Ayacucho (2015). Moderadora: ¿los niños que trabajan tienen derechos? Niños: sí. Moderadora: ¿alguno cree que no? Marco: todos trabajamos y tenemos los mismos derechos. José Luis: pero la explotación no es un trabajo digno, cuando nos mandan para que hagan un trabajo que su fuerza no está en la capacidad de levantar una cosa. Esa es una forma de explotación. Moderadora: ustedes me dicen que los niños, niñas y adolescentes que trabajan tienen derechos. ¿Qué derechos tienen? José Luis: derecho a la remuneración de su trabajo. Marco: igual que un niño que trabaja o no trabaja también tienen los mismos derechos, a una remuneración, a la salud, a la educación, a la participación y los demás derechos. Todos los derechos son iguales trabajen o no trabajen.

Participación Se plantearon a los niños ciertas situaciones hipotéticas con el propósito de saber cómo procederían y participarían para enfrentarlas. La idea de este ejercicio es analizar cuáles son los mecanismos que los niños, niñas y adolescentes consideran que están disponibles para la participación en tomas de decisión en diferentes ámbitos de su vida. Para evaluar la capacidad de decisión que los niños, niñas y adolescentes piensan que pueden tener en sus escuelas, se les planteó un caso hipotético en el que ellos quisieran aprender cosas que podrían serles útiles, como una ocupación o trabajo. Ambos grupos encuentran mecanismos mediante los cuales los cuales pueden lograr este objetivo. Una primera diferencia entre niños, niñas y adolescentes es que los niños dan respuestas más argumentadas o desarrolladas que las niñas. Una segunda diferencia responde al tipo de mecanismo que proponen: mientras los niños señalan que la gestión se podría hacer desde los municipios escolares y la comunidad educativa en general para luego pasar conseguir el apoyo de las autoridades y con ellos llevar esta propuesta a otro niveles, en las respuestas de las niñas de la comunidad no se hace mención a los municipios escolares, sino que la gestión debe realizarse directamente con los profesores padres y autoridades.

Los niños de la comunidad quieren que se les enseñen en la escuela cosas que les puedan ser útiles en su ocupación. ¿Qué podrían hacer? Niños José Luis: decirle a presidentes escolares (alcaldes escolares); ellos solicitarían a la dirección y así llevar una reunión de padres y niños y jóvenes y llegar a un acuerdo donde se puede decir si se hace o no también. Marco: nosotros trabajaríamos con los del municipio escolar, desde el más pequeño hasta el más grande: primero los niños trabajan con el municipio escolar, el municipio con los profesores, los profesores con los directores, el director con los padres y los padres con las autoridades, así hasta llegar a un ámbito más grande y hacer todo ese trabajo (sea de criar gallinas cuyes, bordar, tejer, sembrar hortalizas).

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Niñas Niña: pediría apoyo, Moderadora: ¿a quién? Niña: al profesor, Niña 2: conversar con los padres de familia, las autoridades. Delia: tener intercambio de ideas y así una de nuestras ideas escoger democráticamente. Para conocer la percepción de los niños sobre la influencia que pueden tener en sus comunidades, se les propuso que se imaginen que los niños, niñas y adolescentes de su comunidad quieren que se construyan losas deportivas para hacer deporte y qué podrían hacer para volver este anhelo realidad. Los niños proponen varios mecanismos para lograr que sus opiniones sean escuchadas. Partiendo desde la escuela, con el respaldo y ayuda del director, los niños señalan que presentarían un documento a sus autoridades para que busquen el apoyo en programas sociales. También señalan que podrían organizarse y plantear la idea en una asamblea comunal. Por su parte, las niñas de 11 a 15 años de Chuschi señalan que se puede enviar una solicitud y pedir el apoyo de las autoridades comunales, del municipio de la localidad y también a la provincia.

Moderadora: Los niños, niñas y adolescentes de una localidad quieren que se construya una losa deportiva para que puedan jugar fulbito, vóley y básquet, ya que por el momento solo pueden jugar en la calle, no tienen un espacio, pero saben que es peligroso jugar en la calle. ¿Cómo pueden hacer estos niños, niñas y adolescentes para que esto se haga realidad? Taller participativo con niños de 11 a 15 años. Ayacucho (2015). Marco: yo propondría a las autoridades a través del MANTHOC y decirles sobre el trabajo y los riesgos que pueden ocurrir y las autoridades se encargarían de dar un seguimiento para que ellos cumplan y no dejarlo ahí. Moderadora: ¿qué otra cosa podrían hacer? Jaime: pediríamos al director que nos haga un documento para presentar a las autoridades para que ellos también puedan pedir apoyo a otros programas. Moderadora: ¿ustedes tienen alcalde o presidente? Niños: tenemos presidente y alcalde. Acudiríamos a las autoridades. José Luis: nos organizaríamos entre jóvenes y así dar una opinión en una asamblea o reunión, porque siempre hay reunión entre comunidades, podemos ir y participar y decir por qué se quiere una losa. Taller participativo con niñas de 11 a 15 años. Ayacucho (2015). Niña: pedir apoyo a las autoridades de la localidad Niña 2: al gobierno alcaldes del distrito o provincia. Moderadora: ¿gestionarían eso? Niñas: sí Moderadora: ¿algo más harían? Niña: pedir apoyo de las autoridades. Niña: presentar documentos. Moderadora: ¿qué tipo de documentos? Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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Niña 1: solicitud. Niña 2: oficio. Niña 3: oficio sería. Es importante resaltar que los padres señalan que los niños actualmente se están involucrando en la agenda política de la comunidad, incorporándose a mecanismos como asambleas comunales y el presupuesto participativo distrital y provincial

Prudencio: hay diferentes eventos culturales, eventos, tienen reuniones, ya tienen un planteamiento casi específico ya en temas de organización, por ejemplo, hasta ya presentan ante proyectos conjuntamente con alcaldes escolares y así. Y ya más o menos ponen ya las propuestas, el cambio. Grupo de diálogo con padres.

Iniciativas en favor de los niños, niñas y adolescentes Se invitó a los niños a que nos cuenten sobre el apoyo que se les brinda desde el MANTHOC, organización que se encuentra a cargo de implementar el programa “Niños y Niñas hacen el Camino”. Cabe resaltar que los niños de 11 a 15 años, señalan que sus padres en un principio se veían desconfiados respecto de MANTHOC, debido a que su comunidad fue fuertemente afectada por la guerra política desatada por Sendero Luminoso; sin embargo esta concepción fue cambiada al ver los beneficios que tenían sus hijos del proyecto. Los adolescentes de 16 años señalan que todos los viernes se reúnen de 3 a 5 p.m. y participan en las charlas, reciben información sobre la etapa de adolescencia, aprenden sobre sus derechos, deberes y la equidad de género, también hay tiempo la recreación (juegos y deporte) y otras actividades. Todas estas actividades las realizarían en compañía de un adulto “colaborador”.

Conocer los derechos de los niños, niñas y adolescentes Tanto los niños, niñas, madres y padres consideran que uno de los beneficios que ha traído MANTHOC a la comunidad es que ahora los niños saben cuáles son sus derechos.

Moderadora: ¿en su comunidad como ha beneficiado este proyecto? Marco: en nuestra comunidad más que nada ha beneficiado a nuestros niños. Por ejemplo anteriormente no conocíamos nuestros derechos, yo por ejemplo no sabía ni siquiera qué eran derechos, nos informaban en escuelas pero yo no tomaba importancia, decía que eran tonterías, MANTHOC nos incentivó a hacer respetar nuestros derechos. Taller participativo con niños de 11 a 15 años. Ayacucho (2015). Participación Las niñas señalan que las charlas que han recibido les han permitido desarrollar sus competencias sociales, que pueden expresarse y participar libremente en la reuniones con los comuneros; por su parte los niños dicen que se les ha enseñado a ser más activos y protagónicos.

Taller participativo con niños de 11 a 15 años. Ayacucho (2015). Moderadora: ¿creen que MANTHOC ha cambiado la vida de ustedes? Marco: Claro, inicialmente, cuando apareció el MANTHOC, en mi comunidad yo era muy tímido, ni siquiera podía participar, ni una palabra decía en la escuela, ni decía nada, solo 186

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me quedaba ahí viendo lo que hacia la clase. Ni le daba importancia lo que hacía bien o mal […] Entonces yo aprendí a ser protagónico, activo, dinámico y opinar. Taller participativo con niñas de 11 a 15 años. Ayacucho (2015). Moderadora: ¿qué cosas les ha permitido cambiar con este proyecto? ¿Cómo estaban antes y cómo están ahora? Niña 1: dialogar con nuestros compañeros. Delia: con nuestros padres también [dialogar]. Niña 1: participan más, cuando uno está decidido a hacer una actividad. Moderadora: ¿en qué más? Niña 1: ser más liberales, participando libremente y no tener temor. Los padres también notan estos cambios en sus hijos y los resaltan como una de las contribuciones que ha hecho MANTHOC a la comunidad, pues tienen la percepción de que los niños, niñas y adolescentes ahora participan activamente de las discusiones públicas que se sostienen en las asambleas comunales.

Moderador 1: ¿participación en qué? Perci: participación en eventos, actividades, anteriormente hasta en la escuela eran tímidos. Pero actualmente los niños que participan a la organización ya responden, son liberales, se ha perdido miedo, así. Grupo de diálogo con padres.

Educación Las niñas señalan que, además, MANTHOC colabora en su educación formal, la escuela, dando refuerzo escolar en las vacaciones pero también trabajando con los docentes para mejorar las estrategias de aprendizaje. En este sentido, cabe resaltar que algunos niños, niñas y adolescentes han mencionado que este año han cambiado los métodos de enseñanza en su escuela. Ejemplos de ello son las tareas grupales de las que nos hablaban las niñas en la sección de distribución del tiempo.

Moderadora: respecto de la escuela, ¿en qué los ha ayudado? Niña: de reforzamiento escolar en vacaciones. Moderadora: ¿En la escuela ha mejorado en algo su nivel de estudio? Niña: su estrategia de enseñanza. Taller participativo con niñas de 11 a 15 años. Por su parte, los niños cuentan que se han realizado proyectos innovadores liderados o con la contribución de MANTHOC, como la crianza de cuyes y el cuidado del medio ambiente a través del programa “Tierra de niños” - TINI.

Moderadora: ¿con los docentes? Marco: informe, charlas sobre MANTHOC, y también que incentiven en el colegio charlas sobre crianza de cuyes a los profesores, charlas para el cuidado del medio ambiente como los TINI y que se impulse los TINI en el colegio. Taller participativo con niños de 11 a 15 años. Ayacucho (2015).

