Agencia de Información Laboral
La política pública para el adulto mayor es marginal y precaria Análisis de Héctor Vásquez F. Escuela Nacional Sindical
El gobierno acaba de anunciar la creación de un sistema de aportes que permita que los trabajadores con más bajos ingresos, que no cumplan con el requisito de las 1.300 semanas de cotización para acceder al derecho a la pensión, puedan contar con algún ingreso cuando les llegue la edad de retiro. “Esta semana es de gran importancia que aprobemos esta ley, porque esta ley autoriza al Gobierno a hacerle un aporte a los trabajadores más pobres, para que ellos vayan haciendo un pequeño ahorro mes a mes, y cuando lleguen a la vejez puedan tener una platita mes a mes”, indicó el Presidente Uribe en Valparaíso, Antioquia, el 31 de mayo, y agregó que la iniciativa empezará con las madres comunitarias. El proyecto está incluido en la reforma del sistema financiero que actualmente se tramita en el congreso, y aunque no hacía parte del proyecto que inicialmente presentó el Ministerio de Hacienda desde el año pasado, fue incluido a última hora por el gobierno en el contexto de la discusión del referendo reeleccionista. Es más, el hecho de que se hayan escogido a las madres comunitarias como sus beneficiarias iniciales (trabajadoras que ya tienen el derecho de hacer cotización al sistema pensional, para lo cual el FOSYGA les financia el 80% del total del aporte) indica que se trata de una simple estrategia del presidente para mantener en alto su popularidad ente el populacho. Para los adulto mayores, contar con una pensión se vuelve en asunto de vida o muerte, pues es la condición para escapar de la indigencia y para asegurarse condiciones de vida con dignidad y autonomía; y para muchas familias, dadas las características del mercado laboral colombiano, contar con este ingreso fijo también se vuelve una condición para escapar de la indigencia o la pobreza. La verdad es que Colombia presenta un grave problema de desprotección social de la población adulta mayor, sin que estemos haciendo nada para resolverlo. En efecto, según la Superintendencia Financiera, a noviembre de 2008 había