4 minute read

Oportunidad Laboral para Migrantes: Una Salida a la Crisis

Por Camilo Sánchez

Durante todo el 2024 la migración ha sido uno de los temas más relevantes para la política internacional, ya lo vimos con las elecciones mexicanas, desde candidatos y candidatas por la Presidencia hasta por quienes se disputaban cargos municipales tenían como parte de su agenda propuestas para tratar la crisis migratoria por la que está atravesando México. 

Aunque históricamente es un país de tránsito para mucha gente que busca cruzar la frontera con Estados Unidos, actualmente hemos visto cómo se van recrudeciendo las malas condiciones en las que llevan su trayecto y un súbito aumento de la cantidad de personas.

En Estados Unidos este es un tema aún más clave para las elecciones presidenciales que se vienen por un sentir generalizado de que la crisis ha llegado a un punto crítico y urge tomar algún tipo de medida para parar la “invasión”. A la par se vuelve cada vez más incierto el futuro para los migrantes, afectados por medidas políticas cada vez más restrictivas y hasta criminales que refuerzan una lógica xenofóbica contra ellos en una población que se ha ido radicalizando y envalentonado cada vez en sus ataques discriminatorios. 

Dentro de las concepciones actuales de los políticos, la manera más acertada de solventar la crisis sigue siendo implementar medidas que ataquen la problemática de una manera directa (o más bien burda) con la restricción del paso y fortalecimiento de fuerzas de seguridad e instituciones que actúan de manera violenta contra los migrantes. Buscan dar una salida a la crisis lo antes posible obviando lo que hace falta.

Al margen de este tipo de medidas existe un enfoque utilitarista -desde una perspectiva personal- de toda la mano de obra que representan para las empresas los migrantes.

Eduardo Porter y Youyou Zhou desarrollan en un artículo del Washington Post este reenfoque que se debería tomar relacionado a las políticas migratorias. Tomando como punto de partida a Estados Unidos, hablan de colocar estratégicamente a migrantes en Estados donde la oferta de trabajo es tanta que no alcanza a ser cubierta, aprovechando su capacidad productiva para impulsar su economía. Cubrir todo este exceso de trabajo disponible con fuerza extranjera también puede favorecer al desarrollo cultural y aumentar su población en edad productiva.

El papel clave que juega económicamente este sector poblacional no solo es pensado de manera hipotética, incluso es reconocido por figuras políticas de peso como el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos Jerome Powell que en una entrevista reconoció lo benéfica que es la población migrante para la economía estadounidense y su recuperación tras la pandemia.

En México podemos empezar a ver programas y acuerdos que retoman esta idea de utilización económica para controlar el flujo de migrantes.

En Nuevo León, México, la Secretaría de Trabajo creó el Programa de Inclusión Laboral para personas Migrantes y Refugiados, que cuenta con 237 trabajos dados desde septiembre cuando comenzó su implementación, creando una salida gubernamental a una realidad que ya llevaba rato pasando, migrantes que se quedaban en el estado o específicamente en Monterrey antes que moverse a Estados Unidos, apostando por el sueño regiomontano.

México ha estado desarrollando junto a la ONU un plan de vinculación con diferentes empresas para empezar con una campaña para dar empleo a migrantes. Incluso el Gobernador electo de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar planteó a Claudia Sheinbaum avanzar en la industrialización de la frontera sur, específicamente en Tapachula donde la construcción de hasta 10 zonas industriales busca ampliar el margen para la contratación de gente.

Es interesante ver cómo se aborda la crisis migratoria y el tipo de políticas que buscan despresurizar lo grave de la situación fronteriza, pero habría que exigir y poner mucha atención en que estas contrataciones existan en un marco del pleno respeto a los derechos laborales, total formalidad para sus trabajos y estabilidad, para hablar de una política integral que pueda ser realmente más humana.

*  Camilo Sánchez estudia la licenciatura en Derecho, en la Universidad Autónoma Metropolitana, plantel Azcapotzalco.

https://issuu.com/sextacircunscripcion/docs/6a_circunscripci_n_44/6?fr=sMDQ3MDc3NDcyNDg

This article is from: