¿POR QUÉ LA CONCIENCIA CORPORAL?
La Conciencia corporal aquí y ahora: Reflexionar sobre sí mismos nos invita a una apertura, una mirada hacia el reencuentro en nuestro contexto personal, familiar, social, laboral, etc.
Propiciar
un estado de
conciencia nos lleva a
detenernos en el terreno del aquí y el ahora, éste momento en que lees este texto sugiere la pregunta: cómo está mi cuerpo, la postura que tengo, qué sensaciones experimento: cansancio, dolor, relajación, comodidad. “La condición humana es corporal. Materia de identidad en el plano individual y colectivo, el cuerpo es espacio que ofrece vista y lectura, permitiendo la apreciación de los otros.” 1 Desde allí es preciso que activemos todos nuestros sentidos, el tacto, el olfato, la vista, el oído, el gusto,
buscando favorecer desde el cuerpo una
experiencia creativa, descubriendo cuan compleja es la condición humana. Desde los sentidos descubrimos el entorno y el mundo para incorporarlos en nuestra memoria corporal. 1
LE BRETON David. Cuerpo Sensible. Ediciones metales pesados. Santiago de Chile. 2010. Pág. 17
1 Por: Jaime Enrique Torres Rivera
Es precisamente ese estado de auto referencia, de la detención en sí mismos, a través del cual favorecemos el silencio para escuchar, a través del silencio encontramos más nítida la comprensión de quiénes somos. En el silencio activamos la conciencia de nuestro cuerpo, porque desde allí establecemos un estado de mayor y mejor atención de lo que nos sucede. Sentir, escuchar el cuerpo es ser más conscientes de quiénes somos. ¿Cómo dinamizo esta experiencia? Existen caminos diversos para escucharnos en el silencio, propiciando una experiencia de atención y percepción de nuestro propio ser. A través de la respiración adecuada podemos calmar nuestros estados emocionales y en consecuencia escuchar, hacer más consciente nuestra corporeidad.
“Corporeidad es tener conciencia de nuestro
cuerpo, es sinónimo de encontrarnos y enfrentarnos a nuestra propia realidad. Tomar conciencia de mi cuerpo es la experiencia de lo que sentimos a través de él, y la experiencia de lo que percibimos a partir de ese cuerpo al tiempo que lo asumimos como realidad eficaz de comunicación.” Entonces, entendemos que somos distintos y propios desde nuestro cuerpo y desde nuestra manera de vivenciar en el mundo nuestra presencia, es decir somos particulares porque nos expresamos de manera autónoma y única. Allí está el punto desde el cual es necesario suscitar una experiencia comunicativa más eficaz consigo mismo. Cuando señalamos que la respiración nos hace más conscientes de nuestro cuerpo, estamos afirmando que en la medida en que me 2 Por: Jaime Enrique Torres Rivera
permita escuchar cómo respiro, en la medida en que haga más consciente ese proceso de inhalación y exhalación y cómo a través de ella mi cuerpo puede llegar a estados de mayor tranquilidad, de mayor armonía y relajación, así estaremos ejercitando la experiencia de vivir. Respirar es vivir y si somos atentos a cómo lo hacemos, somos atentos a cómo vivimos: tendremos una mayor y mejor conciencia corporal.
Respirar
Conciencia
Activar sentidos
Corporal Escuchar
Trabajo físico
Escuchar el cuerpo es también entender el cuerpo, a través del trabajo físico de nuestro cuerpo, emprendemos un camino de conocimiento, sentimos,
activamos
nuestros
sentidos y reconocemos nuestro
entorno. Establecer una comunicación con el cuerpo a través del 3 Por: Jaime Enrique Torres Rivera
reconocimiento de éste, desde una mirada introspectiva que se favorece cuando realizamos acciones físicas desde el cuerpo, estirarlo, fortalecerlo, relajarlo; son pues opciones que favorecen de manera significativas el proceso de escucha de nuestro cuerpo y por consiguiente la experiencia de nuestra corporalidad. Desde esta perspectiva, respirar, escuchar, activación de sentidos, trabajo físico, emprendemos una ruta que nos posibilita percibir nuevos y dinámicos estados de vida: la conciencia corporal. Esta experiencia se verá revertida en que favorecemos de manera significativa nuestra calidad de vida, nuestra percepción del entorno y por consiguiente nuestra experiencia comunicativa, que revertirá en el fortalecimiento de nuestras relaciones personales. Establezca una relación diaria desde su cuerpo haciendo silencio y contemplando su entorno, observando a las personas, los animales, los objetos, etc. Contemplar significa aquietar y es un ejercicio al cal estamos invitados a diario. ¿Se ha preguntado Ud. si realmente conoce su entorno? Qué tanto se observa a sí mismo, qué tanto reconoce a las personas que le rodean. Se ha detenido a contemplar el color de los ojos, la forma de los labios, la textura de la piel, la forma del cabello, etc.
Estas
pequeñas acciones son poderosas y seguramente nos develaran grandes descubrimientos que nos permitirán conocer y apreciar el entorno.
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