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Corazón desnervado
from Corazón desnervado: Juan Negrín en el Congreso de Fisiología de Zúrich (agosto de 1938)
by Servicio de Publicaciones y Difusión Científica de la ULPGC
últimas decisiones de Negrín en aquella dramática coyuntura histórica.
En este relato de ficción hemos tratado de ponernos en la piel de los protagonistas, imaginando lo que les pudo haber ocurrido en aquellos singulares viajes entre la ciencia y la política, que para ellos eran actividades inseparables.
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Los lugares y diálogos utilizados para la narración deben ser considerados como el producto de la imaginación del autor; nunca como hechos demostrados, o que pudieran haber ocurrido tal como se describen.
Presentación
José Miguel Pérez García
Hace casi tres décadas, la Dirección General de Universidades del Gobierno de Canarias me encargó dirigir, junto al profesor de la Universidad de La Laguna José Hernández Armas, una colección de biografías que, bajo el título Ciencia y Tecnología en Canarias, diese a conocer la trayectoria vital de algunos canarios que habían aportado en aquellos campos una tarea relevante. Para el primer libro escogí a Juan Negrín López, quien fuera presidente del Gobierno de la Segunda República española durante una etapa tremenda, y que por aquel entonces apenas había podido superar la enorme maledicencia que cayó sobre su persona desde la Guerra Civil española.
Como era de suponer, el contenido de aquel primer texto sobrepasaba con creces su relevante posición intelectual dentro de quienes pertenecieron a la denominada Edad de Plata de la Ciencia y la Cultura española. Tenía claro que para el encargo para la faceta de su actividad política teníamos al historiador ideal, maestro de historiadores, Manuel Tuñón de Lara, que era además un entrañable amigo personal.
Este me propuso que colaborase con él Ricardo Miralles, por entonces discípulo suyo, y un sólido conocedor de la historia del socialismo vasco y español. Con el tiempo sería para
Corazón desnervado
mí también un buen amigo y un colega del que aprendería muchas cosas sobre la historia del siglo XX en España. Hace pocos días falleció, tras pasar por una enfermedad todavía incurable: el ELA. También la semana anterior a que ocurriera esa triste noticia, me había enviado un mensaje pidiéndome una gestión personal. No pudo responder a mi propuesta y me extrañó. Pero aún la esperaba cuando entendí la razón.
A ellos dos quiero citarlos hoy porque contribuyeron a dar a conocer un primer trabajo historiográfico sobre Negrín. Aunque su difusión no fue amplia, hoy citan aquel trabajo cuantos libros y artículos se han escrito sobre el propio Negrín o sobre aquella etapa de la segunda mitad de los años treinta.
Si la para la parte dedicada a su faceta política no era difícil encontrar autores que conocieran a fondo el tema, para la que habría que dedicar a su tarea científica no era nada fácil. A la vista de lo escasa que era la bibliografía existente sobre el conjunto de aquella obra científica, le pedí a mi entrañable amigo el catedrático de Fisiología, Bonifacio Nicolás Díaz Chico, que escribiera un texto sobre tal apartado.
Procedente de la universidad lagunera y tras una larga estancia en la de San Antonio en Texas, Díaz Chico había terminado por recalar en el Colegio Universitario de Las Palmas que reunía los primeros ciclos de Medicina, Filología, Derecho y Geografía e Historia. Sería, tras la etapa del Dr. Pedro Betancor León, Catedrático de Medicina Interna, director de aquel Colegio que, junto a la antigua Universidad Politécnica de Las Palmas, formaría la base de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que se crearía a finales de los años ochenta del pasado siglo. A la postre Díaz Chico se convertiría en presidente de la Asociación Española de Investigación
Presentación
sobre el Cáncer (ASEICA) y ampliaría en los años siguientes un magnífico periplo académico en todas sus facetas.
Díaz Chico aceptó el difícil encargo y acometió la empresa estudiando previamente lo publicado por el propio Negrín. Se basó por tanto en el conocimiento de las fuentes directas y de ahí surgió un primer análisis global de las aportaciones surgidas de las investigaciones de Negrín. El médico grancanario abordó también su otra dedicación académica tanto en Alemania como en España: la docencia, la dirección de equipos de investigación o la gestión universitaria con especiales referencias a la construcción de los edificios de la nueva universidad madrileña en los terrenos de La Moncloa o al Plan de Estudios de Medicina en España. Al cabo de los años y tras seguir profundizando en aquella obra, Díaz Chico ha sido invitado a participar en multitud de eventos sobre la misma. Conferencias, cursos y seminarios han contado con su inestimable presencia.
La obra que ahora nos presenta Díaz Chico es una novela; si se quiere, una novela histórica. Como muchas de ellas, recoge datos reales y con ello se corre el riesgo de convertir el texto más en un ensayo que en una obra de ficción. No es el caso de lo que nos presentan estas páginas. Ha seguido el ejemplo galdosiano sobre la «natura» en la novela. Maestra de la vida es esta y también soportada por la realidad que la envuelve. Una realidad sobre la que el autor da asiento al relato, pero que no confunde con la trama de la ficción. Buen ejemplo de ello lo encontramos en el contenido de la «reunión» entre Negrín y el Duque de Alba o de la que mantuvo en la Universidad de Harvard con el Doctor y extraordinario fisiólogo Walter Cannon, amigo de Negrín y presidente del Comité Médico de Ayuda Norteamericana a la Segunda Re-