REVISTA INFORMATIVA DE SERVICIOS FUNERARIOS CATÓLICOS Edición #8 / Dicie mbre 201 4
ENTÉRATE La Paz del Señor les llene de alegría. En esta edición del Comunicador SFC, les invitamos a recibir el espíritu de la Navidad. Queremos agradecer una vez más al Diácono Jorge Almodóvar Capielo, MSW y Trabajador Social Clínico, quien en esta ocasión, nos ilustra sobre las emociones que causa la viudez y cómo superarlas. Por otra parte, abunda en el tema de la depresión, tan común durante esta época de fiestas. Les recordamos que el Grupo de Apoyo de Manejo de Pérdidas “Sobreviviendo la pérdida de un ser querido”, dirigido por el Diácono Almodóvar, se reúne todos los terceros miércoles de cada mes a las 7:00 p.m. en las oficinas de SFC, Diócesis de Ponce 1228 Avenida Muñoz Rivera, Suite 1, Ponce. Reciba el apoyo espiritual que necesita para sanar el dolor que causa la pérdida de su ser querido. Para más información puede comunicarse al (787) 651-0099. Anunciamos con beneplácito la nueva campaña de Memoriam, por medio de la cual nuestros clientes han tenido la oportunidad de dar testimonio de la excelencia de nuestros servicios, y la calidad del apoyo espiritual con el que han podido sobrellevar los momentos más difíciles. Agradecemos a Lourdes Vázquez, Miriam Blanco de Martorell, Mayda Pérez y Vivian Rodríguez por compartir sus experiencias para el beneficio de toda la comunidad, y por tan emotivas palabras para con el personal y voluntarios de SFC. Gracias a todos los que el pasado domingo, 2 de noviembre de 2014, nos acompañaron en la Misa para los Fieles Difuntos en el Cementerio La Piedad en Cupey.
Calendario 6 de diciembre / 5:00 a.m. Madrugadores del Santuario
En esta edición: · EL PRE-ARREGLO FUNERAL DENTRO DEL MARCO DE LA FE CATÓLICA · UN REMANSO DE PAZ PARA LAS CENIZAS DE LOS FIELES CATÓLICOS · COMO ENFRENTAR LA VIUDEZ · MANEJO DEL DUELO EN LA NAVIDAD
SANTUARIO CRISTO DE LA RECONCILIACIÓN EN DORADO UN REMANSO DE PAZ PARA LAS CENIZAS DE LOS FIELES CATÓLICOS Bajo el manto azulado de los llanos del norte de la Isla, rodeado de jardines, el canto de algunas aves, y en los alrededores de la Iglesia con la imagen del Cristo resucitado más imponente del mundo, está localizado un hermoso remanso de paz. El Santuario Cristo de la Reconciliación, ubicado en el municipio de Dorado, cuenta con un espacio que sirve de cementerio para albergar los restos de los fieles católicos que han ido a su encuentro definitivo con El Señor Dios Todopoderoso. El mismo, ofrece a la comunidad católica que ha optado por el servicio de cremación, un lugar especial para acomodar las urnas. Si alguna vez ha considerado la cremación, sepa que este procedimiento no está prohibido por la Iglesia Católica. Tal es el caso, que desde junio de 2014, Servicios Funerarios Católicos abrió las puertas de Capillas y Centro de Cremación La Piedad, para ofrecer dicho servicio, respetando el derecho de todo fiel católico a que el proceso se lleve a cabo según lo dispone la Iglesia Católica, y dentro de un marco de completa solemnidad. Según hemos aprendido a través de las enseñanzas de Cristo, la muerte no es el fin, sino un paso natural hacia una nueva vida con Dios. Una sepultura en las tierras sagradas de un cementerio católico reafirma nuestra creencia en la Vida Eterna, o sea que, para nosotros representa una continuación significativa de la creencia en la resurrección. El Santuario Cristo de la Reconciliación en Dorado, ofrece la alternativa de celebrar el entierro de los restos cremados en un lugar donde se llevarán a cabo los ritos funerales de La Vigilia, la Liturgia Funeral y el Rito de Sepultura, según los designa la Iglesia Católica. Además, ofrece opciones variadas para satisfacer las necesidades y presupuestos de todos. Pero las bondades del Santuario Cristo de la Reconciliación en Dorado no se limitan a ofrecer un espacio especial para recordar a nuestras familias y amigos difuntos dentro de un marco de solemnidad, sino que además, ofrece el apoyo y guía espiritual, esenciales para atravesar y sobrellevar los momentos de dolor. Si desea obtener más información acerca de los productos y servicios del Santuario Cristo de la Reconciliación, puede comunicarse al 787-626-0099, 787-642-6973 ó 787-919-0099.
