PREPARACIÓN PARA PENTECOSTÉS

Orar por el don del Espíritu Santo. Al igual que los discípulos en Pentecostés, podemos pedir al Espíritu Santo que nos llene con sus dones y frutos. Podemos pedir que nos ayude a crecer en santidad, a discernir su voluntad y a vivir de acuerdo con ella.

Leer y meditar en la historia de Pentecostés en Hechos 2. La lectura de este capítulo nos ayuda a recordar el regalo del Espíritu Santo y la importancia de su presencia en nuestras vidas.

Participar en la Eucaristía y los sacramentos de la Iglesia. A través de los sacramentos, especialmente de la Eucaristía y la Confirmación, podemos recibir la gracia del Espíritu Santo y fortalecernos en nuestra vida espiritual.

Reflexionar sobre la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas. Podemos preguntarnos cómo el Espíritu Santo nos ha guiado y fortalecido en el pasado, y cómo podemos abrirnos más a su acción en el futuro.

Buscar oportunidades para servir y dar testimonio de nuestra fe. El Espíritu Santo nosdalosdonesnecesariosparaservirala Iglesia y al mundo. Podemos buscar maneras de compartir nuestra fe con los demás y de servir a los necesitados en nuestra comunidad.

Compartir con otros nuestra preparación para Pentecostés. Podemos hablar con amigos y familiares sobre nuestra preparación para Pentecostés y animarlos a unirse a nosotros en la oración y la reflexión en torno al don del Espíritu Santo.