2 minute read

Mercedes Moyano: “En casa se hacía el patay y la jalea de algarroba”

Dentro del marco del Programa de Salvaguarda de la Memoria Ancestral Comunitaria que Relatos del Viento lleva adelante junto al municipio de Colonia Caroya, se comparte un nuevo material sobre lo conversado con Mercedes Moyano (92) vecina de Colonia Caroya, criada y nacida en el Paraje Las Astillas.

Primero, su sonrisa y su alegría que, a pesar de los pesares, nunca la abandonaron en estos 91 años tan bien llevados.

Advertisement

Luego, el brillo en sus ojos al recordar, con lujo de detalles, su vida en el Paraje Las Astillas, treinta kilómetros al norte de la Colonia.

Cuando la Mecha se sienta a conversar sobre las cosas de antes, el pasado cobra vida frente nuestro, como si nos estuviesen proyectando una película.

Ahí la vemos a su abuela juntando algarroba, a su madre moliendo en el mortero, a sus hijos e hijas colaborando en las tareas y a ese fastuoso monte que hoy apenas es un recuerdo.

Mercedes Moyano, digna hija de esta tierra: ¡Gracias por enseñarnos tanto!

El tero anuncia a un ausente

Pasaba un tero por arriba de la casa y decíamos; Va a venir un ausente. Y era cierto. Un “ausente” decíamos nosotros era una persona que hacía muy mucho que no lo veíamos.

Patay pasado en aunchi

Nombre: Mercedes Moyano

Edad: 92 años.

Lugar y fecha: Colonia Caroya, 09/11/2022

Recopilaron: Pablo Rosalía y Patricia Rionda (Asociación Cultural Relatos del Viento)

Mirá:https://youtu.be/Gg5vTrr5IyA

Programa de Salvaguarda de la Memoria Ancestral Comunitaria

Coordinan: Asociación Cultural Relatos del Viento, área de Cultura y área de Adultos Mayores de la Municipalidad de Colonia Caroya.

Nosotros hacíamos mucho patay. Molíamos en mortero cuando estaba seca la algarroba negra, se hacía una harina y después la pasábamos por un colador. A esa harina se la ponía en una fuente, se la apretaba bien, se le pasaba un papel quemado por arriba para que se haga el patay. Y se le ponía arriba todo ese aunchi que sobraba de la molienda (afrecho o harina integral gruesa de algarroba que servía para conservar el patay) Al otro día, sacaba el patay y se lo guardaba en unos cajones. Luego, con el aunchi ese que sobraba, se hacía una jalea riquísima.

Curar con el rastro

Había gente que curaba con el rastro. Usted tenía que caminar, que dar vuelta la casa, el ranchito. Y esa persona que curaba venía atrás suyo, pero usted no se podía dar vuelta. Y cuando terminaba, venía y con una pala le daba vuelta el rastro (una huella) Y así sanaba por ejemplo de la muela. Lo mismo que con los animales embichados, se los curaba también con el rastro (se le daba vuelta la huella donde pisaba el animal y se decían unas palabras secretas)

Luz blanca buena y luz roja mala

Salía usted en sulky y veía una luz blanca, esa era buena. Y la luz roja era mala. ¡Yo la he visto por eso le digo! ¿Pero por qué será que se desapareció todo eso?

Buchadas de molle para las muelas.

Igual que con el molle. Usted hierve las hojas del molle y con eso se hace buchadas y es muy bueno para el dolor de muelas.

Domingo, 29 de enero de 2023

This article is from: