LA MESA
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1. INICIO DE INICIACION En una época que no se puede precisar, cuando el mar rodeaba una única masa de tierra, donde las Civilizaciones se desarrollaban en armonía con las otras especies y entre si, se reunieron una vez más en la Ciudad Central los que practicaban el Arte de curar, convocados por el más sabio y viejo de ellos. Eso era más que una razón suficiente: Llamaba el Maestro de los Maestros, no se duda acerca de la importancia de los temas a tratar, se acudía y se esperaba a todos para comenzar. Desde alejados parajes concurrieron, algunos, quizá muy jóvenes, nunca en su vida lo habían escuchado aunque sabían de él, de sus conocimientos, la profundidad de sus palabras y el alcance de sus enseñanzas. Entre ellos y otros que alguna vez estuvieron con el Maestro se llegó a decir que era un “ser perfecto”, de otro mundo, de otro nivel de existencia, que vino a cumplir una misión sagrada, que no se conocían a sus padres, no se sabía nada de su origen o al menos dónde se había iniciado para saber curar. Todo misterio e interrogante que existe sobre el Maestro, se empequeñece al ser depositario de su sabiduría, estar frente a él impide preguntar sobre el origen de su inteligencia, es más aprovechado su conocimiento compartido que su historia. Ya todos allí, el Maestro más grande que se había conocido habló, desde que dejara sus clases no había vuelto a escuchar su palabra, en cada reunión de la Ciudad Central sólo me llevaba el recuerdo de su imagen atenta y concentrada en todos y cada uno de los disertantes. Esta vez, él tuvo el deseo de hacerlo, la voz corrió por toda la Tierra única y quedamos dispuestos a escucharlo hablar: Hermanos, las noticias que tengo y que consulté con brujos y adivinos de todas las cortes son de difícil comprensión, pero debemos estar dispuestos porque nuestros servicios serán por mucho necesarios, esta vez se trata de fenómenos distintos a las pestes o las guerras que antes hubo. En aquel mismo día comencé a dejar este testimonio escrito, en cada clase el Maestro revela y devela algo nuevo en nuestro arte, pero siempre es relacionado con la forma de recuperar la robustez de cada ser sufriente que acude en la búsqueda de alivio para alguna dolencia, incluso de aquellas que no se ven, ni se palpan; esta vez fue distinto como siempre, pero al mismo tiempo enigmático, en verdad confieso que al escuchar su primer párrafo la serpiente del frio recorrió mi dorso, en el centro de mí pude sentir como si la rueda de un molino aplastara mis vísceras y en mi cabeza un gran peso que se aplastaba y ceñía mi cráneo. El Maestro no parecía conocedor de una tragedia, era un mensaje de entereza y paz que compartía hasta con sus gestos más simples, es cierto que sus ojos reflejaban inmensidad e importancia; sabía que de él, su más terrible relato culminaría en una forma incomprensible de crecimiento interior. Siempre dijo “consultar con brujos y adivinos” en las formas difíciles de realidad, más yo no recuerdo haberlo visto o enterarme que lo hiciera, sí puedo afirmar que ellos le consultaban prácticamente a diario, dedicándoles un tiempo especial luego de su actividad ordinaria: Ejercer el arte de curar y compartirlo con sus discípulos. Nunca uno de los nuestros o de los otros Maestros estuvo con él y sus visitas, luego de la actividad, al menos que se sepa, razón por la cual se desconoce en qué se basaba la charla o la consulta. Si alguien participó, sin duda lo creo, el silencio hermético superó al tiempo o al menos a la confianza y discreción que supongo tener. 2. EL MAESTRO DE MAESTROS Hermanos, les solicito que se refieran a estos hechos con calma y paz de espíritu, porque aún se deben cumplir distintas y antiguas profecías, pero lo cierto es que el agua avanzará sobre la tierra y esta sobre el agua se elevará. Hay quienes ya recibieron instrucción de cómo proceder y hacia dónde ir, nosotros en cada caso debemos estar con los nuestros y por los tiempos venideros conservar nuestro conocimiento, enriqueciéndolo con los avances de cada Civilización y adaptándolo a cada forma que ellas adopten para vivir. Que el saber curar no interfiera en las formas de creencia, de gobierno y de actuar de cada hombre, 2
de cada civilización y de cada tiempo. Que esta sea nuestra verdadera riqueza y tesoro bien guardados Durante largos días será impracticable nuestro arte; sin piedad nos lo pedirán, exigirán y obligaran a ejercerlo y de cada uno dependerá qué y cómo hacer en esa circunstancia, lo cierto es que la tierra y el agua deben esperar un tanto más para que los remedios estén a uso, sean de plantas, minerales y animales. Las especies tendrán descendencia, otros, de ello se están encargando, hasta que la reproducción sea suficiente quizá pasen años para obtener de allí nuestros principios necesitados; las presiones y cambios de temperatura influirán sobre lo mineral, surgirán sin duda nuevos remedios luego de la estabilidad entre tierra, cielo y mar; desaparecerán otros, en estos sucesos surgirán confusiones entre muchos de los nuestros, más otros en cada civilización creerán que son como nosotros y hasta con un poder mayor. La oscuridad, los suelos secos o anegadizos, el calor intenso o el gran frío cambiaran a nuestras más conocidas plantas, que si bien recuperan su vigor en poco tiempo, quizá sus propiedades cambien a menos, a más, mejor o peor, incluso nuevas virtudes que deberemos estudiar. En un breve dicho, el Maestro nos hizo ver el pasado, el presente y el futuro, nada tiene que ser corroborado cuando es su mensaje, pero este discurso, dejó un silencio como el de la gran profundidad de las cavernas o del mar. Quedo pensando en la tierra y el agua en movimiento, nosotros allí, cambios de todo tipo, aún en lo inanimado como en las especies que comparten la Tierra única con nosotros…… dijo que antes deberán cumplirse distintas y antiguas profecías; si al menos una sola vez hubiese escuchado una sola profecía de su boca, pero él siempre hizo y dijo, era la ley de su arte de curar: “hacer lo que se dice, decir lo que se hace” ¿Un pensamiento profético, una palabra? ¡Jamás! Tan ciertas y concretas sus enseñanzas, verificables a diario infinidad de veces que es difícil pensar en profecía cuando el arte de curar impartido por el Maestro llevaba en sí la seguridad de su sabiduría de alcance desconocido. 3. ACLARAR SIN SER AUTOR Esto era en parte lo que decía el documento encontrado en el viejo Hospital, estuve mucho tiempo pensando en la novela que leía de una antigua Medicina, pero a cada párrafo de lectura le seguían innumerables situaciones cotidianas que se relacionaban de alguna manera con el escrito y eso era fascinante. Pasé largas horas de mis días en el Hospital meditando sobre estas enseñanzas y lo más llamativo de todo era desconocer su autor, la fecha en que fue escrito y para qué. Sin embargo a medida que avanzo de línea en línea, tengo la íntima sensación de haber estado viviendo cada palabra allí escrita, como si se tratara de un cuento de anticipación, como si fuese una barata forma de hacerme creer que se adivinó el futuro en aquel remoto pasado. El antiguo libro (si así lo puedo llamar) lo dejaba a diario en su mismo lugar, en ese mismo rincón de la antigua biblioteca de la galería que daba al sur, esperé siempre encontrar otro lector ……………… Un nombre en la primer hoja había sido cuidadosamente borrado, una rúbrica con evidente fuente de tinta o a pluma ocupaba el ángulo superior de la contratapa, esta y la tapa eran rígidas forradas con algún tipo de cuero de las cuales salían los cordeles de cierre. Pero cada página en sí era de un material más moderno que se correspondía a lo dicho de la primera (tinta de fuente o pluma) donde un nombre se había borrado y en manuscrito se leía: “Este contenido será para quien lo lea, del original he podido traducir y dejar aquí el todo; en su formato tal como lo recibí y me fuera permitido guardar hasta que lo deposité en la biblioteca, tú haz lo mismo para difundirle entre hermanos sin adjudicarte autoría, de ser así que se cumpla tu máxima aspiración, por el contrario serás solo uno más”. Una romántica condena para iniciar una lectura ¿antigua? Pero para evitar ser “solo uno más” como un sinónimo de mediocre o quizá algo peor, debo difundir algo que se relaciona con mi profesión, entre mis colegas y solo se trata de un relato entre fantástico y místico que a decir verdad, son temas 3
poco usuales entre médicos, al menos los que me acompañan. El relato en sí mismo es atractivo a mi imaginación, puede que menos o más que algunos colegas, eso lo hace merecedor de continuar su lectura hasta el final y entonces saber si es oportuno difundirlo, no a costa de ser solo uno más. Interiormente el convencimiento de difundirlo ocupa todo mi pensamiento, la razón se ocupa por los interrogantes: ¿a quiénes?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿por qué?, ¿para qué? Mi creatividad se ocupa por los finales posibles, recién comienzo la lectura y me comprometo a dejarlo en la biblioteca en el mismo estante y lugar luego de cada lectura, mientras espero cruzarme con otros lectores del mismo tratado. En los momentos de descanso, de ocio, de esparcimiento (que no son muchos, ni periódicos) pienso cuál es el motivo de cumplir con el mandato de la primera página, por qué no lo llevaron, por qué lo dejo en su lugar a pedido de un desconocido (nombre borrado – rúbrica desconocida – caligrafía no contemporánea). El simple pensar en leer, me conducía a la biblioteca del hospital, caminando o con mi imaginación, pero terminada la lectura, el libro (¿libro?) volvía a su ubicación. Resulta llamativo que ir por cualquier tratado o revista, a la hora que sea, siempre encuentro a otros; por el contrario y a cualquier hora, cuando mi mente va en su búsqueda y llego finalmente a la biblioteca, mentalmente o físicamente: ¡no me cruzo a nadie!, y él presenta signos de haber sido leído por otros recientemente. 4. ÉL ENSEÑA QUÉ PASARÁ Cuando se detengan las convulsiones del aire, agua, fuego y tierra, todo estará mejor en la superficie, pero la memoria del sufrimiento en cada generación hace que se olvide todo el pasado de esplendor y surgirá una y otra nueva guerra, con ellas miseria y desolación, allí nuevas pestes. En estos años, ¡no pocos! hermanos míos, será difícil encontrar nuevos discípulos y más aún, que estos encuentren a los suyos, sin embargo siempre estaremos para curar. Las partes de nuestra tierra que se separan y se juntan con las emergidas darán a nuestra vista una singular belleza aunque luego de tanto daño, oscuridad y andar, por estas nuevas porciones; por su dominio y por sus riquezas serán las guerras, pero nosotros siempre allí. De uno y otro lado. Crecerá el conocimiento nuestro de una forma singular, durará en cada tierra, con cada civilización nueva lo que deba y una nueva conquista de uno sobre otro le borrará, es por ello mis palabras; guarden siempre su arte y conocimiento, que esté seguro del fuego y el agua, como también de quienes ustedes mismos temerían; de ello surgirá una dinastía del saber cómo curar. Luego de varios miles de vueltas al sol, debe quedar mi palabra para todos los que de haber estado aquí, no hubiesen dudado de ellas, lanzando en cada camino un testimonio de las mismas como si se tratase del más sagrado escrito de nuestro arte, aunque ni enfermedad ni remedio mencione. Los caminos son tantos que habrá una constelación para guiar a cada uno y solo algunos estarán presentes cuando todo vuelva a empezar. El Maestro fue tan detallado que muchas de sus palabras eran agudas en mi espíritu, en años de escuchar sus clases, jamás sentí esto, él siempre se refería al futuro con esa dulce sensación de dolor calmado, de sufrimiento desaparecido, de alivio, de recupero… A mi lado, otros hermanos que de muy lejos partieron, hace ya unos días, entre ellos, el mismo comentario coincidente con mis pensamientos. Todos, quizá, tenemos la sensación de no poder soportar algo de tal magnitud en espacio y en tiempo, con repercusión en el futuro tan alejado como de miles de vueltas del sol. El Maestro habló de guerras por las tierras separadas, dijo que guardáramos nuestro arte alejado del poder destructor del fuego y el agua, que otros se creerán mejores que nosotros sin ser hermanos de esta sabiduría.
