Hoja informativa 1 Consumo de drogas y alcohol
Una droga es cualquier sustancia que al ser ingerida provoca cambios en la persona a nivel físico, mental y emocional. Las drogas tienen un conjunto de efectos que varían de acuerdo a la droga que se utiliza, a la cantidad que se consume, al período de tiempo que se usa y al estado físico de la persona.
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Existen distintos tipos de consumidores. El consumidor experimental desconoce los efectos y consume para saber lo que se siente, generalmente se realiza en grupo. El consumidor ocasional usa la droga en grupo, siendo capaz de realizar actividades laborales o estudio sin necesidad de consumir. El consumidor habitual lo hace en diversas situaciones, en grupo o individualmente. Por lo general busca la droga y la compra.
El uso indebido de drogas también puede llevar a la dependencia, en donde la persona utiliza drogas en mayor cantidad o por un mayor tiempo de lo que pretendía. Tiene dificultad para controlar lo que consume y abandona actividades sociales, laborales, educativas o recreativas, aun teniendo conciencia de los problemas que le puede estar causando. También el uso indebido de drogas puede llevar a la tolerancia (necesidad de consumir cada vez dosis más altas de sustancia para tener los mismos efectos) y el síndrome de abstinencia (conjunto de síntomas derivados de la suspensión del consumo).
Además, el consumo de drogas y alcohol considera otros riesgos, que puede dar a problemas muy diversos y no menos importantes: accidentes, enfermedades, entre otros. Consumir drogas o alcohol posee riesgos tanto si se consume de forma habitual, como de manera ocasional, incluyendo consumos experimentales. Por ejemplo, el riesgo de accidentes de tránsito por consumir bajo los efectos del alcohol tiene relación con el solo hecho de consumir, más que su periodicidad. Así también es importante mencionar una serie de consecuencias psicológicas y sociales del consumo de sustancias.
Hoja informativa 2 Prevención en el consumo de drogas y alcohol
Un dato relevante para la prevención del consumo de sustancias corresponde a la edad de inicio de consumo. Según los datos entregados por CONACE, en el Octavo Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar, del año 2009, para el consumo de alcohol, la edad de inicio tiene un promedio de 13,7 años, y para el consumo de marihuana tiene un promedio de 14,6 años. Conocer qué hace que las personas tengan más probabilidades o menos de consumir drogas tiene una gran importancia. Si somos capaces de influir sobre los factores que favorecen o disminuyen la posibilidad de consumir drogas o alcohol, podemos reducir las consecuencias que ello trae. Los factores de riesgo por sí solos no determinan que una persona consuma drogas o alcohol, pero sí incrementan el riesgo de que se produzca alguna conducta asociada al consumo. Así mismo, los factores de protección tampoco son una garantía de que el sujeto no consuma drogas, no obstante, su presencia hace reducir
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la probabilidad de que los niños, niñas y adolescentes inicien un consumo. En ambos casos, estos factores hacen que sea más o menos probable que el sujeto consuma (es decir no es una causa directa). Por otra parte, las investigaciones señalan que mientras mayor sea la acumulación de factores de riesgo, hay más probabilidades de consumo, y mientras mayor sea la acumulación de factores protectores, más “protegida” estará la persona respecto al consumo. En este sentido, la prevención del consumo de drogas y alcohol trabaja sobre los factores de riesgo y protección a partir de dos vías: ●● Fortaleciendo los factores protectores existentes en el individuo, su familia, la escuela y la comunidad. ●● Disminuyendo los factores de riesgo existentes en el individuo, su familia, la escuela y la comunidad.
Hoja informativa 3 Factores protectores y de riesgo al interior de la familia
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Tanto en la niñez como en la adolescencia, la influencia de los padres, madres y/o adultos significativos en las conductas de los hijos es grande. El trabajo preventivo con las familias busca promover estilos de vida saludable asociados al no consumo de drogas y alcohol al interior de ésta, disminuyendo los factores de riesgo y aumentando los factores protectores al interior de la familia.
En relación con los factores protectores, los vínculos emocionales al interior de la familia, las normas y límites claros, así como la supervisión de la conducta y actividades de los hijos constituyen factores protectores frente al riesgo del consumo de drogas y alcohol. Por otra parte, también se consideran como factores protectores habilidades sociales tales como la comunicación asertiva y la resolución de conflictos.
