CERRANDO LA BRECHA DIGITAL Brecha digital Las desigualdades económicas que se presentan entre individuos, regiones y naciones limitan entre otras cosas el acceso y beneficio que de ello deriva de las nuevas TIC de tal forma que ha generado situaciones de exclusión. En el contexto actual existe una brecha digital o línea digital divisoria entre las personas, regiones y países del orbe la cuál es concebida como la diferencia de acceso a las TIC. A este respecto, Sebastián (2006:66) menciona que la OCDE define la brecha digital como “la distancia entre individuos, hogares, empresas y áreas geográficas con diferentes niveles socioeconómicos, con respecto a sus oportunidades para acceder a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) como al uso de Internet, para una amplia variedad de actividades.” En las definiciones sobre brecha digital generalmente se le vincula al acceso a Internet pero este recurso informático puede tener otras dimensiones, según Sebastián (2006:66) señala que también implica: “correo electrónico el cuál crea condiciones de mercado virtual universal; Sociedad de la Información en la que se crea en la red un medio para acceder a la cuantiosa información disponible; gobierno electrónico o digital el cuál ofrece trámites y servicios a la ciudadanía a través de la red mundial.” Entre los indicadores que se han ido añadiendo a la definición de brecha digital, tenemos aquellos que incluyó la Organización de las Naciones Unidas ONU) y que cita Sebastián (2006:66) entre ellos el “acceso a las redes y el uso de las tecnologías de la información y comunicación TIC.” Para poder entender mejor el concepto de brecha digital debemos conocer cuáles son los elementos que lo constituyen. De acuerdo a Pimienta (2004:1720)
a
continuación
acceso/infraestructura,
se
presenta
infraestructura
una
clasificación
existente,
de
abierta
los y
mismos: accesible;
acceso/financiero, adecuación del precio de la infraestructura con las posibilidades de la población; acceso/sostenibilidad, cuando las opciones de
acceso permanentes y pueda evolucionar en función de la demanda; acceso/alfabetización básica funcional, la capacidad de leer y escribir en su propia lengua; acceso/localización, respecto de la interfaz de TIC a la lengua y cultura del usuario; uso, posibilidad de un uso eficiente y productivo de las TIC (los requisitos para la alfabetización digital comienzan aquí); apropiación tecnológica, cuando la persona es lo suficientemente hábil para que la tecnología sea transparente a su uso personal; uso con sentido, cuando el uso tiene significado en su contexto social (producción de contenidos, comunidades virtuales); apropiación social, cuando las TIC se hace transparente del uso social; empoderamiento, cuando el uso permite la transformación de la realidad (realización práctica de capacidades adquiridas); innovación social, cuando la acción de transformar la realidad social parte de soluciones originales. De lo anterior se desprender que el proceso de brecha digital es amplio puesto que están implicados factores económicos, sociales, culturales, tecnológicos, políticos, entre otros. Para darnos una idea de la dimensión de la brecha digital prevaleciente, la OCDE señala que cuatro de cada cinco (79%) usuarios mundiales de Internet se encuentran entre los países pertenecientes al bloque de la OCDE, en los que habita el tal solo 14 % de la población mundial, PNUD, (2001). Este informe nos permite ver la magnitud del rezago y desigualdad que existe entre quienes disponen del uso de la TIC en los países más avanzados y de aquellos que padecen de una escasa o nula infraestructura de telecomunicaciones. La brecha digital alcanza a sectores poblacionales muy diversos que la planta docente no está excluida de ello. Transitando
de
la
Alfabetización
Digital
a
una
Alfabetización
Informacional para cerrar la brecha digital El desarrollo de las nuevas TIC ha conllevado de forma paralela un analfabetismo en el acceso, consumo y distribución de las mismas. El contexto actual nos obliga a desarrollar habilidades adicionales que dependen de otros dispositivos diferentes de la hoja y el papel. La importancia económica, política y social de poseer la condición de estar alfabetizados se deja ver en la siguiente declaración de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
