JUBILEO DE LA MISERICORDIA 2015-2016
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En la antigüedad el pueblo hebreo acostumbraba celebrar un jubileo cada 50 años en el que se acostumbraba liberar esclavos, devolver propiedades a quienes las habían perdido, también se perdonaban las deudas y la tierra debía permanecer en descanso sin labores agrícolas. Y a pesar de que los Años Santos en la Iglesia se inspiraron en la costumbre del pueblo judío, fue hasta el año 1300 que se convocó al primero por parte del papa Bonifacio VIII (1294-1303) por medio de la bula Antiquorum habet fidem y por primera vez se otorgaba indulgencia plenaria a quienes visitasen la tumba de los Apóstoles tras la debida confesión, así mismo se declaró que se siguiera celebrando a lo largo del tiempo. Los Años Santos podrán ser ordinarios, cada 25 años (el último fue el Jubileo del Año 2000) o extraordinarios (como es el caso del Año de la Misericordia convocado por el papa Francisco y que se extenderá del 8 de diciembre del 2015 al 20 de noviembre del 2016) Un elemento característico del Año Santo es la apertura de la llamada Puerta Santa, la cual fue abierta por primera vez en 1423 por el papa Martín V en la Basílica de San Juan de Letrán y en la Navidad de 1499 Alejandro VI abrió por primera vez la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro además de las Basílicas mayores de la ciudad de Roma. Al inicio del Año Jubilar el Papa acompañado de clérigos y laicos se dirige en procesión hacia la puerta, la cual se decora para denotar su importancia y luego de algunas oraciones el Santo Padre es el primero en cruzar la puerta como umbral de la esperanza y todos se dirigen todos hacia el altar. Aquel año del perdón de los judíos ha sido enriquecido de un sentido más espiritual y en este Año Santo que hemos iniciado se nos invita a la misión de ser testigos de la misericordia en un camino que debemos iniciar con la propia conversión, y como dice la Escritura: “Sean misericordiosos como el Padre” (Lc. 6,36).
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