Estuvimos alli

Page 1

Estuvimos
allí
–
Noticias
web

Índice

 CONGRESO
 INTERNACIONAL
 
 ECONAT
 de
 Medicinas
 
 Naturales.
 Mes
 de
 Septiembre
del
2008.
Por
Carmen
Risueño
Izquierdo.
  Biocultura
–
Octubre‐Noviembre
–
2008.
Por
Carmen
Risueño.
 o La
Esencias
Florales,
el
Eneagrama
y
la
CREATIVIDAD.
  Conferencia
 impartida
 en
 el
 Centro
 de
 Salud
 
 “EL
 SOTO”
 de
 Móstoles.
 Por
 Carmen
Risueño
Izquierdo.
  Reunión
 en
 el
 Centro
 Cívico
 de
 Colmenarejo
 el
 23
 de
 Enero
 del
 2009.
 Por
 Carmen
Risueño
Izquierdo.
 
  VII
 Congreso
 Nacional
 de
 Terapia
 Floral:
 “Terapia
 Floral:
 El
 arte
 se
 ser
 uno
 mismo
y
la
evolución
del
alma”.
Por
Manuela
María
Menéndez
 
  Edward
Bach:
El
hombre
en
el
contexto
de
su
tiempo;
de
la
moral
Victoriana
 al
esoterismo
de
los
años
30.
Por
Ricardo
Mateos
  Desarrollo
de
la
conciencia
a
través
de
la
atención
del
mundo
emocional.
Por
 José
Antonio
Sande


CONGRESO


INTERNACIONAL

ECONAT
de
 Medicinas

Naturales.
 Mes
de
Septiembre
del
2008
 
 Por
Carmen
Risueño

Es
el
cuarto
Congreso
celebrado,
y
allí
estuvimos
representando
a
SEFLOR,
las

 Voluntarias
 Estrella
 Jiménez,
 
 Nunilón
 Iglesias
 y
 yo,
 en
 el
 Palacio
 de
 CONGRESOS
 Y
 Exposiciones
de
Madrid,
Paseo
de
la
Castellana.


Fue
 toda
 una
 experiencia,
 nueva
 y
 muy
 gratificante.
 Nuestras
 actividades
 consistían
en
estar
en
una
consulta
cara
al
público,
expendiendo
terapia
Floral
gratuita
 a
todo
el
que
así
lo
solicitara.
Colocaron
nºs
para
la
asistencia,
es
decir
para
hacer
“fila”
 en
 orden
 riguroso,
 pues
 hubo
 numerosísimos
 interesados,
 conté
 unos
 25
 a
 30
 personas
 por
 cada
 día,
 y
 fuimos
 cuatro
 horas,
 en
 dos
 días
 distintos.
 Compartíamos
 despachos
 con
 otros
 profesionales
 de
 Medicina
 China,
 Digito
 presión,
 Naturopatía,
 Homeopatía,
Psicología,
y
un
largo
etc.
Me
quedé
con
la
sensación
de
que
en
general
 las
 personas
 se
 veían
 afectas
 sobre
 todo
 de
 estrés,
 ansiedad,
 estados
 angustiosos
 y
 miedos,
 pérdidas
 del
 apetito
 
 ó
 desajustes
 con
 la
 alimentación.
 Se
 les
 veía
 muy
 dudosos
y
desorientados,
ésta
fue
la
tónica.
Y
en
general
mayor
afluencia
de
mujeres


que
hombres,
aunque
destaco
que
la
mayoría
de
chicos
que
pasearon
por
el
despacho
 foral,
eran
de
unos
23
a
27
años
y
en
un
35%,
¿nada
mal
eh?.
 
 
 
 Nuestra
misión,
Escuchar,
devolver
a
la
persona
lo
“esencial”
de
ese
momento

 y
poner
en
unos
vasitos
de
“cata
floral”:
20cc
de
agua
mineral
+
una,
dos
o
tres
flores,
 ad
hoc
de
aquel
momento,
y
sin
duda
“recordatorio”
de
algún
patrón
arraigado
en
lo
 personal;
así
salían
cada
persona,
y
lo
bebían
de
a
poquitos
para
que
durase
un
tiempo
 en
sus
bocas
y
conciencias,
aquellas
las
conversaciones
confidenciales
que
sostuvimos,
 aquella
energía
y
no
otra.
 
 
 
 Hicimos
 todo
 lo
 que
 estuvo
 en
 nuestra
 mano,
 para
 difundir
 y
 hacer
 uso
 terapéutico
con
las
Esencias
Florales
del
Dr.
Bach,
haciendo
alarde
de
SEFLOR,
y
de
sus
 asociados.
 
 
 
 Tuve
 el
 placer
 de
 visitar
 el
 stand
 de
 las
 Esencias
 Florales
 Escocesas,
 las
 Findhorn,
 cuya
 representante
 ya
 se
 hizo
 socia
 de
 SEFLOR,
 y
 tenemos
 planeadas
 sus
 conferencias
y
talleres
para
dar
a
conocer
y
experimentar
dichas
Esencias,
que
como
 todos
y
cada
uno
de
los
grupos
florales
actuales,
nada
tiene
que
ver
con
las
Esencias
 del
Dr.
Bach,
aunque
sabemos
son
el
“origen”
de
todas
las
demás.
 
 
 También
se
habilitaron
otros
espacios
de
sumo
interés
y
aquí
expongo
algunas
de
 las
múltiples
e
interesantes
ponencias:
 
 • • • • • • •

Los apegos alimenticios - comprendiendo sus mensajes. Montse Bradford Bort

 Tratamiento holístico para el alzheimer. Profesor Hermano José Tratamiento profesional del insomnio mediante psicología ecológica. José Salmerón Pascual
 El tratamiento de las alergias con la homeopatía clásica. Dr. Frank Ohlenschlaeger
 Musicoterapia en el abordaje de los enfermos con parkinson. Cora Alicia Leivinson

 Parir en un hospital es compatible con las terapias naturales. Ascensión Gómez López
 Fribromialgia y candidiasis intestinal crónica.
Dr. Domingo Pérez León


Algunas
de
las
colaboraciones:

Flores
del
Mediterráneo
 
 Fue
un
gran
placer
estar
allí
y
compartir
con
mis
compañeras
voluntarias,
y
con
 aquellas
personas
aficionadas
en
las
Terapias
Naturales.
 
 Muy
agradecida
 Carmen
Risueño
 Formación
Información
Voluntariado
de
SEFLOR.


Biocultura
–
Octubre‐Noviembre
‐
2008
 
 Por
Carmen
Risueño

Nuevamente
otro
ciclo
que
se
cumple,
otro
año
por
otoño
estamos
visitando
y
 participando
en
esta
“Feria
de
culturas
apoyadoras
medioambientales
y
al
hombre”.
 
 Se
trata
de
Biocultura,
los
stands
llenos
de
las
alternativas
pertinentes
y
plenos
 de
sus
representantes,
trabajando
de
sol

a
sol,
y
con
sus
mejores
propuestas
para
el
 bienestar,
 desde
 la
 infancia,
 lo
 personal,
 lo
 alimentario,
 lo
 educacional,
 los
 viajes
 y
 divertimentos,
 lo
 humanista,
 social,
 los
 animales,
 las
 plantas…en
 fin
 ayudando
 en
 el
 equilibrio
terráqueo
y
espiritual…En
éste
año
SEFLOR,
a
colaborado
en
la
re‐plantación
 de
árboles
y
arbustos,
en
el
proyecto
Mama
terra.
 
 Para
no
extenderme
descaré
los
Stands
con
las
Esencias
Florales:
 
 *José
Salmerón
y
sus
Gotas
de
flores,
fruto
de
un
trabajo
armonioso,
relajado
y
 fructífero.
 También
 sus
 músicas,
 CD,s
 
 muy
 ilustrativos,
 y
 muy
 interesantes
 de
 escuchar,
 vibran
 sus
 acordes
 a
 modo
 de
 silbidos
 tenues,
 sutiles
 y
 cortantes
 en
 momentos

de
mayor
hincapié,
expresando
y
denunciando
el
“dolor
de
la
Naturaleza”.
 
 *Nestinar
 
 Barcelona,
 allí
 estuvieron
 mostrando
 Esencias
 Florales
 convencionales,
 y
 las
 “novedosas”;
 Esencias
 de
 Gemas
 
 y
 piedras,
 un
 deleite
 para
 la
 vista,
la
imaginación
y
tentaciones
para
experimentar….
En
la
búsqueda
y
encuentros
 de
la
verdad
interna
y
externa.
 
 *Recogí
informaciones
y
hable
cordialmente
con
Juin
Gibson,
socia
de
SEFLOR,
 y
terapeuta
y
elaboradora
floral,
sita
en
un
pueblito
de
Málaga.
Despejando
incógnitas
 y
dulcificando
a
las
personas
que
experimentan
sus
Flores….
 
 
 Más,
más
y
muchísimos
más…


La
Esencias
Florales,
el
Eneagrama
y
la
 CREATIVIDAD:

También
 acudí
 para
 impartir
 una
 Conferencia‐Taller
 
 en
 nombre
 de
 SEFLOR,
 sobre
La
Terapia
Floral
y
sus
elaboraciones
con
el
Eneagrama
de
la
Personalidad,
y
la
 verdad
es
que
para
mí
sorpresa,
acudieron
unas
25,
26
personas,
y
dado
el
horario
que
 no
 era
 favorecedor
 (muy
 tempranito
 en
 domingo),
 impartí
 a
 mi
 estilo
 y
 manera,
 expresé
unos
cuantos
matices
que
me
parecieron
relevantes,
y
los
asistentes,
que
me
 devolvieron
su
interés,
sus
preguntas,
y
sus
inquietudes
ante
los
tiempos
que
corren…
 
 La
tónica,
armonizar,
conocer,
actuar
con
proximidad
a
nuestras
conciencias
y
a
 nuestro
 corazón,
 no
 permitir
 que
 con
 publicidades
 subliminales,
 mensajes
 subterfugios,
y
reseñas
controvertidas,
vayan
a
confundirnos
y
desviarnos
de
NUESTRO
 GRAN
 PROPÖSITO
 de
 VIDA.
 Ahora
 es
 el
 Gran
 Momento,
 nos
 vemos
 inmersos
 en
 el
 Cambio
 de
 la
 Humanidad,
 Walnut
 
 y
 sus
 renovaciones
 en
 patrones
 obsoletos,
 para
 dejarnos
acompañar
de
la
novedad
en
todo
momento;
esto
es
nuestra
historia,
esto
es
 donde
 hemos
 de
 ESTAR,
 para
 vivirlo,
 apoyarlo,
 experimentarlo
 y
 empujar
 a
 la
 evolución
de
nuestra
especie,
como
cualquier
otro
animal
ó
ser
vivo.
Para
esto,
cada
 uno
 ha
 de
 conocer
 bien
 lo
 que
 hace
 y
 lo
 que
 hará,
 ya
 no
 más
 mentiras,
 ya
 no
 más
 justificaciones,
ya
no
más
postergar
y
dilatar,
aquí
y
ahora,
hay
que
ESTAR,
hemos
de
 ESTAR.
Nuestra
PRESENCIA,
es
lo
REAL.

Lo
 creativo
 será
 conducirnos
 hacia
 la
 armonía
 entre
 ambos
 hemisferios
 cerebrales,
 derecho
 e
 izquierdo,
 utilizando
 el
 pensar,
 sentir
 y
 actuar,
 sincrónica
 y
 creativamente.
 
 ¿Que
 es
 la
 creatividad?,
 Unos
 dicen
 que
 es
 la
 inteligencia
 sentida,
 de
 los
 sentidos,
 y
 el
 sentimiento
 es
 el
 resultado
 de
 una
 emoción,
 a
 través
 del
 cual,
 el


consciente
 tiene
 acceso
 al
 estado
 anímico
 propio.
 El
 cauce
 por
 el
 cual
 se
 solventa
 puede
ser
físico
y/o
Espiritual;
forma
parte
de
la
dinámica
cerebral
del
hombre,
que
le
 capacita
para
reaccionar
a
los
eventos
de
la
vida
diaria.
La
actividad
creativa
debe
ser
 intencionada
 y
 apuntar
 a
 un
 objetivo
 muy
 particular.
 La
 creatividad
 es
 el
 principio
 básico
para
el
mejoramiento
de
la
inteligencia
personal
y
del
progreso
de
la
sociedad,
y
 es
 también,
 una
 de
 las
 estrategias
 fundamentales
 de
 la
 evolución
 natural.
 Es
 un
 proceso
que
se
desarrolla
en
el
tiempo
y
que
se
caracteriza
por
la
originalidad,
por
la
 adaptabilidad
y
por
sus
posibilidades
de
realización
concreta.
 
 Ahí
 van
 unos
 apuntes
 de
 integración
 entre
 rasgos
 Eneagramáticos
 y
 Esencias
 Florales
que
apoyen
esto,
solo
alguna
Flor
de
Bach
y
alguna
Orquídea
del
Amazonas:
 
 Nos
 facilitará
 la
 no‐renuencia
 al
 cambio
 Wild
 Rose,
 Hornbeam,
 estar
 con
 optimismo,
 la
 Orquídea
 Amor,
 facilita
 la
 conexión
 con
 la
 comprensión
 y
 compasión
 oportunas,
que
ostenta
el
rasgo
nueve.
Rozar
el
Amor
Cósmico
y
sentirse
en
paz
ahí.
 
 Desechar
 recursos
 que
 quedaron
 ya
 obsoletos,
 rehabilitar
 el
 corazón
 con
 Willow,
 sin
 resquemores,
 sin
 recelos,
 con
 cariños,
 y
 Holly
 sin
 frustraciones,
 para
 unificar
parcelitas
de
calor
y
confort
dentro
y
fuera,
al
mejor
estilo
y
originalidad
del
 rasgo
cuatro;
la
Orquídea
Deva,
que
entre
otras
bonanzas,
hace
combinar
las
palabras
 clave
con
dibujos
y
colores
y
establece
conexiones
entre
aquellas,
materializa,
lo
pone
 en
la
tierra.
Se
OCUPA.
Conciencia
de
las
conexiones
“neuronales
en
el
cerebro”.
Tal
y
 como
es
dentro
es
fuera,
y
viceversa.
 
 Resulta
 que
 en
 el
 rasgo
 cinco,
 la
 curiosidad
 por
 “conocer”
 sin
 involucrarse,
 aislado
y
sin
esperanzas,

serán
Water
Violet
y
Gorse
que
le
apoyan

en
propiciar
su
 propia
inquietud,
para
desarrollar
fuerzas
en
contactar
con
otro
u
otros.
Avanza
hasta
 el
 encuentro
 con
 la
 certeza
 de
 su
 verdad,
 engranada
 con
 el
 compromiso
 de
 vivir.
 Orquídea
Abundancia,
la
co‐creación,
es
la
medida
exacta,
de
la
interrelación
entre
el
 individuo
 y
 Universo,
 y
 viceversa.
 La
 absoluta
 certeza
 de
 este
 intercambio,
 es
 la
 propiciadora
de
esta
sensación
y
sentimiento
de
tanta
generosidad
y
comprensión
más
 allá
de
uno
mismo.
Una
afianzada
creatividad
en
muchos
aspectos
de
vida.
 
 También
es
muy
útil
vivir
sin
esforzarse
por
el
éxito,
Oak,
Narcisus
(esencia
de
 California,
 manifestación
 del
 ego);
 Entonces
 el
 rasgo
 tres,
 se
 da
 cuenta
 que
 existen
 otros
estados
de
conciencia,
de
experimentar
las
cosas,
a
las
gentes,
a
sí
mismo,
a
la
 vida,
 conecta
 
 con
 la
 Orquídea
 Canal‐Conexión
 cuyo
 propio
 nombre
 indica,
 canalizadora
 de
 energías
 sutiles
 en
 la
 línea
 de
 pensamientos
 relacionados
 con
 la
 creatividad,
 y
 sus
 infinitas
 vertientes
 y
 variantes,
 tanto
 la
 suscitada
 en
 lo
 íntimo
 y
 personal,
como
en
lo
relacional,
universal.

 
 Claro
que
cuando
experimentamos
en
el
rasgo
seis,
elevar
su
aspiración
a
“ser”,
 aquí
 Sclerantus
 
 facilita
 otra
 dimensión,
 relacionada
 con
 la
 relatividad,
 nada
 es
 absoluto,
 ni
 siquiera
 el
 miedo,
 el
 exceso
 de
 importancia
 que
 se
 le
 da
 al
 otro,
 a
 los
 otros,
a
las
cosas
se
equilibra
con
Rock
Water.
Aprender
a
Fluir‐
flow,
ese
estado
en
 que
 todo
 el
 ser
 está
 envuelto
 en
 una
 actividad,
 y
 la
 persona
 utiliza
 sus
 destrezas
 y
 habilidades
llevándolas
hasta
el
extremo.
La
Orquídea
Chocolate,
apoya
a
la
persona


que
está
en
flow
cuando
se
pierde
la
noción
del
tiempo,
disfruta
y
enriquece
con
esto
 a
la
sociedad.

 
 Y
es
en
el
rasgo
dos,
que
se
dará
la
Resiliencia,
las
personas
resistentes
tienen
 un
 gran
 sentido
 del
 compromiso,
 una
 fuerte
 sensación
 de
 control
 sobre
 los
 acontecimientos
 y
 están
 más
 abiertos
 a
 los
 cambios
 en
 la
 vida.
 De
 lo
 contrario
 quedaría
 en
 un
 típico
 Chicory,
 burdo
 e
 infantil
 manipulador
 para
 obtener
 afectos.

 Propongo
Orquídea
Venus,
conexión
con
la
parte
mejor
desarrollada
en
la
feminidad
 nutritiva
 y
 sincrónicamente
 la
 fuerza,
 vitalidad
 y
 direccionalidad
 de
 lo
 masculino(hemisferios‐intercomunicados,
finalmente
encuentra
su
leitmotive).
 