El factor de riesgo, más importante a nivel familiar es que alguno de los padres consuma drogas y/o alcohol, lo cual tiene relevancia para el inicio del uso de sustancias en niños, niñas y adolescentes. Por ejemplo, se ha estudiado que los adolescentes de padres consumidores están especialmente expuestos a consumir drogas y/o alcohol. De esta forma, si los padres consumen, sus hijos lo considerarán aceptable y tendrán más probabilidades de consumir. Así también, las actitudes permisivas de los padres hacia el consumo de drogas y alcohol crean una actitud a favor del al uso de drogas en sus hijos.
La vinculación familiar se refiere a que los padres, madres y adultos significativos sean capaces de darse cuenta de las necesidades emocionales de los hijos, interpretar sus necesidades adecuadamente y responder de manera cariñosa a estas necesidades. La supervisión y monitoreo parental se refiere al conocimiento de las actividades y amigos de los hijos y de los lugares a los que va. En el caso contrario, la falta de supervisión puede incrementar la posibilidad de consumir drogas y/o alcohol, por lo que se transformaría en un factor de riesgo para el consumo de sustancias.
El establecimiento de normas y límites se refiere a entregar reglas claras al interior de la familia. Las normas y limites estructuran a los hijos y les dan seguridad, les ayudan a saber lo que se espera de ellos y lo que no. Las normas y límites deben ir cambiando según las distintas edades, para facilitar la relación en la familia y apoyarlos en su desarrollo. Es fundamental que los padres madres y/o adultos significativos tengan claro por qué ponen esas reglas, pues si no son adecuadas en el sistema familiar, o no hay una guía de acción, habrá confusión en la familia. Es importante mencionar que cuando las reglas son muy rígidas, en vez de ser un factor protector, podrían ser un factor de riesgo para el consumo de sustancias. Las habilidades sociales son las capacidades y recursos que permiten a una persona establecer relaciones con otros y desarrollarse en sociedad. Como factor protector permiten fortalecer el desarrollo psicológico y social de todos los miembros de la familia. La comunicación asertiva y la resolución de conflictos son dos habilidades sociales fundamentales. La comunicación asertiva se refiere a la expresión directa, honesta, y en el momento oportuno de las ideas, sentimientos, necesidades o derechos. Esta favorece las relaciones saludables entre los miembros de la familia y
permite ejercer de una manera más efectiva el rol formador de los adultos significativos. El fortalecimiento de la asertividad como una habilidad se refleja en la interpretación efectiva de intencionalidades y capacidad de expresión clara y oportuna, de lo que los otros miembros de la familia expresan. Además, esta habilidad es útil como modelo para que el hijo aprenda a decir “no” en forma oportuna al consumo de sustancias. La resolución de conflictos se entiende como la capacidad para enfrentar problemas analizándolos de diversas formas y buscando nuevas soluciones. Permite a las personas conocer la importancia de afrontar eficazmente problemas o situaciones surgidas en el ambiente familiar u otros contextos. Las habilidades parentales consideran también el acompañamiento en el proceso de autonomía en sus hijos. Por autonomía se entenderá el desarrollo de responsabilidades y el reconocimiento del hijo/a como una persona independiente, capaz de tomar decisiones. Este se debe considerar como un proceso continuo y gradual (es decir, que de a poco van teniendo mayor autonomía), que bien manejado permitirá que los niños, niñas y adolescentes tengan mayor seguridad en si mismos, fortalecer su autoestima, para llegar a ser capaces de tomar sus propias decisiones de una manera responsable y saludable.
Hoja informativa 4 Características del desarrollo evolutivo
Los niños y niñas que tienen entre 2 y 5 años: ●● Comienzan a adquirir mayor autonomía y quieren hacer las cosas por sí mismos. ●● A veces son oposicionistas o negativistas: quieren elaborar un sentido de sí mismos, afianzar su identidad. ●● Les gusta tomar la iniciativa: corren riegos, inventan y crean juegos e historias. Desarrollan un aprendizaje del mundo a través del juego: -- A los dos años comienzan a jugar con las palabras y empiezan los primeros juegos de ficción. -- A los tres años comienzan a jugar representando roles, disfrazándose e imitando a otros. Es importante la imaginación y la aparición de personajes fantásticos. -- A los cuatro años comienzan a jugar con reglas propias. -- A los cinco años comienzan los juegos con reglas más claras y externas. ●● Al finalizar esta etapa, van a ser más flexibles y asertivos en las relaciones con otros. Reconocen emociones en otros y las expresan a través de sus dibujos. ●● Necesitan demostraciones de afecto, seguridad y confianza de los miembros de su familia. ●● Las rabietas son una forma de reaccionar ante las frustraciones, funcionan como una emoción para ser atendido o para obtener lo que se desea. ●● Es importante que desde pequeños puedan aprender a que no pueden tener todo lo que quieren. Esto quiere
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decir que deben aprender a tolerar sus frustraciones. ●● Se dan cuenta que existen normas en el entorno y desarrollan la capacidad para tomar decisiones.
