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El cambio climático y sus impactos afectan al bienestar y la salud mental

En otras páginas de la publicación hemos visto como distintos efectos del cambio climático pueden afectar a la salud mental en una compleja red de relaciones. Así, recordemos que el cambio climático puede afectar directamente por la exposición a traumas psicológicos y situaciones vitales estresantes, como las vividas en desastres naturales climáticos cada vez más frecuentes por su causa, con lesiones, traumatismos, pérdida de vida de personas y bienes, y desplazamientos involuntarios. Estos afectan a la percepción de la salud y la seguridad de las personas y constituyen un factor de riesgo para estados de ansiedad, estrés post-traumático, depresión y suicidio. También hay evidencias de efectos indirectos a través de estrés físicos, como la propia exposición a temperaturas extremas. Algunos estudios apuntan también hacia un aumento de la tasa de suicidios durante episodios de temperaturas extremas y sequía. Entre los efectos indirectos también se citan los provocados por el estrés frente a la presencia de ambientes deteriorados o entornos degradados. Será similar a los que algunos denominan solastalgia.

¿EXISTE LA SOLASTALGIA?

En 2003 el filósofo australiano Glenn Albrecht acuñó el término solastalgia, (que publicó por primera vez en 2005), para describir una nueva clase de angustia psíquica o existencial provocada por la degradación del medio ambiente, particularmente nuestro entorno más cercano y habitual. Las personas expuestas a esos cambios ambientales experimentan afectos negativos que se ven agravados por la sensación de impotencia o falta de control sobre el proceso de cambio que se desarrolla, por la incapacidad de hacer nada al respecto. Sus primeros trabajos fueron en torno al impacto de la minería a cielo abierto de carbón y las sequías persistentes en algunas zonas de Australia. Pero también lo ha encontrado en países en vías de desarrollo, como Indonesia. Albrecht aplica el término a una gran variedad de situaciones, pero lo cita con frecuencia en relación con el cambio climático, el calentamiento global y el caos climático, por lo que en algunos medios se ha identificado como dolor por los efectos del cambio climático. La palabra solastalgia es un neologismo fruto de la fusión la palabra solace o solacium (consuelo) y algia (dolor) y nace por analogía y como evolución de la nostalgia (el dolor de las personas que se encuentran lejos de casa y quieren volver) para llegar a describir la vivencia al enfrentarse a un lugar de la Tierra que se han trasformado negativamente por los profundos cambios ambientales que ha sufrido. Es una nostalgia pero en tu propia casa. Albrecht sostiene que la solastalgia puede llevar a un malestar generalizado, sentimientos de pérdida y duelo y, con ello, provocar problemas de salud más graves, como el abuso de drogas, dolencias físicas y enfermedades mentales, como ha sucedido en algunas comunidades indígenas donde su medio ambiente secular se ha transformado y degradado profundamente. Como solución propone al apoyo mutuo y la solidaridad entre los miembros de la comunidad y participar de manera directa para restaurar y reparar esos problemas ambientales. No sabemos si se puede aceptar científicamente como una enfermedad específica pero quizá este nuevo concepto nos ayude a comprender el impacto psicológico del creciente deterioro ambiental en todo el mundo, particularmente los desafíos que plantea el cambio climático, y cómo la buena salud de las personas está ligada íntimamente a la salud de los ecosistemas.

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