 En
el
rasgo
siete,
es
Heather
la
Flor
estrella,
¿la
autoimagen?.
 
 Sentimientos
de
que
uno
es
el
centro,
quiere
que
le
miren,
que
le
admiren,
de
 lo
contrario
cae
en
una
profunda
tristeza…sentimiento
de
soledad
extrema.
Gentian,
 favorece
 la
 creatividad
 en
 el
 levantarse
 de
 nuevo,
 tras
 la
 caída
 anterior.
 Orquídea
 Ángel
 de
 la
 Guarda,
 faculta
 en
 percepciones
 y
 sensaciones
 hacia
 nuestro
 bienestar,
 sintiendo
una
protección
acompañante,
facilita
confort
y
seguridad
internos.
“No
estoy
 solo
 en
 esto”.
 Sentido
 del
 humor
 y
 risas,
 provocan
 una
 tremenda
 liberación
 de
 hormonas,
 las
 endorfinas
 conocidas
 merecidamente
 como
 las
 hormonas
 de
 la
 felicidad.
 Además,
 liberamos
 serotonina,
 dopamina
 y
 adrenalina.
 Experimentar
 estos
 estados
 aporta
 vitalidad,
 energía
 e
 incrementa
 la
 actividad
 cerebral.
 Cuando
 nos
 invade
 la
 risa,
 muchos
 músculos
 de
 nuestro
 cuerpo
 que
 permanecían
 inactivos
 se
 ponen
 en
 funcionamiento.
 Es
 un
 estímulo
 eficaz
 contra
 el
 estrés,
 la
 depresión
 y

 evidentemente,
la
tristeza.

 
 Ahora
 le
 corresponde
 al
 rasgo
 uno,
 latente
 el
 daño
 no
 reconocido,
 aunque
 sí
 experimentado,
 en
 cuanto
 es
 provocado
 por
 el
 exterior,
 ahí
 se
 suscita
 la
 ira,
 Walnut

 propicia
un
ajuste
real
de
patrones,
sin
dejarse
llevar
de

antiguos
esquemas,
para
los
 “no
enganches”,
y
mantenerse
cercano
a
sí.
¡Quiere
tener
siempre
la
razón¡
Bienestar
 y
 felicidad,
 no
 se
 puede
 ser
 feliz
 sin
 las
 experiencias
 del
 “flow”.
 Tocar
 la
 serenidad
 donde
se
incluye
alegría,
pero
también
otras
muchas
emociones,
algunas
de
las
cuales
 son
 necesariamente
 potenciadoras,
 compromiso,
 lucha,
 reto,
 incluso
 dolor,
 han
 de
 experimentarse,
de
lo
contrario
nos
encontramos
limitados.
Adquirir
una
disposición:
 La
motivación,
la
actividad
dirigida
a
algo,
el
deseo
de
ello,
su
búsqueda,
y
no
el
logro
o
 la
satisfacción
de
los
deseos,
es
lo
que
produce
en
las
personas
sentimientos
positivos
 más
 profundos.
 La
 Orquídea
 Corazón,
 nos
 acerca
 al
 experimento
 de
 nuestras
 estructuras
 más
 radicales,
 facilitadoras
 de
 la
 generosidad
 y
 el
 amor.
 Limpieza
 y
 liberación
de
los
diferentes
miedos,
egoísmo,
apegos.
 
 El
lujo,
la
lujuria,
del
rasgo
ocho
y
la
apreciación
de
la
falta
de
conciencia
de
sí,
y
 por
ende
de
los
demás,
Vine,

originado
por
un
intenso
y
profundo
daño‐dolor
Star
of
 Bethlehem,
que
provocó
en
su
momento
una
escisión,
una
“herida”
una
“huella”,
con
 la
 que
 con‐vivimos,
 hasta
 ir
 acumulando
 experiencias
 de
 vida,
 regenerando
 curando
 aquella
 herida,
 hasta
 el
 punto
 de
 conectar
 con
 la
 genuina
 inocencia
 y
 plenitud,
 que
 suscita
 la
 propia
 curiosidad
 por
 la
 vida,
 generando
 un
 estado
 placentero
 y
 creativo,
 enlazado
 a
 una
 solidez
 y
 fortaleza
 digna
 de
 aquel,
 que
 estuvo
 desestructurado
 y
 se


rehabilitó
 con
 la
 ayuda
 del
 destino
 a
 posicionarse
 en
 el
 mundo,
 absolutamente
 armónico,
con
lo
que
experimenta
en
cada
momento
LA
VIDA.
Orquídea
Sol,
relaciona
 el
 
 plexo
 solar
 y
 el
 raíz.
 Ego
 armonizado,
 ego
 tranquilizado
 (las
 multidimensionales
 facetas
 egóicas).
 Energías
 masculinas
 en
 acción,
 hacia
 el
 Amor
 Universal.
 Se
 llega
 a
 experimentar,
 ya
 no
 solo
 la
 fuerza
 de
 voluntad,
 aunque
 SÍ
 a
 la
 fortaleza
 del
 compromiso
con
uno
mismo
y
con
el
entorno.
Sinceridad,
perseverancia
y
la
facultad
 de
no
perderse
en
la
mundaneidad.
Humildad
como
acceso
a
la
sabiduría
del
Alma.
 
 Para
terminar,
decir
que
este
boceto
es
una
invitación
al
experimento,
que
son
 infinitud
de
emociones,
sentimientos,
arquetipos
florales
en
el
sistema
Bach
y
en
otros
 grupos
 florales
 como
 Mediterráneo,
 California,
 Áureas,
 Australianas,
 Orquídeas
 Amazónicas,
Europeas;
Atlántida,
San
Germain,
Cactus,
etc.
Decir
que
al
mantenernos
 curiosos,
provocamos
lo
creativo,
emerge
del
experimento
con
el
OTRO,

lo
OTRO

con
 la
vida.
 
 Caerán
 todas
 las
 “imágenes”,
 solo
 prevalecerán
 las
 energías
 transmutadas
 desde
 el
 CORAZÖN.
 Nos
 acompañaremos
 de
 Esencias
 como
 Heather
 arquetipo
 del
 niño
 abandonado.
 Chicory
 arquetipo
 de
 adulto
 abandonado.
 Agrimony
 para
 la
 negación
 de
 la
 evidencia.
 Sweet
 Chestnut
 armonizando
 las
 angustias
 hacia
 estados
 reversibles,
ante
la
oscuridad
y
el
estrechamiento
de
mente
y
emoción.
Cherry
Plum
 para
 la
 sensación
 del
 “no‐control”,
 una
 persona
 sí
 podrá
 controlar
 aquello
 que
 se
 propone,
 basta
 con
 poner
 conciencia
 y
 dirección
 en
 la
 energía.
 Y
 por
 descontado
 Walnut,
 el
 gran
 apoyador
 en
 los
 GRANDES
 CAMBIOS
 con
 ductilidad,
 
 espontaneidad,

 direccionalidad…
Sin
dejarse
influenciar.
 
 La
 pregunta
 es
 la
 más
 creativa
 de
 las
 conductas
 humanas,
 y
 esto
 nos
 lleva
 al
 origen
 del
 tema
 de
 hoy,
 sin
 interés,
 con
 pereza,
 acidia
 y
 desconexión,
 no
 existe
 la
 creatividad,
en
ningún
campo.
Movimiento
es
vida,
la
vida
es
movimiento.
 
 Ah…
 ¿Recuerdas
 lo
 creativa
 /
 o
 que
 eras
 de
 peque?...
 Pues
 ahora
 mejor.
 Inténtalo...
Te
vendrá
a
tu
disposición.
 
 Tuve
 la
 fortuna
 de
 sentirme
 acompañada
 de
 algún
 compañero
 de
 fatigas
 seflorianas,
tuve
la
gran
suerte
de
poder
ESTAR
y
compartir
con
las
personas
que
les
 levantan
 interés
 las
 Flores,
 
 las
 conductas
 humanas
 y
 la
 mejora
 ante
 los
 CAMBIOS
 favoreciendo
la
creatividad.
 
 Hasta
pronto
y
muchas
gracias
 Carmen
Risueño
representando
a
SEFLOR


Conferencia
impartida
en
el
Centro
de
Salud

“EL
 SOTO”
de
Móstoles.

Por
Carmen
Risueño
Izquierdo

Una
trabajadora
de
allí,
cuya
labor
es
de
psicóloga
clínica,
desde
la
Asociación
 Española
 contra
 el
 Cáncer
 de
 Madrid,
 que
 también
 es
 socia
 y
 compañera
 nuestra
 de
 SEFLOR

(prefiere
quedar
en
el
anonimato),

fue
la
persona
que
propició
este
asunto.
 
 Conferencia
en
el
Centro
de
Salud

“El
Soto”,
que
está
concertada
para
las
14
 horas
 del
 día
 22
 de
 Mayo
 de
 2008.
 Se
 establece
 desde
 la
 Dirección
 del
 Centro
 este
 horario,
 combinado
 con
 mis
 tiempos
 libres,
 y
 para
 coordinar
 a
 los
 trabajadores
 de
 ambos
turnos:
mañana
y
tarde.
Nº
de
trabajadores,
unos
30.
 
 ¡Centro
 de
 Salud
 en
 Móstoles‐Madrid.
 
 14
 horas.
 Tenemos
 no
 más
 de
 una
 hora
de
sesión!.
 
 Comenzamos
 a
 las
 14:30
 horas
 y
 terminamos
 a
 las
 15:50
 horas,
 y
 gracias
 a
 la
 experiencia
 que
 me
 precede,
 tomo
 bases
 y
 doy
 continuidad
 al
 desarrollo
 Floral
 cuyo
 soporte
es
fotográfico
y
teórico
práctico.
Quedó
cerrada
la
sesión
dado
a
que
me
tenía
 que
marchar
para
impartir
otra
conferencia
en
SEFLOR.
El
interés
si
estaba
suscitado
y
 se
prolongó
el
coloquio
un
poco
más
del
tiempo
establecido.
 
 Distribuimos
 un
 manual
 pequeño
 con
 extracto
 de
 información
 Floral:
 datos,
 fotos,
 laboratorios‐distribuidoras,
 bibliografía,
 direcciones
 de
 interés,
 folletos
 informativos
de
SEFLOR.

Power
–Point,
y
libros
en
materia
Floral‐Bach.
 
 Estamos
en
una
sala
mediana
/
grande,
con
mucha
luminosidad
natural,
olor
a
 nuevo,
 mobiliario
 sin
 estrenar,
 cantidad
 de
 aparatajes
 cerrados,
 colateral
 a
 sala
 de
 juntas,
 me
 parece
 un
 sitio
 que
 le
 dan
 importancia
 y
 al
 que
 cuidan.
 Si
 tuviera
 que
 referenciar
 mi
 sensación
 en
 cuánto
 a
 un
 Arquetipo
 Floral,
 sin
 duda
 que
 le
 daría
 la
 connotación
de
Water
Violet,
frío,
distante,
modélico.

 
 Asistentes:
 Unos
 16,
 entre
 trabajadores
 de
 enfermería,
 auxiliares
 de
 clínica,
 celadores/as
y
administrativos/as.
4
Médicos
especialistas,
varios
Médicos
de
familia,
 precisamente
uno
de
los
Médicos
de
Familia
quedó
muy
interesado,
le
informo
directa
 y
 personalmente,
 con
 págs.
 web
 al
 respecto
 y
 contacto
 con
 el
 Dr.
 José
 Mª
 Calvo,
 elaborador
e
investigador
Floral,
más
concretamente
de
Orquídeas
Europeas,
y
Medico
 de
 Familia
 en
 la
 Seguridad
 Social
 Española,
 seguro
 que
 entre
 colegas…todo
 marcha
 sobre
ruedas.
Es
este
Médico,
el
que
ya
en
este
Centro
de
Salud,
está
dando
comienzo
 a
 formar
 un
 grupo
 de
 “meditación”
 entre
 los
 trabajadores.
 Y
 es
 que
 la
 velocidad
 se
 demuestra
“andando”…y

“participando”…
Desde
el
comienzo
observo
en
las
personas,
 una
prudente
distancia
que
poco
a
poco
se
transforma
en
expectación
y

atención,
se


levanta
 
 interés,
 preguntan,
 se
 acercan,
 ponemos
 ejemplos,
 se
 ponen
 en
 el
 lugar
 de
 otro/otros.
Lo
observo
en
sus
ojos,
en
sus
maneras
de
estar
sentados,
en
su
atención.
 Lo
siento
en
mi
expresión,
y
expresividad,
va
todo
muy
fluido,
sin
forzar…
El
ambiente
 es
 distendido,
 atento.
 Algunos
 toman
 notas
 por
 escrito,
 otros
 preguntan
 sobre
 sus
 curiosidades
y
dudas.
Aproximadamente
en
este
Centro
de
Salud,
habrá
unos
28
ó
30
 trabajadores
en
total.
 
 Se
suscita
animación,
al
hacer
referencias
curiosamente
con
el
cuarto
grupo:
la
 SOLEDAD,
 y
 el
 séptimo:
 HIPER‐PREOCUPACIÖN
 por
 los
 DEMÄS,
 comentamos
 las
 cantidades
 de
 actitudes
 habituales
 al
 respecto
 (comentarios
 de
 casos
 específicos,
 en
 salas
de
espera,
enfermos
habituales),
de
lo
que
solemos
“proyectar”
en
los
otros,
sin
 reparar
 que
 probablemente
 en
 ocasiones,
 sea
 
 en
 parte
 algo
 “nuestro”,
 la
 falta
 de
 conocimiento,
re‐conocimiento

y
responsabilidad
personal
y
social.

 
 Comentarios
aludiendo
a

enfermedades
que
están
llenas
de
síntomas,
siendo
 éstos
nada
menos
que
las
llamadas
de
atención
de
aquello
sucedido
en
el
individuo,
en
 su
 máxima
 intimidad
 y
 dignos
 de
 ser
 escuchados,
 revisados,
 para
 su
 posterior
 entendimiento,
 asimilación
 e
 INTEGRACIÖN,
 y
 esto
 se
 efectúa
 practicando
 el
 compromiso,
y
no
delegando
en
otro
u
otros.
NOS
llama
“poderosamente
la
atención”,
 cómo
 el
 típico
 enfermo
 p.
 ej.
 con
 un
 tumor,
 además
 llamado
 por
 la
 medicina:
 “maligno”
 
 o
 de
 células
 malignas,
 quiere
 erradicarlo
 de
 su
 cuerpo,
 sin
 más;
 y
 su
 curación
hospitalaria
pasa
por
la
erradicación
sin
más.
Es
tratada
la
enfermedad
como
 un
“algo
marginal”,

está
como
separado
del
cuerpo;
no
aceptada,
no
revisada
desde
 otros
ángulos
en
perspectiva,
solo
temida
y
excluida,

no
valorada
como
un
“signo”
de
 atención,
 como
 si
 fuera
 
 una
 guía…y
 el
 proceso
 curativo...
 el
 camino
 hacia...
 estados
 diferentes,
 observando
 sus
 “simbolismos”.
 Para
 esto
 es
 preciso
 adquirir
 conciencia,
 concienciación
 de
 los
 hechos,
 de
 los
 pensamientos,
 sentimientos,
 sensaciones,
 actitudes;
y
desde
luego
no
marginar,
se
trata
de
entender,

compre‐hender,

asimilar,
 e

INTEGRAR.
 
 Hablamos
 de
 la
 repercusión
 Floral
 en
 este
 “campo”
 personal,
 interpersonal,
 social.
 Damos
 un
 vistazo
 a
 la
 Sociedad
 actual,
 con
 marginales,
 marginación,
 poca
 integración.
Gracias
a
que
conocemos
también
la
Esperanza

que
nos
habla
de
ir
paso
a
 paso,
 y
 momento
 a
 momento,
 comprometidos
 haciendo,
 pensando;
 por
 siempre
 estamos
 en
 los
 comienzos
 de
 algo,
 y
 más
 que
 probable,
 nos
 lleve
 hacia
 un
 algo
 diferente,
novedoso,
sin
final,
un
todo
continuado…
 
 Me
siento
muy
bien
atendida,
bien
acogida,
entendida,
apoyada
con
tecnología
 punta,
y
personal
cualificado
con
expreso
interés
en
mi
comodidad.
 
 Al
finalizar,
se
acercan
varias
personas;
se
suscita
interés
en
recibir
terapéutica
 floral,
 que
 yo
 sepa,
 demanda
 realizada
 y
 materializada
 concretamente
 por
 parte
 de
 una
 enfermera
 con
 desajuste
 orgánico,
 directamente
 provocado
 por
 la
 medicación
 paliativa
suministrada
a
su
enfermedad
degenerativa,
que
la
preocupa,
que
ignora
el
 origen,
 y
 hasta
 ahora
 se
 somete
 al
 tratamiento
 convencional
 ‐
 sanitario,
 dice
 estar
 ¡harta!.


Será

la
persona
socia
de
SEFLOR,
psicóloga
clínica
y
trabajadora
en
el
“Centro
 de
Salud”
sito
en
Móstoles,
apoyada
por
la
Asociación
contra
el
Cáncer,
la
que
se
hará
 cargo
 de
 esta
 enfermera,
 y
 sus
 demandas
 en
 el
 ámbito
 de
 tratamiento
 Floral

 complementario.
 Estaremos
 en
 contacto
 directo,
 a
 partir
 de
 este
 momento,
 vía
 telefónica
 y
 vía
 e‐mail,
 por
 cualquier
 duda,
 y
 cambios
 pertinentes.
 Al
 día
 de
 hoy
 en
 Mayo,
ya
hemos
realizado
la
primera
supervisión‐revisión
a
este
caso
personal.
 