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Peor aún: “todos reclamarán de nosotros, cuando mucho se haya perdido y nuevos beneficios de nuestro arte debamos investigar, la urgencia será una norma y para nosotros un riesgo, solos y alejados de los hermanos que comparten el conocimiento”. El Maestro parecería que tampoco estará, entonces sus consejos, sus palabras faltarán en nuestra vida, sus enseñanzas deberán durar y superarnos, esta enseñanza tiene esa raíz y ese mismo fruto, es por lo cual trato de ser extenso en cada párrafo, porque fue mucho lo dicho en esa oportunidad, de todos modos es humanamente difícil trasmitir con las letras las palabras que desde mis oídos llegaron a lo más profundo de mi ser. No soy el autor de estas verdades, sí el responsable de no poder trasmitirlas con la fuerza que escuché al Maestro, con la inmensa visión que tuvo en aquella reunión, también soy el responsable de cada parte que no entiendas: Confío en tu maestro y en el maestro de él, así sucesivamente hasta mí, hoy. Si estas palabras quedaran olvidadas aquí, nada te sucederá, por el contrario si las conservas como enseñanza y las difundes compartiéndolas con tus discípulos, es una certeza que todo puede sucederte según tus propios sueños y deseos. Luego de mi partida a donde deba o sienta cuando la tierra se calme, me prometo hacer lo que tus ojos están leyendo; mi jornada tendrá momentos de aplicar, de compartir y de escribir; entre los que me sigan elegiré a quienes les comparta estas enseñanzas del único, del primer Maestro de maestros. Una sola duda sobre los dichos de él era como flagelo mortal, su grandeza demostrada con enorme humildad en todos estos años lo hacían superior a cualquier maestro, él jamás mencionó o hizo honor al suyo, siempre asumió la responsabilidad de sus dichos y la diligencia de sus hechos. Fue doloroso el paso del tiempo sin sus clases, mayor dolor será el porvenir según sus dichos, luego de tanto tiempo en silencio. La inmensa sabiduría del Maestro era para nosotros, certeza garantizada. 5. ESTA ES LA SITUACION En cada destino florecerá una Civilización mayor y otras menores, en cada una tendremos una misión importante, como siempre, sin descanso; tampoco podremos tener una vida íntima duradera, ni una riqueza de la cual podamos omitir explicaciones, tanto a los gobernantes, como a los más simples ciudadanos, porque la sospecha será nuestra eterna sombra. ¿Cuánto cuesta aliviar un dolor o un sufrimiento? es mucho al momento de reclamarlo y vale poco al reconocerlo, así será esta nueva etapa, imaginen cuando de salvar una vida se trata. Estas nuevas Civilizaciones prosperarán en cada ciencia y técnica, nosotros con ellas. Por el mismo desarrollo algunas desaparecerán, allí también estaremos. Es más importante y necesario mantener el contacto a la distancia en los próximos tiempos, si uno avanza en su arte y en su ciencia debe divulgarlo entre nosotros. Nuestros seguidores deberán hacer lo mismo entre ellos y sus maestros, así sucesivamente………. Infinitamente. Recuerden que no bastará un camino y algún que otro puente, grandes mares separarán nuestro contacto y a otros les impedirá la altura de la tierra o las más bajas temperaturas poder trasmitir enseñanza. Finalmente todo entrará en una duradera paz de la Tierra que se seguirá en una larga noche de desencuentros entre los hombres. Debemos haber aprendido cómo y de qué manera trasmitir el conocimiento desarrollado a quienes, aún siendo nuestros hermanos, no lo han alcanzado. Con astucia nos mezclaremos entre todos, con dignidad aceptaremos cada misión, con humildad entre nosotros compartiremos nuestro saber y con simple convicción le diremos a cada soberano nuestro que este saber no es un bien de algún reino o imperio, el arte de curar a cada lado de cada frontera y de cada lengua que hablen los hombres debe ser el mismo, utilizado en la bonanza y en la miseria, en la paz y en la guerra. Hermanos, en cada lugar, en cada destino final, se cumplirán estos dichos que comparto, aquí, ahora, estarán los primeros que difundirán la enseñanza, luego de tan brusco cambio de nuestro sistema.
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Cuando este encuentro finalice, al día siguiente marcharan lejos, según se les indique, luego en su ser, un único objetivo: Llegar y buscar donde instalarse y ejercer, hacer crecer un prestigio adecuado que por más duradero que resulte, culminará cuando el primer discípulo solicite compartir nuestro arte. Desde entonces serán “los iniciados sin iniciador” porque yo no seré en ese nuevo orden el iniciador de ustedes, aún seguiré siendo su maestro en una forma distinta entre el no tiempo y el no lugar, de modo tal que serán quienes deban ocuparse del crecimiento y madurez de sus discípulos, ellos se convertirán en Primeros Maestros, yo lo he sido con ustedes. “Los iniciados sin iniciador” pueden formar tantos Primeros Maestros como deseen pero en consonancia con las necesidades humanas del lugar; les digo que serán los suficientes, pero donde el arte de la curación esté ausente, un Primer Maestro deberá ir. Luego le diré a cada uno en detalle cómo será la división de la tierra única; es conveniente descansar hasta que el sol toque la copa del árbol aquel (el Maestro señaló un pequeño frutal sobre el pico del cerro más cercano) entre tanto descansen, tomen alimentos y conversen entre ustedes estas nuevas noticias. El Maestro se retiró sin más. El dormir o al menos descansar, fue tardío. La sorpresa del mensaje y tantos reencuentros daban un aspecto de gran fiesta con rostros que no podían disimular la incertidumbre. 6. HOY PREFIERO LEER, NO PUDO SER Salí como siempre, mi esposa, mi pequeño duermen, es muy temprano, estaré 24hs en el Hospital. Me agito al saber que tendré muchas horas para leer el antiguo escrito, la ansiedad me supera, deseo llegar……… estar…………. No desayuno. Todo como siempre, sin lugar para atender, sin suministros (algunos muy necesarios), algunos llegan más tarde de lo habitual, pacientes reclamando, pacientes en agónica espera, familiares ansiosos, nerviosos, intranquilos, demandantes, querellantes. Poco antes del mediodía parecía estar algo más calmo, decido llegar hasta la biblioteca, adueñarme de él, comenzar la lectura, puedo hacerlo luego de almorzar, estaré activo durante la noche, podré seguir con la lectura hasta mañana. Llego, lo veo en el mismo lugar de siempre y cuando estoy a pocos metros, mi nombre resuena en los pasillos: ¡¡¡URGENTE A SALA DE EMERGENCIAS!!! Repite una y otra vez. El almuerzo fue atender a víctimas de un accidente de tránsito en la Autopista, realmente mucho trabajo, increíblemente nada grave. 15:30hs, mi descanso, en ayunas……………… Prácticamente corro a la biblioteca, imagino esa tarde, esa madrugada de nutritiva lectura, de una historia antigua cargada de vigencia, de simpleza profunda. ¡¡¡No está!!! Busco, nadie a quién preguntar, ¿preguntaría? Recorro con excusas estúpidas todos los lugares donde alguien podría estar atesorando conocimiento y quizá queriéndolo compartir, yo no lo hacía, comienzo a entender a ese maestro. Hasta en lugares insólitos, guaridas de desconsuelo o romances furtivos del viejo nosocomio: Nadie, nadie leyendo el tesoro antiguo. Descansé, no dormí, solo pensando que al menos alguien tiene el mismo interés, ¿quién? Visualicé uno por uno a los colegas, por día, por sala, por edad, por discurso, por todas las variables imaginadas: nada. Algo es cierto lo hago con un cierto prejuicio calificando o descalificando posibles lectores, reflexiono que si bien era poco lo leído (en líneas) y mucho conocimiento atrapante de esa
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historia “preconocida” estaba en una etapa muy inferior de conocimiento, el anónimo y remoto Maestro hablaba a sus “hermanos”, yo juzgaba “colegas”. Durante las primeras horas de la noche y la madrugada solo quiero escapar, el rutinario juego de volver a empezar, pero doce horas después de haber iniciado mi actividad, no hablé con ella, no pude, no escuché a mi hijo, no pude….. En realidad en algún momento pude, no estaba en las mejores condiciones: No quise. 