SergioRdgz

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ANTOLOGIA

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Sergio Rodríguez


Índice Título

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Página

Sobre el autor ...........................................................................

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Puente ......................................................................................

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Sólo quiero... ............................................................................

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La chica de los transvales ........................................................

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Siete días en bicicleta ..............................................................

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Y volví a las andadas ...............................................................

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Ganarse la vida cuesta .............................................................

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Palabras al aire ........................................................................

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Dioscidencias ...........................................................................

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Mi arbolito ...............................................................................

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El futuro de las “maqs” ...........................................................

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De las pequeñas cosas .............................................................

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Sin bolsa por favor ...................................................................

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No es la primera vez ................................................................

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No es tan fácil ..........................................................................

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10 mil .......................................................................................

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Sobre el autor

Sergio Rodríguez

Corría el año de 1988 en Guadalajara, México, cuando la naciente familia Rodríguez Morales se instaló en un segundo piso del centro de la ciudad. Ahí nació el primogénito al que después pondrían por nombre Sergio Rodríguez. El pequeño fue creciendo y para cumplir con la Ley de Educación del país fue llevado por sus padres al Jardín de Niños, en adelante cursaría el resto de su formación académica en escuelas públicas. Sin embargo fue hasta el verano de 2006 cuando se encontró con la pregunta troncal de todo joven que pretende hacer algo interesante el resto de su vida. ¿Qué quiero ser/hacer el resto de mi vida? Estos y otros textos están disponibles en Internet:

www. mitadperiodista.

wordpress.

com

Fue entonces que tomó la decisión de estudiar la licenciatura en periodismo de a Universidad de Guadalajara. Ese fue el más reciente paso verdaderamente trascendente de su vida. A partir de esta integración académica se ha venido desempeñando en varios proyectos relacionados como producción radiofónica, coordinación editorial, dirección de medios digitales y convencionales, entre otros. En esta selección de textos, Sergio Rodríguez comparte sus experiencias e ideas surgidas desde mediados de 2007 a la fecha. Algunas de letras son tan personales que a veces parecen fragmentos de un diario íntimo; otras producto de la influencia del entorno sobre él y otras tantas que pretenden ser productos periodísticos. 3


Puente Parece que hemos hecho realidad lo imposible, tres compinches logramos un fin de semana cuasi-perfecto. Aprendí que cuando pisas sobre una rampa lamosa puedes resbalar y poner en riesgo a Natalia, aprendí que Zapotlán el Grande tiene un conflicto de doble personalidad, aprendí a hacer chocolate en agua, aprendí a cerrar el diafragma de la cámara y a racionalizar mis rollos, aprendí que el desodorante no tiene efecto después de tres días, aprendí... que la semana tiene mas de siete dias... Recordé que los negocios y la amistad pueden (deben) dividirse, recordé lo bueno que puede ser un fin de semana cuando buscas otra realidad a una que se cae, y me di cuenta que hacer piojito es una de las cosas más ricas del mundo, además descubri que soy simple y no soy parte de las estadísticas... Pero no soy único, porque hay gente con la que puedo compartir sueños y vida.

Sólo quiero… Una cadena de desastres naturales alrededor del mundo, la crisis alimentaria por los biocombustibles, el norte del País hecho un lío, el narco lo controla todo, y yo no tengo un vaso de los de Pepsi Retro... ¡Maldito mundo descompuesto! “Sabe a… cuando mis cuates no tenían novia”, mi frase favorita de toda la campaña. Porqué las empresas no se esmeran en hacer más campañas como la de Pepsi Retro. Quizas así el mundo mejoraría un poco. Traigo una frase de esas con las que te despiertas por la mañana y las traes todo el día, al puro estilo Gardeliano: 4