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Cabe resaltar que MANTHOC también estaría promoviendo que este proyecto se extienda más allá del colegio hacia otros espacios, como el hogar o parques. Para los padres, el aporte de MANTHOC no solo se centra en el aspecto académico sino que ha cambiado la actitud de los niños, niñas y adolescentes frente a su futuro educativo

Perci: bueno en ese tema, a veces nosotros estamos esperanzados de que salgan profesionales, porque acá en campo trabajamos como para sustento o como para consumo nada más. Pero nosotros esperamos que nuestros hijos que sean profesionales, que tengan un buen ingreso y que trabajen más o menos en diferentes empresas estatales u ONG, eso es lo que se quiere, y con la ayuda de MANTOC ya más o menos ya tienen una perspectiva nuestros hijos en qué ya más o menos ya están orientados y sabes, yo quiero estudiar esto yo termino mi secundaria… Ya tienen ya ideas ya, más o menos, pero anteriormente nada. Acá […] son nuestra familia, con nuestro estudiante también de acá, de acá del colegio también sabe las realidades, claro con los niños conversas. Grupo de diálogo con padres. Recreación y otros Padres, niños, niñas y adolescentes señalan que, además de estos beneficios, MANTHOC también brinda un espacio a los niños para realizar actividades recreativas. Cabe resaltar que los padres, o al menos algunos, son conscientes de que las actividades recreativas son importantes para el desarrollo del niño. Perci: sí, también hay otros actividades; por ejemplo, actividades recreacionales; que son una de las principales para el desarrollo sicomotor del niño. Asimismo, se mencionó que el MANTHOC trabaja con los niños temas relacionados al autoestima, la equidad de género y realizan actividades manuales como tejer, bordar, hacer aretes o collares.

Acciones de mejora Si bien los niños señalan que no mejorarían nada del proyecto “Niños y Niñas hacen el Camino”, sí consideran que se puede hacer más por los niños, niñas y adolescentes de su comunidad de lo que se viene haciendo, como implementar su colegio con computadoras, laboratorio o construir una piscina y dar clases de natación. Las niñas consideran que se debería ampliar el programa de alimentación escolar Qali Warma para secundaria.

Moderadora: ¿creen que el gobierno debería hacer más cosas por los niños o en sus comunidades las autoridades deberían hacer más cosas por los niños, niñas y adolescentes? Niñas: sí, en especial en el colegio [secundario] deben dar de comer […] porque nosotros en ahí comemos… necesitamos. Moderadora: y el que no tiene plata. Niña: no come. Taller con niñas de 11 a 15 años.

Otras iniciativas Los niños, niñas y adolescentes identificaron a la ONG Asociación Bartolomé Arbella como otra organización, además de MANTHOC, que los apoya. Concretamente señalan que les regalaron picos y palas para realizar una mejora del sistema hidráulico en su comunidad. Las niñas también identifican a la ONG SEDAP, que enseña a los niños a hacer limpiaderos. Ambos grupos coinciden en que el gobierno local no hace nada con los niños.

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8. Conclusiones del capítulo Así como en Cusco e Ica, las actividades que ocupan más tiempo para los niños, niñas y adolescentes son asistir a la escuela y elaborar tareas escolares. Particularmente las niñas que participaron en el taller de 2015 relataron que desde que cambió la metodología de enseñanza en dicho año le dedican más tiempo a la elaboración de esta última actividad. Cabe resaltar que esto debe ser verificado para el caso de los varones, quienes no mencionaron este cambio metodológico en 2014. En el caso de Ayacucho, al igual que en el caso de Cusco, la familia es la unidad productiva familiar, por lo cual durante la mayor parte del año los niños, niñas y adolescentes trabajan con frecuencia diaria no solo en actividades domésticas sino también en actividades que contribuyen directamente con la economía familiar, esto es, el pastoreo de animales y la agricultura (en épocas de siembra y cosecha. Por tal motivo el trabajo es la segunda actividad que ocupa mayor tiempo en el día a día de los niños, niñas y adolescentes. Cabe resaltar que los niños dedican una mayor cantidad de tiempo a las actividades agropecuarias y las niñas a las actividades domésticas. Los niños no tienen un solo trabajo sino varios, los cuales, así como en el caso de Cusco e Ica, varían según la época del año. La realización de actividades domésticas se mantiene durante todo el año para niños, niñas y adolescentes, al igual que el pastoreo de animales, mientras que la agricultura es una actividad que se desarrolla más frecuentemente durante las vacaciones escolares.También durante este período, algunos niños, niñas y adolescentes, la mayoría adolescentes, migran a la ciudad de Huamanga a estudiar en academias preuniversitarias, a trabajar o a ambas actividades. Aquellos que trabajan lo hacen para terceros de repartidores, mozos y en servicios de limpieza. Durante las vacaciones, algunos niños, niñas y adolescentes amplían su jornada laboral, ya sea que se dediquen al trabajo doméstico, agropecuario u otros en sus comunidades. Otros señalan que migran a la ciudad de Huamanga, donde se desempeñan en diversas ocupaciones como mozos, repartidores, limpieza. Cabe resaltar que aquellos que están por acabar sus estudios secundarios pasan la mayor parte de su tiempo preparándose en academias de Huamanga para poder continuar con los estudios superiores. Esta actividad, que era tan común en Ayacucho y Cusco, responde a los esfuerzos de los colaboradores (adultos), los niños, niñas y adolescentes (MANTHOC) y los padres para que los niños, niñas y adolescentes sigan estudios profesionales. Todos los niños, niñas y adolescentes coincidieron en que su ingreso al ámbito laboral, ya sea en labores domésticas, agropecuarias o de otra índole ha sido un proceso que se dio “poco a poco”, muchas veces viendo cómo lo hacían sus padres o familiares y bajo su cuidado. Cabría resaltar aquí que el trabajo para los niños, niñas y adolescentes que participaron de los talleres y entrevistas no es una actividad ajena o impuesta, sino que es una responsabilidad más que asumen y que es parte del ser niños o niñas en sus familias y comunidades. Más allá de las condiciones económicas de las familias, que son la “causa” principal del trabajo infantil, las motivaciones son aquellas que se encuentran en el campo de lo simbólico y dan significado al trabajo de los niños, niñas y adolescentes. Como se ya se ha visto en Cusco, y luego en Ica, los niños, niñas y adolescentes señalan que trabajan principalmente porque tienen el deber de apoyar a sus familias. Es una manera de mostrar su solidaridad con ellos por el cariño que les tienen y porque ven el sacrificio que hacen a diario; Los niños también señalan que trabajan para mantenerse; es decir, para hacerse cargo de ellos mismos económicamente. Esta motivación se encuentra vinculada con la anterior, ya que el hacerse cargo de ellos mismo significa liberar a sus padres de esa responsabilidad económica. Mantenerse también implica la generación de ingresos, y es que en su mayoría los niños, niñas y adolescentes que señalan que trabajan para mantenerse reciben una remuneración con la cual asumen los gastos escolares, ropa, alimentación y otros. Por último, cabe resaltar que algunos niños, niñas y adolescentes señalan que trabajan porque “les gusta” o para “entretenerse”. Si bien esta motivación no es tan frecuente como las anteriores, es importante no perderla de vista, porque implica que para algunos niños, niñas y adolescentes el trabajo no es solo un medio para ayudar a sus familias o mantenerse, sino también un fin en sí mismo; significa que disfrutan de su trabajo, donde los límites entre lo laboral y lo lúdico se desdibujan. Además de realizar diversas ocupaciones, los niños, niñas y adolescentes son responsables de realizar determinadas actividades dentro de estás ocupaciones según su sexo y edad. En cuanto a la división del trabajo por edad, tanto niños como sus padres coinciden en que a ellos se les asigna el trabajo más ligero. Esto fue mencionado por los niños que trabajan en carpintería y panadería, ocupaciones que, según se asume, solo las puede realizar un adulto. En cuanto a la división del trabajo por sexo, en la agricultura, por ejemplo, las niñas suelen echar las semillas y cocinar (tareas que no demandan grandes despliegues de fuerza), mientras que los niños se encargan de hacer el aporque y abrir surcos. En el caso de las actividades domésticas, las niñas suelen cocinar y cuidar a sus hermanos,

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y en general, asumir una mayor cantidad de responsabilidades con más frecuencia que los niños. Esto se consolidó en el imaginario tanto de los niños como de las niñas de qué es ser un niño o una niña; sin embargo, eso no quiere decir que las niñas no se dediquen a actividades como la ganadería o trabajos agrícolas y que los niños no se dediquen a las actividades domésticas. Ambos realizan estas actividades, pero la diferencia radica en el tiempo que el niño o la niña dedican a cada tipo de actividad, el grado de responsabilidad que tienen y las funciones que realizan. Incluso, a falta de niñas en una familia, son los niños quienes asumen las tareas asignadas tradicionalmente a las niñas. Cabe resaltar que, además de las actividades laborales, niño y niñas saben qué se espera de ellos: que sean buenos estudiantes y futuros profesionales, siendo ambas actividades (el trabajo y el estudio) parte de ser un niño o una niña. Ahora bien, la división del trabajo por género, que asigna a las niñas el trabajo más liviano (doméstico) y a los niños el trabajo que requiere de mayor esfuerzo (agricultura), si bien —al menos en el plano discursivo— se fundamenta en la protección de las niñas de los trabajos más duros, tiene como consecuencia —tal vez no deseada— que las niñas dispongan de menos tiempo “libre” fuera del ámbito laboral, ya que el trabajo doméstico, si bien no demanda la fuerza que pueden requerir los trabajos agrícolas, si necesita su constante dedicación en diferentes momentos del día, a diferencia del trabajo agrícola, que tiene un horario establecido. En este algunos niños indican que las niñas trabajan más, y las niñas señalan que, mientras ellas ayudan en casa, a los niños se les permite ir a jugar. Los niños, niñas y adolescentes valoran y son capaces de evaluar la oferta laboral disponible en la zona. Para los niños, la mayor parte de los trabajos que ellos mismo realizan son “buenos trabajos”, como la agricultura (importancia económica), ganadería/pastoreo (facilidad), trabajos domésticos, y califican como peores trabajos el recoger algodón y la ganadería. Cabe resaltar que el conflicto que tienen los niños para calificar la actividad ganadera es una evidencia de lo complejo que es juzgar un trabajo como “bueno” o “malo”, ya que es más probable que un mismo trabajo tenga cosas buenas y cosas malas para los niños, niñas y adolescentes. Por su parte, las niñas valoran como mejor trabajo el pastoreo (facilidad) y cocinar (facilidad), y los peores trabajos para ellas son la agricultura y cortar la leña, trabajos que demandan el despliegue de fuerza y que por lo general son asignados a los hombres. Los niños encuentran aspectos negativos y positivos en el trabajo. Incluso, como se mencionó en el párrafo anterior, un mismo trabajo puede ser valorado negativa y positivamente. En el caso de los trabajos que se realizan al aire libre: agricultura, ganadería, pastoreo e incluso el lavado de ropa, el gran problema para los niños es el clima. Las condiciones climatológicas en su localidad son duras y pasar mucho tiempo en el campo puede ser difícil para ellos, ya sea por el intenso calor o por las bajas temperaturas que tienen que soportar y que, según señalan, son motivos de enfermedades respiratorias. El cansancio o aburrimiento también son un aspecto negativo de diversos trabajos; en el caso de los niños, les cansa trabajar en la chacra, ya que a ellos se les asignan las tareas que demandan mayor fuerza; por su parte, las niñas señalan que se cansan lavando ropa, y otras tareas, como cocinar, las aburren por su repetición. En menor medida algunos niños también hablan de los peligros que hay en sus trabajos, que son mayores a los que se ven expuestos las niñas por el mismo hecho de que implican mayor interacción con el medio ambiente (pastoreo) y el uso de herramientas (agriculturas) que pueden conllevar a lesiones. Cabe resaltar que, a diferencia de Cusco, la falta de tiempo no fue identificada como un aspecto negativo del trabajo. Por otro lado, los niños, niñas y adolescentes también encuentran aspectos positivos en el trabajo. Además de los ya mencionados y que son los motivos para trabajar (ayuda a la familia, mantenerse y disfrute), el orgullo es un aspecto positivo del trabajo, sobre todo el orgullo de aprender y hacer algo útil frente a sus padres. El aprendizaje también es otro aspecto positivo del trabajo para los niños, niñas y adolescentes: este no solo se circunscribe al ámbito de lo laboral, sino también al académico (fortalecimiento de las matemáticas) y a otros aspectos resaltados por las niñas, como la higiene. A diferencia de los niños de Cusco, en Ayacucho los niños, niñas y adolescentes no identificaron mayores efectos negativos del trabajo en la escuela, salvo la tardanza escolar. Por otro lado, uno de los efectos positivos del trabajo en la escuela es que el primero es el sustento económico del segundo. Un segundo efecto positivo es la posibilidad de aprovechar y desarrollar los conocimientos que se adquieren en el trabajo en la escuela. Esta es una realidad en el caso de los niños, niñas y adolescentes que participaron de los talleres y entrevistas, pues en sus escuelas se implementa un proyecto de agricultura (programa “Tierra de niños”) donde pueden volcar los conocimientos propios del campo de su mundo familiar-laboral. Por último, el efecto positivo de la escuela en el trabajo, así como en las otras regiones, consiste en que el aprendizaje de las matemáticas en la escuela les sirve para contabilizar diversas cosas en el ámbito laboral

