Smart Governance
El vínculo entre el uso de las TIC y la mejora de la
gobernabilidad democrática
Cesar Leonardo Pérez Carrera
guatemala
Ingeniero en Sistemas. Oficial de programa Gobernabilidad y Tecnología de la oficina Centro América del Instituto Republicano Internacional - IRI
Vera María Rodríguez Sosa
guatemala
Politóloga. Asistente de programa Gobernabilidad y Tecnología de la oficina Centro América del Instituto Republicano Internacional - IRI EDICION 4 / 2014
l hacer una observación general del panorama social en la región centroamericana, hoy en día un tema recurrente son los graves problemas de seguridad que se han podido observar y que en buena parte involucran a las estructuras de narcotráfico y crimen organizado que están presentes y operando en el área. Junto con este fenómeno, o debido en buena medida a éste, puede detectarse un incremento en la demanda de transparencia de los gobiernos por parte de los ciudadanos, independientemente del tamaño de las poblaciones. Es frecuente escuchar expresiones como “gobierno con la gente”, “presupuesto participativo”, o incluso “municipio o gobierno digital”, y en temas de seguridad ciudadana: “sistemas de cámaras”, “seguridad inalámbrica”, “sistemas de mapas”, entre otras. Cada vez más pueden notarse acciones de gobiernos de la región para combatir el narcotráfico y otros hechos criminales de redes organizadas utilizando soluciones tecnológicas. En este contexto, también nacen iniciativas ciudadanas innovadoras que se dirigen a tomar medidas preventivas para mejorar su seguridad utilizando la tecnología. Paralelamente, el uso de internet, y con éste las redes sociales, englobándolas en el término de tecnologías de la información y la comunicación (TIC), se ha incrementado exponencialmente en el mundo y especialmente en América Latina. En Centroamérica, las entidades reguladoras reportan altas tasas de penetración celular y un número de abonados sin precedentes. Por otro lado se tienen datos que reflejan las problemáticas de la región, como las provistas por el informe global de homicidios de 2013 de la Organización de Naciones Unidas, que afirma que América Central tiene tasas cuatro veces más altas que el promedio mundial, es decir más de 24 víctimas por cada 100.000 habitantes. En este listado Guatemala ocupa el quinto lugar, El Salvador el cuarto, y Honduras se encuentra en el primer lugar de los cinco países más violentos del mundo1. Estas dos realidades permiten cuestionar si habrá alguna posibilidad para correlacionar las TIC y todas las oportunidades que presentan (para el manejo de información, datos, búsquedas, georreferenciación y otras aplicaciones), con los esfuerzos
que hacen los gobiernos de la región para debilitar las estructuras del narcotráfico. Otro fenómeno que merece reflexión es la manera en que el incremento del uso de las TIC ha comenzado poco a poco a generar nuevas dinámicas de comunicación y participación política. Como ejemplos podemos encontrar el movimiento estudiantil mexicano que recientemente aglutinó una serie de protestas bajo el nombre y hashtag #YoSoy132, que aún continua teniendo presencia en la web. También el caso de las protestas en Venezuela que se han dado a conocer a través de las redes sociales y han generado movimientos tanto dentro del país como fuera de él, especialmente utilizando #SOSVenezuela en Facebook y Twitter. Estos movimientos tienen en común dos cosas: el descontento con la política y sus representantes, y el uso de redes sociales como herramientas útiles para ejercer influencia en el proceso de toma de decisiones gubernamentales. Por otra parte, también se ha visto una creciente demanda ciudadana por acciones concretas de seguridad preventiva. El programa “Delinquir no Paga”, ha estado atendiendo a jóvenes que viven la violencia en los barrios de Medellín (Colombia) desde 2010, quienes entre otras actividades, acuden a una particular terapia de choque para conocer de primera mano las consecuencias de estar fuera del marco social y en actividades ilícitas vinculadas con el narcotráfico, haciendo visitas a las cárceles. Videos de ese programa se han compartido utilizando diversas plataformas en internet, e inspirando a otras ciudades en la región. Así ha sucedido en el caso de Villa Nueva, al sur de la ciudad de Guatemala, en donde se están utilizando sistemas de denuncia anónima alimentados por los mismos ciudadanos, que pueden usar mensajes de texto (SMS), correos electrónicos, Twitter, Facebook o teléfonos, para interponer su denuncia. El municipio, a su vez, puede presentar al Ministerio del Interior las denuncias de diversas actividades delictivas, categorizadas por su tipología. Las plataformas son abiertas y pueden ser consultadas y auditadas por los ciudadanos (www.seguridad.paranuestracomunidad.com).
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