Esta gran ruta nos presenta lo más esencial del espíritu galaico. Su relieve está salpicado de castillos, pazos, iglesias, muíños (molinos de agua), cruceiros, castros, petroglifos y demás vestigios que nos transportan hacia una historia rica, que se ha desarrollado en una naturaleza fértil y hermosa. El itinerario constituye también un evocador testigo de las correrías del más famoso de los señores feudales de la zona, don Pedro Álvarez de Soutomaior, conde de Camiña, cuyas hazañas, reales o imaginarias, llenan buena parte del siglo XV en Galicia.