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Para los niños, niñas y adolescentes, la escuela es más importante que el trabajo. Reconocen en la escuela sobre todo el vehículo que los va a llevar a la profesionalización y a obtener mayores ingresos y, por ende, mejor calidad de vida. La meta de ser profesionales parece ser asequible a ellos, al menos más que para los niños, niñas y adolescentes de Cusco e Ica, ya que ya se encuentran estudiando en academias preuniversitarias con ese propósito, en muchos casos siguiendo el ejemplo de sus hermanos. Cabe resaltar que una de las motivaciones que los padres encuentran para incentivar y apoyar la profesionalización de sus hijos e hijas es que han visto una reducción de la producción de sus tierras, por lo cual consideran poco posible que puedan vivir del trabajo agrícola como lo hicieron ellos. Para el caso de las niñas, las expectativas de ser profesionales se conjugan con las expectativas que tienen de ser madres y formar una familia El aprendizaje por sí mismo también es valorado por los niños, pero también ven a la escuela como un espacio donde pueden encontrar a sus pares y divertirse o simplemente distraerse de los problemas que pueden tener en el ámbito familiar y laboral. La mayoría de niños, niñas y adolescentes coincidió en que no había cosas malas en la escuela; sin embargo, algunas niñas manifestaron que lo malo de la escuela es que sus compañeros hacen mucha bulla y eso no les permite prestar atención, y si bien no se menciona el bullying de niños hacia niñas, esto constituye también la dominación del espacio escolar por los varones con efectos negativos para las niñas. Por su parte, uno de los niños criticó la alta rotación de los profesores y la metodología de enseñanza, cuyo desacuerdo lo llevo a abandonar la escuela por un año. Ahora bien, el trabajo también es considerado importante para los niños, niñas y adolescentes por los motivos ya mencionados y la mayoría señala que preferiría seguir trabajando y estudiando antes que solo trabajar o solo estudiar, ya que ambas son actividades importantes para ellos: la primera como sustento económico y la segunda para alcanzar sus metas de profesionalización. Los niños, niñas y adolescentes valoran el apoyo que reciben de sus padres y sus hermanos y hermanas mayores en su camino a ser profesionales. Este apoyo no solo es económico, sino que a la vez los orientan y alientan y, en el caso de los hermanos y hermanas, constituyen el ejemplo a seguir para ellos. A diferencia de las otras regiones, ninguno de los niños, niñas y adolescentes reportaron que sus padres usaran con ellos el castigo físico o falta de cariño en el hogar: la mayoría de respuestas estuvieron orientadas a destacar el cariño que comparten con sus familiares, aunque los niños varones si manifestaron que les es difícil hablar con sus padres de sus problemas porque tienen otra mentalidad, y que confiaban más en los amigos. En cuanto a las redes sociales negativas, los niños, niñas y adolescentes solo identificaron a amigos que pueden ser una mala influencia para ellos, ya que en la comunidad la mayoría son sus familiares. Los niños señalan que los peligros para las niñas son el secuestro, salir embarazadas y las violaciones; tal vez este podría ser otro motivo por el cual las niñas se quedan en casa haciendo trabajos domésticos. Por su parte, la niñas señalan que los peligros para los niños son las posibles lesiones que pueden sufrir porque “juegan donde sea”, lo que también implica que cuentan con una mayor libertad de desplazamiento que las niñas. Cabe resaltar que los niños señalan que en el trabajo los niños estarían más expuestos al peligro por el tipo de actividades que hacen, pues pueden enfermarse o sufrir lesiones, lo que no sería tan frecuente en los trabajos domésticos realizados por las niñas. Los niños, niñas y adolescentes identifican derechos comunes, como el derecho a la vida, a la educación, la salud, al nombre; sin embargo, los niños identifican dos derechos que las niñas no: derecho a la participación y a la opinión y derecho al juego y a la recreación. Las niñas identifican el derecho a la alimentación, a ser protegidas, a la nacionalidad y a la igualdad. Ambos grupos consideran que niños, niñas y adolescentes tienen los mismos derechos. Los niños, más que las niñas, se encuentran familiarizados con los mecanismos disponibles desde la escuela para lograr que sus voces sean escuchadas, como los municipios escolares, los cuales no son mencionados por las niñas. Por otro lado, ambos coinciden en que se debería coordinar con docentes, padres de familia y autoridades. Lo mismo ocurre cuando se plantea la participación comunal/distrital, donde los niños señalan que podrían influir en la toma de decisiones a través del MANTHOC y asambleas comunales —mecanismos no mencionados por las niñas—, mientras que sí coincidieron en presentar documentos a autoridades como el presidente comunal y el alcalde. Los niños, niñas y padres señalan que el principal aporte de MANTHOC es dar a conocer los derechos de los niños en un contexto en el cual, como dice uno de los niños, “no sabía ni siquiera que eran derechos”. Por otro lado, la comunidad en su conjunto también destaca, con sorpresa, que ahora los niños han aprendido y perdido el miedo a expresarse, mejorando sus relaciones con sus amigos, familias, y sobre todo, participando en asambleas

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comunales, brindado sus opiniones y discutiendo en el foro público. En cuanto a la educación, las niñas señalan que el MANTHOC viene trabajando con los docentes para mejorar las estrategias de aprendizaje (las cuales, según nos cuentan, cambiaron desde 2015), dando reforzamiento escolar en las vacaciones y fomentando proyectos como el programa “Tierra de niños”. Por su parte, los padres valoran la orientación que viene dando el MANTHOC a sus hijos para la planificación de su futuro. Por último, los padres destacan las actividades recreativas que brinda MANTHOC y tienen conocimiento de su importancia para el desarrollo de sus hijos e hijas. Otras actividades o temas que fueron mencionados como parte de las actividades de MANTHOC son la autoestima, la equidad de género y la realización de actividades manuales que les permiten generar ingresos.

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Conclusiones Principales hallazgos generalizables a las tres zonas de estudio Antecedentes Análisis de género, niños, niñas y adolescentes trabajadores en las regiones de Ayacucho, Cusco e Ica es un estudio participativo realizado para Save the Children en los años 2014 y 2015 con el objetivo de conocer sobre el trabajo infantil y las diferencias de género partir de la propia voz de los niños y niñas y de sus padres y madres. Con ellos se dialogó sobre la distribución de su tiempo en un día típico; sobre su inicio laboral y sus motivaciones, así como sobre cómo valoran su trabajo y los beneficios y perjuicios que observan. También se conversó con ellos sobre qué significa para ellos ser niño o niña, sobre su derecho a participar y sobre la escuela y su relación con el trabajo. Para participar de la investigación, fueron seleccionados 155 niños, niñas y adolescentes beneficiarios de programas que buscan empoderar a los niños y niñas que trabajan. Los niños, niñas y adolescentes trabajaban en fabricación de tejas, actividades agrícolas o de pastoreo, comercio menor, apañado de algodón y labores domésticas como principales actividades. Se aplicaron distintas técnicas, incluyendo grupos focales y talleres en los que se aplicaron metodologías que buscaban recoger su punto de vista para construir con ellos una representación social sobre su vida. Asumiendo un enfoque de respeto a su cultura, se contó con personas que hablaran el idioma quechua cuando este era el idioma materno. El enfoque de género fue considerado y analizado en cada uno de los temas de estudio.

De la distribución del tiempo Un elemento común entre los niños, niñas y adolescentes que participaron en este estudio es que su tiempo fundamentalmente está concentrado en el estudio y en las actividades del reforzamiento escolar (en el caso del Cusco). Es necesario resaltar que esta no es necesariamente la situación regular de todos los niños y niñas de la zona, sino de aquellos beneficiarios del proyecto “Niños y Niñas hacen el Camino”. El trabajo ocupa el segundo lugar de importancia en cuanto a la distribución de su tiempo de lunes a viernes, sin embargo sí es la actividad que más ocupa su tiempo en las zonas de Andahuaylillas (Cusco) y Chuschi (Ayacucho) durante los fines de semana. En tercer lugar está el tiempo que dedican a la recreación, aunque se observa que tienen poco tiempo libre para ello. Asimismo, los niños tienen más tiempo libre y de recreación que las niñas. El lugar que el trabajo ocupa en la vida de los niños y niñas es diferente dependiendo si se trata de zonas rurales o urbanas: este cobra un papel más importante en las primeras zonas que en las segundas. Vemos que tanto los niños varones como algunas niñas de Andahuaylillas y Chuschi trabajan hasta en dos turnos diarios en actividades necesarias para su sustento económico, sean estas la elaboración de tejas, las actividades agropecuarias (trabajar en la chacra y pastear el ganado) o el comercio menor. Por su parte, en el caso de los niños y niñas de Ica que residen en zonas urbanas, la mayor parte del año sus actividades consisten en realizar las labores domésticas intermitentemente durante el día. Si bien las labores domésticas no son asignadas exclusivamente a las niñas y adolescentes mujeres, ni los trabajos agrícolas o pecuarios exclusivamente a los niños y adolescentes varones (sino que, por lo contrario, ambos desarrollan este tipo de actividades como parte de sus responsabilidades), esto no quiere decir que no haya una asignación del trabajo por género. Es costumbre que los niños realicen en mayor medida las actividades denominadas productivas realizadas al aire libre, en el espacio público, como lo son la elaboración de tejas o las actividades agropecuarias, y que las niñas dediquen más tiempo a realizar actividades domésticas que, como se sabe, se realizan en el espacio privado. La familia espera que ellas cumplan las tareas domésticas y de cuidado de los hermanos cuando sus madres no están. Esto es justificado por los niños y por sus padres como una medida de protección hacia las niñas, para evitar que se lesionen por el trabajo rudo, lo cual sustentan a partir de algunos postulados: a la mujer falta de fuerza para asumir algunas tareas del campo (por ejemplo, abrir los surcos en la chacra o pisar el barro en la construcción de las tejas, porque “se les salen los ovarios)”.

