Regímenes de visibilidad e (in)visibilidad. T

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RegĂ­menes de visibilidad Las representaciones y las percepciones Haga clic para modificar el estilo

de subtĂ­tulo del patrĂłn


Regímenes de visibilidad como construcciones sociales •

Formaciones históricas particulares, por ejemplo: Occidente/Oriente; Europa/América Latina; Modernidad/Tardomodernidad; Centro/Periferia. Lo que significa que la in-visibilidad está siempre situada. Instituciones socializadoras e intermediarias que la modelan y modulan: la familia, la escuela, las iglesias, los medios de comunicación, las industrias culturales. Se aprende a ver y ello tiene repercusiones culturales y sociopolíticas. Lógicas de poder político que deviene poder cognitivo. Quié(nes) determina ( n ) qué es lo visible y lo invisible, configuran lo cognoscible y enunciable


Tácticas y estrategias •

Las políticas de in-visibilidad aluden a ese conjunto de tácticas y estrategias que, de manera cotidiana, gestionan la mirada, esa que produce efectos sobre el modo en que percibimos y somos percibidos, esa que clausura y abre otros caminos, esa que reduce o esa que restituye complejidad. Políticas de la vida cotidiana que "no vemos" porque a través de ellas, vemos


Tácticas y estrategias •

Los conceptos están tomados de Michel De Certeau. Las tácticas tienen que ver con acciones esporádicas, no formalizadas que tratan de resistir a los poderes instituidos. Las estrategias devienen de una planificación detallada con fines y objetivos concretos y determinados. Por ejemplo, un proyecto de “unidad nacional” que excluye lo diverso de la población:


Historicidad de los procesos •

Desde el ensanchamiento de las fronteras coloniales se produjo una visión de los otros y una serie de estrategias de visibilidad que van dando cuenta de las tramas de lo visible y de lo invisible para un estado de sociedad dado. La noción de “alteridad” juega un rol sustancial en la configuración y reconfiguración de las territorialidades. Ej. Pueblos originarios.


Las representaciones de la otredad •

De esta manera se va configurando un campo representacional en el que la identidad se transforma en un co-relato de la heterorepresentación. Dicho en otras palabras, para pensarse a sí mismas las culturas europeas requieren de la presencia de un otro diferente y diferenciado. Las representaciones pensadas desde una lógica relacional.


Para historizar las alteridades •

Las propuestas antropológicas, sociológicas, socio-semióticas, discursivas de la toma de la palabra y de la autorepresentación se transforman en una interesante posibilidad de pensar ‘la toma de la palabra’ como inserción de la otredad en el campo de interlocución social. Asumir la voz, romper las cadenas de las opresiones sociales, cognitivas y discursivas llevaría a un conflicto representacional necesario que muchas veces aparece como obnubilado, obcecado.


La comunicación como praxis liberadora •

Los recorridos teóricos de las ciencias de la comunicación en América Latina dan cuenta de estos procedimientos de búsqueda de asumir la propia voz. Es necesario pensar en la comunicación de la diferencia que implica construir representaciones diferenciadas que lleven a alterar las formas de percepción naturalizadas en un estado de sociedad determinados.


Las políticas de la representación •

Estas políticas de la representación y la autorepresentación implican la necesaria superación de los exotismos y de los folclorismos. Mirar al ‘otro’ como un objeto extraño, exótico. La construcción de una representación de la alteridad implica que se haga ingresar al campo de interlocución las voces que heterónomas y no audibles para un estado de sociedad.


Las formas de la otredad •

Lo uno y lo diverso, lo único y lo múltiple, lo idéntico y lo diferente, lo conocido y lo desconocido, forman parte del pensamiento social que ha venido organizando, en fórmulas binarias de oposición, tanto la comprensión como la nominación del mundo. Rastrear los modos en que la diferencia ha sido pensada y construida implica, de manera ineludible, colocar la pregunta por la otredad.

