Editorial

Page 1

Editorial

Entrecruce de poderes

E

n América Latina, el ejercicio de comunicar con libertad se topa permanentemente con restricciones de diversa índole. Según el último ranking de Reporteros sin Fronteras sobre la libertad de prensa, de 179 Estados, buena parte de los países de la región se encuentran ubicados en la segunda centena, lo que da cuenta de las dificultades que deben enfrentar medios y periodistas. En algunos países, el origen de las presiones proviene, principalmente, de los agentes gubernamentales (Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Cuba) que estigmatizan, acosan, e incluso persiguen judicialmente a los medios que no sirven de caja de resonancia de las “bondades” de los gobiernos actuales; en otros, el crimen organizado (México, Honduras, Colombia), a través de distintas modalidades de agresiones que atentan contra la integridad física, cobrando en muchos casos la vida de periodistas, han convertido a los profesionales de la comunicación en objetivos de guerra (Pastrana). Luego están las presiones de las grandes compañías de medios y de los conglomerados económicos -muchas veces vinculados con otros sectores de la industria-, que continúan concentrando la propiedad de los principales medios de la región en pocas manos y conservando su influencia sobre periodistas, demás agentes de la industria y la sociedad en general. Por si fuera poco, la revolución digital que ha tenido lugar en los últimos 15 años ha supuesto un cambio en el modelo de negocio de los medios, y los periodistas han perdido el lugar privilegiado en la intermediación de la información y prácticamente deben acostumbrarse a vivir en la incertidumbre permanente (Lafuente). Además, la senda de crecimiento económico por la cual han transitado casi todos los países latinoamericanos en los últimos años –que les ha permitido resistir como pocos en el mundo los embates de la crisis financiera que empezó en 2008- ha impulsado un aumento sin precedentes de la clase media, y con ella, una nueva generación de ciudadanos más críticos, que consumen y demandan mucha más información. Pero mientras todo esto ocurre, las mismas tecnologías que han revolucionado el panorama están ofreciendo un

EDICION 1 / 2013

sinfín de oportunidades para pequeños actores que empiezan a emerger a punta de talento. Las redes sociales están posibilitando un extenso diálogo entre los periodistas y los ciudadanos, lo que no sólo acerca a los profesionales de la comunicación con sus audiencias, sino que al enriquecer y complementar la información, genera mejores medios y a la postre mayor legitimidad sobre la incuestionable importancia que tienen medios y periodistas como actores fundamentales del engranaje político, cultural y social.

A

Marcela Prieto Botero Directora

sí las cosas, los medios están llamados a ser vehículos (¡por fin!) de las demandas y desafíos que impone la nueva ciudadanía. Ello, empero, solo puede ser posible si los demás poderes que se entrecruzan en este escenario contribuyen en la legitimación y desestigmatización del ejercicio periodístico en libertad. Mejorando los medios y el periodismo, mejoraremos como sociedad civil.

*** Esta edición exclusiva, dedicada a los medios de comunicación en América Latina, comienza con un artículo sobre la relación entre prensa libre y democracia para luego adentrarnos en la situación de la libertad de expresión y sus principales amenazas. Luego se ofrece una radiografía sobre quiénes son los dueños de los medios en la región, y en este contexto se destaca el caso mexicano como un ejemplo ilustrativo del poder que llegan a tener los medios, cuyos elementos se repiten por toda América Latina. Acto seguido analizamos la relación que existe entre Estado y medios a la luz de 3 países cuyos gobiernos se han apropiado del discurso de la democratización de los medios para impulsar reformas y nuevas leyes de comunicación, para terminar hablando de las nuevas bases sobre las que se fundamenta la esencia industrial y el negocio de la comunicación, el fenómeno de los blogs y las tendencias que marcarán el futuro del periodismo.

3


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.