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La asignación del trabajo doméstico a las niñas tiene un efecto negativo en su disposición del tiempo para la recreación o para desarrollar las tareas escolares, que por lo general se dan en el sistema educativo peruano. Por lo general, y a diferencia del trabajo asignado a los niños, que tienen un territorio fuera de casa para desarrollarlo, el trabajo de las niñas no tiene un horario definido y su territorio es el hogar. Esto ocasiona que las niñas deban, como bomberos de turno, estar siempre “alertas” o “disponibles” para realizar la tarea doméstica requerida en cualquier momento, sea esta cocinar, cuidar niños, lavar ropa, limpiar, etc., mientras que los niños, si bien tienen que realizar labores que requieren mayor esfuerzo físico, lo hacen dentro de un horario definido y un espacio separado al hogar (la chacra, las tejerías). El calendario agrícola está presente en la vida de los niños que trabajan. Las vacaciones escolares, no siempre representan tiempo libre para los niños, si bien en algunas zonas coincide con la época de lluvias como es el caso de Andahuaylillas - Cusco, y no podrán trabajar en el campo ni producir tejas, lo cierto es que en algunos casos migrarán temporalmente a otras zonas para trabajar, los que se quedan en la zona tendrán mas tiempo libre. Pero en otros casos como en la zona de Santiago - Ica las vacaciones escolares representan la temporada de mayor carga laboral porque coincide con el “apañado de algodón”, actividades que los niños y niñas realizan con una frecuencia diaria desde la madrugada hasta entrada la tarde. Situación similar tendencia se registra con los niños y niñas de Chuschis – Ayacucho, que aumentan en su carga laboral aunque con menor intensidad. Los y las adolescentes que están por terminar la secundaria mayores suelen asistir a academias preuniversitarias en la ciudad para prepararse con miras a ingresar a universidad e institutos de educación superior.

Del inicio laboral y las motivaciones para trabajar En casi la totalidad de los casos, los niños, niñas y adolescentes describieron su incorporación al trabajo, sea este de tipo doméstico, agropecuarias o de otra índole, como un proceso gradual, el que empezaron bajo la supervisión de sus padres o familiares desarrollando tareas sencillas y, a medida que iban creciendo y aprendiendo, estas se hicieron más complejas. El trabajo resulta ser una responsabilidad naturalizada para ellos: al haberlo asumido desde muy temprana edad, resulta parte de ser niño o niña, hijo o hija. Coincidiendo con los hallazgos del estudio realizado por Woodhead (2004), los niños estarían percibiendo “el trabajo como una parte normal y necesaria de la niñez […] Por alguna razón, el trabajo no es solo una necesidad económica: es una parte central de su identidad”. En cuanto a su motivación para trabajar o “ayudar”, la mayoría refiere que lo hacen para ayudar a sus madres y a sus familias. En algunos casos, los niños y las niñas son conscientes de lo mucho que se esfuerzan sus padres en su trabajo y del cansancio este que les produce. Así, para ellos, trabajar es una manera de solidarizarse con sus padres. Algunos señalaron que, además, trabajan para pagar “sus gastos”, lo cual incluye ropa, comida, pasajes, útiles y cuotas escolares, etc. Desde esta perspectiva, no solo trabajarían para ayudar a los padres sino también porque esto les permite satisfacer necesidades que no pueden ser cubiertas con los ingresos de los adultos, al tiempo que logran independencia y autonomía. Por último, en menor medida algunos niños y niñas también señalan que trabajan porque les gusta o para “entretenerse”; en este caso el trabajo ya no es un medio para ayudar a sus padres o conseguir autonomía, sino que es un fin en sí mismo.

De la valoración del trabajo, preferencias y beneficios Los diversos matices que tiene la valoración del trabajo hecha por los propios niños, niñas y adolescentes nos muestran las limitaciones de pretender categorizar un trabajo como simplemente “malo” o “bueno” y ponen de relieve que para un niño o niña un mismo trabajo puede generar sentimientos y sensaciones positivos, como el orgullo, el disfrute o el aprendizaje, y a la vez sensaciones negativas, como cansancio o lesiones físicas. A su vez, una misma actividad laboral será experimentada de diferente manera, dependiendo del género, edad, cultura e historia individual, así como del contexto en el que se desarrolla. Algunos aspectos negativos tienen una mayor objetividad que otros, como cuando los niños y niñas manifiestan su malestar respecto del clima, ya sea frente al calor o al frío. Este aspecto negativo fue mencionado por niños y niñas de todas las edades cuyas labores implicaban realizar actividades a la intemperie; es el caso de la tejería y las actividades agropecuarias, entre ellas el apañado de algodón. Asimismo, el clima frío puede resultar un factor de riesgo para provocar la migración laboral: una reciente investigación sobre trata de personas (Barrantes y Escalante 2015) reportó al menos dos casos en los cuales el clima había sido decisivo para que las adolescentes fuesen a Madre de Dios, una región más cálida, en la que escapan del friaje y las heladas. Sin embargo, existen también aspectos más subjetivos relacionados con el género de los niños y niñas, e incluso con el contexto local, que van a influir y determinar su percepción sobre su trabajo. Las niñas, por ejemplo, no encuentran en el trabajo tantos aspectos positivos como los niños. Un claro ejemplo se presenta frente a algunas tareas, como

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pisar barro: mientras los niños se divierten, a las niñas no les gusta porque se ensucian y no lo consideran apropiada para ellas.Y el saber local señala que pisar barro afecta negativamente al sistema reproductivo: “se les pueden caer los ovarios”. De la misma manera, hay diferencias de percepción aun teniendo el mismo sexo. Por ejemplo, apañar algodón, que resulta al menos tolerable para los niños de Santiago, para los niños de otras localidades de Ica resulta ser una ocupación muy dura. Para la mayoría de niños y niñas, el trabajo y la escuela son dos actividades, más que contradictorias, complementarias. En la medida en que sus familias suelen tener una situación económica precaria, la generación de un ingreso propio o la ayuda en las actividades económicas familias es determinante para financiar gastos relativos a su educación: útiles, uniformes, fotocopias, cuotas escolares. Esta misma situación se describe en Woodhead (2004), lo que se entiende porque, en ambos casos, se trata de niños de hogares pobres. Además de reconocer que el trabajo financia su educación, aunque en menor medida, los niños y las niñas también reconocen la importancia del trabajo como fuente de conocimiento: es trabajando que aprenden a “hacer” cosas diferentes que serán necesarias en su vida adulta. Como dice una niña de Andahuaylillas, en el trabajo “te enseñan cosas que no te enseñan en la escuela”. Ellos perciben que se aprenden sobre asuntos que serán necesarios para su futuro. Cabe resaltar que, si bien tanto niños como niñas reconocen que el trabajo financia sus estudios, los niños de Andahuaylillas tienen un discurso más positivo respecto a trabajar, mientras que las niñas tienen un discurso negativo, aceptándolo porque es un mal necesario. Para las niñas, en mayor medida que para los niños, al menos para las de Cusco y Ayacucho, el trabajo tiene también consecuencias negativas, como la falta de tiempo para hacer sus tareas escolares. Esta percepción diferenciada por género sobre la compatibilidad entre trabajo y escuela se explica a partir de cómo los niños y las niñas por experimentan sus trabajos. Como ya vimos, el trabajo que ejecutan las niñas, sin horario y en su casa, las perjudica, pues tanto las tareas domésticas como el cuidado de sus hermanitos menores reducen su disponibilidad de tiempo para recrearse y estudiar. Así lo ilustra el siguiente diálogo:

Gina: ¿quién creen que ayuda más en casa: “Luzmila” o “Fredy”? Marco: “Luzmila”, porque he vistos en mi comunidad que el hermano varón le deja todo el trabajo a la mujer y él se va a jugar. Taller participativo con niño 12 a 17 años. Ayacucho (2014). La escuela es importante para los niños y las niñas porque les permite aprender y por ser un paso previo para luego “ser profesional”. Para las niñas, la escuela es más importante que el trabajo (los niños tienen algunas dudas para decidir cuál de estas actividades es más importante). Además, mientras los niños son partidarios de realizar ambas actividades, para algunas niñas sería mejor dedicarse al estudio y dejar de trabajar. Las niñas encuentran en la escuela un beneficio adicional: para las niñas de Cusco la escuela es el espacio en el que pueden jugar, lo que resulta especial porque a partir de lo registrado en sus testimonios se observa que las niñas de Cusco son las que tienen menor tiempo de recreación respecto a toda la población estudiada. Los niños de Ayacucho también ven la escuela como un espacio recreativo, donde pueden ver a sus amigos, jugar y “olvidarse de sus problemas”.

De las redes familiares y el modelo patriarcal de construcción de masculinidad Los niños y niñas tienes redes familiares que cumplen diferentes funciones en sus vidas: cariño, sustento, protección, consejo, orientación y diversión. En cuanto al consejo y orientación, en el Cusco, mientras las niñas y las adolescentes tienen una red más amplia de personas a las que pueden acudir —padres y madres, hermanos y hermanas, tíos y tías, etc.—, los niños y los adolescentes muestran preferencia para vincularse con las figuras masculinas para solucionar sus problemas. Una explicación podría encontrarse en que la construcción de la masculinidad en el marco de un modelo de una sociedad patriarcal priva a los hombres, desde niños, del derecho a expresar sus sentimientos y de comunicarse con personas de otro sexo sobre sus problemas, pues buscar consuelo y expresar emociones de tristeza son atributos femeninos, lo que genera una barrera social en perjuicio de los varones. Por otra parte, algunos adolescentes varones de Ayacucho señalaron que no podían hablar de sus problemas con sus padres porque ellos tenían un pensamiento más tradicional y podrían reaccionar de mala manera.

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Del castigo físico El castigo físico como método disciplinario no es ajeno a niños y niñas, y en algunos casos ellos mismos lo justifican. Pocos contaron situaciones en las que sus padres o familiares usaban castigos físicos con ellos; otros bromeaban al respecto cuando alguno de sus compañeros señalaba que sus padres no les pegaban como castigo, dando a entender que dudaban de su respuesta. La violencia familiar también parece ser algo de lo que están al tanto y que suele pasar en sus comunidades. Como señalaron los niños de Andahuaylillas: “en todo profe, en toda familia [hay violencia]. Hasta en la suya”. Por otro lado, en Cusco e Ica las niñas particularmente manifestaron sentirse incómodas por el bullying de sus compañeros varones. En Cusco reportaron que los niños se burlan de ellas cuando se las encuentran en la calle y están trabajando, y en el caso de Ica reportaron que el bullying se da en la escuela. Las niñas contaron que los niños “no respetan a las damas” y que “les pegan”. Los niños y niñas identifican diversos derechos para ellos; sin embargo, también reconocen que a veces estos son vulnerados. Refieren que sus progenitores los maltratan cuando se encuentran “fastidiados” por temas laborales. Ante esta situación, los niños y niñas de Andahuaylillas coinciden en que la DEMUNA es la institución encargada de velar por el respeto de sus derechos y piensan que deben seguir haciéndose talleres con los padres y madres para fortalecer o fomentar la lucha contra la violencia familiar.