…Que es un soplo la vida, que veinte años no es nada…” Volver - Carlos Gardel


La chica de los transvales

Cuando me acerco a una ventanilla, en el banco, en la central, en recepciones empresariales, en oficinas de gobierno, en los transvales… me asaltan varias sensaciones: los otros tienen miedo de mi, soy potencialmente peligroso, ellos me esconden algo, mi seguridad depende del vidrio protector. Eso me pasó al querer comprar transvales en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH, pa’ los compas). Me acerco a la “ventanilla” que para cuestiones prácticas funciona igual que un muro de concreto, porque por sus rayaduras y un plástico negro no deja ver lo que hay del otro lado, y escucho una vocecilla amable que dice: -Buenos días-... Empezamos bien, pero la cosa mejora cuando al solicitar mis cupones de transporte, entrego mi credencial de universitario y mientras espero mis mentados boletitos rosas. Entonces, escucho algo que en realidad me sorprende: -¡Qué bonita carrera!-, dice la chica detrás de la ventanilla al identificarme como estudiante de periodismo. A eso mi única respuesta fue: -A claro…-, con prisa por salir del embrollo no digo más, pero ella prosigue -Disfrutala

mucho, para mi es la carrera más bonita-. Después de escuchar miles de veces, de parte de profesores y compañeros frases del tipo: Te vas a morir de hambre, recordar este nuevo aliento me hacen sonreír de manera estúpida como últimamente lo hago al recordar el Plan Amsterdam wajajaja (chiste local). Ella me hizo la tarde de ese lunes, y del lunes siguiente: cuando al recibir mi credencial me volvió a decir lo mismo Qué bonita carrera-. Pero ahora mi respuesta fue diferente: -Ya me lo habías dicho-, entonces pensé haberlo dicho demasiado “golpeado” y creí que se enojaría pero tal parece que eso no fue suficiente para su buen humor. -Ah sí es cierto, pero es que de verdad es muy bonita carrera ¡Felicidades!-, entregó lo boletos y seguí mi camino pensando en que jamás nadie me había felicitado por estudiar lo que estudio. Es decir, no lo hago para que me feliciten, pero si a la chica de los transvales le agrada pues… qué bien. Veremos éste lunes a ver si mi sonrisa se refleja en la ventanilla de los transvales. 5


Siete días en bicicleta

DÍA UNO. Por aburrido. Apenas a poco más de una semana de "disfrutar" mis vacaciones, debo decirles que estoy harto de no hacer nada y de perder el tiempo. Fue por eso que me he propuesto el reto de vivir durante siete días en compañía de mi bicicleta, moverme con ella, que ella me lleve y compartir nuestras aventuras en estas letras. El primer día salí a vivir la paz de una mañana de domingo en la ciudad, fui en bicicleta y me uní al ya abundante grupo de ciclistas dominicales en Guadalajara que pasean en la ViaRecreativa. El recorrido inició con regaños de los chicos de naranja que resguardan el paseo, sin embargo no me quejo, al final yo tenía razón. DÍA DOS. No tan bueno EL destino dispuso que este día tuviera que visitar un par de depndencias gubernamentales. Cuando supe nuestra orden del día pensé -¡Genial! Por fin lugares decentes en donde podré estacionar la bicicleta un una reja especialemente destinada a esto-. Pero después la ilusión se terminó cuando llegué a las oficinas públicas y me dí cuenta que tendría que seguir con la técnica de buscar un arbol en forma de policía y amarrar ahí el vehículo.

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. ¿Porqué no hay lugares destinados a los que utilizamos "transportes alternativos" al menos en las dependencias de gobierno y más en estas que se enfocan al bienestar social? Si no son de ellos, de quiénes podemos esperar que destinen estos espacios.


Siete días en bicicleta DÍA TRES. Casi Nada Hoy fue un fraude, la lesión de ayer no me dejó en paz en todo el día, la humedad del ambiente hacía sudar al más mínimo movimiento, las labores de oficina acumuladas de los días anteriores no pudieron esperar más y la visita de la exnovia por la tarde junto con la lluvia impidieron un recorrido ordinario del reto bicicletero. Salimos a rodar unas cuadras por la colonia y un incidente durante los cinco minutos que la visitante condujo la bicicleta me hizo algrarme de ya no tener nada que ver con ella.