03:00 a.m. faltan solo cinco horas para comenzar un nuevo día de trabajo, camino desde la sala de Clínica hacia Emergencias, quería tardar cinco horas en llegar. Mi caminata automática de madrugada me llevó a la biblioteca, ¡estaba allí! Lo llevé a sala de médicos de emergencias, estaba solo, los pacientes increíblemente tranquilos. Cuando me despertó la enfermera eran 07:45, apenas recordaba lo poco que llegué a leer, el cansancio pudo más. Comienza un nuevo día, paso por biblioteca, su lugar esperando, me despido………… hubiese sido todo el libro para mí, tampoco pude. Aquel día, el cansancio acumulado y el trabajo por hacer, se mezcla con la duda ¿qué leo?, ¿quién más lo lee?, ¿quiénes lo leyeron?, ¿se debe recomendar su lectura?, pienso que todo libro merece ser leído, pero el momento es cuando te llama, cuando se cruza en nuestra vida, cuando un color, una ilustración, un título, algo hace que se inicie esa relación, en la que la mente viaja y el libro deja el mundo inerte, pasa a tener vida en un mundo etéreo donde vive el relato, el autor y los lectores. Ocupó mi pensamiento toda la jornada, sin conciencia plena ejercí durante horas, ahora regresando a mi hogar no entiendo cómo pude hacer, persistir sin sentir el desgano típico luego de una guardia y sin fastidio, ¡¡¡SIN ERRORES!!! Llego a casa, allí mi familia, mis afectos, mi seguridad, mi cena, mi descanso, para volver a empezar, para encontrarme nuevamente con él. 7. ORGANIZACION Y NOMBRES Las aguas serán los nuevos límites cuando desciendan y quedarán zonas extensas y otras no tanto, en número de doce. Estas albergarán en distinto tiempo a una o más civilizaciones. Para el recaudo de nuestro saber, al terminar nuestro encuentro cada uno irá hacia un lugar y llevará el método de curar que mejor conozca. En cada nueva tierra contenedora habrá una manera de nuestro conocimiento que predomine, entre cada uno de estos la comunicación debe ser constante, entre los distintos nuevos suelos contenedores será periódica, cada trece lunas. Aseguramos la perpetuidad de nuestro saber, su desarrollo en cada lugar y dentro de cada forma de civilización, pero al ser duro lo que viene, de algún modo será devastador, como les dijera, debiéndose esperar algún tiempo para recomenzar, es posible que muchos pierdan lo esencial del hoy, entren en confusión y para los futuros hermanos esto sea un retroceso. Retroceder, créanme, es otra forma de desarrollo y avance, sé que a pesar de esta advertencia, en un futuro algunos sentirán frustración. Los grupos iniciales de mayor experiencia por área de aplicación al curar, serán: I. Plantas de aplicación directa y vegetales comestibles. II. Infusiones, Extractos y Tinturas de vegetales. III. Minerales. IV. Magnetismo. V. Animales o sus partes para la curación. VI. Animales no visibles para la curación. VII. Energía del macrocosmos, microcosmos y propio cosmos. VIII. Restauradores y reparadores del cuerpo con y sin instrumentos. IX. Preservadores de cuerpos sin energía o sin vida. X. Aguas de curación. XI. Colores y sonidos para sanar. XII. Palabras que escuchan, dichos que curan. Deseo que primero se agrupen por esta similitud, cada uno de estos grupos de mayor experiencia 7
enviará a cada uno de los otros once un miembro, que le llamaremos “Consulto” es decir que en cada suelo contenedor del nuevo mundo predominará una forma de curación, pero tendrá al menos un “Consulto” de las otras formas. Sugiero que los “Consultos” sean de probada experiencia y juventud, su tarea será solitaria en el qué hacer, responsablemente superlativa en el compartir con sus hermanos y solo periódicamente estará con sus pares, siempre que un sinnúmero de condiciones se lo permitan, por ello les digo que sería bueno que cada grupo cuente con más de un “Consulto” por forma de curar. A los grupos por forma de curar, que Irán a cada nuevo suelo contenedor, estaría gustoso en que se los llamara: “Tradiciones” o “Tradición”. Cada Tradición tendrá incorporados once Consultos de distinta Tradición; la Tradición y sus once Consultos constituyen una “Casa de estudios”. Lugar donde predomina una Tradición pero se enseñan las otras once. Cuando las civilizaciones crezcan, se desarrollen, migren o emigren tendrán en cada nuevo territorio un grupo más pequeño de hermanos, que debe contener al menos un “Consulto” de cada “tradición” de este modo siempre estaremos en crecimiento e intercambio la mayoría, es un deseo que no aparezcan rivalidades en las futuras generaciones de hermanos, sin embargo siento que sucederá paralelo al desarrollo, por lo cual comenzamos desde antes a sentar estas bases y códices de preservación de nuestro arte y saber. Así será que en cada suelo contenedor o “masa” inicialmente habrá una “Tradición” y que cada una de estas tiene al menos un “Consulto” de cada una de las otras “Tradiciones”, constituyendo la “Casa de estudios” de esa “masa”. Cuando en cada “masa” las civilizaciones se desarrollen y crezcan afincándose en distancias más lejanas, allí habrá de nosotros una representación menor que llamaremos “Mesa”, para entonces no será necesario que haya al menos un “Consulto” de cada “tradición”, los problemas de ese futuro seguramente serán otros, les pido que cada Mesa se constituya con doce miembros. 8. COMPRENDO AL MAESTRO Esta lectura me genera una sensación nueva, era una revelación de un pasado remoto o de una fantástica novela, que por algún truco literario y de encuadernación mantenía un realismo inusitado. Está pasando, en alguna forma, lo que allí estaba escrito; el libro a todas luces era antiguo, al menos “viejo” tanto que era precognitivo de una realidad. Doce masas de tierra contenedora, pensé CONTINENTES, faltan siete, mi educación media y la tectónica de placas podrían explicar algo, pero ¿era más antiguo que la vida del hombre................? Realizo un ejercicio de imaginación y fantaseo, me ubico contemporáneo al relato del “Maestro”, con el conocimiento actual (al que llegué) y defino: I. Antártica II. América Norte III. América Sur IV. Istmo de Antillas V. África VI. Europa VII. Asia VIII. India IX. Oceanía X. Pascua XI. Atlántida Con gran esfuerzo no llego a imaginar el doceavo continente. Las doce formas de curar que de un modo u otro tengo conocimiento, manteniendo mi trabajo de imaginación:
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1. Macrobiótica 2. Fitoterapia 3. Homeopatía unicista antigua 4. Mesmerismo - Radioterapia actual 5. Terapias biológicas 6. Vacunas 7. Metafísica aplicada a la curación 8. Medicina alopática y Cirugía 9. Embalsamadores (como forma de preservar el cuerpo para otra vida) 10. Florales 11. Cromoterapia – Musicoterapia 12. Psicología Un continente con una Civilización (o Civilizaciones) y un sabio que contará con once expertos o “Consultos” de las otras formas de curar, serán la “Tradición”. Este sabio tendría una comunicación frecuente “periódica” con otros de su práctica en el mismo continente: ¿Simposios o Congresos? Los “Consultos” quedarán como custodios de su arte y conocimiento en continentes separados por grandes distancias, brindando lo suyo al resto, en cada civilización, requerirán conocimiento para compartir y juventud para formar a otros, una doble misión solitaria, de allí la recomendación de ser más de uno. Entre ellos y con su continente se verían para intercambio en forma periódica, “siempre que un sinnúmero de circunstancias se lo permitan”. Como dijera el Maestro según mi interpretación, en esos tiempos: una “Tradición” por cada suelo contenedor, una “Casa” por civilización, varias “Mesas” por cada casa, doce “Consultos” por cada Mesa. Trato de imaginarlo así (usaré ejemplos de mi fantasía): Continente: Atlántida Civilizaciones: Atlantes, Intromios, Oxateares, Nimbawes y Plushowens Existiría la “Tradición de Atlántida” con doce “Consultos” que originariamente pertenecían cada uno a una forma de curar, de esta “Tradición” dependen mínimamente cinco “Casas” a saber: Casa de Atlantes, Casa de Intromios, Casa de Oxateares, Casa de Nimbawes y la Casa de Plushowens. Cada una de estas “Casas” tiene doce miembros y cada miembro al menos preside una “Mesa” que también tiene doce miembros, que pueden por sí presidir otras Mesas dentro de su civilización. Siempre los miembros serán “Consultos”, su forma de identificarse es sencilla: “Consulto Presidente de la Mesa de Oxateares del este”, “Consulto de la Mesa de Oxateares del este”, “Consulto Presidente de la Casa de Oxateares”, “Consulto de la Casa de Oxateares”, Presidente de la Tradición Atlante” y “Consulto de los Oxateares” Se trataría de esos eventos (¿Simposios o Congresos internacionales de estos tiempos?) Esos grupos de once Consultos y un sabio generan una “Tradición”, era como describir el origen de antiquísimas Escuelas de Medicina, que se nutren a sí con sus propios conocimientos y experiencias, los intercambian de algún modo con sus pares remotos (otras civilizaciones o ciudades y otros continentes con sus propias civilizaciones), mientras evolucionan con los cambios planetarios (hoy me resulta imposible de comprender, es un cuento fantástico) y se adaptan a la forma de civilización donde se desarrollan, en cuanto al sistema de creencias como a los avances del conocimiento que alcancen, y ellos nutriendo y generando estos avances. Todo evoluciona como debe, pasan mayoritariamente sin ser notables y solo necesarios para atender distintos flagelos locales, de los cuales aprenden y periódicamente comparten. La humanidad crece, ellos con ella y la difusión de los distintos conocimientos del curar se amplía. Hay también advertencias: Lo que sucederá al separarse la tierra única (cataclismos); la larga noche (desaparición de las formas de vida contemporáneas); las rivalidades entre los distintos miembros (naturaleza humana innegable) y mantener una red eficiente de comunicación que se trataría de organizaciones más pequeñas y locales que el Maestro llamó: “Mesas” que se integran con una nueva forma de “Consultos”.