ORACIÓN DE NOCHEVIEJA Señor, ha pasado un año, con su cortejo de actividades, de trabajos, de idas y venidas. Te lo ofrecemos tal como lo hemos vivido y como Tú lo has visto. Míralo con amor y archívalo en los pliegues de tu misericordia. Te damos gracias, Señor, por los beneficios que hemos recibido a lo largo de este año. Gracias por las noches tranquilas y por las horas inquietas. Gracias por la salud y la enfermedad. Gracias por la sonrisa amable y por la mano amiga... Queremos confiarte ahora nuestros deseos de gozo y de paz para el año nuevo que va a comenzar. Señor, bendícenos y concédenos caminar por sendas de paz y de justicia. También queremos pedirte, Señor, por todos los que han muerto y han ido a tu encuentro en este año que termina, por los que se sienten solos y vacíos en medio del ruido y de las luces de esta Nochevieja, por los enfermos y moribundos, y por todos los que sufren en su cuerpo o en su espíritu... Haz que todos seamos iluminados con tu Verdad y fortalecidos con tu Vida, y que sepamos descubrir, en lo efímero del tiempo, la esperanza gozosa de tu Eternidad. Amén.
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MANEJO DEL DUELO EN LA NAVIDAD Por: Diácono Jorge Almodóvar Capielo, MSW Trabajador Social Clínico La pena profunda que resulta debido a la pérdida de un ser querido es una condición dolorosa y debilitante que afecta emocionalmente a la persona que atraviesa por el duelo en cualquier época del año. Esto ocurre porque existe una lucha interna por encontrar rumbo y sentido a la vida luego de la pérdida del ser querido. Con el tiempo, siempre se alcanzará recuperación, pero mientras tanto, la vida continúa y las fechas detonantes del dolor siguen llegando año tras año. Algunas de estas fechas detonantes son la época de Navidad y la fiesta de despedida de Año. Estas fechas se convierten para muchos, en momentos muy difíciles de enfrentar y disfrutar. La persona que ha sufrido la muerte de un ser querido puede lograr sobrellevar los días festivos en sus propios términos. En lugar de evitar los sentimientos de pena profunda, debe apoyarse en éstos, ya que no es la pena lo que realmente quiere evitar, sino el dolor. La pena profunda es el camino que tomamos para evitar el dolor interno y el duelo es la expresión externa. Es importante planificar de ante mano lo que se hará en estos días detonantes, ya que se sabe con certeza que llegarán y afectarán irremediablemente a la persona que está en duelo. Una opción es acudir a los festejos navideños y Despedida de Año y compartir con amigos y familiares. Pero, si eso le resulta muy difícil, se deben tener otras opciones. Quizás sea mejor tomar la decisión de ver una película que usted y su ser querido habían disfrutado juntos o mirar un álbum de sus fotos favoritas o visitar un lugar especial en que ambos compartieron. Muchas personas descubren que cuando tienen y analizan sus opciones previo a las fechas detonantes y planifican con anticipación lo que harán y como lo harán, se sienten mucho mejor y afrontan de mejor modo la carga emocional de esos días festivos. Incluso, no debe sentirse mal si decide cancelar el día de fiesta por completo. Si siente que sólo está cumpliendo con las formalidades y se siente vacío, cancelar los planes puede ser una opción, antes de acudir a festejos donde se sentirá incómodo y podrá afectar la celebración de otros. Todos los años se celebran los mismos días festivos y sus amigos y familiares entenderán si se decide cancelar en una ocasión el acudir a las celebraciones programadas. Lo más importante es no sentirse mal por estropear la alegría a los demás. Los tiempos emotivos como éstos pueden servir para llevar el verdadero significado de la Navidad a todos. De cualquier modo, lo importante es exteriorizar claramente a los familiares y amigos lo que se desea para esos días festivos. Es muy probable que al expresarlo, ayude a los familiares y amigos que no saben cómo abordarle el tema relacionado sobre si usted estará o no presente en las festividades.
