Bueno, y esta nota pensaba ser una antología de poesía de gente nacida en los 80’s y 90’s de todo el país pero semejante labor resultó ser todo un embrollo, eso de pedirle los poemas a gente que uno no conoce se vuelve algo con lo que es mejor no lidiar. Especialmente, si no tenés espíritu de vendedor. Así que resultó mucho más fácil reunir los poemas de un grupo de amigos. Sin complejos. David Márquez Bolaños: Cali (1983) Eduardo Mala Mente: Palmira (1988) Bob Roseman Littlewall: San Agustín (1992) Camilo Sánchez: Cali (1988) BKM: Cali (1991) William Obando: Palmira (1989) Sico Pérez: Cali (1985) Hubiera querido aportar más datos biográficos de los susodichos y dar una breve reseña crítica de sus obras pero la verdad estoy de afán y sólo espero que ustedes lean y saquen sus conclusiones. La mayoría de ellos escriben sus poemas sin ningún tipo de pretensión (no es mi caso), la poesía es su única compañera y son unos románticos empedernidos. Creo que para ser los poemas de un grupo de amigos, van a poder encontrar registros muy variados y acercamientos a la composición muy disímiles. También nos acompañaron un grupo de ilustradoras, todas chicas, por la cuestión de la corrección política y la igualdad de género. Las técnicas van desde lo digital hasta el esfero sobre cartón o el acrílico. Gracias a todas ellas por aceptar hacer parte de esta nota. Sin más preámbulos: PUEBLERINOS.
DAVID MÁRQUEZ BOLAÑOS
Ilustración: María Andrea Balaguera Buga – Valle (1995)
NIRVANA La vida es una des-ilusión como lo son estas palabras ultrajantes el mundo es metrópolis caótica como lo son estas letras incoherentes nosotros que hemos renunciado al dinero y a las armas dormimos por las calles padeciendo hambre cobijados por andrajos y una luz azul espectral consumidos por el cáncer somos el cáncer abandonados por todos sepultándonos vivos emergemos de la tierra y devoramos cerebros nosotros que hemos provocado disturbios auto-destruyéndonos creemos ser felices intentamos ser alegres
placer irónico para-no-ico- de-si -lución-hable el hermoso desastre cuando regresa la anestesia celebramos en las ruinas nosotros que hemos engendrado la in-tranquilidad carecemos de esperanzas y donamos nuestros días polinizando el crimen él des-acuerdo-sistema repugna el juego no juega tal vez por benigno quizás porque era extranjero ha dejado su cuerpo a los buitres y no ha creído ni una sola historia de las que le contaron para ser inocente a pesar de su atrevimiento de renegarse a ser cenizas y arde en el fuego.
MANTIS RELIGIOSA Nunca se camina en la misma calle dos veces y en un abismo de piedra mĂĄs vale zombie que muerto o viceversa estar afuera del tiempo contar estrellas creer que Dios nos hizo de un suspiro de panaderĂa mirarse en los espejos de los ojos para hundirse en las lagunas de las almas por el puente de Jovita aullamos congelados en luna llena sin olvidar que el abrigo son los abrazos.
PUTA CIUDAD Los edificios son chimbos erectos que se han culiado el planeta y la gente que se avienta de ellos salpicadura de semen las calles cicatrices que acarician los sonámbulos mientras ansían el éxtasis del gran coño lubricado y las tetas superlactosas que son los hipermercados aúllan orgasmos las industrias y la ciudad reculiada se ilumina vacía.