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Quizá, sigo con mi fantasía provocada por esta lectura y la forma en que me la cruzara, este escrito llegó de alguna “Mesa” y uno de sus "Consultos" lo difunde de esta manera. Imagino a mi Jefe de Servicio del Hospital, escuchándome a fines del Siglo XX, acerca de esta literatura, él tan concreto y seguro de su ciencia; no, realmente es difícil ese ejercicio, aunque esta lectura me sea, quizá, más sencilla de imaginar. ¡¡¡Otra vez juzgo a mi colega!!! Siento que no comprendí al “Maestro”. Alguno como él o él lee el escrito, alguno como él o él lo dejó en la biblioteca. Voy al bar, necesito repensar, quiero que no pregunten en qué pienso. ¿Temo al ridículo? ¿Temo al devenir? Es un mecanismo de defensa creer que hubo algo más allá de la historia conocida y los Médicos fuimos protagonistas. ¿Estaré buscando una excusa para salir del hastío? ¿Estaré buscando cómo quedarme en lo que critico? 9. ADVERTENCIA Cuando todo suceda y finalice, sin quedar nada de nuestros huesos, deberán los nuestros tener memoria de mi aviso. Les vi con placer y gozo, hacer de nuestro arte y conocimiento una maravilla para todos los que viven en la tierra, soportaron injusticias al momento de ser reconocidos y una íntima satisfacción por cada logro alcanzado. Cada oportunidad de hacer la aprovecharon, compartiendo con los otros cada experiencia. Les pido memoria porque todo será distinto en un remoto futuro, cuando los nuestros desconozcan esta época y ni sospechen que se trate de un remoto pasado. Las tierras al separarse traerán nuevas formas de relación entre los humanos y allí nosotros; por otras causas, que poco tienen que ver con nuestro conocimiento y otras formas del saber han de surgir sentimientos nuevos, tan solo por mayor poder, este se concentrará en cada civilización y en lugar de ser uno y grande, serán muchos de distinto grado de cuantía. Los hombres entrarán en permanentes conflictos entre sí, desde sus familias hasta las civilizaciones intestinamente o con otras, sean cercanas o distantes. Las causas son varias, ya por dominar extensiones mayores de la tierra o por concentrar mayores avances, se darán a ellos el convencimiento de poseer la verdad e invocarán la misma como excusa para dominar a otros y en nombre de esas verdades muchos desaparecerán, incluso sin dejar rastro de haber existido. La naturaleza responderá con su búsqueda permanente del equilibrio y armonía, los hombres de entonces pretenderán, con el conocimiento alcanzado en cada civilización triunfante, dominarla y por esta causa todo parecerá volver a empezar una y otra vez, en períodos cada vez más cortos en el tiempo que medirán entonces. Mientras tanto, en cada región sucederán otros fenómenos naturales, de distinta cuantía y envergadura. El resultado para cada civilización y para cada tierra contenedora será el sobrevivir o el desaparecer, de allí que les solicito MEMORIA y esta se puede trasmitir entre nosotros, Mesa por Mesa, es importante el contacto periódico sin dejar de hacer, porque siempre estarán los nuestros. Cuando las civilizaciones quieran dominar o sean dominadas en las actividades de destrucción humana por humanos, con o sin intervención de la naturaleza, allí estaremos. Nuestro arte y conocimiento deberá una vez más adaptarse a esos cambios, con el desarrollo que alcancemos entonces, de mantenerse esta advertencia en los tiempos y entre nosotros, realizaremos en cada tiempo, en cada tierra, en cada civilización nuestra propia trascendencia, pudiendo mantener entre nosotros el conocimiento de los que ya no están. Recogeremos restos humanos en los conflictos de unos con otros, solicitará cada soberano más de nosotros para mejorar su poder en cada diferendo, exigirán que nuestro arte y conocimiento sirva para seleccionar quiénes correrán el riesgo de ser vencedores o destruidos por los oponentes y existirá un tiempo en que esto se pida solo para diversión de unos pocos. Deberemos reparar artificialmente heridas y mutilaciones que producirán elementos que hoy son sólo herramientas de construcción y progreso, que se adaptarán para la destrucción del hombre y sus civilizaciones. Quienes sepan trabajar en este arte con lo que los ojos no pueden ver, deberán contrarrestar flagelos producidos en imitación de fenómenos cósmicos o de la naturaleza de nuestro mundo. Lamento que muchos de los nuestros, aún conociendo mis dichos, sean tentados y utilicen el conocimiento de curar para perpetuar enfermedades, crear nuevas, destruir seres y ayudar en los procesos de aniquilamiento de civilizaciones, aún dentro de su propia tierra contenedora e incluso dentro de su propia civilización. Es cierto que otros parecerán más nobles y correctos, pero su conocimiento lo aplicarán entre pocos, a cambio de prestigio, poder o riqueza en forma desmedida. 10
También surgirán hermanos que extremarán la humildad de sus actos, pretendiendo llegar a otros y elegirán un camino de sacrificio con pocas oportunidades de transmisión para el crecimiento de los otros, la frustración les llevará a sufrir más que los propios enfermos, aunque a simple vista se los vea sanos y robustos. Esta realidad traerá conflicto entre pares, incluso a la distancia, sin conducir a mejorar aún más a lo que alcanzamos en el presente. Les ruego mantener activa esta advertencia y que sea tema excluyente en cada Mesa, aún cuando la forma de curar aparentemente sea de gran desarrollo entre sus miembros y ya no se necesiten; Consultos de otras áreas del hoy, porque los problemas, aunque distintos a los que hoy imaginemos en cantidad y calidad, serán tan importantes para la humanidad y nosotros en ella. Nosotros, silenciosamente, en horas que otros dedican al descanso o la intimidad deberemos tratarlos en cada Mesa, de cada lugar, en cada tiempo, de manera tal que el arte y conocimiento de curar no se transforme en el opuesto o peor aún que desaparezca. No juzgaremos a pares por fuera de las Mesas; ayudaremos a la comprensión de cada miembro de cada Mesa, cuando algo de lo dicho lo confunda, sin abrir juicio sobre sus actos dando la oportunidad que su Mesa predecesora o las anteriores a esta, definan y por la cantidad de veces que determinen. 10. PROFETAS Y PROFECIAS En un futuro, luego de los hechos dichos, surgirán en cada civilización hombres con mayor visión y sus dichos tendrán valor a su vez en nuevos futuros. Se los llamará Visionarios proféticos o Profetas que hablaran de lo por suceder, entre sus visiones nuestro arte tendrá un lugar por lo hecho, por lo que deberemos hacer, también por lo no hecho y por lo mal hecho. Muchos serán escuchados y seguidos por otros hombres, otros tantos serán perseguidos por otros hombres e incluso se los flagelará, mutilará, serán humillados e incluso morirán en su verdad; de algunos estaremos tan cerca que compartiremos prestigio, de otros sufrimiento y muerte. Hablaran y dejaran testimonio de estos tiempos de paz y armonía, pero no será algo que impere en toda la tierra contenedora donde habiten, sus seguidores en el tiempo interpretaran subjetivamente lo que enuncien, se dejará registro de sus visiones que en algunos casos serán perennes; en otros, el tiempo les destruirá. Algunos ocultaran con exagerado celo estos documentos, porque creerán que los Profetas hablaron en símbolos, para mentes superiores y seremos nosotros quienes deberemos diferenciar que quienes son superiores en mente tienen el mismo derecho a saber que quienes sean considerados inferiores. Si nuestro arte de curar fuese para unos y no para todos los humanos sería condenarnos a la soberbia y un insano egoísmo del conocimiento. Les solicité memoria por estas causas y ellos, los Profetas, también pedirán lo mismo a quienes le escuchen, porque es universal lo dicho y no nos pertenece, pero luego de tantos ciclos del sol y de tan profundos cambios en la tierra única, la confusión luego de la separación de las tierras parecerá mayor que la verdad. Sin embargo, debemos confiar en ese futuro que no parece próspero como el actual, porque algunos hombres conservaran estas verdades en cada civilización y darán un mensaje de esperanza que finalmente conducirá a una increíble evolución, ya no estaremos como estamos hoy, de ustedes depende que esta memoria se conserve intacta. Cada civilización pondrá en un nivel sagrado los dichos proféticos y las generaciones venideras de cada lugar comprobaran su certeza cuando el cosmos dé las señales en búsqueda de equilibrio y armonía nueva. Es mucho lo que les pido, confío en vuestra capacidad y honor; el silencio, casi la oscuridad será la forma de sobrevivir entre nosotros y soportaremos nuestro propio flagelo mientras esto suceda. Crean que los hombres llegaran a matarse unos a otros por estas verdades, partes indivisibles de la verdad, demos protección a nuestro conocimiento, desde hoy, porque podremos desaparecer y los hombres sufrirán más por no poder enfrentar las secuelas de la sangre y la enfermedad; les parece imposible que esto sucediera, pero la muerte del hombre por el hombre es nuestra negación, es cierto que debemos estar allí, tomando uno u otro lugar del conflicto que nos toque vivir; el silencio será una virtud que nos identifique, le llamaremos SECRETO. El espíritu se fortalece cuando de Mesa en Mesa la experiencia circule y no hemos de sentirnos tan solos, elaboraremos formas de mantener el arte a pesar de todo.
