Silabo idiomatica juridica 2015

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UNIVERSIDAD REGIONAL AUTÓNOMA DE LOS ANDES “UNIANDES”

FACULTAD DE JURISPRUDENCIA ESCUELA DE DERECHO Matriz: Ambato-Tungurahua


SÍLABO: IDIOMÁTICA JURÍDICA Y ORATORIA FORENSE I. DATOS GENERALES: 1.1. MODALIDAD: PRESENCIAL 1.2. NIVEL: PRIMERO 1.3. ASIGNATURA: IDIOMÁTICA JURÍDICA, O F. 1.4. CÓDIGO: DER021JOF 1.5. SEMESTRE ACADÉMICO: ABRIL-SEPTIEMBRE 2014 1.6. HORAS SEMANAL / MENSUAL: 16 1.7. HORAS TEÓRICAS: 4 1.8. HORAS PRÁCTICAS: 2 1.9. CRÉDITOS: 1 1.10. DOCENTE: Ab. SEBASTIÁN VALDIVIESO GONZÁLEZ 1.11. E-mail: svaldivieso237@gmail.com 1.12. TEXTO BÁSICO: CANO Jaramillo Carlos Arturo. Oralidad Debate y Argumentación. SOBERANES Fernández José Luis. Locuciones Latinas Jurídicas. Graham Davies, Aprenda hablar sin miedo, conecta, octubre 2012.


INTRODUCCIÓN

El lenguaje jurídico esencialmente es la materialización idiomática eficaz del derecho, tal cual, la personificación dinámica de los contenidos, principios, normas y directrices que rigen y dan forma fundamental al incesante ritmo social. Per se, como toda clase de lenguaje, estatuye sus reglas y herméticamente se perfecciona con su regeneración autopoyética; congrega a sus practicantes, usuarios y especialistas. Su expresión es la manifestación ideal de las bases que le nutren, como la equidad, la justicia, la libertad y el orden. Tiene, como en el ajedrez, posibilidades infinitas siempre con los mismos movimientos. Por lenguaje jurídico no solo debe entenderse a su argot y sus lugares comunes, porque esas palabras, frases y enunciados tan frecuentes en el operador jurídico carecerían de sentido y significado al pronunciarse escrita o verbalmente, si aquello de lo que se habla no está dentro de un “situación de derecho”, esto es, si las palabras rimbombantes del jurista se hallan ajenas al oído de un juez, a la cátedra de leyes o al atril del legislador; es decir, el lenguaje jurídico necesariamente cobra su genuino valor cuando se empuña en la defensa de una causa y al cubrirlo de autoridad en el decreto de la ley, desde luego, todo ello solo es posible dentro de la sociedad políticamente organizada. Razón que hace que la teoría visualice frecuentemente al derecho lo mismo como un instrumento de dominación institucional que como la nunca ignominiosa herramienta de liberalidad y paz social. Todos los conocimiento “sagrados” que la humanidad ha cultivado inmemorialmente, como el derecho, la arquitectura, la medicina y la física; se encuentran vedados a las pasiones de la ignorancia, por ello, consolidan en cada generación del selecto grupo de sus “profesores” (que lo profesan) la transmisión sistemática de las claves de su comprensión; en dichos patrones idiomáticos de funcionamiento comunicacional se encuentra precisamente la gramática del lenguaje jurídico. Fase del conocimiento y de la comunicación donde este lenguaje se hace único y trascendente al idioma en que se formulen sus enunciados, pues las palabras de que se vale conllevan sentidos intrínsecos bastante más elaborados, sintéticos de razones y valores, modificaciones


permisibles que encierran los más antiguos mensajes de paz social encomendados para su realización a todo aquel que desee apostar su vocación en la abogacía y el derecho. Para efectos de este trabajo, el derecho como lenguaje es referencial de la innegable intervención del proceso comunicativo en la expresión de un conocimiento de la magnitud del derecho; pero por ahora la noción a utilizar será la del “lenguaje del derecho”, en los términos que anteriormente se fijaron. Posición desde donde se relata la importancia de dicho lenguaje en el ejercicio profesional específicamente del abogado, enfáticamente, de quien atiende jurídicamente los problemas legales de otro. OBJETIVO GENERAL Establecer los límites de responsabilidad ético-profesional como responsabilidad meta jurídica en el ejercicio de la abogacía y de la propia responsabilidad jurídica en el uso de sus conceptos. Utilizando para ello, el análisis del grado de intervención fáctica del abogado en la argumentación indispensable para la defensa de una causa, la redacción jurídica sobresalientemente en su desarrollo ante los jueces y tribunales; con sus efectos en el equilibrio social y en la construcción y regeneración del derecho a través de su práctica. Determinando el resultado que la experiencia dialéctica judicial tiene sobre la sociedad y el derecho mismo; para la sociedad beneficiándola en su reclamo de justicia y para el derecho regenerando sus conceptos más tradicionales Con el correcto uso de la Idiomática Jurídica y Oratoria Forense, el estudiante estará en condiciones de redactar e interpretar piezas procesales y conducirse en los diferentes estamentos judiciales.


CAPÍTULO 1

“Cada idioma es un modo distinto de ver la vida” Federico Fellini LA CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR Y EL IDIOMA ESPAÑOL: El artículo 2.- de la vigente Constitución de la República del Ecuador, en el acápite II, manifiesta: “El Castellano es el idioma oficial”. Además señala: “El quechua, el shuar y los idiomas ancestrales son de uso oficial para los pueblos indígenas, en los términos que fija la Ley”. De acuerdo con lo expuesto, la denominación del idioma castellano, para nuestro idioma, es errónea, puesto que todas las designaciones de textos


gramaticales, de instituciones de nuestra lengua y de diccionarios tienen el nombre de “Español” Hagamos una breve relación: 1.- La Real Academia de la Lengua Española, dispuso que desde 1923, nuestro idioma se denomine español; y no castellano como se lo venia haciendo hasta 1923. 2.- El nombre de la máxima institución de nuestro idioma, corresponde a de la Real Academia Española de la Lengua, y de ninguna menara Real Academia Castellana de la Lengua. 3.- Los diferentes textos que se refieren a nuestra gramática, tienen la denominación de “española”; y no castellana, por ejemplo: Esbozo de una Nueva Gramática de la Lengua Española, de la Real Academia de la Lengua. En Medellín, en el IV Congreso de la Lengua Española, se presento la Nueva Gramática de la Lengua Española; y se resolvió actualizar las reglas del uso del castellano. 4.- Es importante anotar que los diferentes diccionarios de nuestro idioma tiene el nombre de Diccionarios españolas: Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua; Diccionario de la Lengua Española de María Molinere de Gances-Torres; Dudas y dificultades de la Lengua Española, de Manuel Geco. Hemos mencionado que la presente disposición legal señala que: “El quichua, el shuar y los idiomas ancestrales son de uso oficial, para los pueblos indígenas, en los términos que señala la ley’’. HISTORIA DE LA GRAMÁTICA.- Quienes iniciaron el estudio de la gramática fueron los griegos, que lo hicieron desde una perspectiva filosófica y describieron la estructura de la lengua. Esta tradición pasó a los romanos, que tradujeron los términos gramaticales, tanto de las partes de la oración como de las categorías gramaticales; muchas denominaciones han llegado a nuestros días (como por ejemplo nominativo, singular, neutro). Pero ni los griegos ni los romanos supieron cómo estaban relacionadas las diversas lenguas. Esta aproximación surgió con la gramática comparativa, que fue el enfoque dominante en la lingüística del siglo XIX.


Realizaron la traducción de las obras de la antigüedad a su lengua, y en función de su expansión geográfica estuvieron en contacto con otras lenguas desde la cuenca mediterránea hasta Persia en el extremo oriental. Gracias a la convivencia que tuvo lugar en la península Ibérica de las culturas árabe, hebrea y cristiana se desarrolla en Toledo la Escuela de Traductores, donde se copian y traducen importantes obras que así llegaron al conocimiento de Occidente. A lo largo del siglo X, los judíos completaron el inventario léxico del hebreo, conocido como el lexicón, término de origen griego, y asimismo llevaron a cabo lo que hoy se denominaría primer estudio filológico del Antiguo Testamento. Al gramático griego Dionisio de Tracia se les debe el esfuerzo de elaborar su Arte de la Gramática, primera gramática de su lengua en términos modernos, difundida por los árabes y que ha servido de base a las gramáticas del griego, del latín y de otras lenguas europeas hasta bien entrado el renacimiento. La escuela de Bloomfield perteneció el filósofo británico John Stuart Mill, que ya en 1867 creía que las reglas gramaticales de una lengua eran la forma que correspondía al modo en que estaba organizado el pensamiento humano universal. Aristóteles sostenía, “Que las palabras y los sonidos del lenguaje, son símbolos de las cosas creadas por la voluntad de los que hablan” dividió a los nombres en simples y compuestos. Los estoicos determinaron el adverbio, y dividieron al verbo, en tiempos, modos y clases. El filósofo Aristarco sostenía “Que entre la idea y la palabra existía una rigurosa ley de analogía “Estudio de diversas partes de la oración, artículos, sustantivo, verbo” entre otros; El filósofo Creates de Males escribió la primera gramática griega sistemática, y con motivo de su viaje a Roma, en el año 159 a.c., despertó en los romanos su entusiasmo por la lengua griega, por cuyo motivo comenzó a estudiarla. En Roma el estudio del idioma y de la gramática fueron tan importantes como los de la política, de la filosofía, de las letras.


DEFINICIÓN DE IDIOMA.- Se denomina idioma al sistema de comunicación verbal o gestual a través del cual se comunicarán y entenderán los habitantes de una comunidad determinada. Si este no existiese en forma de convención sería prácticamente imposible que las personas pudiesen intercambiar ideas, sentimientos y hasta emociones. El habla es la forma más tradicional a través de la cual se expresa el idioma y como bien decíamos más arriba, este no se reduce a la expresión oral, sino que también puede transmitirse mediante la escritura y el lenguaje gestual o de señas, siendo este último el más utilizado por aquellas personas que presentan alguna discapacidad para comunicarse, como es el caso de los sordomudos, por ejemplo. Los idiomas se basan en alfabetos, que en el caso del latín se ha sostenido en lo que conocemos como abecedario, y desde allí se desprenden idiomas como el español, italiano, francés e incluso el inglés. Sin embargo, este último, tiene raíces sajonas, y por esto suena muy diferente a los demás nombrados. Del alfabeto cirílico, se desprenden idiomas como el azerí, el turco o el ruso. La aprehensión de un idioma, por supuesto, no será una tarea fácil, ya que implica el aprendizaje de reglas fonéticas, morfológicas, sintácticas, semánticas, prosódicas, entre otros aspectos, en tanto y por esta complicación que conlleva, normalmente, se aconseja que el mejor momento para aprender otra lengua es durante la infancia, aproximadamente después de los cinco años, ya que será allí cuando el cerebro y los músculos de la cara, los cuales resultan vitales a la hora de adquirir una buena pronunciación, están en pleno desarrollo y son más permeables para encarar el aprendizaje de un idioma que cuando se hace a los cincuenta años. Para aprender un idioma, o consultar palabras de alguno en particular, se utilizan diccionarios bilingües, donde podemos encontrar por ejemplo cómo se dice cierta palabra en inglés, o al revés: qué significa en español tal o cual palabra inglesa. El contacto directo con nativos de esos países o personas que tengan un avanzado manejo del idioma nos ayudará en cambio a aprender la pronunciación, la tonada y los modismos propios del idioma. Si bien hay muchísimos idiomas en el mundo, entre los más universales y conocidos por todos, esto quiere decir que también se hablan y enseñan no únicamente en sus países de origen, se encuentran: el inglés, el español, el


francés, el portugués y el italiano. Así por ejemplo es muy común, que aunque en España el idioma nacional sea el español, hay muchísima gente que también sabrá hablar y entender el inglés. Otros idiomas emergentes de manera global son el chino, japonés y alemán. Esta situación se da gracias a que en las escuelas y en las universidades, además de existir una materia destinada a la enseñanza del propio idioma, también se suele implementar la enseñanza de un segundo idioma. Incluso, en muchos lugares del mundo, también existen institutos especializados en los cuales las personas pueden perfeccionarse aún más en el aprendizaje de otra lengua y llegar por ejemplo a enseñarlo. Aproximadamente hay casi 7 mil idiomas en el mundo entero. ¿Muchos, verdad? Es que, además de las lenguas oficiales de cada país, también se tienen en cuenta en este número aquellos dialectos o lenguas indígenas que puedan encontrarse. Los dialectos, son en general, deformaciones de un idioma que se habla dentro de un país, pero que tiene diferentes pronunciaciones en cada región/estado. Por ejemplo, el idioma italiano es claro la lengua oficial de Italia, pero dentro del territorio podemos encontrar dialectos como el Napolitano, Piamontés, Marcheggiano o Siciliano. Por otra parte, las lenguas indígenas son aquellas que encontramos en general en países de América, África, Asia u Oceanía y pertenecen a lenguas ancestrales propias de tribus o comunidades que han vivido o viven todavía en esos territorios. Por ejemplo, la lengua quechua en el Perú o el Mapuche en Argentina. Suele suceder que, por apropiación o también en comunidades de migrantes, pueden deformarse o adaptarse ciertas palabras. Pensemos por ejemplo en la palabra “chatear”, que deriva del verbo chat en inglés, que significa algo así como charlar o conversar. O también “googlear” que deriva de Google, que además de ser el nombre del famoso buscador, significa precisamente buscar o explorar. Este cruce entre idiomas suele denominarse vulgarmente spanglish (mezcla de español e inglés), pero sin embargo, puede encontrarse el mismo ejemplo entre otros idiomas como lo que conocemos con el nombre de portuñol, que sería la mezcla de portugués y español. QUÉ ES LA IDIOMÁTICA.- La Real Academia de la lengua Española define a la Idiomática como propio y peculiar de una lengua determinada. LA IDIOMÁTICA JURÍDICA.- Es una disciplina muy importante para el estudiante y profesional, y está relacionada con la Idiomática en general.


