Elegí un balcón para otear. Miré desde el balcón la tierra y construí un mapa. Bajé del balcón y entré a ella con el mapa en la mano. Camine por la tierra para reconfigurar el recuerdo.
Hice nuevas anotaciones en el mapa … y construí otro mapa.
He oteado esta tierra en mi memoria muchas veces, solo he encontrado una atmósfera amnésica; he tratado de mirar el horizonte y los espacios desde una visión aérea, me he configurado un mapa de los tiempos, los personajes y los lugares por donde me he desplazado, me veo caminando, corriendo, amando, odiando, cantando o silbando, untadas mis manos de barro o al frente de una caballete; nunca tengo rostro ni nombre.
Este mapa es lo que envuelvo muchas veces y lo vuelvo a envolver otras tantas. Es una intentona más. Al final, como Uds. se adran cuenta el resultado configura un mapa por el que cualquiera puede viajar y aún perderse porque me ha sido imposible construirlo de otra manera.
HugoHernán Ceballos Córdoba