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Cuando los Profetas hablen del pasado, nuestro presente y nuestro origen, lo referirán como algo remoto, porque así será y lo harán con ejemplos simples no por su visión, sino por su alcance hacia todos los que les escuchen y lean. Dejaran un testimonio de una tierra única, de un cataclismo de gran escala, de los orígenes de cada civilización a partir del único poder, de los cambios del sistema de creencias en cada lugar, dirán que la esperanza llegará con nuevos hombres nuevos, también hablarán de cómo todo finalizará para comenzar nuevamente con grandeza para todos los que vivan y para quienes no. Durante todo este tiempo permaneceremos en contacto, intercambiando la experiencia y ayudando aún más a que el desarrollo profético se dé, pero nuestra ayuda tendrá otra misión, tan importante para nosotros como para toda la humanidad. Desde mi último discurso en este Foro, estudié con paciencia los dichos del visionario Profeta de la tierra única y hoy no tengo dudas de su veracidad, por nosotros estuve allí largas jornadas de escucha y agradezco a mis once primeros alumnos que se encargaran de mis acciones de curar, por eso hace unas noches los invité a mi Mesa y les adelanté qué temas trataría hoy con todos. De las otras disciplinas del conocimiento actual hubo otros representantes y todos coincidimos que hoy era el día para trasmitir en cada foro del saber humano estas verdades posibles. En verdad, al terminar, nos juramentamos darnos asistencia desde hoy al futuro, respetándonos nuestras formas de ser, opinar, interpretar y conocer cada ciencia. La humanidad futura es el objetivo mayor y simultáneamente cada uno sabe que al tiempo debe pedirles el cumplimiento de otra misión importante, mientras todo suceda.
11. MÁS DUDAS Desayuné con una idea genial, leer el libro antiguo durante la mayor parte de la guardia, las condiciones son óptimas, la tan despreciada "rotativa" del Domingo era hoy una excelente excusa para combatir la inactividad típica de este día a esta altura del año, mis compañeros habituales están de vacaciones, a mí me faltan quince días, los reemplazantes como siempre son jóvenes médicos con muchas ganas de hacer y yo estrenando mi circunstancial jefatura por antigüedad. Llegué y todo era distinto a cualquier otro Domingo, lejos de la familia, del descanso merecido, de ver películas o de pasear. A las 10:00 fui a la biblioteca, avisé que estaría en mi habitación "estudiando", la habitación del Jefe es la que seguro tiene teléfono en funcionamiento, buena luz, agua caliente y la cama bien tendida, nadie llama sino es necesariamente urgente, nadie va, está estratégicamente incómoda para cualquier staff y lo suficientemente cerca para acudir en forma inmediata. Con el libro en mis manos reflexioné sobre las lecturas anteriores, el corazón parecía salir de la boca cuando advertí que un separador marcaba el texto que debía continuar leyendo, el título ADVERTENCIA me puso más ansioso para comenzar, ¿Cómo? ¡Un separador justo allí! yo no lo había dejado, estaba hecho con un recetario, el mismo era de "Consultorios Externos - Cirugía" El otro lector desconocido era cirujano, ¿viejo? ¿Joven? ¿Jefe? ¿Residente?, pensé que quizá podría no ser del Servicio de Cirugía y era una broma, una treta o una simple casualidad; en un Hospital como este, un humilde recetario (trozo de papel de electroencefalografía, prolijamente recortado por una Dama Rosada y sellado con el nombre del sector) era un bien deseable en las ajetreadas mañanas y cualquier Médico podría haberlo usado, o ¿no? El universo de posibilidades se achicaba a un sector de un servicio y en segundos de reflexión era nuevamente inmenso como el número total de Colegas en el Hospital, descubrir al otro lector era un desafío más.
12. ADVERTENCIA SOBRE EL PRESENTE Nunca, desde que comencé con esta lectura, reparé en el título grabado en el lomo y unos signos que al hojear el escrito se repetían en distintas páginas, manuscritos sobre la impresión, con distintos trazos y colores, de tinta y lápiz que también advertía sobre lectores anteriores. El título estaba borroneado, la impresión sobre el cuero permitía leer con dificultad una escritura latina: "CARPE DIEM" y ya no recuerdo si fue esto o lo antiguo del tratado lo que me indujo o sedujo a tomar el libro. Recuerdo que en un colegio de primaria cercano a la casa de mi abuelo, el escudo tenía esa frase: "CARPE DIEM" y solo a los veinte años me enteré de su significado: "APROVECHA TU DIA" 12
Este capítulo y el siguiente me hicieron pensar y reflexionar sin parar. Supuestamente el autor puso en boca de ese prehistórico colega, Maestro de maestros un mensaje que más allá de las profecías y profetas mencionados, era hoy un presente con mucho de historia. Los continentes se separaron; un cataclismo había inundado la tierra; surgieron nuevas civilizaciones; algunas desaparecieron repentina y misteriosamente; otras fueron dominadas; hubo guerras; los sistemas de creencia fueron distintos en cada región a veces similares otras disímiles; siempre los mismos denominadores comunes: Incrementar el poder sea en territorios, en riquezas, en capacidad bélica, en conocimiento y en interpretaciones religiosas. Siempre sucedió de una u otra manera lo mismo y siempre hubo Médicos o sus equivalentes, cercanos al poder y alejados hasta la miseria más impensada; los hubo en la paz y en la guerra; fueron agnósticos o creyentes, incluso miembros sacerdotales de distintas religiones. En ningún caso la historia los recuerda en su inmensa cuantía, sí por sus logros contemporáneos, por sus errores y fracasos; lamentablemente, a otros, por sus crímenes. De alguna manera el "Maestro" lo había dicho, según el autor. En la imaginaria línea de tiempo desde la tierra única hasta hoy, si en verdad todo fuese cierto (actualmente científicamente improbable), hubo una época de crecimiento humano que se sucedía por otra de destrucción e incluso oscurantismo, describiendo ciclos históricos de la humanidad acompañados del desarrollo evolutivo y continuo de la ciencia y el arte humano, la Medicina participó en todo. Hoy, sigo en la vida sin dar con el otro lector, pero en mi espíritu sé quién es, tanto es el respeto que le tengo a ese Colega que ahora entiendo muchas de sus extrañas y admirables (“Heroicas”) conductas en el día a día del viejo hospital y de tantas anécdotas que se saben de sus otras actividades fuera del mismo, ¡Sí! Seguramente se trata de él, seguramente siento vergüenza de iniciar una conversación de este tema ¿por no saber tanto? o quizá por temor al ridículo en caso de estar equivocado. Cada día imaginé que el Colega era un custodio del antiguo libro, que a su vez era la forma de despertar curiosidad entre otros, ¡Una extraña forma! Algo poco habitual es encontrar Colegas en la biblioteca del hospital, es cierto que en este su ubicación lo favorece, pero en años me fue imposible “encontrar” a alguien en ella en actitud de lector o estudioso. La bibloteca de un hospital es como un lugar cuidadosamente descuidado por un Colega y un Personal administrativo que por extrañas razones finalizan allí su carrera institucional; es en este pequeño o gran local donde se realizaron reuniones de clandestina finalidad según las épocas, donde los Maestros y Discípulos se reunieron las dos o tres primeras veces cuando despreciando el té o el café, los ruidos y murmullos del ambiente como las innumerables interrupciones, preparaban un trabajo científico o iniciaban una relación de investigación; es cierto que alguna vez esto fue la excusa para dar inicio a una amorosa relación socialmente prohibida, imposible, no convencional y se lo explicaba por la ciencia o por una tarea científica, secreta y de a dos. En la biblioteca, no encontrar colegas, estudiantes, vendedores de libros, representantes de laboratorios, en fin, cualquiera que no fuese el bibliotecario y su asistente administrativo era muy raro, extraño, excepto en algunos momentos históricos, como dijera, para el desarrollo de una actividad clandestina y esto poco tiene que ver con Internet, antes de su existencia masiva ya eran muchos los años en que la biblioteca no era un lugar de visita frecuente en el hospital, salvo las comentadas excepciones, podría denotar un desapego a capacitarse, en realidad es la falta de tiempo durante el día lo que lleva a la lectura de noche, cuando se puede y en la comodidad del hogar. La biblioteca guarda ese romanticismo clandestino, el misterio de la relación oculta y la insospechada indeferencia a los libros. En mi hospital, más curioso es aún, la biblioteca propiamente dicha está en uno de los corredores en dirección sur, cualquiera podría tomar un libelo, una revista, un tratado, etc. pasar por la oficina (donde está el galeno bibliotecario y su soporte administrativo, su confidente de desgracias en carrera que explican el por qué estar allí) registrar el ingreso al salón de lectura, como la salida. Curiosamente en mi hospital se mantuvo el principio de la accesibilidad y respeto al material de lectura durante décadas y es curioso porque jamás faltó algún volúmen o que tuviere mal trato, este “perfil” de gente respetuosa de la biblioteca y su contenido no siempre se correspondía con las otras actitudes cotidianas. Libros afuera, encargados encerrados en una cómoda oficina y sala de lectura independiente, era un símbolo de mi hospital, inédito, extraño, inexplicable, sobre todo por el respeto o la indiferencia a todo el conocimiento que se encuentra allí en cada página. Entre todo, estas sabidurías; entre todos el otro lector y Colega, a quien creo conocer bien, admiro y respeto, desde mis años de estudiante. ¿Será él quien me conduce e induce? ¿Seré yo que deseo que sea él y no otro?
