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LA CUMBRE DE PALEQUE...¿Y MIENTRAS TANTO QUÉ?

Entre la Retórica y la Dramática Realidad Migrante

Por Dr. Emilio Coral García *

La reunión cumbre en Palenque, México, el pasado 22 de octubre, denominada “Por una vecindad fraterna y con bienestar” reunió a cinco de los 11 presidentes latinoamericanos invitados por el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador. Acudieron a la reunión los presidentes de Colombia, Venezuela, Cuba, Haití y Honduras. Por otra parte, los mandatarios de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Panamá y Belice enviaron representantes en su lugar.

Un objetivo importante de esta reunión, según lo previamente enunciado por el presidente López Obrador en sus conferencias mañaneras, consistió en ubicar alternativas para abordar los retos representados por los flujos migratorios indocumentados generados por los países convocados a la reunión, y desarrollar centros de asilo provisional en cada país emisor de migrantes, para que ahí aguarden los dictámenes correspondientes a cada solicitud de asilo, por parte del gobierno estadounidense. El presidente López Obrador había manifestado que antes de acceder a la propuesta del gobierno estadounidense de instalar centros de asilo provisionales en México, financiados por los Estados Unidos, buscaría generar acuerdos para resolver el tema con sus homólogos de los principales países latinoamericanos emisores de migrantes indocumentados.

También buscó la reunión generar un plan conjunto entre los gobiernos participantes para mitigar las causas que motivan la migración y llevan a miles de migrantes a exponer su integridad física y personal, ante los fuertes riesgos enfrentados en su trayecto hacia los Estados Unidos. Trayecto cada vez más complicado ante los numerosos contingentes de migrantes, y la presencia del crimen organizado que extorsiona, desaparece o recluta de manera forzada a una importante cantidad de migrantes.

La cumbre de Palenque tuvo la intención de abordar las causas estructurales de la migración y desarrollar propuestas de cooperación conjunta entre las naciones participantes; sin embargo, será necesario ponderar pronto los resultados en cuanto a aspectos económicos, políticos, sociales y ambientales verdaderamente estructurales, a partir de esta reunión relativamente breve, de un par de horas, como la sostenida en Palenque, en la cual estuvieron ausentes la mayoría de los presidentes de los países invitados.

El presidente López Obrador ha dicho que buscará presentar en noviembre el plan generado en su reunión cumbre, al presidente Joseph Biden de los Estados Unidos. Esto con la finalidad de buscar alternativas de solución para los retos migratorios que implica el que lleguen miles de migrantes diariamente a la frontera estadounidense, luego de haber cruzado el territorio mexicano.

Todo indica que será una especie de contrapropuesta que presentará el mandatario mexicano al estadounidense ante la perspectiva de la Casa Blanca de financiar --luego de lograr la anuencia del gobierno de México-- la instalación de centros de recepción de migrantes en busca de asilo en los Estados Unidos, en puntos estratégicos del territorio mexicano.

La migración indocumentada centroamericana, y de muchos otros países como Venezuela y Haití ha impactado fuertemente en México. Lo anterior, luego de haber funcionado este como el “tercer país seguro”, a partir de las imposiciones de Donald Trump, cuando ocupara la Casa Blanca norteamericana, al presidente López Obrador, de modo que se mantuvieran en territorio mexicano la mayoría de inmigrantes buscadores de asilo en los Estados Unidos, mientras las cortes estadounidenses daban trámite a sus solicitudes, en un largo proceso, que con frecuencia toma más de un año de duración.

Ojalá que lo frutos derivados de la reunión cumbre en Palenque vayan más allá de la retórica política y de las buenas intenciones; que se realicen y fortalezcan a partir de esta reunión los programas y acciones de gobierno de los países involucrados para generar economías más sólidas que generen mejores oportunidades de vida para los miles de personas que diariamente se ven obligadas a dejar sus lugares de origen a fin de tratar de llegar a los Estados Unidos a pesar de los fuertes riesgos que esto implica, y ante la disyuntiva de que quedarse en su país implica un riesgo aún mayor de perecer ante la indiferencia e inestabilidad económica de sus respectivos gobiernos.

* Emilio Coral García es doctor en historia (graduado con distinción) y maestro en estudios latinoamericanos por la Escuela de Servicio Exterior “Edmund A. Walsh” de la Universidad de Georgetown en Washington, DC. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, adonde participó en el proyecto El México de fuera: la comunidad mexicano-americana en los Estados Unidos. Entre diversas publicaciones, es cocoordinador, junto con Claude Heller, del libro El impacto sociocultural del fenómeno migratorio en Michoacán. También es co-autor junto con Heriberto Galindo Quiñones del libro Drama y odisea de la migración mexicana. Se encuentra afiliado al Instituto para el Estudio de la Migración Internacional (ISIM) de la Universidad de Georgetown.Ha impartido múltiples conferencias y talleres en materia de relaciones internacionales y educativa tanto en México, como en los Estados Unidos, Argentina, Brasil, Chile, Francia y Puerto Rico.

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