Este tiempo de Navidad y despedida de año, también presenta a la persona que atraviesa el duelo, un magnífico momento para cerrar círculos, esto es, para sanar heridas emocionales y dejar ir. Algunas de las acciones que pueden ayudar al que atraviesa por el duelo a cerrar círculos en este tiempo de fiestas son: dedicar una oración en la cena del día festivo a su ser querido, encender una vela, realizar algún acto de caridad como llevar alegría a otros niños o visitar enfermos, como un homenaje al ser querido que está ya en la Vida Eterna. La Navidad nos recuerda la continuación de la vida, por eso la temporada navideña brindará herramientas para sobrevivir el tiempo difícil del duelo. Es importante tratar de experimentar los festejos navideños y de despedida de año de una nueva forma. El duelo tiene una forma singular de permitirnos evaluar realmente las partes de las festividades que disfrutamos y las que no. Incluso, sin que medie el duelo, los amigos y familiares a menudo tienen opiniones distintas sobre cómo debemos celebrar las fiestas navideñas y lo que debemos hacer o no. Pero no hay una forma correcta o incorrecta para manejar los días festivos difíciles. La persona debe decidir qué es lo mejor para él. Es natural sentir que jamás se volverá a disfrutar de las Navidades. Con el tiempo, la mayoría de las personas pueden encontrar un nuevo significado a las tradiciones familiares, incluso al renacer un nuevo espíritu dentro de ellos. Las festividades asociadas con la Navidad son la época más difícil de atravesar después de una pérdida en término del manejo de emociones. La forma en que lidiamos es totalmente individual. Mirar la Navidad como Vida, alegría en Dios y tiempo de Gracia, nos ayudará a manejar de un modo más afectivo la explosión de emociones que se detonan en estas fechas.
EL PRE-ARREGLO FUNERAL DENTRO DEL MARCO DE LA FE CATÓLICA El amor, el compromiso y la responsabilidad que sentimos hacia nuestros seres queridos va más allá de planificar las próximas vacaciones. Planificamos para procurar su salud y bienestar, entre otras cosas; pero además, es necesario prepararlos para enfrentar ese momento inevitable en el que ya no estaremos presentes. Es una realidad que la carga emocional de una despedida definitiva se agrava con los altos costos que conlleva el proceso de funeral y de cementerio. Además, pueden surgir confusiones y diferencias que desencadenan discusiones entre familiares. Para evitar esto, son cada vez más los puertorriqueños que buscan un plan de prearreglo funeral que les permita planificar cuidadosamente, con el espacio, el tiempo y la tranquilidad necesarios para tomar las mejores decisiones. Memoriam es un plan de pre-arreglo funeral de Servicios Funerarios Católicos, que ofrece flexibilidad de pagos a plazos cómodos, congela los precios de venta en el mercado, garantiza sus últimos deseos y le permite escoger el tipo de propiedad y sepultura en el cementerio, liberando a su familia de cargas económicas y evitando diferencias entre familiares. Entre los beneficios que se obtienen al adquirir un prearreglo funeral con Memoriam, está la garantía de que se realizarán los Ritos de las Exequias Católicas, una celebración litúrgica de la Iglesia que expresa la comunión eficaz con el difunto, haciendo participar a la asamblea reunida para las exequias, y anunciarle así la vida eterna. Esta ceremonia se realiza en una Capilla Exequial que, a diferencia de una funeraria tradicional, es un área con la que cuentan algunas parroquias para ser utilizadas como capillas de velación. Las Capillas Exequiales proveen un lugar de encuentro ideal para que sus hermanos le apoyen por medio de la oración, pues cuentan con la