Los adultos que viven con niños entre 2 y 5 pueden: ●● Estar atentos a cómo ellos son un ejemplo que los hijos pueden imitar, tanto en lo bueno como en lo malo. ●● Expresarles su afecto y cariño, a partir del desarrollo de una comunicación clara, empática y abierta entre todos sus miembros. Demostrarles seguridad y darles a entender que pueden confiar en ellos. ●● Acompañarlos en el descubrimiento del mundo a partir de juegos compartidos. ●● Entendiendo que el niño va a ir necesitando de sus propios espacios, dándole oportunidades para que pueda ir haciendo cosas por sí solo y adquiera mayor autonomía, siempre considerando los procesos de supervisión y acompañamiento de los adultos.
Los niños y niñas que tienen entre 6 y 9 años: ●● Comienzan a desarrollar fuertemente sus habilidades cognitivas, con el inicio de su etapa escolar. Adquieren nuevos conocimientos, son muy curiosos. ●● Van adquiriendo interés en el “por qué suceden las cosas”, las causas, los efectos y las relaciones entre los eventos.
●● Aprenden sobre la expresión de emociones, basándose en las experiencias familiares y lo que observan en el colegio. ●● Son especialmente inquietos, por lo cual, necesitan mucha actividad y movimiento, para el desarrollo de su motricidad. ●● Se deben adaptar a las actividades escolares, reconociendo reglas y asumiendo distintos roles. ●● Fortalecen las relaciones sociales al establecer contacto con profesores y compañeros de curso. ●● Aprenden mecanismos sociales, actitudes y valores útiles para su vida.
Los adultos que viven con niños entre 6 y 9 pueden: ●● Hacer una distinción clara entre las funciones que cumple la escuela y las funciones que cumple la familia en la educación de sus hijos. ●● Crear espacios para el diálogo a través de una comunicación directa, sincera y auténtica con sus hijos. ●● Abordar temas complejos con los hijos, informándose previamente y hablando siempre con fundamentos. ●● Fortalecer el desarrollo de las emociones y sentimientos en los hijos, lo cual fomenta un autoconcepto sólido y una autoestima positiva. ●● Expresarles su afecto y cariño, a partir del desarrollo de una comunicación clara, empática y abierta entre todos sus miembros.
Los adolescentes que tienen entre 10 y 14 años: ●● Comienzan a desarrollar cambios biológicos psicológicos y cognitivos. ●● Comienzan a desarrollar los caracteres sexuales secundarios que lo llevarán a ser un individuo sexualmente maduro. Al ser cambios físicos visibles, hay una mayor preocupación por el aspecto físico.
●● Comienzan con el proceso de construcción de su identidad adulta. ●● Se relacionan más cercanamente con el grupo de pares, estableciendo relaciones con la familia más distantes. ●● Tienen más conflictos con los padres y adultos. ●● Suelen estar probando constantemente a los adultos, los límites que ponen, las normas establecidas.
Los adolescentes que tienen entre 15 y 19 años: ●● Se consolida el desarrollo de los cambios biológicos psicológicos y cognitivos propios de la adolescencia. Disminuye la tasa de crecimiento, consolidando su aspecto físico. ●● Comienzan con el proceso de consolidación de su identidad adulta. ●● Se perfilan los intereses intelectuales, creativos y laborales, pensando en lo que se hará después de salir del colegio. ●● Se relacionan más cercanamente con el grupo de pares y con el sexo opuesto, estableciendo relaciones con la familia más distantes. ●● Las tensiones entre padres e hijos en esta etapa comienzan a estabilizarse.
Los adultos que viven con adolescentes entre 10 y 19 pueden: ●● Reforzar el desarrollo de la autonomía, lo que implica un proceso tanto de los padres (y adultos significativos) como de los hijos. ●● Establecer reglas claras pero flexibles, considerando las posibilidades de negociar directamente con los adolescentes. ●● Establecer momentos de conversación y comunicación que consideren la atención y escucha activa por parte de los adultos, de los temas que los adolescentes quieran abordar con ellos. Es importante también considerar que los hijos van desarrollando un mayor proceso de autonomía, por lo cual los adultos deberán respetar y reconocer cuáles son los límites que los hijos van estableciendo, siempre tomando en cuenta que es parte de un proceso de aprendizaje y de adquisición progresiva de la propia independencia.