EDUARDO MALA MENTE
Ilustración: Camila Renza Cali – Valle (1994)
MANEJA LOS TIEMPOS Como única prenda de valor de tantas noches sin estrellas Conservo el color de la hojarasca Y algunas flores secas Que me dejan predispuesto a la sonrisa fácil. Sueño con colores que olvido al despertar. “Yo en tu lugar pagaría escondedero” murmura mi reflejo desde un charco de agua sangre que me brota desde el pecho… “con todas esas pretensiones, hazte una esferita corrugada y un hit de tres puntos en la canastilla de reciclaje” Me queda una pila anquilosada de versos eunucos que procuran dividirse en pequeños olvidos y fundirse en el soplo disonante de una madrugada herida de gravedad, aunque no de muerte, como milagro que ahuyente el malestar de irrisiones apocadas. La cadencia de las sombras bajo el cielo cumbiambero petrifica mis pensamientos, quédame marmórea toda aspiración. Desafuero impoluto que difumina la calma. Maneja los tiempos, muchacho, deja de darle con la cara al pavimento Ya no va tu pinta de labios reventados, llagas empolvadas, sangre seca y piedrecillas en las comisuras de tu beso Beso sucio Deslenguado Desdentado Mugroso Mal encarado Maneja los tiempos muchacho, maneja los tiempos aunque su recuerdo todavía te patee el cerebelo.
LLAGA Te quiero llaga. Me regocija que ardas y supures Y emitas el efluvio acerbo que flirtea con las moscas Y las invita a alojar sus larvas en tu lomo; Verlas colmar de besos la bermeja gradación de tus tejidos Y frotarse las patas delanteras. Me gusta que huelas feo, la arcada que palpita en el diafragma de la gente Al inhalar nuestro perfume de animal enfermo. Arrebatos de pánico me pierden al pensar que un día, sin más, de repente, Puedas sanar y dejar de dolerme. Mas no queremos eso, llaga mía. Catalizadora de sueños dípteros, desapacible ornamento Puerto de pulgares detractores y del propio; No queremos verte transfigurar en cicatriz, aunque tuvieras cremallera. “Erigir tu casa en las faldas de un volcán puede parecer pictórico, Hasta que el magnánimo escupitajo se come las paredes y cimientos de tu casa; Y tus ojos, tu vientre y tus pulmones se abastecen de ceniza”, dijo alguno un viernes al menstruar la tarde.
Pero a mí me gusta el ardor, la fiebre, la ceniza, los hedores y sentir el aleteo de las moscas que alternan su culto a las heces para venir a visitarnos. Y sin pretenderlo, se me antoja: ¿No es eso, una mosca frotándose las patas delanteras en la cima de una plasta marrón y jugosa, un buen símbolo de la realización humana?
COJO LA CURVA Cojo la curva, Que los buitres se encarguen del resto. No hay suelo para tanto muerto. La luna menguante me pinta de nostalgia el escroto y acaso hay vulva que lo consuele. Cojo la curva, dejo el polvero. Juego a ser Dios cuatro veces al dĂa, haciĂŠndome pajas con barro Y los tatucos no dejan de estallar en derredor Con el tinte festivo de esas noches en las que parece que el mundo Va a dejar de amagar con aquello de acabarse.
BOB ROSEMAN LITTLEWALL
Ilustraci贸n: Sasha Herrera
QUÉ PEREZA SEGUIR SIENDO EL MISMO Ponerle la soga de los ideales al cuello de mi libertad. Cuando quiera me voy y les dejo esto hecho un mierdero. Yo soy un plásmido bacterial, tengo alma de plastilina, hoy hago fotosíntesis y mañana depredo. Mi espíritu se revuelca cada noche con un Dios diferente, a veces amanece en morfínicos paraísos pero la mayoría de ocasiones en sendos infiernos. Qué pereza, qué ridículo me veo empecinado en ser el mismo. Cuando soy río de Heráclito, contorno de nube, recuerdo de Alzheimer. Al final de la jornada en mi alma de petróleo se irisa una imagen inefable del ayer y que hoy no reconozco.