De ser niño y niña Los niños y niñas identifican que sus responsabilidades son asistir y tener un buen desempeño en la escuela, ayudar a sus padres, hacer los “quehaceres” y portarse bien, denotando que, en su caso, tanto niños como niñas tienen que cumplir con el ideal de niño estudiante, propio de sociedades urbanas, y también con el ideal de niño trabajador propio de los niños rurales o de familias pobres o pobres extremas. Cabe resaltar que, en el caso de Andahuaylillas, mientras los niños identificaron como una de sus responsabilidades (léase derechos) “el juego”, las niñas no lo hicieron, lo cual guarda coherencia con lo señalado respecto de que se ha identificado que las niñas tienen menos tiempo para la recreación. En Cusco al reconstruir las actividades de un día típico de las niñas dedicadas al comercio menor se encontró que el tiempo que dedican a la recreación es inexistente. En cuanto a las diferencias por género, se pone en evidencia que existe una división del trabajo por género, apoyada en la creencia de que las niñas tienen menor fuerza física y reforzada por la percepción de un alto riesgo de abuso sexual hacia la niña en el espacio público. A las niñas se les encomienda realizar las labores domésticas que requieren menos esfuerzo físico y a los niños se les asignan las tareas que demandan mayor esfuerzo físico, que son aquellas que se realizan en el trabajo productivo. En Ica, región en la que fue posible acceder a grupos de niñas y niños desde los seis años de edad se pudo observar que la mayor carga de tareas domésticas hacia la niña se produce a los 10-11 años, coincidiendo con el inicio de la pubertad. Es de relevar que hasta los 10-11 años, el tipo de tareas domésticas que se les asigna, puede ser similar. La especialización en las tareas domésticas se produciría a partir de la pubertad. Dos las tareas que las niñas realizan exclusivamente son el cuidado de los hermanos menores, trapear y encerar. A partir de los diez años, se le podrá pedir a la niña que además de lavar su ropa, los platos y arreglar su cuarto, cuide a sus hermanos, trapee o encere y cocine, siendo que la tarea de cocinar podrá ser solicitada también a los varones, pero ocurre a partir de los doce años y cuando el niño no estudia en el turno de la mañana por ejemplo, es decir cuando hay condiciones que facilitan que el niño se haga cargo de la tarea.

De los riesgos diferenciados por género Padres, madres, niños y niñas identifican que las niñas corren peligro específico en razón de su género, si es que trabajan en espacios públicos, para las niñas visualizan como peligro ser víctima de trata de personas (mencionado en Cusco y Ayacucho), de abuso sexual y de quedar embarazada siendo adolescente, lo que truncaría sus proyectos. Se observa un efecto perverso de estos riesgos en las vida y en las oportunidades futuras de las niñas, dado que a partir de estas amenazas se estaría naturalizando como una mejor opción para la niña, el asignarle el trabajo doméstico dado que éste se realizaría en un espacio que resulta de menor riesgo que en espacio público. Para los niños y los adolescentes, el peligro consiste en truncar sus estudios por preferir irse a zonas en los que el trabajo sea bien remunerados (por ejemplo en la minería ilegal) o, peor aún, por caer en la delincuencia y el alcoholismo.

De las oportunidades para los niños y las niñas a partir del proyecto Los niños y niñas conocen mecanismos de participación en la vida de la comunidad tanto para acceder al financiamiento público como para expresar sus opiniones. En el caso de Andahuaylillas, a través de la ONG Runakunaq Wasin han

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participado en la formulación del presupuesto participativo y en las asambleas comunales. Los padres de Cusco y Ayacucho que han participado en el proyecto manifestaron que sus hijos e hijas intervienen en las asambleas, manifestando sus opiniones en público. Un aprendizaje de esta experiencia es que algunos derechos a los que los niños no acceden habitualmente, como el derecho a opinar y a participar en las decisiones de la comunidad, pueden hacerse realidad a partir de acciones específicas. Esto refleja que existe cierta elasticidad en los adultos para conceder a los niños al menos estos derechos. Esta mayor participación permitiría cambiar la percepción y expectativas sobre la niñez y la adolescencia, en el mediano y largo plazo. Los niños, niñas y padres resaltan que uno de los aportes de las organizaciones INTI, CODEH y MANTHOC es haber dado a conocer a conocer los derechos de los niños a través de talleres y actividades públicas. Como dice uno de los niños de Chuschis antes de que se realizara el Proyecto “no sabía ni siquiera qué era derecho”. Asimismo, al no existir una práctica extendida de conceder a los niños y niñas tiempo para la recreación o para el ocio, los espacios de aprendizaje y de extensión educativa generados por el Proyecto se observan como una oportunidad para construir ciudadanía, porque no solo afianza el derecho a la educación sino que también se genera el cumplimiento de otros derechos, como el derecho a opinar , a participar y a recrearse. Otro aspecto que los mismos padres valoran es el efecto que el proyecto tiene en la vida de niños y niñas en materia de desarrollo de su “autoestima” “confianza” o “capacidad de expresión”. Los padres coinciden en que sus hijos e hijas ahora se desenvuelven tanto en la casa como en los espacios públicos con soltura, y que han pasado de ser callados o tímidos a animarse a expresar sus opiniones. Por otro lado, observan que los ven actuar con mayor confianza y perciben que se ha fortalecido su autoestima. Otro aspecto valorado es el propio trabajo de reforzamiento escolar, que se observa más consolidado en Andahuaylillas, donde los niños van a diario a realizar sus tareas escolares con el apoyo del proyecto; mientras que en Ayacucho, MANTHOC mencionó que el apoyo en materia educativa se realiza a través de los docentes con quienes trabajan para que mejoren sus estrategias de enseñanza (lo cual tuvo resultados concretos en 2015), dando refuerzo escolar durante las vacaciones.

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Anexo 1: Guía de taller participativo con NNAT Actividad: Día típico Duración (máx.): 25 min. Materiales • Plumones • Tarjetas/ post its • Limpiatipo • Papelógrafo con dibujo del Sol y la Luna

Identificación de actividades cotidianas (10 min.) Pedir a los niños, niñas y adolescentes que mencionen las cosas que hacen todos los días (o cosas que hicieron ayer) indicando de qué hora a qué hora realizan cada actividad y cómo se sienten hacia cada actividad que realizan.

Anotador Apuntar lo que mencionan los niños en tarjetas (post its) mientras el moderador promueve el diálogo grupal

Preguntas motivadoras: • ¿Qué hacen por la mañana? • ¿Qué hacen durante el día? • ¿Qué hacen cuando se levantan? • ¿A qué hora se levantan? • ¿Qué hacen después de desayunar? • ¿Qué hacen al medio día? • ¿Qué hacen por la tarde? • ¿A qué hora almuerzan? • ¿Qué hacen después de almorzar? • Y cuando se pone oscuro, ¿qué hacen? • ¿A qué hora van a dormir? •

Distribución de actividades durante el día Cuando se tiene un buen número de tarjetas, pedir a los niños, niñas y adolescentes que las ordenen en un papelógrafo que tiene las figuras del sol y la luna, para que pongan las actividades que hacen de día y de noche los días de semana. Indicar a los niños, niñas y adolescentes que ordenen qué actividades realizan primero en el día y cuáles después (10 min.).

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Anotador • Colocar papelógrafo con imagen de Sol y Luna en la pared. • Si salen más actividades, anotarlas y colocarlas en el papelógrafo. • A manera de diálogo, extenderse a los fines de semana y luego las vacaciones.

Valoración de actividades (5 min.) • ¿Cuál les gusta más? • ¿Cuál les gusta menos? • ¿Por qué? • ¿Por qué hacen esa actividad? • ¿Qué actividad es la más importante? • ¿Qué actividad creen que es la menos importante?

Actividad: Mi trabajo Duración (máx.): 20 min. Materiales • Hojas bond para que los niños, niñas y adolescentes dibujen • Colores, crayolas, plumones • Lápices

Dibujo proyectivo sobre su trabajo (5 min.) Presentar un dibujo en palelógrafo de un niño o niña sin rostro que está trabajando y con una nube de pensamiento vacía. Indicar a los niños, niñas y adolescentes que el dibujo está incompleto y pedirles que nos ayuden a completarlo.

Preguntas motivadoras • ¿Creen que este niño estará triste o feliz? • ¿Cómo se sentirá: cansado, con energías? • ¿Qué creen que esté pensando? • ¿Le gustará su trabajo o no tanto? • ¿Creen que este niño podría parecerse a ustedes? ¿A veces ustedes se sienten así?

Características, motivaciones e inicio laboral (10 min.) Después de cinco minutos de haber iniciado el dibujo, explorar con los niños, niñas y adolescentes los siguientes temas.

Detalles sobre su trabajo • ¿Qué trabajos o ayudas realizan? • ¿Cómo son sus trabajos? ¿Qué cosas tienen que hacer?

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• ¿Cómo aprendieron a hacerlos? • ¿Trabajan con alguien o solos? [si no ha quedado claro] • ¿Dónde trabajan? ¿Cómo es ese lugar? ¿Es peligroso o no tanto? • ¿Les gusta hacer estos trabajos? • ¿Qué otros trabajos hacen?

Motivaciones Ahora me gustaría que me cuenten un poco más sobre sus trabajos. • ¿Por qué trabajan? • ¿Trabajan para ustedes o para alguien? • ¿Alguna vez han querido dejar de trabajar? ¿Por qué? ¿Y pudieron?

Inicios • ¿Recuerdan cómo empezaron en este trabajo? • ¿De quién fue la idea de que deberían trabajar? • ¿Quién tomó la decisión de que tenía que trabajar? • ¿Tenían otro tipo de trabajo antes? [en caso respondan afirmativamente, repreguntar: ¿creen que el trabajo que hacen ahora es mejor del que hacían antes?

Sobre el futuro (5 min.) Ahora, me gustaría que me hablen un poco sobre el futuro, las cosas que nos imaginamos para nuestras vidas. • ¿Por cuánto tiempo más piensan que van a seguir haciendo estos trabajos? • ¿Qué harán después? ¿Les gustaría hacer otro trabajo en el futuro? • ¿Creen que van a seguir estudiando después del colegio? • ¿A qué creen que se van a dedicar cuando sean grandes? • ¿Cómo van a lograrlo? • ¿Qué otras cosas les gustaría hacer en el futuro?

Actividad: ¿Quién es importante para mí? Duración (máx.): 35 min. Materiales • Hojas bond con niño o niña en el centro • Colores, crayolas, plumones • Papelógrafo con niño o niña en el centro • Tarjetas/ Post its

Identificación de su red social (5 min.) Dar a cada niño o niña a una hoja bond tamaño A4 con el dibujo de un niño o niña (según el grupo con el que se trabaje) y explicarles.

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• Ahora quisiéramos saber quiénes son las personas más importantes para ustedes. Ese dibujo te representa a ti, quisiéramos que alrededor coloques a las personas más importantes para ti * Ojo: Darles la opción de que si no quieren dibujar, pueden escribir.

Valoración de su red social (10 min.) Cuando los niños, niñas y adolescentes han terminado, pedirles que cuenten a todos sobre sus dibujos. Preguntar: • ¿Por qué has dibujado a esta persona? • ¿Por qué es importante para ti? • ¿Qué hace por ti? • ¿Qué responsabilidades tienes con él? • ¿Ellos esperan que obedezcas? [solo los mayores.] • ¿A quién buscas cuando tienes problemas? • Y cuando se trata de problemas en el trabajo, ¿también los buscan a ellos y ellas o a quiénes? • ¿Creen que se han olvidado de alguien más?