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13. ADVERTENCIA Cada Mesa será el único reparo en la confusión, será el conjunto de pares comprensivos que cada uno generó manteniendo la esencia de los primeros Consultos, porque en esos tiempos futuros luego de tantas tribulaciones sólo sus pares bien elegidos podrán contener cada causa de tristeza y compartir todas las alegrías. En una Mesa estarán representados los sectores de cada alcance del curar entre sus miembros y quien la constituya y presida lo hará entre pares de probada confianza en el arte de curar como en el cultivo de la amistad. Es cierto que el hombre del futuro caerá frecuentemente en conductas que hoy son negativas y que vejan el espíritu, en esos tiempos será difícil encontrar el límite porque pasadas tantas generaciones en las cuales la sabiduria fue trasmitida cada trece lunas por medio de los encuentros, dependiendo de la capacidad de cada Consulto de llegar a cada tierra contenedora que deba visitar y las transformaciones que sufrirá nuestra gran casa, como las luchas de los hombres por todo lo que les dije mientras demandan sus soberanos nuestros servicios y accciones con el arte de curar compartido desde hoy. El Profeta advirtió que algunos de nosotros, como animales fuera del rebaño, tendremos actividades criminales que se contraponen a todo lo que siempre les compartiera. No hay culpables cuando mantener viva esta sabiuria, durante miles de vueltas del sol, puede alguien presidir su Mesa, mientras otros ejercerán el arte durante una vida en forma correcta y dentro de lo más profundo que quise compartir con ustedes y lo harán solos, sin pertenecer a ninguna Mesa, sin recibir más que lo que su familia, pares y destinatarios puedan dar como reconocimiento, quizá otros tampoco pertenezcan a una Mesa pero se tienten, se perviertan, se transformen en criminales porque nunca les ha llegado el mensaje que les comparto; incluso por sus orígenes, otros desprecien el mínimo conocimiento que de hoy se trasmita y nunca tengan su Mesa. Lo doloroso verdadero sucederá cuando un miembro de una Mesa, de la Tierra contenedora que sea, dé la espalda a este mensaje tentado por otros conocimientos, por otras conductas, por cualquier causa que lo oponga a los miembros de su Mesa, siendo aún más grave cuando presida una Mesa. Ni la Mesa que componga, ni la Mesa que presida juzgará sus conductas; serán uno de los miembros de cada una de la once Mesas que forman parte de la Mesa que integre quien preside la Mesa que compone el “Equivoco” y a este grupo de pares les llamaremos “Ateneo de conducta” que tiene once miembros. El lugar del “Equivoco” será reemplazado por un nuevo miembro elegido por quien preside, la presidencia del “Equivoco” será ocupada por el consenso de los “Once restantes” antes de pasar una luna. El lugar doce lo cubre un nuevo miembro que introduce el más antiguo de los “Once restantes”. El “Equivoco” no vuelve a sus Mesas, deberá si es su deseo, iniciar el ciclo luego de trece lunas y ponerlo a consideración del “Ateneo de conducta”, este siempre deberá participar con un miembro “Celador”, porque el “equivoco” cuando presida siempre estará observado y solo puede elegir a diez miembros por Mesa que presida. El “Celador” será propuesto por el “Ateneo de conducta” seleccionando un miembro de alguna de sus once Mesas. El “Equivoco” puede formar parte de una Mesa para la que fuere convocado, debe ser franco con quien preside y este a su vez con quien lo preside en su propia Mesa, esto ejercita el secreto y desde la incorporación del “Equivoco” quien presida reportará ascendentemente en cada luna, las conductas de quien fuera un “Equivoco”. Si el “Equivoco” no fuere franco al ser convocado o repitiera su inconducta o incurriera en otra falta a la Mesa, el “Ateneo de conducta” realizará la “Ceremonia de restantes” al tiempo que preservando la existencia y permanencia de todas las Mesas, de todas la Tierras contenedoras, se realizaran las actividades de “Sangria” A cada uno les daré en detalle y por documento, cómo se conforma cada mención nueva: “Equivoco”; “Once restantes”; Ateneo de conducta”; “Celador”; “Ceremonia de restantes” y “Sangría”. Es de mi tristeza dar advertencia sobre lo dicho y cómo proceder, porque implica falta y traición, es lo que nos hace hombres, es lo que se obtiene con la soberbia del conocimiento, es lo que degrada los valores humanos de superación individual y colectiva. 14
14. CODIGO Y CONDUCTAS Solo ocupa mis espacios mentales libres esta advertencia con claro castigo y recuerdos de distintos momentos en los que ví derrumbarse la vida de algunos Colegas exitosos en lo suyo, cuando otros continuaron en un continuo avance, que desde lo científico y académico lo impulsaban a el prestigio social e incluso el sólido crecimiento material. Es como caminos contrapuestos de vidas exitosas y paralelas, donde a partir de un punto dado, insignificante quizá para quienes estemos cerca, esa dualidad de todos los éxitos imaginados se bifurca perpendicularmente, siempre es difícil encontrar la causa de tan marcado cambio en uno y no en otro a pesar del giro, a pesar de las circunstancias, a pesar de todo lo que imagine y recuerdo. Será que uno es un “Equivoco”, será que el otro es meritorio miembro de una poderosa Mesa, será que entre ambos existió una invisible brecha de valores y yo imagino coincidencias con la fantástica historia del libro de la biblioteca del hospital, si todo fuera una aburrida novela, el autor logró hacerme creer la posibilidad de realidad, si es lo que dice ser, existen misteriosos pero atractivos códigos de conducta que garantizan un buen vivir y quien le falte o traicione se autocondena a lo que su propia ambición genere. Pero en mis recuerdos también hay anécdotas de casos opuestos, son tantos como los otros, quedan en las historias de hospital, que al igual que las leyendas urbanas, siempre se autoconfirman porque alguien que uno respeta, aunque sea mínimamente, conoce a quien le sucedió la historia y pasan al futuro como golpes de suerte o casualidades del destino que todos prefieren creer, nadie investiga y siempre se lo mezcla con alguna ilícita actividad de cada momento político en donde suceda. Recuerdo que el éxito de un afamado cirujano se debía exclusivamente a que su maestro y mentor había operado a una primera dama; que un médico clínico de visita a domicilio llega a la cúspide de una estructura por la simple gratitud de un paciente a quien atendiera; que otro llegara a integrar un pequeño imperio porque un accidente de tránsito (colisión sin mayores daños) se transformó en una gran oportunidad, así recuerdo muchos más, menciono solo tres de gran envergadura porque son ilustrativos, en ninguno de los tres casos, en todo el anecdotario de cada lugar (hospitales, clínicas, santorios, etc.) nunca se hace mención a la capacidad y formación de estos tres colegas o a veces es peor se los trata como si fueran mediocres, corruptos o de peores valores. Los tres comparten algo: Sus logros los comparten con Colegas allegados durante años de relación profesional y posteriormente afectiva por el paso del tiempo. Es cierto que las sociedades se hacen entre amigos o muy conocidos y no entre desconocidos o convictos cuando la finalidad es algo lícito. Es cierto que habitualmente cuando el éxito en la salud es sorprendente se lo vincula a lo ilícito, nunca a valores de los exitosos. Tampoco a organizaciones de soporte que sin realizar tareas públicas o sectoriales puedan contibuir al éxito de sus miembros. Una sola pregunta me asalta en esta reflexión ¿Existe una organización de soporte que sin ser pública o visible contribuya al éxito de sus miembros? El interrogante me lleva a pensar en la Mesa y sus miembros en que cada uno preside al menos una Mesa y obviamente quien la preside es miembro de otra Mesa que tiene doce miembros y uno de los cuales la preside. Cuando pienso en esto recuerdo a los “fractales” o más sencillamente a los “círculos rotarios” o “círculos de confiabilidad”, pero cuando profundizo en mi mente pienso en Logias, Sectas, Sociedades secretas, etc. estos pensamientos los tengo sin mezclarlo con componente religioso, político o racial, pensé en que desde hace siglos existen y que según los momentos históricos de la humanidad se las niega, se las enaltece, se las persigue, se las sigue, pero siempre están y en muchos casos sus orígenes son de soporte para sus miembros, con fines filantrópicos, solidarios, religiosos, económicos, políticos, etc. pero nunca algo ilícito aunque se lo quisiera mezclar por otras causas, aunque sin duda con poder. ¿Por qué no, una de Médicos? El placer de pertenecer a algo poderoso y el seductor misterio de lo secreto hacen que esto se retroalimente con cada miembro participante, si a su vez se definen objetivos comunes y cada miembro se compromete a alcanzarlos como un medio que luego será un fin para sí mismo, el alcance imaginado es infinito y en cada dimensión de desarrollo se mantienen las mismas características, por eso pensé en los “fractales” que siendo algo dinámico es igual en función del tiempo aunque aparentemente cambie su forma. Se habló de otros conocedores de ciencias y arte distintas al curar, los que se habían advertido de lo mismo en aquella remota historia, me hace suponer que serían las Organizaciones actuales de