registrada por Ceretta (2008:2), cuando señala “la alfabetización es mucho más que saber leer y escribir, es cómo nos comunicamos en la sociedad. Tiene que ver con las prácticas y relaciones sociales, con el conocimiento, el idioma y la cultura. La alfabetización amplía las oportunidades del individuo y su capacidad de participar en forma significativa en todos los aspectos de la vida.” Un concepto ampliado de alfabetización donde las habilidades de lectura y escritura son ya insuficientes en el contexto actual de interacción e intercambio de información entre sujetos y computadoras, Ceretta (2008:1) incluye la pertinencia de adquirir otras habilidades como “ saber navegar por fuentes infinitas de información, saber utilizar los sistemas de información , saber discriminar la calidad de una fuente, saber determinar la fiabilidad de la fuente, saber dominar la sobrecarga informacional (o “infoxicación”), saber aplicar la información a problemas reales, saber comunicar la información encontrada a otros, y más que otras cosas, saber utilizar el tiempo, el verdadero recurso escaso en la sociedad del conocimiento, para aprender constantemente.” Lo anterior nos conduce a partir del concepto alfabetización en destrezas el cuál apunta como lo señala Ceretta (2008:2) a “la formación de habilidades concretas que permitan un mejor relacionamiento con el medio específico.” “Así, por ejemplo, se habla de alfabetización bibliotecaria; alfabetización informática; alfabetización en tecnologías de la información y alfabetización electrónica, alfabetización digital,” entre otras, Ceretta, (2008). De lo anterior se desprende la conveniencia de diferenciar conceptos claves en el tema que nos ocupa: alfabetización informacional y alfabetización digital. La alfabetización informacional tiene una vinculación directa con las cuatro competencias que se requieren para vivir en el contexto mundial actual: aprender a aprender, aprender hacer, aprender ser y aprender a convivir. De acuerdo a la Proclamación de Alejandría, (2005), las competencias aludidas “potencia a las personas en las vías para buscar, evaluar, utilizar y crear información en forma efectiva para alcanzar sus metas personales, sociales, ocupacionales y educacionales. Es un derecho humano básico en el mundo digital y promueve la inclusión social de todas las naciones”. En el marco de la
Reunión de Alejandría celebrada en Egipto en noviembre de 2005, se acordó por parte de los participantes que la alfabetización informacional va mas allá del uso de la computadora pues conjuga una serie de aptitudes para localizar, manejar y utilizar la información de forma eficaz prescindiendo del contexto, Fresno (2007:5) las resume de la siguiente manera: * Comprende a las competencias para reconocer las necesidades de información y para localizar, evaluar, aplicar y crear información en contextos culturales y sociales. * Es crucial para las ventajas competitivas de los individuos, las empresas, regiones y naciones. * Provee la vía para un efectivo acceso, uso y creación de contenidos en apoyo al desarrollo económico, la educación, salud y otros servicios para la población y para otros aspectos de las sociedades contemporáneas y por tanto, brinda el principio vital para satisfacer las metas de la Declaración del Milenio y la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información. * Va más allá de las actuales tecnologías y abarca el aprendizaje, el pensamiento crítico y las habilidades de interpretación cruzando fronteras profesionales y potenciando a individuos y comunidades.
Como se desprende de lo anterior, de acuerdo a Fresno la alfabetización informacional convergen, elementos como: las tecnologías de la información, las fuentes de información, la información como proceso y el control de la información. De acuerdo a la UNESCO (2000), la alfabetización informacional es el elemento que contribuirá al desarrollo del capital humano como vía para lograr un desarrollo sostenible en las sociedades. Específicamente cómo se puede reconocer a un alumno, docente o algún otro actor que posee una
alfabetización informacional. De acuerdo a Romero
(2007:94-95), una persona alfabetizado en materia de información debe a) reconoce la necesidad de contar con información y es capaz de determinar la naturaleza y extensión de la información que requiere, b) Accede a la información eficaz y eficientemente, c) Evalúa la información y sus fuentes, así como el proceso de búsqueda, de manera crítica, e incorpora la información seleccionada en su base de conocimientos y sistema de valores, d) Administra la información que recuperó o generó (la clasifica, manipula y aplica de manera creativa), e) Extiende, reencuadra o crea nuevos conocimientos mediante la