Anotador Escribir en tarjetas las personas que van mencionando los niños, niñas y adolescentes.

Ranking de importancia (5 min.) El facilitador pega en la pared un papelógrafo con la figura de un niño o niña [según el grupo con el que se trabaje] dibujado en el centro de un círculo. Hace un sorteo para ver el orden en que cada niño y niña va a pegar las tarjetas alrededor del niño o niña dibujado, según la importancia que tienen para ellos. Los niños, niñas y adolescentes deben ponerse de acuerdo en qué tarjeta poner. Volver a preguntar: • ¿Por qué la persona seleccionada es importante? • ¿Por qué uno es más importante que el otro? [por ejemplo: por qué mamá primero y papá segundo.]

Tipo de relación con su red social primaria (5 min.) Ahora, chicos y chicas, necesito que me ayuden: yo voy a empezar una oración y ustedes la van a completar… • Estas personas están contentas con ustedes cuando… • Estas personas se molestan con ustedes cuando… • ¿Y en sus casos estas personas se molestan mucho con ustedes? • ¿Y qué hacen cuando están molestas? • Muy bien, ahora les voy a hacer otras preguntas: • ¿Qué esperan estas personas de ustedes? • ¿De su desempeño en la escuela? ¿Qué esperan de ustedes en la casa? ¿Qué esperan como trabajo o ayuda?

Identificación de red social negativa (5 min.) Preguntar lo siguiente: • ¿Hay personas en la localidad que no les agradan o a las que temen? Apuntarlas también en tarjetas y pedir a los niños, niñas y adolescentes que las peguen donde prefieran. Preguntarles: • ¿Por qué les temen?

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• ¿Dónde están? • ¿Qué se puede hacer para evitarlos o cambiar esa situación? • ¿Creen que hay peligros en su comunidad?

Percepción de los niños, niñas y adolescentes sobre ellos mismos (5 min.) Ahora me gustaría que me contaran un poco sobre ustedes y lo que sienten. Preguntar: • • ¿Qué hace que te sientas bien sobre ti mismo? • • ¿Qué te hace sentir orgulloso? • • ¿Qué te hace sentir mal sobre ti mismo? • • ¿Qué te hace sentir vergüenza?

Actividad: Trabajo y escuela Duración (máx.): 35 min. Materiales • Imagen de niño o niña que trabaja [ocupación propia de los niños, niñas y adolescentes del taller] • Imagen de niño o niña estudiante • Cara feliz • Cara triste

Ser niño o niña trabajador (10 min) Las cosas buenas y las cosas malas del trabajo Colocar una imagen de la ocupación propia de los niños, niñas y adolescentes en el centro y a sus costados una “cara feliz” (que representa las cosas buenas) y una “cara triste” (que representa las cosas malas). Preguntar: • Chicos, ustedes trabajan o ayudan, ¿no? • ¿Creen que trabajar es algo bueno para ustedes? • ¿Cuáles son las cosas buenas de ser un niño o niña que trabaja (o de trabajar)? (cosas que te hagan feliz, complacido, orgulloso, tener confianza)? [preguntar sobre el grupo que está participando, como también para el sexo opuesto.] • ¿Cuáles son las cosas malas de ser un niño que trabajo (problemas, cosas que te pongan triste, tener miedo, que hagan que te molestes, que te aburras)? [preguntar sobre el grupo que está participando, como también para el sexo opuesto.]

Anotador Registrar en tarjetas o post its las cosas buenas o malas que indican los niños, niñas y adolescentes.

Ranking de cosas buenas y de cosas malas Pedir a los niños, niñas y adolescentes que ordenen las tarjetas empezando por cuál de las cosas

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buenas es “la más buena” o la más importante para ellos, la segunda más buena y así sucesivamente. Hacer lo mismo para las cosas malas. • De todas las cosas buenas del trabajo, ¿cuál creen que es la más buena o la más importante? • De todas las cosas malas del trabajo, ¿cuál creen que es la más mala?

Ser niño/a estudiante (5 min.) Las cosas buenas y las cosas malas de ser estudiante Con la imagen de un niño o niña escolar, repetir el mismo procedimiento como se hizo para el trabajo. Veamos esta imagen… Preguntar: • ¿Cuáles son las cosas buenas de ser un niño o niña estudiante (cosas que te hagan feliz, complacido, orgulloso, tener confianza)? [preguntar sobre el grupo que está participando, como también para el sexo opuesto.] • ¿Cuáles son las cosas malas de ser un niño o niña estudiante (cosas que te pongan triste, tener miedo, que hagan que te molestes, que te aburran)? [preguntar sobre el grupo que está participando, como también para el sexo opuesto.]

Anotador Registrar en tarjetas o post its las cosas buenas o malas que indican los niños o niñas.

Ranking de cosas buenas y de cosas malas Pedir a los niños, niñas y adolescentes que ordenen las tarjetas empezando por cuál de las cosas buenas es “la más buena” o la más importante para ellos, la segunda más buena, y así sucesivamente. Hacer lo mismo para las cosas malas. • De todas las cosas buenas de la escuela, ¿cuál creen que es la más buena o la más importante? • De todas las cosas malas del trabajo, ¿cuál creen que es la más mala?

Niño o niña escolar vs. niño o niña trabajador/a (10 min.) Poner las imágenes de “escuela” y “trabajo” juntas. Ahora vamos a hablar un poco sobre la escuela y sus trabajos… Preguntar: • ¿Qué es más importante: la escuela o el trabajo? ¿Por qué? ¿Dónde aprenden más? • ¿Qué crees que es mejor para ti y tu familia: solo trabajar; solo ir a la escuela, o trabajar y también ir a la escuela? ¿Por qué? • Si a tu familia le fuera mejor en su economía, ¿preferirías dejar el trabajo y dedicarte más a la escuela o seguirías trabajando? • ¿Alguna vez han tenido que dejar la escuela para trabajar? ¿Me podrías contar un poco sobre esa situación? • ¿Creen que el trabajo (lo que ganan o lo que aprenden ahí) los ayuda en algo con la escuela? • ¿Creen que la escuela los ayuda en algo para el trabajo?

Apoyo desde la escuela al niño o niña que trabaja • ¿En la escuela apoyan de manera especial a los niños que trabajan? • ¿Qué les parece trabajar y estudiar a la misma vez? ¿Consideran que es fácil o difícil? [es importante explorar temas como el abandono y ausentismo escolar atribuible a la escuela.] • [En caso respondan que es difícil] ¿Qué creen que se podría hacer para que esto sea más fácil para ustedes? ¿Se lo han propuesto a sus padres o profesores? ¿Qué les dijeron?] • ¿Creen que los profesores toman en cuenta la opinión de los niños, niñas y adolescentes?

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Actividad: ¿Qué pasaría sí? Duración (máx.): 10 min. Materiales • Hojas A3 con las historias escritas • Imágenes que resuman las historias Colocar en la pared las hojas A3 con las historias escritas y una imagen que las represente. Para todos los temas, preguntar: • ¿Qué debería hacer X en esta situación? • ¿Qué creen que pasará después? ¿Por qué? • ¿Quién podría ayudarlo? • ¿Esto les ha pasado?

Tema 1: Nuevas leyes (2 min.) El gobierno quiere hacer una nueva regla que dice que los niños, niñas y adolescentes deben tener al menos 15 años para poder trabajar. ¿Qué harían?

Tema 2: Lidiar con la explotación (2 min.) Lucía/Luis normalmente espera que le paguen una cantidad de dinero por cada trabajo, pero el cliente solo le quiere dar la mitad de eso.

Tema 3: Castigo (2 min.) En caso sean niñas La mamá de Tatiana se fue a trabajar y le dijo que tenía que hacer las compras y cocinar. Ella estuvo jugando y se olvidó de hacerlo.

En caso sean niños La mamá de Pedro se fue a trabajar y le dijo que tenía que hacer las compras y limpiar la casa. Él estuvo jugando y se olvidó de hacerlo.

Tema 4: Problemas familiares (2 min.) Rosa y Antonio son hermanos. El papá ha salido a trabajar y ellos se han quedado con su mamá. En la noche, su papá llega muy tarde y ha estado bebiendo con sus amigos.

Tema 5: Obligación en el trabajo (2 min.) Pierina/Piero tiene 12 años y trabaja vendiendo fruta con su mamá en el mercado. Es sábado y ella sabe que tiene que ir a trabajar muy temprano, pero no se siente bien… ¿Qué hará Piero/Pierina? ¿Le dirá a su mamá que prefiere quedarse en casa o irá a trabajar? ¿Qué crees que diga la mamá de Piero/Pierina?

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Actividad: Derechos, participación y apoyo a la infancia Duración: 25 min. (+10 min. de “participación dentro de la organización que es opcional) Materiales • Papelógrafo con cuadro dibujado • Plumones

Derechos de los niños, niñas y adolescentes (10 min.) Ahora me gustaría que habláramos un poco sobre los derechos de los niños, niñas y adolescentes: • ¿Los niños tienen derechos? ¿Cuáles son? • ¿Los derechos de los niños son diferentes de los derechos de las niñas? • ¿Y los niños, niñas y adolescentes que trabajan tienen derechos? ¿Cómo cuáles? • ¿Qué clase de trabajo está mal que hagan los niños, niñas y adolescentes? ¿Por qué? • ¿Qué es lo que se hace o debe hacer para defender los derechos de los niños o niñas? • ¿Desde qué edad piensan que los niños pueden empezar a trabajar en […]? • ¿El que los niños tengan que trabajar es una violación a los derechos de los niños o no?

Cuentos sobre participación (2 min.) • Los niños de la comunidad quieren que se les enseñe en la escuela cosas que les puedan ser útiles para aprender una ocupación/trabajo (por ejemplo, carpintería). ¿Cómo pueden hacer esos niños para que les hagan caso en la escuela? • Los niños de una localidad quieren que se construya una losa deportiva para que puedan jugar fulbito, vóley y básquet, ya que por el momento solo pueden jugar en la calle, pero saben que es peligroso. ¿Cómo pueden hacer estos niños/as para que esto se haga realidad?

Percepción del proyecto “Niños y Niñas hacen el Camino” (10 min.) Presentar a los niños, niñas y adolescentes un papelógrafo con un cuadro y pedirles que lo completen. Ahora les vamos a presentar un papelografo donde vamos a poner todo lo que saben del proyecto “Niños y Niñas hacen el Camino”. Beneficios para los niños, padres, escuela y la comunidad

Actividades que se realizan con el proyecto

Cambios en los niños, padres, escuela y comunidad

¿Qué se cosas del proyecto se pueden mejorar?

• ¿Qué hace STC/MANTHOC por los niños, niñas y adolescentes de la comunidad? ¿Cómo los ayuda? • ¿Qué actividades realizan con STC/MANTHOC? • ¿Qué cambios ha habido en la comunidad desde que empezó el proyecto?

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• ¿Creen que el proyecto ha cambiado de alguna manera su vida? ¿Por qué? • ¿Qué cosas les gustaría que se mejore o se refuerce del proyecto? • ¿Qué creen que han aprendido con el proyecto que les vaya a servir en su vida adulta?

Apoyo a la infancia • Aparte de lo que hace STC/MANTHOC, ¿qué otros proyectos o iniciativas se están haciendo en su comunidad para ayudar a los niños? • ¿El gobierno [presidente] hace algo por los niños? [poner como ejemplo Qali Warma.] ¿Qué hace? • ¿Qué más debería hacer el gobierno por los niños?

