SEPROINFORMA
EDICIÓN 27 - FEBRERO 2015
LA OBESIDAD PROVOCA DIABETES TIPO 2
Durante los años 80, científicos estadounidenses comenzaron a monitorear un grupo de 8,545 adultos sin ninguna enfermedad desarrollada. Durante 10 años continuos de análisis, varias personas subieron de peso y desarrollaron diabetes mellitus tipo 2. Los investigadores observaron que por cada kilo de peso que ganaba la gente, aumentaba en 4.5% la probabilidad de desarrollar diabetes. Desde entonces ya se conocía la relación entre obesidad y diabetes, sin embargo, aún se desconocían los mecanismos mediante los cuales el exceso de grasa en el cuerpo afecta la eficiencia de la insulina.
Una célula tiene conductos para dejar entrar y salir sustancias, también tiene lugares donde guarda distintos tipos de sustancias (glucosa, aminoácidos que sirven para construir proteína, ácidos grasos que sirven para construir las grasas, etc.) y, tiene una sección llamada retículo endoplásmico cuya función es convertir los aminoácidos en proteínas y preparar los ácidos grasos para ser ensamblados. La insulina es una hormona que permite el ingreso de la glucosa en la célula. Esta tiene la capacidad de transformar el exceso de glucosa en ácidos grasos, por eso cuando consumimos mucha comida chatarra engordamos. Estos alimentos son muy pobres en grasa, pero son ricas fuentes de glucosa y cuando los comemos en exceso el cuerpo los convierte y almacena en forma de grasa. El exceso de glucosa que hay en la célula pasa al retículo endoplásmico para ser transformada en ácidos grasos, que posteriormente son mandados a los lugares donde la grasa es almacenada.
Si la persona ingiere excesos de glucosa con frecuencia, el retículo endoplásmico sufre un exceso de trabajo y comienza a fallar en el proceso de conversión y ensamblaje además, la célula se llena tanto que no es capaz de aceptar más ácidos grasos. Al no permitir la entrada de glucosa en la célula, esta se queda en el torrente sanguíneo aumentando el nivel de azúcar en la sangre. Las células beta alojadas en el pancreas también tienen un retículo endoplásmico donde unen los aminoácidos para formar proteínas como la insulina. Cuando las otras células del cuerpo no responden a la insulina de las células beta, el retículo endoplásmico de la célula beta comenzará incrementará la producción de insulina en un intento de corregir el nivel de glucosa en la sangre, la insulina se envía para que las células absorban glucosa sin embargo, estas al estar sobrecargadas no reciben la glucosa que se encuentra en la sangre.
Finalmente, el retículo endoplásmico de las células no puede hacer sus funciones de ensamblaje adecuadamente y cuando esto sucede, se manda una señal a la célula beta para que se autodestruya en un intento del cuerpo por protegerse de las células que no funcionan adecuadamente. Cuando la persona baja de peso, se vacían las reservas de grasa de las células y el retículo endoplásmico no se sobrecarga, por lo tanto, la célula dejará que la insulina permita el paso de la glucosa y que no haya un exceso de ésta en la sangre. Así, tampoco, se sobrecargará el retículo endoplásmico de las células beta por la sobreproducción de insulina y estas no se autodestruirán.
El cuidado de la salud mediante una buena alimentación y ejercicio es fundamental para cuidar nuestro páncreas y evitar la diabetes.
Comprometidos con su seguridad, confĂenos su tranquilidad.