integración de conocimientos previos, ya sea de manera individual o como miembro de un grupo, f) Entiende los aspectos sociales, económicos, legales y culturales que rodean el uso de la información,
y accede y emplea la
información de una manera ética, legal y respetuosa. El despliegue de una alfabetización informacional conlleva el desarrollo de otras habilidades que tienen que ver con una alfabetización digital. Por otro lado, tocante al concepto de alfabetización digital, se establece que es la antesala de la alfabetización informacional, un nivel anterior, es decir, la alfabetización informacional tiene que transitar necesariamente por una alfabetización tecnológica o digital. De acuerdo a Moreno (2007:138), con la alfabetización digital se promueve el aprendizaje de los lenguajes propios de las tecnologías que el mundo digital ha producido y que requieren ser aprendidos a través de emprender la tarea de alfabetizar digitalmente a las personas, “la alfabetización digital consiste en la adquisición de las habilidades requeridas para entender y usar correctamente un lenguaje que surge con el desarrollo de las tecnologías de la información y comunicación TIC.” Sin embargo, autores como Pérez citado por Moreno (2007:138) defienden una alfabetización digital “civilizada que además de aportar valores tecnológicos y económicos ha de tener en cuenta los valores sociales, democráticos, y cívicos.” Pérez hace además la propuesta de emprender una alfabetización dirigida a diferentes objetivos poblacionales enumerados de la siguiente manera, Moreno (2007:145) “formación continua para profesores y educadores en general, recursos específicos para inmigrantes, marginales, discapacitados, residentes de zonas rurales, mujeres, ancianos… y cuantos colectivos puedan requerir demandas formativas específicas.” En el proceso de alfabetización digital intervienen variables como el uso, acceso, público objetivo, los alfabetizadores, instituciones, entre otras. En el proceso de alfabetización digital es necesario por principio de cuentas contar con la disponibilidad de computadoras y el conocimiento sobre su funcionamiento. También se requiere identificar sus prestaciones como de socialización (individual y comunitario). El espacio destinado a la AD dependerá
del público objetivo al que se dirige la alfabetización y los agentes que intervendrán como alfabetizadores. Todas estas variables deben ser tomadas en consideración para hacer del proceso de alfabetización digital un proceso viable y pertinente. Llama nuestra atención lo declarado por Moreno (2007) con respecto a quienes se dirige en primer instancia una alfabetización digital, es decir al profesorado. Añadimos el hecho de que amplios sectores poblacionales, incluyendo la planta docente, por múltiples factores políticos y socioeconómicos, no han sido participes de una adecuada alfabetización digital, lo que los relega de los beneficios que se derivan de ello. El rezago o brecha digital prevaleciente conduce a la necesidad de capacitar y actualizar al profesorado y la planta administrativa así como los padres y tutores que una vez alfabetizados ejercerán o se desempeñaran como agentes formadores. La iniciativa e-Learning establecida en el marco del programa e-Europe de la Comisión Europea, adoptó en el año 2000 en Bruselas, el proyecto para concebir la educación del futuro. Entre los principales objetivos de la iniciativa consisten en la utilización de las nuevas tecnologías multimedia y de Internet, para mejorar la calidad del aprendizaje, facilitando el acceso a recursos y servicios, así como los intercambios y la colaboración a distancia. Específicamente los objetivos de la iniciativa las señala Moreno (2007:142) “la preparación de profesores y alumnos, la formación tecnológica orientada al mundo laboral, fomentar la igualdad de oportunidades y evitar la exclusión. Para lograrlo, se ha establecido particularmente cuatro líneas de acción enlistadas también por Moreno (2008:139): “facilitar el acceso a infraestructura y equipamiento, garantizar la formación a todos los niveles, ofrecer servicios y contenidos de calidad, y crear nuevos vínculos de cooperación y redes europeas.” De lo anterior, se desprende el reto que representa la alfabetización digital en el contexto educativo, pues implica incorporarla no sólo en el currículum, sino también, como nuevas competencias en la formación del profesorado, competencias o habilidades, conocimientos y actitudes para usar y entender correctamente los lenguajes de las nuevas tecnologías de la información y comunicación.