Participación dentro de la organización (10 min.) Nivel de conciencia • ¿Cómo así llegaron a formar parte de esta organización? • ¿Para qué se han organizado los niños, niñas y adolescentes? • ¿Cuáles son las responsabilidades de los niños, niñas y adolescentes de la organización? • ¿Qué actividades se realizan dentro de la organización? [inducir a que hablen sobre reuniones u asambleas.] • [En caso que participe.] ¿Qué tanto participan en estas actividades? • [En caso que participe.] ¿Por qué participan? ¿Qué te gusta de esas reuniones? • [En caso no participe.] ¿Por qué no participan? ¿Qué no te gusta de esas reuniones? • ¿Quiénes creen que participan más: los niños o las niñas? ¿Por qué? • ¿Ocupan o han ocupado algún cargo o formas parte de algún comité en la organización? • ¿Cómo así los eligieron para ese cargo? ¿Por qué creen que los eligieron? • ¿Les gusta o no les gusta ocupar se cargo? ¿Por qué? • ¿Qué pasa cuando los niños, niñas y adolescentes y los facilitadores no están de acuerdo en algo? ¿Cómo deciden?

Capacidad de decisión y acción • ¿Quién o quiénes toman las decisiones sobre lo que se va a hacer o no se va hacer en la organización? • Cuéntenme un poco cómo funciona esto. ¿A quién se le ocurren las ideas? ¿Y luego qué pasa? [Ahondar en la relación dirigencia-facilitador-niños, niñas y adolescentes.] • ¿Quién dirige las actividades que se realizan en la organización? • ¿Qué crees que diferencia a un niño trabajador que es parte de una organización de uno que no está en ninguna organización? • Cuando seas adulto, ¿piensas que seguirás perteneciendo a la organización? ¿En qué organización te gustaría estar?

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Actividad: Qué es ser un niño y qué trabajo es mejor Duración (máx.): 30 min. Materiales: • Imágenes de actividades económicas desarrolladas por los niños de la zona. Explorar palabras que los niños, niñas y adolescentes usan para un niño o niña, un adulto y las edades intermedias (3 min.) • ¿Ustedes se ven más como niños, niñas y adolescentes o como adultos? • [En caso respondiera que ya no es un niño o niña, repreguntar: ¿cuándo crees que empezaste a hacer cosas más de adulto?] • ¿Qué hace a un adulto diferente de un niño o niña?

Crear un ranking de oferta laboral (15 min.) Mostrándoles las imágenes de diferentes trabajos, pedir a los niños, niñas y adolescentes que armen un ranking de cuál es el mejor o el peor trabajo, según el sexo, y que expliquen las razones por las cuales los valoran así (preguntar a los niños, niñas y adolescentes si hay otras ocupaciones que no estén en las imágenes y registrarlas en tarjetas para que sean parte del ranking.)

Preguntas motivadoras • ¿Qué trabajo es mejor? ¿Por qué? • ¿Cuál trabajo es el segundo mejor? ¿Por qué? • ¿Cuál es el peor trabajo que puede realizar una niña? ¿Y un niño? • Luego de hacer el ranking general, hacer un ranking según los siguientes criterios: −− Ingreso [qué trabajos son más rentables.] −− Seguridad [qué trabajos son más seguros.] −− Disfrute [en qué trabajos se diviertan más.] • Finalmente, ¿cuál elegirían ustedes: el trabajo mejor remunerado, el trabajo más seguro o el trabajo donde se divierten más?

Trabajo y genero • ¿En estas imágenes hay un trabajo que no realizarían? [si responden sí.] ¿Por qué? • ¿Todos estos trabajos pueden ser realizados por los niños como ustedes? ¿Y por las niñas? • ¿Qué trabajo no deben hacer los niños varones? ¿Y las niñas? ¿Por qué?

Dinámica muñecos de niños, niñas y adolescentes (10 min.) Presentar a los niños, niñas y adolescentes dos muñecos, uno del género masculino y otro del femenino. Estos muñecos representan a dos niños: un niño y una niña de 12 daños que viven en esta comunidad. • ¿Qué actividades creen que hace cada uno en casa? • ¿Quién ayuda más en la casa el niño o la niña? ¿Por qué?

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• ¿Estos niños hacen las mismas cosas o hacen cosas diferentes? ¿Por qué? • ¿En qué creen que trabaja el niño? ¿Y la niña? ¿Por qué? • ¿A quién creen que le irá mejor en la escuela? ¿Por qué? • ¿Quién tiene un mejor trabajo: el niño o la niña? ¿Por qué? • ¿Quién creen que trabaja más, el niño o la niña? ¿Por qué? • ¿Quién está más expuesto al peligro, el niño o la niña? ¿Por qué? • ¿Cuál de ellos creen que pueda ir a la universidad: el niño, la niña, o ambos pueden ir? • ¿Y eso está bien? ¿Cómo se puede hacer para cambiar esta situación?

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Anexo 2 Guía de entrevista a NNAT Nombre del entrevistado/a (opcional): ­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­__________________________________________ Lugar: ______________________________________________________________________ Fecha: ______________________________________________________________________ Hora de inicio:_______________________________________________________________ Hora de fin: _________________________________________________________________

1. Información básica (rompiendo el hielo) 1. ¿Cómo te llamas? 2. ¿Cuándo es tu cumpleaños? ¿O sea que naciste en el año…? 3. ¿En qué colegio estás? ¿En qué grado? 4. ¿Qué es lo que más te gusta hacer? ¿Por qué?

2. El trabajo Ahora vamos a hablar un poco sobre el trabajo o los trabajos que haces.

2.1 Características sobre su trabajo 5. ¿En qué trabajas? 6. ¿Qué cosas tienes que hacer en tu trabajo? 7. ¿Te parece fácil o difícil? ¿Por qué? 8. ¿Por lo general trabajas todo el año o sólo durante las vacaciones escolares? 9. ¿Y cuántos días a la semana? ¿Qué días? ¿Cuántas horas diarias? 10. ¿Crees que el trabajo que realizas es bueno para ti o piensas que es malo? ¿Por qué? 11. ¿Alguna vez te has enfermado o lastimado trabajando? Cuéntame qué pasó. 12. ¿Crees que tu trabajo es peligroso o no tanto? ¿Alguna persona cree que sí es peligroso? 13. ¿Crees que tu trabajo es muy cansado o no tanto? ¿Por qué? 14. ¿Qué otras cosas haces aparte de ese trabajo?

2.2 Motivaciones e historia laboral 15. ¿Por qué motivo trabajas? 16. ¿Quién te enseñó a hacerlo? ¿Qué edad tenías? 17. ¿Fue complicado o fácil aprenderlo? 18. ¿Hace cuánto haces este trabajo? 19. ¿Siempre has hecho el mismo trabajo? ¿Qué hacías antes?

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20. ¿Por qué cambiaste de trabajo? ¿Cuál de los trabajos crees que era mejor? 21. ¿Cómo así empezaste a trabajar? ¿Qué edad tenías? 22. ¿Alguien decidió que tenías que trabajar? ¿Por qué? 23. ¿Te parece una buena edad para empezar a trabajar?

3. Valoración de su trabajo 24. ¿ Te gusta o no te gusta lo que haces? ¿Por qué? 25. ¿Cuáles son las cosas buenas o que te gustan de trabajar? 26. ¿Cuáles son las cosas malas o que no te gustan de trabajar? 27. ¿Crees que es importante tu trabajo? 28. ¿Crees que se aprenden cosas trabajando? 29. ¿Recibes un pago por tu trabajo? ¿Cómo te pagan? 30. ¿Qué haces con esa plata: te la quedas o la compartes con tu familia? 31. ¿Qué crees pasaría si tú no trabajaras? 32. ¿Crees que tu trabajo es importante? ¿Por qué?

3.1 Trabajo y género 33. ¿Qué trabajos pueden realizar las niñas? 34. ¿Y los niños? 35. ¿Crees que hay trabajo que no deben realizar las niñas? ¿Cuáles son? ¿Por qué crees que no los podrían realizar? 36. ¿Crees que hay trabajos que no deben realizar los niños-varones? ¿Cuáles son? ¿Por qué crees que no los podrían realizar?

3.2 El entorno y condiciones de trabajo 37. ¿Cómo es el lugar donde trabajas? ¿Es sucio o limpio? ¿Hace calor o frio? 38. Y dime, ¿cómo te sientes ahí? ¿Te sientes seguro o no tanto? ¿Por qué? 39. ¿Conoces a gente en ese lugar? ¿Es gente buena o mala? [En caso responda que hay gente mala: ¿por qué es gente mala? ¿cómo haces con ellos?] 40. ¿Alguna vez has sido castigado en el trabajo? ¿Qué pasó? ¿Cómo te castigaron?

4. La escuela Ahora vamos a hablar un poco sobre la escuela. 41. ¿La escuela es importante para ti? ¿Por qué? 42. ¿Vas porque te gusta o porque te dicen que lo hagas? 43. ¿Cuáles son las cosas buenas o que te gustan de la escuela? 44. ¿Cuáles son las cosas malas o que te molestan de la escuela? 45. ¿En qué horario vas? ¿Vas siempre o faltas a veces? ¿Por qué faltas? 46. ¿Desde cuándo vas a la escuela? ¿Has tenido que dejarla en algún momento? [En caso que respondan ne gativamente: ¿por cuánto tiempo? ¿Por qué la dejaste? ¿Cómo así volviste?] 47. ¿Alguna vez has pensado en dejar la escuela? Cuéntame por qué. 48. ¿Has repetido de año alguna vez? ¿Qué grado? ¿Qué crees que fue lo que pasó?

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5. Trabajo y escuela Ahora vamos a hablar un poco sobre cómo te sientes sobre el trabajo y la escuela. 49. ¿Qué crees que es más importante la escuela o el trabajo? ¿Por qué? 50. ¿Qué cosas aprendes en el trabajo que sean útiles en la escuela? 51. ¿Qué cosas aprendes en la escuela que sean útiles en el trabajo? 52. ¿Es fácil o difícil combinar trabajo y escuela? ¿Por qué? 53. ¿Crees que tus profesores conocen los problemas o necesidades de los niños que trabajan? ¿por qué crees eso? 54. ¿En tu escuela ayudan o dan facilidades a los niños o niñas que trabajan y estudian? 55. ¿De qué manera crees que podría apoyar la escuela a los niños que trabajan?

6. Ciclo de vida. Actividad: Línea de tiempo (pasado/presente/futuro) Materiales • Hojas bond con línea de tiempo dibujada • Plumones

Explicación de línea de tiempo Mostrarle al niño o niña una línea de tiempo. La línea de tiempo consiste en varias hojas bond pegadas horizontalmente. Debe tener dibujado: un bebé bajo el número 0, un niño o niña de 5 años, un niño o niña de 10 años, un niño o niña de 15 años, un o una joven de 20 y un adulto o adulta.

Situación al niño en la línea de tiempo Identificar al niño o niña con el dibujo que lo representa (pedirle que indique su edad actual y ubicarlo en la línea de tiempo).