El estudio de esta disciplina tiene su basamento en la Gramática y, específicamente, en la lexicografía especializada; de manera que, para llegar al objetivo de la idiomática jurídica, tenemos que recordar conocimientos de la gramática y del idioma general. Un buen conocimiento de la idiomática permite al estudiante y al profesional tener una mejor comprensión de: las leyes, códigos, reglamentos, estatutos, decretos, resoluciones; emanados de las autoridades con jurisdicción administrativa o judicial y competencia nacional, regional, general o específica. Puede el alumno y el profesional con dominio de la Idiomática aprehender con propiedad, un código, sus libros, títulos, capítulos, secciones, párrafos, artículos, incisos, numerales y literales. El instrumento más eficaz para el dominio de esta materia es la lectura, acompañada de una constante práctica de la escritura. No se pretende hacer del alumno un escritor o un tratadista; se persigue que esté en condiciones de hacer entender, oral o por escrito, sus alegatos, petitorios, impugnaciones, demandas, libelos, etc. Además, se pretende que el conocimiento de esta disciplina le permita leer y comprender mejor los asuntos, providenciales, decretos, sentencias, revocatorias, recursos en las diferentes instancias y en los varios grados procesales del ámbito profesional. IMPORTANCIA DE LA IDIOMÁTICA EN EL ESTUDIO DEL DERECHO Y EL EJERCICIO PROFESIONAL.- Para el ejercicio de la abogacía es imprescindible el dominio de la idiomática, y en su ámbito, el alumno debe conocer y aplicar especialmente, la sintaxis, la lexicografía pues tiene que en todas las instancias, cualquiera que sea la jurisdicción, competencia o fuera, hacerse entender en forma oral o por escrito. Sólo con el dominio del lenguaje el abogado se hace entender en los juzgados, corte, tribunales, comisarías, inspectorías, puesto que la defensa tiene que ser una pieza elocuente y precisa.


Entonces, debería el alumno o el cursante en general comenzar por dominar la puntuación y la Ortografía, caso contrario no podría entender la deontología y mucho menos la Hermenéutica. Queda claro que en materia de acentuación castellana, existen el acento prosódico y el ortográfico; y que dentro del ortográfico hay la llamada tilde diacrítica y, así mismo, debe saber que de acuerdo al acento hay palabras agudas, graves, esdrújulas y sobresdrújulas. Y como esta promoción de alumnos constituye una elite institucional, de su propia cuenta, hará un resumen sobre la clasificación de las palabras por su acento y la diferencia de las varias formas de acentuación, incluyendo las pocas excepciones que tiene nuestro idioma. FORMAS DE COMUNICARSE DEL ABOGADO CON LOS TRIBUNALES DE JUSTICIA.- El abogado tiene dos formas de comunicarse: Escrita.- El abogado se comunica a través de piezas procesales de forma escrita llamados : escritos, demandas, contestaciones, alegatos, providencias, autos, sentencias, recursos que se dan dentro de trámites administrativos o en acciones judiciales (juicios). Además cada una de las piezas procesales tiene una estructura especial y según el estilo de cada profesional en el Derecho. Los escritos se diferencian de toda otra comunicación, no tienen fecha, pero funcionan y se contemporizan indicando la llamada fe de presentación. Oral.- las exposiciones habladas u orales son de suma importancia, tiene actual vigencia porque los procesos judiciales y en definitiva la administración de justicia propende a evacuarse de manera mayoritariamente oral, aunque debemos considerar que no hay procesos puros, es decir, ni totalmente orales no totalmente escritos.


CAPÍTULO 2

"La excelencia moral es resultado del hábito. Nos volvemos justos realizando actos de justicia; templados, realizando actos de templanza; valientes, realizando actos de valentía" ARISTÓTELES REDACCIÓN Y LENGUAJE JURÍDICO LA REDACCIÓN: SU IMPORTANCIA EN EL MUNDO DEL DERECHO Definición del término redacción.- El término redacción proviene del latín redactio, cuyo significado, según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), es: “Acción y efecto de redactar”. A su vez, dicho término deriva de la palabra redactar -que tiene por núcleo la voz latina redactum, supino1 de redigere (“compilar, poner en orden”)-, cuyo significado es: “Poner por escrito algo sucedido, acordado o pensado con anterioridad”. Cuando se refieren al vocablo “redacción”, la mayoría de los especialistas muestran opiniones coincidentes: se trata de una composición escrita sobre un determinado tema. Pero si bien esta identificación del término es técnicamente correcta, resulta imperioso entonces distinguir una diferencia esencial entre la redacción literaria y la no literaria. En tal sentido, si la primera busca transmitir emociones a los demás mediante el empleo de sentimientos e imágenes irreales, la segunda debe exponer de manera lúcida ideas sobre cosas reales o sobre concepciones abstractas. El lenguaje que emplean los hombres de leyes se adscribe, precisamente, a este segundo ámbito. Redacción Jurídica Consideraciones generales.- Todas las carreras que se estudian en las diferentes universidades de nuestro país, llámense estas Medicina, Psicología,


Química, Matemáticas, Ingeniería de Sistemas, etc., tienen su propio vocabulario. De manera similar, el Derecho también tiene el suyo, que se plasma en la redacción de un escrito que, en principio, sólo es entendible por los profesionales del Derecho. Esto significa que el lenguaje de los abogados consiste en redactar un escrito sobre un asunto relacionado con el Derecho en términos legales (es decir, jurídicos). Definición.- Se llama redacción jurídica al conjunto de escritos que presentan los abogados utilizando terminología adecuada. Estos escritos deben redactarse de manera correcta, lo cual significa que no basta que se presenten con buena ortografía sino que además tienen que estar bien argumentados tomando como base las leyes vigentes. Los abogados que ejercen profesionalmente la dirección y defensa de las partes en toda clase de procesos, se dediquen al asesoramiento y consejo jurídico o ejerzan funciones de magistrados o juristas, están obligados a emplear y respetar las reglas gramaticales puesto que ellas dan a los demás la seguridad de que la palabra empleada corresponde exactamente a un concepto bien definido. Nada más deplorable que un profesional del Derecho empleando cierto carácter “artístico” y “musical” en sus escritos, de tal manera que estos aparezcan incomprensibles para los demás como consecuencia de su “afición filosófica-literaria”, causa frecuente de una mala redacción. Podemos demostrar lo que acabamos de decir mediante un sencillo ejemplo ilustrativo. Lea seguidamente, y con suma atención, el siguiente fragmento: “El empirismo predictivo inherente al rechazo neotomista de la metafísica qua metafísica suele caracterizar la epistemología substantiva, tan claramente demostrado por la aceptación implícita de Weberstrom de las aseveraciones semánticamente normativas hechas por Haranmere en todo su trabajo tardío sobre la teleología voluntarista. Pero la cuestión llega hasta la razón por la cual la conceptualización de la ontología platónica de Haranmere lo situó tan firmemente entre las filas de aquellos que creían que el cognotivismo en su forma contractualista no apoya el análisis que Weberstrom hizo de la Grundnorm kelseniana. Éste es problema que se debe plantear”. Ahora díganos con suma franqueza: ¿Entendió algo de lo que acaba de leer?... ¡Por supuesto que no, nadie podría! (¡Ni siquiera el autor de estas humildes líneas!). Esto es lo que se conoce en el argot literario como un “galimatías”, es


decir, un escrito embrollado debido al uso de un lenguaje oscuro como consecuencia de la impropiedad de las palabras empleadas. Es suficiente desconocer el significado de algunos vocablos como “cognotivismo”, “epistemología”, “neotomismo”, “ontología” o “teleología” para que no tengamos ningún motivo para entender lo que leemos (¡Por lo visto, el autor disfrutó la elaboración de estos elegantes “malabarismos” lingüísticos que luego, estamos seguros, ni siquiera él pudo comprender!). Entiéndase bien que no es nuestra intención sostener que el hombre de leyes tiene la obligación de renunciar a la riqueza verbal que proporciona la literatura o abstenerse de emplear la infinita y elegante gama de metáforas existenciales que ofrece la filosofía como fuentes de inspiración. Nada más alejado de la verdad: lo único que pretendemos afirmar es que si bien no podemos cercenarnos el derecho de esgrimir las poderosas armas lingüísticas que nos proporciona el mundo de las letras o la filosofía, sí debemos comprender que no se trata de lucir nuestro bagaje retórico sino más bien de trasladar nuestra ideas o concepciones abstractas a una hoja de papel, de tal manera que exhiban expresiones y enunciados que sean de fácil comprensión para la mayoría de las personas. Saber redactar: un problema de siempre.- Para nadie es un secreto que la redacción es uno de los principales problemas que afrontan los abogados. En efecto, la mala redacción ha sido y continúa siendo una de las principales causas de que no se comprenda fácilmente un documento jurídico. Muchos hombres de leyes no le dan la debida importancia a los aspectos de forma de un documento, pero si éste no se presenta bien redactado perderá sentido, se dificultará la lectura o no se podrán comprender las cuestiones de fondo. Si a esto se suma el problema de ordenar correctamente las palabras para construir frases y oraciones (sintaxis), entonces la situación se torna preocupante. De acuerdo con nuestra propia experiencia, el principal problema que hemos observado es que a la mayoría de los abogados, por falta de adiestramiento y de prácticas suficientes y adecuadas, les cuesta trabajo parafrasear, es decir, tomar únicamente las ideas y exponerlas con sus propias palabras, así como comentar, resumir y sintetizar la información de una fuente, y sólo contribuyen con frases de transición. Otros, en cambio, debido a su condición de investigadores experimentados, tienden a complicar el léxico de sus escritos, y utilizan términos incomprensibles para sus lectores.


Por otro lado, tampoco se le da la debida importancia a los signos de puntuación porque aún no se acaba de entender la función de cada uno de ellos, en particular el uso de la coma, el punto y coma, las comillas y los paréntesis. La coma es, por ejemplo, uno de los signos de puntuación de más frecuente uso en los escritos jurídicos, pero casi siempre se emplea mal (a veces se coloca donde no debería ir, o se suprime donde debería usarse, o se emplea en sustitución de otro signo). En la mayoría de los casos el contexto aclara la incorrección gramatical y no pasa de ser una contravención a la gramática, pero en ocasiones su empleo u omisión sí pueden acarrear problemas de interpretación. El vertiginoso desarrollo de la sociedad actual, acorde con los tiempos modernos, permite asegurar que la época de los extensos y rebuscados párrafos que adormecían a los lectores pasó a mejor vida. Hoy se prefiere la economía y funcionalidad en muchas actividades de la vida cotidiana, y la redacción jurídica no puede estar ajena a esas necesidades. Esta situación constituye un poderoso incentivo más que un obstáculo para los abogados: se trata de buscar nuevas formas lingüísticas de expresión, breves y concisas, pero que no pierdan la claridad del mensaje que se pretende transmitir a nuestros lectores. Eficacia de la redacción.- Si la eficacia es la capacidad de lograr el efecto que se desea o se espera, la eficacia de la redacción será tangible cuando el lector comprenda el mensaje o las ideas que se exponen en un documento. Esta finalidad, tan frecuente a simple vista para ojos humanos, cobra mayor significado en el ámbito legal puesto que es en él donde los abogados, querámoslo o no, tenemos que pasarnos la vida redactando. El hombre de leyes tiene que ser consciente de que su redacción debe poseer coherencia y cohesión textual. Si la coherencia es la conexión, relación o unión de unas cosas con otras, es decir, el estado de un sistema lingüístico o de un texto cuando sus componentes aparecen en conjuntos solidarios, la cohesión refleja la fuerza de atracción que mantiene unidas a las palabras. Lea con atención el siguiente fragmento: “El objeto del Derecho es la regulación de los comportamientos sociales que tiene relevancia para un Estado en un momento histórico determinado. El hombre es, por esencia, un animal social. Esta condición hace que todos los


hechos y actos de su existencia tengan implicaciones que afectan a las demás personas del conglomerado en el cual habita, en forma positiva o negativa. Para propiciar los primeros, o para evitar los segundos, se han estatuido una serie de reglas de carácter cultural, moral, religioso, jurídico, etc. El conjunto de todas estas reglas constituye la normatividad que regula la vida social de la comunidad. Algunos de los actos y hechos de esta vida social toman una especial relevancia jurídica, según la orientación política de un Estado determinado. En estos casos el Estado mismo asume el control sobre su regulación, para obligar a los asociados a que ajusten su comportamiento a las reglas que para el efecto expida. Esta normatividad constituye el ordenamiento jurídico de un país, al cual se deben conformar las relaciones de las personas o de los grupos que actúan dentro de su ámbito, so pena de recibir el peso coercitivo de la justicia.” Un ligero análisis gramatical del párrafo precedente nos permite identificar la sólida cohesión de los vocablos empleadas por el autor y el máximo aprovechamiento de la expresión semántica obtenida, de tal manera que la atracción por su mensaje escrito, expresado con estilo sobrio y vocabulario sencillo pero no por ello carente de tecnicismos jurídicos (las palabras: “Derecho”, “Estado”, “reglas”, “estatuido”, “normatividad”, “ordenamiento jurídico” y “coercitivo” son un claro ejemplo de ello), resulta muy efectivo y ameno. El orden de las palabras y la manera cómo se escriben constituyen piezas fundamentales de la redacción, pues ambos son elementos de gran trascendencia para todo abogado que redacte documentos. Es importante reconocer también que en ciertas situaciones excepcionales nos veremos obligados a usar un léxico demasiado técnico pero no por ello menos comprensible pues, si lo empleamos con moderación y con las debidas explicaciones del caso, será de mucha utilidad no solo para nosotros mismos sino también para nuestro interlocutor. Recomendaciones generales para una óptima redacción.- La creencia de que el pensamiento y la expresión son dos operaciones independientes y sucesivas se ha vuelto una costumbre en la sociedad actual. Como primero pensamos algo y luego lo comunicamos a los demás, ya sea hablando o escribiendo, entonces concluimos que ambas son entidades plenamente autónomas. Sin embargo, estamos en un error pues se trata de dos operaciones


simultáneas como consecuencia de la aparición de un factor humano primordial: sólo podemos pensar con palabras. Así, pues, la inexistencia de estas últimas reduciría nuestro pensamiento a una solitaria masa de imágenes sin posibilidad de poder expresarse a través de las palabras. En síntesis, el pensamiento no sería lo que nosotros entendemos por él. De manera similar a lo que ocurre con otras manifestaciones de la cultura y el desarrollo humano, lograr una redacción óptima en el ámbito jurídico no es una tarea fácil pues está plagada de dificultades. Para empezar, es necesario organizar mentalmente las ideas que se quieren trasladar al papel antes de escribir. Una vez ordenadas en la mente, es necesario identificar las ideas principales y secundarias, elaborando un esquema en el que se escriban en orden y de acuerdo con la importancia de cada una. El orden de una oración es importante porque de lo contrario resultará carente de sentido. Más aún, si no es capaz de ordenar lo que se quiere decir de una manera lógica y cuidada, el escrito perderá todo interés. Lograremos una buena redacción cuando tengamos plena conciencia de que el pensamiento y su expresión no son operaciones sucesivas sino una única operación. Encasillar la realidad en las palabras que ya conocemos y que ya tenemos almacenadas en nuestro cerebro será pues nuestro trabajo mental. Esta labor es la que toda persona culta va recorriendo durante toda su vida, ya que siempre adquiere los conceptos a la par de las respectivas palabras. Y como las palabras no surgen en nosotros cuando nos ponemos a expresar nuestras ideas sino mucho antes, es decir, tan pronto las empezamos a elaborar, descubriremos que pocas labores son tan apasionantes como esta de dar a nuestro lenguaje sencillez, exactitud, concisión, vigor y fluidez. En líneas generales, las principales recomendaciones para lograr una óptima redacción son las siguientes: a) Despierte el interés de su interlocutor.- Puesto que nos encontramos en el ámbito jurídico, lo primero que debemos conseguir de nuestro interlocutor es captar su interés. ¿Cómo se logra esto? Muy sencillo: Si tenemos en cuenta que el interés es la inclinación del ánimo de una persona hacia un determinado objeto, en este caso documentos escritos, entonces nada mejor que estos reflejen la realidad lo más fielmente posible. Así, pues, los hombres de leyes debemos asumir la tarea de explorar el tema hasta llegar a conocerlo y dominarlo en sus mínimos detalles, a fi n de que lo que luego expongamos sea lo más vívido posible.


En tal sentido, es esencial que nos documentemos, leamos e investiguemos con la finalidad de que la información recopilada nos sea útil para el caso en concreto. Los mejores documentos jurídicos son redactados por abogados que permanentemente exploran todo lo concerniente al tema que les interesa desarrollar, aparte de otros que son factibles de cumplir esa función en el futuro. Esta labor, nada fácil por cierto, constituye la clave de nuestro trabajo puesto que representa el ideal del abogado investigador, culto y comprometido con su labor cotidiana. La lectura permanente de todo tipo de textos, la reflexión calmada y prudente, la actualización constante en información y el uso de un vocabulario conciso que se decante por lo sencillo antes que lo rebuscado, son elementos indispensables del bagaje cultural que todo buen abogado debe poseer, los mismos que le serán útiles cuando le llegue el momento de redactar un documento. b) Refiérase siempre a hechos concretos y creíbles.- Los documentos que se redactan en la esfera jurídica están referidos siempre a hechos reales, es decir, a situaciones que se presentan en la vida cotidiana y que por ello deben expresarse con la mayor fidelidad posible. Como el lenguaje de los abogados está vinculado a situaciones objetivas o verosímiles, es necesario entonces saber exponer esos hechos creíbles. Existen diversas maneras de lograr este objetivo pero en líneas generales diremos que la fórmula habitual consiste en la observación minuciosa del hecho para luego intentar reproducirlo en palabras sencillas y de fácil comprensión; luego, añadiremos aquellos detalles accesorios que contribuirán a enriquecer la información proporcionada pero prescindiendo, claro está, de “datos” irreales o de información redundante o ajena al texto, es decir, de aquella información inexistente o que por su forma de expresión cargarán excesivamente nuestro escrito de palabras repetidas e innecesarias. Así, por ejemplo, podemos observar que la siguiente expresión: “Antes de firmar y después de haber firmado este contrato, la empresa realizó otras operaciones”, muestra redundancia en las frases “de firmar” y “de haber firmado”, lo cual ocurre frecuentemente con aquellas expresiones referidas al tiempo. Por lo tanto, dicha expresión se podría acortar un poco de la siguiente manera: “Antes y después de firmar este contrato, la empresa realizó otras operaciones”. También se podría haber simplificado el enunciado inicial de la siguiente manera: “Tanto antes como después de haber firmado este contrato, la empresa realizó otras operaciones”. A veces el interés en ser preciso y completo en la redacción de leyes y contratos lleva a redundancias inverosímiles, como es el caso de las frases “El presente inventario forma parte integrante del contrato” o “De acuerdo con la disposición contenida


en el artículo….., el juez debe dictar sentencia dentro de los diez días”. En el primer caso, las palabras “parte” e “integrante” guardan cierta sinonimia, por lo que la frase se puede arreglar de la siguiente manera: “El presente inventario forma parte del contrato”. En el segundo caso, la frase “de acuerdo con” resulta redundante pues ya contamos con la palabra “disposición” (precepto legal o reglamentario), razón por la cual la frase se puede componer de la siguiente forma: “Según el artículo: ….., el juez debe dictar sentencia dentro de los diez días” (o también: “Por disposición del artículo….., el juez debe dictar sentencia dentro de los diez días”). c) Use el lenguaje apropiado.- Las palabras empleadas deben corresponder a las características de las personas o entidades involucradas. Innegablemente, si el narrador es omnisciente, es decir, si tiene el conocimiento de muchas cosas, su vocabulario corresponderá al nivel culto pero jamás deberá abusar con la terminología compleja o de difícil interpretación. Ahora bien, ¿cómo narrar o expresar esos acontecimientos o situaciones jurídicas sin entrar en el terreno de la falta de propiedad en el uso del lenguaje? ¿Cómo evitar confundir al lector cuando le toque enfrentarse a un escrito repleto de terminología inaccesible o, en el mejor de los casos, poco conocida? Evidentemente, en situaciones como esta, resulta insuficiente un buen diccionario de la RAE, además de otro con un buen repertorio de términos jurídicos. La clave se encuentra en nuestra prudencia al momento de utilizar la terminología adecuada. En otras palabras, debemos evitar confundir los vocablos empleados, lo cual dependerá exclusivamente del contexto en el que nos encontremos. No es lo mismo, por ejemplo, emplear el término “arrogarse” como sinónimo de “irrogar”, porque el primero significa “apropiarse indebida o exageradamente de facultades o derechos”, mientras que el segundo es “ocasionar perjuicios o daños”. En consecuencia, si alguien escribe: “He denunciado a Luis Roberto Atencio Vallejos por haberse irrogado facultades que no tiene…”, entonces se está expresando mal porque el vocablo correcto no es “irrogar” sino “arrogar”. Quien redacta un texto debe saber identificar correctamente aquellos vocablos que se prestan de manera adecuada para cada caso en concreto. Esto eliminará la posibilidad de proporcionar, en primer lugar, información errónea y ficticia debido al mal uso de las expresiones y, en segundo lugar, contribuirá a que las palabras que empleemos en nuestros escritos desplieguen una sólida coherencia, de tal manera que la información que nos proponemos comunicar


a nuestro lector sea directamente proporcional con su nivel de comprensión lingüística. Suministrar información objetiva sin apartarse de la realidad y empleando un vocabulario preciso y de fácil comprensión, serán elementos indispensables para elaborar un documento jurídico consistente. d) Mantenga siempre el orden de información en sus escritos.- El orden es el criterio con que se clasifica la información en un texto. Todo documento escrito presenta una estructura básica que parte de un aspecto preliminar para luego ir avanzando progresivamente y llegar hasta su epílogo. Esto no solo facilita su comprensión y lectura sino que también permite identificar los elementos involucrados en él. Cuando vamos a iniciar la redacción de un texto, las ideas que brotan en nuestro cerebro y que luego nos serán útiles se revelan siempre de manera desordenada pero jamás las utilizamos en dicho estado para trasladarlas inmediatamente al papel (por lo menos tomamos nota inicial de ellas en una hoja de papel). Esto se debe a que si buscamos ser entendidos instantáneamente a través de un escrito no podemos redactarlo de manera apresurada prescindiendo del orden y la cohesión respectiva. Si leemos con atención el siguiente párrafo: “Al ser cultural, el Derecho pone de manifiesto la problemática de un pueblo. Es decir, es una actividad del hombre según valores. El Derecho, en cuanto quehacer del hombre, es un producto cultural. Por todo ello, es posible decir que el Derecho es cultura”, nos daremos cuenta que si bien la redacción es impecable, el orden en que se muestran las frases u oraciones contenidas en él y que lo hacen comprensible es inadecuado, puesto que no se distingue fácilmente la oración que debe iniciar el párrafo, qué es lo sigue a continuación y cuál debe ser la frase final de cierre. Para poder establecer la organización de la información en este párrafo, es necesario considerar tres instancias: Introducción, desarrollo y conclusión. Pero si aún surgieran algunas dudas sobre el orden de las oraciones o frases, recordemos que siempre predomina: 1) Lo general sobre lo particular; 2) Lo ambiguo sobre lo preciso; y 3) Lo anterior sobre lo posterior. Teniendo en cuenta las razones expuestas, el párrafo anterior debe ordenarse de la siguiente manera: “El Derecho, en cuanto quehacer del hombre, es un producto cultural. Al ser cultural, el Derecho pone de manifiesto la problemática de un pueblo. Por todo ello, es posible decir que el Derecho es cultura. Es decir, es una actividad del hombre según valores.” ¿Por qué esta manera de ordenar el párrafo es la correcta y no otra? Muy simple: Porque hemos partido de lo general sobre lo particular (criterio 1). Así, primero


decimos que el Derecho es un producto cultural (“carácter general”), luego que en dicha condición es capaz de exponer los problemas de un pueblo (“carácter particular”) y que, finalmente, por ser cultura, el Derecho es una actividad humana (“carácter muy particular”). Los escritos del ámbito jurídico presentan dos clases de orden: cronológico y de causaefecto. El primero permite organizar y distribuir la información según el criterio del tiempo, de tal manera que domina la referencia de hechos reales y procesos en general y se caracteriza por una serie de nexos que ayudan a reforzarlo: inicialmente, posteriormente, luego, finalmente, de inmediato, después, con posteridad, con anterioridad, al principio, seguimiento, al final. El segundo consiste en una manera de ordenar un texto en el que se mencionan las razones y las consecuencias de una situación, orden que se evidencia, entre otros, por medio de los siguientes enlaces: por tanto, en consecuencia, debido a ello, por esto, como resultado de ello. Finalizamos este acápite precisando las siguientes recomendaciones adicionales: e) Si quiere aprender a escribir bien, primero debe aprender a “leer bien”. f) Comprenda que el esfuerzo que usted despliega en la redacción no es una labor fastidiosa sino el verdadero camino para mejorar sus conocimientos de las cosas. g) Considere las exigencias del vocabulario, la sintaxis, la morfología, etc., no como escollos, sino como medios para desarrollar su personalidad y enriquecer su intelecto. h) Emprenda con entusiasmo el trabajo de corrección, a menudo temerariamente eludido, que para usted ya no será pulir lo ya expresado sino complementarlo y culminarlo. EL LENGUAJE JURÍDICO Definición.- Es aquel lenguaje que utilizan los abogados y jueces en los textos que amparan la vida social de las personas y que por ello están relacionados con alguno de los tres poderes del Estado: • Poder Legislativo, o capacidad para elaborar leyes que regulan la convivencia y protegen los intereses de individuos y grupos sociales.


• Poder Judicial, encargado de sancionar el incumplimiento de las normas comunitarias. • Poder Ejecutivo, al que corresponde gestionar el bien común y subordinar los organismos del Estado (Administración). A diferencia del lenguaje común, que revela cierta incapacidad para establecer límites precisos en la realidad, el lenguaje jurídico -que también emplea como instrumento la lengua comúnexige gran precisión porque de un leve detalle puede depender la exacta valoración de una conducta y la libertad o inculpación de una persona. El nivel de precisión exigible al lenguaje jurídico lo coloca en un nivel intermedio entre el lenguaje común y los tecnicismos, razón por la cual los textos jurídicos introducen frecuentes definiciones de términos con la finalidad de matizar adecuadamente los conceptos empleados en el cuerpo legal. El Derecho, como ciencia, tiene su propio lenguaje. Todo término jurídico es necesariamente una expresión lingüística. El jurista utiliza enunciados quizás inusuales para el ciudadano común, por no estar vinculado con la ciencia jurídica. Cuando el lector es capaz de entender un texto, podrá recordar lo que ha leído, suplir los elementos que no contiene y enjuiciar críticamente los contenidos. Por otro lado, si la redacción es defectuosa, el lector tendrá serias dificultades para comprender lo escrito, pues tendrá que hacer un esfuerzo adicional para entender el mensaje incluido en las palabras, verbos, puntuación o carencia de sintaxis, por lo que es recomendable expresarse en lenguaje comprensible con los necesarios tecnicismos de los conceptos e instituciones, pero con los términos usuales del más amplio y adecuado entendimiento. Funciones del lenguaje jurídico: su necesidad de mostrarse comprensible.- Si tenemos en cuenta que el Derecho cumple un importante papel como ente regulador, puesto que condiciona la vida y los intereses de los individuos, es indispensable que emplee un lenguaje claro y concreto, perfectamente comprensible para la gran mayoría de los miembros de la sociedad. Las leyes y normas presentan por lo general un mínimo nivel de abstracción, casi única y exclusivamente perceptible en el caso de las generalizaciones, aunque prácticamente inexistente en los documentos jurídicos (contratos, testamentos, etc.). En contrapartida, el mayor nivel de abstracción se encuentra en la dogmática y en la ciencia del Derecho, muchos de cuyos textos jurídicos, lejos de constar en los textos normativos, son el resultado de una conceptualización derivada de la búsqueda de interpretaciones coherentes de las normas.