DÍA CUATRO. El Paseo Esta noche, los ciclistas tomamos las avenidas de Guadalajara para soñar al menos por unos minutos que vivimos en una ciudad hecha para nosotros y nuestro transporte alternativo. Al final, el primer paseo nocturno bicicletero tuvo más concurrencia de lo que creí. DÍA CINCO.- Rico, rico Amanecemos en casa ajena, y es que con el paseo nocturno de ayer que terminó a las primeras horas de hoy y después nos fuimos a rehidratarnos a un céntrico bar, pues me vi en la necesidad de pedir posada en casa de Sisicleta que para su buena suerte vive en el corazón de la ciudad. El recorrido de hoy, fue corto pero muy rico. Nos acompañó la lluviecita que refrescaba y el tráfico nos motivaba aún más a optar por la bicicleta, aunque tengo que decirles que para estos dias, la mitad inferior del cuerpo ya se encuentra desgastada moretes, rasguños, dolor muscular, lesiones leves y demás adornan mis piernas. 7


Siete días en bicicleta DÍA SEIS.- Las bicis son para el verano y viceversa Hoy me quedó claro una cosa: las bicicletas son para usarse en verano. El clima en verano es perfecto: tardes nubladas y frescas, una que otra lluvia en el trayecto para refrescar a los paseantes, noches de luna como la de anoche y vacaciones escolares que disminuyen el tráfico citadino. Los moretones y las cicatrices siguen apareciendo en las piernas sin que recuerde las razones. Y ayer Mariana, motivo de nuestro recorrido, me dice: -¡ Sheko! Tienes lepra o algo así? ¡No manches! ¡ Qué onda con tus piernas!Creo que después de seis dias sobre ruedas ya es suficienete el daño para mis piernas, a partir de mañana pondré más atención en dónde me meto y a ver si descubro la razón de mi "lepra". DIA SIETE. Suspendido El DÍA SIETE las labores domesticas (cuidar niños, barrer y limpiar) atiborraron mi agenda e impidieron el recorrido final del reto.

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Y volví a las andadas Hoy rodé otra vez por la ciudad. Después de todo parece que me debo retractar de lo que escribí en “Las bicicletas son para el veran0...”. Ahora creo que las lluvias no le vienen bien a los ciclistas tapatios. Los encharcamientos en calles y avenidas, tráfico inusual por vías alternas, semáforos descompuestos, y los abominables baches, todo se complica aún más. Pero con todo esto hoy volví a rodar por las calles, un par de horas fueron suficientes para darme cuenta que ya no soy el mismo de hace tres semas, Ciclistas: “Todo se acaba en unos dias”, “Sin perseverancia nada sirve”, “Házte adicto a tus dos ruedas”... son frases que me vinieron a la mente mientras me esforzaba por respirar y rendir lo mismo que la final del reto, hace casi tres semanas.

Ganarse la vida cuesta Ayer se terminó el gas de ésta casa. Era domingo y no cualquier empresa pasaría por estos rumbos del fin del mundo, para vender un tanque de gas. Pero afortunadamente llegó. Me sorpendí al ver que n solo empleado estaba a cargo de manejar el camión, cargar los cilindros, instalarlos, y regresar los sobrantes, además claro de cobrar y hacer la nota de venta. Me puse a platicar con el heróe del día, y supe que trabaja todos los dias desde las seis de la mañana, cuándo recoje el camión en la distribuidora, pero para eso debe salir de su casa una hora antes porque toma dos camiones. Luego viene la chinga de todo el día, andar de un lado a otro, y eso es hasta las 8 de la noche cuando entrega las cuentas del día. Regresa a casa solo para dormir y al dia siguiente lo mismo. Ante tal escenario, le pregunté - Bueno y a todo esto, supongo que descansas uno o dos días entre semana?- -¡ Pues no!-, responde: - Ya ves que cuando uno paga renta, y luego los gastos de la escuela de los niños y eso... Pos como que no me costea descansar y me lo aviento corrido. 9


Palabras al aire

-Elefante-

-¡Te salió veintiuno!-

Desde que no escucho música mientras camino, mientras voy en el camión o mientras estoy en lugares públicos he disfrutado de nuevos sonidos que provocan diversas reacciones en mí, desde la risita dificil de disimular, hasta la pena ajena más grande que he sentido.

