EL SINDROME DE LA FIBROMIALGIA Escrito por: DR. ROLANDO CABRALES SALGADO
El Síndrome de Fibromialgia (FM) es una enfermedad que se caracteriza principalmente por un dolor crónico generalizado que el paciente refiere en el aparato locomotor (tendones y músculos), asociado a cansancio o fatiga, insomnio y trastornos del estado de ánimo como ansiedad y depresión.
La palabra fibromialgia significa literalmente dolor en los músculos y en el tejido fibroso (ligamentos y tendones). Y su principal síntoma es el dolor en diferentes sitios del cuerpo, que se extiende con el tiempo y es resistente a los tratamientos médicos convencionales. Debido al aumento de su frecuencia a nivel mundial (Aproximadamente la padece del 2% al 6% de la población general), ha ido adquiriendo cada vez mayor importancia en la consulta médica actual, hasta convertirse en un problema de salud pública de primer orden, llegando a ser muy incapacitante y afectando en gran medida la calidad de vida de los pacientes.
En el año 1992 la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció la fibromialgia como una enfermedad reumatológica, y es la tercera diagnosticada con mayor frecuencia, después de la artrosis y de la artritis reumatoidea. La fibromialgia es más frecuente en la mujer, de tal manera que se diagnostica en ocho a diez mujeres por cada varón. La media de edad en la que predomina su diagnóstico se sitúa en torno a los 40-49 años, aunque los primeros síntomas pueden aparecer entre los 20 y los 40 años. Además la fibromialgia generalmente es de diagnóstico confuso, ya que casi todos sus síntomas son comunes a otras alteraciones y no tiene una causa conocida.
Es frecuente que antes de que se llegue a su diagnóstico definitivo, el paciente haya acudido a varios médicos de diversas especialidades y se haya realizado muchos exámenes de sangre o imagenológicos con resultados normales, por lo general el paciente con fibromialgia se siente incomprendido debido a que muchas veces se le acusa de fingir los síntomas o de que los mismos son de origen psicosomático, esto propiciado por el hecho de que con frecuencia no sea identificado el proceso inicialmente, ocasionando mucho sufrimiento y desánimo en dichos pacientes lo que empeora mucho más su calidad de vida. No se sabe qué causa la fibromialgia, pero muchos investigadores coinciden en que se debe a anomalías en la función del sistema nervioso central por desequilibrios neuroquímicos, resultando en una "amplificación" de las señales normales de dolor y en la percepción del mismo, de manera que se perciben como dolorosos, estímulos que habitualmente no lo son. Los estudios médicos en la fibromialgia se han orientado a analizar si hay alteraciones en los músculos o en el sistema inmunológico, anomalías psicológicas, problemas hormonales o, como se ha señalado previamente, alteraciones en los mecanismos de percepción del dolor. Se han detectado en el sistema nervioso de personas con fibromialgia niveles bajos de algunas sustancias importantes en la regulación del dolor (particularmente el neurotransmisor serotonina). Asimismo se ha detectado en el sistema nervioso el incremento de una sustancia productora de dolor (sustancia P). La causa específica de estas alteraciones se desconoce, pero se piensa que hay muchos factores desencadenantes implicados. Hay personas que desarrollan la enfermedad sin causa aparente y en otras comienza después de procesos identificables, como puede ser una infección bacteriana o viral, un estrés elevado debido a un accidente, problemas familiares como la separación matrimonial o el divorcio, pérdida del empleo, dificultades económicas, etc. En otros casos aparece después de que otra enfermedad conocida limite la calidad de vida (artritis reumatoide, lupus eritematoso, etc.). Estos agentes desencadenantes no parecen causar la enfermedad, sino que lo que probablemente hacen es despertarla en una persona que ya tiene una anomalía oculta en la regulación de su capacidad de respuesta a determinados estímulos
El dolor músculoesquelético generalizado constituye el síntoma más importante de la fibromialgia. Por lo general, se presenta en varios lugares alrededor del cuerpo, aunque podría iniciar en una región, tal como en el cuello y en los hombros y después aparecer en otras áreas como la región lumbar y la cadera al cabo de un cierto tiempo. Es característica la presencia de áreas o puntos dolorosos sensibles a la presión (puntos “gatillo”) asociados a la fibromialgia que son una de las claves para el diagnóstico de dicha enfermedad. Además de sensibilidad, las personas con fibromialgia también indican tener los siguientes síntomas: sensación de rigidez (especialmente por las mañanas), parestesias (sensaciones de adormecimiento o pinchazos) o frío en las extremidades, dificultades para dormir, insomnio, sueño pobre o no reparador, agotamiento, fatiga o cansancio generalizado a lo largo de todo el día, dolores de cabeza agudos, problemas digestivos y estomacales, adormecimiento e hinchazón de las articulaciones, ansiedad o depresión y cambios del dolor que se relacionan con el clima, el estrés y la actividad física. Las personas con ésta enfermedad se perciben a sí mismas limitadas por sus dolores, formándose un bajo autoconcepto de sí mismas, no viéndose capaces de vivir una vida normal, en cuanto al trabajo y sus relaciones.
El diagnóstico de la fibromialgia es netamente clínico y se basa en la identificación por parte del médico de la sintomatología antes descrita y después de haber descartado otra serie de enfermedades con sintomatología similar mediante exámenes paraclínicos e imagenológicos.
El tratamiento de la fibromialgia según la medicina convencional se basa en la utilización de medicamentos químicos para el alivio del dolor y la inflamación tales como los AINES (ibuprofeno, diclofenaco, naproxeno,etc), analgésicos como el acetaminofén y opioides como el tramadol, asociados a medicamentos anticonvulsivantes que disminuyen la sensibilidad al dolor como la pregabalina, y antidepresivos como la amitriptilina para tratar los síntomas depresivos, todos estos medicamentos producen muchos efectos secundarios a nivel del sistema nervioso central (letargo, agitación y somnolencia diurna), gastrointestinal( gastritis, ulceras) y toxicidad hepática y renal entre muchos otras complicaciones, que terminan produciendo un empeoramiento de la salud del paciente. La medicina biológica e integrativa ofrece una serie de medicamentos naturales y terapias no farmacológicas, que ayudan a la disminución y desaparición del dolor, inflamación y demás síntomas asociados a la fibromialgia, sin los efectos secundarios ni interacción con otros medicamentos utilizados por los pacientes. En cuanto a los medicamentos naturales con los que contamos en SALUD SEMILLA’S para el tratamiento de la fibromialgia tenemos: MEDICAMENTOS IBUACTIN (SOLARAY)
ARTROPATIQUE (JAQUIN DE FRANCIA)
JONHWORT (NATURE’S SUNSHINE)
ACUPUNTURA Y TERAPIA NEURAL
Analgésico, antiinflamatorio y relajante muscular. Analgésico y antiinflamatorio general y articular. Antidepresivo y modulador del sistema nervioso central para la disminución de la sensibilidad al dolor y el tratamiento de la ansiedad e insomnio. Para la disminución y desaparición de todos los síntomas asociados a la fibromialgia.
Escrito por: DR. ROLANDO CABRALES SALGADO