El lenguaje jurídico no sólo es un instrumento de comunicación entre los expertos sino también entre los ciudadanos de a pie cuyos intereses debe defender. El hecho de que el abogado haga las veces de intérprete no garantiza la seguridad jurídica pues el cliente debe conocer y entender el contenido de los escritos que le afectan, incluso para el mero hecho de cerciorarse de la calidad de la labor del abogado. La costumbre de este último de ignorar al cliente en los escritos dirigidos al juez como si el asunto en cuestión no fuera de su incumbencia, y de tratar de emplear un lenguaje lo más cultivado posible, está, desafortunadamente, demasiado extendida en nuestro medio. Lo recomendable sería que los textos jurídicos, sin necesidad de rebajar su formalidad, procuraran aproximarse al lenguaje estándar, pues se trata de la base del lenguaje jurídico. En general, podemos decir que las principales funciones del lenguaje jurídico son las siguientes: a) Expresar con precisión los términos jurídicos. b) Empleo por parte del abogado de la terminología jurídica en los tribunales. c) Uso de tendencias sintácticas y estilísticas acentuadamente idiosincrásicas. Finalidad del lenguaje jurídico: la persuasión.- Sin olvidar que el significado de la palabra persuadir es “obligar a alguno con el poder de las razones o discursos que se le proponen, a que ejecute alguna cosa”, algunos tratadistas enseñan que persuadir es arrancar decisiones a la libre voluntad e “inclinarla a que acepte el bien o rechace el mal”. Sin embargo, siendo sinceros, debemos reconocer que podemos ser persuadidos de distintas maneras, sea a través de una comunicación verbal o no verbal. Por consiguiente, estamos en condiciones de afirmar que se persuade a la voluntad, correspondiendo lo primero a la esfera intelectual del receptor -mudar de parecer- y lo segundo a la volitiva -que ejecute alguna cosa-. Al ejercer su influencia sobre la sensibilidad de los receptores, la persuasión despierta en ellos sentimientos y emociones, captando después su voluntad y forzando sus acciones. Sin embargo, debemos aclarar que la persuasión se desarrolla de manera gradual a través de la argumentación retórica, pero sólo será válida respecto de un tiempo, una cultura y un auditorio determinado. En palabras de PERELMAN OLBRECHTS:


“Para quien le interese el resultado, persuadir es más que convencer, las convicciones no son sino el primer estado que conduce hacia la acción. Para ROUSSEAU, no es nada convencer a un niño si no se le sabe persuadir. De modo que convencer es más que persuadir para el carácter racional”. El lenguaje jurídico y su clasificación: Doctrinal, Legal y Jurisprudencial Consideraciones generales.- El estilo jurídico debe ser claro y transparente como un cristal, a través de cuya estructura han de irradiar nítidas las ideas y los pensamientos. Los profesionales del Derecho tienen en la palabra y su adecuada utilización una valiosa e insustituible herramienta. El buen uso del lenguaje nos conduce a facilitar la comunicación entre los humanos y el lenguaje técnico contribuye al buen entendimiento entre los profesionales de una ciencia o arte. Las normas de Derecho escrito requieren de ser leídas e interpretadas en los textos que se plasman, para desentrañar el significado que el Derecho tiene. Tecnicismos en el lenguaje jurídico.- Hemos dicho que al igual que todo lenguaje profesional, el lenguaje jurídico también posee sus propios tecnicismos. Muchos de sus vocablos proceden del latín e incluso del Derecho Romano y, comparados con el de otras disciplinas, su número apenas crece. Entre algunos ejemplos de dichos tecnicismos podemos mencionar los siguientes: alevosía, estupro, eximente, fallo, infracción, considerando, injuria, decreto, jurisdicción, sentencia, jurisprudencia, entre otros. Comparado con el lenguaje científico y técnico, que se caracteriza por el incremento constante de su léxico, el lenguaje jurídico manifiesta un cierto conservadurismo y una marcada inclinación hacia los términos de origen latino (Ejemplos: Extra petita, iter criminis, in dubio pro reo, habeas corpus, non bis in ídem, etc.), aunque no faltan los de otras procedencias. Ejemplo de ello son los giros técnicos de origen inglés (Ejemplos: condómino, corporación, leasing, overruling) y francés (Ejemplos: casación, catastro, decreto, exoneración, expropiación, tacha), que regulan las relaciones internacionales, las comunicaciones o la política. El uso de los términos técnicos es importante en el mundo del Derecho porque facilita la comunicación inmediata entre los abogados. Sin embargo, es importante volver a recalcar que no se debe abusar de su uso porque nuestros destinatarios no sólo serán personas ligadas al ámbito jurídico sino también de la esfera cotidiana que desconocen el significado de dichas palabras. Teniendo


en cuenta que son generalmente este último tipo de personas a quienes van dirigidos nuestros escritos, se hace necesario que recapacitemos y nos aseguremos que el mensaje que pretendemos comunicar a través de nuestros escritos sea el más sobrio posible y de fácil lectura para este tipo de público. Tipos de lenguaje jurídico.- De la misma manera que una materia, especialidad o ciencia manifiesta su peculiar identidad lingüística, el Derecho también presenta su propia técnica de comunicación oral y escrita entre los profesionales que la conforman. Para ello, el Derecho se sirve de un lenguaje especial que se subdivide en tres campos, cada uno de ellos con características propias e independientes pero que en su conjunto logran que esta clase de lenguaje sea comprensible a raíz de la conjunción de los elementos que la integran. Esos tres campos del lenguaje jurídico son los siguientes: a) Lenguaje Doctrinal.- Es aquel tipo de lenguaje que aparece en aquellos textos jurídicos elaborados por los teóricos del Derecho. Generalmente son elaborados por quienes desean expresar una opinión concreta respecto a algún tema jurídico en particular. Los autores de este tipo de textos invierten grandes cantidades de tiempo para su elaboración, puesto que se trata de una actividad que les exige mucha reflexión y razonamiento para poder publicar su peculiar visión de lo que escriben. Podemos apreciar el uso del lenguaje doctrinal en el siguiente fragmento: ¿Por qué ley natural? ¿Qué hay de natural en la ley? En todo caso, ¿no sería “ley innatural” un término más adecuado? Para empezar, debemos explicar que “ley natural” no ha de entenderse igual que ley de la naturaleza en el sentido en el que nos referimos a las leyes que rigen el mundo físico (También ha de diferenciarse de “estado de la naturaleza”, que indica la condición en la que vivió el hombre o en la que algunos filósofos han supuesto que el hombre vivió antes del surgimiento de la sociedad organizada). La palabra “natural” en el derecho natural se refiere a una idea que constituye su fundamento, es decir, a la razón de por qué debe ser obedecido. La idea se describe a continuación. El hombre forma parte de la naturaleza y, dentro de ésta, tiene la suya propia. Esta le orienta a ciertos fines, como tener hijos, proteger a su familia o asegurar su supervivencia. Perseguir estos fines es natural para el hombre, y aquellas cosas que le ayuden a alcanzar tales propósitos, ayudan a cumplir los de la naturaleza. Por lo tanto, las leyes que ayudan a conseguir los fines naturales del hombre también ayudan a conseguir los fines de la naturaleza. Estas leyes, que están de acuerdo con los propósitos últimos del hombre, constituyen el derecho natural. Así, éste


posibilita que el hombre alcance lo que la naturaleza ha establecido como fines que el hombre persigue. Salta a la vista la dificultad que supone explicar la naturaleza del derecho natural, puesto que hemos utilizado la palabra “naturaleza” en dos sentidos distintos: por un lado, en el de “mundo de la naturaleza” como universo creado; y, por otro, en el de “carácter” o “tendencia”. A pesar de ello, conviene mantener este término, puesto que “naturaleza” en el sentido de decir que “forma parte de la naturaleza el comer hierba” es un término más adecuado que “carácter” o “tendencia”. b) Lenguaje Legal.- Es aquel lenguaje que emplean los juristas para escribir o redactar las normas que conforman todo ordenamiento jurídico. Generalmente se presenta en las leyes emanadas del órgano competente para promulgarlas. Ejemplos: Leyes ordinarias, decretos legislativos, resoluciones judiciales, entre otras. Ingresar un ejemplo concreto del lenguaje legal en el siguiente fragmento de nuestro Código Penal vigente: c) Lenguaje Jurisprudencial.- Es aquel lenguaje que emplean los juristas en los textos de las sentencias emitidas por el órgano judicial competente, lenguaje que contiene un criterio específico sobre un problema jurídico en particular. En algunos casos dichas sentencias tienen carácter vinculante, lo que significa que sirven de modelo o pauta a seguir cuando se presenten futuras controversias similares. Ejemplos: Sentencias Vinculantes del Tribunal Constitucional, Acuerdos Plenarios de la Corte Nacional de Justicia, entre otros. Buscar un ejemplo del uso del lenguaje jurisprudencial. Anomalías en el lenguaje jurídico.- En el lenguaje jurídico actual es posible establecer una clasificación de los textos en función de las anomalías que contienen. En tal sentido, podemos establecer cuatro tipos de redacciones frecuentes que deben ser evitadas: a) Redacción descuidada.- Es aquella que atenta contra las normas ortográficas y gramaticales. En general, presenta errores en la acentuación, en la puntuación, en las concordancias verbales o en el significado de las palabras. Ejemplo: “Literalizando documental obrante en la alzada conteniendo carta de la codemandada Supermercado S S.A. a su correduría de Seguros, en relación


con el accidente objeto de análisis, “esta señora se tropezó con una cajas de mercancías que había comprado otro cliente, justo a la salida de nuestra escalera mecánica”, uniendo la testifical de doña S. R. A., contestación a la repregunta cuarta “presenció el accidente, vio como pasaba la niña y que la señora no podía pasar y se cayó”, es afirmable manifestar negligencia en la demandada al no tener en perfectas condiciones de utilización la vía de salida del establecimiento. Siendo la escalera mecánica, vía de salida, de titularidad propia, siendo el objeto, caja de mercancías, que obstaculiza el final de la precitada escalera propiedad de la demandada, siendo manifiesto que dicha vía debe estar expedita, apta para su utilización como salida del centro comercial, no produciéndose tal realidad, se plasma negligencia, tangibilizada en la falta de actuación de operario para retirar todo obstáculo que impida la salida, y no solo la impida sino que cree riesgo para las personas, materializado en la presente, en el accidente analizado, base de la reclamación”. b) Redacción complicada.- Es aquella que abusa de las oraciones subordinadas, en las que unas frases dependen de otras, y estas, a su vez, de otras anteriores. Enmarañan el contenido de tal forma que el lector se pierde. Sin duda, este tipo de redacción constituye el principal defecto del lenguaje jurídico en el nivel textual. Ejemplo: “Se partirá del centro de la fachada del local que ocupe la Oficina de Farmacia establecida, prescindiendo del o de los accesos a la misma y, siguiéndose por una Línea perpendicular al eje de la calle o vial al que dé frente dicho centro de fachada, se continuará midiendo por este eje, ya sea recto, quebrado o curvo, cualesquiera que sean las condiciones o características de la calle o vial, hasta encontrar el eje de la calle o calles siguientes, prolongándose la medición, por dicho eje, hasta el punto de que coincida con la intersección de la perpendicular que pueda ser trazada, desde el centro de la facha del local, propuesto para la Farmacia que pretende instalarse o trasladarse, al eje de la calle o vías por la que viniera practicándose la medición, continuándose por dicha línea perpendicular hasta el centro de la fachada de este último local”. c) Redacción confusa.- Es la que contiene demasiada terminología especializada y no está destinada a un lector especialista, o la que está inflada con siglas o con ejemplos que no ayudan a clarificar las cosas.


Ejemplo: “La noción de caso fortuito se encuentra utilizada en el Derecho Penal entre las causas que excluyen la culpabilidad y ha sido utilizada también en materia de responsabilidad extracontractual o aquiliana por la jurisprudencia. En uno y otro campo, toda vez que la responsabilidad se funda indiscutiblemente en la culpa, la noción de caso fortuito coincide con la falta de culpa. El problema radica en determinar si lo mismo ocurre en el caso de la responsabilidad contractual. La noción del caso fortuito como equivalente a inexistencia de culpa (quae sine culpaaccidunt) posee una amplia traducción, que ha hecho que un importante sector de la doctrina se haya inclinado por una interpretación de este tipo a la hora de llevar a cabo la exégesis del art. 1105 del Código Civil. Dentro del sistema del Código, esta tesis puede encontrar a su favor la idea de que, al regularse la liberación de deudor por la pérdida de la cosa debida en las obligaciones de entrega de cosa determinada, el Código hable de una pérdida o destrucción “sin culpa del deudor”. Este punto de partida obliga a interpretar en clave culpabilista las notas que, de acuerdo también con una antigua tradición, definen el caso fortuito y que aparecen expresamente mencionadas en el artículo 1105: la imprevisibilidad (“no hubieran podido preverse”) y la inevitabilidad (“que previstos fueran inevitables”)”. d) Redacción pretenciosa.- Es la que ofrece más información de la que demanda el lector para entender cabalmente el contenido. Ejemplo: “Las afirmaciones que se realiza en dicho punto carecen de verdad y sustento alguno, ya que no se ha ofrecido medio probatorio alguno que demuestre dichas afirmaciones teniendo sólo como propósito desprestigiarme, y obtener la tenencia de nuestra menor hija, la misma que desde su nacimiento la rechazó y ahora pretende reclamarla como si fuera un producto del cual se puede desprender tan fácilmente, máxime si la actora tiene la condición de madre, actitud que pinta de cuerpo entero a la actora, y que en ningún momento de forma tendenciosa lo manifiesta y así hacer incurrir en error a su despacho, ya que en el proceso de Impugnación de Maternidad aún se encuentra en apelación en la Sala de Familia de la Corte Superior de Lima por apelación al recurrente, solo en el extremo que se me condenaba al pago de costos y costas ya que el recurrente había tenido razones justificables para litigar, ya que si bien nunca ha negado la maternidad de la actora, también en dicho proceso se llegó a establecer a instancias mías, que la actora había voluntariamente entregado a nuestra menor hija, así como había autorizado


al cambio de apellido materno, es decir, a la fecha la actora aún no cuenta con la partida de nacimiento en el cual se encuentra indicando como madre a la actora, motivo por el cual en dicho proceso de impugnación le han denegado en varias oportunidades el Régimen de Visitas y la Tenencia Provisional de mi menor hija, entre otras razones, por lo que le ha alejado, sino que la actora me ha entregado voluntariamente y mediante escrito, situación que no la ha negado en el proceso de Impugnación de Maternidad la actora”. Las redacciones complicadas y las pretenciosas tienen especial presencia en el lenguaje jurídico, mientras que las descuidadas y las confusas se pueden encontrar en cualquier tipo de lenguaje. Por regla general, esas clases de redacciones no aparecen en estado puro: una redacción complicada puede conllevar errores gramaticales que la conviertan en descuidada. En un estudio de los defectos del lenguaje jurídico actual habría que comenzar advirtiendo que ortografía y gramática no son problemas inherentes a este tipo de lenguaje, aunque sí es cierto que el principal problema del lenguaje jurídico ocasiona con frecuencia graves desajustes gramaticales. Ortografía y gramática no son, pues, problemas del lenguaje jurídico, sino del lenguaje en general. El principal defecto del lenguaje jurídico tiene su origen, paradójicamente, en un exceso de celo. Los juristas se preocupan tanto de la precisión que debe imperar en sus escritos que llevan esta precisión hasta sus últimas consecuencias, sin darse cuenta de que con fórmulas menos complicadas se consigue la misma exactitud.


