Celebración 158 Aniversario

del Seminario Conciliar de Querétaro

Fuente: Seminario Conciliar de Querétaro

¡Al Dios bueno y grande demos gracias!

Celebramos con gran alegría el 158 Aniversario de la Fundación de nuestro Seminario Conciliar de Querétaro. Todas las casas de formación que integran la gran familia seminario nos reunimos este fin de semana para agradecer por un año más de bendición en esta noble institución.

Que la Santísima Virgen de Guadalupe Patrona Principal de nuestro Seminario, siga intercediendo por nosotros y por los sacerdotes de nuestra amada Diócesis de Querétaro que aquí se han formado.

En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria, llamado Sicar, cerca de campo que dio Jacob a su hijo José. Ahí estaba el pozo de Jacob. Jesús, que venía cansado del camino, se sentó sin más en el brocal del pozo. Era cerca del mediodía. Entonces llegó una mujer de Samaria a sacar agua y Jesús le dijo: “Dame de beber”. (Sus discípulos habían ido al pueblo a comprar comida). La samaritana le contestó: “¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?”. (Porque lo judíos no tratan a los samaritanos). Jesús le dijo: “Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, tú e pedirías a él, y él te daría agua viva”. La mujer le respondió: “Señor, ni si quiera tienes con que sacar el agua y el pozo es profundo, ¿cómo vas a darme agua viva? ¿Acaso eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del que bebieron él y sus hijos y sus ganados?”. Jesús le contestó: “El que bebe de esta agua vuelve a tener sed. Pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed; el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un manantial capaz de dar la vida eterna”

La mujer le dijo: “Señor, dame de esa agua para que no vuelva a tener más sed ni tenga que venir hasta aquí a sacarla”. El le dijo: “Ve, llama a tu marido y vuelve”.

La mujer le contestó: “No tengo marido”. Jesús le dijo: “Tienes razón en decir ‘No tengo marido’. Has tenido cinco y el de ahora no es tu marido. En eso has dicho la verdad”. La mujer le dijo: “Señor, ya veo que eres profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte, y ustedes dicen que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén”. Jesús le dijo: “Créeme, mujer, que se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adorarán al Padre. Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos. Porque la salvación viene de los judíos. Pero se acerca la hora, y ya está aquí, en que los que quieran dar culto verdadero adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así es como el Padre quiere que se le dé culto. Dios es espíritu, y los que adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad”. La mujer le dijo: “Yo sé que va a venir el Mesías (es decir, Cristo). Cuando venga, él nos dará razón de todo”. Jesús le dijo: “Soy yo, el que habla contigo”. En esto llegaron los discípulos y se sorpren-

12 el Mesías llamado Cristo? v.25

Jn 4,5-42 dieron de que estuviera conversando con una mujer; sin embargo, ninguno le dijo: ‘¿Qué le preguntas o de qué hablas con ella?’. Entonces la mujer dejó su cántaro, se fue al pueblo y comenzó a decirle a la gente: “Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será este el Mesías?” Salieron entonces de la ciudad y fueron a su encuentro. Mientras tanto, los discípulos le insistían a Jesús, diciendo: “Come, Maestro”. Pero él les dijo: “Yo tengo para comer un alimento que ustedes no conocen”. Los discípulos se preguntaban entre sí: “¿Alguien le habrá traído de comer?”. Jesús les respondió: “Mi comida es hacer la voluntad de aquel que me envió y llevar a cabo su obra. Ustedes dicen que aún faltan cuatro meses para la cosecha. Pero yo les digo: Levanten los ojos y miren los campos: ya están madurando para la siega. Ya el segador recibe su salario y recoge el grano para la Vida eterna; así el que siembra y el que cosecha comparten una misma alegría. Porque en esto se cumple el proverbio: ‘uno siembra y otro cosecha’ Yo los envié a cosechar adonde ustedes no han trabajado; otros han trabajado, y ustedes recogen el fruto de sus esfuerzos”. Muchos samaritanos de esta ciudad habían creído en él por la palabra de la mujer, que atestiguaba: “Me ha dicho todo lo que hice”. Por eso, cuando los samaritanos se acercaron a Jesús, le rogaban que se quedara con ellos, y él permaneció allí dos días. Muchos más creyeron en él, a causa de su palabra. Y decían a la mujer: “Ya no creemos por lo que tú has dicho; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es verdaderamente el Salvador del mundo”

Palabra del Señor

Repasar El Texto Le Do

¿A dónde llegó Jesús? v.5 ¿Quién llegó a donde estaba Jesús y qué le pidió? v.7 ¿Qué respondió la mujer a Jesús? v.9 ¿Qué le explica Jesús ante su negativa? v.10 ¿Qué pide la mujer a Jesús y para qué? v.15