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actividad profesional, artes y oficios; todos juramentados secretamente a ser solidarios entre sí y con el resto de la humanidad. Filantropía y sectarismo podría suponerse. Las formas de organizarse que actualmente son lícitas y conocidas en la civilización contemporánea son las que comparten actividades: Clubes, que se vinculan a la práctica deportiva; Sindicatos, vinculados a las tareas laborales de sus miembros; ONG’s, que se vinculan a actividades solidarias para con sus miembros; etc. Sus miembros pueden ser de proba conducta o no, cuando algo sale a la luz, pero jamás se pensaría que en sí mismas son de fines oscuros, amorales o ilícitos estas formas de organizarse, e inclusive que uno de sus miembros sea sospechado probatoriamente de algo no necesariamente debe inculpar al resto de sus miembros. El hombre es un ser erecto, hábil, pensante y social; la humanidad precisamente se caracteriza por la sociabilización (a veces muy particular y equívoca), jamás por incluir a miles de millones de ermitaños en su definición. Los distintos factores que concurren pueden hacer parecerlo en algunos momentos, en algunos grupos humanos, tan extraño esto como el espíritu mutuamente destructivo que desarrolla una guerra, sea la causa que fuere lo que motivó la misma. En mi hospital no hay celebridades, exitosos o poderosos, pero con sus excepciones hay buenas personas, reconocidas por pares y pacientes. Son solidarios (de un modo particular y folklórico) con el resto de la comunidad, que incluye a los vecinos del hospital sin importar su orígen. Entre todos hay ciertos códigos de convivencia que sin estar escritos se trasmiten año tras año a todos los que llegan, así se convive y se comparte alegría y angustia, día tras día. Mi supuestamente desconocido mentor tenía características de celebridad, éxito y poder, pero lo que yo pude conocer de él, si estoy en la pista cierta, no era precisamente eso, supe de sus fantasmas, debilidades y miserias que todos o casi todos ignoraban. Mi sospechoso mentor, recuerdo solía mezclar a diario: la ciencia, la mística y lo romántico en un marco melancólico que se doblegaba ante una gran capacidad de alegrar a quienes compartían su espacio circunstancial. Su capacidad docente era motivo de comentarios entre jóvenes y viejos; su memoria despertaba sana envidia y admiración; sus habilidades en el arte de curar eran motivo de comentario dentro y fuera del hospital y sus códigos en y para la vida de relación eran de extrema sabiduría. Yo lo conocí en otro ámbito, bajo otras circunstancias, por otra gente, quizá por eso era raro considerarme “colega”, lo común era “amigo” y lo profundo: “hermano”. No pude preguntarle y seguí con la inconstante lectura, prestando atención a sus actos como a sus marcas en el libro. Luego de un tiempo de compartir mucha actividad hospitalaria me obsequió un antiguo libro, de evidentes varias releidas, fue sin mayores comentarios, jamás me desprendí del mismo y es el único libro de mi propiedad que tiene un lugar secreto. El relato es más antiguo que el autor, todo versa sobre una especie de Sociedad secreta, un conocimiento profundo sobre el curar y un baile en un pomposo salón en Europa, durante el siglo XIX. ¡¡¡El baile era de máscaras!!! Me dijo que a su vez se lo había regalado un ser querido, eso era más raro, como esa persona fue mi paciente alguna vez se lo pregunté y no lo recordaba. Llegó el momento de dejar el hospital, pero no había terminado el libro, ahora me quedan un par de meses, que fueron casi dos años, para tomar apuntes y observar compartiendo tiempos, cada palabra, actitud y acción de quien yo sospechaba como mentor. Jamás le mencioné mi sospecha, siempre entre los temas médicos de dentro y fuera del hospital, el tema recurrente estaba en el libro que me obsequiara años atrás y porque sí o al menos fue lo que quise o me hizo creer. 15. APUNTES De cada palabra que recuerden hagan un material para trasmitir y divulgar entre Consultos, Mesa por Mesa, les pido lo adapten a las formas y culturas de cada civilización, cuando los cambios de la tierra parezcan haber cesado, de todo esto podrá haber muchas interpretaciones, pero las generaciones sucesivas en cada Tierra única como una Tradición y luego como cada Mesa, mantendrán la escencia de lo que quiero trasmitirles desde que comenzara este foro, que será para mí voz el último. Aquí el Maestro pidió que los presentes no apuntaran sus próximos dichos, es más nos solicitó que cerremos los ojos suavemente, respiraramos de una manera especial, mientras juntabamos las manos por las palmas manteniendo nuestros dedos medios flexionados. Me sentí embriagado, percibiendo un aroma dulce y floral, con todos mis sentidos orientados al Maestro, estaba relajado en una forma que jamás experimenté, escuchaba y entendía cada palabra y con la sensación de quedar marcadas a fuego en mi cabeza.
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El Maestro fue contundente, nos dejó los lineamientos a seguir cuando lleguemos a destino para el renacer cuando todo se aquiete y los límites sean el agua. Cada uno de nosotros solo tenía el recuerdo de la enseñanza y debíamos generar a partir de allí lo que luego sería una “Tradición” pero esta no podría existir sin dar a conocer las primeras instrucciones y estas a su vez trascender a todos los cataclismos por venir, entonces en cada “Tierra contenedora” con cada civilización, cada uno de nosotros dio las bases para generar una “Tradición” a la que llamamos “Mnesis”. De una “Mnesis” surgieron las distintas “Tradiciones” en desarrollo en cada “Tierra contenedora”, pero había tantas “Mnesis” como Discípulos que hicimos lo que el Maestro solicitara y lo hicimos en los doce lugares rodeados de agua. A medida que la civilización nuestra y las vecinas se desarrollaban, comenzamos a cruzar los “Consultos” y ya en esos tiempos hubo “Equivocos” pero todo superaba y trascendía, porque habiendo escuchado al Maestro de los maestros y haciendo lo que solicitara en el último foro, sobrevivió nuestra sabiduría a pesar de la separación de la tierra, el avance de las aguas y la devastación del fuego. Al saber lo que pasaría de antemano el daño fue menor y al dejar para la tranquilidad el escribir la base de cada “Mnesis” todo se mantuvo en cantidad y calidad, si por el contrario se hubiese centralizado un conocimiento único con sus leyes y formulaciones, todo se hubiese perdido en aquella larga noche. Por la memoria especial que despertara aquel día de último foro llegamos a saber de esto hoy, si hubiese necesitado un soporte de escritura mayor al empleado hasta ese momento lo hubiese perdido entre tanto andar hasta mi tierra contenedora y así mismo faltaba un equilibrio y respeto entre los miembros de mi civilización luego de tanto temor y riesgo pasado, mientras todo se acomodaba hasta poder dejar este testimonio. Lo complejo de la distribución del conocimiento dado por el Maestro de los maestros, los tiempos que sucedieron y las interminables marchas hasta finalmente asentarnos en una Tierra contenedora, soportar la evolución y tolerar hasta las guerras, e incluso sufrir por no tener remedio, dejando todo en el recuerdo, hizo que llegara un tiempo en que el mismo arte de curar en distintas civilizaciones no se pudiera congeniar, es porque cada Tradición nació con la enegía de ser la primera forma de curar y la más abarcativa. El Maestro de maestros lo supo proféticamente, dejó esta posibilidad abierta y evitó que todo se perdiera, disolvió el egoísmo centrípeto. Cada Iniciador en cada Tierra contenedora cumplió con lo comprometido en el último foro, sus Iniciados lo adaptaron al nuevo órden animal, vegetal y mineral como asimismo a cada Civilización. Esa supuesta contraposición de Tradiciones son las distintas partes del todo y las Mesas de un lejano futuro, cuando se produzca el otro gran cambio deberán ser amplias con el conocimiento oculto de sus pares, sin despreciar, crear Mesas nuevas con miembros de otros orígenes, que entonces se llamará cada una: “Mesaal” y tendrá un miembro al menos de la Mesa de la Tradición dominante en esa civilización y se la llamará: “Mesat”, los miembros de un Mesat pueden crear un Mesaal y deberán presidirla, llevando las conclusiones a su Mesat, como hicieron antiguamente de alguna manera los Consultos. El Maestro de los maestros no dejó nada en el azar, él sabía como nadie lo “a suceder” se reunía y aprendía de todos los sabios que había en la Tierra única, creo que por eso eligió para su último foro esa fecha que era cuando más cerca del sol se estaba. Quizo aprovechar toda la luz y toda la energía para divulgar su enseñanza. Nada se guardaba, todo compartía y eso lo hacía cada vez más grande. Cuando terminé este párrafo comencé a apuntar, no solo a leer y buscaba cómo incrementar mi memoria para transcribir después en la paz de mi hogar o en el primer minuto de descanso de cada día. Estoy sorprendido porque en pocas líneas hay tanta sabiduría y recuerdo aquello que dice: “La humildad de los grandes”, ¿podré aprender y trasmitir? En el hospital estará mi misión, siempre la misión de un médico pasa por el hospital, antes o después, eso no es lo original, entonces tampoco sé cuál es la misión, debo seguir leyendo, ¡Siempre se trata de estudiar! Dejé el libro en su lugar, con el lomo hacia adentro, una expresión rebelde de gran cobardía con el criterioso repaso hoja por hoja de no dejar recetario, marcador u otro elemento. Preferí un estúpido juego detectivezco que encarar resueltamente a mi colega sospechado, que era buen amigo y compañero, ¡cuanto me falta aprender¡ Miré a cada lado, nadie. En la oficina, nadie. La sala de lectura, cerrada. La ventana del pasillo, algo iluminada por el anochecer, era muy tarde, no fui al consultorio, no hice un montón de cosas, sin embargo no creo haber leido tanto. 17