CAPÍTULO 3 ORATORIA FORENSE

La oratoria se dirige a la razón, y para persuadirlo al corazón, para conmoverlo, a la imaginación para exaltarla

“ES LA FORTUNA, NO LA SABIDURÍA, LA QUE GOBIERNA LA VIDA DEL SER HUMANO” Marco Tulio Cicerón


DECALOGO DEL ORADOR PRIMERO: La palabra viene de Dios y se manifiesta en el Hombre. Tu deber es regresar a Él con tu palabra convertida en oración. SEGUNDO: El mejor orador es el que calla cuando no tiene un mensaje de verdad y de esperanza. TERCERO:

Camina por la vida entregando tu palabra, que cual rayo de luz vaya alumbrando la oscuridad del mundo.

CUARTO: Tú valía como orador es poca, es el público el que te enaltece cuando el discurso llega al corazón y a la mente de tus oyentes. QUINTO: Piensa para hablar, la palabra dicha queda impregnada en el Cosmos, jamás podrás borrarla. SEXTO:

Que por ti hablen los que no tienen voz, que son los pobres, los que sufren, los humildes de corazón.

SEPTIMO: El orador no es un profesional de la palabra; es un devoto de la verdad, la justicia y la paz. OCTAVO: Cuando pienses imagina que todo el mundo te oye; cuando hables imagina que todos escuchan tus pensamientos. NOVENO: Tu palabra debe ser fuego para calcinar al mentiroso, para fulminar al ladrón, para exterminar al cínico. DECIMO: Y después de todo ello no olvides que el mejor orador, es aquel que deja hablar a los demás, el que no pretende imponerse a sus semejantes.


FORMAS DE COMUNICACIÓN ORAL EL PODER DE LA PALABRA ORAL.- Es la voz del corazón la que conmueve a la humanidad. Los grandes lideres de este mundo han trasmitido oralmente su mensaje desde el fondo de su corazón y de este modo han logrado los cambios extraordinarios de comportamiento de la humanidad. Es la primera expresión de los seres humanos ninguna como ella nos abre las puertas de la sociedad y del éxito, por lo cual debemos guardar ciertas condiciones al conversar que nos sirva de medio poderoso para mantener las relaciones humanas y ganar simpatía e influencia ante quienes nos rodean. .Dar la mano pensando en un mensaje de simpatía. .Saludar amablemente con una sonrisa. .Saber escuchar. .Solicitar aclaraciones cuando sea el caso. .Preguntar con sinceridad, defender los derechos e ideas sin exageración. .Evitar discutir de política, religión y deporte. .Tolerancia. EL PODER MÁGICO DE LA PALABRA.- La persona que conoce el poder de la palabra, tiende a ser muy cuidadosa con su discurso, ya que el poder que existe dentro de los pensamientos y las palabras sólo se lo puede comparar con la dinamita. Por ello, cuando tratamos con las palabras debemos poner el mismo cuidado que ponemos cuando tratamos con dinamita, una palabra es pronunciada y un cambio químico ocurre dentro del cuerpo. El peor error es el que cometen las personas comunes y corrientes, los periodistas y los políticos al dedicarse a criticar, condenar y estar quejándose de todo. Es la ignorancia la que permite que estas personas, que hablen destructivamente. Pues, desconocen que el poder vibratorio de las palabras que expresamos, que comenzamos a ser atraídos. Las personas que continuamente hablan de enfermedad, invariablemente atraen la enfermedad. El poder de la palabra se genera en la dínamo del pensamiento y el sentimiento, estos dos son los poderes más fuertes del universo pero no tiene


sonido, sólo vibración. Toda la vida es vibración; Siente el éxito y el éxito llegará. Siente la riqueza y atraerás riqueza. En el momento que experimentamos que las palabras, los sentimientos y los pensamientos son una forma de radioactividad, escogemos cuidadosamente las palabras que queremos ver cristalizados. Porque, la vida es un crucigrama y la palabra correcta da la respuesta. Entonces, si cambiamos nuestras palabras, cambiará nuestro mundo porque nuestras palabras son nuestro mundo. Cuando se unen el pensamiento con el sentimiento, las palabras salen con fuego, con el fuego divino del entusiasmo, que es contagioso y enciende el entusiasmo en los demás. Para ser un buen orador, hay que mostrar entusiasmo por lo que se dice. El secreto del éxito, en cualquier actividad que el hombre realice, está en pensar y sentir positivamente; expresarse con entusiasmo y utilizar la imaginación creadora para trasmutar los pensamientos negativos en positivos. LA ORATORIA.- El éxito en el mundo de los negocios, la política, la educación, la ciencia y la cultura, está dado en la actualidad por el dominio de la oratoria que tenga la persona. La palabra tiene poder y el poder de las palabras está dado por la profundidad que procede y por el grado de iluminación de la persona que la utiliza. A esto se debe que las palabras de unas personas penetran en nuestros corazones como si fueran pronunciadas por lenguas de fuego, mientras que otros pueden decir lo mismo un centenar de veces y apenas nos hacen mella. Efectivamente la palabra tiene poder, pero no se trata sólo de lo que decimos sino de cómo lo decimos, cómo nos sentimos y el propósito que hay tras de la expresión. Todos hemos experimentado el poder de la palabra. Decimos algo gracioso y reímos, decimos algo triste y lloramos. CONCEPTO I.- Oratoria es el arte de convencer por medio de la palabra. CONCEPTO II.- Oratoria es la habilidad que se emplea para agradar a quien escucha, o también, consiste en llamar la atención cuando una persona toma la palabra.


CONCEPTOIII.- Oratoria es el arte de hablar bien y la arrebatadora impetuosidad de los movimientos que compromete los órganos del cuerpo mediante la gesticulación. CONCEPTO IV.- Oratoria es el arte de pronunciar un discurso públicamente. CONCEPTO V.- Oratoria es el arte de hablar con elocuencia, con emoción, deleite, con fuerza de convencimiento que atraiga la atención al auditorio. Mientras que, ELOCUENCIA es la facultad de hablar o escribir de modo eficaz, para deleitar o persuadir. CLASIFICACIÓN DE LA ORATORIA.- Según el contenido de la oratoria, se dividen en: DISCURSO POLITICO

a. Oratoria parlamentaria b. Oratoria popular c. Oratoria militar d. Oratorias patriótica e. Oratoria espontánea

DISCURSO ´ FORENSE

a. Discursos penales b. Discursos civiles

DISCURSO POETICO

a. Discurso épico b. Discurso dramático

DISCURSO RELIGIOSO

a. Oratoria sagrada (sermones)

DISCURSO ACADEMICO

a. Discurso informativo b. Conferencia cátedra c. Conferencia expositiva

DISCURSOS SOCIALES

a. Brindis de aniversario b. En memoria de una persona c. Inauguración d. Presentación


e. Festejos f. Divertidos g. Graciosos ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA ORATORIA.- La oratoria tiene tres elementos fundamentales que son: EL ORADOR, que es la persona que habla EL DISCURSO, la cosa de la que se habla EL PÚBLICO, al cual se habla Son tan impredecibles estos tres sujetos de la elocuencia, que si faltara uno de ellos, la oratoria no sería posible. Pues, la elocuencia no es más que l relación necesaria entre quien habla y quien escucha. Muchos pueden hablar en público, pero muy pocos son elocuentes. Elocuencia significa autoridad: Los oyentes permanecen delante del verdadero orador como hipnotizados. Para Federico Nietzsche, la elocuencia es “una de las flores más bellas con que adornan los superhombres.” Los grandes maestros de la oratoria, tenían como lema “obedecer para mandar”: El buen orador comenzando por expresar el sentir ajeno, debe acabar por imponer el suyo. FINES DE LA ORATORIA.- La oratoria persigue cuatro fines fundamentales. Instruir, persuadir, conmover y agradar o deleitar. INSTRUIR O INFORMAR: Es transmitir conocimientos al público, enseñar cosas nuevas. Cuando se habla para enseñar, como en el caso de las conferencias, se utiliza el tono de la conversación. Si el auditorio es muy grande, el modo de hablar también debe ser diferente. Tratándose de informar lo importante es presentar las cosas de una manera ordenada y clara. Siempre que tenga como fin instruir o informar debe


expresarse con claridad, para esto es necesario: Acomodar el tema de acuerdo al tiempo y ordenar las ideas una tras otra. -Ir enumerando los temas a medida que se los expone, -Compare lo desconocido con lo conocido, -Transforme los hechos en imágenes, -Evite los términos técnicos, -De ser posible emplee apoyos visuales, PERSUADIR Y CONVENCER: significa hacer adeptos a nuestra causa, convencer de lo que estamos diciendo o modificar la opinión de los oyentes, por la demostración clara y fácil de un hecho. Transformar la mentalidad y la voluntad de quien escucha. Cuando estamos convencidos de lo que vamos a decir es justo, bueno y útil, merece la pena persuadir al auditorio de lo bien que está la tesis que sostiene el orador. Si la causa es justa, bastarán para convencer los elementos tal como son, sin ningún subterfugio; la verdad se impondrá como la luz en cuarto oscuro. “El orador puede ser brillante, pero no será completo si trata de persuadir, algo que no está convencido él mismo de que es verdad; se hará aplaudir, pero no convencerá”. Obtener una reacción favorable es el objetivo de todos los oradores, para esto es necesario: Ganarse la confianza del auditorio, mereciéndolo. Debemos estar convencidos antes de convencer a los demás. Obtener una respuesta afirmativa del público: Al obtener varias respuestas afirmativas por parte del público se orientan los procesos psicológicos de los oyentes en una dirección positiva. Cuando una persona dice no, todo su sistema neuromuscular se pone en guardia contra la aceptación. Cuando una persona dice si, el organismo adopta una actitud positiva de aceptación.


Mientras más si obtengamos al comienzo del discurso, más probabilidades tendremos de tener éxito en captar la atención del público para nuestro propósito final. Hable con entusiasmo, para de esta manera arrojar a un lado todas las ideas negativas y opuestas. Cuando se trata de convencer es mucho más productivo producir emociones que pensamientos. Pero para despertar sentimientos, el orador tiene que estar profundamente convencido del tema. Muestre amor y respeto por el auditorio, nunca lo menosprecie. Cuando uno muestra afecto y respeto, acrecienta el valor de la persona y por ley de compensación obtiene afecto y estima. Empiece en forma amigable. CONMOVER: Es afectar positivamente el espíritu, los sentimientos y las emociones. Es suscitar en el ánimo de los reunidos nuevos sentimientos, despertar los que estén adormecidos o latentes. Para conmover el orador tiene que poner pasión y estar inspirado por la convicción. Tiene que emocionarse, para que pueda emocionar al público. Pues, “las pasiones son los únicos oradores que conmueven siempre”, ya que los hombres nos dejamos llevar más por los sentimientos que por la lógica y la razón. La inteligencia no induce a actuar, la emoción sí, por lo tanto si queremos conmover a alguien debemos hablarle a sus emociones y no a su inteligencia. Ponemos a los demás de nuestra parte hablándoles con suavidad, en tono seguro, y con el deseo de identificarnos con ellos. AGRADAR O DELITAR: Es recrear el espíritu con lo bello de las palabras y lo que ellas expresan. Es proporcionar con las palabras ese solaz que es reposo y placer para los espíritus fatigados o aburrida, lo que puede lograrse por varios medios: la profundidad del pensamiento, la nobleza de los propósitos, la elegancia de la forma, la agudeza del decir, la novedad del caso o la rareza de la argumentación.


