La licbre y la tortuga
Orase una vez, en cl mundo de los animales, una liebre muy vanidosa. Siempre estaba presumicndo de ser el animal más veloz. Además, muchas veces se reía de la tortuga, a la que no valoraba porque era el animal más lento.
Mirad la tortuga! ¡Eh, tortuga, no corras tanto, que te vas a cansar de ir tan deprisa! decía la licbre riéndose de la tortuga.
La tortuga solía quitar importancia a estos comentarios. Pero un día, cansada de que la licbre sicmpre se riera de ella, le hizo una curiosa propuesta:
-Oye, licbre, qué te parece si hacemos una carrera para ver quién es la más lenta de las dos?
Ja, ja, ja! Pero si todos saben que tú eres la más lenta y yo la más rápida -contesto entre carcajadas la uebre.
Bueno, eso tendríamos que demostrarlo. Aceptas esa carrera? -insistió la tortuga.
De acuerdo! Me será fácil llegar la primeray tendré iempo hasta para descansar -res pondió vanidosa la liebre.
Así que las dos decidieron juntas cuál iba a ser el recorrido de la carrera. La liebre pro puso un camino más corto, pero la tortuga prelinó que el camino fuera más largo.
Llegó el dia de la carrera y todos los animales se reunieron para vera. Muchos animales preferian que ganara la tortugay que la liebre aprendiera a ser más humilde. Sin embargo, la verdad es que ninguno creia posible que la tortuga ganara a la liebre.
3 A
una serial de dos mapaches, comenzó la carrera. Todos los animales aplaudian y animaban a la tortuga. Sin embargo, ninguno hacía lo mismo con la liebre.
La liebre corria veloz como el viento mientras la tortuga iba muy despacio. Enseguida, la liebre se adelantó muchísimo. Confiada con esta ventaja, se detuvo a un lado del camino y se sentó a descansar entre dos castaños.
La tortuga iba despacio, pero nunca paraba. Cuando pasó al lado de la hebre esta se nó de ella una vez más. La liebre esperó un rato y luego volvió a emprender el caminoa toda velocidad hasta dejar atrás a la tortuga. Entonces, se paró de nuevo a descansar.
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a liebre hizo lo mismo vanas veces, mientras la lortuga seguia su camino sin desani Amarse ni detenerse. La liebre se sentia tan segura de que iba a ganar que se tumbó5a dormir bajo un árbol Pero se quedó tan profundamente dormida que ni siquiera oyó pasar a la tortuga.
Cuando la liebre se despertó, cornó con todas sus fuerzas, pero había pasado demasiado iempo durmiendo. Así que la liebre egó tarde. La tortuga, pasito a pasito, había llegado ya a la meta.
Todos los animales se pusieron muy contentos y lelucitaron a tortuga por su constancia. De este modo la liebre aprendió a valorarla y no volvió a burlarse nunca de ninguno de los animales.
Adaptación de la fábula de Esopo.