Si se pretende alcanzar una alfabetización informacional, es decir, poseer aptitudes para buscar, evaluar, utilizar y crear información en forma efectiva, como se mencionó anteriormente, tiene necesariamente que transitar por una alfabetización digital que implica la adquisición de competencias tal como lo expresa Moreno (2008), “saber usar un navegador y un buscador, organizar la gestión del correo, tener nociones de ofimática (procesador, hoja de cálculo, presentaciones…) utilizar una cámara digital, un escáner, un DVD, etc.” De acuerdo a Marqués el cual es citado por Fresno (2006:4) coincide en el hecho de que una alfabetización digital tiene que pasar por el “conocimiento básico del sistema informático, la gestión básica del equipo, el uso del procesador de textos, navegación por Internet, el uso del correo electrónico, el tratamiento de la imagen digital, la elaboración de documentos multimedia, y el manejo de la hoja de cálculo y las bases de datos.” Con esta perspectiva de alfabetización digital no podemos omitir el hecho de que se privilegia el aspecto tecnológico, uso y acceso de las TIC y se relega la necesidad de usarlas con una actitud reflexiva, crítica y comprensiva. En la obra de Morin (1999:43) “Los 7 saberes necesarios para la educación del futuro,” se señala la pertinencia de la reflexión al señalar que ella es “la comprensión intelectual que implica un proceso previo de explicación tras el que se capta el conjunto del objeto (las partes y el todo). La comprensión humana va más allá de la explicación, implica un proceso de empatía, de identificación y de proyección con respecto a otro.” De manera que, la alfabetización digital que se promueve, debe ser al mismo tiempo con una orientación
a
desarrollar
permanentemente
la
actitud
de
reflexión
y
comprensión para la resolución de problemas que repercuten en el entorno social.
Tabla 2
CARACTERÍSTICAS ALFABETIZACIÓN DIGITAL
ALFABETIZACIÓN INFORMACIONAL
Conocimiento básico sobre el sistema operativo
Reconocer la necesidad de contar con información
Uso y acceso a las TIC: ordenador; Internet y sus herramientas como wikis, podcast, blog, twitter, correo electrónico; teléfono móvil
Administrar la información: localizar, seleccionar, evaluar, crear y aplicar la información de forma eficaz
Habilidad para manejar cámara digital, scanner, DVD Habilidad para elaborar documentos multimedia Habilidad para manejar procesador de texto, hoja de cálculo, tratamiento de imagen, base de datos
Aptitude s para:
Entender los aspectos sociales, económicos, legales y culturales que rodean el uso de la información Acceder y emplear la información de una manera ética, legal y respetuosa Alfabetización digital
Lo expuesto hasta este momento nos muestra que dos conceptos describen dos respectivos procesos que la sociedad actual está experimentando. Se hace pertinente hacer la diferenciación de ellos y se desprende que el desarrollo de las TIC ha producido el surgimiento de una nueva Sociedad de la Información la cuál es dominada por las nuevas TIC. La aparición de novedosas herramientas tecnológicas de la información y comunicación ha creado nuevos escenarios por lo que se requiere de un permanente aprendizaje de nuevos lenguajes tecnológicos, es decir, una alfabetización digital que permita un desenvolvimiento en la Sociedad de la Información. Dicha tarea implica un verdadero reto ya que son muchos los factores que intervienen en este proceso como el factor de los recursos económicos los cuales son limitados como para hacer asequible las TIC. Se requiere de de igual forma de formadores que participen en una especie de campaña alfabetizadota que vaya cerrando las distancias o brechas existentes. Sin duda, entre las medida para cerrar la brecha digital entre personas, grupos y sociedades, se requiere entre otras cosas emprender todo un programa de alfabetización digital que nos conduzca a transitar a una alfabetización informacional y así podernos desenvolver en la Sociedad del Conocimiento que
se va conformando en la medida que vayamos entre otras cosas, cerrando la brecha digital.
Bibliografía Castells M. (1998). The Information Age: Economy, Society and Culture. Ceretta M. (2008). Revisión y actualización de conceptos sobre alfabetización informacional. Montevideo. Disponible en: http://www.eubca.edu.uy/materiales/servicio_de_informacion_y_consulta/alfin_ para_sic08.pdf. Consultado el 01 abril de 2009. Fresno C. (2007).
Sobre la necesidad de una alfabetización digital y en
información en una sociedad globalizada. Acimed 15 (4), Vancouver. Moreno M., (2007). Alfabetización digital: el pleno dominio del lápiz y el ratón. Comunicar No. 30, v XV, 2008, Revista Científica de Comunicación y Educación, Madrid. Morin E. (1999). Los 7 saberes necesarios para la educación del futuro. UNESCO. Proclamación de Alejandría, (2005). Acerca de la alfabetización informacional y el aprendizaje de por vida. Faros de la Sociedad de la Información. Pimienta D. (2008). Brecha digital, bibliotecas y políticas de inclusión. Brecha digital y nuevas alfabetizaciones. El papel de las bibliotecas. Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid. Sebastián M. (2006). Sociedad de la Información e inclusión digital en España. Ciencias de la Información Vol. 37, No. 1, España.