En cada discurso puede perseguirse los cuatro fines, aunque puede predominar uno de ellos, según las circunstancia. Cuando se trata de entretener es necesario tener ingenio para el humor, oportunismo para impactar y además una voz clara, melodiosa y rítmica. El verdadero orador, sabe combinar sabia y oportunamente estos cuatro elementos, según el ambiente y las circunstancias que se presenten. PREPARACION FISICA DEL ORADOR.- La práctica en la oratoria, como en cualquier otra actividad es fundamental, sí no practicamos en forma constante, si no nos dedicamos por entero a una tarea es imposible que lleguemos a triunfar. El triunfo esta asegurado para los constantes, para quienes encuentran su vocación y se entregan de lleno a ella, para ser de esta vocación la razón de su destino. Esta materia pretende esa práctica constante en todos los aspectos, para hacer un hombre culturalmente respetable, que sepa expresar todo cuanto conoce y desde luego que esté físicamente preparado para hacerlo. La debilidad o la enfermedad nunca pueden acompañar a un orador, su presencia se vería disminuida, su influencia se reduciría por completo. Por eso es que recomendamos a continuación unas series de ejercicios físicos, que procuran robustecer el cuerpo y permiten el debido uso de las facultades corporales. Debemos estar preparados en todo y desde luego debemos estar preparados también físicamente. Los ejercicios deben ser diarios y periódicos según en la naturaleza de cada uno de ellos, sin lo cual se recomienda que diariamente dediquemos unos quince minutos a realizar ejercicios de respiración, pronunciación y uso de la voz. Estos ejercicios deben repetirse siempre, por que al hacerlos esporádicamente pierden su efecto y hay que volver a comenzar de nuevo. Para ver resultados hay que practicar todos los días de la vida. Los otros, ejercicios de lectura, aquellos que procuran una mejor pronunciación pueden hacerse unas tres veces por semana, por unos quince minutos, igualmente. Desde luego que los ejercicios aspiran a mantener en debida forma el cuerpo de la persona, logrando un mayor desarrollo de sus facultades sensoriales, una mejor voz, agilidad necesaria para cualquier


actividad partiendo de la premisa que un cuerpo sano siempre estará presente un espíritu fuerte y una mente poderosa. EJERCICIOS DE RESPIRACIÓN Y RELAJAMIENTO 1. Todos los días al levantarse y acostarse estírese todo lo posible, con animo y finalidad de soltar el cuerpo, rebítalo por lo menos unas cinco veces. 2. Siéntese en silla y con los brazos caídos y sueltos estire las piernas, elevándolas unos diez centímetros sobre el suelo, alargando los pies lo mas posible, de tal modo que los pies se proyectan hacia delante, luego deje caer los pies; repita este ejercicios por cinco veces. 3. Sentado y cuero recto, estire el cuello hacia arriba, luego arrugue y afloje la frente, enseguida abra a boca con exageración y ciérrela con naturalidad. Este ejercicio repútalo por diez veces. 4. En posición recta, con los brazos en la cintura y las piernas ligeramente abiertas, tome diez respiraciones profundas. Inhale en forma lenta, deje que el aire penetre hasta el fondo de sus pulmones, retenga el aire por un momento y luego exhale lentamente. 5. En la misma posición ahora incline la cabeza y los brazos hacia delante hasta tocar las manos al piso. Recobre su posición y ahora bote la cabeza y el tronco hacia atrás, todo lo que pueda. Manténgase flexionando en esta posición por lo menos repitiendo el ejercicio unas seis veces. 6. Ahora inclínese hacia los lados, a la derecha e izquierda, con todo el esfuerzo, botando el tronco y los brazos hacia el otro lado. En cada ocasión aspire y expire. Repita el ejercicio por seis veces. 7. Ahora en posición recta, con los brazos horizontales, haga girar el tronco alternativamente hacia la derecha y hacia la izquierda, manteniendo un juego de cintura permanente, que le permita guardar un equilibrio y controlar sus movimientos. 8. Dedíquese a hacer flexiones, manténgase recto con los brazos en posición horizontal hacia los lados, mientras baja el tronco en flexión


sobre las rodillas y baja los brazos. Luego ascienda y ponga los brazos horizontales. Repita las flexiones por unas treinta veces. EJERCICIO DE FORTALECIMIENTO DEL PODER PULMONAR. 1. Coloque en una mesa una vela encendida a una distancia de 50 cm., entonces respire profundo y sople hasta apagar la vela, hágalo sin apresuramiento ni máximo esfuerzo, el objeto no es apagar la vela con rapidez, sino conseguirlo por la cantidad de aire acumulado. 2. Luego vaya alejando diez centímetros cada vez la silla del lugar en que está la vela y tome el aliento para apagar. Hágalo por tres veces sin llegar a la fatiga. Si no avanza más descanse por este día y al día siguiente vuelva desde la última distancia a la que logró apagar la vela. Este no es un concurso de velocidad, lo importante es vigorizar la garganta y acostumbrarse a tomar mucho aire. Usted llegará aproximadamente a pagar la vela de una distancia promedio entre 1.50 cm., y 2 m., Evite excederse hasta llegar a la fatiga, no se trate de fatigarse, sino de hacerlo con satisfacción hasta donde avance. EJERCICIO DE LAXITUD EN LA LECTURA. 1. Lea sin hacer sonido alguno pero moviendo los labios, lengua y mandíbula de manera exagerada. Cuanto más ejercite los movimientos exagerados de estas partes de su cara, aprenderá a pronunciar las palabras y a emitirlas en forma completa. 2. Repita la lectura pero en voz baja, como que estuviera diciendo un secreto a su amigo, procurando que el aliento al salir golpee el paladar y no el velo del paladar. 3. Lea nuevamente, pero en alta voz, escuchándose a sí mismo, procurando pronunciar las palabras con claridad. Preste atención a la terminación de las palabras, muchas veces no terminamos las palabras. Procúrese una grabadora y escúchese. EXPRESIONES CORPORALES


Ahora practique la lectura de poemas. Tome un poema, demuestre enojo, una traición, una denuncia. Llénese de coraje, pronuncie las palabras con muchas iras. Ahora recite un poema triste, de amor, de muerte o de pena. Sugestiónese de dolor que le embarga, siéntese acongojado, llore, sienta que el dolor le destroza. Y ahora recobre la alegría, tome un poema alegre, siéntese dichoso, ría hasta mas no poder, sea feliz recitando, hágalo a gritos. LA INTENSIDAD DE LA VOZ.- Se puede elevar el tono o frecuencia de la voz, pero es mejor elevar la intensidad de la voz; lo primero puede producir cansancio y hasta los llamados “gallos”. Lo segundo intensifica el poder de la voz. Hagamos ahora estos ejercicios. 1. Tome una respiración profunda y pronuncie “AAAAAAAAA”, aumentando cada vez más el volumen, sin elevar el tono, esto es sin cambiar la voz; si comienza gruesa siga así, si comienza con voz fina no cambie, solo eleve la intensidad del sonido. 2. Tomamos otra vez una respiración profunda, pero ahora pronunciamos “AAAAA”, lo más alto posible y luego bajamos el volumen hasta llegar a la mitad de nuestro aliento y con la otra mitad volvemos a subir al máximo volumen. EJERCICIO DE MANDIBULA.

FLEXIBLILIDAD

DE

LABIOS,

LENGUA

Y

1. Extiéndase los labios hacia delante, en forma circular, luego déjese que vuelvan a su condición normal. Repítase este movimiento quince veces, aumentando la velocidad de movimiento a medida que progresa el ejercicio. 2. Con los labios cerrados, pero extendidos hacia delante en forma circular, sople tratando de producir el sonido “p”. Los labios deben abrirse solamente para dejar salir el soplido. Siguiendo el mismo procedimiento repita diez veces cada una de las siguientes sílabas, pa, pe, pi, po, pu.


3. Con la boca abierta encorve hacia arriba la punta de la lengua, pegándola a la encía detrás de los dientes frontales, luego deje que vuelva a su posición frontal. Repita este movimiento veinte veces aumentando gradualmente la velocidad. 4. Encorve nuevamente la lengua, como se sugirió en el ejercicio anterior y al bajarla pronuncie la sílaba “la”, repitiendo este ejercicio quince veces. 5. Deje que la mandíbula, con los músculos en perfecta laxitud, baje por su propio peso, lo suficiente para permitir que el dedo pulgar pueda insertarse a lo largo entre los dientes. Deje que vuelva a su posición primitiva, y luego repita este movimiento diez veces. 6. Practique el mismo ejercicio, pero pronunciando la sílaba “ma” cada vez que la mandíbula baje, procurando que el sonido arranque del tórax y sin forzar en lo más mínimo la garganta. Repita quince veces. 7. Ahora tome una respiración profunda y empiece a gorjear, repitiendo diez veces cada uno de los siguientes sonidos, “Prrrrrrr….. Sorrrrrrr…..

Zarrrrrrrr…..

Marrrrrrrr….

Verrrrrrrrrr…

EJERCICIOS DE ENTONACION. 1. Siéntese en una silla cómoda y deje que todo su cuerpo adopte una posición suelta, luego tome un lápiz cualquiera y colóquelo entre los dientes, sujetándolo por los labios y a continuación lea un trozo tratando de producir sonidos claros. Si se cansa suspenda y luego de una pausa continúe. 2. Lea por cinco minutos, haciendo movimientos exagerados de labios, lengua y mandíbula, pero si producir sonido alguno. Suspenda si le produce fatiga y luego prosiga por el tiempo señalado. 3. Después de un breve descanso lea con naturalidad unos cinco minutos procurando pronunciar con un máximo de claridad. Este ejercicio debe ser hecho con lentitud.


EJERCICIO DE RESONANCIA NASAL Y DE LA VOZ. 1. Siéntese y deje que el cuerpo adopte una posición laxa. Haga una aspiración profunda y al aspirar el aire produzca un sonido como si se quejara de algo, parecido al de una persona abatida o cansada, pero sin forzar la garganta, como si todo el cuerpo le pareciera muy pesado. Si siente dolor o picazón en la garganta, demuestra que la rigidez muscular está interfiriendo, Produzca ese sonido por unos dos minutos. 2. Proyecte los labios hacia fuera, cerrados y en forma de círculos, y pronuncie la “UUUUUUUU” “OOOOOOOOO” con el máximo de vibración, pero sin hacer esfuerzo para aspirar el aire. Hágalo con cierto dejo de cansancio, para que el sonido salga con más naturalidad. Si hace este ejercicio correctamente notará que siente una picazón en los labios, efecto de la vibración que se produce. El objeto de este ejercicio es anclar el tono de voz en el pecho. Procure que el tono vaya para arriba del paladar. Practique durante tres minutos. 3. Lea durante cinco minutos en voz alta, pero suave y rítmicamente, de modo que sienta que el tono de su voz sale de la garganta libre de toda presión. Lea sin prestar demasiada atención al tono. ASPEREZA DE LA VOZ Y MOLESTIAS DE LA NARIZ. 1. Respirar habitualmente por la boca para hablar. En caso de hacerlo en voz alta, se debe provocar el sonido característica del paladar blando. 2. Hablar con movimiento faciales exagerados, activando el conjunto de cejas-entrecejo-parpados. 3. Ante un espejo abra extensamente la boca, mantenga abierta, relajando el rostro y colocando la lengua sobre su lecho. Repita el ejercicio por diez veces. 4. Abra la boca nuevamente y dejando la lengua relajada póngase a entonar los siguientes números, ciento uno, ciento dos, ciento tres, ciento cuatro, ciento cinco, PRACTICA DE TRABALENGUAS.


La práctica de trabalenguas sirva para lograr la flexibilidad de la lengua. En su práctica se aconseja aprenderlos de memoria y repetirlos a la mayor velocidad posible, hasta que no tengamos la menor equivocación. EJERCICIOS TREPO INTREPIDO AL TRAVES TRAVESURAS DE ENTREMES, TREINTA Y TRES TRAGOS DE RON TRES TROZOS DE TRUCHA, TRIS TRES TRAS RETUMBA EL TRUENO, TRON TRIN TRAN TRON TORRONTRON, ESTANDO CURRO EN CORRO CON SU GORRO CON ECUARRE Y CON CHICHERRE, DICE AMIGOS YO ME ESCURRO EN UN CARRO SE VA A SOCORRO, RETUMBA EL TRUENO CON TRAGICA Y TETRICA REPERCUCION REPITIENDO SU ECO CON RESONANCIA PROLANGADA, ATRAPO UN POTRO QUE A TROTE TREPA LA CUMBRE, ROSA DE RAZA RUSA MIENTRAS ROSA LE ROZA EL ROJO ROSARIO, PEDRO PARRA TENIA UNA PERRA, JOSE PEREZ TENIA UNA PARRA, Y LA PERRA DE PARRA DAÑO LA PARRA DE PEREZ FUERON ANTE EL JUEZ Y ESTE MANDO A LA PORRA A PEREZ Y A PARRA CON SU PERRA Y CON SU PARRA. HIGIENE DE LA VOZ. 1. Evite el carraspeo, estornudo ruidoso. Al carraspear usted realiza un verdadero “lijado” de las cuerdas bucales, las maltrata, las raspa y puede llegar a originar lesiones en esas cuerdas, que le produzcan un daño pasajero y hasta definitivo, ronquera y daño en la voz. Usted tiene que cuidar la voz, es su instrumento de trabajo y de vida, no dañe su voz, no destruya la armonía de su voz. Igualmente en cuanto al estornudo debe hacerlo con sensatez y tranquilidad, porque un estornudo ruidoso igualmente puede lesionar la nariz y la garganta. 2. No se esfuerce en gritar en lugares ruidoso. Usted debe acostumbrarse a tener una voz sonora, debe hacer ejercicios para tener voz fuerte, pero no es asunto de gritar, mucho menos poniendo la fuerza de voz en la garganta, porque ello le provoca lesiones, ronqueras y daños. Además al momento que grita. Usted descompone la normalidad de la voz y pueden salirle los denominados “gallos” o voces destempladas que pueden llegar a provocar risas entre los oyentes.


3. Cuídese del frío intenso y los cambios drásticos del calor al frío provocan malestares en los bronquios, en la garganta, en la nariz y en todo el aparato de la fonación, alterando en forma leve o permanente, inclusive bronquitis crónica, lo cual impide, molesta y daña las funciones del hablar y respirar y en definitiva no permiten que el orador se pueda expresar con toda su capacidad de voz. La voz de una persona con gripe, con carraspera, con catarro no es la misma, no puede hablar con claridad, tiene que pedir disculpas y en definitiva no es agradable al hablar. ROMPER EL HIELO.- Usted está a pocos instantes de iniciar un proceso grupal, con miras a adquirir, compartir y desarrollar destrezas y herramientas que le ayudarán a ser más efectivo en su trabajo y actividades cotidianas. Probablemente tendrá muchas inquietudes y expectativas al inicio de este curso. No se inquiete.. Así sucede con todas las personas en los primeros momentos de un proceso. Para crear un ambiente de camaradería favorable es necesario conocernos un poco a nivel interpersonal. Con este propósito le sugerimos se levante de su asiento y siga las siguientes instrucciones:

1

2

3

Diríjase a la persona Identifique a un Escoja a alguno de los situada en la tercera silla compañero-a que lleve presentes que use lentes, a su derecha: una prenda color AZUL pregúntele su nombre: Anote su nombre: Anote su nombre: ________________ _________________ _________________ Pregúntele las razones y entrevístela sobre una y pregúntele sobre cuál por las cuales escogió su anécdota de su trabajo. es su máxima aspiración profesión u ocupación en la vida que tiene. 6 4

5

Identifique a una de las dos personas con menor

Identifique a algún/a compañero/a que tenga

Identifique a alguna persona de mayor


estatura de este grupo, pregúntele su nombre:

el pelo ensortijado (crespo), anote su nombre:

_______________ y dialogue con el/ella _______________ sobre las actividades y pregúntele sobre recreativas que más le alguna anécdota de su gustan. 8 infancia que recuerde 7

estatura del grupo, anote su nombre: ________________ y pregúntele sobre su familia y que piensa sobre el amor.