Desarrollo una estrategia mental para abordarlo y decirle: Sé que lees el libro y creo que sos miembro de un Mesaal, mi otra parte más racional y ortodoxa me decía con irónica claridad: ¡Sos un delirante! Decidí aprovechar a pleno cada momento posible y compartirlo con mi sospechoso colega lector, llevar el tema al centro de nuestras charlas, siempre algo interfería cuando se daba el momento, podía ser una urgencia, otro colega, un paciente, el tiempo, un compromiso, algo, etc. El respeto a su prestigio y trayectoria me obliga a no ser directo, ¿Temía el ridículo?¿Temía ser irrespetuoso? Continuaba con la asistemática lectura y siempre había un rastro, una marca, algo que indicaba que no era el único lector. Una mañana abúlica de sorprendente poco trabajo me dirigí a la biblioteca, verifiqué que el libro estaba en su lugar habitual, fui a la oficina para preguntar si se encontraba un viejo libro con título CARPE DIEM, del que no recordaba su autor. El viejo fichero fue obsesivamente repasado por la Colega encargada y su asistente administrativa, ambas trabajaron lo que no habían hecho en años, hoy les interrumpí el té y justifiqué su empleo, eso me hacía sentir bien, el resultado me hizo sentir extraño: Aproximadamente diez años atrás lo había retirado un Colega, la ficha era claramente antigua, amarillenta y deteriorada, se podía leer: CARPE DIEM, sin autor, sin editorial ni edición de imprenta, género: “Literatura médica mística”, “retirado por el Dr. (borroneado el apellido y nombre)” en una alejada fecha (aproximadamente una década), “observaciones: Sin devolución, se dá de baja del patrimonio”, consta un número de expediente o acta y la ficha estaba cruzada con la inscripción: BAJA. Salgo, miro el estante…. NO ESTA!!! Es media mañana busco a mi sospechoso colega de lectura compartida, lo encuentro en el bar, comparto un café, lo acompaño a su servicio, de allí a un Ateneo clínico y sin perder contacto con él lo acompaño a su auto, nos despedimos y regresé a buscar mis pertenencias a mi sala. Pasé por la biblioteca y mi sorpresa fue aún mayor: ESTA!!! En su estante pero con el lomo hacia abajo, lo tomo y un nuevo separador hecho con un recetario de publicidad (laboratorio de especialidades) en el cual se leia claramente una frase muy repetida en textos médicos: “Horacio, hay más en el cielo y en la tierra que lo que propone tu filosofía – Hamlet, Acto III” lo curioso es que estaba prolijamente impresa con una máquina de escribir, como las que había en todas las dependencias administrativas y jefaturas de todo el hospital, curiosamente y a juzgar por las fichas, nunca hubo una en la biblioteca, saber dónde se escribió era tan o más difícil que averiguar quien lo había escrito. Mi duda es que al llegar al bar él no había pedido servicio, había llegado poco antes, fumaba un cigarrillo y el cenicero estaba limpio. Siento que estuve cerca, siento que me desafía en un sano misterio y que vá ganando al momento. Me llevé el libro, tenía un período de casi dos horas sin perjudicar mi día, continué la lectura. Continuaría tomando apuntes 16. INSTRUCCIONES El Maestro nos dio instrucciones básicas para el futuro lejano, para cuando todo se desarrolle en cada Tierra contenedora y que luego de la gran guerra de exterminio entre civilizaciones se comience a establecer cada Mesa con quienes desean participar en cada lugar de cada civilización. Sin realizar diferencias entre los sufrientes, porque ellos no lo harán con ustedes, realizaran su arte. El secreto de cada Mesa es mantener un conocimiento elevado del curar que no entorpezca el hacer. Los miembros de una Mesa son hermanos del arte de curar reconocido por cada Tradición de orígen. En una Mesa puede haber miembros de distinta Tradición, diría un imperativo para crecer interiormente, sin adueñarse de la verdad absoluta. Quien preside una Mesa es responsable en la suya por lo actuado entre sus hermanos presididos.
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Cada Mesa se compone por un Presidente anterior y once miembros que son Presidentes en sus propias Mesas. Los miembros de una Mesa serán de una misma civilización por raíz o por elección, aunque su orígen sea extranjero. Un Equivoco es un miembro fraterno que faltó a los preceptos de su Mesa. Un Celador es el miembro once de la Mesa que inicie un Equivoco a las trece lunas. Un Ateneo de conducta se compone de once miembros propuestos por los hermanos de Mesa de quien preside la Mesa del Equivoco. El Equivoco debe esperar trece lunas como castigo menor de inconducta para participar o presidir una Mesa. Un Presidente que no reporte el ingreso y desarrollo de un Equivoco incorporado incurre en falta y se deberá someter al ateneo de conducta como nuevo Equivoco. La Ceremonia de restantes es la que expone ante todos los miembros de cada Mesa en la que el Equivoco participaba hasta repetir una falta. La Sangría es la condena mayor, consiste en romper la hermandad, porque la vida tiene una sola oportunidad y un hermano de Mesa solo tiene una vida de hermandad, no puede haber dos arrepentimientos, porque pone en peligro a toda la Tradición. Los Once restantes en un tiempo no mayor a una luna, reemplazan al Equivoco. Si el Equivoco fuera quien preside, este lugar lo ocupa el miembro más antiguo de esa Mesa y el Ateneo de Conducta procederá a la Sangría. Aquí se inician la Mnesis, cada una generará su Tradición en el número y ubicación de Tierra contenedora que desee. Cada Tradición hará nacer las distintas Mesas. Una Mesat tiene doce miembros de tradición dominante en su civilización. Una Mesaal se compone de doce miembros, uno de los cuales la preside y forma parte de un Mesat. La Tradición dominante es la escuela más reconocida en esa civilización. Los miembros de una Mesaal pueden ser once de Tradición no dominante o menos, con miembros de Tradición dominante, hasta completar los doce. La hermandad surge por el arte de curar probado y el respeto entre sí de los miembros de cada Mesa, sean de una Mesat o de una Mesaal. El equivoco es un miembro de Mesat o Mesaal que no cumple con los preceptos de la Mesa. Los miembros se reunirán con austeridad en el lugar que convengan entre sí, sin interferir con la actividad de curar y sin molestar a sus familiares. La reunión periódica y ordinaria deberá ser breve, con temario, discusión, consenso y conclusión. El compromiso de reunión es inobjetable, es de honor, es de hermandad. Recomiendo que cada miembro se reuna con la Mesa que preside en la misma fecha y a la misma hora en distinto lugar, porque ello genera un logro mayor en la infinita energía universal. Esa reunión no se realizara en la fecha y horario en que el miembro presidente se reune con su Mesa. Este ejercicio de reunión genera comunión y favorece la fecha de una eventual y extraordinaria Gran reunión. Cuando comprendí cada uno de estos preceptos, el Maestro de los maestros se refirió al qué hacer en cada Mesa, en los tiempos de cada civilización. Parecía leer nuestros pensamientos, todo quedaba registrado en la memoria en forma firme y clara. Continuaba con el qué hacer:
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Los miembros de cada Mesa tienen dos deberes: Contribuir al crecimiento de la Mesa del hermano que preside y al mismo tiempo contribuir a que crezcan las mesas que presiden sus hermanos. Cada Mesa debe dar oportunidad a los miembros de la Mesa de cada uno de sus miembros.
17. POSIBILIDADES El Colega estaba conmigo, mientras el libro “aparece”, es extraño o somos más los que compartimos la lectura, caso contrario estuvo en dos lugares al mismo tiempo… Las instrucciones del Maestro eran claras, simples, profundas y representan el deseo de todos, sin embargo la realidad es otra. Es la posibilidad de generar oportunidad. El tiempo pasó y las enseñanzas fueron tarea, estas se convirtieron en servicio y prestigio. Dejé finalmente el Hospital, con el conjunto de sentires e ideales andando por sus pasillos para los nuevos aprendices. Dejé el libro en su estante, guardé con afecto los rústicos y delicados señaladores. Antes de retirarme tomé mi último café como miembro activo del Hospital, con mi hermano conversamos una vez más sobre mis proyectos y los suyos. Pasaron varios a saludar, en cada rostro un recuerdo y un aprendizaje de él ante esa circunstancia que seguramente ya había superado y por la cual yo ganaba un conocido, un Colega, un Amigo en el futuro que estaba viviendo en un increible presente, dentro de un no tiempo y en un no lugar, la conciencia daba solo para eternizar la despedida (administrativa) y divertirnos imaginando como sería todo lo que supmos construir. Durante años lo visité en el Hospital de forma asistemática para hablar de la profundidad del Ser humano, manteniendo un contacto fluido y frecuente en el mundo exterior al Hospital, jamás fuera del mismo pudimos abordar estos temas, por múltiples razones y factores, todo conspiraba para que el Hospital fuera nuestra “Tierra contenedora” y nuestra “Civilización”. Una mañana sonó el teléfono de mi casa, extrañamente atendí, era temprano… Un Colega y Amigo común, me daba la noticia que se había adelantado mi Hermano y que ya no estaba entre nosotros, al menos en esta dimensión. Luego del funeral y todo lo que allí se movilizara, se realizó un modesto acto “in memoriam” en el Hospital, el servicio llevaría su nombre y se eligió una foto muy simbólica de él (simbólica porque es la única en que está sonriendo, con la chaqueta arremangada mostrando heridas de guerra en su brazo derecho, su encendedor Ronson y los cigarrillos Parisiennes), escuchamos palabras de sano elogio y otras de hipócrito valor, como en cualquier acto de este tipo. Mi Colega, Amigo y Hermano ya estaba lejos de mis sentidos para preguntarle y en ese mismo momento entendí que él había sido un “Equivoco”. Corrí a la biblioteca, corrí por los pasillos hacia el sur, en la biblioteca había una intensa, febril y bulliciosa actividad, el libro: ¡no estaba!
Dedicado a la memoria siempre presente del Maetze ASA
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