Procesos de representaci贸n La percepci贸n y las disputas culturales en el campo de lo visual
• Como lo historiza Denise Najmanovich en su texto “Mirar con otros ojos”, la educación de la mirada, no es un hecho fortuito o que surgiera en nuestros tiempos. • “En la Modernidad se concibió el conocimiento como el reflejo interno en el sujeto del mundo externo, al que se suponía objetivo e independiente. El espacio del pensamiento moderno nació de una estética dicotómica que escinde al sujeto del objeto, al conocimiento de la realidad, a la forma del contenido. De este modo, el saber es una mera versión virtual de lo real.
• El sujeto no entra en el cuadro del mundo, así como el pintor no figura en el cuadro "realista" que fue creado utilizando la técnica moderna de la perspectiva. A esta estética del conocimiento se la ha denominado "representacionalista”. • Esta denominación, que alude a la supuesta posibilidad de re-presentar en la mente una imagen que es copia fiel de lo real, se impuso mucho tiempo después de su nacimiento.
• Cuando el reinado de esta concepción dicotómica, que divorciaba radicalmente la forma del contenido, comenzó a declinar y otras estéticas entraron en pugna con ella, se hizo visible el hecho de que el representacionalismo también era una estética, en el sentido de una forma producida por los seres humanos, una perspectiva entre muchas otras y no la forma natural del mundo (Rorty, 1989; Foucault, 1980; Deleuze y Guattari, 1976; Von Foerster, 1991; Maturana y Várela, 1990).”
• Desde esa historicidad podemos inferir que la construcción social de la mirada, no ha sido objeto de análisis sólo de las distintas formas estéticas, sino en el plano de lo que queda afuera de esa construcción social del mundo, a través de las imágenes. • Es decir, desde el plano de lo social, de lo cultural, de lo comunicacional, y también de lo estético per sé.
• La imagen en movimiento, también se constituyó en un objeto de reflexión por dos motivos: 1- Lo mostrado/representado (qué queda dentro del plano de lo visible y por qué motivos) y, • 2- Lo (no)mostrado/representado (qué/quienes quedan fuera del plano de lo visible, motivos y modos de representación)
• 1) Los procesos a través de los cuales se decide qué queda dentro del espectro de lo visible, fueron utilizados (intencionalmente o no) por instituciones formales de aprendizaje (escuela, familia, iglesia). En este proceso, se utilizan parámetros de caracterización y de contraste: “esto es lo que NO es”. Por ende se establecen sistemas clasificatorios, que abarcan desde los conceptos más básicos, hasta las más diversas prácticas sociales.
• Son precisamente esos procesos los que podemos observar de manera cotidiana en las diversas producciones mediáticas (gráficas, radiales, televisivas, o cinematográficas). • La alteridad se relata desde una visión del mundo que se mide bajo parámetros y valores aprendidos socialmente. Y lo que no encaja en esos parámetros, se mira como anormal, exótico o amenazante.
Voto a los 16 a単os
• El cine de Latinoamérica en general, desde el espacio de disputa social, se fueron abriendo puertas para poner en discusión esos modos de representación de los grupos sociales desde entrada la década del 60’, en donde la mirada comienza a focalizarse en los aspectos más próximos a los puntos donde se producen estos espacios y, precisamente desde una mirada localizada.
โ ข En el caso de Argentina, es el cine de Adriรกn Caetano (1997 a 2006), que dan cuenta de las representaciones mรกs consolidadas en el imaginario a la vez que devela las tramas secretas de la discriminaciรณn, la condena, los enfrentamientos abiertos o solapados, las gestualidades del rechazo y de la condena, el murmullo que se transforma casi en un grito ahogado. (Arancibia, 2007).
• En estas producciones, se puede observar una diversidad de formas a partir de las cuales se comienza a ‘deconstruir’ una mirada naturalizada de algunas de las representaciones sociales más arraigadas no sólo en nuestras miradas, sino también en nuestras prácticas sociales: discriminación, xenofobia, estigmatización, violencias materiales y simbólicas.
• Una mirada por este tipo de producciones nos pone en la tarea de mirar y de mirarnos, de percibir la violencia y sus matices en cada una de las tomas y de los sonidos, de preguntar al resto de la sociedad acerca de cómo llegamos a estas instancias y de interrogarnos por nuestra participación –por obra u omisión- en la construcción de esta sistemática de la violencia. • Evidentemente, cada uno de los trabajos de Caetano pone en la pantalla lados de la sociedad que muchas veces no queremos mirar y los sonidos de la cotidianeidad que como dice Martín-Barbero son los ruidos y ritmos de la experiencia cotidiana de la violencia.
Ver lo que “no se quiere ver” • En el caso de las producciones de Caetano, se hacen visibles problemáticas sociales que pocas veces son vistas en las producciones de la industria del entretenimiento. Jóvenes que viven y delinquen en la calle, sistemas carcelarios que perfeccionan la delincuencia, el estado que se transforma en torturador de sus propios ciudadanos, la xenofobia instalada en el centro mismo de las formaciones urbanas (Arancibia, 2007).
¿Cómo discutir lo naturalizado? • En consonancia con lo “aprendido” desde la temprana escolaridad, o desde los espacios de socialización, son los medios masivos de comunicación las herramientas que, por excelencia, producen y reproducen imágenes de lo socialmente aceptado. En este accionar, se generalizan prácticas, se clasifican acciones y sujetos; se visibiliza “lo normal”.
• En ese mismo proceso, quedan (in) visibles otras prácticas sociales que escapan a los parámetros impuestos como normales, porque no es conveniente “verlos”, como señala Reguillo (2008). • Es en el cine de Caetano, que esas identidades, prácticas y sujetos, cobran visibilidad en el intento de descentrar las representaciones imperantes.
• Los medios masivos de comunicación, coadyuvan a la construcción de un imaginario que no sólo se alimenta de un constructo de representaciones identitarias excluyentes e indeseables, sino también que lo exacerba de manera cotidiana.
¿Cómo discutir lo naturalizado? • El cine de Adrián Caetano, además de transformarse en una crónica de este tiempo, toma el riesgo de poner imagen a lo que muchas se invisibiliza en los medios de comunicación. Cine cuestionador y provocativo que obliga a mirar los costados de una sociedad que va mutando sus valores al ritmo de las crisis. • En definitiva, cada film es un fragmento de la sociedad que no se mira o que no se quiere mirar como si negándolos se pudiera condenar a la inexistencia.
Consignas: • A partir del informe de Tribu Urbana, “los Bagayeros”, analizar: • Las diferentes políticas de (in)visibilidad presentes en el mismo, de acuerdo a lo propuesto por R. Reguillo. • Las características de representación que se hacen visibles y se ponen en disputa en el relato de los personajes, de acuerdo al texto de Arancibia.