9

Escoja a una mujer u Encuentre a alguien que Encuentre a dos personas hombre del grupo que trabaje en otra con zapatos negros o usted perciba con la organización diferente a cafés, anote sus mirada más tierna y la suya, anote su nombre: nombres: dulce, anote su nombre: Y pregúntele sobre las cosas que más le gustan Converse con ambas y Pregúntele que soñaba de esa organización. pregúnteles que esperan ser cuando era niño-a. de este curso. LAS DINAMICAS, HISTORIAS, HABILIDADES, ANECDOTAS, ETC., LA TELARAÑA Objetivo: Presentación, integración Materiales: Una bola de cordel, ovillo de lana, etc. Desarrollo: Los participantes se colocan de pie formando un círculo y se le entrega a uno de ellos la bola de cordel; el cual tiene que decir su nombre, procedencia, tipo de trabajo que desempeña, interés de su participación, etc. Luego, éste toma la punta del cordel y lanza la bola a otro compañero, quien a su vez debe presentarse de la misma forma. La acción se repite hasta que todos los participantes quedan enlazados en una especie de telaraña. Una vez que todos se han presentado, quien se quedó con la bola debe regresarla al que se la envió, repitiendo los datos dados por su compañero. Esta a su vez, hace lo mismo de tal forma que la bola va recorriendo la misma


trayectoria pero en sentido inverso, hasta que regresa al compañero que inicialmente la lanzó. Hay que advertir a los participantes la importancia de estar atentos a la presentación de cada uno, pues no se sabe a quien va a lanzarse la bola y posteriormente deberá repetir los datos del lanzador. LOS REFRANES Objetivo: Presentación y Animación Materiales: Tarjetas en las que previamente se han escrito fragmentos populares; es decir, que cada refrán se escribe en dos tarjetas, el comienzo en una de ellas y su complemento en otra. Desarrollo: Esta dinámica se usa en combinación con la presentación por parejas. Se reparten las tarjetas entre los asistentes y se les pide que busquen a la persona que tiene la otra parte del refrán; de esta manera, se van formando las parejas que intercambiarán la información a utilizar en la presentación. LOS NOMBRES COMPLETOS Objetivo: Presentación, ambientación. Materiales: Tarjetas, Alfileres. Desarrollo: Unos doce participantes forman un círculo y cada uno de ellos se prende en el pecho una tarjeta con su nombre. Se da un tiempo prudencial para que cada quien trate de memorizar el nombre de los demás compañeros. Al terminarse el tiempo estipulado, todo mundo se quita la tarjeta y la hace circular hacia la derecha durante algunos minutos, y se detiene el movimiento. Como cada persona se queda con una tarjeta que no es la suya, debe buscar a su dueño y entregársela, en menos de diez segundos. El que se quede con una tarjeta ajena, da una prenda. El ejercicio continúa hasta que todos los participantes se aprendan nombres de sus compañeros.

los


¡LEVÁNTESE Y SIÉNTESE! Objetivo: Animación, Concentración. Desarrollo: Todos sentados en círculo. El coordinador empieza contando cualquier historia inventada. Cuando dentro del relato dice la palabra "quien" todos deben levantarse, y cuando dice la palabra "no", todos deben sentarse. Cuando alguien no se levanta o no se sienta en el momento en que se dice "quien" o "no", sale del juego o da una prenda. El coordinador puede iniciar la historia y señalar a cualquier participante para que la continúe y así sucesivamente. El que narra la historia, debe hacerlo rápidamente para darle agilidad; si no lo hace, también pierde. LAS LANCHAS Objetivo: Animación Desarrollo: Todos los participantes se ponen de pie. El coordinador entonces, cuenta la siguiente historia: "Estamos navegando en un enorme buque, pero vino una tormenta que está hundiendo el barco. Para salvarse, hay que subirse en unas lanchas salvavidas. Pero en cada lancha solo pueden entrar (se dice un numero)... personas." El grupo tiene entonces que formar círculos los que esté el número exacto de personas que puedan entrar en cada lancha. Si tienen más personas o menos, se declara hundida la lancha y esos participantes se tienen que sentar. Inmediatamente, se cambia el numero de personas que pueden entrar en cada lancha, se va eliminando a los "ahogados" y así se prosigue hasta que quede un pequeño grupo que serán los sobrevivientes del naufragio. SE MURIO COCHE Objetivo: Animación


Desarrollo: Colócalos todos en círculo, un participante inicia la rueda diciendo al que tiene a su derecha "Se murió coche", pero llorando y haciendo gestos exagerados. El de la derecha le debe responder lo que se ocurra, pero siempre llorando y con gestos de dolor. Luego, deberá continuar pasando la noticia de que Choche se murió, llorando igualmente, y así hasta que termine la rueda. Puede iniciarse otra rueda pero cambiando la actitud. Por ejemplo: riéndose, asustado, nervioso, tartamudeando, borracho, etc. El que recibe la noticia deberá asumir la misma actitud que el que la dice. Una variante puede consistir en que cada cual, luego de recibir la noticia y asumir la actitud del que se la dijo, cambia de actitud al pasar la noticia al que sigue. (ej: uno llorando, la pasa el otro riendo, otro individuo indiferente, etc.) JUEGOS DE HABILIDAD HILO ENTRE DOS BOCAS.- En la mitad de un trozo de hilo bastante largo se coloca un pequeño objeto o un regalo. Dos concursantes deberán introducir los respectivos extremos del hilo en sus bocas y sin utilizar las manos, tratar de conseguir el objeto antes que el contrario. ZAPATOS EN MONTÓN.- Todos los concursantes, que pueden ser muchos, se descalzan y dejan sus zapatos en un gran montón, todos revueltos. Se coloca a todos los concursantes a cierta distancia y cuando se dé la señal cada uno corre a por sus zapatos, se los coloca bien y vuelve al punto de partida. BALÓN EN CÍRCULO.- Se forma un gran círculo con todos los jugadores unidos de las manos. Se lanza un balón al medio. El juego consiste en hacer que el balón salga del círculo, golpeándolo con el pie. Si el balón sale por encima de las cabezas, pierde el que lo ha lanzado. Pero si el balón sale por entre dos jugadores, quedan eliminados estos dos. El juego acaba cuando quedan en el círculo tres o cuatro personas.


CORTAR EL HILO.- En un grupo de jugadores uno de ellos “se la queda”. Este debe perseguir a un jugador determinado del grupo anunciándolo en voz alta y si le toca queda eliminado. Si durante la persecución otro de los jugadores se le ha cruzado en el camino, deberá perseguir al que se le ha cruzado. También puede hacerse que el que ha sido alcanzado, en lugar de salir, tenga que hacer de perseguidor. EL CÍRCULO DE LA VIDA.- Desde dos puntos diferentes saldrá dos grupos a por la posesión de un círculo de terreno equidistante. Para lograr la plena posesión del círculo hay que lograr que no quede dentro ningún jugador del otro bando. Así pues, habrá que sacar con empujones a los jugadores del otro grupo. Sólo empujones, no vale agarrar. El jugador que sea expulsado del círculo queda eliminado. LOS CÁNTAROS.- Se colocan tres filas de jugadores. La del centro con un jugador menos. Los jugadores de la fila del centro pondrán sus manos en las caderas. Serán los cántaros y sus brazos las asas. A una señal del director del juego, las dos filas laterales se ponen a dar vueltas alrededor de los cántaros. A otra señal del director del juego tratarán de introducir el brazo derecho en un asa. (También se puede acordar el introducir el brazo izquierdo) Los dos jugadores que no consigan introducir su brazo en una de las asas quedan fuera de juego. Seguidamente se quieta a uno de los jugadores que hacen de cántaros y se repite el juego. Y así hasta que sólo queden dos jugadores.


CAPÍTULO 4 LA REUNIÓN

“Las reuniones sirven para demostrar que la empresa puede funcionar con mucho menos personas” F. Allen LA REUNION.- Reunión es la congregación de dos o más personas, con el fin de tratar un tema común. Las reuniones son un instrumento básico en la educación, la ciencia, la cultura y en toda actividad que realiza el ser humano como miembro de la sociedad. El dominio de la comunicación oral es de suprema importancia, para alcanzar el éxito de las reuniones. REQUISITOS DE TODA REUNION.- Para asegurar el éxito de una reunión, se debe tomar en cuenta las siguientes recomendaciones. Por lo general en toda reunión se consideran dos etapas: 1.- Preparación 2.- Realización PREPARACION 1.- Determinar el propósito u objetivo de la reunión. 2.- Determinar el tipo de reunión (cerrada o abierta) 3.- Fijar el número de participantes y sus respectivas responsabilidades 4.- Señalar lugar y fecha de reunión 5.- Preparar los recursos o material requerido


6.- Trazar un orden del día o temario y estimular los temas según el caso. REALIZACIÓN 1.- Prever óptimas condiciones para el oyente y el hablante. 2.- Ser cumplido y ocupar el puesto que a cada cual le sea asignado. 3.- Cumplir las funciones que le corresponden y participar activamente, buscando el éxito de la reunión. 4.- Manejar el idioma con corrección y propiedad, evitando frases sin sentido, palabras vulgares, entre otras. 5.- Hablar en escrito orden, cunado a cada cual le toque el turno, respetando el tiempo disponible las ideas ajenas y el uso de la palabra 6.- Ser solidarios en el objetivo común de la reunión y buscar todos los medios para lograrlo. 7.- Sacar las conclusiones que sean posibles según las circunstancias. REUNIONES DE DISCUSIÓN CERRADA 1. La Mesa Redonda 2. La Junta Redonda REUNIONES DE DISCUSIÓN ABIERTA La Asamblea, El Foro, El Panel, El Informe, El Simposio, El Congreso, etc. TIPOS DE REUNIONES.- Según los fines y los propósitos, las reuniones pueden ser: INFORMATIVAS: Conferencias, Encuentros y Cine-clubes DELIBERATIVAS: Consejos, Asambleas, Congresos, Comisiones, etc. DECISORIAS: Juntas de Ministros, Parlamentos, Cabildos, Consejos Directivos, entre otras.


REUNIONES DE TRABAJO: Congresos, entre otras.

Comisiones

Asesoras,

seminarios,

Aparte del Discurso y la Conferencia, por lo general toda reunión se rige a uno o varios de los siguientes modelos: Informe, Mesa Redonda, Panel, Foro, Simposio y Congreso. Según el lugar las reuniones públicas pueden ser de dos clases: Estáticas y dinámicas. REUNIONES ESTATICAS: se realizan en un lugar cualquiera, sala, teatro, plaza; allí se reúne el publico de pie o sentados. Discuten, deliberan y se dispersan. REUNIONES DINÁMICAS: se realizan al descubierto por las calles de una ciudad o e el campo, y no permanecen quietas; se mueven, recorriendo una distancia mayor o menor poniéndose en acción a si mismas manifestándose ante todo aquel que encuentran a su paso. EL INFORME.- Tiene por objeto presentar un resumen de hechos o experiencias ante el grupo. Se basa en la técnica expositiva y cumple las etapas de preparación y realización. Los fines del informe don de ilustración, informativos o como instrumento para entrar a discutir, deliberar o decidir. El informe puede estar presentado por una o varias personas. Para la realización del informe se recomienda: -Exponer los hechos objetivamente, siguiendo el plan trazado de antemano: Introducción, cuerpo del informe y conclusiones. -Ilustrar con ejemplos y material gráfico o audiovisual los aspectos más importantes. -Evitar los comentarios u opiniones personales, que no son objetivo de esta actividad.


-Debe despertarse la atención y el interés del grupo, quien siempre será parte importante. -El grupo oyente tiene derecho de hacer preguntas al final de la exposición, para solicitar aclaración o información más detallada. LA MESA REDONDA.- Es una discusión cerrada, en un grupo pequeño, con igualdad de oportunidades; el propósito es buscar soluciones o conclusiones referentes a un asunto, interviniendo en forma sucesiva, bajo la dirección de un moderador. Los organizadores preparan el evento, seleccionan el tema, invitan a los expertos y acondicionan la sala, según las necesidades. El número de participantes no debe pasar de siete, distribuidos de la siguiente manera: - Un moderador - Un relator - Los asistentes o participantes. (El número recomendado es de cuatro) La preparación de la Mesa Redonda es responsabilidad de todo el grupo, especialmente del moderador y del relator quienes deben elaborar una agenda con el siguiente contenido: 1. 2. 3. 4. 5. 6.

Tema o asunto…… Fecha…………..... Lugar……………. Hora……………... Participantes…….. Orden de discusión

Esta agenda debe conocer todos los participantes con anticipación. Para la realización de la MESA REDONDA, se aconseja: -Organizar a los participantes en forma circular. -El moderador tiene la responsabilidad de dirigir la reunión, administrar el uso de la palabra, orientar la discusión haciendo síntesis periódicas y atender todo lo relacionado con la organización.