/…/ al otro, incluso cuando no es enemigo, se lo tiene por alguien que ha de ser visto, no alguien (como nosotros) que también ve. Susan Sontang


La percepción de la otredad y las formas de la tecnología •

Tal como lo plantea Reguillo: Quizás valga la pena colocar aquí dos preguntas estrechamente vinculadas: la pregunta por la mirada y la pregunta por las tecnologías que una sociedad se da a sí misma para potenciar su mirada. Mirada y tecnología están profundamente imbricadas, se condicionan una a la otra.


Las formas de la mirada •

El campo perceptual se va configurando también de acuerdo a las formas en que la ciencia va mensurando y clasificando el espacio, las localizaciones, los grupos sociales. Esto es lo que podríamos llamar las formas de la focalización científica que condiciona la mirada.


Las formas de la conceptualización •

El diseño de las miradas implica la formación de los centros y las periferias, de la normalidad y de la anormalidad. Estos constructos implican que se construyen mecanismos discursivos (verbales y no verbales) para dar cuenta de estas formas de rayar lo territorial y lo social.


Formas de la constitución de las alteridades La in-visibilidad y la diferencia como: • a) una amenaza por su proximidad (crecientemente inevitable) • b) un objeto de consumo banalizado que se reduce al inventario de rasgos "distintivos" del exo-grupo o cultura diferente • c) un objeto de tematización mediática que suele elevar a rango de explicación de la "diferencia" las determinaciones geopolíticas (es decir, la pertenencia a ciertas regiones como causalidad de la diferencia incómoda o admirable, según sea el caso).




La historicidad de las visibilidades •

Cada una de las maneras de la representación de la diferencia y de la percepción que se asocian a ellas se entraman en las tramas de tensiones y de conflicto de la historia. No se pueden pensar los regímenes de visibilidad y de invisibilidad fuera de las tensiones y de las formas de negociación y apropiación material y simbólica.


Los procesos de invisibilización y las formas de la comunicación •

Cada estado de sociedad fue privilegiando modos, formas, estrategias y materialidades a través de los cuales la comunicación se hizo posible. Los medios de comunicación fueron acompañando el proceso de constitución de los campos de interlocución, las formas de identificación y las estrategias de verosimilización o legitimidad de las representaciones sociales.


Algunos postulados para pensar •

1) Toda diferencia es una diferencia situada, diría García Canclini (2004) y en tal sentido, yo añadiría que es también una diferencia relacional, es decir, para que ella, la diferencia, opere, es necesario que el diferente sea consciente de su condición y tenga la competencia de autorepresentarse en el proceso de interacción cultural.


Algunos postulados para pensar •

2) La politología más clásica nos ha enseñado a mirar el conflicto, el nudo denso que ata las relaciones entre desiguales; la politicidad, propongo, debe ayudarnos a entender la aparente "ausencia de conflicto" por la paradójica invisibilidad del poder instituyente. Intenta hacer creer que no existe tal conflicto en tanto no existan diferencias.


Algunos postulados para pensar •

3) Restituir politicidad implica volver visible no solo la dimensión relacional de la diferencia, sino en el otro extremo hacer-ver hacer-saber la ausencia de relación que excluye al otro implicado convertido en objeto pasivo del poder de institución (es decir de control y de dominio) y de nominación (su dimensión simbólica).


Algunos postulados para pensar •

4) La diferencia en un sentido denso se convierte en clave analítica cuando la "invisibilidad" logra interpelar a la policiticidad, es decir, una mirada otra, capaz de desmontar una representación, una “doxa” montada sobre una supuesta ética universal, capaz de restituir la crítica reflexiva sobre el orden, la realidad, el mundo.


Algunos postulados para pensar •

5) Las políticas de in-visibilidad constituyen un tema clave para nuestra contemporaneidad: el de los contextos sociopolíticos que transforman la diferencia situada en anomalía y la saturación textual/visual en descontextualización política. Y en esa tensión, la perspectiva, la mirada no neutra de la que nos habla Lechner, debe ser capaz de atender simultáneamente lo que se condensa y lo que se desplaza.


Algunos postulados para pensar •

Hay que desprenderse del quehacer cotidiano para poder levantar la mirada más allá de lo inmediato. La perspectiva supone […] un punto de vista desde donde mirar. No existe una mirada neutra; toda perspectiva está situada, es interesada. Norbert Lechner (2002)





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