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Las Boyas de Abbott en el Río Bravo
¿Contraproducentes Ante el Complejo Reto de la Migración Indocumentada?
Por Dr. Emilio Coral García
La operación Estrella Solitaria dirigida por el gobernador del Estado de Texas Greg Abbott ha implicado la inversión de varios millones de dólares a fin de detener los amplios flujos migratorios que día a día entran a los Estados Unidos por Texas. Esta operación ha implicado el colocar alambre de púas en diversos puntos de la frontera, detener a los migrantes bajo cargos de invasión a propiedad privada, y, recientemente, el colocar varios cientos de metros de boyas flotantes, con alambre de púas y navajas, en el área de Eagle Pass, adonde se ha registrado gran cantidad de ingresos de inmigrantes indocumentados.
La colocación de las boyas ya ha cobrado varias vidas de migrantes que han tratado de cruzar, dos de ellos hasta el momento, y ha sido denunciada por el gobierno federal del Presidente Joseph Biden como una medida ilegal y violatoria de los derechos humanos. De hecho, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos ya ha entablado una demanda para obligar al gobernador Abbott a retirar las boyas, con el argumento de que las aguas del Rio Bravo (Rio Grande en la denominación estadounidense) son aguas internacionales, y que la jurisdicción en esas aguas es federal y no del Estado de Texas.
Sin embargo, el gobernador de Texas se muestra reacio a retirar las boyas. Argumenta estar en su derecho de evitar la intrusión de cientos de migrantes indocumentados que cruzan la frontera por territorio texano, para así proteger a sus conciudadanos de la región.
El gobierno del Presidente Biden también ha resaltado que la colocación de las boyas pone en riesgo la sólida relación diplomática con el gobierno mexicano, en la cual ha trabajado fuertemente, a fin de establecer acuerdos de cooperación en temas clave para su administración como son el comercio y la seguridad nacional, particularmente en lo concerniente al tráfico de fentanilo. En este sentido, ya hay llamados desde la Legislatura Federal mexicana para que la Secretaría de Relaciones Exteriores promueva un litigio internacional en contra de las boyas de Abbott.
Por otra parte, el gobierno federal de los Estados Unidos también argumenta en su demanda en contra de la instalación de las boyas del gobernador Abbott, que estas son contraproducentes para la seguridad fronteriza, pues constituyen un peligro para los propios agentes de la Patrulla Fronteriza y sus vehículos marítimos, además de que impiden el patrullaje adecuado de la zona en la que están instaladas.
El tema de las boyas en el Rio Bravo nos lleva a reflexionar en torno a la manera en que el tema migratorio es abordado desde una perspectiva unilateral y violenta por parte de ciertas autoridades y personas en los Estados Unidos, en las que impera el prejuicio y el interés político desmedido. La resolución de los problemas fronterizos, como es el tema migratorio indocumentado, requiere de negociación y acciones bilaterales conjuntas.
El gobierno de Greg Abbott ha estado continuamente en la mira del gobierno federal debido a sus constantes imposiciones unilaterales, en las que, por ejemplo, ha dado a la policía local en su estado facultades para realizar inspecciones de vehículos y detener a migrantes, con el pretexto de buscar evitar la propagación del COVID, en el contexto de la reciente pandemia por la cual hemos pasado.
Será muy importante que la crisis provocada por la colocación de boyas en el Rio Bravo sea aprovechada tanto por las autoridades federales estadounidenses como por las mexicanas para fortalecer la búsqueda de una estrategia conjunta, integral y estructural en cuanto a la migración indocumentada fronteriza hacia los Estados Unidos, que en gran parte inicia con los cruces también indocumentados en la frontera sur de México con Centroamérica, y deriva de los graves problemas socioeconómicos, de inseguridad y ambientales que enfrenta la población más vulnerable de Guatemala, Honduras y El Salvador.
* Emilio Coral García es doctor en historia (graduado con distinción) y maestro en estudios latinoamericanos por la Escuela de Servicio Exterior “Edmund A. Walsh” de la Universidad de Georgetown en Washington, DC. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, adonde participó en el proyecto El México de fuera: la comunidad mexicano-americana en los Estados Unidos. Entre diversas publicaciones, es cocoordinador, junto con Claude Heller, del libro El impacto sociocultural del fenómeno migratorio en Michoacán.
También es co-autor junto con Heriberto Galindo Quiñones del libro Drama y odisea de la migración mexicana. Se encuentra afiliado al Instituto para el Estudio de la Migración Internacional (ISIM) de la Universidad de Georgetown.
Ha impartido múltiples conferencias y talleres en materia de relaciones internacionales y educativa tanto en México, como en los Estados Unidos, Argentina, Brasil, Chile, Francia y Puerto Rico.