Eco Católico
Iglesia hoy
Domingo 02 de junio 2013
Colegio María Inmaculada, Ciudad Quesada
¡Vocaciones, educación y progreso!
Son muchos los frutos que en 56 años esta institución educativa católica ha deparado al pueblo sancarleño.
La Hermana Rosmira Vanegas dirige el centro educativo en armonía y amistad con los estudiantes. Gerardo Mora Pana
gmora@ecocatolico.org
“Esta obra es fruto de la Providencia de Dios”. Las palabras del Padre Eladio Sancho resuenan dentro del Colegio María Inmaculada de Ciudad Quesada, como lo reconoce la Hermana Rosmira Vanegas Castaño, directora del centro educativo a cargo de la Congregación de Hermanas Franciscas de María Inmaculada. En 56 años, este Colegio construido por los sancarleños, encabezados por el Padre Sancho, ha dado frutos innumerables en materia de vocaciones, educación y progreso para la zona.
“Nuestra tarea como religiosas consagradas es la evangelización, basándonos en los valores franciscanos. Fraternidad, sencillez, acogida, respeto, son valores universales pero cuando uno se mete dentro de la espiritualidad franciscana el estudiante va identificándose con esa filosofía que nos va distinguiendo”, comenta la Hermana Rosmira.
Para la directora, la frase del Padre Sancho distingue además a toda la comunidad sancarleña. “Ciertamente resume todo lo que la comunidad ha hecho. El esfuerzo, el progreso. Ha habido crecimiento, tanto del colegio, como del pueblo, que no quiere prescindir de esta institución y que más bien quiere fortalecerla”. Junto a ello, el compromiso de la Congregación para la zona se sustenta en entrega, vida y esperanza. Mediante los votos de castidad, pobreza y obediencia, 56 años después de haber llegado, las religiosas siguen dando un mensaje de orientación espiritual, una formación académica sólida y la transmisión de valores cristianos.
La Hermana Xinia Jara es sancarleña y se siente realizada trabajando en el querido Colegio de Ciudad Quesada. hoy la Superiora General de la Congregación que tiene como su sede central Bogotá. Se trata de la hermana Noemy Quesada. “Su familia vive acá en el Platanar, es hermana del Padre Aníbal Quesada”, comenta feliz la Hermana Rosmira.
“Pero, hay muchas más hermanas que han salido de este colegio, la Providencia de Dios le da el don, pero aquí han encontrado inspiración
para que lleguen a feliz término”, declara.
Otro de sus egresados es el Padre Gerardo Molina, la Hermana Estela Rojas que dirige el Colegio María Inmaculada en Moravia y la Hermana Marta Rojas. Mientras tanto, la Hermana Xinia Jara Parra, es una sancarleña más, que aunque no estudió en este colegio, traba-
ja como profesora de religión y es una vocación más que ha suscitado la comunidad. Ya tiene 23 años en la orden. “Me siento realizada como religiosa y como educadora en este colegio”, explica.
La institución tiene ahora el proyecto de construir un gimnasio, pues como lo dice su directora, con el deporte se promueven valores y se puede seguir animar la vocación.
Herencia de antepasados
Frutos concretos
Monseñor Juan Vicente Solís quería para su diócesis, colegios católicos que completaran la educación del pueblo. Pensó en uno especialmente para niñas en Ciudad Quesada, pues decía que “la mujer es a la primera que hay que preparar para sostener a la sociedad”.
La institución ofrece todos los niveles desde preescolar hasta undécimo. Con unos mil alumnos. Pero los frutos también se cuentan por las vocaciones que han deparado, al punto que una exalumna es
Monseñor encomendó al Padre Tomás Arrieta la tarea de ir a Colombia a buscar ayuda para solicitar personal idóneo para dirigir colegios católicos. Luego de tocar la puerta en diversas congrega-
ciones se topó con las hermanas de María Inmaculada.
trámites con el Ministerio de Educación.
Luego, encomendó al Padre Eladio Sancho la construcción del Colegio. Así se creó una organización en el año 1956 con el fin de adquirir los terrenos e iniciar la obra. Los terrenos fueron donados por Susana Chaves, Cicilinia Vargas viuda de Rojas, los hermanos Aníbal y Carlos Rojas. Con la junta conformada se empezaron a recaudar fondos para la construcción y se iniciaron los
El 26 de febrero de 1957 se inician labores con 35 alumnas en primaria y 21 alumnas en secundaria. Las fundadoras de esta obra fueron: Emiliana Salazar (vive en Moraviacon más de 100 años de edad), Flora Maya, Fátima Steiger y Maura Steiert que fue la Superiora. Entonces era profesor el Padre José Rafael Barquero, hoy obispo emérito de Alajuela.