CÓMO ME GUSTARÍA ESTAR BIEN BUENO Que para comerme no hubiese necesidad de ponerme salsa de tomate. Y que se acabara el castigo de las respuestas oscuras y las noches solitarias. Si pasara sobre mí la belleza egoísta y maquillara esta grotesca realidad. Si cada tramo de mis ser fuera simétrico, firme y estructurado. Si cada no fuese una mentira. Si Dios se compadeciera de mi alma y la volviera cuerpo. Estoy seguro que jamás hubiese sido poeta. Nunca me habría humillado a tal punto. Si estuviera bien bueno andaría por ahí para ser observado, morboseado, contemplado. Me haría de rogar y tomaría venganza en nombre de todos los feos. Si estuviera bien bueno despreciaría la belleza cruel. Antes creía que ser bello era un regalo de Dios, pero veo que no, ser bello es algo parecido a ser Dios
MI DINERO SOY YO Mira mis bolsillos son un par de corazones que laten para vos. Míralos ¡y con qué sencillez y cuanta verdad están ahí para vos! Unos dirán que miento, otros que trato de comprarte, pero vos sabés que no, que lo hago por aquella virtud heredada de mi madre; quitarme el pan de la boca por ponerlo en la tuya. Siente mi dinero, disfrútalo, soy yo, has con él lo que quieras, gástalo con putas, en fiestas o ahórralo, ya sabrás vos qué hacer con él; qué hacer conmigo. Compra la felicidad si es posible, y no pidas rebaja que lo barato sale caro, y yo quiero que seas feliz para siempre.
CAMILO E. SÁNCHEZ CORREA
Ilustración: Nery Janamejoy Madroñero Quimbaya – Quindío (1993)
YO NUNCA PUDE SER UN JIPI BUENA ONDA En mi infancia jamás estuvo de moda la mandrágora ni la pipa de la paz. Desde los 5 años supe que había venido al mundo -¡a este mundo, precisamente!a dar la lata y ser mala leche: fue la primera lección que me dio la buena y desesperada vieja de mi madre. Con el paso del tiempo me fui haciendo especialmente arisco, indomable pero no como un león o una pantera de Sumatra, sino como un desmañado gato esfinge atrapado en un costal, presa del terror. La vida fue mi costal, mi camisa de fuerza, la reluciente medallita con que el mundo me condecoró: loco. Por eso la amo hasta desangrarme, hasta partirme los dientes por defenderla incluso de ella misma. Ahora ya estoy medio tonto, y no llego a la treintena y no sé decir nada más que nunca pude ser un jipi buena onda, y es ese el único orgullo que aún me infla el demoníaco corazón. Soy en cambio un jorobado cazador de ratas, inspirado músico de cañerías en el callejón sin salida de tener que respirar.
SEÑORA NUEVA ERA, en el reino de los cielos, que es la magia, ¿habrá lugar para los sádicos, para los pedófilos y bestialistas, para los violadores, para los incansables de sexo en la calle Morgue, para los narcisistas y masturbadores impenitentes, para las putas más guarras que se venden por crack, para las putas más putas, insaciables de oro, para las muchachas adictas a los colchones ajenos y a la lluvia de amapolas, para los gamberros de su propio culo y de su propia alma, para los tristes, para los trágicos cuya tragedia les ha enloquecido y desesperado y dejado sin brillo con qué reconocer su grandeza, para los suicidas orgullosos y para los suicidas vergonzantes, para Rodrigo D. y para Lina Marulanda, para los que sufren porque sí y porque no, para los corazones nihilistas, para los genitales parias que nunca supieron nada del amor, para las madres que maltratan a sus hijos y sienten no sólo dolor sino placer en dar maltrato, para los conejillos de Indias predilectos del esoterismo de la culpa, para los parricidas, para los matricidas,
para los maridos que pegan y matan a sus mujeres -oh Sonata a Kreutzer en los tiempos de los ácidos sulfúrico y lisérgico-, para los eternos derrotados de la liberación del deseo, para los que de alguna u otra forma no podemos vivir sin la fealdad, sin el horror, sin la inseparable maestranza de los buitres y su pasión por el detritus, la carroña y la basura...? Señora Nueva Era, ¿sabía usted que el Diablo, ese animal mitológico en el que ya nadie cree, ni siquiera usted misma, es el ser más desdichado del universo, a quien más le hace falta la caricia de su cielo y de todos los demás?