Entre la muchachada del autobús, van cuatro niñas de esas que ponen a sudar a los profesores mientras juegan una paleta en la boca o se acomodan la falda. El nivel de su voz permite que todos los viajantes escuchemos involuntariamente su conversación. A saber:

Desafortunadamente en esas situaciones es dificíl sacar pluma y papel y tomar referencia de momento para después comentarlo, y sólo queda confiar en la memoria. Hoy me hago el propósito de forzar mi retención de información para ponerles en este espacio algunos de esos momentos llenos de sabiduría popular y experiencias personales de gente que probablemente jamás vuelva a encontrarme en el camino.

Una: -Dos y siete nueve y doce… ¡Te salió veintiuno!Otra: -¿Ah sí? ¿Y eso qué?Una: -Es que con este te dan un beso gratis-

Hoy les traigo la siguiente:

-Bonita su abuela-

Niño pregunta a papá: -Oyes pa’ deveras cómo meten los elefantes a la selva10

… ¡Ah qué tiempos los de la secundaria! No lo creerán pero hasta hace unos meses aún conservaba los “veintiunos” que nunca cambié.

Niña platicando con su mamá y su abuela en la calle:

-…Entonces yo dije 'Pinche viejo volado, ¿Que no sabe que mi mamá es casada?, Ajá, ¡Bonita su abuela! Pos


Palabras al aire

-¿A dónde van?Es el día de aplicación del examen para entrar a la universidad pública en todo Jalisco. En Ocotlán miles de jóvenes acuden al día que es clave para su futuro. Vienen de muchos lados, municipios aledaños y no tanto, incluso de “la capirucha”. -¡Guadalajara Directo!- Grita el vendedor de a pie parado junto al camión foráneo. Un par de jovencitas suben apresuradamente y se sientan en unos de los pocos asientos que quedan vacío, casi al fondo del autobús. Un minuto después sube un joven solitario con el pelo engomado y el cuerpo perfumeado, listo para visitar la ciudad, listo para ir a Guadalajara. Sube levanta la mirada por en medio del pasillo y dice: -Chinga’o ya casi no hay lugar-. Después de un primer vistazo, divisó que el único lugar disponible era el de a un lado de “las muchachas”. Corrió “resignado” a ocupar su lugar, mientras las jóvenes cesaban su conversación que entre risillas y tonos melosos habían llevado desde que subieron al autobús. Un silencio.

Con los aires que todo galán de rancho puede presumir, rompe el silencio con una majestuosa pregunta digna de un Zabludowsky frente a Pablo Picasso:

-¿A dónde van?-, como si los gritos del vendedor en la puerta del camión no fueran suficientes, o el letrero de colores fosforescentes no le dieran a entender el destino, o el boleto que todavía pasea entre sus dedos no fuera claro. A las chicas no les molesto contestar al unísono:

-A Guadalajara-. Eso animó al galán a hacer una segunda pregunta

-¿Y como cuánto hace el camión?Y una segunda respuesta, también a voz en coro:

-Una hora-. No más preguntas, no más respuestas, sólo miradas y sonrisitas. Y un silencio “incómodo” reinó entre los asientos 37 y 38 pasillo y 39 ventana... Y a la hora el quedaban 59 largos minutos. 11