 Resultado
 de
 la
 misión,
 muy
 satisfactorio.
 Se
 quedan
 los
 asistentes
 con
 información
 global
 y
 completa,
 y
 el
 apoyo
 tanto
 de
 nuestra
 compañera
 de
 SEFLOR,
 como
 el
 mío
 propio.
 Salgo
 de
 allí
 
 contenta,
 captando
 finalmente
 mi
 sensación
 calmada,
humilde,
y
silenciosa,
combinada
con
ligereza
en
mi
cuerpo(estuve
tiempo
en
 mi
cabeza),
y

también
con
el
sentimiento
de
tranquilidad
ante
el
hecho,
de
que
esto
 es
 solo
 una
 porcioncita
 muy
 pequeña,
 para
 lo
 grande
 que
 es
 el
 Universo‐Sanitario,
 y
 eso
 sí,
 también
 soy
 muy
 consciente
 de
 lo
 pequeñita
 que
 es
 mi
 personalidad
 si
 la
 comparo
con
la
magnitud
de
mi
Alma,
todo
esto
es
sin
duda
alguna,
gracias
a
Bach,
a
 sus
 Esencias
 y
 legados,
 y
 por
 descontado
 a
 que
 existe
 un
 apoyo
 sin
 condiciones
 del
 ambiente,
que
quiso
que
esto
se
materializara.
 
 
 Carmen
Risueño
Izquierdo.
 Socia

nº
9
de
SEFLOR.
 Voluntariado
Social–
Formación,
Información;

 22
de
Mayo
del
2008.


Reunión
en
el
Centro
Cívico
de
Colmenarejo
el
23
 de
Enero
del
2009
 
 Por
Carmen
Risueño
Izquierdo

En
 esta
 ocasión
 me
 corresponde
 compartir,
 difundiendo
 y
 configurando
 un
 taller
de
dos
horas
en
el
marco
de
una
Asociación
sin
ánimo
de
lucro,
llamada
ACERVO
 Inter‐Generacional,
 sita
 en
 Galapagar
 y
 cuya
 promotora
 y
 Gestora
 es
 la
 psicóloga
 y
 gerontóloga,

María
Luisa
Forniés
que
es
su
Presidenta.

 
 Tel:
605
824
204
 
 mlf@acervointergeneracional.com
 
 mlfornies@mityc.es
 
 
 
 
 
 
 
 Nos
reunimos
en
el
Centro
Cívico
de
Colmenarejo,
pueblo
cercano
a
Galapagar‐ Madrid,
 
 en
 una
 tarde
 fría,
 sombría,
 muy
 ventosa
 como
 corresponde
 a
 la
 fecha,
 es
 pleno
invierno
y
estamos
cerca
de
los
bajo
cero.
 
 Comenzamos
 muy
 puntales,
 y
 entre
 los
 asistentes
 están
 dos
 mujeres
 de
 unos
 80
 años,
 y
 en
 el
 resto
 del
 plantel
 femenino,
 oscilan
 entre
 los
 veinte
 y
 tantos
 y
 los
 cuarenta
 y
 tantos,
 somos
 15
 personas,
 una
 de
 ellas
 compañera
 de
 SEFLOR;
 
 un
 lujo,
 exponer
 y
 tratar
 el
 tema
 “emocional”,
 con
 “nuestras
 conocidas
 y
 
 apoyadoras”
 Esencias
Florales
del
Dr.
Bach.


La
 mayoría
 de
 las
 asistentes
 vinieron
 de
 Guadalajara,
 tienen,
 tenemos
 mucho
 mérito
y
valor,
las
personas
que
estamos
reunidas,
en
realidad
es
el
interés
común
lo
 que
 nos
 mueve
 hacia
 pasar
 ésta
 tarde
 juntas,
 y
 junto
 a
 las
 energías
 benéficas
 que
 irradian
 las
 Flores.
 
 La
 mayoría
 no
 las
 conocen,
 algunas
 sí,
 y
 en
 su
 momento
 
 las
 tomaron,
las
toman,
es
la
curiosidad,
lo
que
las
trajo
y
atrajo.

Damos
 comienzo
 a
 las
 presentaciones,
 diciendo
 nuestro
 nombre
 y
 correlativamente
 el
 /
 los
 de
 las
 personas
 anteriores
 a
 cada
 una
 de
 nosotras,
 un
 satisfactorio
 ejercicio
 de
 atención
 y
 
 memoria;
 
 hablo
 de
 SEFLOR,
 cómo
 se
 formó,
 y
 para
 qué,
 
 hablo
 de
 sus
 socios,
 y
 de
 lo
 que
 queremos
 desarrollar,
 la
 fuerza
 
 la
 da
 el
 “grupo”,
uno
solo
hace
muy
poco.

 
 Se
 inicia
 un
 coloquio
 abierto,
 y
 seguido
 de
 la
 exposición
 de
 fotografías
 de
 las
 Flores
 correspondientes
 a
 los
 “Doce
 Curadores”;
 se
 desata
 mucho
 más
 la
 curiosidad,
 comentamos
 acerca
 de
 sus
 “poderes
 curativos”,
 en
 base
 al
 contacto
 saludable
 de
 la
 energía
que
irradian,
no
sólo
desde
el
plano
fotográfico,
hablamos
de
la
signatura
de
la
 planta,
 su
 enraizamiento
 y
 sus
 similitudes
 personales
 al
 respecto,
 hablamos
 de
 las
 elaboraciones
florales,
se
levanta
mucho
interés,
hablamos
de
habilitar
en
la
próxima
 primavera
 una
 excursioncita
 para
 que
 cada
 quién
 elabore
 extracto
 de
 una
 planta
 en
 particular,
así
sea.

 
 También
 estamos
 muy
 interesados
 en
 compartir
 experiencias
 de
 dolencias
 crónicas
 y
 de
 estados
 agudos,
 hay
 personas
 muy
 interesadas
 en
 esto,
 establecemos
 marcadas
 diferencias
 entre
 unas
 flores
 y
 otras,
 por
 ejemplo:
 Gentian‐Genciana,
 nos
 habla
 del
 desánimo
 y
 la
 falta
 de
 fe,
 no
 persevera,
 no
 se
 da
 oportunidades,
 repite
 su
 desconfianza
 una
 y
 otra
 vez,
 no
 cuenta
 con
 su
 propia
 creatividad,
 y
 su
 valía.
 Gorse‐ Aulaga,
 nos
 habla
 de
 un
 estado
 latente,
 cronificado
 donde
 la
 persona
 claudicó,
 no
 tiene
 “esperanza”,
 no
 cuenta
 con
 que
 se
 pueda
 curar,
 son
 demasiadas
 veces
 ya
 sin
 ánimo
ante
la
adversidad,
y
además
no
cuenta
ni
con
la
ayuda
ni
apoyo
del
otro,
del
 médico,
 del
 amigo,
 nada
 ni
 nadie
 acude
 en
 su
 mejora….
 Sin
 embargo
 tenemos
 que
 Sweet
 Chestnut‐Castaño
 Dulce,
 es
 buenísima
 acompañando
 las
 crisis
 de
 angustia,
 lo
 angosto
del
camino,
la
travesía
desértica
de
una
transformación,
ya
no
se
puede
seguir


“sujetando
lo
mismo,
hay
que
soltar,
y
¡saltar!”;
mientras
que
Cherry
Plum‐Cerasífera,
 palia
 un
 temor
 específico
 a
 la
 ¡“pérdida
 del
 control!”.
 Vamos
 canalizando
 las
 diferencias,
 los
 matices,
 la
 vida
 está
 llena
 de
 ellos,
 de
 lo
 contrario,
 se
 establece
 un
 conjunto
 excesivamente
 indiferenciado,
 empobrecido,
 sin
 colores,
 sin
 formas,
 sin
 notas
 musicales,
 sin
 creatividad.
 Las
 “mamás”
 del
 grupo
 aluden
 a
 la
 Flor
 Achicoria‐ Chicory,
la
trampa
de
los
chantajes,
ésta
benéfica
planta,
es
para
curar
el
egoísmo,
el
 egocentrismo
 del
 llamado
 adulto,
 que
 no
 es
 sino
 aquel
 o
 aquella,
 que
 se
 quedó
 sin
 construir
 unos
 afectos
 sólidos
 y
 firmes,
 necesitando
 manipular
 de
 un
 modo
 burdo
 y
 subterfugio,
 infantil…
 como
 puede….
 Tenemos
 en
 cuenta
 el
 aprendizaje
 de
 los
 niños
 (hay
en
las
asistentes
una
profesora
de
infantiles).
Procuramos
“estar”
muy
presentes
 en
aquello
que
nos
ocupa,
disfrutamos.
Las
preguntas
se
dilatan,
se
abren
a
infinitud
 de
curiosidades…
 
 Pasamos
 un
 rato
 muy
 agradable,
 nos
 reímos,
 debatimos,
 comentamos
 momentos
en
la
actualidad
con
similitudes
en
las
Flores
de
Bach,
en
España,
en
cada
 país,
le
vamos
añadiendo
una
Flor
que
lo
caracteriza;
las
guerras,
las
trabas,
la
paz.
 
 Para
terminar,
hacemos
ingesta
floral,
cada
una
de
las
asistentes
se
acerca
para
 prepararse
en
un
vasito
con
agua,
añadiendo

dos
gotitas
de
la
flor
elegida,
no
al
azar,
 tras
 haber
 recibido
 la
 información
 y
 en
 respuesta
 a
 sus
 demandas.
 Quedamos
 en
 mantener
 contacto,
 y
 para
 dentro
 de
 mes
 ó
 mes
 y
 medio,
 re‐encontrarnos,
 para
 nuevas
incursiones,
y
para
revisar
las
“tareas”,
a
saber:
investigar
vía
Internet,
en
un
 par
de
páginas
Web‐florales,
elegir
una
flor
ad
hoc,
y
hacer
un
resumen
folio
DINA‐4,
 totalmente
personal.
 
 Ya
 saliendo
 del
 recinto,
 visito
 a
 la
 bibliotecaria,
 hablamos
 y
 también
 elige
 “su
 flor”,
para
toma
de
contacto
en
el
vasito
con
agua,
lo
irá
degustando
mientras
acaba
su
 jornada…
La
persona
encargada
del
Centro
Cívico,
también
hace
su
participación,
toma
 contacto
floral,
y
me
hace
partícipe

de
su
contento
y

curiosidad.


Iré
contando
más
y
mejor,
según
vayamos
entre
muchos

haciendo
el
camino,
 llano,
colorido,
ancho,
blandito
y
experimentando
la
realidad,
con
ojos
de
niño
curioso,
 desenfadado
y
experto
en
el
conocimiento
del
vivir…
 
 
 Gracias
y
hasta
pronto,

 Os
espero
en
el
Voluntariado
de
SEFLOR.
 Carmen
Risueño
Izquierdo
–

 Coordinadora
Formación‐Información‐Voluntariado
en
SEFLOR


VII
Congreso
Nacional
de

 Terapia
Floral:

 “Terapia
Floral:
El
arte
se
ser
uno
mismo
y
la
 evolución
del
alma”

Por
Manuela
María
Menéndez

El
VII
Congreso
Nacional
de
Terapia
Floral
se
ha
celebrado
en
el
año
2008
en
la
 malagueña
localidad
de
Benalmádena,
durante
los
días
22
y
23
de
noviembre.

Esta
séptima
edición
ha
estado
dedicada
al
objetivo
de
mostrar
la
esencia
de
lo
 que
hoy
conocemos
como
Terapia
Floral,
persiguiendo
profundizar
en
los
postulados
 filosóficos
que,
preconizados
por
el
Dr.
Edward
Bach,
constituyen
los
cimientos
sobre
 los
que
se
asienta
toda
la
estructura
de
la
Terapia
Floral.
 
 
 Con
 esta
 finalidad,
 el
 Comité
 organizador
 ha
 realizado
 un
 llamamiento
 a
 relevantes
 terapeutas
 florales,
 así
 como
 a
 personalidades
 que
 aunque
 se
 declaran
 amantes
de
la
terapia
floral
no
se
definen
como
terapeutas
florales,
siendo
sus
campos
 de
 actividad
 más
 afines
 a
 la
 filosofía
 clásica
 y
 hermética
 para,
 entre
 todos
 ellos,
 contribuir
a
la
labor
de
profundización
en
la
obra
del
Dr.
Bach.


Este
texto
bachiano,
es
el
que
ha
servido
de
base
para
centrar
la
línea
temática
 del
Congreso:
 
 
 “Sufrís
de
vosotros
mismos.
Desde
el
momento
en
el
que
hayamos
concedido
la
 completa
libertad

a
todo
lo
que
nos
rodea,
cuando
ya
no
deseemos
más
atar
y
limitar,
 cuando
ya
no
esperemos
nada
de
nadie,
cuando
nuestro
único
pensamiento
sea
dar
y
 dar
y
nunca
tomar;
en
ese
momento
encontraremos
que
nos
hemos
liberado
de
todo
 el
 mundo;
 nuestras
 ataduras
 desparecerán;
 nuestras
 cadenas
 se
 romperán
 y
 por
 primera
 vez
 en
 nuestras
 vidas
 vamos
 a
 conocer
 la
 exquisita
 alegría
 de
 la
 libertad
 perfecta.
Libres
de
toda
restricción
humana,
dispuestos
a
servir
con
alegría
solamente
 a
nuestro
Yo
Superior”.
 
 
 Desde
esta
sabiduría
primigenia
se
puede
desarrollar
el
comprometido
arte
de
 ser
 uno
 mismo,
 evolucionando
 hacia
 la
 armonización
 del
 conflicto
 entre
 alma
 y
 personalidad
que
define
al
hombre
de
nuestro
tiempo.
 
 La
Multiplicidad
en
las
Visiones
y
los
Enfoques.
 
 Como
no
podía
ser
de
otra
manera,
la
multiplicidad
fue
el
rasgo
distintivo
en
las
 visiones
y
enfoques
bajo
los
cuales
se
abordaron
los
objetivos
del
Congreso.
 
 
 Para
Lluis
Juan
Bautista,
resulta
mucho
más
necesario
en
el
recorrido
espiritual
 “Callar
para
escuchar,
dejar
de
mirar
para
ver,
dejar
de
buscar
para
dejarse
encontrar
y
 dejar
de
hacer
para
permitir
que
se
haga”.
 
 
 En
 su
 ponencia
 La
 floreciente
 búsqueda
 del
 Ser,
 incidió
 en
 el
 miedo
 a
 perder
 la
 individualidad,
 la
 pérdida
 del
 yo
 que
 impide

 todo
 progreso
 en
 el
 conocimiento,
 asociando
 este
 miedo
 a
 la
 experiencia
 de
 la
 esencia
 floral
 de
 Rock
 Rose
 .Esta
 esencia,
 una
 gran
 desconocida,
 según
 el
 autor,
 reducida
 al
 ámbito
 de
 la
 urgencia
y
del
remedio
transitorio
,
tendría
un
importante
papel
 que
jugar
para
enfrentarse
a
la
muerte
del
ego
y
al
renacimiento
 a
una
nueva
vida,
sin
tener
miedo
de
tener
miedo
ya
que
todos
 podemos
considerarnos
grandes
luchadores.
 
 
 María
 José
 Mas
 trató
 sobre
 “El
 contacto
 con
 el
 Ser
 en
 el
 último
 tramo
 del
 camino”
 
 Un
nuevo
caso
clínico
aportado
por
Mas,
que
recoge
el
testimonio
entrañable
y
 el
proceso
terapéutico
de
una
mujer
de
avanzada
edad

que
acude
a
la
consulta
para
 ser
ayudada,
preparada,
para
morir.


Enseñar
 a
 morir,
 es
 el
 desafío
 que
 se
 plantea
 en
 este
 caso,
 desde
 una
 perspectiva
 terapéutica
que
postula
que
la
muerte
no
existe:
“Si
estás
aquí
no
estás
allí
y
si
estás
 allí
no
estás
aquí
“.
 
 Una
hermosa
crónica
de
un
acompañamiento
floral
en
el
proceso
de
abandonar
 este
plano
de
existencia.

 
 De
la
personalidad
a
la
Esencia
.Un
camino
a
la
 libertad

a
través
de
las
flores
de
Bach,
es
el
título
de
la
 ponencia

de
Mari
Carmen
Gallego,
que
presentó
una
 interesante
 sistematización
 de
 los
 pasos
 en
 el
 recorrido
hacia
la
esencia
del
Ser:
 
 Me
intereso
por
conocerme

 Me
busco
 Me
encuentro
 Me
acepto
 Me
decido
a
cambiar
 Me
comprometo
 Y…florezco
 
 Cada
una
de
las
etapas
de
este
proceso
acompañada
con
las
esencias
florales
 de
Bach
más
adecuadas
para
el
tratamiento
de
cada
estadío
de
conciencia,
teniendo
 siempre
en
cuenta
que
nuestra
flor
es
el
arquetipo
del
alma
individual.
 
 
 Con
Las
Doce
sales
del
alma
o
el
camino
del
discípulo,
Luis
Jiménez
aportó
una
 idea
ligada
al
retorno
del
Ser
a
la
Fuente
a
través
del
mandala
zodiacal
que
Bach
ya

 Estas
 doce
 sales
 o
 tipologías
 serían
 como
 las
 doce
 llaves
 de
 la
 filosofía
 o
 los
 doce
trabajos
de
Hércules,
“míticas
puertas
de
una
Jerusalén
enclavada
en
el
corazón
 de
 aquél
 que
 ha
 decidido
 dar,
 en
 lugar
 de
 tomar”.
 Jiménez

 recuerda
 la
 importancia
 de
 la
 personalidad
 emocional
 en
 este
 camino,
 que
 viene
 dada
 por
 la
 posición
 de
 la
 luna
 en
 el
 momento
 del
 nacimiento
 y
 la
 individualidad
 que
 vendrá
 marcada
por
la
posición
del
sol.

 
 El
 autor
 reivindica
 así
 la
 trascendencia
 de
 las
 doce
 tipologías
 representadas
 por
 los
 Doce
 Curadores
 del
 Dr.
 Bach,
 en
la
evolución
del
alma
o
en
el
“camino
del
discípulo”,
ante
la
 tendencia
 a
 convertir
 a
 los
 doce
 curadores
 en
 doce
 remedios
 más.

