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Explotación Laboral a Migrantes en Canadá, equiparable a Esclavitud Moderna. Entrevista a Carlos Rojas-Salazar
Por Héctor Calderón Hallal
Carlos Rojas-Salazar, quien se autodefine como un migrante “de tiempo completo” es experto en migración en América del Norte con más de 20 años de experiencia, y un activista en pro de los derechos políticos de los mexicanos en el extranjero, y un connotado investigador del fenómeno social migratorio en Canadá, Estados Unidos., y México.
También funge como consejero, asesor y coordinador en numerosas instituciones y organismos de gobierno y sin fines de lucro enfocados en la salud de los migrantes, defensa de derechos de los indocumentados.
Háblanos de tu labor:
“Como asociaciones u organizaciones no gubernamentales, hemos venido trabajando por más de dos décadas en la defensa de los trabajadores migrantes, especialmente los agrícolas en Estados Unidos y Canadá.
Los trabajadores migrantes agrícolas llegan a territorio canadiense con un contrato firmado, pero de los llamados “Contratos Cerrados,” de naturaleza ilegal en la legislación mexicana actual y que prohíja condiciones humanamente 'inaceptables'. En cualquier legislación del mundo, pues obliga al trabajador firmante, a sustraerse a un solo patrón contratante, lo que trae consigo una serie de limitaciones que a continuación detallaré.
Este tipo de contrato cerrado obliga a los trabajadores a vivir encasillados, como en la época del porfiriato en México, alrededor de una hacienda o 'casa grande', sin poder salir en sus días de descanso, sin poder hablar con otras personas de la comunidad, sin poder quejarse como sucede frecuentemente en el caso de las granjas e invernaderos donde con frecuencia no hay tiendas de abasto cercanas ni transporte público.
Los trabajadores extranjeros temporales, alrededor de 40 mil mexicanos en 2023, dependen de la benevolencia de sus patrones para continuar trabajando y para regresar el siguiente año.
Lamentablemente vemos a pesar de las numerosas alertas y llamados, de artículos, e inclusive de un punto de acuerdo, esta administración en México no ha actuado en favor de sus ciudadanos.
A lo largo de los pasados cinco años, la organización no gubernamental Conseil Migrant alertó por mi conducto a diversos funcionarios del gobierno mexicano, entre los que se encuentran a la actual secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, extitular del Trabajo y Previsión Social; el anterior subsecretario de Empleo y Productividad Laboral, Marath Bolaños, actual secretario del Trabajo federal; a la senadora morenista Bertha Caraveo y muchos otros funcionarios de diversas instancias más, como el ingeniero Luis Gutiérrez, del Instituto de los Mexicanos en el Exterior.
“Únicamente encontramos eco en la Diputada Migrante Elvia Yolanda, de Movimiento Ciudadano y en la presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados, Rosa González Azcárraga, quienes elevaron un punto de acuerdo elaborado con insumos provistos por Conseil Migrant, solicitando al gobierno del presidente López Obrador explicara qué estaba haciendo para remediar estas condiciones de vida.
“A pesar de las alertas, el pasado mes de octubre, el gobierno de México procedió a refrendar que no renegociar el Memorándum de Entendimiento del Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales México- Canadá (PTAT), firmado desde 1974 con un poco más de 200 trabajadores mexicanos participantes y que año con año es ratificado por los gobiernos de ambos países.”
¿Entonces ya intervino el Gobierno de México para que se prohíban los “contratos cerrados?
“No, simplemente pareciera que se concentró en pedir más plazas laborales para enviar más trabajadores temporales migrantes. No hizo nada para exigir contratos de trabajo abiertos para sus conciudadanos, tal y como los que la legislación mexicana les garantiza.
“Desafortunadamente las condiciones de seguridad en el trabajo, de habitación, salud y alimentación siguen sin mejorar. Eso sí, el gobierno de México ha avanzado mucho en el tema financiero, particularmente en el de las remesas de Canadá a México; donde han desarrollado un sistema que busca centralizarlas para pagar en México, mediante una tarjeta de débito de la “Financiera para el Bienestar” (FINABIEN), las remesas que reciban los familiares de los trabajadores”.
¿Y los trabajadores migrantes no tienen forma de quejarse legalmente o cómo recurrir a alguna instancia que los represente laboralmente en aquel país?
“Lamentablemente el 'contrato cerrado de trabajo' crea incentivos perversos que disuaden a los trabajadores extranjeros temporales. Ellos están supeditados a empleadores específicos y quejarse implica pasar por un proceso burocrático que a abogados expertos bilingües les ha tomado hasta 15 horas para solicitar traslado a un nuevo empleador, o bien los suele colocar en la 'inexistente' lista negra que les impide regresar a Canadá el siguiente año.
Además, en caso de enfermedad el trabajador extranjero temporal depende de que el empleador asigne a un traductor y/o conductor para trasladarse a un centro de salud o sala de urgencia donde deberá esperar en promedio 14 horas para ser revisado por un médico, muchas veces cercano al empleador, que podría minimizar el problema y enviar de regreso al trabajador con mínima atención.
Para los trabajadores migrantes, enfermarse implica que el empleador no les pague el tiempo para su recuperación, por lo que con frecuencia prefieren no avisar cuando se enferman o se lesionan. Tienen miedo de perder la plaza laboral o de que los cataloguen como débiles o problemáticos.
Para empeorar aún más el problema, los trabajadores temporales que participan en el PTAT no pueden sindicalizarse ni afiliarse a sindicatos locales o mexicanos. Lo anterior crea la tormenta perfecta en la que no es raro que el trabajador labore un promedio de 14 horas al día, seis días a la semana durante los 9 a 10 meses que suelen estar en Canadá.
En el verano, cuando el trabajo es más apremiante por la cosecha, los trabajadores llegan a laborar de cinco a seis semanas en promedio sin tener un solo día de descanso, en la mayoría de las granjas y empresas agrícolas. Esto más lo 'que se le ofrezca al patrón'…
A lo anterior, hay que agregar que por el frecuente hacinamiento en las casas en las que habitan, la oportunidad de guardar alimentos o cocinar comidas nutritivas o bañarse, cambiarse y lavar sus ropas contaminadas con fertilizantes tóxicos o simplemente sucias, son en extremo limitadas sino imposibles.
Otras instancias y gente de otras nacionalidades sí lo reconoce: Recientemente, Tomoya Obokata, Relator Especial de las Naciones Unidas para las formas contemporáneas de la esclavitud, reconoció que en Canadá, los trabajadores extranjeros temporales agrícolas (mexicanos la mayoría), por las condiciones en que laboran, viven una forma de esclavitud moderna.
Por su parte la Asociación por los Derechos de los Trabajadores de Casa y Granja, DTMF, ONG fundada en 1974, presentó el mes de septiembre un recurso constitucional que busca que la Constitución de Canadá otorgue a los trabajadores extranjeros temporales los mismos derechos que a los nacidos en Canadá y prohíba los contratos cerrados de trabajo.
El mismo Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, pidió a sus ministros un análisis de la situación que enfrentan los trabajadores extranjeros temporales en su país y un plan para eliminar los mismos.“Mi La pregunta es ineludible: ¿Por qué el gobierno del Presidente López Obrador ha abandonado la defensa de los derechos laborales, humanos de sus ciudadanos? Esperemos una respuesta”.
Héctor Calderón Hallal es un abogado mexicano, con experiencia en el servicio público en las áreas de seguridad pública y los derechos humanos. Con experiencia en el litigio en las materias familiar y penal. Actualmente practica el periodismo en diferentes portales noticiosos electrónicos. Cursa la Maestría en Derechos Humanos por la Universidad Iberoamericana, Campus Ciudad de México
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