presencia del Cristo Sacramentado en todo momento. Las Capillas Exequiales garantizan la dignidad del proceso funeral, toda vez que favorecen que los Ritos Exequiales se lleven a cabo según lo dispone la Iglesia Católica. Además, aseguran la compañía del párroco de su iglesia y el apoyo de los demás feligreses de su parroquia. Otro beneficio que le garantiza Memoriam es que se realizará la Misa en un Templo, respetando su derecho como fiel bautizado. Históricamente, la Iglesia Católica recibe a sus fieles desde su nacimiento, su bautizo y los acompaña y guía para la celebración de los sacramentos. De la misma manera recibe el cuerpo del difunto para su último ritual, en la Iglesia donde había profesado su fe. Se asperjará con Agua invocando a la Santísima Trinidad para recordar el bautizo mediante el cual se convirtió en Hijo de Dios, se inciensará para recordar que ese cuerpo en algún momento va a resucitar por haber sido templo del Espíritu Santo, y se encenderá el Cirio Pascual para celebrar la victoria de Dios sobre la Muerte. Es el deber
de la Iglesia acompañar al fiel desde que nace hasta que muere, y sólo Memoriam garantiza el derecho que tiene el fiel bautizado a recibir estos servicios en su comunidad de fe. Una tendencia muy reciente que ha despertado el interés de algunos católicos es la práctica de la cremación. La cremación es el proceso por el cual los restos mortales de una persona pasan a ser cenizas, para entonces preservarlos en una urna especial, llamada Urna de Cremación. Desde 1983, esta práctica es una opción aceptable para los fieles Católicos. Sin embargo, dentro de lo posible la Iglesia siempre prefiere el entierro o sepultura del cuerpo en un Camposanto, porque le da una expresión más plena a la Fe Cristiana. Cuando se elige la cremación, la secuencia preferible para los ritos finales es que la cremación se realice después de la Misa de Difuntos (Misa de Cuerpo Presente). Ya sea que la cremación se realice antes o después de los ritos fúnebres, la Iglesia espera que estas familias busquen un lugar apropiado de descanso final para los restos mortales cremados. Un pre-arreglo funeral con Memoriam incluye el beneficio de escoger como lugar final de descanso un Cementerio Católico. De este modo, se escoge descansar entre aquellos que también profesaron la misma fe, un lugar santo que es una extensión de la Iglesia que le acogió. El Camposanto de SFC favorece los elementos religiosos como las imágenes de la Virgen o la Cruz, dentro de un marco de respeto y dignidad. También se celebran Misas en días sensitivos tales como el Día de las Madres o de Los Padres, para acompañar a las familias en el proceso. Además, podrá escoger entre propiedades de cementerio como nichos, lotes, panteones y columbarios en el Cementerio La Piedad en Cupey. Para su completa tranquilidad, SFC contrata los servicios de embalsamadores profesionales debidamente licenciados y acreditados para ejercer en Puerto Rico. Además de garantizar el respeto y dignidad del proceso funeral en un ambiente de religiosidad, de oración y profunda reflexión, Memoriam provee a los seres queridos que sufren la pérdida, el apoyo, el consuelo y el acompañamiento que necesitan durante el proceso de duelo procurando una despedida saludable dentro del marco de la fe. La Pastoral de Difuntos es el deber ministerial de la Iglesia Católica de asistir y acompañar a sus feligreses durante los procesos de muerte y pérdida de seres queridos. Cónsono con el rescate del rito católico de la muerte, SFC ha obtenido preparación tanatológica por medio de ISTEPA (Instituto Superior de Teología y Pastoral de la Arquidiócesis de San Juan) para asistir a las familias en el proceso.