Hoja informativa 5 Comunicación asertiva
La comunicación asertiva es la expresión directa, honesta, adecuada y oportuna de las ideas, sentimientos, necesidades o derechos. Su esencia radica en la honestidad, el respeto y la comprensión del otro.
Para comunicarte asertivamente, considera que: ●● Es importante reconocer a los niños, niñas y adolescentes en su etapa del desarrollo. ●● Los niños, niñas y adolescentes necesitan aprender a expresar claramente sus ideas, y los adultos deben apoyarlos en este proceso. ●● Una comunicación asertiva entre padres, madres, adultos significativos e hijos es un factor protector del consumo de drogas y alcohol: genera más confianza para que los hijos cuenten lo que les pasa, sus problemas y sus logros, sus sentimientos y emociones. ●● Es importante desarrollar las habilidades para comunicarse y para respetar a los otros en la comunicación. ●● La comunicación asertiva implica conocer los sentimientos y emociones y expresarlos de manera adecuada en una conversación. Facilita el desarrollo de la empatía y la autorregulación emocional, proceso que va mejorando en la medida que los hijos van creciendo. ●● Para el desarrollo de una comunicación empática es necesario considerar lo siguiente: escuchar más que hablar,
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mirar a los ojos, atendiendo a los estados emocionales reflejados en los gestos, validar la experiencia del otro, comprender e intentar experimentar las emociones o sensaciones asociadas a lo que el otro expone, y complementar lo que el otro quiere decir con su lenguaje corporal. Por medio de una comunicación empática, mejoramos el clima de las relaciones, hacemos que el otro se sienta valorado, llegamos a comprender y respetar a otros y construimos relaciones de mayor confianza. ●● Se pueden distinguir los comportamientos asertivos de aquellos que no son asertivos, los cuales pueden ser agresivos o pasivos.
Algunos comportamientos asertivos son: -- Permitir a otros completar sus pensamientos antes de hablar. -- Apoyar la posición con sentimientos y evidencias. -- Tomar nuestras propias decisiones de acuerdo a lo que pensamos que es lo correcto. -- Enfrentar los conflictos y tomar decisiones responsables de acuerdo a la situación, y de manera responsable. -- Respetar la posición de otras personas -- Ser conscientes de nuestras necesidades, deberes y derechos, actuando consistentemente.
Algunos ejemplos de comportamientos agresivos son: -- Interrumpir a otros cuando están hablando. -- Tratar de imponer nuestra postura en otros. -- Tomar decisiones por otros, pasándolos a llevar. -- Culpar a otros sin importarnos sus sentimientos. -- Aceptar responsabilidad y posiciones de autoridad para manipular a otros. -- Negar oportunidades para tratar los desacuerdos y opiniones de manera explícita.
Algunos ejemplos de comportamientos pasivos son: -- Quedarse callado sin compartir nuestros pensamientos e ideas. -- Quedarse en un punto medio sin tomar posición. -- Mantener la voz baja y/o evitar el contacto visual, sin llamar la atención. -- Expresar nuestro acuerdo con otros a pesar de que realmente no lo compartimos. -- No participar ni emitir pensamientos cuando es oportuno, pero hablar mucho cuando ya el tema no puede ser enfrentado. -- Murmurar y/o excluir a algunas personas de escuchar nuestro punto de vista o hacer comentarios al margen a los que nadie puede responder. ●● Existen distintas técnicas para mejorar las formas de comunicación al interior de la familia, entre las cuales se pueden destacar la de entregar mensajes en primera persona, la realización de preguntas efectivas y la escucha activa.
