F. Alfonso. Angioplastia con balón farmacoactivo: de la evidencia a la práctica
Prólogo Las enfermedades cardiovasculares representan la primera causa de muerte en los países desarrollados. En España también suponen la mayor causa de mortalidad y de morbilidad y tienen unas importantísimas implicaciones sociosanitarias y económicas. Esto explica los importantes esfuerzos realizados, tanto a nivel asistencial como en investigación, para la prevención, diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades. La revascularización coronaria y arterial periférica permite el tratamiento de las lesiones arteriales obstructivas que comprometen el flujo sanguíneo hacia los diferentes territorios vasculares. Las técnicas percutáneas o endovasculares se han consolidado como opciones óptimas de revascularización para un número creciente de pacientes. A la angioplastia convencional con balón pronto se unieron técnicas de aterectomía y más recientemente se ha impuesto la implantación de stents para garantizar el mejor resultado inmediato tras la intervención. Los stents metálicos se utilizan actualmente en la inmensa mayoría de las intervenciones coronarias. Sin embargo, los pacientes revascularizados con estas intervenciones pueden presentar una reestenosis durante el seguimiento. Más recientemente disponemos de stents farmacoactivos que incorporan una medicación que inhibe el crecimiento neointimal, con lo que se reduce la tasa de reestenosis. Muy recientemente disponemos también de balones farmacoactivos. Estos nuevos balones tienen un mecanismo de dilatación similar al de un balón de angioplastia convencional. Sin embargo, al estar recubiertos en su superficie externa por un potente fármaco antiproliferativo que se incorpora a la pared del vaso durante la dilatación, evitan la proliferación neointimal y, por tanto, reducen la aparición de reestenosis. Hasta ahora solo se podía administrar medicación en la pared arterial mediante la implantación de stents. Esta estrategia tiene el inconveniente de que su estructura metálica queda alojada en la pared vascular de forma indefinida y esto, ocasionalmente, pude dar lugar a complicaciones tardías. Sin embargo, los balones farmacoactivos, tras dilatar la lesión, liberan la medicación antiproliferativa para conseguir que la luz vascular se mantenga estable a largo plazo sin dejar