 
 Desarrollo
de
la
Conciencia
en
la
niñez
a
través
de
la
atención
al
plano
emocional

es
el
 trabajo
desarrollado
por
José
Antonio
Sande,
que
parte
de
la
propuesta
de
trasladar
a
 niños
 y
 niñas
 en
 su
 vida
 cotidiana,
 los
 principios
 fundamentales
 de
 la
 filosofía
 floral
 para
que
puedan
aprender
a
conocer
su
mundo
emocional,
como
parte
fundamental


en
 su
 crecimiento
 para
 después
 poder
 avanzar
 hacia
 el
 desarrollo
 de
 la
 conciencia
 y
 con
ello
a
un

modelo
de
desarrollo
integral
desde
la
niñez.
 
 
 Ricardo
Mateos
presentó
un
interesante
trabajo
de
investigación
sobre

Edward
 Bach:
el
hombre
en
el
contexto
de
su
tiempo
.De
la
moral
victoriana
al
esoterismo
de
 los
años
30.
Se
trata
de
una
visión
histórica
basada
en
un
profundo
análisis
de
la
obra
 del
 Dr.
 Bach,
 relacionándola
 con
 los
 principales
 acontecimientos
 de
 su
 tiempo,
 presentando
 teorías
 sobre
 distintos
 aspectos
 de
 la
 misma,
 dignos
 de
 ser
 tenidos
 en
 consideración.
 
 Andreas
 Korte,
 volvió
 a
 ponernos
 en
 estrecho
 contacto
 con
 la
 Naturaleza:
 La
 Naturaleza,
 el
 espejo
 de
 nuestra
 alma
 es
 el
 título
 de
 su
 ponencia
 .Para
 Korte,
 la
 Naturaleza
 representa
 un
 estado
 natural
 de
 perfección,
 cuyo
 mayor
 tesoro
 es
 la
 biodiversidad.
Todo
en
ella
es
adecuado
para
la
sanación:
plantas,
animales,
cristales...
 “Te
vas
a
la
Naturaleza
si
estás
enfermo
y
encuentras
las
informaciones
que
necesitas
 de
ella.
Te
cargas
con
su
energía
sanadora
gratuitamente”.

Las
esencias
florales
representan
así
la
información
de
luz
que
está
en
las
flores
 y
lo
mismo
es
aplicable
para
todas
las
esencias.

 
 Korte
habló
también
sobre
las
esencias
de
los
Círculos
de
Trigo
y
desde
luego
 sobre
los
trabajos
con
esencias
de
Orquídeas,
Delfines,
Ballenas
y
otros
animales,
para
 despertar
la
conciencia,
que
es
el
gran
trabajo
de
la
Humanidad.

 
 Se
 
 refirió
 a
 la
 Amazonía
 como
 el
 gran
 laboratorio
 o
 la
 gran
 farmacia
 para
 el
 futuro
de
la
Humanidad
y
por
otro
lado
a
la
facultad
que
esa
misma
Humanidad
tiene
 para
 trabajar
 por
 el
 medio
 ambiente
 a
 través
 de
 las
 esencias
 medioambientales
 elaboradas
 a
 raíz
 del
 accidente
 de
 Chernóbil
 y
 tantas
 otras
 ya
 conocidas
 como
 la
 esencia
 de
 Epilobio
 para
 tierras
 devastadas
 o
 la
 esencia
 de
 Delfín
 para
 limpiar
 las
 aguas.


El
 botánico
 alemán
 aludió
 asimismo
 a
 la
 continuidad
 de
 los
 trabajos
 de
 las
 Casas
de
Salud
y
a
los
trabajos
de
las
Academias
Florales
creadas
en
Suiza
y
Japón,
así
 como
al
trabajo
de
investigación
que
se
está
realizando
en
San
Petersburgo
en
relación
 con
las
esencias
de
las
Orquídeas.
 
 Un
amplísimo
espectro
de
interesantes
actuaciones
e
investigaciones
fue
lo
que
 una
vez
más
ofreció
Korte
al
auditorio
del
Congreso.
 
 
 “Seamos
 nosotros
 mismos”.
 Ser
 nosotros
 mismos
 es
 para
 Guillermo
 Amable
 aparcar
a
nuestro
padre
crítico
y
darnos
permiso
para
reír
y
para
que
el
estado
niño
del
 yo
busque,
investigue
y
trate
de
responder
a
las
preguntas
básicas
de
la
vida.
 
 Amable
 consideró
 que
 “no
 podemos
 pasar
 por
 el
 congreso
 de
 terapeutas
 sin
 hablar
de
la
crisis
en
la
que
nos
hemos
visto
envueltos.
El
trabajo
para
los
Terapeutas
 Florales

en
esta
situación
es
enorme.”
 
 
 Despedida
y
Cierre
 
 La
ponencia
final
del

Congreso
corrió
a
cargo
del
maestro
Eduardo
Grecco
que
 disertó
acerca
de:
La
prescripción
como
fórmula
y
proceso.
 
 
 
 Para
 Grecco,
 la
 atenta
 lectura
 de
 los
 textos
 de
 Bach
 permite
 descubrir
 cinco
 rasgos
 esenciales
 o
 cinco
 pasos
 clínicos
 en
 el
 proceso
de
la
prescripción
floral,
para
poder
ir
progresivamente
 desvelando
las
resistencias
de
la
personalidad
a
la
luz
del
alma.
 Esta
 aportación
 de
 Grecco
 constituye
 un
 nuevo
 elemento
 enriquecedor
para
la
práctica
de
la
Terapia
Floral.
 
 
 El
 VII
 Congreso
 Nacional
 de
 Terapia
 Floral
 planteó
 un
 objetivo
 ambicioso:
 profundizar
 en
 la
 filosofía
 de
 Edward
 Bach,
 en
 sus
 verdades
 fundamentales
 y
 en
 su
 papel
en
el
marco
de
la
terapéutica
floral
de
nuestros
días,
proporcionando
un
espacio
 de
 reflexión
 para
 todo
 terapeuta
 floral
 que
 se
 permita
 surcarlo,
 que
 conducirá
 probablemente
 a
 apreciar
 la
 diferencia,
 el
 abismo
 existente,
 entre
 hacer
 auténtica
 Terapia
 Floral
 o
 limitarnos
 a
 la
 práctica
 conocida
 con
 el
 término
 “dar
 flores”.
 Recordemos
 que
 para
 Bach,
 el
 terapeuta
 floral
 “deberá
 ser
 un
 gran
 estudioso
 de
 las
 leyes
 que
 rigen
 la
 humanidad
 y
 de
 su
 propia
 naturaleza
 humana,
 para
 que
 pueda
 reconocer
 en
 todos
 los
 que
 acudan
 a
 él
 aquellos
 elementos
 que
 causan
 un
 conflicto
 entre
el
Alma
y
la
personalidad."
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Manuela
Menéndez
 
 
 
 
 
 
 
 Terapeuta
floral
 

 
 
 
 
 
 
 Periodista
y
Pedagoga.


Edward
Bach:

 El
hombre
en
el
contexto
de
su
tiempo;
de
la
moral
 Victoriana
al
esoterismo
de
los
años
30.

Por
Ricardo
Mateos
 
 Cuentan
los
biógrafos
de
Edward
Bach,
que
toman
la
información
de
la
propia
 Nora
Weeks,
que
entre
el
verano
de
1935
y
el
verano
de
1936
nuestro
famoso
doctor
 encendió
 una
 gran
 hoguera
 en
 la
 que
 quemó
 incontables
 papeles
 y
 huellas
 de
 sus
 investigaciones
 de
 seis
 largos
 años,
 que
 le
 habían
 llevado
 al
 descubrimiento
 de
 las
 esencias
 de
 flores
 como
 forma
 única
 y
 absolutamente
 nueva
 de
 sanación
 de
 forma
 sistematizada.
 ¿Se
 trató
 acaso
 de
 un
 mero
 impulso
 inconsciente?,
 ¿de
 un
 acto
 inquisitorial?
 O
 quizá,
 y
 como
 todo
 en
 la
 obra
 bachiana,
 obedeció
 a
 causas
 más
 profundas
que
ni
él
mismo
ni
sus
colaboradores
quisieron
nunca
revelar…
Ciertamente
 todo
 es
 posible,
 pero
 se
 hace
 difícil
 creer
 que
 Bach
 decidiese
 desprenderse
 de
 tanto
 trabajo
 de
 años
 únicamente
 por
 un
 mero
 impulso.
 Por
 tanto
 no
 nos
 queda
 más
 que
 especular
en
relación
con
las
razones
para
acto
tan
misterioso
y,
en
ese
contexto,
yo
 entiendo
que
hay
cuatro
elementos
que
pueden
permitirnos
atisbar
cuales
fueron
las
 motivaciones
profundas
que
le
llevaron
a
ello.

comienzos
de
los
años
30.

El
 primero,
 darnos
 cuenta
 de
 que
 con
 aquel
 acto
 su
 trabajo
quedó
incontaminado
de
toda
otra
huella
que
 no
fuera
la
suya.
El
segundo,
que
como
consecuencia
 de
ello
su
trabajo
no
podría
ser
manipulado
de
forma
 alguna
por
sectores
o
grupos
de
opinión
ajenos
a
él.
El
 tercero,
 comprender
 que
 el
 desprenderse
 de
 toda
 otra
 huella
 documental
 le
 permitía
 presentar
 su
 sistema
 y
 sus
 descubrimientos
 de
 la
 forma
 más
 sencilla
 posible,
 de
 manera
 que
 éstos
 pudieran
 ser
 utilizados
por
cualquier
persona
sin
necesidad
de
que
 ésta
 tuviese
 una
 formación
 académica
 previa.
 Y
 el
 cuarto,
que
el
asomarnos
al
contexto
de
su
vida
y
de
 su
 tiempo
 puede
 permitirnos
 buscar
 otras
 posibles
 motivaciones
 que
 fuesen
 fruto
 de
 las
 excepcionales
 circunstancias
históricas
que
concurrieron
en
Europa
a


La
extensa
literatura
existente
sobre
las
esencias
florales
de
Bach,
y
sobre
eso
 que
 posteriormente
 hemos
 venido
 en
 denominar
 terapia
 floral,
 apenas
 si
 presta
 atención
a
la
vida
y
el
pensamiento
de
este
hombre
singular,
cuya
mayor
aportación
 fue
el
presentarnos
un
paradigma
completamente
nuevo,
y
ciertamente
muy
avanzado
 para
 su
 tiempo,
 un
 paradigma
 que
 recupera
 el
 concepto
 de
 alma,
 casi
 perdido
 en
 la
 noche
 de
 los
 tiempos,
 y
 que
 devuelve
 nuestra
 mirada
 a
 la
 naturaleza
 como
 fuente
 última
 de
 sanación
 y
 de
 comunión
 con
 el
 cosmos.
 Por
 otra
 parte,
 apenas
 se
 ha
 prestado
tampoco
atención
a
las
importantes
circunstancias
históricas
que
concurren
 en
aquellos
años
en
los
que
transcurrió
su
biografía.
La
biografía
de
un
hombre
cuya
 vida
 discurre
 entre
 cambios
 sin
 igual
 entre
 los
 que
 destacan
 dos
 de
 aquellos
 descubrimientos
 que
 Freud
 denominó
 heridas
 narcisistas
 de
 la
 humanidad:
 la
 formulación
de
la
teoría
de
la
evolución
por
Charles
Darwin,
a
mediados
del
siglo
XIX;
y
 la
 formulación
 de
 la
 existencia
 del
 inconsciente
 por
 Sigmund
 Freud,
 a
 comienzos
 del
 siglo
XX.
Una
época,
sin
duda
alguna,
paradigmática.
 
 
 Edward
 Bach
 nace
 en
 1886
 en
 un
lugar
llamado
Moseley,
a
las
afueras
 de
la
por
entonces
 

 industriosa
ciudad
 de
Birmingham.

 
 
 Era
 un
 tiempo
 de
 consolidación
 de
 la
 pujante
 revolución
 industrial
 británica,
 que
 tuvo
 un
 enorme
 costo
 social
 y
 emocional
 para
 la
 sociedad
 inglesa
de
los
cuales
el
propio
Bach
fue
 testigo
directo.

 
 
 Y
 la
 ciudad
 de
 Birmingham
 era
 por
 entonces
 conocida
 por
 ser
 uno
 de
 los
 centros
 industriales
 más
 importantes
del
país,
hecho
por
el
cual
 solía
 representarse
 con
 la
 clara
 marca
 de
 las
 enormes
 nubes
 de
 humo
 que
 cubrían
sus
cielos.

 
 
 Allí
su
padre
era
propietario
de
una
fundición
de
latón,
lo
cual
ubica
a
la
familia
 Bach
 en
 el
 contexto
 de
 la
 por
 entonces
 pujante
 clase
 media
 alta
 británica,
 un
 grupo
 social
 en
 ascenso
 y
 con
 sobresalientes
 medios
 materiales
 que
 coloca
 de
 partida
 a
 nuestro
personaje
en
un
estatus
social
sin
duda
elevado
en
una
Inglaterra
rígidamente
 estratificada
en
términos
de
clase.


Una
Inglaterra
en
la
que
nacer
en
un
estrato
social
le
condenaba
a
uno
de
por
 vida
 y
 en
 la
 que
 el
 ascenso
 social
 era
 algo
 extremadamente
 difícil.
 Por
 tanto,
 no
 nos
 imaginemos
a
un
Edward
Bach
campesino
y
desposeído
de
medios
materiales,
pues
en
 aquellos
 tiempos
 solamente
 los
 poderosos
 podían
 acceder
 a
 estudios
 universitarios
 como
él
cursó
desde
comienzos
de
siglo.
Aquel
era
el
gran
imperio
británico,
centro
de
 aluvión
 de
 ideas
 y
 de
 culturas
 muy
 diversas,
 que
 solo
 unos
 meses
 después
 del
 nacimiento
 de
 Bach
 celebraba
 con
 enorme
 pompa
 las
 bodas
 de
 oro
 del
 trono
 con
 la
 reina
Victoria,
que
por
entonces
ya
era
emperatriz
de
la
India.

 
 
 Por
ello
no
es
curioso
que
muchos
años
más
 tarde
 él
 mismo
 escribiera
 haciendo
 referencia
 a
 la
 espiritualidad
 oriental:
 “Cuán
 lejos
 nosotros
 en
 Occidente
nos
hemos
ido
de
esos
hermosos
ideales
 de
 nuestra
 Madre
 India
 de
 los
 tiempos
 antiguos,
 cuando
 el
 amor
 por
 todas
 las
 criaturas
 era
 tan
 grande”.
 
 
 La
universidad
británica
acogía
por
entonces
 a
 los
 hijos
 de
 las
 fuerzas
 vivas
 del
 país,
 y
 Edward
 Bach
 tuvo
 una
 formación
 completa
 que
 le
 permitió
 trabajar
en
el
Hospital
del
Colegio
Universitario
 
 
 Y
también
en
el
Hospital
Homeopático
de
Londres.

 
 Por
 ello
 no
 es
 extraño
 que
 desde
 fechas
 tempranas
 Edward
 Bach
 entrase
 a
 formar
 parte
 de
 las
 filas
 de
 la
 masonería,
 un
 grupo
 exclusivo
 al
 que
 no
 entraba
 cualquiera.
De
que
Bach
fue
masón
no
hay
duda,
como
así
lo
afirman
quienes
se
han
 asomado
a
su
biografía,
y
como
puede
rastrearse
en
sus
propias
referencias
al
“Gran
 Arquitecto”,
 un
 término
 claramente
 masónico.
 Pero
 entrar
 a
 formar
 parte
 de
 la
 masonería
 no
 era
 cosa
 sencilla
 por
 entonces,
 sino
 que
 se
 precisaba
 de
 padrinos
 socialmente
 bien
 ubicados
 en
 este
 grupo
 de
 poder
 que,
 tradicionalmente,
 en
 Inglaterra
 siempre
 ha
 tenido
 como
 su
 máximo
 representante
 a
 un
 miembro
 de
 la
 familia
real
británica.

 
 Por
aquel
entonces
el
jefe
supremo
de
la
masonería
británica
no
era
otro
que
el
 príncipe
Arturo
de
la
Gran
Bretaña,
duque
de
Connaught
e
hijo
de
la
reina
Victoria.

 
 
 Un
hombre
de
sólido
prestigio
tanto
social
como
militar
que
ocupó
cargos
muy
 altos
en
la
compleja
estructura
del
imperio.
Por
tanto,
no
veamos
a
Edward
Bach
como
 un
mero
hombre
de
campo,
o
como
el
hijo
de
una
familia
obrera,
sino
como
un
exitoso
 profesional
de
la
medicina,
que
era
un
ámbito
del
saber
muy
valorado
socialmente
en
 aquel
tiempo,
como
un
hombre
de
conocimiento
profundo
y
como
una
persona
bien
 ubicada
 socialmente
 y
 con
 ciertos
 contactos
 en
 las
 alturas
 de
 la
 rígida
 sociedad


británica.
Prueba
fehaciente
de
ello
es
el
dato
probado
de
que
fue
en
la
hermosa
villa
 “The
Pleasaunce”,
en
Cromer,
donde
él
encontró
por
primera
vez
la
flor
del
Cerato.

