Sobre Encuentros y Despedidas Por Moshé Rozén, desde Nir Itzjak, Israel Ya en su libro "Dos Años en el Desierto" (Editorial Milá, Buenos Aires, 2005) escibió Alberto Mazor: "Hacia el túnel del silencio van mis pasos sin apuro. No hay un verso en el camino, ni uno solo, ni uno" El viernes 17 de diciembre de 2021, el Alberto de los encuentros y abrazos, de las caminatas compartidas, de las horas discutidas con café, el Alberto amigo y compañero, se fue por aquel túnel de silencios y soledades. Alberto Mazor nació en Buenos Aires en abril de 1946. Activó en el movimiento juvenil Hashomer Hatzair. En 1967 se radicó en Israel y formó con Arlette una familia que es parte de una familia mayor: el Kibutz Metzer. Un kibutz vecino a aldeas árabes con las cuales Alberto cristalizó proyectos de confraternidad. En el año 2007 Alberto estuvo en Argentina, presentando sus libros "Sobre Encuentros y Despedidas" y "Dos Años en el Desierto". Horas antes de la presentación en la Feria del Libro, Alberto pasó por el barrio de su infancia "que sigue igual como siempre", comentó, recordando aquello de Borges sobre la eternidad de la Buenos Aires.
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La generación de Alberto Mazor está signada por muchos acontecimientos, pero hay dos hechos históricos que sellaron su vida y sus escritos: el haber nacido un año después de finalizado el Holocausto en Europa y el año de su llegada a Israel, 1967, el año de la Guerra de los Seis Días. La Shoá, la fundación del Estado de Israel y la Guerra del sesenta y siete impactaron en un importante núcleo de la juventud judeoargentina que encontró en el periódico Nueva Sión su canal de expresión ideológica e intelectual. Alberto Mazor supo amalgamar aquella identificación judía con una mirada humanista y universal. Esta vocación de síntesis entre su pasión sionista y la solidaridad con batallas por justicia social en el mundo lo ubicó en difíciles espacios de controversia, tanto en Israel como en América Latina: Mazor fue dura nuez en deliberaciones del partido Meretz y el Movimiento Kibutziano, un fuerte adversario en debates con la franja progresista latinoamericana. Conocimos a Alberto como dirigente del Hashomer Hatzair Mundial, emisario educativo en América Latina, columnista en Nueva Sion. Un constructor de puentes políticos. Pero, también, un sensible detector del dolor humano. En su poema "El Adiós", Alberto Mazor desea "dejar algo que perdure, que de mi paso quede, como semilla tierna, un pensamiento, una idea". De tu paso, querido Alberto, queda mucho más: nos entregaste, como Martín Buber, el regalo del diálogo abierto y el sentido pleno de la amistad. 21 de diciembre de 2021
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