-El relator por solicitud del moderador, lee la agenda al comenzar la Mesa Redonda, toma atenta nota para dar al final las conclusiones y para levantar un acta, si es necesaria. -Los asistentes participan ordenadamente en la discusión, cumpliendo fielmente los requisitos del hablante y del oyente, respetando la palabra y las ideas ajenas y contribuyendo en todo instante al éxito final de la Mesa Redonda. -El Moderador se sienta en el centro, saluda y presenta a los expositores; explica el tema y la forma cómo se desarrollará la mesa redonda. Pide al público la debida compostura, poniéndose al margen de las posiciones de los expertos. -El Moderador debe mantener imparcialidad y demostrar sus conocimientos sobre el tema, para que pueda resaltar las divergencias fundamentales y destacar las coincidencias. -Se recomienda que las preguntas del público se presenten por escrito, para que el moderador pueda escoger solamente las interrogantes y rechazar las argumentaciones. (La mesa redonda despierta, el público, la curiosidad por el estudio, favorece la actitud crítica y enseña a respetar los distintos modos de pensar). EL PANEL.- Se basa también, en el debate de un tema entre pocas personas, pero estas son expertas o seleccionadas de un grupo mayor, que habrá de auditorio. El propósito es aclarar o profundizar puntos de vista del tema propuesto. La organización del panel está bajo la responsabilidad inmediata de un moderador, coordinador o presidente y de un relator o secretario, quienes luego de seleccionar el tema y organizarlo en sub-temas escogen de tres a cinco personas para que, con conocimiento del tema, puedan discutirlo como expositores ante el público o totalidad del grupo. El panel es más sencillo que el foro y emplea una discusión cerrada, en donde el público solamente escucha, es corto por lo general, pero no puede durar una


hora y a veces más, según las circunstancias. Para la realización del panel se debe tomar en cuenta las siguientes recomendaciones: -El moderador, el relator y los expositores se colocan en un estrado o escenario relevante frente al público. -El moderador realiza la introducción. Presenta a los expertos e inicia el diálogo con una pregunta a los especialistas. -Bajo la dirección del moderador los expositores desarrollan una discusión o intercambio amplio de ideas, esforzándose por ilustrar suficientemente al público. - El moderador, con sus conocimientos debe tener habilidad para evitar que el diálogo pierda interés, que se salga del tema y prevenir cualquier conflicto. -Para finalizar el relator da las conclusiones o un resumen con el fin de dejar una visión global del panel En el panel, el público tiene la oportunidad de recibir una amplia información sobre un tema, desde diferentes puntos de vista. EL FORO.- Es una actividad similar al panel en las técnicas que se siguen, pero después de una confrontación inicial de los expositores o expertos, la discusión se abre hacia el público, que tiene derecho a interpelar. La discusión del foro es más profunda y especializada. Es abierta hacia el público que puede preguntar al final u opinar. Por esto, el foro es mas largo y de más profundidad que el panel y para su preparación se requiere el uso de fuentes bibliografiítas y de consulta e investigación. La selección de los expositores obedece exclusivamente a su conocimiento a su autoridad sobre el tema. Por eso pueden ser invitados conferencistas especiales. En el foro, el moderador invita a los expositores a presentar su punto de vista en un tiempo determinado (de diez minutos a media hora) y luego de pasar todos, abre la discusión no solo entre los expositores si no también, con la participación del auditorio. Al finalizar el foro, el relator puede leer algún resumen y los expositores pueden repartir por escrito, entre el publico, sus respectivas exposiciones.


EL SIMPOSIO.- Reúne por varias horas o jornadas un grupo de especialistas o profesionales (de tres a cinco) con el fin de confrontar, compartir o divulgar los distintos puntos de vista de un tema. La organización y dirección está a cargo de un director o moderador y de un secretario. Se puede combinar distintas actividades: Informes, discursos, conferencias hasta discusiones en mesa redonda, en panel o en foro. Puede organizarse comisiones según las necesidades para trabajar en un sub tema particular. Al final se puede sacar conclusiones generales o señalar algunos trabajos, documentos o ensayos para su publicación. Al moderador se le designa por el conocimiento que tenga sobre el tema y la experiencia en esta clase de eventos. Estas exposiciones tienen una duración de diez a quince minutos por persona. En ocasiones se permite una segunda ronda de todos o de algunos de ellos, con un tiempo no mayor a cinco minutos. Todo el Simposio no puede pasar de una hora o una hora y media máximo. El moderador luego de hacer la introducción: 1. 2. 3. 4. 5. 6.

Presenta a los técnicos explica los temas a enfocarse Da a conocer el orden de intervención de los oradores controla el tiempo de cada exposición Al final hace una síntesis del tema agradece a los expertos por su participación

Cada especialista trata un punto temático y lo expone en un lenguaje apropiado. La institución o la persona que organiza el Simposio, es el responsable de invitar a los expositores y a demás de seleccionar el tema. Generalmente se utiliza una sola mesa, en donde el moderador ocupa el asiento central y los expertos las sillas a su derecha e izquierda, en orden de jerarquía. Al finalizar el Simposio, el público puede hacer preguntas a los oradores.


EL SEMINARIO.- Seminario es una reunión de carácter docente, en donde uno o más conferencistas dictan charlas relativas a un tema. Los participantes en ocasiones, intervienen para hacer preguntas. El moderador, presenta ante el auditorio al expositor e informa la modalidad del seminario y el tiempo que dispone el público para hacer preguntas. El tiempo de duración del seminario no tiene límites. Los organizadores están la obligación de prestar todas las facilidades a los conferencistas y proporcionales el material didáctico y los audiovisuales pertinentes. LA EXPOSICION ORAL.- La exposición oral es la presentación en forma hablada, de las diversas facetas de un tema con el fin de hacerlo conocer a los demás. La exposición puede usa el recurso de la descripción y de la narración, pero además maneja reflexiones y toda clase de ideas necesarias para la información que se requiere dar. El lenguaje de la exposición debe ser objetivo, preciso y sin matices subjetivos o expresivos. Una exposición gira alrededor de los diversos aspectos o puntos de vista de un tema o asunto. Se puede hacer una exposición oral de cualquier tema, de cualquier oficio, disciplina o ciencia. El tema suele estar sustentado en ideas principales y secundarias, en datos de la experiencia y en ejemplos de ilustraciones. LA ARGUMENTACIÓN.- Argumentar es presentar razones para sustentar un opinión o para convencer a alguien hacia determinada actitud, decisión o acción. La argumentación parte de una exposición. Se expone un asunto para luego dar razones con miras a confirmarlo o refutarlo.


La argumentación es una forma propia de la oratoria, editoriales y comentarios, tratados filosóficos, memoriales judiciales y ciertas piezas epistolares. El estilo argumentativo se caracteriza por la expresión directa, clara y convincente, alejada del rodeo y la ambigüedad. La base estructural de la argumentación es el manejo del razonamiento, que puede seguir tres pasos. 1. Exposición de un tema o afirmación. 2. Refutación de objeciones o razones contrarias. 3. Confirmación o comprobación de la tesis que se pretende demostrar. TÉCNICAS DE EXPRESIÓN ORAL Exposición: Se reelabora un plan definitivo de trabajo siguiendo un orden. Se organiza el material recolectado, según dicho plan y se preparan los apuntes necesarios. Se disponen los carteles, diapositivas y demás ayudas audiovisuales. REALIZACIÓN DE LA EXPOSICION Ambientación: se debe ser cumplido, de acuerdo con el lugar, la fecha y la hora. Se prepara y organiza el material y se sitúa, el expositor y los oyentes en sitio apropiado. Iniciación: Se enuncia el Tema, escribiendo en lugar visible o pizarrón. De ser posible se hace conocer un orden o esquema Las técnicas de expresión oral son formas socialmente admitidas de establecer una comunicación. Para su mejor tratamiento y comprensión se les dividió en dos grandes grupos. • Técnicas oratorias: discursos, conferencias y charla. • Técnicas no oratorias: diálogos y debate. TECNICAS ORATORIAS.- La oratoria es cualquier tipo de mensaje destinado a un receptor colectivo, con el que no se mantiene contacto directo y elaborado antes del momento de la comunicación. Las técnicas oratorias tienen dos propiedades:


• El contacto entre emisor y receptor no es directo, puesto que el emisor es el miembro activo y el receptor el pasivo. • La comunicación está preparada previamente. Esto implica que está expresado en lengua escrita, puesto que el emisor ha tenido tiempo de pesar lo que quiere decir con detalle. LAS TÉCNICAS ORATORIAS MÁS FRECUENTES SON: EL DISCURSO.- Cuando utiliza esta técnica el emisor dirige a grandes grupos, pretendiendo informar y convencer. Decimos que alguien es buen orador cuando logra sensibilizar a los oyentes y convencerles de lo que dice. Los discursos se dirigen normalmente a grandes grupos muy heterogéneos, es decir formados por personas muy diferentes entre sí. De acuerdo a la temática, los discursos pueden ser políticos, religiosos, académicos, entre otras. LA CONFERENCIA.- Se expone opiniones personales a pequeños grupos sobre un tema tratando de informar o de divulgar conocimientos. El conferenciante es especialista en el tema y no pretende convencer, sino explicar sus teorías o sus investigaciones. Son habituales las conferencias con finalidad didáctica y sus temas pueden ser muy variados. El grupo es mucho más reducido que en el discurso, más homogéneo: Las personas que asisten tienen formación similar o inquietudes comunes. Para la preparación de una conferencia es importante seguir un orden y tratar de exponerlo con claridad. Aunque en la conferencia el emisor habla y los receptores escuchan, es frecuente que al final se habrá un turno de preguntas para que los receptores puedan pedir aclaraciones.


LA CHARLA.- Es una forma oratoria muy parecida a la conferencia, pero más desenfadada y más ágil. Su finalidad es entretener e informar, con un lenguaje coloquial o con ejemplos, anécdotas, Los receptores suelen participar para hacer preguntas u observaciones, aunque no llega a mantenerse un contacto real y cercano como en las técnicas no oratorias. A veces es difícil diferenciar entre charla y conferencia. Si alguna vez, nos toca preparar un discurso, una conferencia o una charla, es importante conocer el método a seguir. 1. Conocer claramente cual es el tema y el tipo de receptores al que va dirigido. 2. Recopilar toda la información y documentación que están incluidos todos los instrumentos de los que nos podemos ayudar para l a exposición: videos, diapositivas, fotocopias… 3. Hacer un guión o un esquema de qué es lo que se va a decir, destacando las ideas principales de las secundarias. En el esquema debe aparecer: 1. 2. 3. 4.

Una introducción Un análisis o exposición. Soluciones o sugerencias. Una conclusión derivada de todo lo dicho Se recomienda hacer, si es posible, un ensayo en casa y anotar para tener más seguridad.

TECNICAS NO ORATORIAS.- Son las normales de expresión en las que hay una comunicación directa entre emisor y receptor. Esto quiere decir que: El emisor y el receptor son iguales de activos y se intercambian los papeles: el que en un momento habla, en otro escucha y viceversa. La comunicación es más viva que en las formas oratorias.


El lenguaje es espontáneo, es decir, propiamente oral, ya que no se puede prever con exactitud el camino que tomará la comunicación. Entre las técnicas no oratorias se destacan: EL DIALOGO.- Es la forma habitual de comunicación. Normalmente lo llamamos conversación. Es una forma natural y espontánea de relacionarse con los demás y se da en todos los niveles: culto, vulgar, jerga, familiar y coloquial. A veces el diálogo está dirigido, es decir hay una persona que pregunta y otros que escuchan. Es lo que llamamos entrevista y es muy habitual en el periodismo. EL DEBATE.- Es una forma de diálogo en la que intervienen varias personas con criterios distintos sobre un tema. En los debates es necesaria la figura del moderador, que es el que los empieza y los termina, el que dirige el tema y el que da el turno de la palabra a quien lo pide siguiendo un orden. A veces se llega a una conclusión, pero con frecuencia es un debate abierto, en el que cada participante tiene su propia opinión. El debate es una técnica oratoria menos abierta y espontánea que el diálogo por que exige unas normas de atención y respeto que a veces impide la libre expresión de ideas. Cuando, en principio, no hay diferentes puntos de vista entre las personas que participan decimos que se trata de un coloquio. Tanto el dialogo como el debate… Deben ser Claros y ordenados Precisos en lenguaje Divertidos, amenos u originales, para captar la atención del público.


No deben ser Retorcidos y desordenados Rebuscados en el lenguaje Repetición de tópicos. TECNICA DE LA EXPOSICION ORAL.- Exponer es presentar, a un auditorio, los diversos puntos de vista de un asunto o tema. Para una mejor comprensión de esta práctica, se le ha dividido en dos partes. 1.-PREPARACION DE LA EXPOSICION Análisis del auditorio: Estudiar sus intereses, cultura, edad, condición social, actitudes y expectativas, etc. Determinación de los propósitos: Estos dependen de las circunstancias y del tipo de intervención oral y pueden ser informar, entretener, enseñar, etc. Selección y delimitación del tema: Se toma en cuenta el nivel cultural del oyente, los propósitos, etc. Es necesario que el tema sea de interés, adecuado al tiempo y a los recursos disponibles. Selección de fuentes: Estos pueden ser la bibliografía y demás recursos de consulta. Búsqueda de la información: Se parte de un plan provisional de trabajo, se manejan las fuentes y se recogen los datos, ideas, etc. En fichas de trabajo. 2. Organización de lo mínimo. Desarrollo: Se expone el tema sin rodeos, en forma unitaria y coherente, siguiendo al plan establecido y empleando adecuadamente las ayudas. Se debe usar un lenguaje correcto y adecuado. Finalización: Se sacan algunas conclusiones, se enuncian las fuentes bibliográficas y se permite al auditorio hacer preguntas, las que serán respondidas en forma precisa, oportuna y breve. EL DISCURSO


CONCEPTO I.- Es el conjunto de pensamientos y razonamientos pronunciados en público con el fin de convencer a las personas o mover el ánimo. CONCEPTO II.- Es el conjunto de palabras y frases utilizadas por una persona para comunicar lo que se piensa o siente a otra u otras personas. CONCEPTO III.- El discurso es una manera con la que, el orador trata de comunicarse con el público. Todo discurso, llámese lección, conferencia, arenga, sermón, alocución, conmemoración, panegírico o brindis, debe ser preparado, al menos en un grado mínimo. En muchos casos la preparación de da en ese recogimiento fugaz, pero íntimo; que precede inmediatamente al instante de ponerse de pie, cuando el orador casi a punto de confesarse, se pregunta a sí mismo el por qué y el cómo de su inminente oración. BIBLIOGRAFIA • Redacción y leguaje jurídico, EGACAL, Escuela de altos estudios jurídicos • Abogacía y corrección idiomática Revista de Llengua i Dret, núm. 51, 2009, p. 187-200 197Bibliografía recomendada Alberto Gómez Font 198 Revista de Llengua i Dret, núm. 51, 2009, p. 187-200 Alcaraz Varó, Enrique; Hughes, Brian. • Fundación Universitaria San Pablo C.E.U. Léxico jurídico para periodistas. Valencia: Publicaciones de la Fundación Universitaria San Pablo C.E.U., 1998. Gómez Torrego, Leonardo. • AGUIRRE, Mauricio; CALERO, Joel; ESTRADA, Christian; LLAQUE, Paúl. Estrategias para redactar. Procedimientos fundamentales. Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas SAC. Lima, Primera Edición. Agosto de 2007.


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