Impacto y trascendencia

Trabajo y Ahorro

Una revista para siempre

César Salinas Márquez Centro Eugenio Garza Sada

Trabajo y Ahorro significa muchas cosas. Sorprende que sea la más antigua en su tipo en México, demostrando la amplia tradición editorial del país. TYA es más antigua que las famosas revistas Time (1923), Fortune (1930) y Life (1936). A nivel nacional, también antecedió a las otras revistas de empresa, como Colectividad de la Fundidora Monterrey (1925), y las publicaciones internas que aparecerían sin mucha constancia en Vidriera Monterrey, Cementos Mexicanos, Ladrillera Monterrey y otras empresas del país. Su influencia pionera debió ser clave para el surgimiento de otras revistas similares en el país, sobre todo por su contenido, buen diseño, diversidad de artículos, y el uso de fotografías y viñetas.

La revista es una ventana abierta a la vida laboral, social, cultural, deportiva y recreativa de quienes trabajan en las empresas patrocinadoras. Esto es un ejemplo de la importancia que dichas empresas le otorgan a la comunicación interna. En sus inicios se quería lo mismo que ahora, que todos los miembros de la compañía tengan una cultura compartida de buenos principios, valores y prácticas, la cual los ayude a trabajar en armonía, lograr las metas comunes, y verse como parte de una gran familia. La revista es la constructora de esta cultura que ha trascendido más allá de las fronteras de nuestro país.

La gente que operaba SCYF en aquel entonces tenía muy claro que quienes laboraban en las empresas patrocinadoras no estaban ahí solo para trabajar. Eran personas con expectativas, anhelos y sueños. Afortunadamente, encontraron a un grupo de personas que estuvieron dispuestas a esforzarse en conjunto para satisfacer lo más apremiante y alcanzar una mejor calidad de vida. Juntos, pusieron manos a la obra para construir los servicios y beneficios que disfrutarían con sus familias por más de un siglo.

SCYF nació en 1918, y desde su origen ya tenía definidos sus programas clave, como el apoyo para tener acceso a alimento, vivienda, educación, atención médica, recreación, eventos culturales, circuitos deportivos, seguros, y una caja de ahorros y préstamos. En la revista se puede rastrear con lupa el origen de estos servicios y beneficios, pero hacía falta una cosa: ¡comunicar lo que se estaba haciendo! Esto no era para presumir o cubrir la agenda política, sino para informar, inspirar y reunir las voluntades de los socios para seguir adelante. Para ello se requería un medio de comunicación que los mantuviera “unidos en una sola lectura”.

La revista nació con este objetivo, y para lograrlo, eligió como título la frase más icónica de SCYF: Trabajo y Ahorro. Esa era la base, pero se necesitaba más para que un trabajador y su familia salieran adelante. Fue entonces que desde la publicación se promovió la cooperación entre compañeros, el respaldo de las empresas patrocinadoras, la gestión de beneficios con los gobiernos en turno, la participación activa y propositiva de los socios, el acuerdo con proveedores y negocios locales, y el vínculo de beneficio positivo con la comunidad.

Si tuviera que resumir la relevancia de la revista Trabajo y Ahorro, diría tres cosas.

• Es una muestra de persistencia poco común a nivel mundial, y comprueba la continua generación de valor para la comunidad interna. Ha sido una publicación que cruzó con éxito todo el siglo XX, sus guerras, conflictos y crisis, y se mantiene en pie como el órgano de difusión de una institución como SCYF, que también ha vencido la prueba del tiempo.

• Es un testimonio histórico del surgimiento y desarrollo de algunas de las empresas más relevantes del país, y explica cómo crearon una cultura de solidaridad entre los accionistas y los trabajadores y sus familias. Cuando se habla de cultura regiomontana, cultura industrial, y buenas prácticas empresariales, hablar de SCYF es una referencia obligada, y citar a Trabajo y Ahorro es un tema común.

La revista surgió ante la necesidad de mantener informada a la membresía.

Promover la salud es uno de los objetivos de la revista.

El programa Todos con su casa habitación, impulsado a través de TYA, permitió que miles de socios(as) adquirieran una vivienda.

• Es una pieza de la memoria colectiva de México. En ella se observa la vida entera de miles de hombres y mujeres de trabajo en el país, quienes se esforzaron por mejorar su propio porvenir e impactar a su comunidad.

Los triunfos de los deportistas quedan plasmados en las páginas de la revista.

Trabajo y Ahorro promueve la mejora en la calidad de vida de socios, socias y familiares.

TRABAJO Y AHORRO ES LA LECTURA FAVORITA DE LA GRAN FAMILIA SCYF.

Este último punto es esencial en la revista. Los socios(as) de SCYF son sus lectores(as), pero también sus protagonistas, reporteros, escritores, editores y promotores. La familia SCYF se ha apropiado de la publicación, pues no solo los mantiene informados, sino que los hace parte de su contenido.

La revista dedica gran importancia a la parte gráfica, que cubría con dibujos y viñetas realizadas por los socios, y fotografías que engalanaban las páginas. De hecho, fue una de las primeras revistas mexicanas en utilizar constantemente las fotografías, tanto en blanco y negro, retocadas con color, y finalmente a color. Las anotaciones detrás de las fotografías del archivo SCYF demuestran el arduo trabajo editorial para hacer que las imágenes quedasen con un buen diseño dentro de la publicación.

Las fotografías, en general, tienen la intención de atrapar al lector. En la colección se aprecia también el desarrollo de las instalaciones de SCYF y de la infraestructura de las compañías. Se notan los cambios de época entre décadas, a través de los estilos de los muebles, los automóviles, y la ropa y peinados de los retratados. Existe, además, la clásica foto de actores,

Debo destacar que detrás de cada ejemplar de la revista, existe un trabajo editorial digno de reconocer. En el archivo de SCYF he visto la evidencia de una labor profesional bien realizada. Tenemos los expedientes de las reuniones donde se discuten los temas a incluir, la búsqueda de escritores, alguno de ellos académicos o artistas, y otros que surgieron entre las propias empresas, pues en las páginas de Trabajo y Ahorro hay centenares de artículos escritos por obreros, secretarias, trabajadoras, directivos e intendentes.

Estoy seguro que sus fundadores no se imaginaban el alcance que tendría la sencilla publicación que inauguraron en junio de 1921. Tampoco creo que su expectativa más generosa los llevara a pensar que la revista llegaría a un siglo de ser publicada sin interrupciones este 2021.

En su aniversario número cien, no me queda más que felicitar a toda la familia SCYF, y en especial a quienes han hecho posible la hazaña de llegar a la publicación de la edición del Centenario. Reciban un merecido reconocimiento tanto los directivos de las empresas patrocinadoras, como la gente que durante años ha dedicado su talento, esfuerzo y pasión en sacar a la luz cada ejemplar de la revista. Para ellos, qué más halago se les puede hacer que ver cómo Trabajo y Ahorro se perfila como una revista para siempre.