 
 
 Esta
magnífica
propiedad,
con
sus
bellos
 jardines,
 pertenecía
 por
 entonces
 a
 la
 acaudalada
dama
Constance
de
Rothschild,
hija
 de
 una
 de
 las
 más
 ricas
 familias
 de
 Inglaterra,
 que
estaba
ya
viuda
de
Sir
Cyrill
Flower,
primer
 Barón
Battersea.
Allí
había
llevado
las
primeras
 semillas
de
Cerato
la
famosa
jardinera
Gertrude
 Jekyll,
amiga
de
la
señora
Helen
Willmott,
cuyo
 nombre
 botánico,
 Ceratostigma
 Willmottiana,
 se
 había
 dado
 a
 la
 nueva
 especie
 vegetal.
 Por
 otra
parte,
y
para
mayor
abundamiento,
aquella
 residencia
 señorial
 había
 sido
 diseñada
 a
 fines
 de
 siglo
 por
 el
 prestigioso
 arquitecto
 Sir
 Edwin
 Lutyens,
cuya
esposa
y
cuya
hija
fueron
dos
de
 los
 grandes
 apoyos
 de
 la
 larga
 andadura
 de
 Krishnamurti
en
Occidente.
 
 

 Lord
 Battersea,
 dueño
 de
 la
 casa,
 había
 sido
 persona
 muy
 influyente
 en
 el
 gobierno
 y
 en
 la
 política
 del
 imperio
 británico
 hasta
 su
 fallecimiento
 en
 1905
 y
 su
 esposa,
 Lady
 Battersea,
 que
 falleció
 en
 1931,
 trabajó
 sobre
 estudios
 del
 Antiguo
 Testamento
 y
 acaso
 podamos
 imaginárnosla
 conversando
 con
 Edward
 Bach
 sobre
 espiritualidad
y
religiones
comparadas.

 
 
 Por
 otra
 parte,
 es
 muy
 significativo
 el
 hecho
 de
 que
 lady
 Battersea
 fuese
 también
gran
amiga
de
la
princesa
Luisa
de
Gran
Bretaña,
hermana
del
citado
duque
 de
 Connaught.
 Esta
 hija
 de
 la
 reina
 Victoria,
 esposa
 del
 liberal
 duque
 de
 Argyll,
 solía
 visitar
 a
 lady
 Battersea
 en
 Cromer
 y
 era
 la
 más
 liberal
 y
 aperturista
 de
 las
 princesas
 británicas
 de
 su
 generación.
 Ello
 nos
 da
 una
 medida
 de
 los
 altos
 entornos
 a
 los
 que
 Edward
 Bach
 había
 llegado
 antes
 de
 abandonar
 su
 vida
 londinense
 para
 retirarse
 al
 país
de
Gales
en
1929.
 
 
 De
hecho
Bach
no
era
un
revolucionario
de
clase,
sino
de
paradigma,
como
nos
 informa
 su
 siguiente
 afirmación:
 “Un
 príncipe
 del
 reino,
 con
 todas
 las
 glorias
 del
 palacio,
 puede
 ser
 un
 enviado
 de
 Dios
 y
 una
 bendición
 para
 las
 gentes
 de
 su
 país,
 e
 incluso
del
mundo.
De
hecho,
cuánto
podría
perderse
si
ese
príncipe
imaginase
que
su
 deber
fuese
el
entrar
en
un
monasterio”.
 
 Así
pues
en
la
vida
de
Edward
Bach
nos
encontramos
reunidos
la
universidad,
el
 prestigio,
la
masonería
y

la
aristocracia
en
la
Inglaterra
de
los
años
20.
También
cabe
 decir
aquí
que
su
consultorio
no
era
un
lugar
cualquiera
sino
que
estaba
ubicado
en
la


prestigiosa
 Harley
 Street,
 en
 el
 buen
 barrio
 londinense
 de
 Marylebone,
 donde
 desde
 mediados
 del
 siglo
 XIX
 se
 habían
 ido
 instalando
 los
 mejores
 y
 más
 reputados
 consultorios
de
la
práctica
médica.
 
 
 Tanto
 es
 así
 que
 toda
 aquella
 zona
 de
 Londres
 era
 propiedad
del
aristócrata
Lord
Howard
de
Walden,
a
 cuyos
 administradores
 había
 que
 solicitar
 puntual
 permiso
 para
 abrir
 un
 consultorio
 médico
 en
 aquellas
calles.
Por
desgracia
no
sabemos
con
quien
 más
coincidiría
Bach
en
aquella
o
aquellas
veladas
en
 casa
de
Lady
Battersea,
pero
no
hay
duda
de
que
allí
 se
darían
cita
muchos
de
los
notables
de
su
tiempo
y
 no
solamente
de
Inglaterra,
sino
también
de
Francia
 donde
 la
 familia
 Rothschild
 tenía
 un
 poder
 y
 una
 presencia
social
sobresalientes.
 
 
 Por
 otra
 parte,
 es
 significativo
 ver
 como
 el
 pensamiento
 de
 la
 sociedad
 británica,
 y
 en
 particular
 el
 de
 sus
 clases
 dirigentes,
 con
 las
 que
 Bach
 estaba
 en
 contacto,
 había
 ido
 evolucionando
 conforme
 la
 era
 victoriana
 tocaba
 a
 su
 fin
 en
 los
 últimos
 años
 de
 la
 Belle
 Epoque.
 Durante
 el
 largo
 reinado
 de
 la
 reina
 Victoria
 la
 sociedad
 británica
 había
 seguido
 marcada
 por
 la
 tradición
 puritana
 de
 la
 Iglesia
 Anglicana
 de
 Inglaterra,
 la
 llamada
 Church
 of
 England,
 a
 la
 que
 la
 familia
 Bach
 perteneció
sin
duda
alguna,
y
por
tanto
no
es
extraño
que
en
su
obra
él
mismo
haga
 mención
 a
 términos
 como
 “Chispa
 Divina”,
 que
 procedían
 del
 pensamiento
 del
 liberalismo
 protestante
 de
 su
 tiempo.
 Esta
 era
 una
 corriente
 de
 pensamiento
 que
 negaba
los
milagros,
que
apostaba
porque
todo
hombre
lleva
dentro
de
sí
una
chispa
 de
divinidad,
y
que
postulaba
el
principio
de
unidad
de
todas
las
cosas.

 
 
 Además,
 en
 la
 obra
 de
 Bach
 puede
 a
 momentos
 verse
 presente
 ese
 punto
 de
 severidad
propio
de
las
iglesias
reformadas
del
norte
de
Europa
en
frases
como
“Sois
 responsables
 de
 vuestros
 propios
 sufrimientos”,
 y
 también
 otras
 menciones
 de
 corte
 claramente
cristiano
como
su
referencia
a
lo
que
él
denomina
“la
Hermandad
Blanca
 de
los
Santos
y
los
Mártires”.


En
 lo
 tocante
 a
 lo
 esotérico,
 la
 época
 victoriana
 se
 había
 interesado
 por
 aspectos
 de
 naturaleza
 fenomenológica
 como
 las
 sesiones
 de
 espiritismo,
 las
 apariciones
 y
 la
 búsqueda
 del
contacto
con
aquellos
que
ya
se
habían
ido.
 Por
ello
durante
la
segunda
mitad
del
siglo
XIX
 habían
 imperado
 las
 corrientes
 de
 tipo
 espiritista
 entre
 las
 clases
 altas,
 que
 convivían
 cómodamente
con
la
moral
victoriana
de
corte
 cristiano.
 Prueba
 de
 ello
 es
 la
 obra
 de
 autores
 como
 William
 Stead,
 un
 puritano
 victoriano
 muy
versado
en
estudios
bíblicos
que
pretendía
 luchar
 contra
 el
 mal,
 entendido
 éste
 como
 la
 encarnación
de
lo
diabólico.

 
 
 Stead,
 que
 era
 amigo
 de
 Annie
 Besant,
 figura
puntera
de
la
Sociedad
Teosófica,
dirigía
 sesiones
de
espiritismo
y
su
influencia
llegó
tan
 alto
como
para
trabar
amistad
con
el
príncipe
Cristóbal
de
Grecia,
sobrino
de
la
propia
 reina
Alejandra
de
Inglaterra.
Curiosamente
sería
este
mismo
príncipe
griego
quien
en
 1917
introduciría
en
la
corte
griega
el
libro
“Los
Grandes
 Iniciados”,
obra
del
francés
 Eduard
Schure,
a
quien
volveré
a
referirme.

 
 
 Pero
 con
 el
 nuevo
 siglo
 las
 cosas
 estaban
 cambiando
 e
 Inglaterra
 se
 vio
 literalmente
 inundada
 por
 nuevas
 visiones
 de
 lo
 esotérico
 y
 con
 nuevas
 corrientes
 espirituales
muy
pujantes
que
llegaban
desde
los
confines
del
imperio
y
en
particular
 de
 la
 India.
 Estas
 nuevas
 visiones
 del
 hecho
 religioso‐espiritual
 fueron
 bien
 acogidas
 por
 las
 clases
 altas
 y,
 en
 particular,
 por
 ciertos
 sectores
 de
 la
 poderosa
 aristocracia
 que,
 como
 veremos,
 ejerció
 una
 labor
 de
 mecenazgo.
 
 Por
 otra
 parte,
 aquel
 fue
 también
un
tiempo
de
revolución
en
el
campo
de
las
humanidades
con
el
desarrollo
de
 la
antropología,
y
también
en
el
de
las
ciencias
con
el
descubrimiento
de
la
estructura
 del
átomo
y
la
formulación
de
la
teoría
de
la
relatividad
en
la
ciencia
física.

 
 
 Sin
 olvidarnos,
 por
 supuesto,
 de
 que
 el
 periodo
 más
 creativo
 de
 la
 obra
 de
 Bach,
el
que
transcurre
entre
1929
y
1935
coincide
con
la
gran
depresión
económica
 de
occidente,
una
época
de
severa
crisis
económica,

y
con
el
periodo
de
entre
guerras,
 tan
importante
para
Inglaterra
y
para
todo
el
mundo
occidental.
 
 
 Un
 tiempo
 en
 pleno
 auge
 de
 los
 fascismos
 en
 Europa
 y
 una
 época
 en
 pleno
 desarrollo
del
surrealismo
en
el
arte
y
en
la
literatura,
en
el
contexto
de
los
llamados
 “años
 locos”,
 en
 los
 que
 la
 rígida
 moral
 victoriana
 que
 desde
 mediados
 del
 siglo
 XIX
 rigió
el
comportamiento
de
todo
el
imperio
británico,
dio
pasó
a
una
moral
laxa
tanto
 en
 lo
 sexual
 como
 en
 lo
 amoroso
 y
 en
 los
 usos
 y
 las
 costumbres.
 ¿Acaso
 nadie
 se


preguntó
 nunca
 sobre
 la
 particular
 relación
 existente
 entre
 Edward
 Bach,
 su
 amante
 Mary
Tabor,
su
asistente
Nora
Weeks
y
su
amigo
Victor
Bullen?
 
 
 Pero
vayamos
por
partes.
 
 En
su
excelente
libro
“Forma
y
Función”
Julian
Barnard,
que
ha
investigado
con
 minuciosidad
 la
 obra
 de
 Edward
 Bach,
 escribe
 lo
 siguiente:
 “En
 cuanto
 a
 la
 propia
 búsqueda
vital
y
el
desarrollo
espiritual
de
Bach,
muy
poco
puede
decirse
con
equidad,
 pues
 fue
 cuidadoso
 de
 evitar
 referencias
 específicas
 a
 religión
 o
 filosofía
 alguna.
 Abrazó
una
enseñanza
espiritual
universal
que
incluye
a
Buda,
la
Madre
India,
Cristo,
 los
Grandes
Maestros,
y
el
gran
grupo
de
la
Fraternidad
de
la
Hermandad
Blanca.
Sus
 referencias
al
“Ser
Superior”,
el
“Guía
Divino”,
la
“Vida
Inmortal”,
el
“Alma”,
y
el
“Gran
 Arquitecto”,
pueden
dar
claves
sobre
la
escuela
exacta
o
tradición
a
la
que
pertenecía.
 Algunos
se
preguntan
si
se
encontró
con
Rudolf
Steiner.
Otros
ven
una
conexión
con
 los
teósofos.
Nos
han
dicho
que
tenía
una
fuerte
conexión
con
la
Francmasonería.
Pero
 incluso
un
análisis
minucioso
de
sus
escritos
no
logra
dar
una
indicación
definitiva
de
 su
adscripción.
Sin
embargo,
las
afirmaciones
están
ahí,
en
casi
cada
párrafo,
indicando
 que
el
foco
principal
de
su
pensamiento
era
el
contexto
espiritual
de
la
vida
humana”.
 Y
en
Cúrate
a
ti
mismo
el
propio
Bach
hace
referencia
a
“una
cierta
Hermandad”
que
 nos
anima
 a
 que
“busquemos
 el
sosiego
para
nuestro
propio
malestar
al
extender
 el
 alivio
y
el
consuelo
a
nuestras
criaturas
hermanas
en
la
hora
de
su
aflicción”.

 
 El
 término
 “Fraternidad
 de
 la
 Hermandad
 Blanca”
 citado
 por
 Julian
 Barnard
 hace
 referencia
 directa
 a
 la
 Sociedad
 Teosófica,
 fundada
 por
 la
 famosa
 Madame
 Blavatsky,
 que
 por
 entonces
 estaba
 guiada
 desde
 Inglaterra
 y
 particularmente
 por
 ciertas
damas
de
la
alta
sociedad
como
Annie
Besant
o
Lady
de
La
Warr,
quien
durante
 algunos
años
llegó
a
ser
la
guardiana
del
propio
Krishnamurti
durante
su
larga
estancia
 en
Gran
Bretaña.
La
Sociedad
Teosófica,
que
dejó
honda
huella
en
ciertos
círculos
de
 pensamiento,
importó
a
occidente
nuevos
conceptos
y
reavivó
otros
antiguos
como
el
 de
 reencarnación,
 que
 cientos
 de
 años
 atrás
 ya
 había
 estado
 presente
 tanto
 en
 la
 cultura
druídica
como
entre
ciertos
formuladores
de
la
Iglesia
Anglicana
de
Inglaterra,
 como
 
 es
 el
 caso
 de
 Henry
 More,
 que
 allá
 por
 el
 siglo
 XVII
 ya
 había
 hablado
 de
 la
 inmortalidad
del
alma.

 
 Por
 otra
 parte,
 no
 podemos
 obviar
 la
 pertenencia
 de
 Rudolf
 Steiner
 a
 la
 Sociedad
 Teosófica,
 ni
 tampoco
 la
 relación
 que
 con
 ella
 tuvieron
 otras
 figuras
 importantes
del
esoterismo
de
comienzos
de
los
años
30
como
Gurdjeff
y
Ouspensky.
 Pero,
una
vez
más,
Gurdjeff
fue
un
paniaguado
de
otra
aristócrata,
Lady
Rothermere,
 que
 le
 dio
 todo
 su
 apoyo
 financiero
 para
 la
 creación
 de
 su
 “Instituto
 del
 Desarrollo
 Armónico
del
Hombre”.


En
 cuanto
 a
 Ouspensky,
 también
 vivió
 bajo
 el
 mecenazgo
 de
 la
 influyente
 Lady
 Rothermere.


 
 Si
 continuamos
 aún
 más,
 todavía
 nos
 quedan
expresiones
como
“Grandes
Maestros”,
 también
 presentes
 en
 la
 obra
 de
 Bach.
 Ésta
 última
expresión,
“Grandes
Maestros”
recuerda
 de
 forma
 clara
 a
 la
 por
 entonces
 famosa
 obra
 de
 Eduard
 Schure
 titulada
 “Los
 Grandes
 Iniciados”,
 que
 publicada
 en
 1917
 tuvo
 gran
 influencia
 en
 ciertos
 sectores
 del
 pensamiento
 religioso
 y
 esotérico.
 En
 ella
 Schure
 exponía
 la
 teoría
 de
 que
 todas
 las
 religiones
 son
 básicamente
 la
 misma
 y
 que
 hay
 una
 sucesión
 de
 grandes
 iniciados
 a
 través
 de
 los
 cuales
 se
 transmite
 la
 sabiduría
 de
 los
 tiempos.
 Allí
 se
 mencionaba
 a
 figuras
 tan
 importantes
 en
 el
 desarrollo
de
la
humanidad
como
“Buda”
o
“Cristo”
y
otros
“Grandes
Maestros”,
que
 son
 justamente
 los
 mismos
 que
 aparecen
 en
 la
 obra
 de
 Bach,
 que
 en
 un
 momento
 dado
escribe
en
Cúrate
a
ti
mismo:
“También
así
lo
enseñaron
el
señor
Buda
y
otros
 grandes
 Maestros
 que
 han
 llegado
 al
 mundo
 de
 tanto
 en
 tanto
 para
 indicar
 a
 los
 hombres
la
forma
en
la
que
alcanzar
la
perfección”.
¿Mera
casualidad?
Por
otra
parte,
 Schuré
 daba
 primacía
 a
 Jesucristo
 entre
 todos
 ellos,
 cosa
 que
 cuadra
 con
 los
 postulados
de
corte
cristiano
que
recorren
toda
la
obra
escrita
de
Bach.

 
 
 Por
 último,
 y
 por
 lo
 que
 toca
 al
 concepto
 “Alma”,
 tantas
 veces
 repetido
 en
 la
 obra
 de
 Bach,
 en
 él
 se
 rastrea
 la
 influencia
 de
 otro
 pensador
 notable,
 Emmanuel
 Swedenborg,
quien
ya
en
el
siglo
XVIII
había
buscado
insaciablemente
la
sede
del
alma
 y
 había
 apostado
 por
 una
 espiritualidad
 de
 corte
 racional.
 Curiosamente
 la
 obra
 de
 Swedenborg
tuvo
una
enorme
influencia
sobre
el
homeópata
James
 Tyler
Kent,
cuya
 obra
sobre
homeopatía
fue
fundamental
para
Edward
Bach
en
sus
años
de
formación
 como
homeópata.

 
 
 Vemos
 pues
 como
 desde
 comienzos
 de
 siglo
 la
 influencia
 de
 la
 Sociedad
 Teosófica,
la
llegada
a
Gran
Bretaña
de
Krishnamurti,
y
también
la
aparición
de
la
obra
 de
 Steiner,
 y
 el
 surgimiento
 de
 figuras
 como
 Gurdjieff
 y
 Ouspensky
 habían
 transformado
de
forma
completa
la
vivencia
de
lo
esotérico
y
sus
interpretaciones.


