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Un legado invaluable
El 17 de septiembre se conmemora el 50 aniversario luctuoso de uno de los empresarios más importantes de nuestro país: Don Eugenio Garza Sada.
Creó más de 40 empresas y es reconocido por ser un visionario en desarrollo social al generar fuentes de trabajo y bienestar integral para miles de familias mexicanas.
Sus acciones se reflejaron en Sociedad Cuauhtémoc y Famosa. Además de construir las instalaciones de nuestro Centro de Desarrollo Social en Monterrey, mejoró todos los programas de la Institución y revisaba con detenimiento cada actividad, respaldándola con generosidad y dando su consejo a las iniciativas de las Juntas Directivas.
Antes de la creación del IMSS, impulsó el cuidado de la salud de nuestra membresía a través de la Clínica Cuauhtémoc; y ayudó a que los colaboradores contaran con un patrimonio gracias a la construcción de la Colonia Cuauhtémoc.
También trascendió por su nobleza y calidez humana, reflejadas en la icónica frase: “El respeto a la dignidad humana está por encima de cualquier consideración económica”.
Y como se escribió en esta misma revista en un Editorial de 1973:
“Cuando la vida de alguien así, grande y humilde, llega a su término, sigue viviendo en todas las cosas y los seres que le rodearon. Y, paradójicamente, es entonces cuando se hace más patente su existencia. Don Eugenio no se ha ido. Vive en la medida que se siga luchando por los ideales que él defendió toda su vida”.
Continuemos enalteciendo este legado con acciones de valor para nuestra sociedad.
El cerebro es un órgano que envejece con el paso de los años.
A medida que avanza el curso de vida y dependiendo de las condiciones sociales, culturales, económicas, de género y de salud en las que se viva, algunas personas comienzan a experimentar que sus capacidades para aprender y para pensar se ralentizan, son los efectos que tiene en el cerebro hacerse mayor.
Otras personas comienzan a notar que su memoria comienza a fallar, o bien se presentan serias dificultades que impiden que la persona se desenvuelva con normalidad.
Cuando estos síntomas aparecen puede ser una señal de que la persona ha desarrollado un tipo de afección cognitiva.