MI ROMANTICISMO SE MUERE pero nunca termina de morirse: es terco, terco como él solo. De tal palo tal astilla. Aunque, no nos digamos mentiras, es un enfermo terminal, un perfecto moribundo. Y no se muere del todo, a pesar de todo, tal vez porque se siente cómodo conmigo, como un desahuciado en la cama de un hospital. Si tan sólo supiera que el hospital pronto será derrumbado para construir una escuela y un parque infantil, tal vez resucitaría el muy sinvergüenza. Por eso he decidido no compartirle el secreto; además, porque no es nada fijo, ya no se ve nunca nada fijo en este mundo, al fin y al cabo, primero habría que sembrar los árboles, y antes habría que hacer los niños. Y no hay semillas y los amantes escasean. Mi romanticismo se muere. Y yo, igual que todos, solamente quisiera brillar, pero no como el oro, para la codicia de los mercaderes, sino como una estrella, inadvertida, remota, sin ningún provecho de absolutamente nada, porque sí.
BKM
Ilustración: Paola Andrea Sánchez Cali – Valle (1989)
SIN RETORNO Volátil imagen que ya no refleja este espejismo. Corren las manecillas del reloj y cada partícula crea su propio camino; inmersas, fluctuantes de vacíos infinitos tan dispersas entre si que volver al inicio desataría mil conflictos. ¿Por qué reconstruir aquel ente finito? ¿si las manecillas del reloj solo corren en un sentido? ya no hay vuelta atrás y aunque lo intenten ya nada es conocido... cada partícula en su experiencia ha decidido ser libre y no retornar a ese angustiante laberinto.
FUENTE DE LLUVIA ÁCIDA Ciudad inerte, cuerpos que mienten... En nombre de sus buenas costumbres, tus sueños poco a poco se consumen... Turba asesina, si te atrapan te descuartizan... apariencias y engaños, sin amor todos somos extraños... Una desilusión más? el reloj de arena aún no dice cuando morirás... te toca soportarlo en carne viva así que finge y simula una sonrisa... .... El colorido jardín de la esquina sólo es algo que alucinas.
IMAGINACIÓN FLUCTUANTE Oye tú que te escondes tras las ramas pisando hojas secas en este callejón sin salida.... mira ahora!!! caen los cuerpos aterrorizados abonando la tierra sigilosos 3 metros bajo tierra... memorias de una tarde amena es eso y nada más... y sí, debe ser así... de todos modos nada más y nunca nadie lo sabrá no lo querrán pues la gran explosión se reduce a un eco el vacío que aplasta, ambición disfrazada de necesidad... correr??? no sirve correr!!! volar??? hay que saber volar!!! dejar el miedo a la soledad... lo sé, todo cambia la vida sólo se va y cada sonrisa es una razón para querer mirar atrás pero el tiempo sólo es luz quemante y nuestro cuerpo producto imaginario polvo cósmico
WILLIAM OBANDO
Ilustración: J. Zarate Madriñan Palmira – Valle (1992)
SENDERO LUMINOSO Hay quienes ponderan el dolor por encima de cualquier sensación natural. Quienes le tiran un chancletazo al pájaro que trina en su ventana/ quienes oprimen el botón del amor y suben todo el volumen hasta quedar sordos y brutos/ quienes dejan podrir las fresas en vez de comerlas sobre el cuerpo del amante/ quienes solo se nutren de TV/ quienes solo tienen sexo con el opuesto/ quienes lloran al ver el fracaso de las democracias/ quienes trabajan 500h semanales/ quienes se quejan de hacer lo mismo todos los días y lo siguen haciendo/ quienes esto, quienes lo otro, quienes ni mierda, yo me cago en todos los orígenes del sufrimiento. Os convoco a todos a dejar de quejarse y a olvidar los remordimientos/ a vivir como el niño que adora la tierra/ a mirar el cielo como si fuera la última vez que pudieran hacerlo/ a vivir todos los sueños del mundo/ a gozar del roce de la brisa, de las caricias del mar/ a aceptar la muerte y su liberación/ a venerar la poesía como una virgen maldita. Los invito a todos a transitar por las avenidas de la felicidad y el placer.