-- La entrega de mensajes en primera persona corresponde a la habilidad de expresarse de manera convincente, refiriéndose a cómo cada uno vive la situación correspondiente, sin hacer referencia a terceros y sin hablar generalizando el problema. Algunos ejemplos de esto son: “me gustaría que me dieras tu opinión sobre...”, “estoy disfrutando con esto...”, “veo que estás esforzándote mucho en tu tarea...”. -- La realización de preguntas efectivas es una manera de invitar a que la persona reflexione, profundice y nos dé más detalles acerca de lo que piensa o siente. Hacer preguntas efectivas ayudan a obtener mayor información, captando las ideas principales de lo que la otra persona nos quiere explicar. Para que una pregunta sea efectiva deber ser breve (no es necesario adornar la pregunta con otros datos); abierta (permite responder entregando mayor información, a diferencia de las preguntas cerradas que suelen responderse con un Sí o con un No) y concretas (relacionadas directamente con el asunto que se está tratando). Ejemplos de estas preguntas son: “¿Cuéntame en qué estuviste trabajando hoy...?”, en vez de preguntar “¿Cómo te fue en el trabajo?” -- La escucha activa tiene relación con la importancia de saber escuchar a otros, identificando los sentimientos y poniéndole nombre, lo cual permite al emisor sentirse comprendido en lo que quiso expresar. Esto facilita el desarrollo de la empatía y el respeto por el otro. En términos del lenguaje a utilizar se puede expresar de la siguiente forma: “parece que te sientes... porque...”. En términos de cómo ponerlo en práctica, se puede realizar dedicándole un tiempo diario en exclusiva a escuchar a los hijos, sin hacer otras cosas a la vez, manteniendo contacto visual y mostrando una actitud real de interés por ellos. ●● Es importante considerar un tiempo diario en exclusiva para escuchar a sus hijos y conversar con ellos, sin hacer otras cosas a la vez, manteniendo contacto visual y mostrando interés en sus temas.
Hoja informativa 6 Resolución de conflictos
La resolución de conflictos es la capacidad para enfrentar situaciones problemáticas analizándolas desde diversas perspectivas e involucrando a todas las partes pertinentes en la elaboración de alternativas de solución, que lleven a la generación de estrategias nuevas más eficaces para su resolución.
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Para resolver conflictos al interior de la familia, considera que: -- Todos los días debemos enfrentarnos a conflictos y resolverlos. ●● Como padres y adultos significativos es necesario enseñarles a los niños, niñas y adolescentes a resolver sus conflictos y enfrentar estos problemas en el día a día. ●● Saber enfrentar los conflictos requiere tomar decisiones y asumir las consecuencias de nuestros actos, aprendiendo de los errores. ●● En todas las etapas del desarrollo de los hijos, los padres y adultos significativos deben desarrollar en ellos la capacidad de autocontrol y reflexión.
●● La resolución de conflictos está muy relacionada con los procesos de comunicación asertiva, porque requiere expresarse de manera convincente y empática con los otros. ●● Es importante revisar cómo solemos darle solución a los problemas o situaciones cotidianas y ver si nos resulta o es necesario cambiar de estrategia. ●● La técnica de exploración de alternativas parte de la base de que cada uno debe ser capaz de buscar diferentes soluciones ante un conflicto, conociendo sus posibilidades y sus limitaciones, eligiendo y poniendo en práctica las soluciones y evaluando cada una de ellas.
●● La técnica de negociación en donde todos ganan se refiere a la posibilidad de establecer acuerdos y posibles consecuencias respecto a las acciones de cada uno de los involucrados en el conflicto. Implica un proceso compartido por todos, considerando todos los puntos de vista ante la situación. Cuando se llega a un acuerdo, todos salen beneficiados. ●● Siempre se deben generar momentos de reflexión final, en familia. Además, es necesario practicar constantemente estas técnicas para que se transformen en procesos de resolución propios de la familia y conocidos por todos sus miembros.
Hoja informativa 7 Establecimiento de normas y límites al interior de la familia
El establecimiento de normas y límites se refiere a aquellas pautas de comportamiento y convivencia al interior de la familia, las cuales consideran acuerdos implícitos y explícitos en torno al funcionamiento de ésta, lo que implica establecer qué y cómo se hacen las cosas al interior de la familia, evidenciando niveles de jerarquía familiar.
Para establecer normas y límites al interior de la familia, considera que: ●● Se deben considerar las opiniones y deseos de todos los miembros de la familia y la suficiente flexibilidad dependiendo de la etapa evolutiva de sus miembros. ●● Las normas y límites son parte importante del funcionamiento y organización familiar, pues entrega seguridad a todos los miembros de la familia, conociendo qué es lo que se espera de cada uno.
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●● Las normas y límites deben ser realistas, claras y explícitas. Todos en la familia deben entender lo que se les pide y las consecuencias tanto de cumplir las normas, como de no cumplirlas. ●● Las normas y límites deben ser razonables y coherentes con el hecho específico y establecidas con anterioridad. ●● Es importante considerar a toda la familia para establecer normas y límites compartidos por todos. ●● Hay que tratar de no “dar por hecho” las situaciones y consecuencias, sino ser bien claros para establecer normas. ●● Los hijos van desarrollando un proceso de internalización de normas, al principio es necesario ir poniendo normas claras y externas. Poco a poco ellos se irán autoregulando y colocando sus propios límites. Los límites pueden variar, dependiendo de la edad en la que se encuentren los hijos.