Dioscidencias

Cuando descubres que “Otro”tiene la misma canción favorita que tú. Es una dioscidencia. Cuando piensas una palabra y “Otro”la dice primero que tú. Eso es una dioscidencia. Cuando inicias a caminar intuyendo que encontrarás a “Otro”, y pasa. Eso es una dioscidencia. Cuando tomas el telefono para llamar a “Otro”al mismo tiempo que “Otro”te llama. Eso es una dioscidencia. Cuando no hay necesidad de hablar para sonreír estúpidamente. Eso es un dioscidencia. Y siguen… Cuando encuentras a “Otro”(que ahora es Ella) y el color de sus ropas es el mismo. Eso es una dioscidencia. Cuando los dos saben (sin acordarlo) que jalar dos veces el lóbulo de la oreja demuestra la incomodidad de una situación. Eso es una dioscidencia. Cuando sus amigos son tus amigos, y viceversa, sin que “Otro”(que ahora es Ella) lo sepa. Eso es una dioscidencia. Cuando vas conociendo a Ella y descubres que odian y disfrutan de las mismas, y tan simples, cosas. Eso es una dioscidencia. 12

La más increíblemente asombrosa coincidencia imaginable sería la completa ausencia de coincidencias” John Allen Paulos


Mi arbolito En mi camino de todas las mañanas me encuentro con este “arbolito”, quién-sabe-porqué le he agarrado cariño:

Pa’ variar la foto está desenfocada, pero aún así me sigue gustando el mentado ejemplar. Yo digo que parece una melena “afro”, casi no se ve el tronco y aunque invade casi toda la esquina (Calle Carlos F. Landeros esquina avenida México) no me molesta tener que inclinarme u orillarme para pasar. Prefiero rodear un árbol a rodear los carros que invaden las mismas banquetas de la zona al mediodía. cada 9 de julio, en México se “celebra” el Día del Árbol, probablemente sólo sea uno de los muchos “Días de…” que tenemos en el calendario y pasan desapercibidos. Pero creo que este debe ser un buen pretexto para poner atención en los árboles que adornan su camino de todos los días. *** Un árbol cargado de manzanas inmortalizó el nombre de un hombre inglés llamado Isaac Newton, mientras en Cuba José Martí establecería la plantación del árbol como parte del trío de acciones indíspensables para ser “una persona completa”, algunos dicen que cuando están secos, su sombra “son explosiones”, y otros sólo atinan a decir “Voy a miarbolito” ante la impaciencia de los esfínteres, en fin hay muchas frases entorno a los árboles. 13


El futuro de las “maq’s” ¿Cuántos de los que leen estas letras, incluyendome a mí que las escribo, hemos usado una antigua máquina de escribir en el último año? Recuerdo que la última vez que escribí algo interesante en una máquina como esas fue en 1999 cuando aún no había computadora en casa y tenía que hacer una de las tareas finales del último año de primaria. De ahí en adelante la mítica armatoste de color azul y sus teclas ya no se volvieron a ver por este escritorio. El caso es que todos estos pensares vienen al caso después de que hace unas semanas me atoré en el tráfico vespertino de la calle Prisciliano Sánchez después del cruce con la Calzada Independencia, entonces fue que me dí cuenta de ese entorno que aunque es mi recorrido de diario, el estrés y la cotidianeidad te hace pasar por alto muchos detalles. En un pequeño cuarto oscuro y húmedo una montaña de máquinas de escribir se desparrama por todos lados. A un lado y buscando la luz natural que entra de la calle se encuentra el dueño del lugar que delicadamente y con toda la concentración posible maneja el teclado de una de esas máquinas, sólo desvía su atención para responder a mi solicitud de tomarle algunas fotos. Hago algunas tomas y me retiro, los pensamientos empiezan a fluir. Qué amor por el oficio debe tener el propietario para atender como si fueran 14

suyas, cada una de las máquinas de su “montaña”? ¿Qué amor tan grande le deben tener los dueños a esas máquinas para invertir en su reparación y descartar la idea de comprar un equipo de cómputo o siquiera una máquina de escribir eléctrica? Quién en estos días usa una máquina de escribir para sus labores cotidianas? Por cuánto tiempo más la montaña de las máquinas seguirá estando en el pequeño local? ó ¿Por cuánto tiempo más habrá personas que les interese invertir en la reparación de una vieja máquina de escribir antes que comprarse una computadora? Yo, en este momento, quisiera poder usar una máquina de escribir.