Ahora
 ya
 no
 interesaba
 tanto
 lo
 fenomenológico
 como
 el
 movimiento
 de
 objetos
 en
 las
 sesiones
 mediumnisticas
 sino
 el
 estudio
 de
 lo
 insondable,
 de
 los
 grandes
 misterios,
 y
 la
 búsqueda
 de
 una
 experiencia
 espiritual
 directa.
 Sincrónicamente,
 desde
 1910
 Steiner
 se
 había
 segregado
 de
 la
 Sociedad
 Teosófica
 buscando
 las
 bases
 del
 esoterismo
 europeo,
 había
 formulado
 la
 Antroposofía
 o
 ciencia
 del
 hombre,
 y
 su
 obra
 había
 cobrado
 gran
 difusión
 en
 Austria
 y
 en
 Alemania
 llegando
 a
 interesar,
 incluso,
 a
 personas
 tan
 encumbradas
 como
 el
 príncipe
Max
de
Baden,
último
canciller
del
 imperio
 alemán.
 Su
 obra
 había
 influido
 notablemente
en
la
de
Eduard
Schure
y
sin
 duda
debió
de
ser
conocida
por
Edward
Bach.
 
 
 
 Hacia
 1928
 parece
 producirse
 un
 gran
 cambio
 en
 Edward
 Bach.
 Sin
 que
 sepamos
 los
 motivos,
 parece
 querer
 romper
 con
 toda
 su
 vida
 anterior.
 Abandona
 Londres,
 cierra
 su
 consulta,
 y
 se
 dedica
 a
 viajar
 en
 busca
 de
 plantas
 sanadoras
 encontrándose
 tan
 pronto
 en
 Cromer,
 como
 en
 Abergavenny,
 o
 en
 las
 cercanías
 de
 Oxford.
 Pareciera
 como
 si
 hubiese
 deseado
 desprenderse
 de
 algo
 pesado,
 o
 como
 si
 quisiese
 alejarse
 de
 personas
 o
 grupos
 de
 opinión
 con
 cuyas
 actitudes
 ya
 no
 comulgaba.
 Por
 ello,
 y
 de
 a
 poco,
 disintió
 abiertamente
 de
 los
 planteamientos
 de
 la
 medicina
oficial
y
se
alejó
de
la
homeopatía.

 
 Buscó
algo
nuevo,
incontaminado,
alejado
de
sectarismos
y
grupos
de
presión
y
 de
opinión.
Sincrónicamente,
en
1930
Krishnamurti,
que
había
llegado
a
Gran
Bretaña
 de
 la
 mano
 de
 las
 grandes
 damas
 de
 la
 sociedad
 británica,
 decidió
 también
 romper
 completamente
 con
 los
 planteamientos
 sectarios
 de
 la
 Sociedad
 teosófica
 comenzando
un
camino
en
solitario
en
momentos
tan
difíciles
para
Europa.

 
 Entre
 tanto,
 Gurdjieff
 en
 Francia
 y
 Ouspensky
 en
 Inglaterra,
 también
 de
 la
 mano
 de
 la
 alta
 sociedad
 británica,
 difundían
 sus
 doctrinas
 y
 traían
 a
 Europa
 enseñanzas
como
el
Eneagrama.

 
 
 En
este
contexto
Edward
Bach
se
encontraba
en
plena
producción
de
su
obra
y
 alejándose
 cada
 vez
 más
 de
 planteamientos
 dogmáticos
 y
 sectarios.
 Bach
 quería
 ser
 libre
 y
 que
 su
 obra
 no
 quedase
 contaminada
 por
 corrientes
 ni
 escuelas
 de
 pensamiento.
Quizá
por
eso
ya
en
1934
escribía
desde
Cromer:
“La
forma
en
la
que
la
 Hermandad
 Blanca
 trabaja
 entre
 nosotros
 no
 es
 mediante
 milagros,
 ni
 apariciones,
 sino
 simplemente
 conduciéndonos,
 si
 es
 que
 queremos
 ser
 conducidos,
 por
 los
 asuntos
cotidianos”.


Pero
algo
más
grave
ocurría
en
la
Inglaterra
de
mediados
de
los
años
30,
algo
 que
ya
se
venía
larvando
desde
mediados
de
los
años
20.
Una
notable
parte
de
la
alta
 sociedad
 británica,
 muy
 imbuida
 de
 antisemitismo,
 mostraba
 cada
 vez
 un
 mayor
 interés
 por
 el
 fascismo
 entonces
 imperante
 en
 Alemania
 e
 Italia
 y
 que
 anunciaba
 terribles
 consecuencias,
 pues
 ya
 en
 el
 verano
 de
 1935
 el
 ejército
 italiano
 había
 utilizado
el
gas
mostaza
en
su
campaña
de
conquista
de
Abisinia.
 

 En
Londres,
el
hijo
de
Lady
Rothermere,
la
mecenas
de
Gurdjieff
y
Ouspensky,
 se
afiliaba
a
la
ultra
derecha
fascista.
Y
hasta
el
duque
de
Kent,
hijo
del
rey
Jorge
V
y
 pronto
gran
maestre
de
la
Masonería
británica,
era
acusado
de
ser
filo
fascista.
Por
no
 hablar
 del
 príncipe
 de
 Gales
 cuya
 cercanía
 a
 postulados
 fascistas
 le
 llevaron
 a
 una
 súbita
 abdicación
 del
 trono
 británico
 convenientemente
 tapada
 por
 sus
 míticos
 amores
con
la
señora
Simpson.
De
hecho,
el
fallecimiento
de
Bach
tiene
lugar
justo
en
 los
 meses
 de
 la
 llamada
 crisis
 de
 la
 abdicación,
 que
 puso
 patas
 arriba
 no
 solo
 a
 la
 familia
 real
 británica
 sino
 a
 la
 propia
 clase
 política
 inglesa
 que
 no
 podía
 tolerar
 posiciones
tan
cercanas
a
los
fascismos.

 
 Un
 año
 más
 tarde
 el
 ya
 duque
 de
 Windsor,
 recién
 apeado
 del
 trono
 inglés
 visitaba
 a
 Adolf
 Hitler
 en
 Alemania
 por
 ser
 buen
 amigo
 del
 fundador
 de
 los
 camisas
 negras,
el
movimiento
fascista
británico.

 
 El
 polémico
 creador
 de
 este
 movimiento
 no
 era
 otro
 que
 Oswald
 Mosley,
 un
 hombre
 de
 la
 crema
 social
 inglesa
 cuya
 esposa
 era
 hija
 de
 uno
 de
 los
 virreyes
 británicos
de
la
India.
Por
otra
parte,
hasta
el
mismo
Steiner,
figura
muy
establecida
en
 Alemania,
 se
 había
 dejado
 llevar
 por
 la
 idea
 de
 la
 superioridad
 espiritual
 alemana.
 Como
escribe
Peter
Washington
en
su
libro
“El
mandril
de
Madame
Blavatsky”:
“Con
el
 fin
 de
 preservar
 a
 Jesús
 de
 sus
 innegables
 orígenes
 judíos,
 Steiner
 y
 el
 teórico
 racial
 Houston
Stewart
Chamberlain
coincidieron
en
señalar
que
Jesús
tenía
rasgos
semíticos
 y
arios
[…]
El
siguiente
paso
era
negar
que
Jesús
tuviera
algo
de
judío,
y
fueron
muchos
 los
 dispuestos
 a
 darlo.
 Incluso
 los
 Maestros
 Himalayos
 de
 la
 Teosofía
 disimularon
 su
 hermoso
aspecto
indio
bajo
una
piel
sospechosamente
blanca
y
rasgos
europeos”.

Por
ello
quizá
no
sea
meramente
fruto
del
azar
el
que
Bach,
que
como
queda
 probado
 era
 buen
 conocedor
 de
 la
 alta
 sociedad
 británica
 y
 de
 su
 poder,
 y
 tenía


grandes
dosis
de
sentido
común,
abandonase
todo
en
1928
y
se
retirase
al
campo
en
 Gales
y
en
Cromer.

 
 A
mí
personalmente,
y
esta
es
la
hipótesis
que
hoy
os
presento,
me
parece
que
 tiene
mucho
sentido
pensar
que
hacia
el
final
de
su
vida
Bach
quiso
alejarse
de
toda
 doctrina
y
de
toda
corriente
de
pensamiento
que
pudiese
afectar
a
su
obra.
Como
él
 mismo
 escribe,
 para
 tener
 libertad
 hay
 que
 dar
 libertad.
 Y
 no
 hay
 duda
 de
 que
 las
 libertades
andaban
muy
restringidas
a
mediados
de
los
años
30:
en
Italia,
en
Alemania,
 en
 España,
 en
 Austria,
 en
 Hungría
 y
 en
 tantos
 otros
 lugares.
 La
 vieja
 aristocracia
 se
 dejaba
seducir
por
el
fascismo
como
única
fuerza
capaz
de
poner
freno
al
comunismo,
 y
 junto
 a
 la
 aristocracia
 podían
 caminar
 todos
 sus
 paniaguados
 los
 dirigentes
 de
 las
 distintas
corrientes
esotéricas.
 
 
Así,
como
vemos,
el
mundo
de
lo
esotérico,
el
mundo
de
lo
espiritual,
corría
peligro
de
 bascular
 hacia
 posiciones
 de
 corte
 filo‐fascista
 de
 la
 mano
 de
 sus
 propios
 mecenas
 ¿Será
 por
 eso
 que
 Bach
 quemó
 sus
 escritos
 para
 no
 dejar
 rastro
 de
 sus
 filiaciones
 previas?
 Él
 sabía
 que
 gran
 parte
 del
 mundo
 del
 esoterismo
 de
 su
 tiempo
 estaba
 patrocinado
 y
 financiado
 
 por
 una
 aristocracia
 peligrosamente
 tendente
 hacia
 el
 fascismo
y
nada
debía
de
generarle
más
temores
que
esa
circunstancia.
¿O
acaso
no
 hemos
oído
tantas
veces
hablar
del
enorme
interés
esotérico
del
propio
Canciller
Adolf
 Hitler?

 Curiosamente,
 Lady
 Battersea,
 la
 dama
 de
 Cromer
 amiga
 de
 Bach,
 ya
 fallecida
 en
 1931,
 se
 había
 ubicado
 en
 el
 polo
 opuesto
 de
 los
 fascismos,
 era
 de
 origen
judío
y
había
trabajado
por
la
descriminalización
 de
los
judíos
en
Gran
Bretaña.
Por
eso
Bach
tomó
toda
 precaución
para
presentar
al
mundo
su
obra
como
algo
 sencillo
 y
 asequible
 para
 cualquiera,
 sin
 necesidad
 de
 ser
 masón,
 o
 de
 tener
 conocimientos
 de
 naturaleza
 esotérica.
 Quiso
 expurgar
 de
 su
 obra
 toda
 traza
 de
 pensamiento
 esotérico
 espiritual,
 de
 toda
 filiación
 a
 una
 u
 otra
 familia
 de
 pensamiento.
 Como
 él
 mismo
 escribió
 en
 una
 de
 sus
 últimas
 conferencias,
 unos
 meses
 
 antes
 de
 morir,
 el
 21
 de
 mayo
 de
 1936:
 “Y
 el
 Señor
Buda
nos
enseñó
que
todos
estamos
en
el
camino
de
la
auto
realización,
una
vez
 que
ya
nos
hemos
desprendido
de
los
sacerdotes
y
de
los
libros”.
Y
aún
mas
tarde,
en
 octubre
de
aquel
año,
en
plena
crisis
política
en
Gran
Bretaña,
añadía:
“Descartemos
 todas
las
convenciones,
todas
las
reglas,
todas
las
regulaciones,
y
con
nuestra
mayor
 fortaleza
 entremos
 en
 la
 Cruzada
 y
 asumamos
 la
 misión
 de
 llevar
 esperanza
 a
 las
 personas.
Para
así
mostrar
al
mundo,
y
enseñar,
que
ocultos
en
la
naturaleza
están
los
 gloriosos
 remedios
 que
 son
 más
 poderosos
 de
 cualquier
 otro
 mal”.
 Tres
 años
 más
 tarde
Hitler
invadía
Polonia
y
comenzaba
la
cruenta
Segunda
Guerra
Mundial.

 
 Estos
 son
 los
 hechos.
 Estos
 son
 los
 datos.
 Ahora,
 juzguemos
 por
 nosotros
 mismos.

 
 
 Ricardo
Mateos
Terapeuta
Floral


Desarrollo
de
la
conciencia
a
través
de
la
atención
 del
mundo
emocional

 
 Por
José
Antonio
Sande

En
el
congreso
del
año
pasado,
en
Barcelona,
os
presenté
el
inicio
de
una
línea
 de
 trabajo
 de
 Terapia
 Floral
 y
 niños
 vinculado
 a
 la
 Teoría
 de
 las
 Estructuras
 de
 Luís
 Jiménez.
Todo
ello
se
concretaba
en
unas
fichas,
las
Fichas
florales
para
niñas
y
niños,
 editadas
por
Índigo
a
quien
agradezco
la
confianza
puesta
en
este
proyecto.
 
 
 Este
 congreso
 os
 presento
 los
 avances
 realizados
 en
 dicho
 proyecto
 en
 esta
 ponencia
 titulada
 Desarrollo
 de
 la
 conciencia
 a
 través
 de
 la
 atención
 al
 mundo
 emocional.

 
 
 La
 aplicación
 práctica
 de
 las
 Fichas
 florales,
 los
 cursos
 impartidos
 a
 maestros,
 psicólogos,
terapeutas
y
padres
y
 madres
sobre
mundo
emocional,
 Terapia
 Floral
 y
 Teoría
 de
 las
 Estructuras,
 me
 han
 permitido
 profundizar
en
las
carencias
de
la
 atención
 al
 niño
 como
 un
 ser
 integral,
 holístico,
 con
 conciencia.

 
 
 Estas
 carencias
 son
 grandes
 a
 todos
 los
 niveles.
 Socialmente,
 educativamente
 y
 familiarmente
 se
 tiende
 a
 la
 atención
 de
 los
 planos
 físico
 y
 mental,
pero
se
dejan
de
lado
los
planos
emocional
y
trascendente,
quizás
pensando
 que
“eso
no
es
cosa
de
niños”
o
“¡qué
problema
va
a
tener
un
niño!”.
Pienso
que
esta
 actitud
ante
los
niños
es
inhibidora
de
su
profunda
naturaleza
emocional.
 
 
 Por
 eso,
 con
 la
 perspectiva
 de
 muchas
 horas
 formando
 a
 otras
 personas
 para
 que
 atendiesen
 al
 mundo
 emocional
 de
 sus
 hijos,
 alumnos
 y
 pacientes,
 os
 traigo
 mi
 reflexión
sobre
la
necesidad
de
considerar
a
los
niños
desde
una
mirada
diferente,
que
 si
bien
ya
se
empieza
a
hacer,
creo
que
hace
falta
un
salto
cualitativo
y
cuantitativo
si
 queremos
que
nuestros
niños
se
desarrollen
y
afronten
su
vida
actual
y
de
adulto
de


manera
 saludable
 tal
 y
 como
 lo
 entiende
 la
 Terapia
 Floral,
 como
 la
 consecuencia
 de
 atender
y
mantener
la
coherencia
entre
el
propio
alma
y
la
personalidad.



 
 
 
 La
atención
al
desarrollo
de
la
 conciencia
en
 las
niñas
y
niños
 no
es
 una
idea
nueva,
ha
estado
presente
a
 lo
 largo
 de
 la
 Historia
 en
 aquellas
 personas
 y
 grupos
 en
 los
 que
 el
 mundo
 de
 las
 emociones
 y
 la
 trascendencia
 formaban
 parte
 de
 su
 vida.
 Baste
 como
 ejemplo
 las
 siguientes
citas:
 
 
 “Sin
 lugar
 a
 dudas,
 es
 importante
 desarrollar
 la
 mente
 de
 los
 hijos.
 No
 obstante,
el
regalo
más
valioso
que
se
 les
 puede
 dar
 es
 desarrollarles
 la
 conciencia.”
 John
Gay,
poeta
(1685‐1732)
 
 
 “La
conciencia
es
la
presencia
de
Dios
en
el
hombre.”
 Víctor
Hugo,
escritor
(1802‐1885)
 
 
 Desde
esta
perspectiva,
he
vinculado
el
desarrollo
de
la
conciencia
en
el
niño
a
 la
atención
y
vivencia
ión

de
una
serie
de
cualidades
en
los
diferentes
planos
del
ser.
 
 El
 plano
 físico‐etérico
 es,
 como
 sabéis
 el
 cuerpo
 con
 sus
 células,
 órganos
 y
 sistemas,
todo
lo
que
lo
conforma.
El
plano
etérico
es
la
energía
que
anima
a
la
carne.
 
 El
 plano
 físico‐etérico
 es
 el
 cuerpo
 y
 su
 energía,
 el
 vehículo
 que
 permite
 la
 experiencia
 encarnada
 del
 ser.
 Es
 la
 manera
 que
 la
 Totalidad
 ha
 concebido
 para
 posibilitar
la
vivencia,
la
experiencia
en
este
planeta.
 
 
 En
el
caso
del
ser
humano,
esa
experiencia
vital
que
es
la
vida
creo
que
tiene
 como
sentido
y
finalidad
el
aprendizaje
y
la
comprensión,
para
lo
que
es
necesario
el
 desarrollo
 de
 la
 conciencia
 de
 Sí,
 paso
 previo
 según
 Jung
 para
 el
 desarrollo
 de
 la
 conciencia
del
Sí
Mismo.
En
la
obra
publicada
recientemente
“Clínica
y
Terapia
Floral.
 Teoría
de
las
Estructuras”
se
asemeja
“conciencia
de
Sí”
a
“conciencia”
y
“conciencia
 de
 Sí
 Mismo”
 a
 “consciencia”,
 de
 esta
 manera
 lo
 expresaré
 ya
 que
 este
 trabajo
 está
 fuertemente
vinculado
a
dicha
Teoría.


