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Domingo del Buen Pastor Lectio Divina PASOS A UTILIZAR: ORACIÓN INCIAL- LECTIO- MEDITATIO-ORATIO-ACTIO
Oración Inicial Oh Dios, que llenaste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo; concédenos que, guiados por el mismo Espíritu, sintamos con rectitud y gocemos siempre de tu consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Lectio ¿Qué dice el texto? Lectura del santo Evangelio según san Juan 10,27-30 En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: " Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás; nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. El Padre y yo somos uno”. Palabra del Señor Análisis del texto: Algunos elementos para comprender el texto -
Jesús les habla a los judíos empleando la imagen del buen pastor. Pero éstos no se encuentran en la disposición adecuada para creer en sus afirmaciones, ni tampoco para dejarse convencer por las obras de Jesús. Se trata de un rechazo total que les autoexcluye del rebaño de Jesús. Mas, a pesar de tanta hostilidad, Jesús se presenta una vez más a sí mismo como «buen pastor» (lo que supone,
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implícitamente, presentarse como Mesías), que conoce-ama a sus ovejas y, por consiguiente, como alguien que espera encontrar en las ovejas escucha, obediencia y seguimiento confiado. El buen pastor les da «la vida eterna»: ésa es la obra esencial para la que ha venido Jesús, y la vida eterna es precisamente el conocimiento-comunión de amor con Dios y con su Enviado. Los versículos 28b-30 marcan un ritmo creciente en la intensidad de la pertenencia: las ovejas -los creyentes, los discípulos- que reciben la vida de Jesús están siempre en sus manos (17,12; 18,9), y por eso gozan de una seguridad perenne (v. 28b). El mismo Padre se las ha confiado, y como nadie es mayor que Dios, nadie se las puede arrebatar (v. 29). Se trata de afirmaciones que alientan a la comunidad cristiana, que sigue estando sometida a prueba por la persecución y sigue estando asediada por las herejías. Pertenecer a Jesús significa pertenecer a Dios mismo, para siempre. Del mismo modo que el Hijo pertenece al Padre y el Padre pertenece al Hijo, en la unidad del amor que es el Espíritu Santo1.
Meditatio
¿Qué me dice Dios en este Texto? El pueblo de Dios tiene su centro, su guía y su seguridad en el pastor divino. La asamblea de los fieles se mueve lentamente hacia pastos eternos bajo la guía del gran pastor de nuestras almas, Cristo Señor. Este pasaje evangélico, tomado del discurso de Jesús sobre el buen pastor es el que representa de manera incisiva esta unión estrecha entre el pastor divino y el pueblo. Este último debe ofrecer al pastor una adhesión profunda, expresada a través de la trilogía verbal que en el lenguaje bíblico tiene una intensidad fuerte porque pertenece al vocabulario de la fe: “Escuchar, conocer, seguir”. Se trata de un lazo de intimidad absoluta, de amor puro, de abandono alegre en el Señor, como el rebaño sigue confiada y totalmente al pastor a lo largo de los caminos ardientes del desierto hacia el oasis. Pero el pastor divino garantiza el don de la vida eterna por lo cual el rebaño no se perderá nunca y no será arrebatado por ningún monstruo2. -
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¿Quién está orientando mi vida? ¿Existe algún punto de unión entre mi vida y la de Jesús el Buen Pastor? ¿Me dejo conocer por Jesús? ¿Lo escucho? ¿Reconozco su voz?
ZEVINI, Giorgio y GIORDANO CABRA Pier. Lectio Divina para Cada día del Año. Pascua. RAVASI, Gianfranco. Según las Escrituras. Año C.
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¿Mi vocación, es una respuesta a la llamada de su voz? ¿Con el cumplimiento fiel de mi vocación, tengo la certeza que nunca me perderé del rebaño del buen pastor? Soy un don del Padre puesto en las manos del Buen Pastor. ¿Vivo de acuerdo a mi condición de oveja confiada al Pastor?
Oratio
¿Qué me hace decirle a Dios este texto? Señor Jesús, «pastor bello», venido a guiarnos a los pastos de la vida, haz que se nos conceda entrever, aunque sólo sea un instante, el fulgor de tu belleza, para que arrebatados por ella te sigamos con ardor, sin que nunca más nada ni nadie nos adule o nos seduzca. Nuestro corazón, en efecto, está cansado y decepcionado por las inmundicias producidas por nuestros egoísmos y busca un sendero de esperanza. Danos ojos para reconocerte en la inocencia de los pequeños, para admirarte en la generosidad de los jóvenes, para estar junto a ti en la soledad de los ancianos. Que todo hermano nuestro sea pura transparencia de tu rostro, hasta que, después de haberte amado y servido en cada uno de ellos, gustemos la alegría de contemplarte eternamente en la luz sin ocaso de los pastos eternos3. Amén. Contemplatio
¿Cómo es la mirada de Dios al meditar en este texto?
Contemplar es dejarse absorber por lo que se contempla, al pensar en este pasaje del Evangelio de San Juan que hemos leído podemos darnos cuenta que somos un don del Padre puestos en las manos del Buen Pastor.
Actio
¿Qué me invita el texto a vivir?
Formula un propósito concreto para intentar vivir la misericordia en esta semana, después con prontitud llévalo a la práctica.
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ZEVINI, Giorgio y GIORDANO CABRA Pier. Lectio Divina para Cada día del Año. Pascua