LOS MIGRANTES EN BUSCA DE ASILO:

Entre las Provisiones de la Casa Blanca y las Hostilidades del Gobernador de Texas

Por Dr. Emilio Coral García *

El gobierno demócrata del presidente Joseph Biden está en proceso de establecer que los migrantes indocumentados que se encuentren en el Estado de Texas y estén realizando el trámite para lograr la obtención de asilo en los Estados Unidos, deberán permanecer en ese lugar hasta que la Corte determine si se les concede o no el asilo. Sin embargo, la respuesta del gobernador Greg Abbott no se ha hecho esperar y ha sido de franca y abierta hostilidad.

Los migrantes se encuentran en medio del fuego cruzado entre el gobierno federal y el gobierno estatal texano, pues el gobernador Abbott ya ha aplicado desde hace varios meses su política de enviar numerosos autobuses llenos de cientos de migrantes que están tramitando su asilo, a ciudades que favorecen la migración, demócratas principalmente, como Washington DC y Los Ángeles. Esta política de Abbott ha sido fuertemente criticada por todas las organizaciones que trabajan en la defensa de los derechos humanos de los migrantes.

Ahora, con las nuevas provisiones desde la Casa Blanca, Abbott tendría que mantener dentro del territorio de Texas a los migrantes que están en espera de recibir cita para acudir a presentar su caso ante la Corte, y luego aguardar la decisión de esta en cuanto a su petición de asilo (proceso que generalmente demora unos mil 100 días en total), y quienes, de acuerdo con las nuevas provisiones del gobierno federal, tendrían que portar un brazalete de control para restringir su ubicación vía localización GPS, hasta que su solicitud de asilo reciba respuesta definitiva.

Diversas organizaciones defensoras de los derechos humanos de los migrantes, como el Centro de Defensa de Migrantes de El Paso y Derechos Humanos Primero, critican la manera como los migrantes parecieran ser utilizados como parte de un juego perverso de golpeteo político entre el gobierno demócrata federal de Biden y el gobierno estatal republicano de Abbott en Texas.

De hecho, entre quienes defienden los derechos humanos de los migrantes, hay quienes argumentan en favor de los que están en espera de la decisión de la Corte en cuanto a su solicitud de asilo, puedan trabajar legalmente en los Estados Unidos mientras aguardan sus audiencias en la Corte correspondiente.

Los envíos de migrantes por autobús e incluso por avión fuera del territorio texano por parte del gobernador Abbott, parten de la idea errónea de que se trata de migrantes que están ilegalmente en territorio estadounidense. En realidad los migrantes que expulsa Abbott de su territorio estatal, ya han pasado por parte importante del trámite para conseguir asilo, lo cual implica que su condición dentro de los Estados Unidos no es necesariamente ilegal. Su condición es de personas que buscan asilo y a quienes el gobierno federal les permite esperar en el territorio estadounidense en tanto reciben la fecha para acudir a la Corte a presentar su caso.

El plan “Estrella solitaria” de Abbott ya ha enviado a cerca de 9 mil migrantes por autobús y por avión a diversas “ciudades santuario” en los Estados Unidos, con un costo de unos 12 millones de dólares. Sin embargo, las autoridades de Washington DC, de Nueva York y de Chicago han señalado que al no recibir aviso previo de Abbott en cuanto a las expulsiones y envío de migrantes a sus ciudades, ni en cuanto al sitio preciso adonde llegarán los autobuses, se ven obligados a declarar estados de emergencia en tales ciudades al enfrentar fuertes problemas de logística. Cabe destacar que los migrantes ya de por sí vienen de haber enfrentado largas jornadas muy difíciles en las que generalmente hasta sus vidas han estado en riesgo con tal de llegar a los Estados Unidos.

Se trata de una situación que pone en evidencia las fuertes contradicciones que en cuanto al tema migratorio tiene la sociedad estadounidense, más cuando los intereses políticos de sus autoridades se ven comprometidos.

* Emilio Coral García es doctor en historia (graduado con distinción) y maestro en estudios latinoamericanos por la Escuela de Servicio Exterior “Edmund A. Walsh” de la Universidad de Georgetown en Washington, DC. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, adonde participó en el proyecto El México de fuera: la comunidad mexicano-americana en los Estados Unidos. Entre diversas publicaciones, es cocoordinador, junto con Claude Heller, del libro El impacto sociocultural del fenómeno migratorio en Michoacán. También es co-autor junto con Heriberto Galindo Quiñones del libro Drama y odisea de la migración mexicana. Se encuentra afiliado al Instituto para el Estudio de la Migración Internacional (ISIM) de la Universidad de Georgetown. Ha impartido múltiples conferencias y talleres en materia de relaciones internacionales y educativa tanto en México, como en los Estados Unidos, Argentina, Brasil, Chile, Francia y Puerto Rico.

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