Como
dije
anteriormente,
cada
uno
de
los
planos
que
conforman
al
niño
tiene
 una
cualidad
a
la
que
es
imprescindible
atender
si
se
quiere
propiciar
el
desarrollo
de
 la
conciencia.

 
 
 La
 cualidad
 del
 plano
 físico‐etérico
 para
 el
 desarrollo
 de
 la
 conciencia
 es
 LA
 LIBERTAD.
 La
 libertad
 entendida
 no
 como
 la
 posibilidad
 de
 hacer
 cualquier
 cosa
 en
 cualquier
momento
y
con
cualquier
consecuencia.
 
 
 La
libertad
entendida
como
la
posibilidad
de
vivir
las
experiencias
vitales
en
la
 niñez
sin
el
continuo
“estar
encima”
de
los
padres,
los
maestros
y
la
propia
sociedad,
 permitiendo
que
los
procesos
naturales
de
exploración
y
aprendizaje
hagan
su
función
 en
los
“cachorros
de
humanos”.
Cuando
en
un
documental
de
la
segunda
cadena
de
 televisión,
 esa
 que
 todos
 vemos
 cuando
 hacen
 estadísticas
 en
 la
 calle,
 vemos
 a
 unos
 cachorros
salvajes
jugar
entre
ellos,
pelearse,
caerse,
revolcarse
o
morder
las
orejas
de
 sus
 padres
 nos
 encanta,
 nos
 enternece,
 nos
 conmueve,
 pero
 cuando
 son
 nuestros
 niños
la
cosa
cambia.
 
 
 Entonces
todo
es
“ten
cuidado
no
te
caigas”,
“a
ver
si
dejáis
de
pelearos
y
jugáis
 en
silencio”,
“¡pero
hijo,
no
te
revuelques
en
la
arena!”.
¿Por
qué
estas
acciones
en
los
 niños
no
nos
enternecen?,
¿por
qué
tantas
veces
frenamos
la
expresión
natural
de
la
 naturaleza
infantil?
 
 
 Cuando
 hablo
 de
 la
 libertad
 hablo
 de
 permitir
 la
 expresión
 natural
 no
 sin
 límites,
 pero
 sí
 sin
 permanentes
 limitaciones,
 fruto
 de
 las
 proyecciones
 del
 mundo
 interior
 adulto,
 de
 las
 “buenas
 costumbres”
 o
 de
 modelos
 repetidos
 durante
 generaciones
que
no
responden
a
las
verdaderas
necesidades
de
los
niños
sino
de
los
 adultos.

 
 
 Es
en
el
ámbito
del
cuerpo
donde
la
experiencia
física,
emocional
o
psíquica
es
 posible,
ya
que
si
no
existiésemos
como
seres
con
cuerpo
la
vivencia
de
la
experiencia,
 tal
como
se
concibe,
no
se
daría.
Sin
embargo,
¿de
qué
sirve
esa
posibilidad
del
plano
 físico‐etérico
si
no
se
permite
su
expresión?

 
 
 La
dimensión
física
propicia
y
permite
la
vivencia,
sin
ella
no
podría
ser,
así
que
 la
 LIBERTAD
 en
 el
 plano
 físico
 es
 la
 cualidad
 necesaria
 para
 la
 exploración,
 el
 aprendizaje
y
la
comprensión
que
llevarán
al
desarrollo
de
la
conciencia.


El
plano
emocional
lo
conforma
todo
lo
relacionado
con
las
emociones,
que
son
 un
 elemento
 principal
 de
 atención
 para
 la
 Terapia
 Floral,
 sin
 embargo
 no
 hay
 que
 olvidar
que
la
emoción
está
vinculada
al
cuerpo
pues
en
él
se
materializa
como
química
 en
las
hormonas,
en
los
neuropéptidos
y
en
otros
soportes
físicos‐químicos.
 
 
 El
plano
emocional
acompaña
de
manera
inseparable
a
la
vivencia.
Es
a
través
 del
plano
emocional
que
el
niño
experimenta
la
vivencia
en
todos
los
matices
que
le
es
 posible.
Es
el
acto
vivo.
El
plano
emocional
del
mundo
de
cada
uno
es
el
que
diferencia
 la
interiorización
de
la
vivencia
y
el
que
la
dota
de
los
matices
que
la
hacen
diferente.
 Podría
hacerse
la
metáfora
de
que
el
plano
emocional
es
la
paleta
de
colores
con
que
 cada
uno
colorea
la
experiencia
en
el
mundo
interno,
en
el
propio
mundo,
y
esa
paleta
 de
 colores
 nunca
 es
 igual
 para
 todos,
 sino
 que
 se
 conforma
 con
 infinidad
 de
 tonos
 y
 matices.
 
 La
 cualidad
 que
 considero
 necesaria
 para
 que
 el
 plano
 emocional
 propicie
 el
 desarrollo
 de
 la
 conciencia
 en
 el
 niño
 es
 LA
 EXPERIENCIA
 y,
 a
 poder
 ser,
 la
 vivencia
 completa
y
plena
de
la
EXPERIENCIA.
Pero
no
estoy
aludiendo
a
la
experiencia
externa,
 sino
 a
 la
 experiencia
 de
 la
 piel
 hacia
 adentro,
 de
 la
 experimentación
 interna
 de
 las
 vivencias
 con
 la
 mayor
 gama
 de
 matices
 posible.
 Esto
 implica
 que
 los
 esquemas,
 los
 modelos
 desde
 los
 que
 el
 niño
 percibe
 la
 experiencia
 externa,
 para
 convertirse
 en
 experiencia
interna,
han
de
ser
amplios,
flexibles,
abiertos,
cambiantes,
demandantes
 de
 nutrición,
 no
 esquemas
 restrictivos,
 inhibidores
 y
 mutiladores
 de
 la
 propia
 naturaleza.
 Creo
 que
 está
 en
 la
 voluntad
 de
 los
 adultos
 y
 los
 sistemas
 que
 rodean
 al
 niño
la
posibilidad
de
permitir
una
mejor
nutrición
del
mundo
emocional.
 
 
 La
dimensión
emocional
acompaña
y
matiza,
consciente
o
inconscientemente
a
 las
vivencias.

 
 
 Cuanto
más
consciente
se
sea
de
la
propia
vida
emocional,
de
los
colores
con
 los
que
se
pinta
la
vivencia
interna
de
la
experiencia,
más
conciencia
se
tendrá
sobre
la


propia
 naturaleza,
 cuestión
 que
 Bach
 proponía
 como
 elemento
 fundamental
 para
 la
 coherencia
y
la
salud.
 
 
 El
 plano
 mental
 está
 relacionado
 con
 la
 mente,
 cuyo
 soporte
 físico
 no
 debe
 restringirse
 solamente
 al
 cerebro
 y
 el
 sistema
 nervioso
 sino
 a
 aspectos
 mucho
 más
 profundos
de
la
naturaleza
humana.
 
 El
 plano
 mental
 es
 la
 mente,
 tiene
 como
 función,
 además
 del
 mantenimiento
 operativo
de
la
vida,
la
gestión
de
la
experiencia
y
la
recogida
de
la
información
para
 crear
 nuevos
 modelos
 de
 relación
 interior
 y
 exterior.
 Según
 ciertas
 líneas
 de
 pensamiento,
 el
 plano
 mental
 es
 el
 primero
 que
 se
 desarrolla
 en
 el
 sujeto
 tras
 la
 intervención
 del
 plano
 causal.
 Esto
le
confiere
una
naturaleza
más
sutil
 que
los
otros
planos
vistos
hasta
ahora
y
 una
 homeostasis
 quizás
 más
 compleja.
 Sin
 embargo,
 la
 atención
 que
 actualmente
se
mantiene
sobre
el
plano
 mental
 restringe
 sus
 capacidades
 a
 aspectos
 concretos
 y
 limitados,
 empobreciendo
 sus
 posibilidades
 y
 su
 potencialidad.

 
 
 

 La
 cualidad
 que
 considero
 natural
 en
 el
 plano
 mental
 para
 el
 desarrollo
 de
 la
 conciencia
 es
 La
 Responsabilidad.
Si
bien
pudiera
ser
que
 el
 conocimiento
 no
 necesariamente
 vaya
 acompañado
 de
 responsabilidad,
 la
 comprensión
 sí
 conlleva
 en
 su
 naturaleza
 la
 responsabilidad.
 ¿Cuál
 es
 la
diferencia
que
hago
entre
conocer
y
comprender?
La
respuesta,
sencilla
de
conocer,
 quizás
sea
algo
más
compleja
de
comprender:
conoce
la
mente,
comprende
el
alma.
 
 
 La
 responsabilidad
 en
 el
 ser,
 en
 el
 niño,
 viene
 dada
 por
 la
 comprensión
 que
 aporta
el
conocimiento
cuando
éste
ha
sido
integrado
en
la
propia
vida,
como
diría
el
 maestro
Eduardo
Grecco:
“cuando
el
conocimiento
ha
sido
encarnado”.

 
 
 A
mayor
comprensión
mayor
responsabilidad
se
adquiere
respecto
a
la
vivencia
 y
futuras
experiencias
en
el
mismo
campo
de
información,
lo
que
no
quiere
decir
que
 dicha
responsabilidad
se
asuma.


Conozco
 muchos
 adultos
 que
 dicen
 comprender,
 sin
 embargo
 no
 veo
 que
 asuman
la
responsabilidad
que
conlleva.
Mi
impresión
es
que,
o
bien
no
comprenden,
 o
bien
no
son
adultos.
Me
inclino
por
esta
última
opción.
 
 La
 Dimensión
 mental
 gestiona
 y
 extrae
 el
 conocimiento
 con
 el
 fin
 de
 proporcionar
información
al
proceso
de
desarrollo
de
la
conciencia.
 
 
 El
plano
trascendente,
tal
y
como
aquí
se
valora,
tiene
que
ver,
como
la
propia
 palabra
 expresa,
 con
 algo
 que
 trasciende
 a
 la
 naturaleza
 física,
 emocional
 y
 mental,
 pero
no
a
la
naturaleza
humana,
ya
que
el
ser
humano
no
sería
tal
sin
su
naturaleza
 trascendente.
 
 El
plano
trascendente
o
causal
es
el
alma.
Es
importante
no
olvidar
que
el
alma
 es
una
entidad
de
naturaleza
procesal
y
que
su
permanente
proceso
se
configura
en
 virtud
de
la
experiencia
del
ser
en
el
que
habita.
Los
niños
son
almas
en
proceso
y
lo
 que
 alimenta
 ese
 proceso
 son
 las
 relaciones
 y
 las
 experiencias.
 De
 esta
 forma
 la
 libertad,
la
experiencia
y
la
responsabilidad
son
nutrientes
fundamentales
tanto
para
el
 cuerpo
como
para
el
alma.
 
 
 Pero…
¿cómo
definir
el
alma
relacionándolo
con
el
desarrollo
de
la
conciencia?
 Alice
Bailey
en
su
obra
“El
Alma:
la
cualidad
de
la
vida”
dice
lo
siguiente:


“Se
puede
definir
al
alma
como
ese
aspecto
significativo
en
cada
forma
(creado
 por
 la
 unión
 del
 espíritu
 y
 la
 materia)
 que
 siente,
 registra
 percepción,
 atrae
 y
 repele,
 responde
o
no,
y
mantiene
todas
las
formas
en
una
constante
actividad
vibratoria.”
 
 El
Alma
posee
actividad
vibratoria,
el
Alma
es
vibración,
es
ritmo,
es
proceso
y
 todo
ello
forma
parte
de
la
naturaleza
del
niño,
que
en
su
tránsito
hacia
la
consciencia
 precisa
de
la
conciencia
como
vía
de
acceso.
 
 
 La
 cualidad
 del
 alma
 es,
 en
 una
 parte
 del
 proceso
 hacia
 la
 trascendencia,
 LA
 CONCIENCIA.
 Desde
 la
 conciencia
 y
 la
 conciencia
 de
 sí,
 consecuencia
 del
 proceso
 de
 individuación,
el
alma
aprehende
el
conocimiento
de
la
mente
y
lo
torna
sabiduría
para
 mantener
en
marcha
su
proceso
de
completud,
respondiendo
a
su
naturaleza
procesal
 y
a
las
finalidades
últimas
de
la
vida,
el
aprendizaje
y
la
comprensión.

Como
podéis
ver
en
la
imagen
los
diferentes
planos
tienen
sus
características
y
 le
 he
 añadido
 la
 cualidad
 que
 propiciará
 el
 desarrollo
 de
 la
 conciencia
 y,
 posteriormente,
hacia
la
consciencia.


En
 el
 Plano
 físico‐etérico
 las
 características
 son
 el
 cuerpo,
 la
 sensación,
 lo
 encarnado.
La
cualidad
es
LA
LIBERTAD.

 
 En
 el
 Plano
 emocional:
 la
 emoción,
 el
 sentimiento,
 la
 vivencia,
 la
 cualidad
 LA
 EXPERIENCIA.
 
 En
el
mental:
la
gestión,
el
conocimiento,
la
cualidad
LA
RESPONSABILIDAD.
 Y
en
el
causal:
el
alma,
la
sabiduría,
la
cualidad
LA
CONCIENCIA.
 
 
 Todo
ello,
como
proceso
y
en
el
plazo
de
muchos
“días
de
colegio”
llevará
hasta
 la
consciencia,
El
Espíritu,
LA
TOTALIDAD
UNA.
 
 
 Pero
los
planos
que
hemos
estado
definiendo
en
el
niño,
con
sus
características
 y
 cualidades,
 no
 se
 relacionan
 entre
 ellos
 de
 manera
 lineal,
 sino
 que
 están
 relacionados
en
un
orden
integral
y
fractal
hasta
iniciar
el
tránsito
hacia
la
Totalidad.
Al
 relacionar
 de
 manera
 integral
 todos
 los
 planos
 resulta
 una
 figura
 que,
 a
 muchos
 de
 nosotros,
nos
será
familiar.
 
 
 Como
podéis
ver,
lo
comentado
hasta
ahora
se
puede
vincular
al
triángulo
de
la
 personalidad
 del
 árbol
 sefirótico,
 el
 árbol
 cabalístico
 de
 la
 vida.
 Sin
 embargo,
 en
 principio,
 el
 trabajo
 para
 el
 desarrollo
 de
 la
 conciencia
 no
 estaba
 inspirado
 en
 ello,
 solamente
a
posteriori
me
pude
dar
cuenta
que
estaba
utilizando
el
mismo
concepto
 que
la
cábala
para
el
desarrollo
del
ser.
¡Vaya
causalidad!

Atendiendo
 al
 triángulo
 de
 la
 personalidad
 y
 vinculándolo
 al
 alma
 como
 elemento
 central
 podemos
 crear
 la
 imagen
 del
 ser
 con
 todos
 sus
 planos
 (cuerpo,
 emoción,
mente
y
alma),
y
al
sustituir
cada
plano
por
la
cualidad
que
precisa
para
el
 desarrollo
de
la
conciencia
nos
queda

lo
que
ahora
podéis
ver
en
la
imagen.


El
 triángulo
 conformado
 por
 la
 LIBERTAD,
 la
 EXPERIENCIA
 y
 la
 RESPONSABILIDAD,
vinculado
a
la
CONCIENCIA
como
proceso
del
alma
en
la
búsqueda
 de
la
CONSCIENCIA
para
la
transmutación
espiritual.
 
 
 Este
proceso
no
se
da
de
manera
lineal,
sino
en
una
dinámica
espiral
de
niveles
 de
 complejidad
 creciente
 u
 holones.
 Cada
 giro
 ascendente
 de
 la
 espiral
 marca
 el
 despertar
de
una
versión
más
elaborada
sobre
lo
que
ya
existe
en
un
momento
dado.
 La
 espiral
 ascendente
 y
 ampliable
 del
 niño
 consiste,
 por
 tanto,
 en
 una
 cadena
 enrollada
 de
 sistemas
 de
 valores,
 visiones
 del
 mundo
 y
 actitudes
 que
 son,
 cada
 una,
 producto
de
su
momento
y
condiciones.
Si
constantemente
se
repite
lo
mismo,
la
vida
 se
 transita
 en
 una
 suerte
 de
 trayectoria
 circular
 en
 la
 que
 el
 final
 vuelve
 a
 ser
 el
 principio.
 Desde
 la
 libertad,
 la
 experiencia
 y
 la
 responsabilidad
 la
 trayectoria
 sigue
 siendo
 circular
 pero
 en
 un
 proceso
 permanente
 de
 ampliación
 en
 el
 que
 el
 final
 no
 coincide
 con
 el
 principio
 sino
 que
 se
 ha
 desplazado
 ampliando
 la
 superficie
 experiencial
y
convirtiendo
al
círculo
en
una
espiral,
la
espiral
de
la
vida,
pero
esta
vez
 con
 un
 poco
 más
 de
 conciencia.
 Esto
 es
 algo
 que
 se
 puede
 aprender,
 
 igual
 que
 se
 aprende
a
estar
limitado.
 
 Las
 etapas
 de
 desarrollo
 de
 la
 conciencia
 en
 el
 niño
 son
 similares
 a
 las
 del
 desarrollo
 de
 las
 sociedades.
 En
 la
 interesante
 teoría
 de
 la
 Dinámica
 Espiral
 de
 Clare
 Graves,
 en
 cuyo
 trabajo
 se
 fundamentan
 algunas
 de
 las
 reflexiones
 de
 Ken
 Wilber
 sobre
el
desarrollo
de
la
conciencia
se
establecen,
al
menos,
ocho
etapas
del
desarrollo
 de
la
conciencia
en
el
individuo
en
base
a
los
siguientes
valores:


Nivel
 1.
 Instinto
 de
 supervivencia,
 en
 la
 imagen
 relacionado
 con
 la
 conciencia
 arcaica.
 Nivel
2.
Protección
y
magia,
relacionado
con
la
conciencia
tribal.
 Nivel
3.
Impulso
y
poder,
relacionado
con
la
conciencia
guerrera.
 Nivel
4.
Propósito
y
orden,
relacionado
con
la
conciencia
tradicional.
 Nivel
5.
Razón
y
éxito,
relacionado
con
la
conciencia
modernista.
 Nivel
6.
Sensibilidad
y
relativismo,
relacionado
con
la
conciencia
postmoderna.
 Nivel
7.
Integración
y
responsabilidad,
relacionado
con
la
conciencia
integral.
 Nivel
8.
Holístico
y
planetario,
relacionado
con
la
conciencia
postintegral.