PAJARITO GORDO embala el vuelo/ pajarito gordo cruza mรกs allรก del Valle/ pajarito gordo embala el vuelo ve a decir a todos que ha muerto mi corazรณn.
AUTORRETRATO ‘‘Fuiste tú quien partió la nueva leña, ahora es tiempo de tallar. ’’ Ezra Pound
No hay mucho que decirte de mí, apenas estoy creciendo. Me tiene sin cuidado conquistarte, tampoco pretendo alardear sobre lo que soy o mentir sobre lo que no soy. No tienes por qué saber mi profesión, no gano mucho dinero. No soy fino. Soy rústico como la lengua de un gato. Soy glotón con el sexo y con la comida. Me gusta sentarme en los parques a tomar viche con mis amigos. Me gusta el viche porque es barato y embriaga rápido. Me gusta aunque me deje tirado en el andén. Me gusta caminar por la calle a la madrugada. Me gusta darle patadas al tedio. Me gustan los suicidas. Me gusta pasar las noches de luna llena en el paraíso. Me gustan Radiohead, Charlie Parker y Alfredito Linares. Me gustan los hongos y el LSD me desorbita, tengo una relación ambigua con la coca, mientras que la marihuana es mi constante compañera. Me gusta leer a León de Greiff en voz alta. Algunos versos de Pizarnik se me grabaron en la memoria y en las vísceras.
Rafael me ha permeado perniciosamente, me dio espinas por nubes, me invito a pasar una temporada en el infierno con el más maldito. Lo único que quiero es que me mires a los ojos y contemples un desesperado, un soñador que tiene por más grande anhelo convertirse en humo, en nube. Alguien que quiere saber el color de los ojos de la muerte. Oye nena!! No soy tu príncipe azul, no soy el chico bien que te imaginabas, soy la alimaña que corromperá tu alma.
SICO PÉREZ
Ilustración: Lina María Cruz Palmira – Valle del Cauca (1990)
QUE POR QUÉ YA NO VOY A TU CASA que tan tocado y tan delicado que parezco una piñatica todo lleno de maricaditas. Pues sí soy un chico viejo frágil y terco no me gustan los juegos. sólo retozo y me divierto con una botella de añejo. con un poco de polvo y la luna pendiendo me pongo agudo e ingenioso, pero eso es cuento viejo. A vos te fascinan las trampas y yo decidí no usar ni una artimaña sólo para llegar al interior de tus faldas. Pozos de desconsuelo. Algunos nacemos viejos. Desfasados, atrasados, con los cables trocados. Vos en cambio, toda perfectica, toda coquetica, encamadita con el primero que se atraviesa en tu camino. Sos sólo una sonrisa y un coqueteo marica. Como te dije: a mí me gustan las anfetaminas. No las golosinas. Andá a que te babee otra lengua estéril Que chupe tus pezones de muñeca infértil
Ya no te quiero ver Ya no tienes que preguntar el por qué. Regala tus profundidades al mejor postor yo saldré ileso. No hay decepción. Nunca esperé que entendieras. Siempre supe que tus lágrimas son de mercurio. Muñequita inflable de lo único que me arrepiento es de no haberte dañado la válvula de escape.
APÓSTATA En ocasiones como un cólico repentino me asalta el terrible prejuicio que la poesía es una pendejada una maricada la apuesta irremediable de un imbécil que flota ingrávido creyéndose el centro de la nada cuando lo que necesita es con premura una fuerte bofetada una bofetada que le haga poner los pies sobre la tierra una bofetada antes de que pierda la poca sensatez que le queda por unos versos que se desleirán lentamente hasta quedar en nada.
DÁMELE SALUDOS A LA PERRA DE TU MADRE Dile que he regresado Dile que soy el hombre que mató a Liberty Valance Que lo siento por ella pero que no existe la magia ni la fantasía en el mundo que la luna es sólo un trozo de piedra inerte y que los sueños románticos se desvanecen como fuegos fatuos Dámele saludos a la perra de tu madre.