¿A quién pidió Jesús que llamara la mujer y qué le contestó? vv.16-17

¿Por qué la mujer vio que Jesús es un profeta? v.18-19 ¿Dónde adoran a Dios los samaritanos y dónde los judíos? v.20 ¿Dónde y cómo debe ser adorado el Señor? vv.2124 ¿Qué sucederá cuando venga

¿Quién es el Mesías esperado? v.26 ¿Por qué creyeron muchos samaritanos? v.39 ¿Qué dijeron los samaritanos a la mujer después de escuchar a Jesús? vv.41-42

Explicaci N Del Texto

Los rabinos judíos y los textos de Qumrán comparaban la Torah (la Ley) con un agua que limpia, apaga la sed y fomenta la vida. Para san Juan Cristo es la plenitud de algo que la Ley sólo era capaz de prometer Era inaudito que un rabino dialogara familiarmente con una mujer en público,lomismoqueunjudíopidiera de beber a un samaritano. Los judíos consideraban impuros a los samaritanos y, en consecuencia, también sus utensilios para comer o beber.

Elaguavivaesentendidaenprincipio como agua corriente, en oposición a la del pozo o la cisterna, pero Jesús explicará que significa el “agua de vida” que designa la vitalidad, la revelación y la sabiduría divinas.

También los samaritanos se tenían por descendientes de los patriarcas, a través de las tribus de Efraím y Manasés. El agua del pozo se caracterizaba como “agua del judaísmo”. El agua que dará Cristo, saciará la sed para siempre. Jesús le viene a dar plenitud a la antigua alianza.

Jesús tiene que admitir que la revelación de Dios se ha conservado en el judaísmo y no en las desviaciones de los samaritanos. Viene una hora, que es la hora de la glorificación de Jesús, es la hora de la Iglesia, el culto auténtico de los creyentes depende, en cuanto a su eficacia, de la glorificación de Cristo.

Meditaci N Del Texto

(Cada uno comparte su reflexión)

Jesús es el agua viva del que brota la vida eterna, es un agua de mayor calidad que la del pozo de Jacob. El simbolismo es claro, Jesús, el Nuevo Testamento, es superior al antiguo, representado por Jacob. Jesús es el don del Padre para su Iglesia, él es la vida eterna, es el don del Espíritu Santo, que llevará a los hombres a la verdad completa. La samaritana representa a la región de Samaria donde se había dado culto a cinco dioses (2Re 17, 24s). Representa también a todos los buscadores de Dios a través de los múltiples errores y equivocaciones de la vida.

Escuchamos a nuestros pastores que nos dicen: “El encuentro de Jesús con la mujer samaritana nos enseña, que no hay hombre o mujer que en su vida, como la mujer de Samaría, no se encuentre junto a un pozo con un cántaro vacío, con la esperanza de saciar el deseo más profundo del corazón, aquel que sólo puede dar significado pleno a la existencia. Hoy son muchos los pozos que se ofrecen a la sed del hombre, pero conviene hacer discernimiento para evitar aguas contaminadas. Es urgente orientar bien la búsqueda, para no caer en desilusiones que pueden ser ruinosas. Como Jesús, en el pozo de Sicar, también la Iglesia siente el deber de sentarse junto a los hombres y mujeres de nuestro tiempo, para hacer presente al Señor en sus vidas, de modo que puedan encontrarlo, porque sólo su Espíritu es el agua que da la vida verdadera y eterna. Sólo Jesús es capaz de leer hasta lo más profundo del corazón y desvelarnos nuestra verdad: «Me ha dicho todo lo que he hecho», confiesa la mujer a sus vecinos. Esta palabra de anuncio —a la que se une la pregunta que abre a la fe: «¿Será Él el Cristo?»— muestra que quien ha recibido la vida nueva del encuentro con Jesús, a su vez no puede hacer menos que convertirse en anunciador de verdad y esperanza para los demás. La pecadora convertida deviene mensajera de salvación y conduce a toda la ciudad hacia Jesús. De la acogida del testimonio la gente pasará después a la experiencia personal del encuentro: «Ya no creemos por lo que tú has dicho; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que Él es verdaderamente el Salvador del mundo». (Mensaje final del Sínodo de los Obispos sobre la nueva evangelización).

Compromiso Personal Y Comunitario

Intensificar los momentos de oración a solas con el Señor Jesús en el Santísimo sacramento.

Estudiar la Palabra de Dios para conocer más y amar más a Jesús el Salvador del mundo.

Vivir el estilo de vida que Jesús propone en su Palabra

Dejarnos interpelar por la Palabra de Jesús que nos habla a través de los acontecimientos y las personas.

Misionar en la Parroquia para llevar a muchos hermanos al encuentro de Jesús para que tengan una experiencia personal de conversión.

Terminar