De las pequeñas cosas Paso por uno de esos momentos que sientes que las paredes que te rodean se vienen abajo poco a poco hasta que los escombros te cubren el cuello. Siento que todo se complica irremediablemente. Pero sé que así, complicado, mi mundo de ahora no es imposible de habitar, tendré que echar mano de todo lo que tenga a mi alrededor y más aún de las pequeñas cosas. Qué tienen esos detalles de la vida de cada persona que los hacen tan valiosos para uno mientras el mundo puede prescindir de ellos con los ojos cerrados. Ver la noche sobre la ciudad media desde la ventana del departamento, minutos y minutos.

Comer lentamente un ‘Devil Square’ de los pastelillos Little Debbie, de esos que rara vez se encuentran en Wal Mart Ir. Sentarme en el parque feliz, quedarme ahí, escuchar las aves, el aire, el agua... pensar sin pensar. Volver. Recostarme en mi cuarto, abrir ventanas, apagar luces, subir el volumen y cerrar los ojos, el tiempo pasa. Estar con Ella, verla ahí en el cuarto, verla sin anteojos y sin luz, verla en la penumbra. Alejarme de la realidad y dejar que el reloj de vueltas.

El alcohol tuerce pies, aguas Tú, y también mata...” GraciasPapá. Abril 8, 1957 – Abril 18, 2008 15


Sin bolsa por favor

Se han dado cuenta de que los productos industriales de los últimos años se han convertido en una especie de Matroska en las que una envoltura está dentro de otra, y a su vez esa otra es parte de un multi-paquete, que a también se guarda en cajas de mayor tamaño y así sucesivamente.

súper no sirven para eso? Pues la experiencia nos dice que efectivamente las bolsas del mandado no tienen el mínimo de resistencia para soportar el peso de huesos, cáscaras, sobrantes de comida, latas, vidirios y demás cosas de la basura común con los respectivos ácidos y filos correspondientes.

Por sus leyendas, por su diseño, su color o nomás por nomás, suponemos que las bolsas de nuestras compras nos servirán de algo después de la compra y entonces comienza la terrible acumulación de bolsas que en toda casa existe detrás del refrigerador, en un cajón de la cocina integral o en un rincón de la alacena.

En resumidas cuentas, si las bolsas plásticas tarde o temprano llegarán a los basureros, en las quemas clandestinas de basura o rodarán por las calles. En resumen: Hemos acumulado 100 millones de toneladas de pura porquería del tamaño de dos veces el estado de Texas en Estados Unidos, que navegan por los ecosistemas de la Tierra.

Siempre he pensado que es estúpido comprar bolsas especiales para basura, de tal manera que los tres, cuatro o cinco pesos que cuesta una “bolsa para basura”se quedarán ahí, en la basura. Pero Es qué en realidad las bolsas del

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De ahí el exhorto a dejar de trasladar los productos que compramos en bolsas de plástico y que empecemos a decir “Sin bolsa por favor”.


No es la primera vez No es la primera vez que viajo horas para verla y al final del viaje espero frente a la puerta por donde ella saldrá para redimir el kilometraje recorrido con un toque de sus labios. No es la primera vez que comemos (cenamos) pizza. Hemos paseado por esta y otras ciudades, y seguro ya otras veces cantamos juntos. No, no es la primera vez que cambio mis horas de sueño por seguir cantando con ella. Y es que tampoco es la primera sonrisa que me regala, ni el primer abrazo que me hace. No es la primera, pero es Ella, lo sé, y esta es la primera vez que hay “algo más” cuando nos miramos, es la primera que hace posible imaginar el futuro como si llegara el lunes próximo, fue la de las Dioscidencias (lo es aún, y cada vez me sorprende más). Seguro se preguntarán ¿Y quién diantres es ella? Pues ella misma escribe su historia, que a continuación copio y a la cual le agregué acentos: Ella y su corazón Aquí comienza su historia; era ella y su corazón, descubrió que su corazón tenia vida propia cuando lo conoció a él. El perfecto trío se reconoció cuando el destino después de algunos años hizo que se miraran a los ojos, y ella vio más allá que sólo el alma de él, transcurrían los meses de amor, calidez y nueva vida… Quisiera ser parte de su historia… Quiero que ella sea feliz, seré feliz si ella lo es, lo seré más si lo somos juntos. Crecer juntos, ella lo dijo. No será la primera vez que uso estas letras para felicitar por su cumpleaños a algún lector. Pero sí la primera vez que felicite por un año más de vida a alguien tan especial como ella. Feliz vida Fanny. 17