Narrar historias Pedir al niño o niña que nos cuente las cosas más importantes que han pasado en el transcurso de su vida, las cosas que más se acuerdan desde que era pequeño, tanto buenas como malas. Empezar el diálogo preguntando: 56. Cuéntame, ¿te acuerdas de algunas cosas buenas que te han pasado cuando tenías de 0 a 5 años? ¿Y en los otros años? 57. ¿Qué cosas buenas? ¿Y malas? (accidentes o si han experimentado migración) 58. [En caso mencione una experiencia en específico: ¿y recuerdas qué edad tenías o cuán chiquito eras cuándo eso pasó?] Tarea del entrevistador: mientras el niño o niña va narrando su historia, el entrevistador debe ir escribiéndolas en la línea del tiempo. Si fue una experiencia positiva, ponerla en la parte de arriba, y si fue una experiencia negativa, ubicarla en la parte de abajo de la hoja (preguntar al niño o niña si la considera positiva o negativa, buena o mala). Preguntas: Ahora me gustaría que nos imaginemos un poco el futuro: 59. ¿Qué piensas que va a pasar contigo en los próximos cinco años, cómo te imaginas? 60. ¿Crees que vas a seguir trabajando en lo mismo que ahora? ¿Por qué? 61. ¿Cómo ves a tu familia (estarán aquí, se mudarán)? 62. ¿Qué crees que tu familia quisiera que hagas cuando seas grande? ¿Estás de acuerdo? ¿Por qué?

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63. ¿Y a ti qué te gustaría hacer? 64. ¿Crees que harás cosas importantes de grande? ¿Como qué? 65. ¿Conoces a alguien que esté haciendo eso que tú quieres hacer cuando seas grande? ¿Quién es? ¿Qué hace? ¿Quieres ser igual a él o ella? ¿Por qué? 66. ¿Cómo crees que podrás llegar a hacer eso que me acabas de decir? 67. ¿Necesitas ayuda para lograrlo? 68. ¿Qué te impediría lograrlo?

7. Familia y redes sociales Dibujo de familia Entregar al niño o niña una hoja bond y pedirle que dibuje a su familia. Darles diez minutos, y cuando estén acabando, empezar con las preguntas. 69. Cuéntame: ¿quiénes son las personas que has dibujado? ¿Cómo se llaman? 70. ¿En dónde están? 71. ¿Qué están haciendo? 72. ¿Están contentos o tristes? ¿Por qué? 73. ¿Viven contigo? 74. ¿Cómo te tratan ellos? ¿Te llevas bien con todos? ¿Se pelean mucho? 75. ¿Cómo calificarías la situación actual de tu familia: buena, mala, más o menos? ¿Me puedes explicar por qué? 76. ¿Hay alguien que vive contigo que no hayas dibujado? 77. ¿Por qué no aparece en el dibujo?

Familia 78. ¿Cómo funcionan las cosas dentro de tu familia? 79. ¿Quién es el o la que toma decisiones en tu hogar? ¿Por qué? 80. ¿Quiénes crees que son más importantes en tu familia? ¿Por qué? 81. ¿Son más importantes los hombres o las mujeres? ¿Por qué? 82. ¿Cuáles son tus responsabilidades en la casa? ¿Las de tu mamá? ¿Las de tu papá? ¿Las de tus hermanas o hermanos? 83. ¿A qué se dedica cada uno como trabajo? 84. ¿Sabes si tus papás acabaron el colegio? 85. ¿Qué piensan ellos de que trabajes? 86. ¿Cómo te tratan en casa? Cuéntame un poco sobre eso. 87. ¿En casa pelean mucho o no tanto? 88. ¿Te gustaría cambiar algo de tu familia o crees que así está bien? 89. ¿Siempre han vivido acá o antes vivían en otro lado? 90. [En caso que respondan que se mudaron, preguntar: ¿de dónde son? ¿Sabes por qué tuvieron que irse? 91. ¿Extrañas ese lugar? ¿Por qué? ¿Tus familiares lo extrañan? 92. ¿Cuáles son las diferencias entre tu casa anterior y la actual? 93. ¿Ya te acostumbraste a vivir acá o no tanto? 94. ¿Dónde consideras que estabas mejor? ¿Por qué?

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Soporte emocional 95. ¿A quién le cuentas tus secretos? 96. Si tuvieses una pelea, ¿quién te ayudaría a resolverla? 97. Si algo importante te preocupa, ¿hay alguien que crees que podría ayudarte?

8. Salud 98. ¿Siempre comes cuando te da hambre o a veces no hay comida? 99. ¿Cuántas comidas al día puedes tener? 100. ¿Sabes si cuentas con algún seguro de salud? 101. ¿Has tenido algún problema de salud en los últimos tres meses? 102. ¿Alguna vez has sufrido una lesión o te has enfermado por hacer tu trabajo? [En caso que respondan afirmativamente, preguntar: ¿qué pasó?] 103. ¿Dónde te atendiste? ¿Te dieron una buena atención? Cuéntame cómo fue. 104. ¿Quién pagó por los gastos? ¿Pagaste mucho? 105. ¿De qué manera cambió tu vida esta lesión? 106. ¿Crees que te atendieron bien? ¿Tuviste problemas para que te atiendan? ¿Luego volviste para controles o ya no?

9. Organización/Programa: 107. ¿Conoces el proyecto “Niños y Niñas hacen el Camino”? ¿En qué consiste? 108. ¿Sabes quién está a cargo de este proyecto? 109. ¿De qué manera te ayuda a ti a otros niños, niñas y adolescentes? 110. ¿Qué actividades hacen? ¿Con qué frecuencia? 111. ¿Quiénes participan más, los niños o las niñas? ¿Por qué? 112. ¿En qué crees que ha cambiado tu vida desde que participas del proyecto? 113. ¿En qué crees que podría mejorar?

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Análisis de género. Niños, niñas y adolescentes trabajadores en las regiones de Cusco, Ica y Ayacucho


Anexo 3: Grupo de diálogo con padres Actividad: Dibujo proyectivo sobre trabajo infantil Duración: 20 min. Materiales • Papelógrafo • Plumones

Dibujo Indicar a los padres o madres: Ahora vamos a dibujar a un niño o una niña trabajando y a uno de sus padres [dando la libertad para que elija al padre en actitud pasiva o activa, realizando o no un trabajo u otra actividad. Esto supone que el dibujante tiene la posibilidad de dibujar a un padre trabajando al lado de su hijo o en una actitud diferente.] Preguntas A continuación, preguntar lo siguiente: • ¿Qué edad tiene el niño que dibujó? • ¿A qué edad empezó a trabajar? • ¿Qué trabajo está realizando? • ¿Este trabajo pone en peligro al niño o niña? ¿Habrá otros problemas? • ¿Cómo se siente el niño o niña con este trabajo? • ¿Este niño o niña trabaja mucho, poco o regular? • ¿Le gusta su trabajo? • ¿Cuáles cree que son los beneficios del trabajo para este niño o niña? • ¿Qué piensa el niño de sus padres? • ¿A este niño le alcanza el tiempo para estudiar y divertirse? • ¿Qué espera el padre de su hijo? • ¿Cómo se siente el padre respecto de que su hijo trabaje? • ¿Este niño es feliz? • ¿Qué desea el padre para su hijo? • ¿A qué le tiene miedo el padre? • ¿Qué diferencia a este niño de los niños que no trabajan?

Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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Actividad: Dinámica de género Duración: 15 min. Trabajos de acuerdo a genero Presentar a los padres o madres cuatro imágenes con las siguientes características: Imagen 1: Niño de 10 años. Imagen 2: Niño de 15 años. Imagen 3: Niña de 10 años. Imagen 4: Niña de 15 años. Seleccionar una de las imágenes y preguntar a los padres y madres lo siguiente: • ¿Qué trabajos consideran ustedes que son apropiados para este niño o niña? ¿Por qué • ¿Qué trabajos está mal que haga este niño o niña? • ¿Cuáles son los peligros a los que están expuestos los niños al trabajar? • ¿Y las niñas?

Privilegios según el género Mostrar juntas las imágenes 1 y 3 o 2 y 4 y preguntar lo siguiente. • Estos dos niños son hermanos pero sus padres solo tienen la posibilidad de enviar uno de ellos a la escuela. ¿A quién enviarán? • ¿Cuál de estos niños tendrá que ayudar más en la casa? ¿Por qué? • ¿Cuál de estos niños tiene más posibilidades de convertirse en un profesional? ¿Por qué?

Actividad: Percepción del proyecto “Niños y Niñas hacen el Camino”

Duración: 15 min. Materiales • Papelógrafo con cuadro dibujado • Plumones Presentar a los padres o madres un papelógrafo con un cuadro y pedirles que lo completen. Ahora les vamos a presentar un papelografo donde vamos que poner todo lo que saben del proyecto “Niños y Niñas hacen el Camino”. Beneficios para los niños, padres, escuela y la comunidad

Actividades que se realizan con el proyecto

Cambios en los niños, padres, escuela y comunidad

¿Qué se cosas del proyecto se pueden mejorar?

• ¿Conoce alguna otra iniciativa que haya realizado a favor de los niños o niñas trabajadores?

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Análisis de género. Niños, niñas y adolescentes trabajadores en las regiones de Cusco, Ica y Ayacucho


Actividad: Entrevista grupal Duración: 1 hora 30 min. Dinámica de presentación • Nombre

Situación familiar (10 min.) Ahora me gustaría que me contaran un poco sobre ustedes y sus familias, qué hacen, dónde trabajan. • ¿Me podrían contar un poco con quiénes viven en su hogar? • ¿Qué edades tiene cada uno y a qué se dedican los miembros de su familia? • ¿Cuáles son las responsabilidades de cada uno en el hogar? • ¿Cuáles son los principales problemas que afectan a sus familias? • ¿Quién toma las decisiones importantes en sus hogares? • ¿Y los demás no participan?

Historia de trabajo infantil (15 min.) • Me gustaría que me contaran: ¿alguno de ustedes trabajó cuando era niño o niña? • ¿A qué edad empezaron a trabajar? • ¿Qué trabajos realizaron cuando eran niños o niñas? • ¿Cómo fue su experiencia como niños o niñas trabajadores? ¿Buena, mala? ¿Por qué? • ¿Cuáles fueron los aspectos positivos de trabajar cuando eran niños o niñas? • ¿Cuáles fueron los aspectos negativos de trabajar cuando era niños o niñas?

Expectativas a futuro (10 min.) Ya para finalizar, me gustaría que me cuenten sobre el futuro: • ¿Qué expectativas tienen para su hijo o hija en el futuro? • Repregunta: ¿creen que sus hijos o hijas seguirán estudios superiores? ¿De qué tipo? • ¿Qué tipo de trabajo creen que tendrán? • ¿Cómo podrían lograr esto, ustedes los apoyarían?

Derechos de los niños o niñas (10 min.) Bien, ya hemos hablado un poco sobre sus familias, ahora vamos a hablar un poco sobre los derechos niños, niñas y adolescentes: • ¿Ustedes consideran que los niños tienen derechos? • ¿Son los mismos derechos para las niñas y para los niños o son diferentes? • ¿Y los niños, niñas y adolescentes trabajadores tienen derechos? ¿Cómo cuáles? • Recientemente el gobierno de Bolivia aprobó una norma que permite a los niños, niñas y adolescentes trabajar desde los 10 años. Me gustaría saber: ¿qué opinan al respecto? • ¿Creen que debería replicarse aquí en el Perú? ¿Lo ven viable? ¿Por qué?

Proyecto: Niños y Niñas hacen el Camino.

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