 
 En
la
línea
de
trabajo
de
la
Teoría
de
las
Estructuras,
este
desarrollo
en
espiral
 está
relacionado
con
la
Ruta
Solar,
es
decir,
con
el
tránsito
ampliador
de
la
conciencia
a
 través
de
los
siete
grupos,
tal
como
Bach
clasificó
las
tipologías,
y
a
través
de
cada
una
 de
 las
 treinta
 y
 ocho
 estructuras
 que
 los
 componen,
 en
 las
 cuales
 Luís
 Jiménez
 ha
 profundizado
como
se
pone
de
manifiesto
en
su
obra.

 
 
 Cada
 vuelta
 de
 la
 espiral
 es
 un
 transitar
 por
 todas
 y
 por
 cada
 una
 de
 las
 38
 estructuras,
 teniendo
 la
 oportunidad
 de
 explorar
 el
 territorio
 psicoemocional,
 atendiendo
 más
 a
 aquellas
 estructuras
 en
 las
 que
 hay
 mayor
 necesidad
 de
 avance
 y
 aprendizaje,
 siendo
 éstas
 las
 que,
 en
 un
 momento
 dado,
 pueden
 ser
 identificadas
 como
predominantes
por
la
limitación,
tensión
o
conflicto
con
que
se
viven.
 
 
 Esta
 tendencia
 al
 aprendizaje
 en
 las
 estructuras
 implica
 una
 dinámica
 de
 autotrascendencia
 dual,
 ya
 que
 la
 exploración
 del
 campo
 de
 información
 de
 dicha
 estructura
propicia
la
vivencia
de
sus
contenidos
en
todo
el
espectro,
es
decir,
desde
lo
 más
limitado
a
lo
más
evolucionado,
desde
lo
más
instintivo
a
lo
más
trascendente
y
 en
todos
los
planos.
 
 
 Partiendo
 de
 la
 premisa
 de
 que
 la
 vida
 tiene
 como
 finalidad
 última
 el
 aprendizaje
 y
 la
 comprensión,
 y
 que
 la
 misma
 vida
 se
 expresa
 y
 desarrolla
 en
 un
 ámbito
 de
 estructuras
 que
 permiten
 la
 exploración
 y
 experimentación,
 la
 actitud
 o
 intención
 con
 la
 que
 el
 niño
 impregna
 sus
 experiencias
 puede
 favorecer
 o
 limitar
 el
 proceso
de
evolución.
Además,
cada
uno
de
los
planos
tiene
su
propio
ritmo,
así
como
 cada
 niño
 o
 niña.
 Hay
 que
 tener
 muy
 en
 cuenta
 los
 ritmos
 ya
 que
 tanto
 el
 defecto
 como
el
exceso
se
alejan
de
la
virtud,
y
por
tanto
de
la
armonía
y
el
equilibrio.


Ciñéndonos
al
ámbito
de
lo
humano
se
puede
definir
una
estructura
como:

“El
campo
de
información
experiencial,
emocional,
energético
y
vital
que
cada
 persona
transita,
a
lo
largo
de
su
vida,
en
una
dinámica
de
evolución
personal
que,
de
 manera
consciente
o
inconsciente,
es
realizada
como
respuesta
a
la
finalidad
última
de
 la
vida,
el
aprendizaje
y
la
comprensión”.
 
 
 Esta
 definición
 de
 estructura
 aparece
 en
 la
 página
 117
 del
 libro
 “Clínica
 y
 Terapia
Floral.
Teoría
de
las
Estructuras”
de
la
Editorial
Índigo.
 
 
 De
la
vivencia
nace
el
conocimiento,
del
conocimiento,
tras
su
reposo,
nace
la
 sabiduría
y
de
ésta
la
ampliación
de
la
conciencia
en
la
estructura.
 
 La
 actitud
 vital
 y
 los
 aprendizajes
 favorecerán
 (o
 no,
 según
 se
 vivencie)
 un
 mayor
 grado
de
conciencia,
responsabilidad
y
libertad.
El
 reconocimiento
 de
 las
 estructuras
 psicoenergéticas‐emocionales
 que
 propician
 la
 exploración,
la
experiencia
y
el
aprendizaje,
en
el
 proceso
 vital
 del
 niño,
 es
 un
 factor
 fundamental
 en
 la
 consecución
 del
 objetivo
 de
 aprendizaje
 y
 evolución.
 
 
 “El
 individuo,
 sin
 embargo,
 es
 generalmente
 tan
 ignorante
 que
 desconoce
 en
 absoluto
 sus
 propias
 posibilidades
 de
 elección
 y
 por
esta
razón
busca
siempre
angustiosamente
las
 reglas
y
leyes
externas
en
que
poder
confiar
en
su
 desorientación.
 Visto
 desde
 la
 insuficiencia
 humana
 general,
 una
 gran
 parte
 de
 culpa
 reside
 en
 la
 educación,
 que
 se
 orienta
 exclusivamente
 a
 lo
 que
 se
 sabe
 en
 general,
 pero
 no
 trata
 de
 lo
 que
 es
 experiencia
 personal
del
individuo”.
 
 (“Recuerdos,
sueños,
pensamientos”,
pág.
386.
C.
G.
Jung,
Editorial
Seix
Barral,
 2008)
 
 
 La
 educación
 actual
 de
 las
 niñas
 y
 niños
 atiende,
 fundamentalmente,
 a
 los
 planos
 mental
 y
 físico,
 dejando
 de
 lado
 el
 plano
 emocional.
 Esto
 implica
 no
 sólo
 ignorancia
sobre
el
propio
ser,
sino
un
desarrollo
no
armónico
del
niño
que,
el
día
de
 mañana,
se
convertirá
en
un
adulto
ignorante
de
su
mundo
emocional
y
de
la
vía
que
 puede
suponer
para
ampliar
la
conciencia
sobre
su
vida.


En
 palabras
 de
 Osho:
 “La
 profundidad
 y
 el
 sentido
 de
 tu
 vida
 serán
 proporcionales
a
tu
nivel
de
conciencia”.
 
 
 Edward
Bach,
a
través
de
su
Terapia
Floral,
y
de
la
filosofía
que
en
ella
subyace,
 invita
 al
 ser
 humano
 (también
 a
 las
 niñas
 y
 niños)
 al
 autoconocimiento,
 es
 decir,
 a
 dotar
 de
 “profundidad
 y
 sentido
 a
 la
 vida”,
 atendiendo
 al
 mundo
 emocional
 y
 al
 trascendente,
a
la
desarmonía
y
a
la
congruencia
entre
Alma
y
personalidad.

La
idea
aquí
presentada
tiene
como
intención
trasladar
a
las
niñas
y
niños,
en
 su
vida
cotidiana,
de
forma
sencilla
y
práctica,
los
principios
filosóficos
fundamentales
 de
la
Terapia
Floral
y
de
la
Teoría
de
las
Estructuras,
para
que,
poco
a
poco,
aprendan
a
 conocer
y
transitar
por
su
mundo
emocional
como
hecho
fundamental
en
el
desarrollo
 de
su
personalidad,
su
conciencia
y
su
Alma.
 
 
 La
 atención
 permanentemente
 centrada
 en
 los
 planos
 físico‐etérico
 y
 mental
 no
 sólo
 permiten
 el
 desarrollo
 del
 yo
 como
 parte
 de
 un
 proceso
 más
 amplio
 en
 la
 evolución
 del
 niño,
 sino
 que,
 a
 menudo,
 lo
 densifican
 de
 tal
 modo
 que
 se
 impide
 el
 proseguir
del
propio
proceso
dejando
de
lado
la
dimensión
emocional,
impidiendo
la
 atención
 y
 el
 desarrollo
 de
 las
 cualidades
 propias
 de
 esta
 dimensión,
 fundamentales
 para
el
desarrollo
de
la
conciencia.
 
 Una
 vía
 para
 el
 desarrollo
 de
 la
 conciencia
 es
 la
 atención,
 reconocimiento,
 comprensión
y
equilibrio
de
las
experiencias
del
propio
mundo
emocional.
 
 
 ¿Por
qué
atendiendo
al
plano
emocional
se
puede
desarrollar
la
conciencia?


Desde
la
perspectiva
planteada
en
la
Teoría
de
las
Estructuras
la
conciencia
es
 el
 reconocimiento
 del
 “sí
 mismo”
 en
 la
 personalidad,
 es
 decir,
 el
 autoconocimiento.
 Pero
 este
 autoconocimiento
 ha
 de
 abarcar,
 para
 el
 niño,
 las
 dimensiones
 física,
 emocional
y
mental,
y
más
tarde,
cuando
tenga
capacidad
para
ello,
la
trascendente.
 
 
 Las
 experiencias
 son
 vivenciadas
 en
 función
 del
 grado
 de
 desarrollo
 de
 la
 conciencia
 del
 niño.
 Por
 ello,
 la
 experiencia
 nunca
 es
 percibida
 de
 manera
 completa,
 sino
filtrada
y
limitada
por
el
grado
de
conciencia.

 
 
 

 ¿Cómo
 ampliar
 el
 marco
 de
 vivenciación
 de
 la
 experiencia?,
 atendiendo
 al
 ámbito
emocional
que
la
acompaña,
la
matiza,
la
colorea
y
le
da
un
tipo
de
contenido.

 
 
 La
emoción
pone
de
manifiesto
aquellas
estructuras
que
predominan
durante
 la
 experiencia,
 aportando
 información
 e
 indicando
 si
 el
 tránsito
 por
 el
 espectro
 psicoemocional
de
la
estructura
se
realiza
de
manera
fluida
o
se
produce
algún
tipo
de
 bloqueo
 emocional
 que
 dificulta
 la
 integración
 de
 la
 experiencia.
 Aprender
 para
 comprender,
 comprender
 para
 trascender
 la
 conciencia
 en
 el
 tránsito
 hacia
 la
 consciencia
es
el
objetivo
del
autoconocimiento.
 
 
 Desde
 una
 perspectiva
 de
 tránsito
 y
 exploración
 de
 la
 estructura,
 la
 emoción
 acompaña
a
la
experiencia
dotándola
de
matices,
valor
y
significado.
En
el
caso
de
no
 completar
la
experiencia
la
emoción
permanece
como
huella
de
lo
no
completado,
de
 lo
no
aprendido,
afectando
hasta
tal
punto
que
se
puede
convertir
en
una
actitud,
en
 un
hábito
que
dé
forma
al
carácter.
 
 
 En
 palabras
 de
 Krishnamurti:
 “Cuando
 vivís
 una
 experiencia
 por
 completo,
 totalmente,
 ¿os
 habéis
 dado
 cuenta
 de
 que
 no
 deja
 ninguna
 huella?
 Sólo
 las
 experiencias
 incompletas
 dejan
 su
 marca,
 dando
 continuidad
 a
 un
 recuerdo
 que
 se
 autoalimenta.”
 
 Así,
 la
 experiencia
 incompleta
 se
 desvanece
 en
 el
 proceso
 temporal
 del
 consciente
 pero
 la
 emoción
 que
 acompañaba
 a
 la
 experiencia
 queda
 anclada
como
huella
de
lo
no
aprendido.
 Este
 anclaje
 puede
 ser
 inconsciente
 o
 consciente.
 En
 el
 plano
 inconsciente
 el
 tiempo
 no
 existe
 como
 proceso,
 no
 hay
 posibilidad
de
pasado,
todo
es
ahora.
Es
 esta
 huella
 emocional,
 en
 la


atemporalidad
 del
 inconsciente,
 la
 que
 pone
 de
 manifiesto
 lo
 no
 aprendido
 como
 demanda
del
proceso
de
desarrollo.
 
 
 Antes
 de
 continuar
 quizás
 sea
 necesario
 aclarar
 la
 diferenciación
 que,
 en
 esta
 línea
 de
 trabajo,
 y
 dentro
 de
 la
 Teoría
 de
 las
 Estructuras,
 se
 hace
 entre
 conciencia
 y
 consciencia.
 
 
 La
 conciencia
 es
 el
 reconocimiento
 del
 “sí
 mismo”
 en
 la
 personalidad,
 la
 sensación
de
yo
que
nos
permite
sentir
la
vida
y
contemplarla.
 
 
 Podríamos
decir
que
la
conciencia
es
lo
que
implica
la
presencia
de
la
identidad,
 del
 Yo,
 manteniéndose
 el
 Alma
 identificada
 con
 la
 “conciencia
 de
 sí
 misma”
 de
 la
 personalidad.
 Y,
 como
 anteriormente
 señalé,
 se
 manifiesta
 en
 diferentes
 grados
 que
 en
la
Dinámica
Espiral
de
Clare
Graves
se
denominan
“niveles
de
subsistencia”.
 
 
 La
 consciencia
 “Es”
 por
 sí
 misma,
 no
 necesita
 “yo
 personal”,
 individual
 y
 separado
que
la
contemple
para
“Ser”.
 
 
 Podríamos
 decir
 que
 la
 consciencia
 y
 Dios,
 para
 el
 hombre,
 son
 la
 misma
 entidad.
Y,
según
la
Dinámica
Espiral,
se
manifiesta
en
los
niveles
del
Ser.
 
 
 “Cuanto
 más
 consciente
 se
 es
 de
 las
 capas
 conscientes,
 más
 emergen
 a
 la
 superficie
las
ocultas;
si
las
capas
conscientes
están
confusas
y
perturbadas,
entonces
 las
capas
de
la
conciencia
no
pueden
proyectarse
a
la
conciencia,
salvo
a
través
de
los
 sueños”.

Krishnamurti.
 
 En
 esta
 afirmación
 del
 gran
 maestro
 Krishnamurti
 queda
 constancia
 de
 la
 necesidad
 de
 atender,
 armonizar,
 equilibrar
 y
 tomar
 conciencia
 de
 la
 propia
 conciencia,
 no
 de
 manera
 superficial
 y
para
la
simple
subsistencia,
sino
de
 manera
 profunda,
 para
 poder
 desarrollar
el
Ser.
 
 
 La
atención
a
todos
los
planos
 en
 la
 infancia,
 la
 niñez
 y
 la
 juventud
 es
fundamental
para
el
desarrollo
del
 yo
 como
 centro,
 es
 decir,
 para


desarrollar
la
conciencia
de
sí,
paso
fundamental
para
la
individuación,
el
nacimiento
 del
individuo
como
ser
indivisible
y
completo.
 
 
 Desde
 la
 perspectiva
 aquí
 presentada,
 toda
 experiencia
 va
 acompañada,
 consciente
o
inconscientemente,
de
un
marco
emocional.
En
el
ámbito
de
la
Teoría
de
 las
 Estructuras
 se
 establecen
 38
 campos
 o
 estructuras
 emocionales
 organizadas
 en
 7
 grupos
tal
y
como
Edward
Bach
lo
estableció
y
ya
señalé
anteriormente.
 
 
 Cada
uno
de
los
grupos
contempla
un
tipo
concreto
de
emociones
enmarcadas
 en
 un
 espectro
 psicoemocional
 y
 experiencial
 dual,
 de
 modo
 que
 la
 vivencia
 de
 la
 emoción
 implica
 la
 exploración
 del
 contenido
 en
 todo
 el
 espectro.
 Todo
 ello
 invita
 a
 vivir
 la
 vida
 en
 un
 continuo
 acto
 exploratorio
 en
 el
 que
 el
 tesoro
 a
 descubrir
 es
 la
 conciencia
 de
 sí
 para
 más
 tarde,
 a
 medida
 que
 el
 proceso
 avance,
 alcanzar
 la
 consciencia
 y
 reconocer
 el
 sentido
 trascendente
 de
 la
 vida
 como
 elemento
 fundamental
de
armonía,
alegría
y
salud.
 
 
 Para
terminar,
no
he
querido
resistir
el
impulso
de
añadir
estas
cuatro
citas
de
 Jung,
pertenecientes
a
su
libro
de
memorias
ya
citado
anteriormente
y
que
siempre
es
 de
gran
inspiración
para
mí.
 
 “Mi
vida
es
la
historia
de
la
autorrealización
 de
 lo
 inconsciente.
 Todo
 cuanto
 está
 en
 el
 inconsciente
quiere
llegar
a
ser
acontecimiento,
y
la
 personalidad
 también
 quiere
 desplegarse
 a
 partir
 de
sus
condiciones
inconscientes
y
sentirse
como
un
 todo”.
(17)
 
 
 “Vosotros
no
sabéis
que
Dios
quiere
que
yo
 haga
 incluso
 lo
 injusto,
 que
 piense
 en
 lo
 prohibido
 para
poder
participar
de
su
gracia”.
(59)
 
 
 “Existen
 hechos
 que
 ciertamente
 ignoramos,
 pero
 que
 influyen
 en
 nuestra
 vida
 y
 ello
 tanto
 más
 cuanto
más
ignorados
son”.
(114)
 
 
 “…
 hay
 que
 suponer
 que,
 al
 igual
 que
 lo
 inconsciente
 actúa
 en
 nosotros,
 también
el
incremento
de
nuestra
consciencia
influye
en
el
inconsciente”.
(382)

 
 
 
 
 
 
 
 
 José
Antonio
Sande
 
 
 
 
 
 
 
 Terapeuta
Floral
 
 
 
 
 
 
 
 Maestro


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.