CÓMO ENFRENTAR LA VIUDEZ Por: Diácono Jorge Almodóvar Capielo, MSW Trabajador Social Clínico Cuando la esposa o esposo de una persona fallece, la persona siente que se queda incompleta, como si perdiera una parte de su cuerpo. La pérdida de un ser amado es un proceso difícil, del que se habla poco y que probablemente se tiene que afrontar con ayuda profesional. En la pareja se deposita una gran cantidad de expectativas, las cuales se espera que le den sentido a buena parte de la vida, desde que se inicia la vida matrimonial. Con la pareja se comparten vivencias, sentimientos, intimidad e incluso una familia, es por eso que cuando la muerte de uno de ellos llega, es un suceso que marca un capítulo doloroso. Si la muerte llega de improvisto, es decir, si no se esperaba por enfermedad o vejez sucede algo similar a lo que ocurre cuando un padre pierde a su hijo, algo inesperado y hasta cierto punto se llega a experimentar como si fuese algo que no es normal que ocurra. Cuando la muerte de la pareja ocurre en una edad relativamente temprana, se torna más difícil el proceso de recu peración dado que usualmente las personas piensan que van a morir cuando sean viejos, por lo cual no se plantea que el cónyuge joven pueda fallecer de pronto. Existen varios indicadores de que el duelo que atraviesa un viudo o viuda podría no haberse superado, entre estos indicadores se pueden destacar: cansancio extremo, aislamiento prolongado de sus tareas habituales incluyendo su empleo, aislamiento de familiares y amigos, conservar intacta las pertenencias del fallecido y referirse al difunto como si aún viviera. Ante estos indicadores, es conveniente buscar ayuda para que la persona afectada pueda ventilar abiertamente sus emociones y sentimientos e iniciar el proceso de recuperación. No se puede determinar con exactitud quién sufre más por el fallecimiento de su pareja, si el hombre o la mujer, pero, hay una tendencia a que las mujeres son quienes más lo expresan, por lo cual, es la mujer la que atraviesa el proceso de viudez con mayor fortaleza. Es importante señalar que ante cualquier muerte, la persona pasa por un duelo natural, en el que se manifiesta tristeza, desilusión, pena y coraje contra sí mismo o contra el fallecido. Muchas veces se tiende a sentir mucha tristeza, sentirse muy cansados, y hasta enojados. Algunas veces hasta hay un enojo contra quien murió, cómo diciendo ¿por qué me dejó? De cualquier manera, es importante trabajar adecuadamente el duelo por viudez. Es necesario que el viudo se cuide física, mental y espiritualmente, procurando llevar una vida lo más equilibrada posible, teniendo tiempo para el descanso, el trabajo, la reflexión y la oración. Ser paciente es necesario, recordando que lo que está ocurriendo es perfectamente normal aunque en ocasiones la persona se sienta desorientada o desequilibrada. Es importante también mantener contacto con las personas queridas, sean estos familiares o amigos. En la medida en que la persona que ha enviudado comienza a relacionarse con los que le rodean e incluso expresa abiertamente lo que siente o manifiesta abiertamente asuntos relacionados con el fallecimiento del ser querido, propicia el camino a la recuperación. Recordar los momentos vividos en común buenos y no tan buenos, ayudará a sentir alivio. Llegará un momento en el que la vida volverá a encarrilarse, pero también es importante saber que hay situaciones que no serán iguales, hay un antes y un después, y por eso es recomendable que la persona busque nuevas maneras de hacer las mismas cosas que antes hacía y también cosas diferentes. A la luz de la fe, si se ha vivido a plenitud el matrimonio sacramental, ambos han colaborado por la santidad del otro y desde esa realidad, ayuda pensar que ahora mi ser querido goza de la presencia de Dios y en virtud de la Comunión de los Santos, puede seguir ayudando a su cónyuge a continuar su camino hasta que le llegue también el momento de comenzar a vivir la vida eterna. 3