No es tan fácil Emprender la recta final académica me resulta más complejo de lo que pensé. No creí que fuera fácil, pero tampoco tan difícil. A decir verdad, nunca lo imaginé así como es ahora. Mi transferencia del salón de clases al mundo real ha venido haciéndose paulatinamente desde hace buen rato. En la proporción precisa entre horas-clase / horas-“trabajo” como cuando intentas equilibrar una moneda por su canto. En las últimas semanas parece que por primera vez el estrés acumulado proviene en mayor proporción por las horas “trabajo”, y eso es emocionante cuando pienso que en adelante así será. Ya no más departamentales, ni sistemas de créditos, no más estadías en el aula al menos con la vista puesta en el pizarrón. Pero soy de los creyentes (tal vez idealista) que para hacerlo más fácil y satisfactorio, hay que disfrutar lo que se hace. ¡Hasta para sacarse los mocos hay que agarrarle el gusto caray! Y si de algo estoy seguro en esta transferencia a la realidad, es de que quiero esforzarme por hacer lo que me gusta y que hacerlo me haga feliz y que la felicidad también salpique a los míos. Y hablando de los míos, tampoco es fácil encontrar motivaciones para seguir adelante en los trayectos nublados del recorrido. No es fácil encontrar a alguien como Ella que me haga comprender que la satisfacción personal está directamente relacionada con la realización profesional. Que me diga “Sí puedes”, cuando la confianza propia se viene abajo. Que me salve “con un beso y un abrazo”… Ella sabrá más. O como le escribí alguna vez a mi padre… No es tan fácil vivir así, pero en adelante lo tomaré como bandera: Hacer qué valga la pena. 18

De nada sirve partirse el alma durante el día si por la noche no puedes sonreír”


10 mil

Aunque mi relación con las matemáticas nunca ha sido del todo amigable, siempre tengo la obsesión por llevar la cuenta de cosas. Algo similar, pero no tan obsesionado, a lo que le pasa a Harold, protagonista de “Stranger than Fiction”, quién contaba hasta los movimientos de cada cepillada de dientes… Debo confesar que a últimas fechas, el tiempo se ha vuelto mi principal obsesión contable… Cuánto tiempo paso en el transporte público, cuánto tiempo frente a la computadora, cuánto tiempo pensando en nada (o mejor: En Ella), cuánto, cuánto.. El caso es que hoy por la mañana, me enteré que al menos 10 mil personas han leído estas letras. En mayo de 2007 se escribió la primera entrada “en forma” de esta bitácora y a partir de ahí se soltó el “letrerío” que con más o menos regularidad ustedes leen. Les he compartido de todo, desde mis aventuras bicicleteras, mis conflictos profesionales, las cosas que me desagradan, hasta mi éxodo a Ocotlán y algunos de mis más profundos sentimientos. De entre todos los textos el que se ha llevado el primer lugar de acuerdo a las estadísticas es “La chica de los transvales“, que me vuelve a arrancar sonrisas cuando recuerdo que la mismísima Chica de las Transvales me leyó y encima me agradeció… ¡Guau! De esas pequeñas grandes cosas que le hacen el día a uno… Gracias a todos por estar al tanto y dicho sea de paso, por alimentar involuntariamente mi fijación por los números sin importancia. 19


Sergio Rodríguez Diciembre 2009

Los textos publicados son propiedad de Sergio Rodríguez y pudieron haber sido editados de su versión original por cuestiones de espacio.

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Algunas imágenes utilizadas pueden estar sujetas a derechos de autor.


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